«El derecho a la igualdad de trato es fundamental y, sin embargo, millones de ciudadanos de la UE siguen siendo objeto de discriminación cada día. Existe actualmente una desigualdad en la propia legislación comunitaria, que solo contempla la protección de las personas contra la discriminación fuera del lugar de trabajo por motivos de género, raza u origen étnico. Debemos garantizar la igualdad de trato en todos los planos», ha declarado Vladimír Špidla, Comisario de Empleo, Asuntos Sociales e Igualdad de Oportunidades. «Las medidas que proponemos son proporcionadas y razonables; establecen una seguridad jurídica para las empresas y los usuarios de bienes y servicios, al tiempo que respetan los requisitos específicos de diversos sectores, así como las tradiciones nacionales».
La propuesta adoptada recientemente introduce condiciones de igualdad en la Unión, puesto que extiende a todos los Estados miembros la amplia protección contra la discriminación que ya existe en algunos de ellos. El Parlamento Europeo ha reclamado en repetidas ocasiones una propuesta horizontal de esta naturaleza y, en diciembre de 2007, los Jefes de Estado y de Gobierno instaron a los Estados miembros a que redoblaran sus esfuerzos para luchar contra la discriminación.
La Directiva prohibirá la discriminación directa e indirecta, así como el acoso y la victimización. Por lo que respecta a las personas con discapacidad, la protección contra la discriminación incluirá la accesibilidad general, así como el principio de «ajustes razonables», que ya se utiliza en la legislación europea en vigor. Evitará, sin embargo, imponer una carga desproporcionada a los proveedores de servicios, al tener en cuenta el tamaño y los recursos de la organización, su naturaleza, el coste estimado, el ciclo de vida de los bienes y servicios, así como las ventajas potenciales de una mayor accesibilidad para las personas con discapacidad. La Directiva solo se aplicará a los particulares en la medida en que lleven a cabo actividades comerciales. Además, los Estados miembros podrán mantener medidas para preservar el carácter laico del Estado o en relación con el estatus y las actividades de las organizaciones religiosas. La Directiva no afectará a prácticas generalmente aceptadas, tales como los descuentos para ciudadanos de la tercera edad (billetes de autobús, entradas a museos, etc.) o las restricciones de edad en el acceso a determinados productos (por ejemplo, el alcohol para los jóvenes) por motivos de salud pública. Con el fin de que las medidas propuestas resulten eficaces, los organismos nacionales de igualdad de oportunidades asesorarán a las personas que sufran algún tipo de discriminación y las organizaciones de la sociedad civil también podrán asistir a las víctimas en el marco de procedimientos judiciales y administrativos.
Grupo de expertos gubernamentales y compromiso renovado para la protección jurídica de los derechos individuales
La propuesta de Directiva se inscribe en un enfoque estratégico más amplio contra la discriminación, que la Comisión ha adoptado como seguimiento del Año Europeo de la Igualdad de Oportunidades para Todos en 2007. La Comunicación «No discriminación e igualdad de oportunidades: un compromiso renovado» insiste en que la protección jurídica de los derechos individuales debe ir acompañada de una promoción positiva y activa de la no discriminación y la igualdad de oportunidades. Define los ámbitos clave en los que es necesario avanzar a nivel nacional y comunitario, tales como la lucha contra la discriminación múltiple, el aumento de la sensibilización, la integración de la no discriminación en las políticas, la acción positiva y la recogida de datos. Anuncia asimismo la creación de un nuevo grupo de expertos gubernamentales para reforzar el diálogo entre los Estados miembros en materia de medidas de lucha contra la discriminación. Por último, la Comunicación reconoce que la situación de los romaníes se caracteriza por una discriminación individual e institucional persistente y por una exclusión social de gran alcance.
Contexto
Según una encuesta de la UE publicada hoy, los europeos opinan que la discriminación sigue siendo muy frecuente, sobre todo por lo que respecta a la orientación sexual (51 %), la discapacidad (45 %), la edad y la religión (42 % respectivamente). Aproximadamente uno de cada tres europeos declara haber sido testigo de discriminación o acoso en el transcurso del año pasado y el 48 % considera que no se hace lo suficiente para combatir esta plaga. Una encuesta anterior, realizada en febrero de 2008, puso de manifiesto que la gran mayoría de ciudadanos (entre el 68 % y el 77 %) considera necesaria la adopción de legislación específica para proteger a los ciudadanos contra la discriminación en ámbitos fuera del mercado de trabajo.
Mientras tanto, un nuevo informe de la Comisión sobre las normas comunitarias en materia de igualdad de trato en el empleo (véase el enlace más adelante) muestra que dichas normas han sido aplicadas con éxito en la mayoría de los países de la UE. A pesar de que la legislación aprobada en 2000 introducía conceptos innovadores en algunos casos, muchos Estados miembros han ido más allá de los requisitos mínimos contemplados en la Directiva de la UE.