¿Es mejor crear una sociedad anónima o limitada? ¿Qué capital mínimo se necesita para crear una empresa? ¿Qué son los estatutos y cómo se redactan? Estas son algunas de las preguntas a las que el Consejo General del Notariado da respuesta en su último tríptico informativo, bajo el título: ¿Cómo pueden ayudar los notarios a los empresarios? Y es que el notario juega un papel clave en la vida empresarial. De hecho, más de 1.000.000 de empresarios y emprendedores acudieron a las notarías españolas en 2018 para realizar cerca de 700.000 actos relacionados con los distintos momentos de la vida de una empresa. En los nueve primeros meses de 2019, los empresarios realizaron casi medio millón de actos (484.576), cifra similar a la registrada durante el mismo periodo del año anterior. El 31% de ellos estuvieron relacionados con nombramientos en el consejo de administración y el 15% con la constitución de sociedades.
El notario está presente en la vida de una empresa desde su nacimiento hasta su disolución y además de autentificar los documentos y controlar su legalidad, prestan un servicio de asesoramiento jurídico previo, gratuito y de calidad. Así lo señala José Ángel Martínez Sanchiz, presidente del Consejo General del Notariado: “El notario es un apoyo importante para el empresario ya que la vida empresarial es muchas veces un camino arduo y no exento de dificultades. Por ello, conviene acudir al notario para que pueda asesorar al empresario, de manera gratuita, independiente y con plenas garantías jurídicas”.
Los distintos movimientos que ocurren en los órganos de administración de las sociedades (nombramiento de consejo delegado, liquidador, etc.) son el principal motivo por el que los empresarios han acudido a las notarías españolas durante los nueve primeros meses de 2019, y representan el 31% del total de los 484.576 actos realizados en este periodo. Le siguen la creación de sociedades o el cese del administrador y otros cargos, con un 15 y un 12% respectivamente.
Creación de sociedades
La creación de una empresa constituye una de las decisiones más importantes en el recorrido vital y profesional de un empresario. Los notarios, funcionarios públicos y expertos en Derecho, son los responsables de la constitución de sociedades en España. Pero, tal y como informa el material divulgativo, su función va mucho más allá, puesto que la labor de asesoramiento previo que realiza el notario es fundamental para decidir el tipo de sociedad más adecuada a la actividad que vaya a desarrollar y a la responsabilidad patrimonial que desee asumir. En este sentido, el tríptico se detiene en los diferentes tipos de sociedades (sociedad anónima, sociedad limitada, sociedad unipersonal o sociedad colectiva, entre otras muchas), así como los detalles e implicaciones de cada una de ellas.
Los datos demuestran que la tendencia de creación de empresas se mantiene estable, aunque con un pequeño descenso. Atendiendo a los datos más recientes, durante los primeros nueve meses de 2019 se han constituido 71.550 sociedades, un 2,7% menos que en el mismo periodo del año anterior. El 95% de ellas han sido sociedades limitadas. En cuando a las disoluciones, durante los 9 primeros meses de 2019 se han disuelto 12.640 sociedades, un 4,7% más que durante el mismo periodo del año anterior.
La importancia de los estatutos
¿Cómo se organiza y cómo funciona una empresa? El tríptico informativo explica que, dentro de la función de asesoramiento del notario está incluida la redacción de los estatutos, si así lo desea el empresario. La redacción de estatutos es un paso esencial en la constitución de la empresa, ya que en este documento se establece cómo se va a organizar y cómo va a funcionar y es muy necesario prever adecuadamente su contenido para evitar conflictos posteriores o situaciones no deseadas.
También es posible otorgar, igualmente ante notario, pactos parasociales o pactos de socios que ayuden al buen funcionamiento de la sociedad y a la resolución de conflictos en caso de que se produzcan.
Por ello, los notarios españoles inciden en la importancia de prever adecuadamente el contenido de los estatutos, adaptando a las propias circunstancias personales las opciones posibles en materia de determinación del objeto, capital social, adopción de acuerdos por los socios, estructura del órgano de administración, retribución de los administradores, prohibición de competencia, régimen de transmisión de las acciones o participaciones sociales, separación o exclusión de socios y otros aspectos de la vida de la sociedad.
Puesto que en muchas ocasiones los estatutos se redactan de manera privada, son muchos los empresarios que acuden posteriormente al notario para realizar modificaciones de los mismos y elevarlos a escritura pública, dotándoles así de plenas garantías jurídicas. Como se aprecia en el gráfico, durante los primeros nueve meses del 2019, los notarios españoles han realizado más de 32.700 actos relacionados con la modificación y adaptación de estatutos.
Modificaciones estructurales
Las empresas no son entes estáticos; están en constante cambio. Su expansión, transmisión y adaptación a distintas circunstancias se realizan frecuentemente mediante modificaciones estructurales. Esta expresión designa genéricamente ciertas operaciones de reestructuración que comportan una alteración sustancial de la sociedad, por afectar a su organización patrimonial o personal.
Cualquier modificación estructural (fusión, escisión, transformación, cesión global de activo y pasivo y traslado de domicilio social al extranjero) necesita el otorgamiento de la correspondiente escritura pública. Tal y como explica el material informativo, el notario asesora al empresario en el diseño de la reorganización más adecuada a las circunstancias de la empresa, así como en el cumplimiento de los requisitos necesarios para llevarla a efecto según lo previsto en la Ley.
Otras actuaciones
En el material editado se citan igualmente otras actuaciones de los notarios en la vida corporativa, entre otras, intervenir en las juntas generales o asambleas de socios, redactando el acta de la reunión con una especial fuerza legal, acreditar el otorgamiento de poderes a favor de personas relacionadas con la sociedad o de terceros ajenos a la misma.
Desde el año 2015 el llamado “monitorio notarial”, es un medio rápido y ágil para conseguir un título de ejecución de deudas acreditadas (por ejemplo, con factura) y no pagadas, evitando un juicio declarativo. Su reclamación por medio de acta notarial puede servir para proceder directamente al embargo del deudor.