La madre no biológica ejercita acción declarativa de la filiación extramatrimonial frente a la madre biológica del menor que nació según técnicas de reproducción asistida.

Las litigantes mantuvieron una relación de pareja durante la cual decidieron ampliar la familia. Para ello, la demandada se sometió a la técnica de inseminación artificial, a resultas de la cual, tras la gestación, se produjo el nacimiento del menor. La documentación aportada acredita que la decisión del nacimiento fue acordada por ambas.

La sentencia 1015/2018, de 30 de noviembre (Recurso 490/2017) de la AP Madrid, declara que concurre legitimación activa en la actora para ejercitar la acción de filiación no matrimonial por cuanto prestó su consentimiento para el proceso de inseminación artificial de su pareja conviviente y existió posesión de estado durante los primeros años de la vida del menor como hijo no biológico de la demandante.

Ahora bien, pese a ello, confirma la desestimación de la acción ejercitada llevada a cabo por la sentencia dictada en primera instancia.

Para ello atiende a la actual situación del menor, que convive con la actual esposa de su madre, casadas desde hace años, y a la que considera como su segunda madre.

Mantiene recuerdos cariñosos de la demandante, pero no supondría un hecho traumático para él dejar de verla. Es más, el niño, consciente de la conflictividad que está provocando en su madre, ha optado por renunciar a verla, sin que ello parezca repercutirle anímicamente.

Por tanto, a la vista de todo ello, la Audiencia concluye que no sería beneficioso para el menor fijar la filiación solicitada, pues incluso podría llegar a desestabilizar su actual equilibrio.