"La inteligencia consiste no sólo en el conocimiento, sino en la destreza de aplicar los conocimientos a la práctica".
Aristóteles
"No es que no seamos capaces de ver la solución. Lo que sucede es que no somos capaces de ver el problema".
Gilbert Keith Chesterton
"Actualmente la preparación toma la delantera a la ejecución. Es esencial estar informado y prever. Ambas necesidades obligan a cargar el acento en potentes órganos de información".
Beaufre
Sumario:
2. Metodología: planificación per-se
1. Introducción
La reducción del nivel de incertidumbre mediante un proceso cualitativo estimado a medio o largo plazo, por sí solo (generación de ideas de trabajo y su completo desarrollo) o apoyado y sometido por una cuantificación presente ha de propiciar propuestas futuras. Como viene a decir Gilbert Keith, si mínimamente no vemos el problema, la amenaza o el riesgo, si no prevemos, si no anticipamos, si no somos conscientes y si no podemos hallar esos factores de riesgo para estudiarlos, difícilmente podremos aportar soluciones de tipo reactivo, paliativo o de carácter estratégico, que en definitiva, son las más importantes, puesto que son las que anticipan decisiones, transformadas en acciones, diseñadas a la evitación del futuro problemático o al crecimiento de una causa problema débil detectada en el corto plazo, en fase embrionaria, que aporta signos de evidencia o indicadores que han de ser considerados.
Esos indicadores evolutivos y su correspondiente análisis relacional, cronológico y cuantificador, demostrará la incidencia y la tendencia alcista o reductora, valorando del mismo modo, la eficacia de las medidas que ya se hallen ejecutándose y las probabilidades estimatorias a largo plazo de la expansión del fenómeno problemático objeto de análisis.
Si deseamos ser cualitativos, la capacidad de la inteligencia no solo debe encasillarse a la elaboración del ciclo que se esté investigando, debe establecer también relaciones entre los distintos ciclos de estudio criminal a fin de provocar una retroalimentación compartida, es decir, permitir que la información fluya y sea pertinente para distintos ciclos y usos, inducir para que se alimenten entre sí. Podemos analizar un fenómeno y dirigir estrategias específicas respecto al mismo, pero ¿por qué no buscar elementos comunes y establecer coincidencias que puedan estudiarse de forma más global?. Por poner un ejemplo, la inmigración irregular, o la trata de seres humanos (TSH) que son otros riesgos emergentes o la nueva delincuencia asociada a las tecnologías de la información, juegan un papel importante en otras tipologías criminales que por sí solas ya son suficientemente graves. ¿Por qué no analizarlos de forma conjunta?. Tratar de aplicar medidas generales comunes que beneficien y reduzcan el riesgo, sin dejar de diseñar aquellas otras más específicas dirigidas a cada una de las tipologías que intervienen: concurso de delitos.
Pondremos otro ejemplo muy simple, aquellas organizaciones o grupos cuya delincuencia per-se establecen en nuestro país como base de operaciones exportando o importando su criminalidad-origen, o como aquellas otras personas que de forma independiente, tienen como fin establecerse en nuestro país buscando nuevas oportunidades de vida y acaban nutriendo organizaciones y/o grupos criminales o terroristas. Por lo tanto, es evidente, que el ciclo que produce inteligencia terrorista ha de estudiar y relacionar la influencia del flujo migratorio, la utilización de nuevos canales informativos para uso criminal, el tráfico de armas o la inmersión en el crimen como medio de financiación terrorista. Se trata de centralizar información para producir una inteligencia más global, sobre todo, aquellos ciclos que estudian, trabajan y se enfrentan a amenazas más graves.
Disociamos criminalidad organizada, inmigración irregular o terrorismo en distintos ejes estratégicos, se separan los riesgos, se tratan de forma autónoma, cuando su capacidad común como amenaza puede potenciar una lesividad y un riesgo más grave, luego, el daño es también, cualificado, su investigación por lo tanto, ha de ser proporcionada al daño que producen.
2. Metodología: planificación per-se
Todo método de investigación requiere como primera acción de desarrollo la creación de la idea principal sobre la que ha de girar el proyecto de trabajo, planificada la idea global, ésta ha de sustentarse en otras de carácter subyacente. Una y otras han de ser definidas primariamente, conformando un marco de situación práctico para su elaboración. Por encima de él, habremos creado una línea de fortalecimiento, desde el momento que la idea conforma el epicentro generador del trabajo.
La idea global viene definida en el propio "asunto titular", "visión estratégica", las ideas subyacentes han de alimentar la principal bajo parámetros generales y específicos, dando respuesta a su aproximación general, su conceptuación, su aplicabilidad como método efectivo en el análisis criminal y su trascendencia respecto a las principales amenazas de carácter criminal.
Lógicamente, todas las ideas han de confluir en una finalidad, la presente, motiva y ofrece una visión general sobre la importancia de ser proactivos y preventivos, en la resolución de conflictos a medio o largo plazo, antes de su producción, entendiendo el corto plazo como momento o temporalidad en el que han de diseñarse líneas estratégicas para evitar el daño futuro, o bien, para fortalecer nuestras propias capacidades. Llamemos conflictos a situaciones, factores, indicadores o actores de riesgos que provocan la propia existencia del problema, por lo tanto, el elemento problemático identificado se convierte en el inicio de la solución, su análisis anticipará en el presente efectos o consecuencias no deseadas en el futuro, o al menos, habremos formado parte de ella desde el momento que describimos el problema.
Por otro lado, no podemos obviar que las medidas de tipo reactivo son necesarias ante hechos difíciles de prevenir, hechos en producción, formando parte importante en los efectos disuasorios futuros, puesto que mide el comportamiento delictivo y permite la aplicabilidad de la pena.
Si exponemos la idea global y las ideas subyacentes, estaremos exponiendo la metodología que intentamos aplicar para dar contestación a aquellos interrogantes o necesidades que los órganos de dirección reclaman respecto a la causa-problema y toda metodología de investigación y más si cabe, aquella de tipo estratégico, requiere en su estructura de trabajo de unos mínimos:
- Idea principal
- Ideas de apoyo
- Finalidad u objetivos genéricos y/o específicos.
- Metodología o diseño estructural utilizado para extraer o certificar conclusiones, hipótesis, estimaciones o predicciones (tendencias evolutivas).
- Exposición o descripción de elementos cualitativos ("inteligencia policial").
- Datos cuantitativos.
- Conclusiones: genéricas (+ globales) y/o específicas (+ centradas sobre el problema objeto de estudio).
- Propuestas o recomendaciones de acción: reactivas (no admiten dilación- el problema ya está sucediendo, es inevitable), paliativas (admiten dilación pero requieren mejoras parciales para evitar su continuidad hacia una fase más grave. Existen medidas pero son deficientes o insuficientes) y preventivas (admiten dilación, se encuentran en su fase primaria, se atisban indicios, son las más importantes, anticipan la producción futura del daño).
- Revisión, actualización o retroalimentación permanente
- Difusión:
- Interna
- Externa
3. Cualificación estratégica
Los datos han de apoyar las tesis doctrinales iniciales, pero no es menos cierto, que las teorías bien construidas, la confección de hipótesis, la evolución, continuidad y seguimiento de casos (casuística) así como el establecimiento de relaciones, otorgará conocimiento, de modo que calificará respuestas y suprimirá, modificará o potenciará planteamientos ya edificados. Esta cualificación puede ser capaz de suplir la limitación de datos, puede sustituir mínimos elevándolos a máximos. Generar datos, sobre conclusiones extraídas asimilando la continuidad, la evolución y el seguimiento citados como medio objetivo, generador de inteligencia, en definitiva, estudiar el rol del autor u organización ante la acción delictiva, antes, durante o después de su comisión. ¿Cómo hacerlo?. Mediante el análisis criminal como método de estudio presente para objetivar medidas estratégicas de carácter proactivo futuro, con ello podremos crear mapas estratégicos, formalizar líneas estratégicas sobre aquellos objetivos o ejes estratégicos previamente definidos, dichos objetivos derivan de factores de riesgo identificados, tratando de obtener conocimiento específico sobre:
- Determinación de organización criminal, y/o grupo criminal.
- Determinación de organización terrorista y/o grupo terrorista.
- Relación entre organizaciones o grupos criminales.
- Relación entre organizaciones y/o grupos criminales y organizaciones o grupos terroristas.
- Estructuras tipo: piramidal o reticular.
- Identificación de dirigentes, partícipes o colaboradores.
- Identificación de aparatos y/o modos de adiestramiento, captación, adoctrinamiento, integración, apología o conductas de aliento, participación o financiación de organizaciones o grupos terroristas.
- Número de miembros.
- Nacionalidades: composición miembros de la organización o grupo.
- Determinación de tareas específicas entre sus miembros.
- Permanencia temporal de sus miembros (temporalidad): actuación prolongada o indefinida, estable o duradera para la organización criminal y puntual para la ejecución del hecho criminal respecto al grupo criminal.
- Temporalidad grupal: tiempo de actividad de la organización o grupo (inferior a... o superior a...).
- Pertenencia a redes delictivas (fija, perteneciente a una sola organización ó basculante, movilidad hacia unos grupos u otros en función del tipo delictivo a cometer).
- Extrapolación de la actividad criminal al ámbito internacional.
- Delitos típicos: especialización de organizaciones y/o grupos.
- Relación entre distintas tipologías delictivas ejecutadas (principal y asociadas). Determinación de delitos graves.
- Modus operandi.
- Lugares de asentamiento.
- Medios y modos de entrada.
- Relación entre lugares de asentamiento y lugares de acción (circulación). Movilidad geográfica provincial.
- Identificación de zonas más problemáticas y sensibles.
- Identificación de nuevas metodologías criminales, tanto para la ejecución del hecho criminal principal como para la ejecución de otros asociados.
- Identificación de elementos de comunicación o encriptación.
- Diversidad de medios de comunicación y/o simultaneidad de los mismos.
- Investigación patrimonial en toda su extensión (canales formales e informales). Financiación y blanqueo.
- Identificación de perfiles tipos (actores).
- Identificación de elementos incautados: condicionan la gravedad de la pena y caracterizan en sí misma la organización criminal:
- Vehículos (tipo)
- Embarcaciones
- Aeronaves
- Armas
- Inmuebles
- Ordenadores
- Telefonía móvil
- Moneda (legal/falsa)
- Sustancias o elementos principales del objeto investigado.
- Condicionantes criminológicas.
- Motivaciones criminales (intrínsecas a sus autores)
- Móvil criminal (extrínsecas: particularidad respecto del delito concreto cometido).
- Corrupción.
- Otras.
Todas estas relaciones y el conocimiento de las circunstancias que rodean cada hecho criminal, puestas a disposición en su conjunto (establecimiento de relaciones) debiera posibilitar el hallazgo de conclusiones e hipótesis de trabajo respecto de la amenaza. Indudablemente, como ya citábamos, para minimizar riesgos, primeramente debemos percibir y hallar los factores que lo producen, debemos estudiar "su trabajo" para poder ejercitar con mayores garantías su persecución, su disuasión y su prevención.
4. Fortalecer debilidades
La coordinación y cooperación policial ha de iniciarse desde las propias instituciones policiales, primeramente minimizando la corrupción que facilita la acción delictiva y coarta la acción policial y en segundo lugar, ejerciendo la crítica constructiva como aval para mejorar su persecución e investigación. El propio análisis criminal ha de ser el medio que evidencie la mejora de la metodología de trabajo, comenzando por la identificación de nuestras debilidades o por el hallazgo de motivos que permitan ejercer protocolos o doctrinas de trabajo más eficientes. Se trata de evitar que la criminalidad conocida e investigada subsista, con ello, también ejerceremos líneas de prevención futuras y necesarias.
Los errores en la investigación o en la instrucción de un caso puede generar la continuidad de la amenaza con un plus añadido. Toda disuasión preventiva coligada al hecho criminal producido se destruye desde el momento que la medida coercitiva como medio reactivo (investigación, detención y puesta a disposición judicial) no es efectiva, es decir, cuando la condena y su pena asociada no genera la responsabilidad final de sus autores. Y ello, en la investigación de tramas complejas de terrorismo o crimen organizado resulta fundamental.
Meses de trabajo, de investigación, de análisis, de medios humanos y técnicos, no deben quedarse en la labor puramente policial: desarticulación y puesta a disposición judicial. La absolución de los acusados ha de plantear cuestiones necesarias, desde la indudable acción judicial, ¿qué ha motivado una sentencia absolutoria?, ¿cuántos eran los imputados inicialmente?, ¿cuántos han sido absueltos?, ¿cuántos han sido condenados?, ¿los fundamentos de hecho no han sido debidamente probados?, ¿los indicios "acusatorios" han sido débilmente motivados?, ¿han sido insuficientes?, por lo tanto, ¿la prueba indiciaria ha sido escasa o deficitaria?, ¿los fundamentos de derecho expuestos en la sentencia son coincidentes con las diligencias policiales y judiciales en la fase de instrucción?, ¿son discrepantes?, ¿por qué una investigación policial judicializada deriva en una sentencia absolutoria dictada por otro órgano judicial?... etc.
El seguimiento del caso, ejerciendo continuidad sobre él ha de ir más allá de la puesta a disposición judicial de los detenidos, el análisis de la sentencia ha de ser el medio canalizador para ejercer la crítica constructiva antes citada, debe dar respuestas necesarias para alimentar la doctrina de trabajo y coordinar la propia actividad policial (investigación y análisis). Lógicamente, antes de ejercer una necesaria coordinación y cooperación policial de carácter más local o global, ha de filtrarse internamente en el propio cuerpo policial. El estudio de sentencias jurisprudenciales en general dotan de elementos de juicio objetivos que permiten motivar, acreditar y asociar la conducta delictiva al tipo penal infringido, es decir, facilitaran la acción policial para judicializar y dirigir la actividad sospechosa, exponiendo el supuesto tipo penal en producción y el rol del grupo y de cada miembro en la organización (definición funcional y modus operandi). Una sentencia acusatoria otorgaría y avalaría la acción policial como acto-consecuencia de la investigación previa, dotando a la ejecución de la misma del valor añadido del razonamiento jurídico (hecho presunto-investigación-comprobación hecho fáctico-consecuencia derivada). Por el contrario, una sentencia absolutoria ha de provocar necesariamente la búsqueda de elementos de mejora para investigaciones futuras, estudiar los casos "fracasados" y hallar los motivos del fracaso, sometiendo a contradicción el análisis de la investigación instruida y el análisis de la sentencia recaída, incidiendo y hallando la diferenciación sustancial entre la investigación policial y la sentencia fallada con el fin de extraer conclusiones: detalles no tenidos en cuenta, detalles mejorables, detalles sustituibles con el fin de obtener un nuevo enfoque "protocolario y doctrinal futuro". Se trata con ello de limar o reducir nuestras debilidades e indudablemente, potenciar nuestras fortalezas, diseñando estrategias en el medio o largo plazo:
Qué nos demandan
Qué ofrecemos
Qué limitaciones tenemos y,
Qué podemos mejorar.
5. Visión estratégica
Anticipar el comportamiento de la criminalidad mediante la interpretación estratégica se convierte en un instrumento eficaz e imprescindible para luchar contra las graves formas de delincuencia. El análisis de la información de carácter criminal ha de sobrepasar el mero nivel o enfoque descriptivo, el potencial estratégico basado en el estudio cualitativo y cuantitativo aportará inteligencia (conocimiento evaluado, analizado, integrado e interpretado) que permita aportar a los órganos de dirección y decisión, conclusiones y recomendaciones de acción sobre aquellos elementos problemáticos objeto de estudio, minimizando factores de riesgo actuales o previsibles.
La visión estratégica dotará de rigor y credibilidad a la unidades policiales, transformando el enfoque reactivo en un enfoque proactivo y preventivo, acorde a las exigencias que han de marcarse las propias instituciones policiales como medio eficiente para combatir los nuevos riesgos emergentes de carácter global.
El análisis estratégico debe partir de unos objetivos estratégicos internos para posteriormente externalizarlo al servicio del objetivo estratégico global: la seguridad, y ello, irremediablemente nos lleva o nos debe llevar a marcar aquellas líneas estratégicas que prevenga la producción del daño.
Los objetivos estratégicos internos deben medir la capacidad de acción de la propia unidad policial, es decir, estructurar e identificar aquellos indicadores que debilitan las decisiones que posteriormente han de externalizarse por la estrategia proactiva dirigida a paliar y prevenir los riesgos. El equilibrio de estrategias marcará la capacidad de soluciones. Si una organización es débil y su diseño estratégico está mal definido, difícilmente podrá proyectar planes de acción ante situaciones críticas. Una buena estructura organizativa otorga elementos cualitativos (confianza, rigor, credibilidad, especialización, experiencia, metodología, centralización, coordinación de objetivos, ética corporativa...etc.) que puestos a disposición del órgano de dirección permitirá difundir productos de inteligencia de gran calidad, enfocados a combatir los ejes más graves definidos por la estrategia nacional de seguridad.
La cualificación de un proyecto de trabajo empieza por quien diseña su desarrollo, cuantificar con datos potencia y demuestra la cualificación. El exceso de datos como la ausencia de ellos, puede generar igualmente resultados positivos, el análisis de los mismos, permite estructurar hipótesis, estimaciones, predicciones o conclusiones para anticipar el conocimiento causa-efecto y el acto-consecuencia derivado del objeto u objetos problemáticos estudiados.
El análisis estratégico por sí mismo confiere su objeto de estudio como algo más importante de lo que significa el concepto tradicional de protección de personas o bienes, lo que venimos a llamar criminalidad tradicional. Los escenarios han cambiado sustancialmente, ahora los riesgos o amenazas se han globalizado, se han agravado y se retroalimentan unas de otras, el terrorismo, la inmigración irregular, el tráfico de armas, el blanqueo de capitales, la criminalidad organizada comparten hoy intereses, diseñan sus propias estrategias de acción, coordinan sus objetivos y centralizan sus capacidades, de tal forma que todas las tipologías citadas pueden intervenir en un fin común. Por lo tanto, ante riesgos y amenazas globales las respuestas han de ser también conjuntas.
El comportamiento y evolución de la criminalidad requiere de una evaluación permanente (obtención de conocimiento), sus indicadores y la identificación de riesgos, el hallazgo de los motivos que lo propician y los elementos que posibilitan su subsistencia es la esencia para abordar la solución.
6. Conclusiones
En definitiva, la disponibilidad inmediata de la información para su uso futuro, alimenta la verdadera razón de ser del análisis estratégico:
- Centralización, coordinación, dirección y planificación de inteligencia.
- Determinación de objetivos estratégicos.
- Priorización de esos objetivos: genéricos y específicos.
- Evaluación, análisis, integración e interpretación de los riesgos.
- Evaluación, análisis, integración e interpretación de las amenazas.
- Evaluación, análisis, integración e interpretación de las vulnerabilidades.
- Evaluación, análisis, integración e interpretación de nuestras fortalezas respecto a los riesgos, amenazas y vulnerabilidades.
- Evaluación, análisis, integración e interpretación de nuestras debilidades respecto a los riesgos, amenazas y vulnerabilidades.
- Medios de respuesta de tipo reactivo.
- Medios de respuesta de tipo paliativo.
- Medios de respuesta de tipo proactivo o preventivo.
- Seguimiento, retroalimentación y revisión. Ello implica su mantenimiento, modificación y actualización permanente.