Atenci髇 norma derogada, ver regulaci髇 posterior

Ley 4/1996, de 12 de julio, por la que se regula el ejercicio de la caza en la Comunidad Aut髇oma de Castilla y Le髇

Sumario

V閍se el Anexo de la Ley [CASTILLA Y LE覰] 14/2001, 28 diciembre, de Medidas Econ髆icas, Fiscales y Administrativas (獴.O.C.L.� 31 diciembre), en el que se detallan los procedimientos en que el silencio tiene efectos desestimatorios.

Exposici髇 de Motivos

La caza, su concepci髇 y su consideraci髇 han cambiado en el tiempo como consecuencia de las variaciones producidas en la estructura de la sociedad, en las formas de vida, en los patrones culturales, pol韙icos y administrativos y en el medio ambiente.

Si en sus or韌enes la caza se configuraba como una actividad de supervivencia abastecedora de alimentos, a lo largo de la historia esta finalidad ha ido perdiendo importancia y en la actualidad la caza se presenta como una actividad de ocio que debe ejercitarse de manera racional y ordenada, de tal manera que se garantice la existencia permanente del propio recurso y la estabilidad de los procesos y equilibrios naturales.

Por otra parte, en los 鷏timos a駉s la caza ha adquirido una nueva dimensi髇 como actividad econ髆ica generadora de empleos y rentas en el medio rural.

Asimismo, se evidencia cada vez m醩 la necesidad de una adecuada gesti髇 cineg閠ica que, mediante la realizaci髇 de esfuerzos e inversiones, permita el fomento de las especies cineg閠icas y su adecuado aprovechamiento.

Por todo lo expuesto, la consideraci髇 de la caza como una actividad social que debe mantenerse y fomentarse, y que gestionada y practicada de una manera ordenada se garantice la defensa de nuestro patrimonio natural, as� como el fomento de los recursos renovables objeto de caza, es uno de los principios que inspiran el presente texto legal.

Por todo ello, esta Ley pretende ordenar y fomentar el ejercicio de la caza en nuestra Comunidad Aut髇oma, inspirada en el principio de conservaci髇 de la naturaleza y en su consideraci髇 como actividad dinamizadora de las econom韆s rurales, mediante la realizaci髇 e impulso de cuantas iniciativas p鷅licas o privadas sean necesarias.

En consonancia con lo anteriormente expuesto, esta Ley pretende reordenar el ejercicio de la caza en nuestra Comunidad Aut髇oma, inspir醤dose esencialmente en los principios de conservar y mejorar la riqueza cineg閠ica de la Comunidad de manera compatible con la conservaci髇 de la naturaleza, de forma tal que aquella actividad se realice mediante una ordenaci髇 previa, y fomentar la caza como una actividad dinamizadora de las econom韆s rurales, impulsando para ello todas las iniciativas p鷅licas y privadas necesarias.

Tiene la Comunidad Aut髇oma de Castilla y Le髇, de acuerdo con el art韈ulo 26.1.10 de su Estatuto de Autonom韆, la competencia exclusiva en materia de caza, as� como la de dictar normas adicionales de protecci髇 del ecosistema en que se desarrolla dicha actividad.

La Ley se estructura en 11 t韙ulos, con 25 cap韙ulos, 86 art韈ulos, tres disposiciones adicionales, 12 disposiciones transitorias, una disposici髇 derogatoria y dos disposiciones finales.

El T韙ulo I recoge los principios generales que inspiran la misma.

En el T韙ulo II se regula sobre las especies que podr醤 ser objeto de caza, as� como sobre la propiedad de las piezas de caza y las responsabilidades por los da駉s producidos por las mismas.

El T韙ulo III se encarga de definir los requisitos que deben reunir los cazadores, destacando el establecimiento del examen del cazador.

En el T韙ulo IV se clasifica el territorio de Castilla y Le髇 a los efectos cineg閠icos. En tal sentido, se deslindan claramente cu醠es ser醤 terrenos cineg閠icos y cu醠es ser醤 terrenos no cineg閠icos, en los que, salvo en circunstancias excepcionales, no se podr� cazar. Dentro de los terrenos cineg閠icos, destaca la creaci髇 de los cotos federativos y la desaparici髇 de los cotos locales, de escaso o nulo 閤ito en su anterior existencia. Pero la principal novedad es la desaparici髇 de los terrenos libres, por considerarlos totalmente contrapuestos al principio fundamental de esta Ley de que la caza s髄o podr� ejercitarse ordenada y planificadamente. Dichos terrenos deber醤 adoptar alguna de las figuras de terreno cineg閠ico de esta Ley, o pasar醤 a tener la consideraci髇 de terrenos vedados, no cineg閠icos. Asimismo, dentro de los terrenos no cineg閠icos, destaca la creaci髇 de los refugios de fauna.

El T韙ulo V contempla las normas que hay que respetar durante la pr醕tica de la caza, haciendo especial 閚fasis en los medios y modalidades de caza permitidos o prohibidos. Asimismo, se regulan las competiciones, la caza cient韋ica y las normas de seguridad que deben respetarse en las cacer韆s.

El T韙ulo VI se ocupa de la planificaci髇 y ordenaci髇 cineg閠ica, estableci閚dose la obligatoriedad de contar con un Plan Cineg閠ico para poder ejercitar la caza. Destaca como novedad la instauraci髇 de Planes Cineg閠icos Comarcales, que fijar醤 las condiciones generales en que deber醤 desarrollarse los planes cineg閠icos particulares.

El T韙ulo VII trata sobre las medidas a tomar para la protecci髇 y fomento de la caza, estableciendo determinadas limitaciones trat醤dose espec韋icamente el tema de la mejora del h醔itat cineg閠ico, los aspectos sanitarios de la caza y el control de predadores, destacando como novedad la creaci髇 de la figura del especialista en control de predadores.

En el T韙ulo VIII se establecen las condiciones para la actividad de explotaciones cineg閠icas industriales, as� como para el traslado y comercializaci髇 de las piezas de caza.

El T韙ulo IX trata sobre los 髍ganos administrativos competentes, los 髍ganos asesores de la Administraci髇 y la financiaci髇.

En el T韙ulo X se regula la vigilancia de la actividad cineg閠ica, as� como los agentes de la autoridad competentes para ello.

Y, por 鷏timo, el T韙ulo XI tipifica las infracciones, actualiza las sanciones y establece el procedimiento sancionador correspondiente.