Hoy, 20 de enero, el mundo entero estará pendiente de un evento que, al contrario que en ocasiones anteriores, no estará cuajado de espectaculares actuaciones, y que por tanto centrará todo su valor en el discurso del nuevo Presidente de los Estados Unidos, discurso que dará ante cientos de personas in situ y millones alrededor del mundo.
Uno de los principales problemas para un abogado puede ser el miedo a hablar en público. Mercedes de la Rosa, redactora jefe de Capital Humano nos cuenta algunas claves para perder el miedo a hablar en público, un tema en el que la figura de Donald Trump nos puede servir de referente.
Al contrario que al 75% de la población, al señor Trump no parece afectarle el tema de la glosofobia, un fenómeno que despertó bastante interés en nuestro país hace algunos años, debido al episodio de pánico escénico que sufrió el cantante Joaquín Sabina en su primer concierto en Madrid, y al que él mismo denominó un “Pastora Soler”, ya que esta artista se había retirado de los escenarios meses antes por el mismo motivo.
Sudoración, náuseas o ritmo cardíaco elevado son síntomas comunes para cualquier profesional que sufra esta fobia ligada especialmente a posiciones comerciales o directivas y hoy en día también a cualquier profesional que tiene la necesidad de comunicarse tanto interna como externamente. Desde que hacemos una entrevista de trabajo, pasando por el momento de convencer en la iniciación de un proyecto o la obtención de financiación, debemos estar seguros y dar una impresión de que manejamos el tema del que hablamos y si no, que se lo pregunten a Mariah Carey y el papelón que hizo estas Navidades.
La seguridad en uno mismo y el entusiasmo que se sea capaz de transmitir son básicos para lograr influir en los demás. Por este motivo, padecer esta fobia puede suponer un freno importante en nuestro desarrollo profesional.
5 trucos de Trump para enfrentar esta fobia
Existen formaciones específicas y muy a medida para entrenar estas competencias, pero igualmente hay siempre un método transversal del que el nuevo Presidente de los Estados Unidos es un especialista:
-La preparación: Prepara el discurso con personas de confianza, no tiene miedo a la crítica y se adelanta a ella incluso.
-La práctica. Cuantas más veces se ensaya un discurso, mayor dominio se tendrá sobre éste, algo que te proporcionará mayor naturalidad y soltura a la hora de presentar. Un gran discurso debe parecer que se pronuncia sin esfuerzo, incluso espontáneo. Winston Churchill pasaba una hora preparándose por cada minuto que hablaba en público, no sabemos si Trump le dedicará lo mismo.
-Tener un gancho. Como todas las grandes canciones, su discurso suele tener un gran gancho. Partiendo del slogan “make america Great Again” que le ha llevado a ser el 45 Presidente de los Estados Unidos.
-Memoria: No se le suele ver con muchos papeles. Suele memorizar la introducción, la conclusión y las ideas principales para causar un mayor impacto a los oyentes pero nunca memoriza todo el texto evitando así correr el riesgo de perdernos en el discurso.
-Cercanía. Cuando Ronald Reagan escribió sobre la oratoria, compartió un secreto. En su primer día como locutor radial, estaba nervioso. Entonces, imaginó que estaba hablando con los "muchachos en la peluquería local". "Aprendí la regla fundamental de la oratoria: sea en la radio, la televisión o con un público en vivo, hable a la gente, no desde arriba o a través de la gente. Use las palabras normales de todos los días". Donald Trump sabe ofrecer a la sociedad americana un mensaje con el que identificarse con una narrativa ilusionante y enérgica.