El juez no será sustituido por la máquina. Así lo ha expresado Manuel Marchena, presidente de la Sala II del Tribunal Supremo, en el congreso sobre derecho e inteligencia artificial, que se inauguró este jueves en la Universidad de Deusto, en Bilbao.
Consciente del vertiginoso desarrollo de la tecnología, Manuel Marchena entiende que debe tenerse "muchísima prudencia" a la hora de promover una "justicia algorítmica", pues el "rostro humano" es el que evita la "fosilización de la jurisprudencia", que necesariamente debe adaptarse a las nuevas realidades sociales. El magistrado ha dicho que "no podemos llegar a la conclusión, a partir de la descalificación de la justicia, de que ser juez equivale a ser un robot programático".
Durante su ponencia, titulada Inteligencia Artificial y el proceso penal, el magistrado ha señalado, ilustrando con ejemplos traídos de China, Reino Unido o Estados Unidos, que el empleo de la Inteligencia Artificial en los procesos judiciales es una realidad presente en la escena internacional. Marchena reconoce que «no podemos dar la espalda a la Inteligencia Artificial», sino aprovechar su potencialidad para un mejor funcionamiento de la administración de justicia.
Relevantes ponencias
El Congreso continúa hasta este viernes en la Universidad de Deusto y se organiza en colaboración con Uría Menéndez. Esta conferencia aborda de la mano de catedráticos y profesores de derecho de las universidades de Valencia, LUM, Giuseppe Degennaro de Bari, Autónoma de Madrid, Pontificia Comillas (ICADE), Carlos III, de las Islas Baleares, Lleida, Ramon Llull (ESADE) y Deusto, además de profesionales de Uría Menéndez, Marsh, Indra, Ayesa, Kutxabank, entre otros, la interacción entre Inteligencia Artificial (IA) y los fundamentos del Derecho Público y Privado para responder a si deben actualizar algunos dogmas que han permanecido inmutables durante siglos a los que se remonta la actual tradición jurídica.
También se abordan cuestiones como la contratación pública y privada, sin perder de vista el impacto en la defensa de los consumidores o los riesgos asociados al uso de la IA en la empresa y su aseguramiento.
La incidencia que la Inteligencia Artificial y los algoritmos previsiblemente tendrán en la Administración de Justicia, en concreto en el proceso penal, será otro de los temas que se abordarán, así como el Derecho de daños y la responsabilidad por su uso inapropiado, y su convivencia con los derechos fundamentales, en particular con los de privacidad y protección de datos. El encuentro también intentará dar respuesta a la protección jurídica de la propiedad intelectual asociada a la IA.
Los organizadores del Congreso han recordado que la Inteligencia Artificial basa su funcionamiento en la posibilidad de crear máquinas capaces de realizar tareas complejas, similares a la inteligencia humana.
"No podemos saber si las máquinas llegarán a pensar algún día, pero sí que ya pueden actuar como si pensaran. En este escenario, los juristas se enfrentan a un cambio radical a corto plazo, superior al experimentado en los dos últimos siglos", han destacado.