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01/07/2024 09:43:46 JUAN MEDINA LABORAL 7 minutos

Pedir y dar, un delicado juego de equilibrios en el mundo laboral

El equilibrio entre derechos y obligaciones dentro del ámbito laboral es un tema nuclear en la gestión de recursos humanos de cualquier empresa

JUAN MEDINA

Mediador laboral

El difícil equilibrio entre empresa y trabajador en el mundo de las relaciones laborales supone un delicado juego entre dos protagonistas fundamentales: la empresa y el trabajador. Este equilibrio, lejos de ser estático, está en constante evolución, moviéndose al compás de los cambios económicos, tecnológicos y culturales. Desentrañar los elementos que influyen en esta balanza es esencial para comprender las complejidades y desafíos que enfrentan tanto empleadores como empleados en la actualidad.

El equilibrio entre derechos y obligaciones dentro del ámbito laboral es un tema central en la gestión de recursos humanos de cualquier empresa. Pedir y dar, términos simples en apariencia, encierran una complejidad trascendental cuando se aplican a las dinámicas laborales. En este artículo exploraremos la etimología de estos términos y cómo influyen en las relaciones laborales, además de discutir cómo el diálogo puede permitir un entorno en el que tanto empleados como empleadores salen ganando.

Etimología de “pedir” y “dar”

La palabra "pedir" proviene del latín petere, que significa buscar, exigir o reclamar. A lo largo de la historia, pedir ha estado asociado con la necesidad o el deseo de obtener algo de otra persona o entidad. En el contexto laboral, pedir se relaciona con la reivindicación de derechos y beneficios necesarios para el bienestar y productividad del trabajador.

Por su parte, "dar" tiene su origen en el latín dare, que significa otorgar o conceder algo a alguien. En el ámbito empresarial, dar implica no solo proporcionar beneficios o derechos a los empleados, sino también establecer expectativas claras y justas en relación con las obligaciones que cada puesto exige.

Pedir derechos: un balance y equilibro necesario

En una organización, los empleados continuamente piden derechos que consideran esenciales para su desempeño y satisfacción en el trabajo. Entre estos derechos, a menudo se incluyen:

1.- Sueldo justo, equitativo con su rol y responsabilidades.

2.- Condiciones de trabajo saludables, ambiente seguro y saludable.

3.- Horarios flexibles y desconexión digital, especialmente en la era digital y con el teletrabajo.

4.- Oportunidades de desarrollo profesional, formación continua y opciones de ascenso.

5.- Reconocimiento y apreciación, valor por su contribución laboral.

Sin embargo, la relación laboral no puede basarse únicamente en derechos. Para que una empresa funcione adecuadamente, es crucial que los empleados también asuman sus “obligaciones como empleados”, tales como:

1.-Cumplimiento de horarios, puntualidad y disponibilidad.

2.- Productividad y eficiencia, trabajo de calidad y cumplimiento de objetivos.

3.- Trabajo en equipo, colaboración y comunicación eficiente.

4.- Adhesión a políticas y normas de la empresa, cumplir con las regulaciones internas, y sobre todo hacerles sentir un sentido de pertenencia a la empresa, con todo lo que implica de luchar por ella.

5.- Formación continua, buscar mejorar y actualizar sus competencias.

El desafío de “exigir obligaciones”

Exigir obligaciones puede ser un reto para muchas empresas, ya que puede percibirse como una imposición por parte de los empleados. Sin embargo, es fundamental para garantizar el funcionamiento y la sostenibilidad de la organización. Los líderes empresariales deben desarrollar habilidades de comunicación efectiva y crear una cultura organizacional que valore tanto los derechos como las responsabilidades.

El dialogo como herramienta de equilibrio

El equilibrio entre derechos y obligaciones no es una meta alcanzable mediante un enfoque unidireccional. Requiere de un diálogo abierto y constante entre empleadores y empleados. Algunas estrategias para fomentar este diálogo incluyen:

1. Reuniones regulares: espacios donde ambos puedan expresar preocupaciones y propuestas.

2. Encuestas de clima laboral: obtener feedback sobre la satisfacción general de los empleados.

3. Políticas claras y transparencia: definición precisa de derechos y obligaciones en los contratos laborales y manuales de empleados.

4. Capacitación en habilidades de comunicación: para resolver conflictos y negociar de manera efectiva.

5. Programas de reconocimiento y recompensa: valoración del cumplimiento y desempeño como motivación laboral.

Pedir y dar en el contexto de derechos y obligaciones dentro de una empresa es un delicado acto de balance. Tanto empleadores como empleados deben reconocer la importancia de cada aspecto para el crecimiento y la sostenibilidad de la empresa. A través del diálogo constante, la transparencia y la disposición mutua de alcanzar acuerdos, se puede crear un entorno laboral donde ambas partes no solo coexistan, sino prosperen. Así, las dinámicas de pedir y dar se transforman en un motor de desarrollo y éxito compartido.

Expectativas y realidades

Las expectativas desempeñan un papel crucial en la relación entre empresa y trabajador. Los empleados buscan estabilidad, remuneración justa, oportunidades de crecimiento y un ambiente laboral positivo. Por otro lado, las empresas buscan maximizar su productividad, minimizar costos y mantenerse competitivas en un mercado en constante cambio.

Las realidades económicas a menudo complican esta danza. En momentos de bonanza, las organizaciones pueden ofrecer mejores condiciones y beneficios. Sin embargo, durante períodos de crisis, el equilibrio se tambalea y pueden surgir tensiones, pues las empresas buscan recortar gastos mientras los trabajadores buscan proteger sus empleos y condiciones de trabajo.

El rol de la tecnología

La revolución tecnológica ha transformado drásticamente el panorama laboral. La automatización, la inteligencia artificial y la digitalización han mejorado la eficiencia y reducido costos operativos, pero también han generado incertidumbre y ansiedad entre los trabajadores por el temor a la obsolescencia de sus habilidades o la pérdida de empleo.

La formación continua y la adaptabilidad se vuelven, entonces, componentes esenciales para mantener el equilibrio. Las empresas tienen la responsabilidad de proporcionar oportunidades de capacitación y desarrollo, mientras que los trabajadores deben ser proactivos en la actualización de sus competencias.

Normativas y legislación laboral

Las leyes laborales y las normativas gubernamentales juegan un papel decisivo en la regulación de las relaciones laborales. Instituciones como los sindicatos y buscan proteger los derechos de los trabajadores y garantizar condiciones laborales justas. Sin embargo, la legislación también debe contemplar la viabilidad y competitividad de las empresas.

El desafío radica en encontrar un punto medio donde las normativas protejan a los trabajadores sin asfixiar la capacidad económica de las empresas. La negociación colectiva y el diálogo constructivo entre empleadores y empleados son herramientas esenciales en este proceso.

Ambiente laboral

Las condiciones laborales tienen un impacto directo en la salud mental y el bienestar de los empleados. Un ambiente de trabajo tóxico puede llevar a niveles elevados de estrés, insatisfacción. Las empresas deben ser conscientes de estos factores y promover una cultura organizacional que valore el bienestar integral de sus trabajadores.

El equilibrio entre empresa y trabajador también implica reconocer las necesidades humanas básicas como el descanso, la conciliación de la vida laboral y personal, y el sentido de propósito. Invertir en programas de bienestar y políticas de flexibilidad puede resultar en una fuerza laboral más motivada, productiva y leal.

Globalización y diversidad

La globalización y la creciente diversidad dentro del lugar de trabajo traen consigo oportunidades y desafíos. Por un lado, aportan una riqueza de perspectivas y talentos diversos; por otro, pueden generar conflictos culturales y malentendidos.

El equilibrio entre empresa y trabajador en el ámbito de las relaciones laborales es una tarea compleja y en constante movimiento. Requiere de una visión amplia y una disposición al diálogo y la adaptación de ambas partes. Las empresas deben ser conscientes de su papel en el bienestar de sus empleados, mientras que los trabajadores deben reconocer las realidades y desafíos que enfrentan las organizaciones.

A medida que avanzamos en un mundo cada vez más interconectado y tecnológicamente avanzado, la clave radica en la colaboración, el respeto mutuo y la búsqueda continua de soluciones que beneficien tanto a las empresas como a los trabajadores. Solo así podremos construir un ambiente laboral equilibrado y sostenible para todos los involucrados.

Juan Medina es mediador laboral

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