Ley 6/1997, de 8 de julio, del Suelo R鷖tico de las Islas Baleares

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Sumario

EL PRESIDENTE DE LA COMUNIDAD AUT覰OMA DE LAS ISLAS BALEARES

Sea notorio a todos los ciudadanos que el Parlamento de las Islas Baleares ha aprobado y yo, en nombre del Rey, y de acuerdo con lo que se establece en el art韈ulo 27.2 del Estatuto de Autonom韆, tengo a bien promulgar la siguiente:

LEY DEL SUELO R赟TICO DE LES ILLES BALEARS

Exposici髇 de Motivos

1.

Los terrenos agrupados bajo la denominaci髇 gen閞ica de suelo r鷖tico constituyen la mayor parte del territorio de las islas Baleares y, como consecuencia de las tensiones que el modelo econ髆ico actual, gran consumidor de recursos naturales y de territorio, produce sobre estos terrenos, son objeto de un proceso creciente de sustituci髇 de las actividades tradicionales por otras que, basadas en los usos tur韘ticos, residenciales y de servicios, inciden de modo importante sobre su naturaleza y caracter韘ticas, desvirtuando sus elementos esenciales y atentando contra uno de los principales activos de futuro de que dispone esta comunidad.

2.

A pesar de su importancia territorial y de los procesos de transformaci髇 a que est� sometido, esta clase de suelo es regulada, en la actualidad, por una normativa muy parca, basada fundamentalmente en el texto refundido de la Ley sobre R間imen del Suelo y Ordenaci髇 Urbana, aprobado mediante el Decreto 1346/1976, de 9 de abril, que determina para el suelo no urbanizable un car醕ter pr醕ticamente residual, tanto en la concepci髇 como en la concreci髇 normativa, respecto de la normativa que en dicha legislaci髇 se establece para los terrenos que han de ser objeto de desarrollo urban韘tico.

Resulta, pues, necesario, abordar la regulaci髇 de esta clase de suelo de una manera objetiva y detallada que, desde la 髉tica de su protecci髇 global frente a los procesos de desarrollo urban韘tico, tenga en cuenta su importancia en el esquema territorial de las islas Baleares y limite, ordene y reconduzca los procesos de transformaci髇 a que se enfrenta.

3.

Para ello, la Ley establece, en el t韙ulo I, una definici髇 de car醕ter positivo de los terrenos que constituyen esta clase de suelo, a馻diendo a los ya adscritos al suelo no urbanizable por la normativa b醩ica estatal aquellos cuya asignaci髇 a tal clase deriva de la necesidad de mantenimiento de las caracter韘ticas de la estructura territorial y los que, por ser soporte de funciones originadas en el medio urbano, han de mantener sus caracter韘ticas originarias e integrarse, para su ordenaci髇, en el esquema funcional de aqu閘. La Ley sistematiza el procedimiento para la determinaci髇 de las medidas de protecci髇 de los terrenos se馻lando que atender醤 a cada uno de sus elementos caracterizadores, seg鷑 la valoraci髇 intr韓seca que podr醤 referirse a su totalidad y que podr醤 alcanzar, asimismo, las instalaciones y las construcciones en ellos ubicadas mediante la definici髇 de un r間imen espec韋ico de protecci髇 para las mismas.

En el t韙ulo I se determina, asimismo, que la asignaci髇 de los terrenos a esta clase de suelo ser� efectuada por los instrumentos de planeamiento general, con arreglo a las pautas b醩icas que se definen en la Ley, y que su ordenaci髇 urban韘tica, concretada en la calificaci髇 y en la regulaci髇 de las actividades y las edificaciones, podr� estar contenida en estos instrumentos o en el planeamiento especial, defini閚dose el contenido m韓imo que, al efecto, deber醤 incluir.

La Ley define las calificaciones b醩icas para la concreci髇 de la ordenaci髇, dentro de las cuales podr醤 luego definirse las diferentes zonas seg鷑 su regulaci髇, y determina la posibilidad de ordenaci髇 de los asentamientos y conjuntos edificados mediante la calificaci髇 como n鷆leo rural en el suelo r鷖tico, sin alteraci髇 de la clasificaci髇 del suelo.

4.

El t韙ulo II concreta, respetando el marco normativo estatal que resulta constitucionalmente de aplicaci髇, las limitaciones que la clasificaci髇 como suelo r鷖tico y la asignaci髇 o no, a un r間imen de especial protecci髇 supone para el contenido del derecho de propiedad, estableciendo asimismo la necesidad de obtenci髇 de licencia municipal previa para la segregaci髇 de terrenos en esta clase de suelo.

5.

Para la ordenaci髇 de las actividades, el t韙ulo III, respetando asimismo el marco b醩ico de la legislaci髇 estatal, las diferencias seg鷑 el uso y la clase de actuaci髇 que cada una conlleva, determinando su vinculaci髇 a la parcela en que se autoricen y estableciendo la subordinaci髇 de las edificaciones e instalaciones al uso con ellas relacionado.

A fin de igualar, en cierta forma, su r間imen de cargas a las que son propias de las actividades desarrolladas en otras clases de suelo, la Ley determina que las actividades distintas a las consustanciales al suelo r鷖tico conllevan la atribuci髇 de un aprovechamiento at韕ico, parte del cual pertenece a la Administraci髇 municipal y debe ser adquirido por los interesados a fin de hacer participar a la comunidad de las plusval韆s que su atribuci髇 genera.

La Ley define los requisitos a los que habr醤 de someterse las diferentes actividades, estableciendo controles complementarios a los que resultan de la aplicaci髇 de la normativa general reguladora de los usos, obras y actividades, y respetando las normativas b醩icas espec韋icas por las que se regulan las actividades que el marco b醩ico estatal define como propias de esta clase de suelo, as� como las relacionadas con la ejecuci髇, el uso y el mantenimiento de las infraestructuras p鷅licas.

Respecto de las actividades de las que resulten nuevas viviendas unifamiliares, se establece la necesidad de que la superficie de la parcela, a ellas vinculada, supere los par醡etros m韓imos que, para cada isla y seg鷑 la calificaci髇 b醩ica de los terrenos, se definen, contemplando, asimismo, la posibilidad de efectuar este tipo de actividades sin ajustarse a dichos par醡etros en los casos espec韋icos en los que el planeamiento municipal, de modo justificado y con las limitaciones constructivas que estime pertinentes, as� lo proponga. La Ley establece una 鷑ica posibilidad para la autorizaci髇 de actividades distintas de las admitidas o de las vinculadas a la vivienda unifamiliar, la de su declaraci髇 como actividades de inter閟 general, definiendo las prioridades a que tales declaraciones deber醤 atender y los requisitos que habr醤 de cumplimentar.

6.

El t韙ulo IV contiene la definici髇 de las caracter韘ticas b醩icas a las que habr醤 de ajustarse las edificaciones, as� como de las condiciones a que deber� ajustarse el tratamiento arquitect髇ico y paisaj韘tico de su entorno, de modo que se garantice su mejor integraci髇 en el medio rural. Asimismo, se determina la necesidad de desarrollo posterior de los principios b醩icos formulados, a fin de adaptarlos a la realidad de cada zona concreta. Por 鷏timo, y a fin de no coartar las posibilidades creativas y de innovaci髇 en este campo, la regulaci髇 prev�, asimismo, la posibilidad de que, sin respetar la totalidad de dichas condiciones, se planteen soluciones alternativas que deber醤 ser autorizadas, en cada caso, por la Comisi髇 Insular de Urbanismo respectiva.

7.

El t韙ulo V contiene la definici髇 de los procedimientos para la autorizaci髇 de las actividades relacionadas con los diferentes usos, determinando la naturaleza, las caracter韘ticas y los plazos de los distintos informes exigidos y estableciendo la posibilidad de regular las caracter韘ticas de la documentaci髇 que acompa馿 a las solicitudes, a fin de dotar de contenido real los tr醡ites de informaci髇 p鷅lica que en ella se determinan.

En este t韙ulo se regula, asimismo, la posibilidad de formaci髇 de patrimonios p鷅licos en esta clase de suelo, y se determina la necesidad de arbitrar medidas de fomento de los terrenos asignados al suelo r鷖tico protegido o que mantengan el uso primario, se馻lando que deber醤 instrumentalizar efectivamente a trav閟 de reducciones y bonificaciones impositivas y de un tratamiento preferente en materia de ayudas y subvenciones de la administraci髇.

8.

La Ley se completa con las disposiciones adicionales, en que se contienen las modificaciones de la legislaci髇 vigente que de sus determinaciones se derivan, as� como una serie de medidas, plenamente consecuentes con sus objetivos, que ha parecido oportuno adoptar de forma paralela a su formulaci髇: la equiparaci髇 entre municipios interiores y costeros en cuanto a las limitaciones al riego de los campos de golf, las limitaciones a las reclasificaciones de los terrenos asignados a esta clase de suelo , y la prohibici髇 del emplazamiento de caravanas y del resto de elementos m髒iles habitables. Por 鷏timo, la Ley define las necesarias disposiciones transitorias, en las que se contienen las medidas de aplicaci髇 hasta que no se produzca la plena adaptaci髇 de los instrumentos de planeamiento general a su contenido, el r間imen de aplicaci髇 a los edificios e instalaciones ya construidos y las disposiciones por las que se regir醤 los expedientes iniciados con anterioridad a su entrada en vigor.