La popular expresión «mantenerse en sus trece» viene de la terquedad de Benedicto XIII. El Papa Luna, como era conocido, recibió todo tipo de presiones, pero esa tozudez y terquedad provocó que se comenzase a utilizar para referirse a él la expresión «sigue en sus trece», siendo ese trece una evidente referencia al número que acompañaba a su nombre como Papa.

Mantenerse en sus trece, es decir, mantener una postura inflexible y negarse a ceder en un conflicto laboral o ante cualquier situación empresarial puede ser perjudicial para un por varias razones.

En primer lugar, importante es recordar que un conflicto laboral implica una situación de tensión y desacuerdo entre el empleador y los trabajadores. Si el empresario se mantiene en su postura sin considerar las demandas o inquietudes de los empleados, es probable que aumente la tensión y los ánimos se exalten aún más. Esto puede conducir a una atmósfera de trabajo negativa y afectar la moral y la motivación de los empleados, lo que a su vez puede afectar la productividad de la empresa.

En segundo lugar, mantenerse en sus trece puede llevar al empresario a adoptar decisiones unilaterales que no tienen en cuenta las necesidades y expectativas de los trabajadores. Esto puede generar un sentimiento de injusticia y falta de reconocimiento por parte de los empleados, lo que a su vez puede aumentar el nivel de resentimiento y descontento  en el lugar de trabajo.

Además, si un empresario se mantiene en su postura sin buscar soluciones de compromiso o negociación, es probable que el conflicto se prolongue y se convierta en un problema aún mayor. Esto implica mayores costos para la empresa, tanto en términos de tiempo dedicado a resolver el conflicto como en términos de posibles sanciones o multas que podría enfrentar en caso de incumplimiento de la legislación laboral.

Existen varias razones por las cuales un empresario puede no estar interesado en mantenerse en sus 13 y tomar decisiones de manera inflexible. Algunas de estas razones pueden incluir:

1. Falta de adaptabilidad: Al no estar dispuesto a adaptarse a los cambios en el mercado o a nuevas oportunidades, un empresario puede perder oportunidades de crecimiento o incluso quedar rezagado en comparación con su competencia.

2. Falta de innovación: Si un empresario se aferra a sus ideas preconcebidas y no está dispuesto a considerar nuevas ideas o métodos, su negocio puede volverse obsoleto y perder  relevancia en el mercado.

3. Resistencia al cambio: Mantenerse en la zona de confort puede ser cómodo para un empresario, pero también puede evitar el progreso y la mejora continúa. El mundo empresarial es dinámico y constantemente evolucionando, por lo que resistirse al cambio pude limitar el éxito a largo plazo.

 4. Falta de visión a largo plazo: Un empresario que solo se enfoca en resultados a corto plazo puede perder de vista la imagen completa y perder oportunidades de crecimiento sostenible. Mantenerse en sus 13 puede limitar su capacidad para desarrollar estrategias y planes a largo plazo.

5. Falta de flexibilidad en la toma de decisiones: Ser inflexible en la toma de decisiones puede dificultar la resolución de problemas y la gestión eficiente de situaciones imprevistas. Al mantenerse en sus 13, un empresario puede perder la capacidad de adaptarse rápidamente a los desafíos y aprovechar nuevas oportunidades.

Por último, mantenerse en sus trece puede dañar la reputación del empresario y de la empresa. En un contexto de redes sociales y comunicación instantánea, cualquier conflicto laboral puede volverse viral y llegar rápidamente a un público amplio. Si el empresario es visto como inflexible, poco dispuesto a escuchar y a resolver problemas, puede afectar negativamente la percepción de los consumidores y, en última instancia, a la imagen de la empresa.

En conclusión, mantenerse en sus trece puede resultar perjudicial para un empresario en un conflicto laboral. Es importante buscar soluciones de compromiso, considerar las demandas de los empleados y buscar una salida negociada que permita resolver el conflicto de manera justa y equitativa. Esto no solo beneficiará la relación laboral con los empleados, sino también la imagen y el éxito a largo plazo de la empresa. Ser inflexible en una posición  o decisión empresarial, puede tener desventajas, de tener dificultades para adaptarse en un entorno empresarial en constantes evoluciones y dispuestos para ajustarse a las nuevas circunstancias. Para las empresas que son abiertas a nuevas ideas y perspectivas, les pueden servir para encontrar nuevas oportunidades  y mantenerse a la vanguardia de la competencia.

 Al aceptar sugerencias y críticas constructivas, una empresa puede aprender de sus errores y mejorar sus procesos. Esto fomenta un ambiente de aprendizaje continuo, lo que puede ayudar a la empresa a crecer y desarrollarse de manera más efectiva.

Es por lo que, mantenerse en sus 13 puede limitar las oportunidades de crecimiento y éxito empresarial a largo plazo. Es importante que los empresarios estén dispuestos a adaptarse, innovar y ser flexibles en su enfoque para mantenerse competitivos y relevantes en un entorno empresarial en constante cambio.