La Eurocámara celebró el pasado miércoles en Estrasburgo su 50° aniversario. La ceremonia, que conmemoró la reunión constitutiva de la Asamblea Parlamentaria europea el 19 de marzo de 1958, estuvo marcada por los discursos de los presidentes de la Eurocámara, el Consejo y la Comisión. La Joven Orquesta de la Unión Europea interpretó varias piezas de destacados compositores europeos, entre ellas el Himno de la Alegría.
El presidente del Parlamento Europeo, Hans-Gert Pöttering, dio la bienvenida a los antiguos presidentes de la Eurocámara que asistieron a los actos de celebración, entre ellos Enrique Barón Crespo, José María Gil-Robles y Josep Borrell. Pöttering también agradeció su presencia al presidente de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, Lluís Maria de Puig.
A continuación, señaló que "hoy celebramos el 50° aniversario porque creemos en la continuidad de la labor de esta Asamblea".
Pöttering destacó que "hace 50 años la Asamblea Parlamentaria no tenía derechos propios y tuvo que luchar para conseguirlos" y añadió que "el Parlamento Europeo fue ganando poco a poco conciencia de su importancia y puedo afirmar que hoy hace justicia a su nombre".
En línea con lo anterior, recordó que "hoy somos más de 785 diputados de 27 países, representamos a casi 500 millones de ciudadanos, en esta Cámara están reflejados más de 150 partidos nacionales que se encuentran reunidos en siete grupos políticos". Además, "somos un órgano presupuestario y legislativo y la Comisión Europea no puede ponerse en funcionamiento sin nuestra confianza", prosiguió. Por todas estas razones, el Parlamento Europeo se ha convertido en "un elemento fundamental de la política europea".
Pöttering hizo un repaso de los "grandes hitos" de los 50 años de historia del Parlamento Europeo, desde su reunión constitutiva en marzo de 1958 con Robert Schuman como presidente, hasta el Tratado de Lisboa, pasando por las primeras elecciones por sufragio universal directo en 1979, el Acta Única Europea de 1986 y el Tratado de Maastricht (1992), muy importante porque se introdujo el procedimiento legislativo de codecisión.
El presidente subrayó en varias ocasiones la relevancia del Tratado de Lisboa, que "reforzará nuestro derechos" y ampliará las competencias de la Eurocámara, puesto que convierte la codecisión en procedimiento regular y establece que el presidente de la Comisión será elegido por el Parlamento. "Todos estos avances", destacó Pöttering, "son posibles gracias a los que lucharon por defender el parlamentarismo durante estos 50 años".
También dijo que "el Tratado de Lisboa y la Carta de Derechos Fundamentales serán una contribución decisiva para la democracia y el parlamentarismo en la Unión Europea a todos los niveles. Podemos estar contentos de nuestro apoyo incondicional al Tratado de Lisboa y la Carta de Derechos Fundamentales".
Pöttering destacó la "excelente" cooperación reinante entre el Parlamento Europeo y los parlamentos nacionales y pidió mantenerla en el futuro.
El primer ministro de Eslovenia y presidente de turno de la UE, Janez Jansa, recalcó en su discurso "la historia de logros" de los últimos 50 años, una tendencia que "queremos que continúe". De un escenario con 168 millones de ciudadanos en la Unión Europea de 1958, que luchaban para eliminar la pobreza, por su seguridad, por fomentar la relación transatlántica y la democracia, se ha pasado, señaló, a otra Europa en la que se habla de cooperación y búsqueda de desafíos.
Jansa afirmó que la UE es ahora tres veces más grande y con más población que hace 50 años, tiene una moneda común, sus ciudadanos viven en paz y en armonía democrática.
Respecto al Parlamento Europeo, el primer ministro afirmó que tras un primer momento en el que tenía un papel meramente consultivo se ha pasado a otro en el que ha incrementado considerablemente sus funciones. "Ahora el PE tiene voz y voto en casi todas las políticas y esta tendencia va a reforzarse", añadió el mandatario esloveno.
A su juicio, el reto para los próximos años es "la agenda global", el "diálogo intercultural y los derechos humanos". Añadió que el éxito de todos los Estados miembros de la UE pasa por la unidad entre los actores nacionales, regionales y europeos. "Sólo las instituciones europeas pueden llevarnos por esa vía", concluyó.
En nombre de la Comisión Europea, su presidente, José Manuel Durao Barroso, dijo que ahora vivimos en una Europa "que se ha acostumbrado a la ampliación". En la Europa actual se necesitan, en su opinión, "instituciones fuertes", ya que ningún país puede hacer frente a los retos que se plantean, por sí solo.
"Tenemos que construir una Europa rica, sin prepotencia, que esté en condiciones de proponer sin imponer".
Durao Barroso también recalcó "la gran aportación del Parlamento Europeo al proyecto europeo". En estos 50 años ha ganado "poderes y competencias", señaló, antes de añadir que el Tratado de Lisboa representa "un gran paso adelante para la Unión Europea".
"Hoy el Parlamento Europeo puede decir con orgullo que tiene una historia y no sólo un pasado sino también un su futuro", recalcó el presidente de la Comisión Europea.
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