Ley 3/1999, de 10 de marzo, del Patrimonio Cultural Aragon閟

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Sumario

Pre醡bulo

I.

El Patrimonio Cultural Aragon閟 constituye, en su conjunto, uno de los testimonios fundamentales de la trayectoria hist髍ica de la nacionalidad aragonesa. Sobre 閘 se configuran los signos de identidad que definen la idiosincrasia del pueblo aragon閟 y se convierten en su m醩 relevante valor diferencial. Las sucesivas generaciones nos han legado el Patrimonio Cultural como testimonio de nuestro ser, como herencia insustituible y como un est韒ulo fundamental para la creatividad contempor醤ea. Este Patrimonio es propiedad com鷑 de toda la ciudadan韆 aragonesa y sus elementos han contribuido, y siguen contribuyendo, a la configuraci髇 de la cultura espa駉la y del conjunto de los pa韘es mediterr醤eos. Sin la preservaci髇 y potenciaci髇 de nuestra cultura se impondr韆 la uniformidad, que potencia formas de desarrollo social basadas en un modelo 鷑ico.

El patrimonio cultural permite mantener nuestra memoria colectiva y nuestra identidad cultural, entendida, en palabras de la UNESCO, como el n鷆leo vivo de la cultura, el principio din醡ico por el que una comunidad gu韆 el proceso continuo de su propia creaci髇, apoy醤dose en el pasado, nutri閚dose de sus propias virtudes y recibiendo selectivamente las aportaciones exteriores. Sobre 閘 se configuran los rasgos de identidad que se convierten a un tiempo, por sus aspectos coincidentes con el resto de los territorios nacionales e internacionales, en lazos de conexi髇 y, por sus peculiaridades, en rasgos diferenciales, siendo ambos una de sus principales aportaciones al patrimonio cultural espa駉l, europeo y mundial.

En ese sentido, el Patrimonio Cultural es concepto del Derecho Internacional General, apto para caracterizar un tesoro com鷑 de la humanidad, cuya conservaci髇 debe garantizarse en inter閟 de las futuras generaciones.

Ahora bien, la grandeza de la definici髇 constituye tambi閚 causa de sus limitaciones. De ah� que la tutela internacional deba concentrarse sobre los elementos m醩 sobresalientes, que forman el Patrimonio Cultural Mundial propiamente dicho, objeto de protecci髇 en la Convenci髇 de Par韘 de 1972, ratificada por el Estado Espa駉l en 1982. La identificaci髇 de una m醩 intensa pol韙ica de conservaci髇 requiere reducir progresivamente la escala de intervenci髇 p鷅lica, estableciendo niveles europeos, estatales, auton髆icos y locales.

La tutela comunitario-europea del Patrimonio Cultural se concentra en el establecimiento de las condiciones que permiten a los Estados introducir restricciones, dentro del gran mercado interior, al libre comercio de objetos que formen parte de tal Patrimonio. Al mismo tiempo, la Uni髇 Europea legitima las barreras defensivas del Patrimonio Cultural frente a las exportaciones y apoya la recuperaci髇 de los bienes que hayan salido de forma ilegal de los distintos Estados.

La protecci髇 dispensada por el Ordenamiento estatal introduce una mayor variedad de t閏nicas e instrumentos, que debiera permitir atender a las necesidades que evidencia la experiencia de las vicisitudes propias de los bienes del Patrimonio Cultural. En tal sentido, cabe contar con una amplia tradici髇 legislativa.

Sin embargo, aunque no quepa duda de la validez general de la regulaci髇 establecida en la Legislaci髇 estatal, como ha confirmado la Sentencia del Tribunal Constitucional 17/1991, de 31 de enero, lo cierto es que las competencias exclusivas del Estado se limitan a las funciones de defensa contra la exportaci髇 y la expoliaci髇, seg鷑 el art韈ulo 149.1.28.� de la Constituci髇. Se abre as� a las Comunidades Aut髇omas un amplio abanico de posibilidades de intervenci髇 para la tutela del Patrimonio Cultural en todos los aspectos no reservados al Estado. Expresamente lo posibilita, en nuestro caso, el art韈ulo 35.1.33.� del Estatuto de Autonom韆 de Arag髇, que sit鷄 as� a la Comunidad Aut髇oma en posici髇 preferente para cumplir el mandato que el art韈ulo 46 de la Constituci髇 dirige a los poderes p鷅licos de garantizar, conservar y promover el enriquecimiento de este Patrimonio y de los bienes que lo integran, cualquiera que sea su r間imen jur韉ico y su titularidad.

La amplitud de las competencias correspondientes a la Comunidad Aut髇oma en esta materia no debe llevar al olvido del nivel local. La garant韆 institucional de los Municipios comprende la necesidad de reconocer sus competencias en una serie de materias, entre las que la Legislaci髇 B醩ica de R間imen Local incluye justamente el Patrimonio Cultural. El presente texto asume esa exigencia, estableciendo un importante sector de actuaci髇 municipal.

Los poderes p鷅licos est醤 obligados a proteger la integridad del Patrimonio Cultural aragon閟, y tambi閚 a promover cuantas acciones se consideren necesarias para su conservaci髇 y difusi髇, tanto en el interior como en el exterior de nuestro territorio. Los mismos derechos y deberes se le reconocen a la acci髇 p鷅lica de la ciudadan韆 para su defensa y protecci髇. El conjunto de los bienes que hoy constituyen nuestro Patrimonio son tales como consecuencia de la acci髇 social de la ciudadan韆 que, a lo largo de generaciones, los han sabido apreciar como riqueza colectiva y aportaci髇 hist髍ica. Es, por tanto, responsabilidad del Gobierno de Arag髇 fomentar en la sociedad el sentimiento de conservaci髇 y apreciaci髇 de nuestro Patrimonio mediante una informaci髇 rigurosa y asequible, una adecuada formaci髇 y el impulso de la participaci髇 ciudadana.

La presente Ley, adecuando su contenido a la normativa estatal y a la documentaci髇 emanada de los 髍ganos internacionales y, de forma especial, a la procedente tanto de la UNESCO como del Consejo de Europa e instituciones europeas (art韈ulo 128 del Tratado de la Uni髇 Europea), pretende crear el marco legal espec韋ico de Arag髇 para proteger, conservar, investigar, incrementar y proyectar al exterior los bienes culturales de nuestra comunidad, legado insustituible de nuestra historia y enriquecido continuamente con las aportaciones de nuestra cultura contempor醤ea.

Esta Ley pretende dise馻r una pol韙ica cultural que siente la base jur韉ica sobre la que debe descansar el r間imen de protecci髇 e impulso del Patrimonio Cultural Aragon閟. Se presenta bajo el t韙ulo de "Patrimonio Cultural" por entender que el t閞mino "cultura" es el m醩 adecuado para describir el conjunto de bienes que se regulan y es m醩 amplio que el de historia o arte, que los definen parcialmente. El Patrimonio Cultural se define como el conjunto de elementos naturales, o culturales, materiales e inmateriales, tanto heredados de nuestros antepasados como creados en el presente, en el cual los aragoneses reconocen sus se馻s de identidad, y que ha de ser conservado, conocido y transmitido a las generaciones venideras, acrecent醤dolo. El Patrimonio Cultural es un bien social, por lo que su uso ha de tener la finalidad de servir como factor de desarrollo integral al colectivo al que pertenece, adquiriendo as� el valor de recurso social, econ髆ico y cultural de primera magnitud. El Patrimonio Cultural no est� concebido en esta Ley de forma est醫ica, sino que pretende posibilitar que las generaciones presentes y las venideras gocen de un marco jur韉ico que posibilite y fomente la creaci髇 cultural y la formaci髇 din醡ica de un nuevo patrimonio.

Finalmente, la Ley propone formas para posibilitar la democratizaci髇 del patrimonio, fomentando la participaci髇 y corresponsabilizaci髇 de los agentes sociales y econ髆icos.

II.

La presente Ley se desarrolla a trav閟 de ocho T韙ulos, seis Disposiciones Adicionales, tres Disposiciones transitorias, una Disposici髇 Derogatoria y cuatro Disposiciones Finales.

En el T韙ulo Preliminar se parte de un concepto amplio del Patrimonio Cultural de Arag髇 que engloba todos los bienes materiales e inmateriales relacionados con la historia y la cultura de Arag髇, garantizando su uso como bien social y factor de desarrollo sostenible para Arag髇. Tras recordar un derecho general de disfrute se introduce como corolario un deber de conservaci髇, que se concreta en cada uno de los reg韒enes jur韉icos de protecci髇 establecidos en la Ley, recogi閚dose igualmente en el marco de la colaboraci髇 general de los particulares la acci髇 p鷅lica e imponi閚dose a la Administraci髇 de la Comunidad Aut髇oma la obligaci髇 de utilizar todos medios disponibles a su alcance a fin de asegurar el retorno a Arag髇 de los bienes del Patrimonio Cultural aragon閟 que se hallen fuera de su territorio.

Tal como se desarrolla en el T韙ulo I, se crean tres categor韆s de bienes: los declarados de inter閟 cultural, los catalogados y los inventariados, definidores de la incidencia que cada uno de los mismos ha tenido en el Patrimonio Cultural de Arag髇 pasando a integrar todos ellos el Censo General del Patrimonio Cultural de Arag髇.

El T韙ulo II, dedicado al r間imen general de protecci髇 y conservaci髇, establece tres grados diferentes, emanados de las tres categor韆s de bienes establecidas, sean estos muebles, inmuebles o inmateriales.

Los T韙ulos III y IV se refieren al Patrimonio arqueol骻ico, paleontol骻ico, etnogr醘ico y de car醕ter industrial, especificando la protecci髇, el desarrollo y los procedimientos administrativos y cient韋icos que deben caracterizar cualquier actuaci髇 p鷅lica o privada en estos campos.

El T韙ulo V, relativo a la organizaci髇, crea el Consejo Aragon閟 del Patrimonio Cultural como 髍gano consultivo y asesor de la Comunidad Aut髇oma en materias relativas al Patrimonio Cultural Aragon閟, establece el principio de colaboraci髇 con otras Administraciones p鷅licas, dedica un precepto a la colaboraci髇 con la Iglesia Cat髄ica y otras confesiones religiosas, sin olvidar la responsabilidad de los municipios como lugares de asentamiento de todo tipo de bienes culturales.

Las medidas de fomento, recogidas en el T韙ulo VI, van encaminadas a facilitar el deber de conservaci髇 por los poseedores y propietarios de los Bienes Culturales en sus diferentes reg韒enes de protecci髇, mediante ayudas directas o beneficios fiscales. Se ha considerado que el establecimiento de un porcentaje de un 1 por 100 sobre los proyectos de obras que se realicen por la Administraci髇 de la Comunidad Aut髇oma de Arag髇 resulta esencial para el cumplimiento de los objetivos de esta Ley.

El r間imen sancionador cierra el articulado de la Ley.

La Ley finaliza con sendos mandatos en el sentido de elaborar una ley de lenguas de Arag髇 y de crear un Instituto de la Cultura y del Patrimonio de Arag髇 que integre en su seno el Instituto Aragon閟 del Arte y la Cultura Contempor醤eos.