El presidente del Parlamento Europeo, Hans-Gert Pöttering, señaló que los hechos acaecidos en Lhasa, capital de Tíbet, desde el pasado 10 de marzo "causan una enorme preocupación en el Parlamento Europeo".
En cuanto a los Juegos Olímpicos, Pöttering recalcó que "todo político responsable tiene que plantearse si participará en la ceremonia de inauguración en caso de que los dirigentes chinos no hagan un esfuerzo para abrir el diálogo y resolver el conflicto". Añadió que, "apoyamos que todos los deportistas puedan ir y llevar a cabo una competición libre y equitativa, pero no podemos perder el respeto a nuestros propios principios" y destacó que el Parlamento Europeo tiene una gran responsabilidad en este sentido.
El presidente condenó el "asesinato de personas pacíficas" en Tíbet, así como el uso desproporcionado de medios policiales. Además, expresó su solidaridad con el Dalai Lama y dejó claro que "no permitiremos su demonización ni que se le vincule con el terrorismo". También señaló que "en mis encuentros con él, siempre he tenido la impresión de que es una persona que confía en la paz, los derechos humanos y la reconciliación".
El presidente del PE subrayó que el diálogo y la cooperación entre la UE y China son una "cuestión de interés compartido" y dejó claro que para que los Juegos Olímpicos tengan éxito se deben cumplir varias condiciones: respeto por la identidad cultural y religiosa del pueblo tibetano e información libre y equitativa. "La expulsión de periodistas y corresponsales no es aceptable", destacó.
Al final del debate, el presidente declaró que "el Parlamento Europeo está de lado del pueblo tibetano".
El Dalai Lama aceptó la invitación del Parlamento Europeo para dirigirse al pleno de la Eurocámara con motivo del Año Europeo del Diálogo intercultural. La comparecencia se celebrará en diciembre. En su carta de aceptación, que Pöttering leyó durante el debate, el Dalai Lama agradece a los eurodiputados su apoyo en unos "momentos tan difíciles para el pueblo tibetano".
La Eurocámara recibió hoy a una delegación del Parlamento tibetano en el exilio, encabezada por su portavoz, Karma Chophel.
Grupos políticos
Joszef SZAJER (PPE-DE, Hungría) dejó claro que "no podemos estrechar la mano sonrientes a personas que llevan metralletas". Además, señaló que "no se trata de boicotear los Juegos Olímpicos, sino de exigir a las autoridades que pongan fin a la violencia y respeten los derechos humanos".
Destacó que "no podemos permitir que un Estado asesine a sus propios ciudadanos" y emplazó a las autoridades chinas a que inicien un diálogo de paz utilizando como base la autodeterminación de Tíbet. También recalcó que la autoridad del Dalai Lama no se puede cuestionar.
La eurodiputada Pasqualina NAPOLETANO (PSE, Italia), argumentó que "el papel político del Dalai Lama es insustituible" como figura que no llama a la independencia pero que pide respeto para los derechos de su pueblo. Por esta razón, consideró que "si las autoridades chinas quieren llegar a la paz deben negociar directamente con él". Respecto al boicot, abogó por "una política coherente a largo plazo" frente a los "gestos". "Necesitamos una única voz" para decir a China que "una gran potencia económica tiene obligaciones interiores y en el plano internacional antes, durante y después de los juegos", concluyó.
Marco PANNELLA (ALDE, Italia) se mostró favorable al boicot de la inauguración e hizo hincapié en que "no podemos admitir ese espectáculo de vergüenza". Concluyó con el lema "for a free Tibet, for a free China".
Por su parte, Cristiana MUSCARDINI (Unión por la Europa de las Naciones, Italia) consideró que todas las esperanzas depositadas en que China lograría ser defensora de los derechos humanos, además de potencia económica, se han visto rotas. Y recomendó que si las autoridades del gigante asiático no quieren tener un "diálogo constructivo con los tibetanos" se revisen los acuerdos de cooperación entre China y la UE. En su opinión, el "diálogo político con el Dalai Lama" y la protección de los derechos de las personas son condiciones para la asistencia de las autoridades europeas en las Olimpiadas.
Daniel COHN-BENDIT (Alemania, Verdes/ALE), destacó que la UE tiene que negarse a ir a la inauguración de los Juegos Olímpicos. Además, aseguró que estos Juegos Olímpicos sólo serán libres cuando los ciudadanos vayan a la plaza de Tiananmen con cualquier bandera y puedan decir lo que quieran.
"Tíbet no es el único problema", declaró Cohn-Bendit y recordó a los centenares de defensores del medio ambiente y los derechos humanos detenidos.
Vittorio AGNOLETTO (Grupo Confederal de la Izquierda Unitaria Europea/Izquierda Verde Nórdica, Italia), opinó que el boicot a los juegos tendría sentido si los derechos humanos "tuvieran primacía en las relaciones internacionales" y se "incluyera como cláusula" en los lazos comerciales con China. Sin embargo, el diputado consideró que el peso de las relaciones económicas conduce a que se "tolere la vulneración de los derechos humanos". "Los boicots sólo sirven para tranquilizar nuestras conciencias", exclamó, y defendió otras iniciativas más allá de los gestos diplomáticos que permitan avanzar respecto a la situación del pueblo tibetano o la libertad de expresión.
Patrick LOUIS (IND/DEM, Francia) señaló que esta dictadura acaba con la libertad de expresión y amenaza a los tibetanos. A continuación, criticó a, Bernard Kouchner, ministro de Exteriores francés, por hablar de "nuestros amigos chinos" y dijo que los líderes europeos serán culpables si no reconocen lo que está sucediendo en China.
Por su parte, Bruno GOLLNISCH (No Inscritos, Francia) declaró que en los últimos 60 años China se ha impuesto en Tíbet y grupos de influencia europeos han respaldado a las autoridades de Pekín, "incluyendo los manifestantes de izquierdas de los años 60 y 70", ya que "ninguno de ellos se alzó en nombre de los pueblos oprimidos en Asia".
Janez LENARCIC, secretario de Estado para Asuntos Europeos de Eslovenia, emplazó al gobierno chino a que proporcione datos reales sobre la violencia en Tíbet. Además, exigió a Pekín que respete el derecho de los tibetanos a manifestarse de forma pacífica y se pronunció en contra de un posible boicot a la ceremonia de inauguración, en línea con una declaración aprobada la semana pasada por los ministros europeos de Deportes.
Lenarcic pidió poner punto y final a la violencia en la región y exigió la liberación de los manifestantes, que "sólo han expresado su opinión".
La comisaria Europea de Relaciones Exteriores y Política de Vecindad, Benita FERRERO-WALDNER pidió a las autoridades chinas que controlen el uso de la fuerza porque "la violencia no puede ser aceptada". Recordó que, hasta ahora, "la UE siempre ha apoyado la soberanía e integridad territorial de China, con la inclusión del Tibet, pero esto no significa que la protección de los derechos humanos sean un asunto interno". Respecto al boicot de los Juegos, la comisaria defendió que "no son un evento político" pero deben mantenerse en un ambiente que tenga en cuenta su "mensaje de paz inherente" y la libertad comunicación.