Los europarlamentarios ven "lamentable" que la revisión del Sexto Programa de Acción Comunitario en materia de Medio Ambiente, para el periodo 2002-2012 haya sufrido un retraso de un año. Critican igualmente que la UE "no vaya a cumplir el calendario de ejecución" de las medidas previstas en este Programa de Acción en campos como el de las emisiones, la eficiencia energética, la conservación de los espacios naturales o mejorar la calidad del aire y reducir el ruido en el entorno urbano.
Por ello, proponen en esta revisión a medio plazo del programa un endurecimiento de las medidas existentes o incluir otras nuevas para cumplir con los objetivos marcados. Así, el informe pide a la Comisión que presente una propuesta de directiva revisada relativa a los límites nacionales de emisiones, defiende la inclusión de incentivos fiscales para promover la conservación de la naturaleza o evitar la contaminación, y se inclina por dejar mayor libertad a los Estados miembros y agricultores a la hora de decidir los medios para cumplir los objetivos marcados por Bruselas.
El informe de la ponente Riitta MYLLLER (PSE, Finlandia) afirma que "una legislación vinculante sigue siendo fundamental para abordar los desafíos medioambientales". Por esta razón, los diputados muestran su "preocupación" porque algunas entidades quieran debilitar las normas comunes o sustituirlas por acuerdos voluntarios o medidas no vinculantes. En su lugar, el documento destaca la importancia de imponer a las actividades ilícitas y contaminadoras del medio ambiente "sanciones en el marco del Derecho penal, en particular, por vertido ilegal de residuos peligrosos en el territorio de otros países".
Medio Ambiente y salud
La propuesta que se debatirá en el próximo pleno de Bruselas destaca la "relación directa" entre el estado del entorno y la salud humana. Además, valora los efectos que puede tener una correcta integración de aspectos ambientales en otros sectores económicos. Para avanzar en este sentido, el informe considera necesario "establecer objetivos sectoriales y calendarios vinculantes".
Igualmente, recoge que el PIB como medida de bienestar "ya no es un instrumento adecuado" pues por sí solo no consigue reflejar todas las facetas y necesidades de una sociedad moderna. Por lo tanto, solicita a la UE que desarrolle y utilice un nuevo indicador que integre el impacto negativo del desarrollo en el medio ambiente y nuestra salud, y contribuya a disociar el crecimiento económico de la degradación del entorno.