Atenci髇 norma derogada, ver regulaci髇 posterior

Real Decreto 1008/2017, de 1 de diciembre, por el que se aprueba la Estrategia de Seguridad Nacional 2017

ESTRATEGIA DE SEGURIDAD NACIONAL 2017

Resumen ejecutivo

La Estrategia de Seguridad Nacional es el marco de referencia para la pol韙ica de Seguridad Nacional, una pol韙ica de Estado que parte de una concepci髇 amplia de la seguridad. La Estrategia actual profundiza en algunos de los conceptos y l韓eas de acci髇 definidos en 2013 y avanza en la adaptaci髇 de dicha Pol韙ica ante nuevos desarrollos de un entorno de seguridad en cambio constante.

La Estrategia est� articulada en torno a seis cap韙ulos. El primero, 玌na Seguridad Nacional para la Espa馻 de hoy�, desarrolla la visi髇 de Seguridad Nacional de Espa馻 a partir de su condici髇 de democracia, su particular perfil geoestrat間ico y su vocaci髇 global.

Espa馻 se enfrenta a una serie de amenazas y desaf韔s, tanto internos como externos, incluyendo el reto demogr醘ico, su limitada interconexi髇 energ閠ica o problemas de cohesi髇 territorial. Los desaf韔s a la legalidad y al inter閟 general de Espa馻 requieren una respuesta desde el Estado de Derecho con objeto de garantizar los derechos y libertades de todos los ciudadanos.

Asimismo, en plena revoluci髇 tecnol骻ica, Espa馻, como pa韘 interconectado e interdependiente, se debe adaptar a esta transformaci髇 y aprovechar sus oportunidades de progreso, a la vez que aborda los nuevos desaf韔s que comporta la hiperconectividad. En este sentido, es importante fomentar la concienciaci髇 sobre las principales amenazas y desaf韔s actuales, a trav閟 de una adecuada cultura de Seguridad Nacional.

El segundo cap韙ulo, 獶in醡icas de transformaci髇 de la seguridad global� analiza el entorno de seguridad global con un 閚fasis en los procesos de cambio y tendencias que se han hecho m醩 marcadas desde la publicaci髇 de la anterior Estrategia.

Es un entorno m醩 complejo y vol醫il donde se observa un aumento de las tensiones geopol韙icas y de la incertidumbre; un mundo cada vez m醩 globalizado e interdependiente, donde las crisis se suceden con cada vez m醩 intensidad. Algunas de las din醡icas m醩 notables son el ritmo acelerado de transformaci髇 impulsado por las tecnolog韆s, las asimetr韆s demogr醘icas entre regiones o el cambio clim醫ico. Todo ello aumenta la presi髇 sobre el orden internacional del que es partidario Espa馻, basado en la legalidad y una gobernanza global m醩 justa, inclusiva y eficaz. El reto fundamental para Espa馻 ser� por tanto entender, adaptarse y gestionar estos cambios de manera 醙il y flexible.

La Estrategia en su tercer cap韙ulo 獷spa馻 en el mundo: un pa韘 con vocaci髇 global� presenta una visi髇 de Espa馻 como pa韘 concernido por cuanto acontece en todas las regiones geogr醘icas.

La Seguridad Nacional de Espa馻 est� condicionada por su singular posici髇 geoestrat間ica. La condici髇 europea, mediterr醤ea y atl醤tica del pa韘 determina la importancia de estas regiones para su seguridad, estabilidad y prosperidad. Pero m醩 all� de su 醡bito geoestrat間ico, en el nuevo panorama internacional, las contingencias y desarrollos que se producen en 醨eas muy alejadas de las fronteras del pa韘 y de sus zonas de inter閟 inmediato tambi閚 pueden impactar en su Seguridad Nacional.

As�, atendiendo a criterios como su identidad, vocaci髇, situaci髇 geoestrat間ica, intereses y valores, y el posible impacto de amenazas y desaf韔s a su seguridad, las zonas que revisten especial inter閟 para la Seguridad Nacional son: Europa, Norte de 羏rica y Oriente Medio, 羏rica subsahariana, Am閞ica Latina, Am閞ica del Norte y Asia-Pac韋ico. No son compartimentos estancos, y las amenazas y desaf韔s que presentan pueden transcender f醕ilmente dichos espacios.

Ante este entorno de seguridad, el cuarto cap韙ulo de la Estrategia trata las 獳menazas y desaf韔s para la Seguridad Nacional�. Se identifican, por una parte, las amenazas que comprometen o socavan la Seguridad Nacional y por otra parte, los desaf韔s que, como retos y sin tener la entidad de amenaza, suscitan vulnerabilidad, provocan situaciones de inestabilidad o pueden propiciar el surgimiento de nuevas amenazas. Las principales amenazas identificadas son los conflictos armados, el terrorismo, el crimen organizado, la proliferaci髇 de armas de destrucci髇 masiva, el espionaje, las ciberamenazas y las amenazas sobre las infraestructuras cr韙icas. Especial menci髇 merece la amenaza del terrorismo yihadista, uno de los principales problemas de seguridad a los que se enfrenta el mundo y que de nuevo mostr� toda su brutalidad en Espa馻 en agosto de 2017.

En cuanto a desaf韔s a tratar se se馻lan la inestabilidad econ髆ica, la vulnerabilidad energ閠ica, los movimientos migratorios, las emergencias y cat醩trofes, las epidemias y pandemias y el cambio clim醫ico. Dichas amenazas y desaf韔s no existen aislados, sino que est醤 interconectados, sus efectos traspasan fronteras y se materializan con frecuencia en los espacios comunes globales, como el ciberespacio, el espacio mar韙imo y el espacio a閞eo y ultraterrestre.

A la vista de estas amenazas y los desaf韔s para la Seguridad Nacional, el quinto cap韙ulo de la Estrategia, 玂bjetivos generales y l韓eas de acci髇 de la Seguridad Nacional�, identifica cinco objetivos generales que orientan la acci髇 del Estado en materia de Seguridad Nacional: avanzar en un modelo integral de gesti髇 de crisis, promover una cultura de Seguridad Nacional, favorecer el buen uso de los espacios comunes globales, impulsar la dimensi髇 de seguridad en el desarrollo tecnol骻ico y fortalecer la proyecci髇 internacional de Espa馻. Son objetivos comunes a todos los 醡bitos de la pol韙ica de Seguridad Nacional y permiten de este modo su integraci髇.

Adem醩, se establecen quince 醡bitos de actuaci髇. Algunos son tradicionales, como la Defensa Nacional, la lucha contra el terrorismo, la ciberseguridad, o la lucha contra el crimen organizado. Otros son novedosos y exigidos por el nuevo panorama de seguridad, como la preservaci髇 del medio ambiente con especial incidencia en la lucha contra el cambio clim醫ico, la seguridad frente a epidemias o pandemias y la seguridad del espacio a閞eo y ultraterrestre.

Tales objetivos y l韓eas de acci髇 ordenan, posicionan y priorizan la acci髇 del Estado en materia de Seguridad Nacional junto con la asignaci髇 adecuada de recursos, capacidades y esfuerzos, siempre bajo la l骻ica de su optimizaci髇 y uso eficiente.

En el 鷏timo cap韙ulo, 玈istema de Seguridad Nacional�, se establecen una serie de iniciativas para reforzar el Sistema de Seguridad Nacional y mejorar la coordinaci髇 y eficacia de la acci髇 del Estado y la participaci髇 de la sociedad.

A tal fin se prev� desarrollar el sistema de gesti髇 de crisis y establecer un Plan integral de Cultura de Seguridad Nacional, el impulso a la aprobaci髇 de la Estrategia de Seguridad Aeroespacial Nacional y la constituci髇 del Consejo Nacional de Seguridad Aeroespacial, as� como la revisi髇 de las Estrategias sectoriales existentes (en materia de seguridad mar韙ima, energ韆 y ciberseguridad). Tambi閚 se considera el Consejo de Seguridad Nacional como punto de contacto 鷑ico en el 醡bito de la seguridad de las redes y sistemas de informaci髇 con las autoridades competentes de otros Estados miembros de la Uni髇 Europea (UE).

Introducci髇

La Estrategia de Seguridad Nacional adopta una visi髇 integral de la seguridad, entendida esta como servicio p鷅lico objeto de una acci髇 del Estado dirigida a proteger la libertad, los derechos y bienestar de los ciudadanos, a garantizar la defensa de Espa馻 y sus principios y valores constitucionales, as� como a contribuir junto a sus socios y aliados a la seguridad internacional en el cumplimiento de los compromisos acordados.

Son componentes fundamentales de la Seguridad Nacional la Defensa Nacional, la Seguridad P鷅lica y la Acci髇 Exterior, apoyados por los Servicios de Inteligencia e Informaci髇 del Estado. Sin embargo, en muchos de los 醡bitos de especial inter閟 recogidos en la Estrategia, como son la ciberseguridad o la seguridad energ閠ica, no solo se requiere la actuaci髇 de los componentes fundamentales, sino del conjunto de las administraciones y de la sociedad en general.

De forma destacada, la Estrategia de 2013 y la Ley de Seguridad Nacional 36/2015, de 28 de septiembre, dise馻ban una estructura institucional en torno a un nuevo Sistema de Seguridad Nacional, con el Presidente del Gobierno en su centro, asistido por un Consejo de Seguridad Nacional. Este Sistema responde a la necesidad de hacer frente de forma coordinada, r醦ida e integral, a las distintas amenazas y desaf韔s a la seguridad. Bajo sus directrices, estos a駉s se han aprobado documentos estrat間icos de segundo nivel en 醨eas clave como la ciberseguridad, la seguridad mar韙ima y la seguridad energ閠ica.

A partir de una concepci髇 amplia de la seguridad y de un diagn髎tico del escenario internacional, la Estrategia de 2013 contribuy� a la articulaci髇 pr醕tica de la Seguridad Nacional como pol韙ica de Estado. Una pol韙ica, por tanto, con continuidad en el tiempo, y capaz de superar las agendas particulares de cada Gobierno e implicar al conjunto del sector p鷅lico. En este sentido, la Ley 36/2015, de 28 de septiembre, es fruto de un esfuerzo positivo de integraci髇 de voluntades y compromisos. Como resultado de este trabajo colectivo, Espa馻 es hoy uno de los pa韘es europeos m醩 avanzados en la materia. Y, con estas bases, el fomento de una cultura de Seguridad Nacional que favorezca la implicaci髇 activa de la sociedad espa駉la en su preservaci髇 y garant韆 debe formar parte de esta pol韙ica de Estado.

Toda estrategia precisa ser revisada y adaptada cada cierto tiempo, especialmente a la vista de nuevos acontecimientos o desarrollos que lo justifiquen. La citada Ley prev� la revisi髇 de la Estrategia cada cinco a駉s o 玞uando lo aconsejen las circunstancias cambiantes del entorno estrat間ico�. La Estrategia de 2013 subrayaba que el dinamismo del entorno y la propia realidad nacional exigir韆n un esfuerzo de adaptaci髇 constante y una revisi髇 peri骴ica.

Efectivamente, las circunstancias han cambiado desde 2013, tanto a nivel del orden internacional como en Europa y Espa馻, en ocasiones de forma notable, contribuyendo a un aumento de la incertidumbre. Algunas de las amenazas identificadas entonces, como el terrorismo o las ciberamenazas, se han hecho a鷑 m醩 prominentes. As� lo ponen de manifiesto los atentados terroristas en Europa, que tambi閚 afectaron a Espa馻 en agosto de 2017, por primera vez desde 2004. Por otra parte, las ciberamenazas han incrementado en n鷐ero e impacto, como fue el caso del ciberataque de mayo de 2017 WannaCry, de escala global y afecci髇 directa a empresas, servicios e intereses nacionales.

Este incremento se ha de relacionar con la prevalencia de las conocidas como acciones h韇ridas. Se trata de acciones combinadas que pueden incluir, junto al uso de m閠odos militares tradicionales, ciberataques, operaciones de manipulaci髇 de la informaci髇, o elementos de presi髇 econ髆ica, que se han manifestado especialmente en procesos electorales. La finalidad 鷏tima que se persigue es la desestabilizaci髇, el fomento de movimientos subversivos y la polarizaci髇 de la opini髇 p鷅lica.

En este contexto, tendencias como la revoluci髇 tecnol骻ica, que forman parte de un proceso m醩 amplio de transformaci髇 y globalizaci髇, se han acelerado. Han adquirido un car醕ter central para la seguridad, especialmente en un mundo m醩 interconectado, m醩 interdependiente pero a su vez m醩 fragmentado.

La situaci髇 en Espa馻 tambi閚 ha cambiado significativamente desde la aprobaci髇 de la Estrategia de 2013, entonces en un contexto de aguda crisis econ髆ica con un elevado coste social. Una crisis que tambi閚 ha tenido un impacto significativo en capacidades y recursos, y en buena medida con consecuencias en los movimientos independentistas. A ella se ha recurrido como argumento para apoyar acciones irresponsables.

Hoy Espa馻 emerge de la crisis con crecimiento econ髆ico, y con voluntad renovada de contribuir al liderazgo en Europa y a la paz y seguridad internacionales, particularmente en el nuevo panorama que se est� gestando en el mundo.

En consecuencia, con el fin de poder desempe馻r de la forma m醩 eficaz posible este servicio p鷅lico, se hace preciso dotar a Espa馻 de una nueva Estrategia de Seguridad Nacional. Una Estrategia que analiza el nuevo entorno de seguridad y los desaf韔s y amenazas que presenta, profundizando en algunos de los conceptos y l韓eas de acci髇 ya definidas en 2013. Un documento, tambi閚, que actualiza los fines a alcanzar y reordena en consecuencia la acci髇 y los recursos del Estado. Y un documento que es fruto de una valoraci髇 colectiva y en cuya elaboraci髇 se ha buscado una mayor participaci髇 de la sociedad. As�, se ha contado con aportaciones tanto de representantes de la Administraci髇 como de expertos de la de la sociedad civil, todo ello coordinado por el Departamento de Seguridad Nacional de la Presidencia del Gobierno.

De esta manera, Espa馻 estar� mejor preparada como pa韘 abierto y responsable frente a las grandes tendencias y cambios de la era actual que est醤 transformando el escenario de seguridad.

CAP蚑ULO 1
Una Seguridad Nacional para la Espa馻 de hoy

En este cap韙ulo se describe el perfil de la Espa馻 actual desde la 髉tica de los valores constitucionales que propugna, su particular posici髇 geoestrat間ica, vocaci髇 global y los retos derivados del nuevo entorno de seguridad.

Espa馻 entra en la recta final de la segunda d閏ada del siglo XXI como una democracia avanzada, como un pa韘 fuertemente comprometido con Europa y plenamente integrado en la sociedad internacional, donde se le reconoce su contribuci髇 activa y constructiva a las principales organizaciones de seguridad.

Espa馻 es un Estado social y democr醫ico de Derecho, dotado de un marco constitucional de derechos y libertades que tiene al ciudadano como eje central, y de unas instituciones que propugnan y protegen como valores superiores la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo pol韙ico. En Espa馻 se puede defender cualquier proyecto pol韙ico siempre que se haga en estricta observancia de la legalidad y con respeto a los derechos y libertades de todos sus ciudadanos.

Este es el fundamento de la Seguridad Nacional como pol韙ica de Estado y servicio p鷅lico cuyo objeto es proteger la libertad, los derechos y el bienestar de los ciudadanos, garantizar la defensa de Espa馻 y los principios y valores recogidos en su Constituci髇, as� como contribuir junto a socios y aliados a la seguridad internacional. Es una pol韙ica responsabilidad del Gobierno, al tiempo que implica al conjunto de las administraciones y a la sociedad en general.

La Seguridad Nacional contribuye a afianzar los elementos vertebradores de la Espa馻 del siglo XXI: su sistema democr醫ico, su sociedad plural y abierta, su rica diversidad territorial y lingstica, su nivel de desarrollo socioecon髆ico y su condici髇 de pa韘 dotado de un legado hist髍ico diferencial y de una lengua y una cultura globales. Estos aspectos son importantes para entender los objetivos que hoy propugna Espa馻 en la esfera internacional como pa韘 abierto al mundo y protector de sus ciudadanos. En este sentido, la importancia del respeto al Estado de Derecho y el valor del consenso constitucional y europeo, son condiciones fundamentales que la UE comparte con Espa馻.

Espa馻 tiene identidad europea, mediterr醤ea y atl醤tica. En este sentido, es preciso destacar la importancia de su singular posici髇 geoestrat間ica, en tanto que su apertura natural a distintos espacios le exige una visi髇 estrat間ica propia y din醡ica. As�, su situaci髇 central en entornos relevantes -entre Europa y el Norte de 羏rica, entre el Mediterr醤eo y el Atl醤tico- y con territorio peninsular, archipi閘agos, islas y las plazas de soberan韆 en el norte de 羏rica, convierten a Espa馻 en puente entre pa韘es y culturas y le confieren un perfil propio en materia de seguridad.

Como muestra de su vocaci髇 global, Espa馻 contribuye a la seguridad regional e internacional, de las que a su vez se beneficia. Es un socio fiable presente en la defensa de las mejores causas, como son los Derechos Humanos, la legalidad internacional y el multilateralismo.

Reflejo de su condici髇 europea y atl醤tica, Espa馻 es miembro relevante en organizaciones como la UE y la Organizaci髇 del Tratado para el Atl醤tico Norte (OTAN), asumiendo sus responsabilidades con la seguridad colectiva. Asimismo, participa bajo el paraguas de la Organizaci髇 de las Naciones Unidas (ONU), la OTAN o la UE en diversas misiones en el exterior en zonas lejos de sus fronteras y espacios tradicionales, 醨eas y regiones tan diversas como el Sahel, el Este de Europa, el Oc閍no 蚽dico o Irak, en las que act鷄n las Fuerzas Armadas y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Ello se une a la labor constante de la diplomacia espa駉la y los Servicios de Inteligencia e Informaci髇 del Estado. La pol韙ica de cooperaci髇 al desarrollo es otro de los ejes de actuaci髇 de Espa馻 que contribuye adem醩 a la paz y seguridad internacional. Tales compromisos en materia de seguridad y la proyecci髇 exterior de Espa馻 suponen, a su vez, un esfuerzo exigente en capacidades e inversiones, que resulta necesario para garantizar un entorno internacional estable y, con 閘, la seguridad y prosperidad de los espa駉les.

En este sentido, Espa馻 ha desarrollado modelos referenciales en materia de seguridad que ha de seguir actualizando con visi髇 anticipatoria, para actuar frente a amenazas globales que requieren respuestas integrales, coordinadas y cooperativas tanto en el plano nacional como en el internacional. Es el caso de su modelo integral de lucha contra el terrorismo, un modelo robusto fundamentado en la unidad de los partidos pol韙icos, la actuaci髇 de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y de los Servicios de Inteligencia e Informaci髇, el trabajo de los jueces y fiscales, la cooperaci髇 internacional, as� como la madurez de la sociedad espa駉la, con el apoyo y asistencia permanente a las v韈timas.

Esta misma aproximaci髇 integral debe aplicarse frente a otros retos como los flujos migratorios irregulares. Dicha perspectiva aboga por la preservaci髇 de la dimensi髇 humana, la cooperaci髇 con los pa韘es de origen y tr醤sito, el tratamiento de las causas de la migraci髇, la mejora de los canales de migraci髇 legal, la protecci髇 de los migrantes, la lucha contra la explotaci髇 y el tr醘ico de personas y la cooperaci髇 en materia de retorno y readmisi髇. Por otro lado, merecen especial consideraci髇 y protecci髇 asistencial los refugiados y solicitantes de asilo.

Espa馻 se enfrenta tambi閚 a otros desaf韔s de calado, algunos propios, como la necesidad de perseverar en la senda del crecimiento inclusivo o problemas de cohesi髇 territorial y otros retos caracter韘ticos de esta era, como el demogr醘ico, el desaf韔 tecnol骻ico, la protecci髇 del medio ambiente y la biodiversidad o los derivados del cambio clim醫ico.

La seguridad econ髆ica ocupa un lugar relevante entre los desaf韔s colectivos que hay que afrontar. Tras a駉s de una dura crisis econ髆ica que ha repercutido en todos los 醡bitos, Espa馻 muestra s髄idos signos de recuperaci髇 econ髆ica, siendo ahora uno de los pa韘es con mayor 韓dice de crecimiento de la Eurozona. La econom韆 espa駉la es hoy m醩 diversificada y abierta, con empresas cada vez m醩 internacionalizadas y multinacionales punteras en varios sectores.

El pa韘 ha avanzado de forma considerable en la recuperaci髇 del empleo destruido durante la crisis, si bien la creaci髇 de empleo de calidad sigue siendo prioritaria para hacer part韈ipes a todos los ciudadanos de la recuperaci髇 econ髆ica y asegurar el bienestar y la cohesi髇 social. Asimismo, desde la Estrategia de Seguridad Nacional aprobada en 2013, se han producido notables avances en el refuerzo de mecanismos de regulaci髇 y supervisi髇 y en materia de lucha contra el fraude fiscal en el marco del intercambio internacional de informaci髇 tributaria.

En el 醡bito energ閠ico, por una parte, Espa馻 dispone de un gran potencial como nodo energ閠ico y puerto de entrada y distribuci髇 de recursos en la UE, dado su mix energ閠ico diversificado por origen y fuentes primarias, su posici髇 geogr醘ica e infraestructuras. Por otra, es un pa韘 consumidor, dependiente de recursos provenientes del exterior, a veces de zonas inestables, y con un limitado nivel de interconexi髇 energ閠ica.

Otro elemento estrat間ico de vital importancia para Espa馻, como pa韘 peninsular y archipel醙ico, es el buen uso de los espacios mar韙imos, donde se realizan la mayor parte de los intercambios comerciales y energ閠icos. Asimismo, el Estrecho de Gibraltar destaca como uno de los mayores puntos de confluencia de tr醘ico mar韙imo y enclave estrat間ico de m醲ima relevancia.

Otra especificidad de Espa馻 deriva de su condici髇 de pa韘 de residencia de una numerosa poblaci髇 extranjera y de potencia tur韘tica mundial. Las condiciones naturales, las infraestructuras y la red de servicios y transportes la convierten en un destino de inter閟 para millones de personas al a駉, a lo que contribuye un alto nivel de seguridad.

En t閞minos demogr醘icos, la evoluci髇 adversa, reflejada especialmente en el progresivo envejecimiento de la poblaci髇 y en la baja tasa de natalidad, incrementar� las presiones sobre el Estado de bienestar con repercusiones para el sistema en su conjunto.

La revoluci髇 tecnol骻ica es clave para la concepci髇 de la seguridad de Espa馻 como pa韘 interconectado e interdependiente, tanto en el escenario actual como en el medio y largo plazo. El proceso de revoluci髇 tecnol骻ica est� llamado a transformar las sociedades y modos de vida. El 閤ito de Espa馻 en el futuro pasa tanto por aprovechar las oportunidades de progreso que se presentan como por plantear respuestas h醔iles a los nuevos desaf韔s, especialmente en lo relacionado con el trabajo y el empleo.

De manera notable, el desarrollo tecnol骻ico est� asociado a una mayor exposici髇 a nuevas amenazas, especialmente las asociadas al ciberespacio. La hiperconectividad actual agudiza algunas de las vulnerabilidades del sistema de seguridad y exige una mejor protecci髇 de las redes y sistemas, as� como de la privacidad y los derechos digitales del ciudadano. Espa馻 debe adaptarse a esta transformaci髇 permanente con un mayor esfuerzo de digitalizaci髇 y tecnificaci髇 del Estado y la sociedad, basado en un sistema educativo y de formaci髇 adaptado a la nueva realidad.

Otro de los desaf韔s globales de este tiempo es el cambio clim醫ico. Un fen髆eno que tiene claras repercusiones en el 醡bito de la Seguridad Nacional, dado el incremento de la frecuencia y severidad de sequ韆s, inundaciones e incendios. Ocupa un lugar propio en la visi髇 de Espa馻 como actor internacional y en los compromisos asumidos en el Acuerdo de Par韘 firmado en 2015 en materia de reducci髇 de las emisiones de gases de efecto invernadero.

En este contexto, Espa馻 debe fomentar una cultura de Seguridad Nacional, apoyada fundamentalmente en un sistema educativo integrador, que fortalezca la concienciaci髇 sobre las principales amenazas y desaf韔s actuales, y su posible impacto en la forma de vida y la prosperidad de los espa駉les. Una Seguridad Nacional eficaz requiere tanto la sensibilizaci髇 social de los ciudadanos como la participaci髇 de sus representantes.

CAP蚑ULO 2
Din醡icas de transformaci髇 de la seguridad global

En este cap韙ulo se analizan los procesos de transformaci髇 en el entorno de seguridad global desde la aprobaci髇 de la Estrategia de Seguridad Nacional de 2013.

Desde la aprobaci髇 de la anterior Estrategia de Seguridad Nacional en 2013, en el mundo se han acelerado din醡icas, en ocasiones contradictorias, que est醤 contribuyendo a un aumento de las tensiones geopol韙icas y a distintas presiones sobre el sistema multilateral. El entorno de seguridad es a鷑 m醩 complejo y vol醫il. Por ello, es previsible que la incertidumbre, ya referida en 2013, se acent鷈 en los pr髕imos a駉s.

Estas din醡icas, que forman parte de complejos procesos de transformaci髇 con impacto pol韙ico, social e incluso cultural, reflejan la paradoja de los opuestos del mundo globalizado, interdependiente pero fragmentado. Por una parte, la conectividad genera un mayor intercambio y movimiento de mercanc韆s, personas, bienes, servicios y capitales, configurando un espacio funcional distinto al puramente geogr醘ico. Por otra parte, tales redes e infraestructuras de conectividad acent鷄n las vulnerabilidades colectivas y pueden operar como plataformas de confrontaci髇, amplificando tensiones existentes. Crisis de variada naturaleza se desencadenan con facilidad y se han convertido en casi una constante de esta era. La distancia entre situaciones de normalidad y crisis es cada vez menor.

En el 醡bito geopol韙ico, dentro de un orden mundial multipolar y cambiante coexisten varios poderes globales y regionales, sin que ninguno tenga un peso hegem髇ico exclusivo, aunque se mantiene la preponderancia de Estados Unidos. Crece la competici髇 entre actores estatales con distintas visiones sobre la seguridad y sobre el papel de las instituciones multilaterales. Potencias como China y Rusia han adoptado un papel m醩 activo en el escenario internacional y proyectan su poder m醩 all� de su entorno regional. Ambos pa韘es han incrementado sus gastos en defensa y modernizado sus capacidades militares.

Adem醩 de la difusi髇 de poder a nivel estatal, se observa, gracias a la tecnolog韆 y a la creciente conectividad, una importante traslaci髇 de poder hacia actores no estatales. Individuos y grupos emergen como actores relevantes, que ganan influencia y mutan el orden tradicional de Estados. As�, una de las tendencias notables es la frecuencia con que el terrorismo yihadista ha golpeado en los 鷏timos a駉s en varias regiones, incluyendo Europa.

En este contexto, espacios comunes globales como el ciberespacio, el espacio mar韙imo y el espacio a閞eo y ultraterrestre, caracterizados por su f醕il acceso y d閎il regulaci髇, pueden convertirse f醕ilmente en escenarios de confrontaci髇. El ciberespacio es sin duda un teatro de operaciones cada vez m醩 relevante y el espacio ultraterrestre est� adquiriendo una mayor importancia estrat間ica. Asimismo, el espacio mar韙imo es clave para el comercio mundial. La estabilidad internacional precisa garantizar colectivamente el buen uso de estos espacios.

Tales circunstancias de mayor competici髇 geopol韙ica impactan en el orden internacional establecido y difuminan los l韒ites entre paz y conflicto, que hoy adquiere formas distintas a la puramente militar. Destacan el crecimiento de los denominados conflictos y acciones h韇ridas. Este tipo de acciones son aquellas perpetradas tanto por Estados como por actores no estatales que combinan el empleo de medios militares con ataques cibern閠icos, elementos de presi髇 econ髆ica o campa馻s de influencia por las redes sociales.

El consenso necesario para la cooperaci髇 multilateral y el refuerzo de reglas comunes resulta m醩 dif韈il de alcanzar, algo que se manifiesta en grandes crisis de seguridad como el conflicto en Siria o el desaf韔 de la proliferaci髇 de armas de destrucci髇 masiva. La globalizaci髇 ha acelerado la interdependencia, pero no ha estado acompa馻da de un refuerzo de las organizaciones globales para responder mejor a los retos de la era actual. Se observa una creciente unilateralizaci髇 de la seguridad y el recurso a acciones individuales para la resoluci髇 de controversias. Nuevos foros y grupos ad hoc, regionales o sectoriales, pueden constituir ejemplos positivos de cooperaci髇. Tambi閚 pueden implicar un alejamiento de los mecanismos ya establecidos para el mantenimiento de la paz y seguridad internacionales.

En lo que respecta a la gobernanza econ髆ica, se observa el auge del proteccionismo en una econom韆 globalizada. Son inciertas las perspectivas de 閤ito de convenios plurilaterales del r間imen internacional como la Asociaci髇 Transatl醤tica de Comercio e Inversi髇. El bilateralismo ha ocupado un espacio propio en la arena comercial. Por otra parte, la ralentizaci髇 del crecimiento de la productividad en las econom韆s avanzadas, los altos niveles de endeudamiento y la falta de inversi髇 podr韆n contribuir a un patr髇 de crecimiento d閎il.

Ligado en gran medida a la situaci髇 de crisis econ髆ica de estos a駉s, el auge de grupos con visiones proteccionistas y nacionalistas exclusivistas es una de las notas dominantes de este periodo. Este fen髆eno se ha aprovechado de factores de fondo como la desaceleraci髇 del crecimiento econ髆ico, la desigualdad o la polarizaci髇 social e identitaria, y ha adquirido una mayor relevancia internacional y estrat間ica. La influencia de movimientos exclusivistas crece por el uso masivo de las redes sociales. Asimismo, la manipulaci髇 de la informaci髇 por parte de agentes externos ejerce de factor de influencia en la era de la posverdad, con efectos negativos en la cohesi髇 social y la estabilidad pol韙ica.

La confluencia de este conjunto de din醡icas contradictorias y tensiones de distinto signo aumenta la presi髇 sobre el orden internacional del que es parte Espa馻 y de cuyo buen funcionamiento depende su seguridad y bienestar. A su vez, fen髆enos como las asimetr韆s demogr醘icas entre regiones geogr醘icas, las presiones migratorias o el cambio clim醫ico han adquirido a鷑 mayor importancia para la seguridad.

Por ello, Espa馻 est� comprometida con un orden internacional basado en la legalidad y una gobernanza global m醩 justa, inclusiva y eficaz. Espa馻 apuesta por la diplomacia preventiva, por la soluci髇 pac韋ica de las controversias internacionales y por el di醠ogo, incluido el intercultural e interreligioso. Su concepci髇 de la seguridad incorpora dimensiones humanas como el respeto de los derechos fundamentales y la protecci髇 frente a la enfermedad y la pobreza.

Por otra parte, una de las din醡icas m醩 notables, y con impacto en el d韆 a d韆 de los ciudadanos, es el ritmo acelerado de transformaci髇 impulsado por las tecnolog韆s. Son evidentes los cambios que la revoluci髇 tecnol骻ica est� incorporando en el modo de vida de los ciudadanos. El desarrollo de la tecnolog韆 es un instrumento de activaci髇 econ髆ica, crecimiento y progreso, pero tambi閚 prueba la capacidad de adaptaci髇 de sociedades a los cambios tecnol骻icos.

En gran medida, la tecnolog韆 ha premiado la interconectividad en detrimento de la seguridad. As�, actos como el robo, uso y difusi髇 de la informaci髇 y datos sensibles y acciones hostiles que incluyen actividades de desinformaci髇 e interferencias en procesos electorales representan hoy un desaf韔 de grandes dimensiones tanto en lo que respecta a los Gobiernos como a los ciudadanos. Adem醩 de la conectividad de un mundo en red, que incluye el internet de las cosas, la inteligencia artificial, la ingenier韆 gen閠ica y la robotizaci髇 tendr醤 importantes implicaciones para la seguridad. Por eso, los esfuerzos para dise馻r un sistema eficaz de gobernanza sobre las nuevas tecnolog韆s ser醤 clave para la Seguridad Nacional.

El cambio clim醫ico es tambi閚 una pieza clave de la seguridad con importantes repercusiones pol韙icas, econ髆icas y sociales en el corto y en el largo plazo. Factores relativos al cambio clim醫ico, junto con la degradaci髇 de los recursos h韉ricos, tienen un componente de seguridad innegable. La preservaci髇 y mejora de la biodiversidad y del patrimonio natural es tambi閚 un reto importante para la seguridad, puesto que la p閞dida de recursos naturales puede conllevar desplazamientos significativos de poblaci髇.

Es por tanto un entorno internacional de seguridad m醩 convulso, caracterizado por la velocidad del cambio, los choques estrat間icos y la proliferaci髇 de crisis. Espa馻 y las principales organizaciones a las que pertenece tienen un reto fundamental: entender las causas profundas de los cambios, anticiparse a sus consecuencias y gestionar la incertidumbre, dot醤dose de estructuras din醡icas y flexibles.

CAP蚑ULO 3
Espa馻 en el mundo: Un pa韘 con vocaci髇 global

En este cap韙ulo se analizan, desde la perspectiva de la posici髇 geoestrat間ica de Espa馻, los retos y desaf韔s que, en materia de Seguridad Nacional, ofrecen las distintas regiones del mundo y se identifican una serie de zonas de especial inter閟.

La interconectividad diluye en buena parte las fronteras. En un mundo donde el buen uso de los espacios comunes globales es clave, la Seguridad Nacional de Espa馻 sigue estando condicionada por su singular posici髇 geoestrat間ica, crucial para la definici髇 de prioridades y la planificaci髇 en esta materia. Ahora bien, como pa韘 con vocaci髇 global, Espa馻 est� concernida por cuanto acontece en todas las regiones geogr醘icas y los 醡bitos tem醫icos relacionados con la seguridad.

En concreto, la condici髇 europea y mediterr醤ea de Espa馻 determina la importancia de estas regiones para su seguridad, estabilidad y prosperidad. Hoy en d韆, la fragmentaci髇 del Mediterr醤eo dificulta la aproximaci髇 a esta prioridad estrat間ica para Espa馻, que concentra tantos potenciales desaf韔s a la Seguridad Nacional. Por otra parte, Espa馻 tiene en su frontera sur un importante diferencial, sus fronteras terrestres en 羏rica. Resultan por ello especialmente relevantes las relaciones estrat間icas, a nivel de cooperaci髇 pol韙ica, seguridad, defensa e inteligencia, con los pa韘es vecinos, Francia, Marruecos y Portugal.

Asimismo, hay que destacar el car醕ter atl醤tico de Espa馻 como potencia mar韙ima y actor con legado e intereses globales m醩 all� de sus fronteras naturales. En un contexto global de desplazamiento de poder hacia regiones din醡icas como Asia-Pac韋ico y de creciente importancia como Am閞ica Latina y 羏rica Occidental, la Cuenca Atl醤tica adquiere mayor relevancia para la proyecci髇 actual y futura de Espa馻, en t閞minos geopol韙icos, econ髆icos y de seguridad. Esta vertiente atl醤tica conecta a Espa馻, por v韆 mar韙ima, con mercados globales, al tiempo que concentra importantes intereses energ閠icos y econ髆icos, as� como una serie de desaf韔s a su seguridad. Ello refuerza la prioridad de los v韓culos estrat間icos con Estados Unidos y con los pa韘es de Am閞ica Latina. Asimismo, justifica la importancia de nuevos v韓culos diplom醫icos y de seguridad con pa韘es de 羏rica Occidental.

M醩 all� del 醡bito geoestrat間ico de Espa馻, en el nuevo panorama internacional, las contingencias y desarrollos que se producen en 醨eas muy alejadas de las fronteras del pa韘 y de sus zonas de especial inter閟 tradicional tambi閚 pueden impactar en su Seguridad Nacional. As�, es creciente el inter閟 que suscita la regi髇 Asia-Pac韋ico, nuevo epicentro de la geopol韙ica global. Tambi閚 merece menci髇 singular el 羠tico, que ha ganado importancia estrat間ica y de seguridad. El deshielo supone la apertura de este espacio a nuevas rutas mar韙imas, a posibilidades por explorar, a opciones de cooperaci髇 internacional y tambi閚 a desaf韔s de distinta 韓dole, como posibles tensiones geopol韙icas.

Atendiendo a criterios como la identidad, vocaci髇 y situaci髇 geoestrat間ica de Espa馻, as� como sus intereses y valores, y el posible impacto de amenazas y desaf韔s a su seguridad, las siguientes zonas revisten especial inter閟 para la Seguridad Nacional: Europa, Norte de 羏rica y Oriente Medio, 羏rica subsahariana, Am閞ica Latina, Am閞ica del Norte y Asia-Pac韋ico. No son compartimentos estancos, y las amenazas y desaf韔s que presentan pueden transcender f醕ilmente dichos espacios. Por ello es necesaria una aproximaci髇 integral y din醡ica a sus condiciones de seguridad y los desarrollos estrat間icos que en ellas se produzcan, adaptando y revisando dicha aproximaci髇 de forma regular.

Europa

El continente europeo constituye un amplio espacio geoestrat間ico cuya seguridad se ha visto deteriorada en los 鷏timos a駉s. Es tambi閚, con la UE en su seno, el eje del modelo democr醫ico, pol韙ico y de seguridad de Espa馻, marco clave para la realizaci髇 de sus intereses, la plasmaci髇 de sus valores y su proyecci髇 en el mundo.

Los 鷏timos a駉s han aumentado los riesgos de fragmentaci髇 de la UE, tanto por la grave crisis econ髆ica como por el llamado brexit y el auge de movimientos contrarios a la UE. En este contexto, y parejo a la defensa de sus intereses nacionales, Espa馻 tiene voluntad de desempe馻r un papel de mayor liderazgo en la construcci髇 de una UE eficaz, m醩 integrada y legitimada democr醫icamente; una Uni髇 con capacidad de respuesta, tal y como expone la Estrategia Global para la Pol韙ica Exterior y de Seguridad de la Uni髇 Europea. Dicho modelo europeo renovado puede adem醩 tener una influencia positiva transformadora en pa韘es candidatos y vecinos, lo que redunda en la estabilidad com鷑.

En este sentido, la creciente demanda para que Europa asuma mayores responsabilidades en seguridad tendr� implicaciones pol韙icas y econ髆icas y requiere mayor convergencia entre los socios europeos en su ponderaci髇 de las amenazas y los desaf韔s compartidos. Espa馻, que ha participado en todas las operaciones militares de la Uni髇 hasta la fecha, y en la mayor韆 de misiones civiles, propone profundizar en una verdadera Pol韙ica Com鷑 de Seguridad y Defensa, incluyendo la cooperaci髇 estructurada permanente. La posici髇 espa駉la tambi閚 aboga por reforzar el marco europeo para Asuntos de Interior y Justicia. El progreso hacia una Uni髇 con mayor capacidad y eficacia en estos 醡bitos, m醩 cohesionada y con una relaci髇 m醩 estrecha con la OTAN, beneficia a la seguridad de los ciudadanos europeos en general y de los espa駉les en particular.

El brexit tambi閚 supondr� la salida de la colonia brit醤ica de Gibraltar, un anacronismo en la Europa actual, de la UE. El punto de partida en materia de seguridad entre dos pa韘es amigos y aliados, como son Reino Unido y Espa馻, con intereses compartidos, debe ser la b鷖queda de una cooperaci髇 positiva, especialmente en un 醨ea de m醲ima relevancia estrat間ica como es el Estrecho.

La OTAN constituye la base de la defensa colectiva en Europa. Espa馻, como refleja su participaci髇 en las misiones aprobadas los 鷏timos a駉s, tanto en el sur como en el este del continente, quiere seguir contribuyendo a una OTAN renovada y adaptada al entorno actual, que ponga en marcha distintas iniciativas pr醕ticas para la cooperaci髇 en capacidades y la especializaci髇. En este 醡bito, Espa馻 debe asumir los compromisos econ髆icos acordados como parte de un necesario reparto de responsabilidades y esfuerzos entre aliados.

En un entorno de mayores tensiones en Europa, donde siguen latentes e incluso resurgen conflictos congelados, son m醩 precisos que nunca los instrumentos de la Organizaci髇 para la Seguridad y Cooperaci髇 en Europa para la prevenci髇 y gesti髇 de conflictos, medidas de restablecimiento de la confianza y nuevas iniciativas colectivas.

Rusia es un actor estrat間ico relevante y miembro permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, por lo que es preciso su concurso en la b鷖queda de soluciones multilaterales para los retos de la sociedad internacional. La anexi髇 ilegal de la pen韓sula de Crimea por parte de Rusia y sus acciones en Ucrania oriental han supuesto un deterioro de la situaci髇 de seguridad en Europa. Espa馻 apuesta por una posici髇 estrat間ica com鷑 en el marco UE y OTAN, y por un di醠ogo con Rusia cr韙ico pero constructivo, siempre con la observancia del Derecho Internacional como premisa b醩ica.

En lo que respecta a los Balcanes Occidentales y Turqu韆, es preciso mantener un enfoque que parta del respeto a los criterios de adhesi髇 a la UE, como el Estado de Derecho, el buen gobierno y los Derechos Humanos, par醡etros indispensables en su aproximaci髇 a la UE.

Norte de 羏rica y Oriente Medio

Esta zona de especial inter閟 comprende una regi髇 geogr醘ica amplia y diversa que se extiende desde la costa noratl醤tica africana hasta el sudoeste de Asia.

La inestabilidad y diversas crisis de seguridad amenazan con ser una constante de esta regi髇 en los a駉s pr髕imos. Los conflictos abiertos en Irak, Libia o Siria tienen un impacto negativo regional en t閞minos de la propagaci髇 de amenazas vinculadas al terrorismo as� como la rivalidad de distintas potencias regionales. En estas circunstancias de deteriorada seguridad regional, es de destacar la importancia de acuerdos como el Plan de Acci髇 Integral Conjunto para Ir醤 refrendado por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en 2015, y en general de la b鷖queda de compromisos multilaterales.

El Mediterr醤eo es objeto de proyecci髇 para diversos Estados y actores internacionales, y un eje de movimientos estrat間icos de inter閟 global. Existen amplias muestras de esta proyecci髇, como el acercamiento estrat間ico de Rusia a la costa oriental como apoyo a su flota en el Mediterr醤eo; el expansionismo comercial de China en puertos como puntos clave de la nueva Ruta de la Seda; las operaciones mar韙imas de la UE y de la OTAN para hacer frente a desaf韔s de la seguridad, como la lucha contra las redes de tr醘ico de personas, as� como el despliegue permanente de buques norteamericanos con capacidad de defensa de misiles bal韘ticos.

Dentro de esta regi髇, el Norte de 羏rica es una prioridad estrat間ica para Espa馻 por su proximidad geogr醘ica, su relevancia pol韙ica y cultural y el potencial de sus relaciones econ髆icas y comerciales. Tambi閚 lo es por las posibles implicaciones directas e indirectas para la Seguridad Nacional, al concentrar varias amenazas y desaf韔s a la misma. Su estabilidad y prosperidad redunda en inter閟 directo de Espa馻 a la hora de asegurar flujos energ閠icos clave, hacer frente a la inmigraci髇 irregular, luchar contra el narcotr醘ico y prevenir el terrorismo yihadista. Para lograr esas metas y avanzar hacia una mayor seguridad regional, Espa馻 fomenta la estabilidad pol韙ica, sociedades plurales y gobiernos inclusivos regidos por instituciones basadas en el imperio de la ley y con pr醕ticas de buen gobierno. Tambi閚 apoya la integraci髇 de las econom韆s de la regi髇 y la reforma del sector de la seguridad. Del mismo modo, es importante la cooperaci髇 de Espa馻 con estos pa韘es en materia de seguridad, defensa e interior a trav閟 de programas bilaterales y multilaterales.

Como complemento a sus lazos bilaterales con los pa韘es del Norte de 羏rica, dentro del marco de la UE, Espa馻 apoya la dinamizaci髇 de la vertiente meridional de la Pol韙ica Europea de Vecindad, especialmente de aquellos pa韘es con voluntad de un mayor acercamiento a Europa, as� como iniciativas contra el tr醘ico ilegal de personas y otras medidas de protecci髇 de fronteras comunes. Espa馻 propugna adem醩 un mayor papel de la OTAN en el sur, iniciativa que se ha visto respaldada a trav閟 del refuerzo de la capacidad de la Alianza en el Mediterr醤eo.

Menci髇 especial requiere el caso de Libia, por su proximidad geogr醘ica y condici髇 de puerta de acceso de buena parte de la inmigraci髇 irregular subsahariana al Mediterr醤eo. La situaci髇 en Libia es muy delicada, con un riesgo real de recrudecimiento del conflicto. Como actor clave en el espacio mediterr醤eo, Espa馻 seguir� contribuyendo a los esfuerzos internacionales para hacer de Libia un lugar seguro.

Oriente Medio contin鷄 siendo un foco de atenci髇 internacional y espa駉la por diversos motivos: su persistente inestabilidad; la proliferaci髇 de conflictos con un elevado coste de vidas humanas, que adem醩 contribuyen a la extensi髇 del terrorismo yihadista; as� como por la consiguiente intervenci髇 en la zona de actores globales y regionales, a menudo fuera de los marcos multilaterales comunes para la resoluci髇 pac韋ica de controversias. Teniendo en cuenta los v韓culos entre los conflictos internos y el terrorismo global, los flujos de refugiados y los desastres humanitarios, la resoluci髇 de los m鷏tiples conflictos en esta regi髇 es uno de los retos m醩 importantes para la comunidad internacional y debe ser una de las prioridades en los pr髕imos a駉s.

羏rica subsahariana

羏rica es hoy un continente con mayor influencia, grandes oportunidades y vastos recursos, que est� experimentando un importante crecimiento de las clases medias en algunos de sus pa韘es. A su vez, es un continente de elevados niveles de pobreza, debilidad institucional y fragmentaci髇 social, as� como deterioro del medio ambiente, que contribuyen a su inestabilidad y a la proliferaci髇 de Estados fr醙iles.

Por ello, cualquier aproximaci髇 a 羏rica desde el punto de vista de la seguridad requiere de una perspectiva integral que enfatice vectores como el buen gobierno, la sostenibilidad de las econom韆s o la pluralidad social, vinculando desarrollo y seguridad y siempre desde el apoyo a los esfuerzos africanos para resolver sus propios desaf韔s. As�, las propias circunstancias de estos territorios requieren, por una parte, trabajar estrechamente con socios locales, estableciendo lazos diplom醫icos m醩 s髄idos y reforzando sus capacidades conforme a programas multilaterales y, por otra, contribuir a las estructuras de seguridad regionales. En este contexto, la seguridad cooperativa adquiere relevancia creciente, as� como las iniciativas de diplomacia preventiva de Espa馻 y su participaci髇 en misiones internacionales, a trav閟 de la ONU, la UE u otros cauces, con mandatos de pacificaci髇 y lucha contra el terrorismo yihadista.

Desde el punto de vista estrat間ico y de la seguridad, destacan el Cuerno de 羏rica, el Sahel y el Golfo de Guinea, un arco donde se concentran desaf韔s y amenazas que traspasan fronteras y est醤 interrelacionados entre s�, adem醩 de intereses econ髆icos y energ閠icos relevantes para Espa馻.

El Golfo de Guinea es importante para la seguridad de Espa馻 pues presenta amenazas que incluyen actos de robo a mano armada en la mar y pirater韆, pesca ilegal no declarada y no reglamentada y el tr醘ico il韈ito de personas, sustancias estupefacientes y armas. Es adem醩 fuente de importantes recursos energ閠icos para Espa馻 y objeto de inversi髇 en infraestructuras e intereses agr韈olas, industriales y pesqueros.

En el Sahel, la fragilidad de los Estados y el d閒icit de gobernanza han contribuido a la proliferaci髇 de grupos armados y redes terroristas yihadistas y de crimen organizado. Adem醩, los efectos del cambio clim醫ico y la desertizaci髇 multiplican desaf韔s estructurales como la econom韆 y la gobernanza y tienen como consecuencia el incremento de conflictos violentos, movimientos migratorios masivos, tr醘icos il韈itos y radicalizaci髇 violenta.

Las aguas adyacentes al Cuerno de 羏rica concentran gran parte del comercio entre Asia y Europa, adem醩 del tr醘ico de crudo procedente de Oriente Medio. Es una regi髇 en la que proliferan desaf韔s como Estados fr醙iles y amenazas como el terrorismo y la pirater韆. Por ello es esencial para Espa馻 participar en la protecci髇 de las rutas mar韙imas que cruzan esta regi髇 y reforzar sus relaciones con los pa韘es ribere駉s. Un ejemplo sustantivo es la operaci髇 European Union Naval Force Atalanta contra la pirater韆 en el 蚽dico Occidental y el Cuerno de 羏rica, en la que Espa馻 sobresale desde hace a駉s como uno de los pa韘es que m醩 fuerzas y medios aportan.

Am閞ica Latina

La condici髇 atl醤tica de Espa馻 le ha permitido establecer una relaci髇 estrecha con Am閞ica Latina, tanto en su conjunto como con los diversos pa韘es que la integran.

El contexto internacional actual abre oportunidades de cooperaci髇 mutua mediante las que reforzar la relaci髇 preferencial con Am閞ica Latina. Es una relaci髇 que trasciende los tradicionales lazos pol韙icos, culturales e hist髍icos para configurarse como proyecci髇 de futuro y parte del desarrollo estrat間ico de la vertiente atl醤tica de Espa馻, actor relevante entre Am閞ica Latina y la UE. En este sentido, el dinamismo de esta regi髇 y la firma de acuerdos comerciales de la misma con Europa abren un nuevo escenario con un gran potencial. Ello se une al componente sociocultural, una dimensi髇 que coloca de forma permanente a Am閞ica Latina entre las principales prioridades del planeamiento estrat間ico de Espa馻, incluido el 醡bito de las pol韙icas de cooperaci髇.

Por su parte, en la regi髇 a鷑 persisten desaf韔s a la seguridad, como la situaci髇 de crisis en Venezuela durante los 鷏timos a駉s, la violencia cotidiana provocada por el crimen organizado y los tr醘icos il韈itos en varios pa韘es de Am閞ica Central. Estos conflictos suponen una amenaza para la estabilidad de la regi髇 y para la seguridad de los m醩 de un mill髇 de ciudadanos espa駉les que residen en ella. En este sentido, Espa馻 apoya el proceso de paz en Colombia, como comienzo de una nueva etapa marcada por la ausencia de enfrentamientos armados y tensiones fronterizas entre Estados.

Am閞ica del Norte

Estados Unidos es un aliado hist髍ico prioritario de presencia global, con el que Espa馻 mantiene una amplia relaci髇 estrat間ica con dimensiones pol韙icas, econ髆icas, culturales y de defensa. Los acuerdos bilaterales en defensa existentes entre Estados Unidos y Espa馻 proporcionan una base para hacer frente a amenazas como la lucha contra el terrorismo yihadista, as� como acciones hostiles de terceros Estados, y por tanto es preciso preservarlos y profundizar en ellos.

En un contexto de presiones sobre el orden liberal internacional, es importante reafirmar unas relaciones transatl醤ticas con Estados Unidos y Canad� basadas en la consagraci髇 de valores, intereses y principios compartidos, as� como en la vitalidad de las instituciones comunes que permiten preservarlos.

Asia-Pac韋ico

El resurgir econ髆ico de las potencias de Asia-Pac韋ico y su papel cada vez m醩 activo en el escenario internacional hace de esta regi髇 un foco de creciente inter閟. El peso de sus pa韘es en la gobernanza global y en la resoluci髇 de muchas de las amenazas que conciernen a Espa馻 est� creciendo r醦idamente, lo que hace cada vez m醩 necesario profundizar en el di醠ogo pol韙ico.

En particular, destaca la mayor influencia global de China a nivel diplom醫ico, econ髆ico, militar y tecnol骻ico, presente tambi閚 en 醨eas clave para Espa馻, como refleja la creciente inversi髇 directa de este pa韘 en 羏rica o Am閞ica Latina.

En el 醡bito de la seguridad, cuestiones como la proliferaci髇 de armas y vectores nucleares en la Rep鷅lica Popular Democr醫ica de Corea, las restricciones a la libertad de navegaci髇 en el mar del Sur de China, el desarrollo del terrorismo transnacional, el cambio clim醫ico, la calidad del medio ambiente terrestre y marino, as� como la preservaci髇 de los recursos naturales y la propagaci髇 de pandemias, trascienden lo puramente regional y pueden afectar a la seguridad de Espa馻. Para hacer frente a estas amenazas, es importante que Espa馻 refuerce su presencia en la configuraci髇 de la pol韙ica exterior europea hacia esta Asia-Pac韋ico.

En tales circunstancias, Espa馻 pretende extender progresivamente su red diplom醫ica, consular, comercial, cultural, de cooperaci髇 cient韋ica y tecnol骻ica y de seguridad en esta regi髇, incluido el sureste asi醫ico, as� como su presencia en los principales foros regionales. Tambi閚 apuesta por el refuerzo de relaciones estrat間icas m醩 estrechas con pa韘es como Australia, una democracia con elementos comunes con Espa馻 en su visi髇 de la seguridad y la paz internacional, y un pa韘 con el que Espa馻 mantiene una cooperaci髇 industrial en materia de seguridad y defensa cada vez m醩 cercana y mutuamente beneficiosa.

CAP蚑ULO 4
Amenazas y desaf韔s para la Seguridad Nacional

En este cap韙ulo se identifican las principales amenazas y desaf韔s para la Seguridad Nacional, los espacios comunes globales como dominios de especial vulnerabilidad, y se destaca la importancia de las infraestructuras cr韙icas.

La Seguridad Nacional se puede ver comprometida por elementos de muy diversa 韓dole seg鷑 su naturaleza geopol韙ica, tecnol骻ica, econ髆ica o social, entre otras. Esta Estrategia distingue entre amenazas, que comprometen o pueden socavar la Seguridad Nacional, y desaf韔s que, sin tener de por s� entidad de amenaza, incrementan la vulnerabilidad, provocan situaciones de inestabilidad o pueden propiciar el surgimiento de otras amenazas, agravarlas o acelerar su materializaci髇. En el mundo actual, tanto las amenazas como los desaf韔s suelen estar interconectados y sus efectos traspasan fronteras.

El terrorismo yihadista es uno de los principales problemas a los que se enfrenta la comunidad internacional. Como antes en otras ciudades europeas, los atentados de agosto de 2017 han situado a Espa馻 en el punto de mira del azote terrorista y han puesto de manifiesto la importancia de esta amenaza para Espa馻.

Hoy d韆 es de singular importancia el valor de los espacios comunes globales, dominios no susceptibles de apropiaci髇, presididos por el principio de libertad, como son el ciberespacio, el espacio mar韙imo y el espacio a閞eo y ultraterrestre. Su buen uso resulta indispensable para la seguridad. En un contexto internacional de mayores tensiones, los espacios comunes globales son objeto de creciente competici髇 y confrontaci髇.

Es igualmente relevante destacar la exposici髇 de infraestructuras cr韙icas a las amenazas dado el impacto que pueden comportar para la provisi髇 de los servicios esenciales.

Amenazas

Conflictos armados

Los conflictos armados se mantienen como una de las amenazas m醩 significativas para la Seguridad Nacional, especialmente en el actual contexto de tensi髇 geopol韙ica, competici髇 y fragmentaci髇 del orden internacional. El aumento de las capacidades de proyecci髇 militar, terrestre, a閞ea y naval, de diversos Estados, as� como de capacidades en otros dominios como el ciberespacio o el espacio a閞eo y ultraterrestre, es una de las tendencias asociadas a dicho contexto.

A los tradicionales conflictos armados se unen formas adicionales de agresi髇 e influencia, amenazas asociadas a la proliferaci髇 de armas de destrucci髇 masiva y otras variantes de actos hostiles. Sofisticados sistemas de armas de alta precisi髇 se combinan con la letalidad funcional de ciberataques y acciones de influencia y desinformaci髇. La ambig黣dad y la dificultad de atribuci髇 son factores constantes de los denominados conflictos h韇ridos, aquellos que incorporan operaciones de informaci髇, subversi髇, presi髇 econ髆ica y financiera junto a acciones militares. Estas acciones, perpetradas tanto por actores estatales como no-estatales, tienen por objeto la movilizaci髇 de la opini髇 y la desestabilizaci髇 pol韙ica.

Por otra parte, la persistencia de graves focos de inestabilidad y de Estados fallidos o de d閎il gobernanza, en particular en zonas pr髕imas a territorio espa駉l, proporcionan espacios desde los que diversos grupos armados pueden actuar. Ello supone una mayor exposici髇 de Espa馻 a otras amenazas como los tr醘icos il韈itos, la pirater韆 o el terrorismo.

Espa馻 debe mantener una capacidad defensiva propia, cre韇le y efectiva, y est� comprometida a asumir sus responsabilidades de seguridad colectiva. Ello implica compromisos de participaci髇 en operaciones en el marco de las organizaciones internacionales de las que es parte, en especial aquellas relacionadas con proporcionar estabilidad fuera de sus fronteras.

Terrorismo

El terrorismo, fundamentalmente de car醕ter yihadista, ha asumido dimensiones cada vez mayores. El terrorismo yihadista proyecta su ideolog韆 radical y act鷄 a nivel global, incluyendo el propio territorio europeo, donde ha protagonizado execrables atentados. En el escenario actual, el principal protagonista de esta amenaza es Daesh, que por su capacidad operativa, medios, proyecci髇 medi醫ica y r醦ida expansi髇, se ha convertido en el referente del terrorismo yihadista. Sin embargo, estos grupos se caracterizan por su r醦ida mutabilidad y su adaptaci髇 a los cambios y estrategias seguidas contra ellos.

Los atentados indiscriminados en lugares de concentraci髇 de personas, medios de transporte o infraestructuras cr韙icas representan una tendencia actual del terrorismo yihadista, que opera tanto en c閘ulas organizadas como de manera individual, con el fin de producir el mayor n鷐ero de v韈timas y un fuerte impacto propagand韘tico. Sin perjuicio de radicalizados en el entorno nacional y otros perfiles terroristas, uno de los mayores retos a los que se debe hacer frente es el de los combatientes terroristas que retornan a Occidente de escenarios como Siria e Irak tras haber acumulado conocimiento y experiencia en el manejo de armamento, contactos y conocimiento de rutas y agentes facilitadores. La escalada terrorista conlleva adem醩 otros efectos negativos como el riesgo de tensiones sociales, inestabilidad pol韙ica o reacciones violentas contra minor韆s, que a veces pueden tomar la forma de actos terroristas.

La radicalizaci髇 y el extremismo violento y la captaci髇 y adoctrinamiento con fines terroristas forman parte, asimismo, de las amenazas que han adquirido mayor protagonismo en los 鷏timos a駉s. Ello no s髄o por las ideolog韆s que los sustentan, sino tambi閚 porque constituyen el estadio previo a que los individuos inmersos en dichos procesos se vinculen finalmente con grupos y organizaciones terroristas.

El desarrollo tecnol骻ico ha ampliado adem醩 el acceso a recursos disponibles para los grupos terroristas, incrementando su capacidad de financiaci髇, reclutamiento, adiestramiento y propaganda. En general, en un contexto de informaci髇 masiva y empleo generalizado de redes sociales, crecen los riesgos de difusi髇 de propaganda terrorista y de propagaci髇 de formas de radicalizaci髇 y extremismo violento.

Con respecto al terrorismo aut骳tono, ETA ya no es una amenaza relevante gracias a la victoria del Estado de Derecho y sin perjuicio del trabajo constante de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en la investigaci髇 de los hechos criminales, la defensa de la memoria de las v韈timas del terrorismo y la transmisi髇 de una narrativa que resalte la lucha de la democracia frente al terrorismo.

Espa馻 est� comprometida en la lucha contra el terrorismo con una respuesta basada en un modelo integral que incorpora su experiencia y coordina la acci髇 con sus aliados, en las iniciativas internacionales y especialmente con la UE.

Crimen organizado

El crimen organizado es una amenaza de naturaleza transnacional, flexible y opaca. Se trata de un fen髆eno con una enorme capacidad desestabilizadora, que contribuye a debilitar el Estado y mina la buena gobernanza econ髆ica. Entre sus manifestaciones m醩 graves se pueden mencionar los tipos delictivos relacionados con la trata de seres humanos o con los tr醘icos il韈itos de diversa 韓dole, adem醩 del blanqueo de capitales y el uso de para韘os fiscales.

En los 鷏timos a駉s, redes criminales se han aprovechado de la crisis migratoria y de refugiados, y de su vulnerabilidad extrema, para abrir rutas de tr醘ico humano a Europa.

Adem醩, se constata como fen髆eno creciente la vinculaci髇 internacional del crimen organizado con el terrorismo, lo que potencia sus efectos y consecuencias negativas.

El crimen organizado cataliza, pues, otras amenazas a la seguridad y ve amplificado su horizonte funcional a trav閟 del empleo de la tecnolog韆, recurso creciente para desarrollar actividades delictivas.

Espa馻 est� expuesta al crimen organizado y sus diversas manifestaciones debido, en gran medida, a su posici髇 geoestrat間ica como punto de acceso a la UE por parte de redes criminales procedentes de 羏rica y Am閞ica. Es, por tanto, una prioridad de la acci髇 del Estado.

Proliferaci髇 de Armas de Destrucci髇 Masiva

La proliferaci髇 de las armas de destrucci髇 masiva (nucleares, qu韒icas, radiol骻icas y biol骻icas) y sus vectores de lanzamiento (principalmente misiles) suponen una grave amenaza para la paz y seguridad internacional, y afectan directamente a la Seguridad Nacional.

A las incalculables repercusiones globales de un conflicto interestatal en el que se empleasen armas de destrucci髇 masiva, se une la creciente amenaza de que dicha proliferaci髇 de origen estatal pueda ser desviada, de manera intencionada o no, a actores no estatales, en particular grupos terroristas.

En este contexto, uno de los principales desaf韔s es el control de material de doble uso, para evitar que productos y tecnolog韆 que tienen usos tanto civiles como militares puedan ser empleados con fines il韈itos.

El Tratado sobre la no proliferaci髇 de las armas nucleares y el sistema de salvaguardias del Organismo Internacional de la Energ韆 At髆ica han contribuido a frenar y, en algunos casos, a invertir la propagaci髇 de la capacidad militar nuclear, pero no han podido impedirla por completo. El desarrollo del programa nuclear y bal韘tico de la Rep鷅lica Popular Democr醫ica de Corea socava el r間imen de no proliferaci髇 nuclear, supone una creciente amenaza para la paz y seguridad internacional.

Los escenarios de seguridad relacionados con la proliferaci髇 han cambiado con la abundancia y disponibilidad global de material radioactivo, empleados en aplicaciones m閐icas, industriales, agr韈olas y medioambientales, susceptibles de ser usadas para cometer actos criminales de gran impacto.

La posibilidad de que sustancias qu韒icas t髕icas puedan ser empleadas por actores no estatales o gobiernos de Estados es de especial preocupaci髇. Adem醩 de la violaci髇 del Derecho Internacional Humanitario por el uso de armas qu韒icas contra civiles en conflicto, existe el riesgo que grupos terroristas puedan utilizar las armas qu韒icas fuera de la zona de conflicto para realizar actos terroristas. Otra amenaza importante es la potencial utilizaci髇 de agentes biol骻icos por agentes no estatales, en particular organizaciones terroristas.

Espionaje

El espionaje es una amenaza de primer orden para la seguridad, que se ha adaptado r醦idamente a las posibilidades que ofrece la tecnolog韆 moderna. En este sentido, el ciberespacio juega hoy un papel m醩 relevante a nivel de espionaje y es utilizado por Estados, grupos o individuos que usan sofisticados programas que proporcionan acceso a ingentes vol鷐enes de informaci髇 y datos sensibles.

El espionaje industrial, cuyo objetivo es acceder al conocimiento tecnol骻ico y estrat間ico que permita adoptar una posici髇 diferencial con respecto a la competencia, resulta un desaf韔 de primera magnitud. Un desaf韔 que las empresas sufren de forma regular y que puede da馻r el sistema econ髆ico y afectar al bienestar de los ciudadanos. Ante este fen髆eno, un enfoque colaborativo entre el sector p鷅lico y privado representa la mejor aproximaci髇 posible.

En los 鷏timos a駉s se ha detectado un incremento de las agresiones procedentes de servicios de inteligencia extranjeros contra intereses nacionales, y que se materializan tanto a trav閟 de procedimientos cl醩icos como, cada vez m醩, de inteligencia en el ciberespacio. Ante este fen髆eno resulta necesaria la mejora de las capacidades tecnol骻icas y de inteligencia para aplicar una respuesta eficaz.

Amenazas y desaf韔s que se desarrollan en los espacios comunes globales

El ciberespacio, el espacio mar韙imo y el espacio a閞eo y ultraterrestre son espacios comunes globales. Conectan el mundo y permiten el libre flujo de personas, bienes, informaci髇, servicios e ideas. Son espacios abiertos a todos los Estados, tambi閚 a los particulares, a nadie se le puede excluir de su disfrute. Se caracterizan por no tener fronteras f韘icas, la ausencia general de soberan韆 y jurisdicci髇 por parte de los Estados, la dif韈il atribuci髇 de acciones delictivas y su d閎il regulaci髇.

Por ello, las amenazas para la Seguridad Nacional encuentran en los espacios comunes globales un terreno de actuaci髇 id髇eo. La regulaci髇 y una adecuada gesti髇 de estos espacios comportan una importante dimensi髇 comunitaria, por lo que es clave la cooperaci髇 internacional y la asistencia mutua.

Asimismo, a la perspectiva de cualquier disrupci髇 en los espacios comunes globales hay que a馻dir la capacidad y rapidez de extensi髇 de la incertidumbre que supondr韆 una desconexi髇 funcional e informativa. Este escenario aconseja el desarrollo del mecanismo de gesti髇 de crisis desde una visi髇 amplia y sobre la base de estructuras resilientes.

Vulnerabilidad del ciberespacio

Las amenazas en el espacio digital adquieren una dimensi髇 global que va m醩 all� de la tecnolog韆. El ciberespacio es un escenario con caracter韘ticas propias marcadas por su componente tecnol骻ico, f醕il accesibilidad, anonimidad, alta conexi髇 y dinamismo. En los 鷏timos tiempos, las acciones negativas en el 醡bito de la ciberseguridad han aumentado notablemente en n鷐ero, alcance y sofisticaci髇. Tales acciones adquieren creciente relevancia para Espa馻, un pa韘 altamente interconectado y que ocupa una posici髇 de liderazgo en Europa en materia de implantaci髇 de redes digitales.

Desde un punto de vista tecnol骻ico, ha de destacarse la transformaci髇 digital de la Administraci髇. Este factor agudiza la dependencia de las tecnolog韆s de la informaci髇, extiende la posible superficie de ataque y, en consecuencia, los beneficios potenciales derivados para los atacantes, en un entorno donde el derecho a la protecci髇 de datos de car醕ter personal es un requisito esencial en la relaci髇 del ciudadano con la Administraci髇 por medios electr髇icos.

En lo relativo a las ciberamenazas, es creciente la actividad tanto por parte de Estados, que persiguen la expansi髇 de sus intereses geopol韙icos a trav閟 de acciones de car醕ter ofensivo y subversivo, como de organizaciones terroristas, grupos de crimen organizado y actores individuales. Estos grupos aprovechan el car醕ter an髇imo que el ciberespacio ofrece para conseguir sus fines a un m韓imo coste y asumiendo un riesgo menor dada la dificultad de atribuci髇. El robo de datos e informaci髇, los ataques ransomware y de denegaci髇 de servicios, el hackeo de dispositivos m髒iles y sistemas industriales y los ciberataques contra las infraestructuras cr韙icas son ejemplos de ciberamenazas.

La utilizaci髇 del ciberespacio como medio para la realizaci髇 de actividades il韈itas, acciones de desinformaci髇, propaganda o financiaci髇 terrorista y actividades de crimen organizado, entre otras, impacta en la Seguridad Nacional, amplificando la complejidad y la incertidumbre, y tambi閚 pone en riesgo la propia privacidad de los ciudadanos.

Vulnerabilidad del espacio mar韙imo

Este espacio, de gran importancia para Espa馻 como potencia mar韙ima, reviste un gran valor estrat間ico. Entre otros aspectos, las rutas mar韙imas son vitales para las transacciones comerciales y el transporte. Adem醩, el aprovisionamiento energ閠ico se basa en gran medida en este medio, y gran parte del intercambio de informaci髇 digital en Espa馻 transcurre por cables submarinos.

Los factores que amenazan la seguridad mar韙ima se concentran fundamentalmente en dos grupos: primero, aquellas amenazas derivadas de actos intencionados y de naturaleza delictiva, y segundo, otras accidentales debidas a las condiciones naturales del medio. Entre el primer conjunto se encuentran actos como la pirater韆, el terrorismo, los tr醘icos il韈itos, actos contra la conservaci髇 del patrimonio cultural subacu醫ico, las redes de inmigraci髇 irregular por v韆 mar韙ima o la explotaci髇 incontrolada de los recursos marinos, como por ejemplo la pesca. La pirater韆 y la criminalidad organizada en el mar en el Cuerno de 羏rica y en aguas del Golfo de Guinea, as� como el aumento de flujos migratorios irregulares por v韆 mar韙ima, con tr醙icas consecuencias humanitarias, reafirman la importancia estrat間ica esencial del espacio mar韙imo, prioritario para Espa馻, y refuerzan la necesidad de su protecci髇.

La delimitaci髇 de espacios marinos entre Estados es un contencioso frecuente que puede generar situaciones de crisis o conflicto debido a la trascendencia geopol韙ica que reviste el acceso y control de estos espacios. Es el caso de la disputa abierta en el Mar del sur de China.

Adem醩, los avances tecnol骻icos favorecen la extracci髇 de recursos marinos en zonas cada vez m醩 remotas y profundas. Est� situaci髇 puede provocar la aparici髇 de tensiones debido a la competencia entre pa韘es por ampliar su acceso sobre el espacio mar韙imo.

Dentro del segundo grupo de amenazas se enumeran los accidentes mar韙imos y las cat醩trofes naturales. Debido a la posici髇 geogr醘ica de Espa馻, sus espacios de soberan韆 y jurisdicci髇 son punto de confluencia de algunas de las rutas m醩 transitadas, como es el caso del Estrecho de Gibraltar. Espa馻 es asimismo responsable de una amplia zona de salvamento y rescate, donde la seguridad de la vida humana en la mar y del tr醘ico mar韙imo requieren de una atenci髇 continua. A los accidentes y cat醩trofes mar韙imas se les une la preservaci髇 de los ecosistemas marinos, costeros y terrestres como actividades de especial relevancia.

Vulnerabilidad del espacio a閞eo y ultraterrestre

Determinadas infraestructuras, como las energ閠icas, los flujos de informaci髇 financiera, o el normal funcionamiento de determinados servicios b醩icos para la sociedad, se subordinan al buen uso del espacio ultraterrestre y el ciberespacio.

El espacio a閞eo puede ser escenario de violaciones a la seguridad y al orden internacional por parte de actores estatales y no estatales. Las acciones contra la aviaci髇 comercial y sistemas de control de navegaci髇 y todo tipo de tr醘icos il韈itos por v韆 a閞ea son ejemplos con potencial de alteraci髇 del orden mundial.

Asimismo, el posible uso de aeronaves pilotadas remotamente (drones) para acciones de naturaleza agresiva o il韈ita por parte de Estados u organizaciones no estatales, constituye otro ejemplo actual que justifica la protecci髇 del espacio a閞eo.

Por otra parte, armas de alta tecnolog韆 con amplia capacidad de actuaci髇, sofisticados equipos de reconocimiento y vigilancia, los sistemas de posicionamiento, y buena parte del intercambio de la informaci髇 digital, dependen de las comunicaciones v韆 sat閘ite. En este sentido, el abaratamiento de costes que facilita el acceso a la tecnolog韆 satelital ofrece grandes oportunidades en 醡bitos como la exploraci髇 espacial, pero al mismo tiempo acarrea importantes riesgos como el incremento en basura espacial.

La competici髇 entre Estados por el acceso, uso y control del espacio ultraterrestre va a seguir creciendo, dado su gran valor estrat間ico y comercial. El despliegue de tecnolog韆s anti-sat閘ite dise馻das para deshabilitar o destruir sat閘ites podr韆 incrementar la tensi髇 global.

Amenazas sobre las infraestructuras cr韙icas

Las infraestructuras cr韙icas son aquellas infraestructuras estrat間icas cuyo funcionamiento es indispensable y no permite soluciones alternativas. Las infraestructuras estrat間icas incluyen las instalaciones, redes, sistemas y equipos f韘icos y de tecnolog韆 de la informaci髇 y de la comunicaci髇 sobre las que descansa el funcionamiento de los servicios esenciales. Los servicios esenciales son necesarios para el mantenimiento de las funciones sociales b醩icas, la salud, la seguridad, el bienestar social y econ髆ico de los ciudadanos, o el eficaz funcionamiento del sector p鷅lico.

Cualquier interrupci髇 en los servicios proporcionados por estas infraestructuras de sectores estrat間icos (Administraci髇, espacio, industria nuclear, industria qu韒ica, instalaciones de investigaci髇, agua, energ韆, salud, tecnolog韆s de la informaci髇 y de comunicaciones, transporte, alimentaci髇 y sistema financiero y tributario) podr韆 tener graves consecuencias en los flujos de suministros vitales o en el funcionamiento de los servicios esenciales, adem醩 de provocar perturbaciones y disfunciones graves en materia de seguridad.

Las amenazas que pueden afectar a estas infraestructuras que revisten mayor gravedad, son aquellas que tienen su origen en actos deliberados, bien realizados mediante una agresi髇 f韘ica sobre la propia infraestructura o bien a trav閟 de un ciberataque, hoy m醩 probable dado el desarrollo tecnol骻ico.

Puesto que la mayor韆 de estos servicios esenciales son proporcionados por operadores privados, resulta fundamental seguir potenciando la colaboraci髇 p鷅lico-privada en este 醡bito en beneficio de la sociedad en su conjunto.

Desaf韔s

Inestabilidad econ髆ica y financiera

Los factores que pueden desestabilizar el sistema econ髆ico y financiero son de muy diversa naturaleza, no exclusivamente econ髆ica, y normalmente sus efectos son transversales, materializ醤dose en m醩 de un 醡bito. De ah� la necesidad de adoptar un enfoque integral, que no s髄o aborde los aspectos estrictamente econ髆ico-financieros, sino que contemple tambi閚 su dimensi髇 de seguridad.

Entre dichos factores se encuentran todas aquellas actuaciones que dificultan el normal funcionamiento de las pol韙icas econ髆icas y financieras e impiden maximizar su eficacia as� como las que merman la continuidad de la actividad econ髆ica. En este 鷏timo sentido, se incluir韆n acciones como el fraude, la corrupci髇, los para韘os fiscales, el blanqueo de capitales o las interrupciones de los sistemas de comercio e infraestructuras que soportan los flujos comerciales. Es importante seguir trabajando contra fen髆enos como los tr醘icos il韈itos, que ponen en riesgo la estabilidad econ髆ica, la financiaci髇 de los servicios p鷅licos, los derechos sociales y el bienestar de los ciudadanos.

Por otra parte, los obst醕ulos a la internacionalizaci髇 de la econom韆 espa駉la o que ponen en riesgo la seguridad de las empresas o trabajadores nacionales en el exterior, son retos a los que hay que hacer frente para garantizar su competitividad.

Otros de los desaf韔s a mitigar son aquellas acciones que minan la eficacia de los instrumentos econ髆icos al servicio de la defensa de los intereses y compromisos nacionales de seguridad. Por ello, cobra especial relevancia garantizar la seguridad de aquellos sectores, empresas, servicios, tecnolog韆s o sistemas de informaci髇 de especial inter閟 para la Seguridad Nacional.

Vulnerabilidad energ閠ica

La energ韆 es un elemento fundamental para la prosperidad, el bienestar de la sociedad y la propia soberan韆 y continuidad del Estado.

El suministro energ閠ico es clave para un pa韘 como Espa馻, que depende para su abastecimiento en gran medida de zonas como 羏rica del Norte o el Golfo de Guinea. El aumento de la inestabilidad geopol韙ica en las principales zonas productoras pone en peligro el abastecimiento de productos de forma directa y puede provocar una escalada en los precios del petr髄eo y el gas.

Adem醩, la seguridad de las instalaciones es un factor importante para la seguridad energ閠ica. La inversi髇 en infraestructuras energ閠icas, su mantenimiento y modernizaci髇 es crucial en este 醡bito.

Por otra parte, la baja interconexi髇 energ閠ica de gas y electricidad de Espa馻 con el resto de Europa aumenta la vulnerabilidad a interrupciones en el suministro.

La configuraci髇 geogr醘ica de Espa馻 presenta asimismo un desaf韔 en materia de conectividad energ閠ica en los territorios extrapeninsulares como es el caso del archipi閘ago canario.

Es por ello prioritario garantizar el suministro de energ韆 y asegurar su abastecimiento, de una forma sostenible medioambiental y econ髆icamente, en un contexto de transici髇 energ閠ica hacia un modelo m醩 seguro y m醩 eficiente.

Flujos migratorios irregulares

Europa y el mundo en su conjunto viven una de las mayores crisis migratorias registradas desde la Segunda Guerra Mundial. En este drama humano confluyen causas inmediatas como el aumento de los conflictos y la inestabilidad regional, lo que ha elevado exponencialmente el n鷐ero de afectados; y tendencias de fondo como la migraci髇 por motivos econ髆icos o relacionada con factores medioambientales. Los desplazamientos forzosos probablemente contin鷈n siendo una constante los pr髕imos a駉s, a menudo sin soluciones inmediatas y duraderas, y con capacidad de afectar la estabilidad y cohesi髇 pol韙ico-social de los pa韘es de acogida.

Espa馻, por su posici髇 geoestrat間ica, est� especialmente expuesta a este desaf韔. Tras varios a駉s de disminuci髇 de las cifras de inmigrantes irregulares llegados al territorio nacional, en gran medida debido a la crisis econ髆ica, la tendencia vuelve a ser de incremento. Este desaf韔 debe por ello seguir siendo un elemento permanente de atenci髇 y de gesti髇 junto con los esfuerzos en proteger los Derechos Humanos de aquellos que se encuentren en situaci髇 de mayor vulnerabilidad.

La integraci髇 de los inmigrantes en la sociedad y cultura espa駉las contribuye a la prosperidad de Espa馻 y su diversidad, siempre desde el respeto a los valores, la libertad y el modo de vida de los ciudadanos.

Emergencias y cat醩trofes

Las emergencias y cat醩trofes siguen siendo uno de los principales desaf韔s del mundo moderno. Su impacto no s髄o afecta a la vida y salud de las personas sino, tambi閚, a los bienes patrimoniales, al medio ambiente y al desarrollo econ髆ico.

Cuatro son los factores que est醤 potenciando estos desaf韔s. El primero es de car醕ter demogr醘ico. Est� motivado por el incremento de poblaci髇 urbana en zonas de peligro ambiental o antr髉ico. El segundo factor est� ligado a la vulnerabilidad de la infraestructura econ髆ica y tecnol骻ica. Ello hace que se acent鷈 la rapidez y propagaci髇 de los riesgos y se produzcan efectos en cascada, como ocurri� en el terremoto de Jap髇 de 2011. El tercer factor es la degradaci髇 de los ecosistemas, que reduce las defensas naturales. Por 鷏timo, hay que tener en cuenta el incremento de magnitud y frecuencia de algunos fen髆enos adversos (tales como olas de calor, sequ韆s, incendios forestales o erosi髇) a consecuencia del cambio clim醫ico.

Espa馻 es un pa韘 que se enfrenta a este desaf韔 con un bagaje de experiencia positiva y con una importante dotaci髇 de medios, adaptada a las amenazas y desaf韔s que soporta y que siguen presentes. Sin embargo, ante la posibilidad de incremento de algunas emergencias y cat醩trofes, es preciso seguir reforzando el estado de preparaci髇 en aras a facilitar la prevenci髇 y una pronta recuperaci髇 ante una situaci髇 catastr骹ica.

Epidemias y pandemias

En las 鷏timas d閏adas, el n鷐ero de enfermedades emergentes identificadas y de situaciones de riesgo asociadas a ellas ha aumentado. Se han identificado al menos seis alertas sanitarias globales, todas ellas con un importante impacto a nivel nacional: el S韓drome Respiratorio Agudo Grave, la gripe por virus A/H5N1, la pandemia de gripe por virus A/H1N1, la nueva diseminaci髇 internacional del poliovirus salvaje, la enfermedad por virus 蒪ola en 羏rica del Oeste y la infecci髇 por virus Zika.

Este incremento de las situaciones de riesgo asociadas a enfermedades infecciosas ha venido de la mano de un cambio global r醦ido que est� modificando la relaci髇 del ser humano con su entorno en varios 醡bitos: poblacionales (tama駉 y fragilidad), uso y ocupaci髇 del suelo, movilidad y desplazamientos de poblaci髇, conflictos, transporte de mercanc韆s y cambio clim醫ico.

Espa馻, un pa韘 que recibe m醩 de 75 millones de turistas al a駉, con puertos y aeropuertos que se cuentan entre los de mayor tr醘ico del mundo, un clima que favorece cada vez m醩 la extensi髇 de vectores de enfermedades, con una poblaci髇 envejecida y una situaci髇 geopol韙ica polarizada, no est� exenta de amenazas y desaf韔s asociadas a enfermedades infecciosas tanto naturales como intencionadas.

Reducir la vulnerabilidad de la poblaci髇 a los riesgos infecciosos cuando es factible (por ejemplo, mediante la vacunaci髇), la probabilidad de introducci髇 de riesgos infecciosos (por ejemplo, mediante el control e inspecci髇 de mercanc韆s en frontera), as� como la probabilidad de transmisi髇 interna de enfermedades (por ejemplo, mediante buenos programas de prevenci髇 y promoci髇 de la salud o buenos sistemas de saneamiento) es fundamental para minimizar los riesgos y su posible impacto sobre la poblaci髇.

Sin embargo, dichos riesgos no se pueden eliminar por completo. Es necesario, adem醩 de reducir la vulnerabilidad de la poblaci髇, desarrollar planes de preparaci髇 y respuesta ante amenazas y desaf韔s sanitarios, tanto gen閞icos como espec韋icos, con una aproximaci髇 multisectorial que asegure una buena coordinaci髇 de todas las administraciones implicadas tanto a nivel nacional como internacional.

Efectos derivados del cambio clim醫ico

En los 鷏timos a駉s, los efectos producidos por el cambio clim醫ico han adquirido tal relevancia que se justifica su an醠isis desde una perspectiva de seguridad.

A nivel global, existe una creciente relaci髇 de los efectos del cambio clim醫ico con la competencia por el acceso a los recursos, sobre todo el agua, los movimientos migratorios forzosos y la aparici髇 de vectores que favorecen la propagaci髇 de enfermedades. Estos factores tienen un impacto especialmente intenso en regiones como 羏rica y en el 醨ea Asia-Pac韋ico, y a veces funcionan como causas estructurales de conflictos armados.

El incremento de las temperaturas globales est� teniendo como consecuencias m醩 destacadas el aumento en frecuencia e intensidad de diversos fen髆enos meteorol骻icos extremos, el incremento de los niveles del mar, la acidificaci髇 del oc閍no, la desertificaci髇, la degradaci髇 del suelo, la disminuci髇 de los recursos h韉ricos y la inseguridad alimentaria.

La regi髇 mediterr醤ea est� identificada como una de las regiones europeas con mayor vulnerabilidad frente al cambio clim醫ico. En Espa馻 destacan la escasez de los recursos h韉ricos y el incremento de la frecuencia y severidad de sequ韆s, inundaciones e incendios.

La reducci髇 de las emisiones de gases de efecto invernadero, la lucha contra la p閞dida de biodiversidad, la revisi髇 de los sistemas de abastecimiento y uso de la energ韆, la gesti髇 conjunta de bienes compartidos como el agua o los recursos pesqueros, as� como un pacto global de pa韘es industrializados y pa韘es emergentes, son requerimientos imprescindibles para afrontar las consecuencias del cambio clim醫ico. De ah� la importancia del cumplimiento y refuerzo de los compromisos asumidos en organizaciones multilaterales y acuerdos positivos como el Acuerdo de Par韘. As�, en el plano nacional, la integraci髇 de esfuerzos hacia un modelo eficiente y sostenible, y que se materializar� en la futura Ley de Cambio Clim醫ico y Transici髇 Energ閠ica, ha de estar guiada por una visi髇 integral que contemple todas las dimensiones que afectan a la seguridad.

Por otro lado, el deterioro de la calidad del medio ambiente, a trav閟 de la contaminaci髇 del aire, las aguas y el suelo, la p閞dida de la biodiversidad y la degradaci髇 de los h醔itats naturales afectan la calidad de vida de las personas y pueden dar lugar a movimientos migratorios de gran calado en busca de una mayor seguridad ambiental.

CAP蚑ULO 5
Objetivos generales y l韓eas de acci髇 de la Seguridad Nacional

En este cap韙ulo se establecen cinco objetivos generales que orientan la acci髇 del Estado y se identifican quince 醡bitos a los que se asigna un objetivo espec韋ico y l韓eas de acci髇 para su consecuci髇.

En un entorno de seguridad complejo e incierto como el presente, en el que las amenazas y desaf韔s est醤 conectados, es preciso un enfoque de seguridad integral y no compartimentado.

En consecuencia, la Estrategia define unos objetivos generales comunes a todos los 醡bitos de actuaci髇 de la Seguridad Nacional, que refuerzan la necesaria sinergia que debe existir entre todos sus componentes y elementos integrantes. Estos objetivos responden a los principios rectores de la pol韙ica de Seguridad Nacional: unidad de acci髇, anticipaci髇, eficiencia y resiliencia.

Adicionalmente, puesto que las amenazas y desaf韔s pueden impactar con distinta intensidad en campos y materias diversas, se establecen quince 醡bitos de actuaci髇 para la Seguridad Nacional. Algunos de ellos son 醡bitos tradicionales, como la Defensa Nacional o la lucha contra el terrorismo, mientras que otros responden al nuevo panorama de seguridad, como la ciberseguridad, la lucha contra el cambio clim醫ico o la seguridad frente a epidemias y pandemias. A cada una de estas materias se le asigna un objetivo espec韋ico prioritario y l韓eas de acci髇 para su consecuci髇.

Tales objetivos y l韓eas de acci髇 ordenan, posicionan y priorizan la acci髇 del Estado en materia de Seguridad Nacional junto con la asignaci髇 adecuada de recursos, capacidades y esfuerzos, siempre bajo la l骻ica de su optimizaci髇 y uso eficiente.

Objetivos generales

Los objetivos generales se explican a la luz de los principios rectores de la pol韙ica de Seguridad Nacional. Son comunes a todos los 醡bitos de esta pol韙ica y responden a la necesidad de que Espa馻 se posicione oportunamente ante las implicaciones de seguridad del nuevo contexto internacional.

Se establecen cinco objetivos generales:

• – Desarrollar el modelo integral de gesti髇 de crisis.
• – Promover una cultura de Seguridad Nacional.
• – Favorecer el buen uso de los espacios comunes globales.
• – Impulsar la dimensi髇 de seguridad en el desarrollo tecnol骻ico.
• – Fortalecer la proyecci髇 internacional de Espa馻.

Desarrollar el modelo integral de gesti髇 de crisis

La mayor parte de las crisis actuales afectan a 醡bitos muy distintos de la Seguridad Nacional. Son imprevisibles en cuanto a su evoluci髇 e impacto, pudiendo requerir medidas que no hayan sido testadas y una coordinaci髇 reforzada. Adem醩 se observa un aumento en intensidad de las acciones h韇ridas.

Es prioritario, en consecuencia, profundizar y adaptar el modelo integral de gesti髇 de crisis en el marco del Sistema de Seguridad Nacional con el fin de proporcionar respuestas eficaces y oportunas a las amenazas y desaf韔s del panorama actual. En concreto, hacer frente a la amenaza terrorista y las amenazas de naturaleza h韇rida requiere un trabajo constante de an醠isis, intercambio de informaci髇 y compartici髇 de mejores pr醕ticas. Por eso es importante la coordinaci髇 a nivel de la UE y la OTAN, ya que estas amenazas no se ven limitadas por fronteras nacionales.

La gesti髇 de crisis comporta varias fases en un arco temporal que abarca desde la alerta temprana hasta la respuesta. Es importante fomentar un enfoque preventivo y anticipatorio, para el que cobran particular relevancia el seguimiento permanente del entorno de seguridad y sus constantes cambios, los sistemas de inteligencia e informaci髇, el desarrollo de metodolog韆s de an醠isis de riesgos y de instrumentos que contribuyan a la protecci髇 contra la desinformaci髇, as� como la formaci髇 o la realizaci髇 de ejercicios de gesti髇 de crisis.

Asimismo, la fase de respuesta a situaciones de crisis debe incluir mecanismos de participaci髇 apropiados a toda la Administraci髇 P鷅lica y el sector privado. De modo m醩 relacionado con los 醡bitos de especial inter閟 para la Seguridad Nacional, esta respuesta debe involucrar a las empresas estrat間icas, los operadores de infraestructuras cr韙icas, los centros de investigaci髇 o prospectiva y la sociedad civil en su conjunto.

En el contexto actual de crisis constantes, el fomento de la resiliencia de la sociedad y de las Administraciones adquiere una importancia esencial. Se trata de fortalecer la capacidad de recuperaci髇 ante posibles crisis, manteniendo la estabilidad necesaria para garantizar la continuidad en la acci髇 del Gobierno dirigida a la protecci髇 de los ciudadanos y la provisi髇 de los servicios esenciales, para retornar al estado de normalidad en el menor tiempo posible, de modo que se minimicen las consecuencias negativas sobre la seguridad y el bienestar de los ciudadanos.

La comunicaci髇 estrat間ica es una de las dimensiones cr韙icas ante este tipo de situaciones, con el objetivo de transmitir a la sociedad una informaci髇 veraz, ajustada y oportuna.

Promover una cultura de Seguridad Nacional

Espa馻 mantiene est醤dares altos de seguridad por el compromiso absoluto y decidido del Estado en esta pol韙ica dirigida principalmente al ciudadano. Sin embargo, la exposici髇 a amenazas y desaf韔s cambiantes es inevitable; no existe el riesgo cero y los esfuerzos en seguridad deben permanecer.

Resulta prioritario acercar la pol韙ica de Seguridad Nacional a la sociedad en general, porque nadie es hoy ya sujeto pasivo de la seguridad. Una sociedad conocedora de las amenazas y desaf韔s para la seguridad es una sociedad mejor preparada y con mayor capacidad de sobreponerse ante las crisis a las que tenga que enfrentarse. Una sociedad concienciada es pues, m醩 segura, robusta y resiliente. Ello implica la participaci髇 ciudadana como uno de los ejes de actuaci髇 sobre los que descansa la verdadera efectividad de esta pol韙ica p鷅lica.

El Gobierno impulsar� cauces que faciliten el conocimiento en la sociedad acerca del esfuerzo de los actores y organismos implicados diariamente en la salvaguarda de la Seguridad Nacional, en 醡bitos tales como la Defensa Nacional, la lucha contra el terrorismo, la ciberseguridad o la seguridad ciudadana. Tambi閚 fomentar� la concienciaci髇 sobre las amenazas y desaf韔s actuales, y la sensibilizaci髇 en lo que respecta a la responsabilidad colectiva en su preservaci髇.

Favorecer el buen uso de los espacios comunes globales

El tejido de conectividad global formado por el ciberespacio, el espacio mar韙imo, y el espacio a閞eo y ultraterrestre constituye un conjunto de redes funcionales cuya seguridad es clave en el orden internacional.

Cualquier acci髇 contraria al buen uso de estos espacios resulta cr韙ica, dada la dificultad de vigilancia, monitorizaci髇 y respuesta ante cualquier acto il韈ito y el impacto significativo de diversas formas de desconexi髇 funcional e informativa.

Una adecuada gesti髇 en estos espacios tan polivalentes requiere procesos coordinados y estructuras flexibles que integren los intereses y las responsabilidades de organizaciones internacionales, Estados y actores no estatales. Asimismo, dado que los espacios comunes globales pueden operar hoy como escenarios de confrontaci髇, Espa馻 debe acometer una adaptaci髇 del marco estrat間ico nacional a esta realidad.

Impulsar la dimensi髇 de seguridad en el desarrollo tecnol骻ico

La sociedad actual depende en gran medida de la tecnolog韆. El desarrollo tecnol骻ico y la automatizaci髇 est醤 transformando sistemas enteros de producci髇 y gesti髇. El ciberespacio y la accesibilidad de la tecnolog韆 han rebajado el coste de la informaci髇 y ampliado su acceso, pero agravado su vulnerabilidad.

Por esta raz髇 es imprescindible contar con una tecnolog韆 segura. Entre las medidas necesarias se encuentran la regulaci髇, los controles de calidad, la formaci髇 o el desarrollo seguro. Es importante fomentar que el desarrollo tecnol骻ico y la innovaci髇 incorporen aspectos de seguridad desde su concepci髇, adem醩 de paliar las vulnerabilidades existentes y asegurar sistemas protegidos, bien configurados y gestionados. Otro aspecto que cobra cada vez m醩 importancia es la gobernanza de las tecnolog韆s emergentes, ya sea relacionada con la revoluci髇 de los datos, dados los ingentes vol鷐enes de datos que se generan y que son susceptibles de explotaci髇, o con la inteligencia artificial, la robotizaci髇 y computerizaci髇 o la biogen閠ica.

En la medida de lo posible, el Estado debe preservar determinadas capacidades tecnol骻icas de car醕ter estrat間ico en t閞minos de seguridad. El desarrollo de industrias tecnol骻icas propias es por tanto un 醡bito de soberan韆 nacional que aspira a evitar la dependencia en pa韘es terceros.

Fortalecer la proyecci髇 internacional de Espa馻

Proteger los intereses de Espa馻 en el exterior es clave para la Seguridad Nacional. En el 醡bito internacional, Espa馻 es un socio importante que contribuye a la paz y seguridad internacional a trav閟 del fortalecimiento y estabilidad de los organismos de los que es miembro, al tiempo que vela y prioriza sus intereses con voz propia. Esta responsabilidad lleva aparejada una exigente reflexi髇 estrat間ica sobre el posicionamiento en cada uno de estos organismos y un compromiso y una participaci髇 proactiva para garantizar la mejor defensa de los intereses nacionales y de la seguridad y prosperidad del Estado y la sociedad espa駉la, as� como para potenciar una mayor cooperaci髇 internacional. Esto implica un trabajo coordinado entre los ministerios competentes para la identificaci髇 de intereses y acciones pertinentes y un esfuerzo de integraci髇 con el sector privado.

En el contexto europeo, Espa馻 apuesta por una UE reafirmada en sus valores fundacionales y quiere ocupar un lugar preferente en el dise駉 de un mayor nivel de integraci髇 acorde con los retos de hoy en d韆, en particular, en el 醡bito de seguridad, en beneficio de los ciudadanos. Apuesta tambi閚 por una OTAN adaptada a las amenazas y desaf韔s comunes, con responsabilidades compartidas entre aliados, y por un espacio europeo seguro, democr醫ico y basado en el Estado de Derecho.

Adem醩, Espa馻 seguir� protegiendo los intereses de sus ciudadanos y empresas m醩 all� de sus fronteras a trav閟 del Servicio Exterior del Estado, promoviendo as� el incremento de las exportaciones y de las inversiones de las empresas espa駉las en el exterior.

Objetivos y l韓eas de acci髇 estrat間icas para los 醡bitos de la Seguridad Nacional

Adem醩 de los objetivos generales de la Seguridad Nacional, cabe detallar los objetivos propios de cada uno de sus 醡bitos. Su realizaci髇 se define a trav閟 de l韓eas de acci髇 estrat間icas que contribuyen a la consecuci髇 de las prioridades establecidas para cada uno de ellos y a la evaluaci髇 de los avances conseguidos con su implementaci髇.

Ciberseguridad

Garantizar un uso seguro de las redes y los sistemas de informaci髇 y comunicaci髇 a trav閟 del fortalecimiento de las capacidades de prevenci髇, detecci髇 y respuesta a los ciberataques, potenciando y adoptando medidas espec韋icas para contribuir a un ciberespacio seguro y fiable.

– Reforzar las capacidades de prevenci髇, detecci髇, reacci髇, an醠isis, recuperaci髇, respuesta e investigaci髇 frente a las ciberamenazas, as� como potenciar la coordinaci髇 en los niveles t閏nico y estrat間ico del Sistema de Seguridad Nacional en el 醡bito de la ciberseguridad. – Reforzar, impulsar y promover los mecanismos normativos, organizativos y t閏nicos, as� como la aplicaci髇 de medidas, servicios, buenas pr醕ticas y planes de continuidad para la protecci髇, seguridad y resiliencia en (1) el Sector P鷅lico, (2) los sectores estrat間icos (especialmente en las infraestructuras cr韙icas y servicios esenciales), (3) el sector empresarial y (4) la ciudadan韆, de manera que se garantice un entorno digital seguro y fiable. – Reforzar y mejorar las estructuras de cooperaci髇 p鷅lico-p鷅lico y p鷅lico-privada nacionales en materia de ciberseguridad. – Alcanzar las capacidades tecnol骻icas necesarias mediante el impulso de la industria espa駉la de ciberseguridad, promoviendo un entorno que favorezca la investigaci髇, el desarrollo y la innovaci髇, as� como la participaci髇 del mundo acad閙ico. – Promover el alcance y mantenimiento de los conocimientos, habilidades, experiencia, as� como capacidades tecnol骻icas y profesionales que necesita Espa馻 para sustentar los objetivos de la ciberseguridad. – Contribuir a la seguridad del ciberespacio, en al 醡bito de la UE e internacional, en defensa de los intereses nacionales, fomentando la cooperaci髇 y el cumplimiento del Derecho Internacional.

V閍se la Orden PCI/487/2019, de 26 de abril, por la que se publica la Estrategia Nacional de Ciberseguridad 2019, aprobada por el Consejo de Seguridad Nacional�(獴.O.E.� 30 abril).LE0000643561_20190501 V閍se la Orden PCI/870/2018, de 3 de agosto, por la que se publica el Acuerdo del Consejo de Seguridad Nacional, por el que se aprueba el procedimiento para la elaboraci髇 de una nueva Estrategia de Ciberseguridad Nacional (獴.O.E.� 10 agosto).LE0000626718_20180811

Seguridad del espacio a閞eo y ultraterrestre

Garantizar la seguridad del espacio a閞eo y ultraterrestre en un marco compartido y orientado a prevenir las amenazas y desaf韔s que en ellos se desarrollan, as� como a neutralizar sus consecuencias, conforme a los principios de eficiencia y m醲ima coordinaci髇, tanto en el empleo de las capacidades de an醠isis y evaluaci髇 como en las de reacci髇 ante los desaf韔s.

– Fomentar una actuaci髇 coordinada de todas las Administraciones P鷅licas y departamentos con competencias en el espacio a閞eo y ultraterrestre que permita establecer sinergias y abordar soluciones transversales. – Fortalecer las capacidades de los organismos e instituciones nacionales, tanto p鷅licos como privados, con competencias en estos 醡bitos, para hacer frente a las diversas amenazas y desaf韔s propios del espacio a閞eo y ultraterrestre. – Perseverar en el an醠isis de riesgos y evaluaci髇 de medidas contra ciberataques, actos terroristas o delictivos u otros conflictos que afecten a las instalaciones aeroportuarias, o al transporte a閞eo dentro o fuera del espacio a閞eo espa駉l. – Impulsar un desarrollo normativo del uso civil de aeronaves pilotadas remotamente que garantice el necesario equilibrio entre la seguridad de las personas, instalaciones y dem醩 usuarios del espacio a閞eo, y el desarrollo tecnol骻ico y econ髆ico de un sector pujante de la econom韆 espa駉la. – Apoyar el papel de Espa馻 en el 醡bito internacional dentro del marco de compromisos y responsabilidades asumidos en materia de seguridad a閞ea y ultraterrestre.

V閍se la Orden PCI/869/2018, de 3 de agosto, por la que se publica el Acuerdo del Consejo de Seguridad Nacional, por el que se aprueba el procedimiento para la elaboraci髇 de la Estrategia de Seguridad Aeroespacial Nacional (獴.O.E.� 10 agosto).LE0000626717_20180811

V閍se la Orden PCI/488/2019, de 26 de abril, por la que se publica la Estrategia Nacional de Protecci髇 Civil, aprobada por el Consejo de Seguridad Nacional �(獴.O.E.� 30 abril).LE0000643562_20190501

CAP蚑ULO 6
Sistema de Seguridad Nacional

En este cap韙ulo se establecen iniciativas para reforzar el Sistema de Seguridad Nacional, mejorar la coordinaci髇 y eficacia de la acci髇 del Estado y la participaci髇 de la sociedad.

El concepto estrat間ico de Seguridad Nacional en Espa馻 incorpora desde la anterior Estrategia una dimensi髇 org醤ica. A este fin se impuls� la creaci髇 del Consejo de Seguridad Nacional bajo la direcci髇 del Presidente del Gobierno.

Desde su puesta en marcha, se ha producido un s髄ido avance en 醡bitos sensibles para Espa馻 como la ciberseguridad, la seguridad mar韙ima o la seguridad energ閠ica, y se han aprobado numerosos planes de acci髇 en materias igualmente esenciales para la Seguridad Nacional.

A la vez, se han fortalecido las estructuras que facilitan la toma eficaz de decisiones a trav閟 de los 髍ganos de apoyo del Consejo de Seguridad Nacional, habi閚dose constituido el Consejo Nacional de Ciberseguridad, el Consejo Nacional de Seguridad Mar韙ima, el Comit� de Inmigraci髇 y el Comit� de Situaci髇 y los nuevos Comit閟 de No Proliferaci髇 de Armas de Destrucci髇 Masiva y de Seguridad Energ閠ica.

El Consejo de Seguridad Nacional asume, entre otras funciones, la direcci髇 y coordinaci髇 de las actuaciones de gesti髇 de crisis en los t閞minos previstos en la Ley de Seguridad Nacional. Para ello su composici髇 es abierta y flexible y contempla la participaci髇 de representantes de los partidos pol韙icos.

El Consejo de Seguridad Nacional es asistido por un Comit� de Situaci髇, que busca mejorar la coordinaci髇 entre las distintas Administraciones P鷅licas, con el fin de favorecer la rapidez y flexibilidad en la respuesta a estas situaciones de crisis.

Por otra parte, y en el 醡bito legislativo, la Comisi髇 Mixta Congreso-Senado de Seguridad Nacional garantiza la participaci髇 adecuada de los representantes p鷅licos en materia de Seguridad Nacional.

Por 鷏timo, la aprobaci髇 con amplio consenso parlamentario de la Ley 36/2015, de 28 de septiembre, evidencia que en Espa馻 la Seguridad Nacional es una pol韙ica de Estado. La Estrategia de Seguridad Nacional es el marco de referencia de esta pol韙ica.

Nuevas iniciativas seg鷑 los objetivos generales para la Seguridad Nacional

El Gobierno impulsar� las siguientes iniciativas a la luz de los objetivos generales de la Seguridad Nacional descritos, para potenciar los componentes fundamentales y 醡bitos de especial inter閟 de la Seguridad Nacional. Har� part韈ipes activos a las Administraciones P鷅licas y dem醩 entidades que integran el sector p鷅lico, as� como a la sociedad en su conjunto.

• – Se completar� el modelo de gesti髇 de crisis con alcance nacional en el 醡bito del Sistema de Seguridad Nacional, basado en un enfoque integral, preventivo, anticipatorio y resiliente, para garantizar una respuesta eficaz, coordinada y 髉tima. Ello se har� en estrecha conexi髇 con el desarrollo normativo de la contribuci髇 de recursos a la Seguridad Nacional conforme a las previsiones de la Ley de Seguridad Nacional.
• – Se aprobar� un Plan Integral de Cultura de Seguridad Nacional que sirva de catalizador para la implantaci髇 progresiva de una cultura de Seguridad Nacional inclusiva, participativa y colaborativa.V閍se la Orden PCM/718/2022, de 23 de julio, por la que se publica el Acuerdo del Consejo de Ministros de 31 de mayo de 2022, por el que se crea el Grupo Interministerial de Seguimiento y Evaluaci髇 de la Cultura de Seguridad Nacional y se regula su composici髇 y funcionamiento (獴.O.E.� 28 julio).LE0000734885_20220729V閍se la Orden PCM/575/2021, de 8 de junio, por la que se publica el Acuerdo del Consejo de Ministros de 25 de mayo de 2021, por el que se aprueba el Plan Integral de Cultura de Seguridad Nacional (獴.O.E.� 10 junio).LE0000699962_20210611
• – Se abordar� el dise駉 de la posici髇 estrat間ica nacional respecto de la gobernanza y uso de los espacios comunes globales. Con este fin, por una parte, se completar� la arquitectura de los 髍ganos de apoyo del Consejo de Seguridad Nacional con la creaci髇 del Consejo Nacional de Seguridad Aeroespacial. Por otra parte, se adaptar� el marco estrat間ico sectorial de estos espacios comunes a la nueva Estrategia de Seguridad Nacional, lo que implicar� la revisi髇 de las Estrategias de Seguridad Mar韙ima Nacional y de Ciberseguridad Nacional, as� como el impulso de la aprobaci髇 de la Estrategia de Seguridad Aeroespacial Nacional. Ligado a este desarrollo estrat間ico, se revisar� la Estrategia de Seguridad Energ閠ica Nacional.V閍se la Orden PCM/1029/2020, de 30 de octubre, por la que se publica el Acuerdo del Consejo de Seguridad Nacional por el que se aprueba el procedimiento para la elaboraci髇 de una nueva Estrategia de Seguridad Energ閠ica Nacional (獴.O.E.� 5 noviembre).LE0000679464_20201106
  V閍se la Orden PCI/489/2019, de 26 de abril, por la que se publica la Estrategia de Seguridad Aeroespacial Nacional, aprobada por el Consejo de Seguridad Nacional (獴.O.E.� 30 abril).LE0000643563_20190501
• – Como parte del objetivo de impulsar un desarrollo tecnol骻ico que incorpore la dimensi髇 de seguridad, el Consejo de Seguridad Nacional ser� el punto de contacto 鷑ico en el 醡bito de la seguridad de las redes y sistemas de informaci髇 con las autoridades competentes de otros Estados miembros de la UE.