Decreto de 8 de febrero de 1946, por el que se aprueba la nueva redacci髇 oficial de la Ley Hipotecaria

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Sumario

Exposici髇 de Motivos

La Ley de 30 de diciembre de 1944, que introduce considerables reformas en el Derecho hipotecario, autoriza al Gobierno, en su disposici髇 adicional segunda, para publicar, en el plazo m醲imo de un a駉, una nueva redacci髇 de la Ley Hipotecaria, cuya finalidad debe consistir en armonizar debidamente los textos legales vigentes, en abreviar el contenido de los asientos del Registro, sin mengua de los principios fundamentales del sistema, y en dar a los preceptos legales una m醩 adecuada ordenaci髇 sistem醫ica y la necesaria unidad de estilo, sirviendo de base para todo ello, adem醩 de las disposiciones de la Ley Hipotecaria y la de su Reforma, la del Reglamento, la jurisprudencia del Tribunal Supremo y la doctrina de la Direcci髇 General de los Registros y del Notariado.

Tan dif韈il y delicada tarea ha sido acometida por el Ministro que suscribe desde el momento mismo en que se posesion� de su cargo, cuando iban ya transcurridos casi ocho de los doce meses del plazo concedido por las Cortes para la publicaci髇 de la nueva Ley.

La Comisi髇 designada al efecto en el Centro directivo correspondiente ha consagrado actividad sin tasa, en una labor constante, a dar cima, dentro del t閞mino legal, al arduo trabajo que la fue encomendado; y fruto de su celo es el texto refundido que por este Decreto se sanciona.

Ateni閚dose con fidelidad a las directrices se馻ladas por la Ley de 1944, el nuevo texto se limita a dar cumplimiento a lo que 閟ta determina como normas inexcusables de su redacci髇.

Se ha introducido, a tal fin, una nueva ordenaci髇 de los t韙ulos de la Ley para darles m醩 sistem醫ica distribuci髇, colocando en primer t閞mino todos los relativos a las materias sustantivas y dejando para el final los atinentes a la parte adjetiva y org醤ica, reguladora de la Direcci髇 General y del Cuerpo de Registradores. Y aunque el nuevo texto comprende menor n鷐ero de art韈ulos que el anterior, se ha procurado conservar la misma numeraci髇 a los m醩 importantes y m醩 frecuentemente citados en sentencias y resoluciones, no s髄o por respeto, que podr韆 pecar de excesivo, a una tradici髇, sino tambi閚 por facilitar en lo futuro el conocimiento y aplicaci髇 de la doctrina jurisprudencial relativa a las materias reguladas por aquellos art韈ulos.

Han sido trasladados al nuevo texto algunos preceptos reglamentarios de indudable jerarqu韆 legislativa, tales como los referentes a la competencia por raz髇 de circunscripci髇 territorial de los Registros y a la salvaguardia judicial de sus asientos; y del mismo modo, numerosos art韈ulos de la Ley, de simple contenido ordenancista o de detalle, han sido suprimidos para su incorporaci髇 al Reglamento, por considerarse que, si era l骻ica su inclusi髇 en la Ley primitiva, cuando por vez primera se implantaba en Espa馻 la instituci髇 del Registro, resultaba inconveniente mantenerlos ahora, dado su evidente car醕ter reglamentario.

Asimismo, se ha procurado, en lo posible, unificar el estilo de las dos Leyes refundidas, mediante leves correcciones gramaticales y sustituciones de locuciones y vocablos arcaicos o en desuso en la actual nomenclatura jur韉ica; si bien para una labor minuciosa y acertada en tal sentido habr韆 sido necesario contar con el tiempo suficiente, para nuevas revisiones de la redacci髇 del texto.

En cuanto a la mayor brevedad de los asientos del Registro, aspiraci髇 expresada por el legislador en armon韆 con las exigencias modernas, que requieren la m醲ima sencillez y claridad en las f髍mulas de la inscripci髇, el nuevo texto simplifica no s髄o la redacci髇 de los asientos principales, en los que se refleja el historial del dominio y de los derechos reales sobre inmuebles, sino tambi閚 la del asiento de presentaci髇, cuya importancia es tan capital en nuestro sistema inmobiliario. La reducci髇 al m韓imo de los requisitos formales de todos los asientos, sin menoscabo de los principios esenciales del sistema, unido a la supresi髇 de las menciones del derecho que pueden y deben ser objeto de inscripci髇 especial, as� como la eliminaci髇 de los derechos de naturaleza netamente personal u obligacional del 醡bito inmunizante del Registro, han de contribuir poderosamente a la claridad de 閟te y a facilitar su publicidad, haci閚dolo m醩 asequible al directo conocimiento de los interesados.

Se han incorporado a la nueva Ley en su integridad los preceptos de la reforma de 1944, casi literalmente o con peque馻s correcciones de estilo, y alguno de ellos con nueva ordenaci髇 sistem醫ica. Ocioso ser韆 tratar de explicar la profundidad y sustancia de las modificaciones e innovaciones que estos nuevos art韈ulos introducen en el conjunto de la legislaci髇 hipotecaria, pues fueron explicadas y puestas de relieve en la magistral exposici髇 de motivos de la referida Ley de 1944.

Haciendo uso de las facultades concedidas por el legislador al Ministerio de Justicia en orden a la organizaci髇 territorial de los Registros y a la regulaci髇 del Estatuto Org醤ico de los Registradores, se han incluido en el nuevo texto los preceptos indispensables para armonizarlos con las disposiciones vigentes y especialmente para llevar a la pr醕tica el expreso mandato legislativo referente a la sustituci髇 de las clases de los Registros por las categor韆s personales de los Registradores. Con el nuevo texto, que regula de modo definitivo estas materias, se agota y consume la autorizaci髇 concedida por el legislador; y de este modo las nuevas normas que establecen el r間imen org醤ico de los funcionarios que sirven los Registros adquieren su tradicional rango legislativo.

Cumpliendo, pues, dentro de los estrictos l韒ites y plazo predeterminado, el mandato de las Cortes, el Ministro que suscribe tiene el honor de someter a la aprobaci髇 del Jefe del Estado y de su Consejo de Ministros el adjunto proyecto de

DECRETO

A propuesta del Ministro de Justicia, de conformidad con el Consejo de Estado y previa deliberaci髇 del Consejo de Ministros, dispongo: