Hoy 21 de enero Día Europeo de la Mediación. Quiero felicitarle, querido lector, por poder disponer de un derecho que le pertenece: LA MEDIACIÓN. Este método, ágil, sencillo y legal, le va a evitar, en muchos casos, un juicio contencioso, en el que el juez dictaminará una sentencia que no resolverá su conflicto.
Me imagino que si alguna vez interpuso una demanda judicial ya sabe de lo que le estoy hablando. Si estimaron su demanda es muy probable que en un primer momento estuviera usted muy contento y se sintió un verdadero ¡GANADOR! Si además su contrario cumplió con lo que el juez dictaminó, cosa que no ocurre con frecuencia, se sintió ¡EL MAS GRANDE! Pero…. ¿Resolvió realmente la sentencia lo que usted pretendía? ¿El juez dijo lo que quería usted realmente escuchar? ¿Cuánto tardó en resolverse el juicio? Piénselo…
Si desestimaron su demanda me imagino que se sintió usted un PERDEDOR, y es normal, le dieron a la otra parte la razón. Es probable, entonces que no tuviera ninguna intención de cumplir con la sentencia, pero como es usted un buen ciudadano, aunque regañadientes, hizo lo que tocaba, en el último momento quizás. ¿Verdad? Y ¿cómo se sintió? ¿Tenía ganas de volver a hablar con la otra parte después de su derrota? Piénselo…
Y si yo le contara que con la mediación se puede resolver su conflicto de una manera más sencilla, de forma dialogada y pudiendo además elevar a público ese acuerdo de mediación ante un notario, o incluso homologarlo ante un juzgado. ¿Qué me diría?
Además, su abogado, o cualquier otro profesional, no se quedará al margen, le podrá acompañar a lo largo de la mediación, para asesorarle, e incluso podrán asistir a las sesiones entre usted y la otra parte. Habrá un momento incluso, en el los que los abogados u otros profesionales se reúnan entre ellos ante el mediador, por el tema de la equidad y neutralidad, para solventar asuntos más técnicos.
Imagínese si el diálogo es recomendable, que el propio Código Deontológico de la Abogacía dice en su Artículo 3.5: “Se debe ejercer las libertades de defensa y expresión conforme al principio de buena fe y a las normas de la correcta práctica profesional, procurando siempre la concordia, haciendo uso de cuantos remedios o recursos establece la normativa vigente…”. En la mediación reina el diálogo y el entendimiento, y además está regulada por la “Ley 5/2012 de Mediación en Asuntos Civiles y Mercantiles”. Los profesionales de la mediación están debidamente formados, e inscritos en el Registro de Mediadores del Ministerio de Justicia, amén de contar con un seguro de responsabilidad civil.
No se preocupe, que va usted por buen camino, tanto es así que hasta el Artículo 11. 2 del citado código deontológico de la Abogacía Española, estipula que para las disputas entre los abogados: “El que pretenda iniciar una acción, en nombre propio o de un cliente, por posibles responsabilidades derivadas del ejercicio de la Abogacía, ha de comunicarlo previamente al Colegio por si se considera oportuno realizar una labor de mediación. Esta labor de mediación queda sujeta al deber de confidencialidad y al de guardar secreto profesional.”
La mediación puede resolver su conflicto de una manera más sencilla, de forma dialogada y pudiendo además elevar a público ese acuerdo de mediación ante un notario, o incluso homologarlo ante un juzgado.
Por todo ello ESTÁ USTED DE ENHORABUENA, ahora que sabe que puede acudir a una mediación sin miedo. Si los profesionales de la abogacía deben recurrir a su colegio profesional en caso de disputa entre ellos, ¿por qué no acudiría usted a mediación para resolver su conflicto? Y quédese tranquilo la mediación entre ciudadanos o empresas queda también sujeta a la confidencialidad.
Resumiendo, si es usted una persona, razonable, inteligente y práctica está usted hecho para la mediación. No dude en consultar con un profesional de la mediación, podrá encontrarnos en las redes, antes de iniciar un proceso judicial, llámenos, no se arrepentirá. LA MEDIACIÓN ES SU DERECHO, EJÉRZALO.
¡FELIZ DÍA EUROPEO DE LA MEDIACIÓN!
