De acuerdo con los resultados, los colectivos que se consideran más afectados son los conductores, artesanos, mecánicos y personal sanitario y las dolencias que con más frecuencia atribuyen al trabajo son el dolor de espalda, el de cuello y el estrés.Para la realización de la Encuesta se han efectuado un total de 11.054 entrevistas a trabajadores autónomos y asalariados, 58,5% hombres y 41,5% mujeres, con un margen de error de + 0,95%.
Como conclusiones generales de la ENCT podemos destacar:
En relación con la Organización de la Prevención, el 55% de los trabajadores manifiesta que en su centro de trabajo está designado delegado de prevención. En las empresas de mayor tamaño el porcentaje llega al 85%.
En el apartado de las Actividades Preventivas realizadas por las empresas, se han llevado a cabo estudios o análisis en una cuarta parte de los puestos de trabajo, más frecuentemente en el sector Industria, y dentro de él en las ramas de Química y Metal. La frecuencia de los estudios es casi la mitad en los puestos de trabajo ocupados por trabajadores con contrato temporal (18%), frente a los de contrato indefinido (34%).
Los aspectos más frecuentemente analizados son: las posturas de trabajo, esfuerzos físicos y movimientos repetitivos, la seguridad de las máquinas y el ruido, entre otros. Como resultado se adoptaron medidas, sobre todo en la modificación de instalaciones, maquinaria, equipos o materiales.
Casi un 10% rechazó el reconocimiento médico
Por su parte, más de la mitad de los trabajadores pasaron reconocimiento médico el año pasado, mientras un 8% que tuvo oportunidad de hacerlo no la ejerció y a casi cuatro de cada diez trabajadores no se les ofreció esta posibilidad por parte de la empresa. En este colectivo se encuentran en mayor medida trabajadores agrarios, de microempresas, contratados temporales, mujeres, menores de 25 años y trabajadores de nacionalidad distinta a la española.
En cuanto a las Condiciones de Seguridad, un 71% de los trabajadores se encuentran expuestos a algún riesgo de accidente en el desarrollo de su trabajo. Este porcentaje alcanza las frecuencias más altas en el sector de la construcción y, por ocupación, los conductores de vehículos, los trabajadores de construcción y minería y los mecánicos, reparadores y soldadores.
Los riesgos señalados con mayor frecuencia por los trabajadores son: cortes y pinchazos (29%), golpes (26%), caídas de personas al mismo nivel (19,3%), caídas desde altura (15,8%), caídas de objetos o herramientas (13,3%) y los accidentes de tráfico (12%) y como causas de los riesgos, los trabajadores se inclinan en un 45% por las distracciones, descuidos, despistes y falta de atención; un 19,4% considera que es por trabajar muy rápido y un 17,8% por cansancio o fatiga.
Dentro de las Condiciones Ambientales se ha analizado la exposición de los trabajadores a contaminantes químicos y biológicos, además de estudiar el ambiente térmico y la exposición al ruido.
En conjunto, el 27,5% de los trabajadores manipulan o respiran productos tóxicos o nocivos, fundamentalmente en los sectores de construcción e industria. De ellos, el 13,4% afirma no conocer los posibles efectos perjudiciales para su salud. En relación a las condiciones térmicas, el 24,4% de los trabajadores que no realizan su trabajo al aire libre considera inconfortable la temperatura en su puesto de trabajo, sobre todo los pertenecientes al sector agrario y de la construcción, mientras que los del sector servicios manifiestan disponer de mejores condiciones de temperatura y humedad en su trabajo. En el resto de condiciones medioambientales, el 37% indica que en su puesto de trabajo tiene que soportar un ruido molesto, elevado o muy elevado; el 14% vibraciones, y el 8% considera que está expuesto a la presencia de radiaciones en su trabajo.
Deficiencias en el puesto de trabajo
La ENCT recoge también las opiniones sobre el Diseño del Puesto de Trabajo, que evidencia que el 30,7% de los trabajadores considera deficiente algún aspecto del mismo. Los más molestos tienen que ver con disponer de muy poco espacio (14,7%) o tener que alcanzar herramientas u objetos que obligan a estirar mucho el brazo (11,5%).
En lo que respecta a la Posición de Trabajo Habitual la mayoría de los trabajadores está normalmente de pie andando frecuentemente (42%) o de pie sin andar apenas (22,4%). Las posiciones de mayor penosidad se dan en agricultores, ganaderos, pescadores y marineros, profesiones en las que un 15,4% trabaja con la espalda doblada.
Las Demandas Físicas de Trabajo más frecuentes son las de realizar movimientos repetitivos de manos o brazos (55,4%) y las de mantener una misma postura (52,4%). Por ocupaciones destacan los porcentajes de trabajadores de la industria tradicional, artesanos y obreros en producción industrial mecanizada que, con mucha frecuencia, realizan movimientos repetitivos de manos o brazos (75,9% y 70,7% respectivamente). La frecuencia entre los que tienen que mantener una misma postura es muy alta entre camioneros, repartidores y taxistas (78,7%), así como entre empleados administrativos (71,7%).
El 75% tiene molestias musculoesqueléticas
El análisis centrado en las molestias musculoesqueléticas evidencia que suelen sentirlas el 74,2% de los trabajadores. Las más frecuentes están localizadas en la zona baja de la espalda (40%), la nuca/cuello (27%) y la zona alta de la espalda (26%).
Por profesiones, el personal sanitario, los agricultores, ganaderos, pescadores, marineros, camioneros, repartidores, taxistas y conductores son quienes mayores molestias manifiestan. La edad también es un factor a considerar ya que mientras que en los trabajadores entre 16 y 24 años la frecuencia es de un 65,8%, entre los de 65 y más llega al 80%.
Las variables relacionadas con la Carga Mental obtienen elevados porcentajes de afectación. La realización de la tarea requiere en gran medida tener que tratar siempre o casi siempre directamente con personas (44,7%), mantener con la misma frecuencia un nivel de atención alto o muy alto (41%) o realizar tareas muy repetitivas y de corta duración (22,1%). Entre los factores psicosociales, si se refiere al apoyo social en la empresa, en el 67% de los casos cuando el trabajador requiere ayuda la encuentra entre los compañeros. Por otra parte, el 54,9% dice tener oportunidades de aprender en su trabajo, frente al 21,8% que manifiesta no tenerlas.
En cuanto a otros aspectos del trabajo, el 21,4% no puede decidir cuándo coger las vacaciones; el 23,8% no puede variar su método de trabajo; el 23,5% no puede modificar la distribución o duración de las pausas; el 21,9% no puede modificar el orden de las tareas y el 11,7% no tiene libertad para poner en práctica sus ideas.
La inestabilidad laboral genera síntomas psicosomáticos
Los trabajadores que manifiestan menor estabilidad en el empleo, que lo pueden perder en breve, presentan un porcentaje más elevado de síntomas de orden psicosomático (alteraciones del sueño, cansancio, dolores de cabeza, mareos, etc.), que aquellos que creen que no lo van a perder. En cuanto a las relaciones personales, si se compara la opinión sobre las mismas con la aparición de efectos en la salud en términos de sintomatología, las personas que dicen no disponer de relaciones positivas manifiestan un mayor grado de afectación en su salud.
En el total de la muestra, la media de horas trabajadas por semana es de 39,3. Superan la media los trabajadores del sector agrario (44,6), construcción (42,5) e industria (41,2).Son, asimismo, muy significativas las diferencias por sexos, ya que la media de los hombres llega a 42,1 mientras la de las mujeres es de 36,7, y por tipo de contrato. Los trabajadores con contrato indefinido alcanzan las 40,3 horas de media frente a las 37,6 de los que tienen otro tipo de contrato.
En cuanto a la modalidad de jornada, la mayor parte (42,9%) tiene jornada partida, con horario de mañana y tarde; un 22,5% trabaja a turnos y un 8,6% lo hace de noche.Por sexos, los hombres ocupan con mayor frecuencia que las mujeres puestos con jornada partida (48,7% y 35,2% respectivamente), mientras las mujeres ocupan en mayor porcentaje puestos con jornada fija de mañana (32,4% frente a 20,7%).
Construcción es el sector en el que se realiza más frecuentemente jornada partida (65,2%), mientras que el trabajo fijo de noche es más habitual en industria y servicios. Por otra parte, un tercio de los entrevistados afirma trabajar los sábados y un 17,2% los domingos y festivos y casi la mitad (45,3%) asegura prolongar su jornada laboral, un 26,8% recibe por ello compensación bien económica o en tiempo libre, y el 18,5% restante lo hace sin compensación alguna.
Otros factores recogidos en la encuesta son que el tiempo de desplazamiento de casa al trabajo es en el 77,6% de treinta minutos o inferior y que un 23,8% manifiesta que su horario se adapta bien a los compromisos familiares mientras un 7% declara que no.