La Comisión propone una verdadera asociación política entre la UE y los Estados miembros que refleja la voluntad política de reconocer el papel central que las PYME desempeñan en la economía de la UE y de establecer por primera vez un marco estratégico integral para la UE y sus Estados miembros. La propuesta de Ley de la Pequeña Empresa coincide con los planes, recientemente anunciados, del grupo BEI para simplificar, modernizar y diversificar sus instrumentos de ayuda a las PYME.
La Ley de la Pequeña Empresa reposa sobre la convicción de que el logro de las mejores condiciones marco posibles para las PYME depende ante y sobre todo de que la sociedad reconozca el papel desempeñado por los empresarios y las empresas (incluidas las empresas artesanales, las microempresas, las empresas familiares o las empresas de economía social) y de conseguir que la opción de crear nuestra propia empresa resulte atractiva. Esto significa que es preciso cambiar la idea bastante negativa que se tiene en la UE de los empresarios y de la asunción de riesgos.
La Ley europea de la Pequeña Empresa establece 10 principios que deberían adoptarse al más alto nivel político así como una serie de medidas concretas que facilitarán la vida de las pequeñas empresas. Tras consultar a las empresas y sus representantes, la Comisión Europea ha decidido asimismo proponer nuevas medidas legislativas en cuatro ámbitos que afectan especialmente a las PYME:
- Primero, un nuevo reglamento general de exención por categorías en el ámbito de las ayudas estatales simplificará los procedimientos y reducirá los costes. El nuevo reglamento aumentará la intensidad de la ayuda a las PYME y les permitirá beneficiarse más fácilmente de las ayudas para la formación, la investigación y el desarrollo, la protección del medio ambiente y de otros tipos de ayuda.
- En segundo lugar, un nuevo estatuto de la empresa privada europea hará posible la creación de una empresa privada europea (EPE) que se regirá por los mismos principios uniformes en todos los Estados miembros. Este estatuto se ha concebido para afrontar las gravosas obligaciones a las que deben hacer frente actualmente las PYME que operan a escala internacional, que están obligadas a crear filiales bajo diferentes formas societarias en cada Estado miembro en el que deseen llevar a cabo sus actividades. En términos prácticos, el estatuto de la empresa europea permitirá que las PYME puedan crear sus empresas bajo la misma forma societaria, con independencia de que realicen sus actividades en su propio Estado miembro o en otro. La opción de la EPE ahorrará a los empresarios tiempo y dinero en asesoramiento jurídico, gestión y administración.
- En tercer lugar, una nueva propuesta sobre el IVA ofrecerá a los Estados miembros la posibilidad de aplicar tipos de IVA reducidos a los servicios prestados localmente, incluidos los servicios que utilizan una gran mano de obra que, en general, son prestados por pequeñas y medianas empresas.
- Por último, para 2009 está prevista una modificación de la Directiva comunitaria sobre morosidad, que contribuirá a garantizar el pago a las PYME dentro del plazo de 30 días estipulado.
La concepción y ejecución de las políticas en la UE y en los Estados miembros se guiarán por 10 principios, entre los que figuran conceder una segunda oportunidad a las empresas que fracasen, facilitar el acceso a la financiación y ofrecer a las PYME la oportunidad de convertir los problemas medioambientales en oportunidades.
Además del compromiso permanente de reducir la carga administrativa en un 25% antes de 2012, el tiempo necesario para crear a una nueva empresa no podrá ser superior a una semana; el plazo máximo para obtener permisos y licencias empresariales no deberá exceder de un mes y las ventanillas únicas deberán facilitar la puesta en marcha de las empresas y los procedimientos de contratación de personal.
En los casos en que se considere útil, la Comisión fijará fechas concretas para la entrada en vigor de aquellos reglamentos o decisiones que afecten a las empresas. Se invita a los Estados miembros a considerar la adopción de medidas similares.
La Ley de la Pequeña Empresa incluye un ambicioso conjunto de medidas pensadas para que las PYME puedan beneficiarse plenamente del mercado único y se introduzcan en los mercados internacionales, destinando más recursos al acceso de las pequeñas empresas a la financiación, así como a la investigación, el desarrollo y la innovación. Estas medidas también facilitarán el que las PYME participen en el proceso normativo, obtengan contratos públicos y conviertan los problemas medioambientales en oportunidades empresariales.
Por último, la Ley de la Pequeña Empresa busca nuevas maneras de estimular el espíritu empresarial y cultivar una actitud más emprendedora, especialmente entre los jóvenes. Los jóvenes, que deseen crear una empresa, pueden ahora adquirir experiencia trabajando durante algún tiempo en una PYME en el extranjero gracias al programa «Erasmus para jóvenes empresarios» que acaba de ponerse en marcha. Esto les ayudará a mejorar sus conocimientos y contribuirá a la creación de una red de PYME en Europa. Se están preparando otros programas de movilidad semejantes para aprendices.