Bruselas acogió, los pasados 20 y 21 de enero, la novena reunión anual de la Red Judicial Europea, a la que acudieron alrededor de 300 participantes entre altos cargos de la Comisión Europea, autoridades judiciales, responsables ministeriales del área de Justicia y, por primera vez, representantes de las profesiones jurídicas de los distintos Estados miembros de la Unión, que han sido integradas en los encuentros de trabajo de la Red a través de sus respectivos ministerios del ramo. El Notariado europeo mantiene desde el inicio de la Red Judicial Europea -proyecto adscrito a la Comisaría de Justicia, Libertad y Seguridad que tiene como objetivo facilitar la cooperación entre los socios europeos en materia civil y mercantil- un compromiso de apoyo y colaboración activa, de forma que ha sido una de las nuevas profesiones jurídicas que se han adherido a esta iniciativa.

En la cita, celebrada en el Centro de Conferencias Albert Borschette, hubo varios puntos de especial interés. Quizás el de mayor trascendencia, según informa Roberto Follía, notario de Laredo (Cantabria), que acudió en representación del Consejo General del Notariado, sea la intervención de los representantes notariales en el tercer punto del orden del día, el dedicado a la participación de las nuevas profesiones en la Red Judicial Europea.

En este sentido, destacó la intervención de Markus Buschbaum, del Deutsches Notar Institut, que desgranó los proyectos incluidos en la Red Notarial, con especial énfasis en las fichas de sucesiones, iniciativa del Consejo de los Notariados de la Unión Europea (CNUE que ofrece en una página web (www.successions-europe.eu)  la información necesaria, en las 23 lenguas oficiales del espacio europeo, para comprender los pasos que una persona tiene que seguir en un procedimiento de sucesión transfronteriza. Así como la de Geoffroy Stas de Richelle, del Notariado belga, que dedicó su alocución a resaltar el papel del notario como funcionario, garante de la seguridad jurídica preventiva y profesional que facilita el acceso del ciudadano a la Justicia al que asesora, además, sobre asuntos de Derecho Europeo. Stas de Richelle también destacó la creación de la Asociación de Redes Europeas de Registros Testamentarios y la abolición del exequatur, así como la importancia del Reglamento de Sucesiones y de Regímenes Económicos Matrimoniales.

Cristoph Sajonz, secretario de la Red Judicial Europea en el Ejecutivo comunitario, aclaró que, con las nuevas profesiones jurídicas, este proyecto pasará de los 436 miembros actuales a los 490, y que tendrán contacto oficial dieciséis veces al año, además de dos asambleas generales anuales.

François Le Bail, directora general de Justicia de la Comisión, se mostró “muy satisfecha” del funcionamiento de la Red Judicial Europea, con el trabajo realizado para facilitar el acceso del ciudadano a la Justicia y con los avances para la eliminación del exequatur; el desarrollo de la orden de pago europea, y el reconocimiento de los actos de Estado Civil.

Del resto de temas tratados se destacan los siguientes:

• Directiva de Mediación. Descrita como el instrumento más rápido y barato para solucionar conflictos civiles y familiares. Se prevé, como fecha de su entrada en vigor, el 21 de mayo de 2011, si bien hasta la fecha sólo han transpuesto la directiva siete Estados miembros. La Comisión ha iniciado una consulta pública sobre alternativas para solucionar los conflictos.
• Libro Verde sobre circulación de documentos del Estado Civil. Persigue la supresión de la apostilla en esta materia y, para la simplificar las tareas de traducción, se baraja el uso de formularios. Hasta el momento, sólo doce países han firmado la convención.
• Formación Judicial. Persigue la mejora del acceso a la Justicia, la cooperación entre Estados a partir de las bases que establecen tanto el Tratado de Lisboa como el Programa de Estocolmo. La formación judicial alcanzará a jueces, fiscales, ministerios de Justicia, abogados, personal de juzgados y notarios. Se estima que en estos cursos participarán un total de 40.000 notarios y un millón de profesionales hasta 2015.