El Gobierno ha encargado al Representante Permanente de España en Naciones Unidas que trabaje intensamente en el seno de la Organización para impulsar un potente y eficaz sistema colectivo de seguridad, mediante un mecanismo de disuasión y combate de la piratería en aguas del Océano Índico, donde fue secuestrado el pesquero “Playa de Bakio“.
Para conseguir ese objetivo, España está en contacto con una serie de países especialmente interesados, como Francia y Estados Unidos, y otros socios europeos, africanos y asiáticos, con el fin de adoptar una Resolución y definir de manera concertada la línea de actuación más adecuada en el seno de Naciones Unidas.
Ese dispositivo tendría una misión de vigilancia y control de las zonas marítimas donde se producen actos de piratería. En principio, su función sería disuasoria ante quienes perturban la seguridad y libertad de circulación marítima. La regulación incluye también un mecanismo de cooperación entre Estados para que se persiga y, en su caso, extradite a las personas que incurran en actos de piratería.
El Gobierno continúa en contacto permanente con los familiares de los marineros secuestrados. Sigue abierto igualmente el canal de comunicación con las autoridades somalíes y los países con influencia en la zona. El Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino continúa hablando de forma regular con la empresa armadora.
El Embajador de España en Kenia ha llegado a primera hora de la mañana a Mogadiscio. Tiene previsto entrevistarse con el Primer Ministro somalí, con el fin de de establecer el marco para iniciar las gestiones y los esfuerzos para la libertad de los marineros secuestrados, sin que peligre su vida e integridad física.