Ley 12/2001, de 21 de diciembre, de Ordenaci髇 Sanitaria de la Comunidad de Madrid

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Sumario

T閚gase en cuenta que, de conformidad con lo establecido en el art韈ulo 10.uno de la Ley [COMUNIDAD DE MADRID] 7/2004, 28 diciembre, de Medidas en Materia Sanitaria (獴.O.C.M.� 30 diciembre), se suprimen todas las referencias contenidas en la presente Ley, al 觬gano de Direcci髇 y al Director General del Instituto de Salud P鷅lica.LE0000208400

El Presidente de la Comunidad de Madrid.

Hago saber que la Asamblea de Madrid ha aprobado la presente Ley, que yo, en nombre del Rey, promulgo.

PRE罬BULO

El art韈ulo 43 de la Constituci髇 Espa駉la de 1978 reconoce el derecho a la protecci髇 de la salud y atribuye a los Poderes P鷅licos la competencia para organizar y tutelar la salud p鷅lica a trav閟 de medidas preventivas y de las prestaciones y servicios necesarios, estableciendo al mismo tiempo que los derechos y deberes de todos al respecto constituyen reserva de ley, lo que implica que el contenido del derecho a la protecci髇 de la salud ha de ser fijado por el legislador ordinario, en el marco de competencias que corresponden al Estado y a las Comunidades Aut髇omas de acuerdo con la distribuci髇 constitucional (art韈ulos 148.1.21, y 149.1.16 y 17) y con lo que establezcan en cada caso los respectivos Estatutos de Autonom韆.

El desarrollo y la regulaci髇 general de este derecho, es el objeto fundamental de la Ley 14/1986, de 25 de abril, General de Sanidad y la Ley Org醤ica 3/1986, de 14 de abril, de Medidas Especiales en Materia de Salud P鷅lica. Dichas Leyes, junto con la Ley Reguladora de las Bases de R間imen Local forman parte del sistema normativo de la sanidad, que a su vez enlaza con diversos preceptos constitucionales y, en definitiva, con el conjunto del ordenamiento jur韉ico.

La distribuci髇 de competencias, en materia de sanidad, viene regulada en nuestro ordenamiento jur韉ico, estableci閚dose de un modo claro y exhaustivo, las potestades normativas, tanto de la Administraci髇 Central del Estado, como de las Comunidades Aut髇omas y los Ayuntamientos.

En base a la potestad normativa otorgada por la Constituci髇 Espa駉la, las Leyes sanitarias, especialmente la Ley General de Sanidad, y el Estatuto de Autonom韆 de la Comunidad de Madrid, art韈ulos 27.4, 27.5 y 28.1.1, el Gobierno de la Comunidad de Madrid, dentro de su 醡bito competencial, por medio de la presente Ley, efect鷄 la ordenaci髇 sanitaria, as� como la regulaci髇 general de todas las acciones que permitan, a trav閟 del Sistema Sanitario de la Comunidad de Madrid, hacer efectivo el derecho de protecci髇 a la salud.

Esta es una Ley que incorpora importantes novedades respecto de la situaci髇 actual, estableciendo, con car醕ter general, que el Sistema Sanitario de la Comunidad de Madrid, se crea bajo los principios de vertebraci髇 y coordinaci髇, y consolida entre otros, los principios de universalidad, solidaridad, equidad e igualdad efectiva en el acceso, desde una concepci髇 integral del Sistema que contemple la promoci髇 de la salud, la educaci髇 sanitaria, la prevenci髇 y la asistencia, no s髄o de los madrile駉s, sino de las personas que se encuentren en su 醡bito territorial.

Igualmente, se hace hincapi� en la descentralizaci髇, desconcentraci髇, autonom韆 y responsabilidad en la gesti髇 de los servicios, con una organizaci髇 sanitaria basada en los principios de racionalizaci髇, eficacia, simplificaci髇 y eficiencia, donde queda establecida la separaci髇 de funciones en la Administraci髇, y donde con la colaboraci髇 de los profesionales, y la participaci髇 de la sociedad civil en la formulaci髇 de las pol韙icas y en su control, las medidas que se adopten, habr醤 de ajustarse a las necesidades reales de salud de la poblaci髇.

En concreto, y en relaci髇 con la participaci髇 de los ciudadanos, hay que se馻lar que el Sistema Sanitario de la Comunidad de Madrid considera 閟ta como indispensable en la gesti髇 sanitaria, entendiendo que los ciudadanos deben participar en la decisi髇 sobre las prioridades sanitarias, y que la valoraci髇 interna y externa de los servicios sanitarios deber� efectuarse escuchando a los profesionales y a los pacientes.

La aportaci髇 m醩 importante que presenta el modelo sanitario dise馻do por esta Ley, consiste en garantizar al ciudadano, individual y colectivamente, su consideraci髇 como centro del Sistema Sanitario, para lo cual se configura un dispositivo, las Agencias Sanitarias, que a modo de aut閚ticos gestores de cabecera, permita garantizar una gesti髇 personalizada, directa y r醦ida tanto del acceso al sistema como del resto de las prestaciones no asistenciales que en el mismo se contemplan.

La Ley distingue entre las funciones t韕icamente administrativas y burocr醫icas y las funciones estrictamente prestadoras del servicio asistencial. Para ello, establece n韙idamente la separaci髇 de las funciones de aseguramiento, compra y provisi髇, lo que favorece cierta competencia regulada en cuanto a la calidad y eficiencia, adem醩 de introducir mecanismos de cooperaci髇 entre centros, y el desarrollo e implantaci髇 de m閠odos de mejora continua.

La separaci髇 de funciones que establece la Ley, exige de un lado, definir dentro de la organizaci髇 sanitaria, qu� 髍ganos han de asumirlas, y cu醠es son los mecanismos de relaci髇 entre cada uno de ellos dentro del Sistema Sanitario de la Comunidad de Madrid. A tal efecto la Ley presenta importantes innovaciones que es preciso destacar. En primer t閞mino, se establece que la funci髇 de aseguramiento corresponde a la Autoridad Sanitaria, de la que depende la Red de Agencias Sanitarias de la Comunidad de Madrid. La Funci髇 de compra de servicios sanitarios, o lo que es lo mismo, la distribuci髇 del presupuesto sanitario, en funci髇 de actividad y objetivos de salud, se atribuye al Servicio Madrile駉 de Salud, que se configura como un Ente P鷅lico, con personalidad jur韉ica propia. Y la funci髇 de provisi髇 de servicios sanitarios corresponde a la Red Sanitaria 趎ica de Utilizaci髇 P鷅lica, la cual est� constituida por todos los servicios asistenciales financiados p鷅licamente, y comprende al Instituto Madrile駉 de la Salud, Ente P鷅lico con personalidad jur韉ica propia en el que se incorporan todos los recursos traspasados por el actual Instituto Nacional de la Salud, los centros de provisi髇 del Servicio Madrile駉 de Salud, y los centros concertados con titularidad p鷅lica y privada.

La funci髇 de compra, que se realiza a trav閟 del Servicio Madrile駉 de Salud, encuentra en la Ley un desarrollo singular, con importantes innovaciones en relaci髇 con los modelos sanitarios de otras Comunidades Aut髇omas, en la medida que conecta esta funci髇 con las necesidades de salud de la poblaci髇 contenidas en el Informe del Estado de Salud de la Poblaci髇 elaborado anualmente por la autoridad sanitaria con competencias en Salud P鷅lica, e introduce la funci髇 de planificaci髇 en la funci髇 de compra a trav閟 del Plan de Servicios cuatrienal y del Programa de Asignaci髇 por Objetivos Sanitarios, que anualmente y que de acuerdo con aquel, y con el Informe del Estado de Salud de la Poblaci髇, establece los objetivos generales y espec韋icos, en t閞minos de salud, determina las actividades a desarrollar para alcanzar dichos objetivos, y define los contratos sanitarios con los proveedores de la Red Sanitaria 趎ica de Utilizaci髇 P鷅lica.

En definitiva, se configura un nuevo modelo sanitario abierto, que permite una gran potencialidad y versatilidad, que sit鷄 al ciudadano en el epicentro del Sistema, y refuerza el principio de aseguramiento p鷅lico, de modo que es la demanda y no la oferta asistencial la que determina la configuraci髇 y funcionamiento del Sistema Sanitario, de igual forma que refuerza el papel de la Salud P鷅lica en la determinaci髇 de necesidades y evaluaci髇 de resultados.

Esta Ley cuya extensi髇 obedece a la necesidad de regular un sistema novedoso en cuanto a su configuraci髇, se articula en torno a 13 T韙ulos, divididos, en su caso, en Cap韙ulos y Secciones, con un total de 149 art韈ulos, as� como las correspondientes Disposiciones Adicionales, Transitorias, Derogatorias y Finales.

I

El T韙ulo I, relativo a las 獶isposiciones Generales�, comprende 鷑icamente dos art韈ulos. El art韈ulo primero parte de la consideraci髇 de que el objeto de regulaci髇 de 閟ta Ley es, no s髄o, la ordenaci髇 sanitaria de la Comunidad de Madrid sino tambi閚 la regulaci髇 general de todas las acciones que permitan, a trav閟 del Sistema Sanitario de la Comunidad de Madrid, hacer efectivo el derecho a la protecci髇 de la salud.

El art韈ulo segundo, por su parte, en el marco de los principios constitucionales b醩icos que deben presidir la actividad de la Administraci髇 P鷅lica, (art韈ulo 103 de la CE), y de los establecidos en los art韈ulos, 3.1 y 2 de la Ley 30/1992 de R間imen Jur韉ico de las Administraciones P鷅licas y del Procedimiento Administrativo Com鷑, enumera los principios rectores del Sistema Sanitario de la Comunidad de Madrid, en relaci髇 con el resto del Sistema Nacional de Salud (Vertebraci髇 y Coordinaci髇 Institucional y de Pol韙ica Sanitaria) y los particulares de la presente Ley.

Dentro de esta 鷏tima categor韆 se se馻lan como tales, la orientaci髇 del sistema al ciudadano; concepci髇 integrada del Sistema Sanitario de la Comunidad de Madrid, incluyendo todas las funciones y todos los dispositivos sanitarios con independencia de su titularidad; universalizaci髇 de los servicios; equidad en las condiciones de acceso a la Red Sanitaria 趎ica de Utilizaci髇 P鷅lica; adecuaci髇 de las prestaciones sanitarias a las del Sistema Nacional de Salud; cooperaci髇 y coordinaci髇 con las administraciones sanitarias del resto de las Comunidades Aut髇omas; promoci髇 de h醔itos de vida y un medio ambiente saludables; descentralizaci髇, desconcentraci髇, autonom韆 y responsabilidad en la gesti髇 de los servicios; separaci髇 de funciones; racionalizaci髇, eficacia, simplificaci髇 y humanizaci髇 de la organizaci髇 sanitaria; calidad y seguridad de los servicios sanitarios; y participaci髇 de los profesionales y de la sociedad civil.

II

Para llevar a cabo una adecuada organizaci髇 y ordenaci髇 de las actuaciones que competen a la Administraci髇 Sanitaria Madrile馻, en el T韙ulo II se crea el 玈istema Sanitario de la Comunidad de Madrid�, aut閚tica columna vertebral de la Ley, en el que tras establecer una serie de disposiciones generales en orden a definirlo como el conjunto de recursos, normas, medios organizativos y acciones orientados a satisfacer el derecho a la protecci髇 de la salud, establece que en 閘 se integran todas las funciones y todos los recursos, cualquiera que sea su titularidad, sin perjuicio de atender en todo caso a la naturaleza de los mismos.

Desde el punto de vista organizativo, el Sistema Sanitario de la Comunidad de Madrid se estructura de forma desconcentrada a trav閟 de las denominadas 羠eas Sanitarias que tienen car醕ter funcional. Estas 羠eas desarrollan actividades relativas a la salud p鷅lica y la promoci髇 de la salud, prevenci髇, asistencia sanitaria, y rehabilitaci髇 de la salud individual y colectiva de la poblaci髇, de una manera plenamente integrada y m醩 pr髕ima al ciudadano, instaurando, pues, un modelo basado en la concepci髇 integral de la salud, que pone fin a la tradicional e indeterminada dicotom韆 entre salud p鷅lica y asistencia sanitaria.

Por lo que se refiere a la ordenaci髇 funcional de la asistencia sanitaria, adem醩 de la gesti髇 de la red asistencial de titularidad p鷅lica, se posibilita la colaboraci髇 e integraci髇 del sector privado en una Red Sanitaria 趎ica de Utilizaci髇 P鷅lica, que se rige por normas comunes de calidad y acreditaci髇, creada como instrumento funcional del Sistema Sanitario para alcanzar una ordenaci髇 hospitalaria 髉tima que permita la adecuada coordinaci髇 y complementariedad de los servicios, el acceso y disfrute por los ciudadanos de los servicios m醩 adecuados para el diagn髎tico y tratamiento de su proceso, la homogeneizaci髇 de las prestaciones, as� como la eficiente y eficaz distribuci髇 y utilizaci髇 de los recursos econ髆icos, humanos y materiales.

Este T韙ulo se encuentra dividido en cinco Cap韙ulos que recogen la estructura y funciones del Sistema Sanitario de la Comunidad de Madrid. En 閘 aparecen definidas las competencias del Consejo de Gobierno y de la Consejer韆 de Sanidad en relaci髇 con la ordenaci髇 del sistema sanitario y su gesti髇, la regulaci髇 del mismo y su financiaci髇, y las actuaciones de la administraci髇 sanitaria, distinguiendo dentro de la misma, las de Autoridad Sanitaria y asistencia sanitaria, las de salud laboral y las de las Corporaciones Locales. En el 醡bito de la asistencia sanitaria se ha procurado dar un tratamiento integral a todas las actividades asistenciales, en sus niveles de atenci髇 primaria y especializada, y con una referencia expresa a la salud mental, respecto de la cual se aplica claramente el principio de integraci髇, dentro de la atenci髇 especializada, que se debe prestar en los mismos centros en que reciben asistencia otros pacientes, como una especialidad m醩, con el objeto de evitar toda estigmatizaci髇 y discriminaci髇, que por su condici髇 de enfermos mentales, estos pacientes pudieran sufrir en su atenci髇 sanitaria. Por otra parte se establece, igualmente en este T韙ulo, el r間imen de impugnaci髇 de los actos, el r間imen de responsabilidad y la representaci髇 y defensa en juicio de los 髍ganos que integran la administraci髇 sanitaria de la Comunidad de Madrid.

III

El T韙ulo III, 獶e la iniciativa privada� introduce otro aspecto integrador de la Ley de Ordenaci髇 Sanitaria de la Comunidad de Madrid, en la medida que incorpora una referencia expresa a las organizaciones sanitarias privadas, que junto con otras iniciativas sanitarias de la sociedad civil, concurren con la administraci髇 sanitaria, en la prestaci髇 de servicios asistenciales, en sus respectivos 醡bitos. Este T韙ulo, pese a estar constituido solo por 3 art韈ulos, se presenta de forma independiente por la singularidad de la materia objeto de regulaci髇.

La Comunidad de Madrid cuenta con suficiente volumen de recursos de titularidad privada como para que 閟ta al menos tenga una menci髇 en la Ley, en unos t閞minos, obviamente, de absoluto respeto al marco constitucional que garantiza el normal desenvolvimiento de su actividad en una econom韆 libre de mercado.

Resulta evidente que en un 醡bito de la actividad privada como 閟te, las referencias expresas de la Ley han de ir exclusivamente dirigidas a garantizar y mejorar los niveles de colaboraci髇 y coordinaci髇 con el sistema sanitario p鷅lico, a trav閟 de la armonizaci髇 de los sistemas de informaci髇, y la colaboraci髇 con actividades de salud p鷅lica, con iniciativas de calidad total y con programas de formaci髇 e investigaci髇.

Es por ello que tras definir qu� se entiende por organizaci髇 sanitaria privada, y diferenciarla de la actividad de intermediaci髇 financiera, as� como del ejercicio individual de las profesiones sanitarias (ambas, actividades con su propia regulaci髇 espec韋ica), la Ley se limita a someter a aquellas a un r間imen de autorizaci髇 previa, y a atribuir a la administraci髇 sanitaria una actividad de ordenaci髇 de la colaboraci髇 de acuerdo con los principios de orientaci髇 al ciudadano, eficacia, eficiencia, integraci髇 de acciones y acreditaci髇 previa.

IV

El T韙ulo IV de la Ley sobre 獶erechos y Deberes de los ciudadanos�, incorpora una completa y extensa regulaci髇 a cerca de la posici髇 jur韉ica de los ciudadanos ante el sistema sanitario madrile駉, que se traduce en el reconocimiento de un amplio cat醠ogo de derechos, una relaci髇 de deberes de los mismos, as� como las garant韆s necesarias para dotarlos de efectividad.

En relaci髇 con los derechos de los ciudadanos, con car醕ter general se hace una referencia expresa a normas de rango constitucional como el respeto a la dignidad de la persona (art韈ulo 10 CE), expresado en el principio de autonom韆, el derecho a la intimidad personal y familiar (art韈ulo 18 CE), y el principio de igualdad (art韈ulo 14 CE), incorporando adem醩 un mandato expl韈ito de las administraciones sanitarias para promover el desarrollo y aplicaci髇 efectiva de los derechos mencionados en la norma.

Respecto a los derechos de los ciudadanos en relaci髇 con el sistema sanitario, se contemplan una serie de preceptos que tienen en cuenta los desarrollos m醩 autorizados contenidos en la jurisprudencia del Tribunal Supremo en relaci髇 con el derecho a la informaci髇 sobre su propio estado de salud, con las matizaciones precisas en supuestos de incapacidad o incompetencia, la confidencialidad de sus datos sanitarios, o el derecho a la libre elecci髇 de m閐ico, centro sanitario, as� como a una segunda opini髇 facultativa.

La autonom韆 del paciente en sus relaciones con el Sistema Sanitario es un derecho que viene reconocido en declaraciones internacionales, como la Declaraci髇 Universal de los Derechos Humanos de 1948, la Declaraci髇 sobre la Promoci髇 de los Derechos de los Pacientes en Europa de 1994, o el Convenio del Consejo de Europa sobre los Derechos del Hombre y la Biomedicina de 1997, as� como en el ordenamiento jur韉ico interno, en los art韈ulos 10 de la Constituci髇 Espa駉la y 10 de la Ley General de Sanidad. El principio de autonom韆 se debe conjugar con el respeto por la relaci髇 m閐ico-paciente y la 閠ica profesional. Es por ello que esta Ley contempla dentro de este t韙ulo las 獻nstrucciones Previas�, garantizando de este modo la decisi髇 declarada del paciente, de forma previa y fehaciente, con el objeto de respetar su voluntad en las intervenciones m閐icas en los momentos finales de la vida. Se ha optado por la denominaci髇 de 獻nstrucciones Previas�, en vez de 玍oluntades Anticipadas玱 玊estamento Vital�, en consonancia con el Convenio de Oviedo y los trabajos parlamentarios que se est醤 llevando a cabo en el Congreso de los Diputados para la tramitaci髇 de la Ley Estatal.

Merece, as� mismo, ser destacada la regulaci髇 expresa que hace el art韈ulo 29 en relaci髇 con el desarrollo del derecho del ciudadano a recibir libremente informaci髇 veraz por cualquier medio de difusi髇 [Art韈ulo 20.1.d) CE]. La potenciaci髇 del papel del ciudadano y de su autonom韆 en el sistema sanitario presupone una informaci髇 sanitaria suficiente, capaz de respaldar la facultad de elecci髇 y de participaci髇 activa de las personas. Por otra parte, la regulaci髇 actual de los derechos de los pacientes, contenida en la Ley General de Sanidad se orienta exclusivamente a garantizar su derecho a la informaci髇 en el contexto de la atenci髇 sanitaria, pero no entra en aspectos tales como la promoci髇 y publicidad de productos y servicios sanitarios o la informaci髇 sobre nuevas t閏nicas o progresos cient韋icos, por lo que para evitar que los ciudadanos reciban informaci髇 sanitaria que imposibilite o limite el ejercicio aut髇omo y responsable de la facultad de elecci髇, y su participaci髇 activa en el mantenimiento o recuperaci髇 de su estado de salud, la Ley contempla el derecho a la informaci髇 sanitaria, de una forma diferenciada del derecho a la informaci髇 sobre su estado de salud, e incorpora en su art韈ulo 29 una serie de actuaciones de la autoridad sanitaria que garantizan este derecho.

Para dotar de efectividad al derecho a la protecci髇 de la salud de los ciudadanos, y garantizar el principio de aseguramiento p鷅lico en relaci髇 con las prestaciones sanitarias del sistema, la Ley crea la Red de Agencias Sanitarias de la Comunidad de Madrid.

Este dispositivo, de absoluta singularidad, en relaci髇 no solo con el resto de las CCAA con plenas competencias en asistencia sanitaria, sino a nivel nacional y de la Uni髇 Europea, representa una de las aportaciones de mayor trascendencia del modelo sanitario de la Comunidad de Madrid, en la medida que coloca al ciudadano en el centro del sistema, y se constituye en una herramienta b醩ica en sus relaciones con la administraci髇 sanitaria.

La misi髇 y fin de estas Agencias supera el concepto de centros de gesti髇 administrativa y se adentra en la figura de Agencias de aseguramiento p鷅lico. Es decir, tienen como funci髇 atender al usuario de forma personalizada, dando cobertura a la garant韆 de servicio previamente explicitada por la administraci髇 sanitaria en su Carta de Derechos del Paciente y en su Oferta de Servicios Sanitarios.

Este dispositivo introduce un aut閚tico cambio de paradigma en nuestro modelo sanitario e incorpora una perspectiva ciertamente novedosa, pues supone, nada m醩 y nada menos, trasladar el epicentro del sistema de la provisi髇 al aseguramiento, e implica para el ciudadano sustituir la condici髇 de paciente, perceptor de servicios, por la de titular del derecho no contributivo y usuario del sistema.

Junto al reconocimiento de un amplio cat醠ogo de derechos, la Ley establece un conjunto de deberes de los ciudadanos con el objeto de definir 醡bitos de colaboraci髇 e implicaci髇 de 閟tos en el sistema sanitario. Se trata de introducir en el sistema sanitario madrile駉 un marco de responsabilidad en el uso racional de los recursos, para que sean adecuadamente utilizados en beneficio de todos, especialmente por lo que se refiere a la prestaci髇 farmac閡tica y la Incapacidad Temporal.

Otra figura novedosa de esta Ley la constituye el Defensor del Paciente, regulado en el cap韙ulo III del presente t韙ulo IV, encargado de gestionar las quejas, reclamaciones y sugerencias relativas a los derechos y obligaciones de los pacientes, no resueltas en los niveles de la funci髇 de aseguramiento y provisi髇, y sin perjuicio del derecho del interesado a utilizar otras v韆s para formular sus reclamaciones. Tiene como principal objeto intermediar en los conflictos que se planteen, recabar informaci髇, as� como recibir todo tipo de sugerencias que deseen realizar los ciudadanos. Esta figura se plantea con naturaleza consultiva e independiente respecto de los distintos 髍ganos y funciones de la Consejer韆. Adem醩, para dar conocimiento de sus actividades est� previsto que emita anualmente una Memoria que refleje el an醠isis del tipo de reclamaciones, quejas o sugerencias presentadas por los usuarios y las propuestas concretas en relaci髇 a las mismas.

V

El T韙ulo V, regula 獿a Participaci髇 Social, Institucional y Civil�. Una Ley avanzada como es la Ley de Ordenaci髇 Sanitaria de la Comunidad de Madrid, no puede obviar una referencia expl韈ita a la participaci髇, teniendo en cuenta, adem醩, la creciente importancia del ciudadano dentro del sistema sanitario, y el que se le atribuye en esta Ley. En este sentido, cabe destacar la diferenciaci髇 entre participaci髇 social, institucional y civil, as� como los instrumentos para hacer efectivo este derecho, que conforme a lo dispuesto en el art韈ulo 40 de la Ley, le confiere la posibilidad de participar en la pol韙ica sanitaria, y en la actividad de los organismos p鷅licos cuya funci髇 afecta a la calidad de vida o al bienestar general.

A tal efecto, la Ley contempla una serie de 髍ganos de participaci髇 ciudadana que en sus respectivos 醡bitos territoriales tienen facultades consultivas y de asesoramiento en la formulaci髇 de planes y objetivos generales del Sistema, as� como en el seguimiento y evaluaci髇 final de los resultados de su ejecuci髇.

Dichos 髍ganos son el Consejo de Salud, principal 髍gano de participaci髇 de la Consejer韆 de Sanidad, los Consejos de salud de las 羠eas Sanitarias, de nueva creaci髇, y el Consejo de Seguridad e Higiene Alimentaria, el cual, habiendo sido creado por una disposici髇 de car醕ter reglamentario (Decreto 87/2000, de 18 de mayo), eleva as� su rango normativo.

Por 鷏timo, conscientes de la importante labor que desarrolla la sociedad civil en el 醡bito de la investigaci髇 en ciencias de la salud, la innovaci髇 tecnol骻ica sanitaria, y la promoci髇 de la salud p鷅lica, la Ley incorpora una importante medida de fomento al establecer incentivos a la participaci髇 p鷅lica y privada en dichas 醨eas.

VI

El T韙ulo VI lleva por t韙ulo 獿a Salud P鷅lica�. Cabe destacar que la salud p鷅lica aparece ampliamente reflejada, en esta Ley, dejando patente, la importancia que se le da a dicha funci髇 dentro del modelo sanitario Madrile駉, y en el contexto global del sistema, no solo por la extensi髇 y minuciosidad de su exposici髇, sino por la novedosa incorporaci髇 del Informe del Estado de Salud de la Poblaci髇.

La Ley hace un planteamiento novedoso de la funci髇 de salud p鷅lica, integr醤dola dentro del sistema sanitario, y relacion醤dola estrechamente con otras funciones del sistema, como es la funci髇 de compra, a trav閟 del citado Informe del Estado de Salud de la Poblaci髇, que se deber� elaborar con car醕ter anual y deber� ser incorporado al documento de planificaci髇 del reparto del presupuesto que no es otra cosa que la funci髇 de compra de los servicios asistenciales del sistema, que tiene encomendada el Servicio Madrile駉 de Salud.

Este T韙ulo consta de tres Cap韙ulos, en los que se definen los aspectos b醩icos de aquellas actividades necesarias para la protecci髇 de la salud colectiva de la poblaci髇, distinguiendo dentro del mismo, las funciones de vigilancia en salud p鷅lica, las de educaci髇 para la salud de la poblaci髇, y estableciendo as� mismo mecanismos de cooperaci髇 interinstitucional, y la integraci髇 efectiva de los programas de salud p鷅lica en los referentes de la Uni髇 Europea.

VII

El T韙ulo VII se refiere al 玈ervicio Madrile駉 de Salud�, que constituy閚dose como una nueva entidad de derecho p鷅lico dotada de personalidad jur韉ica propia y plena capacidad de obrar, sustituye al Servicio Regional de Salud creado por la Ley 9/1984 de 30 de mayo.

El Servicio Madrile駉 de Salud, como Servicio de Salud de la Comunidad de Madrid, integra todos los recursos presupuestarios p鷅licos destinados a la asistencia sanitaria en el territorio de la Comunidad de Madrid.

Destaca como novedad, la voluntad de separar las funciones de la prestaci髇 de servicios de los centros sanitarios de las funciones de asignaci髇 presupuestaria vinculada a objetivos de salud, as� como el control y la evaluaci髇 de los mismos. El Servicio Madrile駉 de Salud recoge todas las funciones, centros y servicios del extinto Servicio Regional de Salud de la Comunidad de Madrid, lo que significa que su dispositivo de provisi髇 pasa a depender del Servicio Madrile駉 de Salud.

En este orden de cosas, el Servicio Madrile駉 de Salud se vincula al dispositivo de titularidad p鷅lica de la Red Sanitaria 趎ica de Utilizaci髇 P鷅lica de dos formas distintas y confluyentes a la vez. Por una parte, lo hace funcionalmente con el Instituto Madrile駉 de la Salud, creado por esta Ley, a trav閟 de los instrumentos de compra de servicios sanitarios, que son a su vez las herramientas que le facultan para su asignaci髇 presupuestaria, control y seguimiento, y por otra parte, con su propio dispositivo asistencial lo hace de forma directa a trav閟 de los instrumentos de compra antes mencionados.

El dise駉 de estos dos elementos se hace imprescindible en este momento de la asunci髇 de las competencias en materia de asistencia sanitaria de la Seguridad Social, en la medida que las diferencias patrimoniales, contables, laborales, culturales y de sistemas de informaci髇, entre otras, hacen imposible la fusi髇 sin m醩 de estas estructuras, a fecha de hoy, sin generar importantes distorsiones en la gesti髇. A la vez, esto no significa que el esfuerzo de equiparaci髇 y de convergencia no haya de hacerse en el futuro pr髕imo.

Al Servicio Madrile駉 de Salud corresponde la adecuada asignaci髇 de los recursos presupuestarios afectos a la asistencia sanitaria en la Comunidad de Madrid, que se ejercer� de acuerdo con las directrices, prioridades y criterios generales de la planificaci髇 sanitaria que determine la Consejer韆 de Sanidad, el Plan de Servicios Cuatrienal del Servicio Madrile駉 de Salud, el Informe del Estado de Salud de la poblaci髇 y el Programa de Asignaci髇 por Objetivos Sanitarios, estos dos 鷏timos de car醕ter anual.

Por la importancia y singularidad del contenido cabe destacar que en el Cap韙ulo V, Secci髇 1, viene reflejada la definici髇 de la Actividad de asignaci髇 presupuestaria o funci髇 de compra de servicios sanitarios, as� como el alcance y naturaleza, para el 醡bito de esta Ley, del Contrato Sanitario.

Dicho T韙ulo, consta de seis Cap韙ulos, en el I se hace referencia al objeto y naturaleza, en el II se habla de los fines y funciones, el III de los medios materiales y el r間imen patrimonial, el IV del r間imen financiero, presupuestario y contable, el V de las actividades, que a su vez, se encuentra dividido en tres Secciones, relativas a la compra de servicios sanitarios, actividad asistencial y separaci髇 de funciones, y por 鷏timo el Cap韙ulo VI dedica seis art韈ulos a los 觬ganos de Gobierno y Direcci髇.

VIII

El T韙ulo VIII recoge, a los efectos de mantener y mejorar la ordenaci髇 sanitaria, la creaci髇 del 獻nstituto Madrile駉 de la Salud�, entidad de derecho p鷅lico, con personalidad jur韉ica propia y plena capacidad de obrar, configurado por todos los centros, servicios y establecimientos sanitarios transferidos por el Instituto Nacional de la Salud en el territorio de la Comunidad de Madrid, al cual corresponden las funciones de gesti髇 y administraci髇 de los centros, servicios y prestaciones del sistema sanitario p鷅lico.

El Instituto Madrile駉 de la Salud es un ente instrumental creado como organismo proveedor de los servicios sanitarios adscrito a la Consejer韆 de Sanidad de la Comunidad de Madrid que, entre otras facultades, ostenta la direcci髇, vigilancia y tutela, as� como el control, la inspecci髇 y la evaluaci髇 de sus actividades.

La creaci髇 de este Instituto consolida definitivamente el principio de separaci髇 de funciones promulgado por esta Ley, sin perjuicio de su vinculaci髇 funcional con el Servicio Madrile駉 de Salud el cual a trav閟 de los instrumentos de compra definidos en la misma, regular� sus actividades, controlar� su asignaci髇 presupuestaria y evaluar� sus resultados.

Uno de los aspectos m醩 novedosos de la presente Ley, es que propone un modelo abierto y flexible, que apuesta por una diversidad de f髍mulas posibles de gesti髇 y administraci髇 de los servicios y prestaciones sobre los que tiene competencias. De este modo, se pretende avanzar en la incorporaci髇 de mecanismos de gesti髇 moderna, habituales en los pa韘es de la Uni髇 Europea, adecuados al car醕ter prestacional de la administraci髇 sanitaria, no obstante su naturaleza p鷅lica.

En relaci髇 con las medidas adoptadas en el pasado, y de acuerdo con la actual configuraci髇 del modelo sanitario de la Comunidad de Madrid, esta Ley consolida, mediante la institucionalizaci髇 de la Red Sanitaria 趎ica de Utilizaci髇 P鷅lica, un sistema sanitario basado, a trav閟 de la acreditaci髇, en el aprovechamiento de todos los recursos, con el objeto de alcanzar una 髉tima ordenaci髇 sanitaria que permita la adecuada homogeneizaci髇 de las prestaciones y la correcta utilizaci髇 de los recursos humanos y materiales, siguiendo as� la tendencia general de los pa韘es socialmente m醩 avanzados.

Al igual que el T韙ulo anterior, 閟te se encuentra dividido en Cap韙ulos, donde se establecen el objeto, naturaleza, fines, funciones, medios materiales, r間imen patrimonial, r間imen financiero, presupuestario y contable, haciendo una menci髇 especial al personal, as� como a la organizaci髇 y gesti髇 de los diferentes centros y establecimientos que integran el Instituto Madrile駉 de la Salud. Por 鷏timo los Cap韙ulos VII y VIII, hacen referencia, respectivamente a la actividad y a los 觬ganos de Gobierno y Direcci髇.

IX

El T韙ulo IX de la presente Ley crea el 獻nstituto de Salud P鷅lica de la Comunidad de Madrid�, 髍gano de apoyo cient韋ico y t閏nico del Sistema Sanitario, que desarrolla actividades de planificaci髇, gesti髇 y evaluaci髇 de los servicios de Salud P鷅lica.

En el actual modelo de servicios de salud p鷅lica existen dificultades intr韓secas, porque concita sobre las mismas personas la responsabilidad del an醠isis, la priorizaci髇, la evaluaci髇, la adopci髇 de medidas correctoras, la proposici髇 en el desarrollo del marco legislativo, o la potestad sancionadora, entre otras.

Para superar estos inconvenientes y dotar a la funci髇 de salud p鷅lica de un instrumento eficaz de apoyo cient韋ico-t閏nico, se crea dicho Instituto, que con naturaleza de entidad de derecho p鷅lico y personalidad jur韉ica propia, act鷄 en el marco de lo p鷅lico en las funciones ligadas al ejercicio de la autoridad sanitaria, pero con amplias facilidades para la colaboraci髇 del sector privado previa identificaci髇 de intereses comunes en otras acciones como por ejemplo las de investigaci髇.

En el 醡bito de la Comunidad de Madrid, tiene precedentes legislativos y operativos; legislativos en el marco de la Ley General de Sanidad, donde el legislador decidi� separar las funciones de autoridad, de las funciones de apoyo cient韋ico-t閏nico al Sistema Nacional de Salud; y operativos, al haberse formalizado en diversas comunidades aut髇omas, estructuras en el estricto marco de la Salud P鷅lica, encargadas de la gesti髇 de los servicios t閏nicos, espec韋icos de un determinado 醡bito o generales de dicha Comunidad.

En concreto, al Instituto de Salud P鷅lica de la Comunidad de Madrid, le corresponden las actuaciones de intervenci髇 en materia de salud p鷅lica, de acuerdo con las directrices emanadas de la autoridad sanitaria, de vigilancia epidemiol骻ica y vigilancia en salud p鷅lica, de dise駉 de programas de prevenci髇 de las enfermedades, de acreditaci髇 de los programas de prevenci髇 o de promoci髇 de la salud, de gesti髇 de los laboratorios de salud p鷅lica propios, coordinaci髇 de los laboratorios de salud p鷅lica de la Comunidad de Madrid y cooperaci髇 con otros que realicen determinaciones de inter閟 en materia de salud p鷅lica, de mejora de la salud laboral, con especial incidencia en el desarrollo de sistemas de informaci髇 y vigilancia en esta materia, de formaci髇 del personal al servicio de la salud p鷅lica o de investigaci髇 cient韋ica en este campo espec韋ico, en coordinaci髇 con la Agencia de Formaci髇, Investigaci髇 y Estudios Sanitarios de la Comunidad de Madrid.

La Autoridad Sanitaria se vincula con el Instituto de Salud P鷅lica de la Comunidad de Madrid a trav閟 de los instrumentos de compra de servicios de salud p鷅lica, que son a su vez las herramientas que le facultan para su asignaci髇 presupuestaria, control y seguimiento.

X

El T韙ulo X, se refiere espec韋icamente a la 獸ormaci髇 e Investigaci髇 Sanitaria�, y a la creaci髇 de la 獳gencia de Formaci髇, Investigaci髇 y Estudios Sanitarios de la Comunidad de Madrid�, en consonancia con lo dispuesto en el art韈ulo 18, apartado 14 y 15, de la Ley General de Sanidad, estableciendo en el marco de los principios generales del art韈ulo 113 de la Ley, que el sistema sanitario de la Comunidad de Madrid deber� fomentar las actividades encaminadas a la mejora y adecuaci髇 de la formaci髇 de los profesionales sanitarios, de la investigaci髇 cient韋ica y la innovaci髇 tecnol骻ica en el campo de las ciencias de la salud, para lo cual los recursos de la Red Sanitaria 趎ica de Utilizaci髇 P鷅lica deber醤 estar a disposici髇 de la preparaci髇, mejora y adecuaci髇 de la capacidad de sus profesionales y su desarrollo profesional, en el marco de una pol韙ica interdepartamental del Consejo de Gobierno, coordinada, a fin de que la planificaci髇 y gesti髇 de la formaci髇 e investigaci髇 en Ciencias de la Salud, se integren en el marco de los objetivos que se definan en materia de pol韙ica sanitaria auton髆ica, de acuerdo con lo dispuesto en la Ley 5/1998, de 7 de mayo de Fomento de la Investigaci髇 Cient韋ica y la Innovaci髇 Tecnol骻ica.

La indudable importancia que tiene la formaci髇 e investigaci髇 en el campo de las ciencias de la salud justifican el tratamiento de esta cuesti髇 en un t韙ulo aparte, siendo importante destacar la referencia expresa a la Agencia de Formaci髇, Investigaci髇 y Estudios Sanitarios de la Comunidad de Madrid, entidad de derecho p鷅lico, con personalidad jur韉ica propia y plena capacidad de obrar, adscrita a la Consejer韆 de Sanidad, que se articula como instrumento m醩 eficaz para el desarrollo de la pol韙ica de formaci髇 e investigaci髇 sanitarias, la definici髇, coordinaci髇 y evaluaci髇 de programas y la coordinaci髇 con otras entidades y 髍ganos que act鷄n en este 醡bito, para dar apoyo al Sistema Sanitario de la Comunidad de Madrid.

XI

El T韙ulo XI est� dedicado a la 獳ctuaci髇 en materia de Drogodependencias�. Indudablemente este es un aspecto sustantivo de la pol韙ica sanitaria de la Comunidad de Madrid, referida a un aspecto muy concreto, el de la reducci髇 de la demanda o tratamiento del drogodependiente como un enfermo, m醩 all� de otros aspectos que corresponden a la competencia del Estado.

En este 醡bito, la Comunidad de Madrid presenta una situaci髇 diferenciada del resto de las Comunidades Aut髇omas, al contar con un Organismo Aut髇omo, la Agencia Antidroga, adscrita a la Consejer韆 de Sanidad, con competencias espec韋icas en materia de drogodependencias y otros trastornos adictivos, a cuya regulaci髇 se remite, sin perjuicio de las competencias atribuidas a otros 髍ganos en la presente Ley.

Tras definir como actuaciones en materia de drogodependencias, la prevenci髇, asistencia, rehabilitaci髇-reinserci髇, y formaci髇 en drogodependencias, con sus propios medios, y mediante la cooperaci髇, coordinaci髇 y participaci髇 de la Comunidad de Madrid con las distintas administraciones y organizaciones sociales que intervengan en este campo, la Ley establece los principios generales de intervenci髇.

XII

La Ley regula en el Titulo XII 獵ompetencias de las Corporaciones Locales� en dicha materia, completando as� la ordenaci髇 sanitaria de Comunidad de Madrid.

En atenci髇 a las competencias sanitarias que tienen atribuidas en la legislaci髇 vigente de r間imen local, la Ley hace una menci髇 expresa de sus responsabilidades en relaci髇 con el obligado cumplimiento de las normas y planes sanitarios en sus respectivos 醡bitos territoriales, estableciendo una cierta funci髇 de tutela, as� como de apoyo a la misma.

Destaca en este T韙ulo, de un lado, la referencia a los 醡bitos de participaci髇 de los municipios en el sistema sanitario de la Comunidad de Madrid, y de otro, la expresa referencia a la posibilidad de ejercer delegadamente competencias de la Consejer韆 de Sanidad, siempre que acrediten poder ejecutar plenamente las competencias sanitarias propias, obtengan la correspondiente acreditaci髇 para ejecutar las delegadas en los t閞minos que reglamentariamente se establezcan, se cumpla el principio de corresponsabilidad financiera, y asuman los resultados econ髆icos de su gesti髇, de acuerdo con el principio de autonom韆 municipal.

XIII

Finalmente, el T韙ulo XIII, aborda el 玆間imen Sancionador�, en sus art韈ulos 140 a 149, donde se regula la funci髇 de inspecci髇 y control en cumplimiento de la legislaci髇 sanitaria, las infracciones y sanciones y el ejercicio de la potestad sancionadora.

Obviamente, la implantaci髇 de este nuevo modelo integral, que corresponde a una Ley esencialmente garantista, fruto de un proceso que se ha pretendido que sea lo m醩 participativo y dialogante posible para dotar a este texto normativo de la suficiente flexibilidad, versatilidad y mecanismos de adaptaci髇 a las necesidades que en el futuro puedan surgir, deber� llevarse a cabo de un modo gradual y progresivo a fin de asegurar plenamente el 閤ito de las mejoras que se propugnan, que se ir醤 completando a medida que se proceda a la integraci髇 o adscripci髇 funcional de los centros, servicios y establecimientos sanitarios actualmente de titularidad de otros organismos, con los servicios y funciones adscritos a la Consejer韆 de Sanidad de la Comunidad de Madrid.

En definitiva, la aplicaci髇 del nuevo modelo que la presente Ley configura nos permitir� avanzar, sin duda, en la distribuci髇 adecuada de los recursos sanitarios, la optimizaci髇 de los medios econ髆icos que se destinan a los mismos, la coordinaci髇 de todo el dispositivo de cobertura sanitaria, la incentivaci髇 de los profesionales a trav閟 de medidas orientadas a mejorar sus condiciones de trabajo, su estabilidad en el empleo, su formaci髇 continuada y su desarrollo profesional, la participaci髇 de los usuarios en la toma de decisiones y la mejora de la calidad y del nivel de excelencia de los servicios sanitarios, con el objeto 鷏timo y esencial de promover, proteger, restaurar, rehabilitar y mejorar la salud de los ciudadanos de Comunidad de Madrid, constituyendo la Ley de Ordenaci髇 Sanitaria de la Comunidad de Madrid un instrumento fundamental y necesario para articular el compromiso que adquieren los Poderes P鷅licos con la ciudadan韆 respecto al desarrollo y aplicaci髇 de un derecho tan relevante como el relacionado con la protecci髇 y el cuidado de la salud.