Ley 16/1999, de 29 de abril, de Comercio Interior de la Comunidad de Madrid

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Sumario

V閍se D [COMUNIDAD DE MADRID] 130/2002, 18 julio, por el que se desarrolla la Ley 16/1999, de 29 de abril, de Comercio Interior de la Comunidad de Madrid (獴.O.C.M.� 7 agosto).LE0000176881

PRE罬BULO

La Comunidad de Madrid, en virtud del art韈ulo 26.3.1.2 de su Estatuto de Autonom韆, reformado por la Ley Org醤ica 5/1998 de 7 de julio, tiene competencias exclusivas en materia de comercio interior, sin perjuicio de la pol韙ica general de precios, y de la legislaci髇 sobre libre circulaci髇 de bienes en el territorio del Estado. Estas competencias debe ejercerlas de acuerdo con las bases y la ordenaci髇 de la actuaci髇 econ髆ica general y la pol韙ica monetaria del Estado, en los t閞minos de lo dispuesto en los art韈ulos 38, 131 y en las materias 11 y 13 del apartado 1 del art韈ulo 149 de la Constituci髇 Espa駉la. Las competencias auton髆icas comprenden tanto la funci髇 legislativa como la ejecutiva o de gesti髇.

Por ello, la presente norma es el cauce adecuado para ordenar el comercio interior de nuestra Comunidad, adapt醤dose a las caracter韘ticas peculiares de su estructura econ髆ica y comercial, sin desviarse nunca de objetivos irrenunciables como la defensa de la libertad de empresa y de la competencia, la libre circulaci髇 de bienes en todo el territorio espa駉l y la garant韆 de los intereses y derechos de los consumidores.

Una materia importante para el desarrollo socioecon髆ico de nuestra Comunidad como es el comercio interior, no pod韆 continuar sin una normativa que estableciera los principios generales a los que deben someterse los agentes operantes en este sector, dando respuesta al mismo tiempo a la demanda social suscitada en este sentido, ya que el comercio constituye parte fundamental del tejido econ髆ico, tanto en raz髇 a su esencial funci髇 en la sociedad, como por la calidad y nivel de servicios alcanzado por sus establecimientos.

Debe tenerse en cuenta que se est醤 produciendo modificaciones sustanciales en la tradicional estructura comercial, por lo que se pretende limitar en lo posible, las tensiones que se deriven de los cambios estructurales, sin que ello suponga una r閙ora para la necesaria modernizaci髇 y adecuaci髇 del equipamiento comercial madrile駉.

La Ley est� basada en dos principios b醩icos: por un lado, el respeto a la legislaci髇 estatal b醩ica en la materia y a la normativa emanada de las instituciones comunitarias, y, por otro, la contemplaci髇 de las singulares circunstancias que exigen un tratamiento particularizado de determinados aspectos de nuestro comercio interior, a la vez que el desarrollo de aquellos preceptos que la Ley 7/1996 de Ordenaci髇 del Comercio Minorista remite al desarrollo de las Comunidades Aut髇omas.

En el T韙ulo I se delimita el objeto de la presente Ley, la regulaci髇 del comercio interior, as� como su 醡bito de aplicaci髇, con exclusi髇 de aquellas actividades comerciales sometidas a legislaciones espec韋icas, y se realiza la definici髇 normativa de varios conceptos relativos al sector, como son la actividad comercial, minorista y mayorista y del sector servicios conexos al comercio al que la Ley extiende sus efectos.

Asimismo se contempla la posibilidad de desarrollo reglamentario del plazo de garant韆 de bienes o servicios concretos y se establecen las condiciones en la custodia de los art韈ulos.

Por otro lado, se mantiene el Registro de Actividades y Empresarios Comerciales de la Comunidad de Madrid, con la finalidad de obtener informaci髇 para la definici髇 de las pol韙icas a desarrollar en el sector, as� como facilitar el ejercicio de las funciones de apoyo y fomento del comercio, sin que en ning鷑 caso suponga una carga econ髆ica y burocr醫ica para el comerciante. Asimismo se mantiene el Registro General de Comerciantes Ambulantes que se residencia en nuestra Ley 1/1997, de 8 de enero y Reglamento que lo desarrolla y por primera vez se crean los Registros de Franquiciadores y de Empresas de Venta a Distancia.

La actuaci髇 de la Comunidad de Madrid sobre la actividad comercial estar� inspirada por los principios de satisfacci髇 de las necesidades de los consumidores y protecci髇 de sus leg韙imos intereses, mantenimiento de la libre y leal competencia entre los comerciantes, correcci髇 de desequilibrios entre las diversas formas de distribuci髇 comercial, modernizaci髇 de las estructuras comerciales y mejora de la productividad del sector, fomento del empleo estable y planificaci髇 del urbanismo comercial con participaci髇 de las Corporaciones Locales y sectores afectados.

En el T韙ulo II se regulan los establecimientos comerciales. Los grandes establecimientos comerciales minoristas, para cuya instalaci髇, ampliaci髇 o traslado se requiere una licencia comercial espec韋ica, se definen en funci髇 de su superficie destinada a exposici髇 y venta y de la poblaci髇 del municipio de que se trate.

En general esta participaci髇 preventiva de la Administraci髇 auton髆ica responde al impacto supramunicipal que produce la implantaci髇 de los grandes establecimientos comerciales, ya que lo que los singulariza frente al resto de los equipamientos comerciales son la amplitud y la trascendencia de sus efectos. Por otra parte, se somete a autorizaci髇 administrativa la instalaci髇, ampliaci髇 o modificaci髇 de los establecimientos que se han dado en llamar de "descuento duro". Su implantaci髇 constituye un fen髆eno supraurbano, tanto por la atracci髇 poblacional que genera como por su repercusi髇 en el tr醘ico e infraestructuras de la red viaria y por su capacidad para incidir en el desarrollo del comercio en su amplia zona de influencia.

En el T韙ulo III se fijan los horarios comerciales. El Estado, en el Real Decreto-Ley 22/1993, de 29 de diciembre, fij� las bases para la regulaci髇 de los horarios comerciales, tras el que la Comunidad de Madrid dict� la Ley 4/1994, de 6 de junio, de calendario de horarios comerciales, por la que se regulan los horarios para la apertura y cierre de los locales comerciales en el 醡bito de la Comunidad de Madrid. En el desarrollo de una pol韙ica coherente con la iniciada en la citada Ley 4/1994, de 6 de junio, dada la amplia aceptaci髇 de la misma por los sectores implicados y la experiencia positiva que ha supuesto su aplicaci髇, se mantiene la regulaci髇 sustantiva contenida en la misma, con las modificaciones que la experiencia aconseja introducir. Se persigue, en 鷏tima instancia, conjugar los intereses generales del comercio con los de los consumidores, estableciendo, para ello, un r間imen general de horarios comerciales -que tiene en cuenta las disposiciones de la Ley Org醤ica 2/1996, de 15 de enero, complementaria de la Ordenaci髇 del Comercio Minorista, facilitando la transici髇 all� prevista, y se sustenta, principalmente, en garantizar la libertad de los comerciantes para establecer sus propios horarios de actividad de los establecimientos, dentro de un horario d韆 que se fija de siete a veinticuatro horas m醲imo, recogiendo la tensi髇 creada por la apertura de madrugada, sin perjuicio del n鷐ero m醲imo de horas de apertura semanal, que se fija en setenta y dos, y la autorizaci髇 de la pr醕tica de la actividad comercial como m韓imo, en ocho domingos y d韆s festivos al a駉-. El r間imen de apertura en domingos y festivos se establece para determinados sectores m醩 sensibles a la peque馻 compra dominical -panader韆, reposter韆, prensa, etc閠era- y para las zonas declaradas de gran afluencia tur韘tica en las que puede producirse una escasez de la oferta por motivo de importantes aumentos estacionales de la poblaci髇, para los establecimientos de venta de productos culturales, ante la necesidad de fomentar la cultura y la de aquellos otros cuyas caracter韘ticas comerciales, justifican sobradamente la medida.

En el T韙ulo IV se regula una serie de modalidades de venta o pr醕ticas comerciales, efectuadas fuera de establecimientos comerciales, y, las denominadas ventas promocionales, cuya conceptualizaci髇 se formula, por primera vez en nuestra Comunidad Aut髇oma, en esta Ley con las variantes de venta de promoci髇, ventas con obsequio, ventas en rebajas y en liquidaci髇.

El especial dinamismo de la moderna distribuci髇 comercial ha propiciado la aparici髇 de estas nuevas modalidades de venta, as� como la intensificaci髇 de otras que ya exist韆n en las pr醕ticas comerciales, por lo que se hace necesario abordar su regulaci髇 para evitar las incertidumbres y riesgos que han generado, especialmente, sobre los consumidores.

El texto es respetuoso con las competencias estatales de defensa de la competencia y legislaci髇 mercantil y civil, teniendo siempre como objetivo predominante la defensa del consumidor.

Por 鷏timo, en el T韙ulo V, se regula la modalidad especial de ventas domiciliarias, ventas especiales y adquisiciones de los comerciantes, dando cabida a la demanda del Observatorio de la Distribuci髇 Comercial de adecuar los art韈ulos 14 y 17 de la Ley 7/1996 de Ordenaci髇 del Comercio Minorista con nuevas normas que pretenden cerrar lagunas, en cuanto a las facturas de adquisici髇 de productos.

En el T韙ulo VI, la Ley tipifica las infracciones en materia comercial, establece las sanciones y las cuantifica en relaci髇 con su importancia.

En virtud de todo lo expuesto, y o韉o el Consejo Econ髆ico y Social de la Comunidad de Madrid, se ha elaborado la siguiente Ley: