• Expandir / Contraer �ndice sistem�tico
• Exposici�n de Motivos
• CAPITULO I.� Del suelo no urbanizable
  • Art�culo 1
  • Art�culo 2
  • Art�culo 3
• CAPITULO II.� De los usos en suelo no urbanizable
  • Art�culo 4
  • Art�culo 5
  • Art�culo 6
  • Art�culo 7
• CAPITULO III.� De los n�cleos rurales
  • Art�culo 8
  • Art�culo 9
  • Art�culo 10
  • Art�culo 11
• CAPITULO IV.� Competencias y procedimiento
  • Art�culo 12
  • Art�culo 13
  • Art�culo 14
  • Art�culo 15
• CAPITULO V.� De los cambios de clasificaci�n
  • Art�culo 16
• DISPOSICIONES FINALES
  • DISPOSICION FINAL

Art�culo 1

1. Se entiende por suelo no urbanizable aquel que figura clasificado como tal en los planes generales o normas subdidiarias y, en defecto del plan, aquellas �reas del territorio que no re�nan las condiciones objetivas para ser clasificadas como suelo urbano o urbanizable de acuerdo con los criterios se�alados en los art�culos 10 y 11 del texto refundido sobre la Ley del Suelo y Ordenaci�n Urbana, aprobado por Real Decreto Legislativo 1/1992, de 26 de junio.

2. Los terrenos que se clasifiquen como no urbanizables estar�n sujetos a las limitaciones y condiciones de uso y edificaci�n que determinen las leyes, planes generales, normas subsidiarias municipales o, en su defecto, normativa supletoria de la Comunidad Aut�noma.

Art�culo 2

1. Las categor�as del suelo no urbanizable son las siguientes:

• a) Suelo no urbanizable de especial protecci�n, integrado por aquellos espacios cuyos excepcionales valores de cualquier g�nero los hagan merecedores de un alto grado de protecci�n.
• b) Suelo no urbanizable de inter�s agrario o paisaj�stico compuesto por aquellos terrenos no incluidos en el p�rrafo anterior y protegibles en funci�n de dichas singularidades.
• c) Suelo no urbanizable de protecci�n de la costa, respecto al cual deben establecerse las medidas de protecci�n que demanden las peculiaridades de las franjas costeras.
• d) Suelo no urbanizable no edificable por riesgos, que comprende aquellos terrenos que por localizarse en zonas de pendiente excesiva, �reas inundables, lugares en los que exista peligro de desprendimiento de todo tipo y sus �reas de influencia, caracter�sticas geot�cnicas inadecuadas y zonas en las que los procesos meteorol�gicos favorezcan la contaminaci�n atmosf�rica, se estiman como no aptos para la edificaci�n.
• e) Suelo no urbanizable de protecci�n de las infraestructuras, comprensivo de los terrenos que resultan afectados por la localizaci�n de infraestructuras b�sicas o de transporte.
• f) N�cleo rural, como categor�a del suelo no urbanizable soporte de ocupaci�n residencial tradicional.
• g) Suelo no urbanizable gen�rico, que es aquel que por su naturaleza y situaci�n no resulta incluible en alguna de las restantes categor�as del suelo no urbanizable.

2. Los planes y normas municipales que se elaboren o revisen habr�n de incorporar aquellas de las categor�as establecidas en este art�culo que puedan ser de aplicaci�n en cada medio.

Art�culo 3

1. Se considera parcelaci�n urban�stica la divisi�n simult�nea o sucesiva de terrenos en dos o m�s lotes cuando pueda dar lugar a la constituci�n de n�cleos de poblaci�n.

2. En suelo no urbanizable podr�n realizarse segregaciones o divisiones de terrenos cuando tengan por objeto una racionalizaci�n de su explotaci�n o sean consecuencia de divisiones por transmisiones �intervivos� o �mortis causa� siempre que se mantenga en las fincas resultantes el mismo destino y se respete la unidad m�nima de cultivo establecida para cada caso.

Se except�an las parcelaciones hechas dentro del �mbito del n�cleo rural consolidado o delimitado, las cuales deberan contar con la preceptiva licencia.

3. No podr�n otorgarse licencias de construcci�n sobre suelos procedentes de un lote cuando en la inscripci�n registral no figure acreditada la licencia a cuyo amparo se realiz� el fraccionamiento del terreno y con independencia de que, en ning�n caso, se generar�n derechos edificatorios como resultado de actividades de parcelaci�n ejecutadas con infracci�n de lo dispuesto en la Ley.

Art�culo 4

1. Los espacios que, por sus caracter�sticas, deban ser objeto de una especial protecci�n no podr�n ser dedicados a usos que impliquen transformaci�n de su destino o naturaleza o lesionen el valor espec�fico que se quiera proteger. Deber�n ponderarse, mediante la correspondiente evaluaci�n de impacto, las infraestructuras que hayan de discurrir a trav�s de los mismos.

2. Los usos en suelo no urbanizable, atendiendo a su situaci�n jur�dica y a la modalidad de gesti�n que les corresponda, pueden ser de las siguientes clases, y a ellas har�n necesariamente referencia los planes generales y normas subsidiarias:

• a) Usos permitidos, sujetos a concesi�n de licencia municipal sin tr�mites previos.
• b) Usos autorizables que con anterioridad a la licencia municipal necesitan autorizaci�n previa, conforme el tr�mite previsto en el art�culo 14 de la presente Ley.
• c) Usos incompatibles, que son aquellos que no cumplen alguno de los requisitos exigidos para los usos permitidos o autorizables y cuya eventual admisibilidad requiere, con anterioridad a cualquier otra autorizaci�n o licencia, la nueva aprobaci�n o modificaci�n de un planeamiento en virtud de la cual se habilite el suelo afectado para la finalidad pretendida.
• d) Usos prohibidos, que son aquellos que los planes generales o normas subsidiarias imposibilitan en suelo no urbanizable y que en ning�n caso podr�n llevarse a cabo, salvo que se produzca la aparici�n de nuevos criterios urban�sticos y �stos se materialicen a trav�s de la oportuna revisi�n del planeamiento.

Art�culo 5

1. Dentro de los l�mites y condiciones establecidos por la normativa urban�stica aplicable, cabe realizar transitoriamente en el suelo no urbanizable actividades al servicio de las obras p�blicas.

2. Cualquier actuaci�n de las previstas en el p�rrafo anterior necesita proyecto de impacto ambiental.

Art�culo 6

1. Podr�n establecerse en suelo no urbanizable edificaciones e instalaciones de utilidad p�blica e inter�s social que el planeamiento no contemple, siempre y cuando no las impida expresamente. Para ello se requiere, sin embargo, que las caracter�sticas de la instalaci�n no permitan su emplazamiento fuera del medio rural o que la utilidad p�blica o el inter�s social deriven precisamente de su ubicaci�n en dicho medio.

2. Cuando la utilidad p�blica o el inter�s social de la actuaci�n no vengan determinados por su legislaci�n espec�fica, la Comisi�n Regional de Urbanismo podr� valorarlas y reconocerlas atendiendo tanto a la generaci�n de riqueza y bienestar general atribuibles al proyecto como a su grado de compatibilidad con las exigencias del �mbito rural y con los niveles de protecci�n que la norma de aplicaci�n asigne al suelo objeto de la implantaci�n pretendida. El acuerdo que se adopte en tal sentido deber� estar suficientemente motivado.

Art�culo 7

1. Las actividades industriales, comerciales, tur�sticas o recreativas que se implanten en suelo no urbanizable al amparo de lo se�alado en el art�culo 6 de la presente Ley deber�n disponer o dotarse de servicios urban�sticos apropiados a la intensidad de la actuaci�n pretendida y efectuar�n simult�neamente la ejecuci�n de las dotaciones complementarias a que vinieren obligadas por la legislaci�n sectorial aplicable o, en defecto de �sta, por lo se�alado en el Reglamento de Planeamiento para los planes parciales industriales o terciarios.

2. La autorizaci�n para tales actividades se conceder� por la Comisi�n Regional de Urbanismo a propuesta del respectivo Ayuntamiento, previa informaci�n p�blica del modo dispuesto en el art�culo 14.b).

3. El propietario de los terrenos se comprometer� a ejecutar la pavimentaci�n y los restantes servicios urban�sticos que se establezcan como m�nimos y aceptar� expresamente las obligaciones relativas a reserva de dotaciones que deriven del planeamiento, prestando garant�as suficientes al respecto. Los deberes y cargas dimanantes de la autorizaci�n y/o de las condiciones de la licencia deber�n constar en escritura p�blica e inscribirse en el Registro de la Propiedad.

Art�culo 8

1. Son n�cleos rurales los asentamientos consolidados de poblaci�n en suelo no urbanizable que el planeamiento municipal configura con tal car�cter, en funci�n de las circunstancias edificatorias, socioecon�micas y de cualquier otra �ndole que manifiesten la imbricaci�n racional del asentamiento en el medio f�sico donde se sit�a.

2. Dentro de los n�cleos rurales existir�n las posibilidades de edificaci�n que determinen el plan general o las normas subsidiarias municipales y, en su caso, las normas de la Comunidad Aut�noma.

3. En orden a la obtenci�n del suministro de los servicios p�blicos de electricidad, telefon�a y otros semejantes, los n�cleos rurales se equiparan a los suelos urbanos y dem�s asentamientos de poblaci�n de an�loga naturaleza o denominaci�n.

Art�culo 9

1. El planeamiento municipal definir� los n�cleos rurales existentes en el municipio y concretar� los requisitos necesarios para que una agrupaci�n poblacional pueda ser clasificada como n�cleo rural.

La condici�n de n�cleo rural se adquiere mediante la mera concurrencia de dichos requisitos, siendo esta circunstancia la que determina la asignaci�n al suelo afectado de las posibilidades edificatorias que el planeamiento reconozca a los n�cleos.

Sin embargo, las reglas sobre atribuci�n y delegaci�n de competencias contenidas en el art�culo 12 s�lo tendr�n efectividad a partir del momento en que se produzca la delimitaci�n material del n�cleo, para lo cual �ste y sus zonas de influencia han de definirse gr�ficamente sobre los oportunos planos de la correspondiente norma urban�stica.

2. Cuando los planes generales o normas subsidiarias no la incorporen con la precisi�n suficiente o no la hubieren realizado en su totalidad, la plasmaci�n gr�fica de los n�cleos rurales existentes y de sus zonas de influencia deber�n incluirse o completarse mediante la correspondiente modificaci�n del planeamiento o, en su caso, mediante la aprobaci�n de normas complementarias.

3. Los instrumentos de planeamiento en los que se delimiten n�cleos rurales deber�n establecer para cada uno de ellos un r�gimen de distancias y limitaciones en obras, instalaciones y edificaciones en el �rea de las carreteras que circulen a lo largo de los mismos.

A los efectos de establecer tal r�gimen de distancias y limitaciones, se deber� recabar informe preceptivo y vinculante del organismo que en cada caso ostente la titularidad de las funciones de vigilancia y control en materia de carreteras.

Art�culo 10

1. La edificaci�n de viviendas agrupadas se permitir� dentro de los n�cleos rurales, en las condiciones establecidas por el planeamiento municipal y de la Comunidad Aut�noma y siempre que no lo impida el respeto ambiental exigido por el art�culo 138 del Real Decreto Legislativo 1/1992, de 26 de junio.

2. Las expresadas viviendas habr�n de situarse sobre una sola finca con extensi�n no inferior a la que resulte de multiplicar el n�mero de viviendas por la fijada como superficie edificable m�nima en el respectivo n�cleo. La parcela objeto de la actuaci�n adquirir� la calidad de indivisible, que deber� hacerse constar en el Registro de la Propiedad.

3. Sin perjuicio de la necesidad de disponer de los servicios urban�sticos ordinarios, estas agrupaciones de viviendas se adaptar�n a las condiciones rurales del emplazamiento, reservando su naturaleza y sus caracter�sticas peculiares.

Art�culo 11

1. Las dotaciones, servicios y sistemas de espacios libres de �mbito local que se sit�en en los n�cleos rurales se obtendr�n por el sistema de expropiaci�n como actuaci�n aislada en n�cleo rural.

2. Los terrenos incluidos en el �mbito de los n�cleos rurales se tasar�n conforme a lo dispuesto en el t�tulo II de la Ley del Suelo y Ordenaci�n Urbana.

3. Los municipios cuya normativa urban�stica no establezca las dotaciones, servicios y sistemas de espacios libres a ubicar en los n�cleos rurales y en el conjunto del suelo no urbanizable deber� se�alarlos mediante la correspondiente modificaci�n del plan general o normas subsidiarias o, en su caso, mediante la tramitaci�n de normas complementarias.

Art�culo 12

1. Corresponde a la Comisi�n Regional de Urbanismo el otorgamiento de las autorizaciones que, con car�cter previo a la concesi�n de licencia, vienen exigidas por la Ley del Suelo para actuaciones en terrenos clasificados como no urbanizables.

2. No obstante, cuando se trate de n�cleos rurales gr�ficamente delimitados como tales con precisi�n suficiente en el instrumento urban�stico aplicable y la autorizaci�n verse sobre una vivienda familiar a edificar en el interior del n�cleo o en su �rea de influencia el otorgamiento de la autorizaci�n incumbir� al respectivo ente local.

A los efectos precedentes, se entiende por vivienda familiar el conjunto de espacios, locales o dependencias destinados a alojamiento o residencia familiar, as� como las edificaciones anejas a la misma.

Art�culo 13

1. Cuando, dentro del n�cleo rural, se trate de instalaciones y usos autorizables distintos de los especificados en el art�culo anterior o cuando el suelo donde se pretenda alguna implantaci�n igualmente autorizable tenga la condici�n de no urbanizable gen�rico, la Comisi�n Regional de Urbanismo podr� delegar total o parcialmente en los ayuntamientos o entidades supramunicipales su competencia para conceder la autorizaci�n previa, debiendo expresar en el acuerdo de delegaci�n el alcance, contenido, condiciones y duraci�n de �sta, as� como el control que se reserve el �rgano delegante.

2. En las restantes categor�as de suelo no urbanizable, y excepci�n hecha de la construcci�n de vivienda familiar en n�cleos gr�ficamente delimitados en el planeamiento, no podr� la Comisi�n Regional de Urbanismo delegar sus facultades relativas a la concesi�n de la autorizaci�n previa.

Art�culo 14

El procedimiento de otorgamiento de las autorizaciones previas por la entidad a la que corresponda es anterior e independiente del propio de la concesi�n de licencia y se desarrollar� del modo siguiente:

• a) La petici�n del interesado, formulada en los t�rminos exigidos por la normativa aplicable, ser� presentada en la entidad local correspondiente, quien la tramitar� �ntegramente y resolver� si tal competencia le corresponde o le hubiera sido delegada, elevando, en caso contrario, el expediente a la decisi�n de la Comisi�n Regional de Urbanismo.
• b) Ser� preceptivo someter a informaci�n p�blica, durante un per�odo de quince d�as, y mediante su publicaci�n en el �Bolet�n Oficial de Cantabria�, aquellas solicitudes que versen sobre actuaciones que, sin tener la consideraci�n de usos prohibidos o incompatibles, sean autorizables o no figuren como tales en el planeamiento. Dicha informaci�n ser� practicada por el �rgano al que competa la concesi�n de la autorizaci�n.
• c) Cuando la facultad de autorizar pertenezca al ayuntamiento, podr� producirse en el mismo acto la autorizaci�n y la concesi�n de licencia, siempre que en el acuerdo se analicen todas las cuestiones impl�citas en ambos procedimientos.

Art�culo 15

Cuando medien razones de urgencia y excepcional inter�s p�blico, apreciados previamente por el Consejo de Gobierno, el Consejero de Obras P�blicas, Vivienda y Urbanismo, de acuerdo con los respectivos ayuntamientos y previos los informes de la Comisi�n Regional de Urbanismo y de la Consejer�a sectorialmente competente por raz�n de la actividad a realizar, podr� acordar la entrada en vigor de un plan especial en suelo no urbanizable.

Art�culo 16

1. La incorporaci�n de �reas de suelo no urbanizable al proceso de urbanizaci�n s�lo ser� posible mediante la revisi�n del planeamiento vigente, admiti�ndose, no obstante, la modificaci�n puntual del mismo con tal objetivo cuando la misma afecte a suelo no urbanizable de n�cleo rural o gen�rico.

2. La transformaci�n de un n�cleo rural o suelo no urbanizable gen�rico, en suelo urbano, ser� posible mediante una modificaci�n puntual del planeamiento, debiendo justificarse que el citado suelo ha adquirido por desarrollo del plan las caracter�sticas propias del suelo urbano.

DISPOSICION FINAL

Se autoriza al Consejo de Gobierno para dictar las disposiciones reglamentarias que se juzguen oportunas para el desarrollo y aplicaci�n de esta Ley.