ANEXO

Estrategia Nacional Contra el Terrorismo 2019

Resumen ejecutivo

Este documento nace de la voluntad de constituirse en el marco pol�tico estrat�gico en la lucha contra el terrorismo y el extremismo violento.

Garantizar el respeto a los derechos humanos y asegurar el ejercicio de las libertades p�blicas conforman la base de esta Estrategia, en armon�a con los valores de la Constituci�n de Espa�a. Busca, as�, contribuir a promover las condiciones que garanticen la libertad, la igualdad y la seguridad del conjunto de la sociedad, los ciudadanos y sus instituciones. En s�ntesis, se concreta en lo siguiente:

• – La Estrategia Nacional Contra el Terrorismo se encuentra incardinada en el Sistema de Seguridad Nacional, entendiendo que el terrorismo y el extremismo violento en todas sus manifestaciones constituyen una de las principales amenazas para la Seguridad Nacional y el ordenamiento democr�tico, afectando a los valores y principios esenciales que rigen nuestra convivencia.
• – El desarrollo tecnol�gico ha ampliado el acceso a recursos disponibles para los grupos terroristas, incrementando su capacidad de financiaci�n, reclutamiento, adiestramiento y propaganda.
• – El impacto de las tendencias globales y la evoluci�n de la amenaza obligan a adaptar constantemente las capacidades del sistema de lucha contra el terrorismo y el extremismo violento. Es indispensable la actualizaci�n continua con visi�n anticipatoria y respuestas integrales, coordinadas y cooperativas, tanto en el plano nacional como en el internacional.
• – La Estrategia Nacional Contra el Terrorismo sustituye a la anterior Estrategia Integral contra el Terrorismo Internacional y la Radicalizaci�n (EICTIR) del a�o 2012, se adapta a la nueva situaci�n de la amenaza y conforma su contenido a la Estrategia de Seguridad Nacional de 2017.
• – Se inspira en las m�ximas de transparencia, comunicaci�n p�blica e implicaci�n de la sociedad en su conjunto, con af�n integrador y cooperador entre las Administraciones y el sector privado, de manera similar a lo llevado a cabo por nuestros socios y aliados.
• – Reconoce el apoyo y la asistencia integral y permanente a las v�ctimas del terrorismo, teniendo como base el respeto a su dignidad y a su memoria.
• – Tiene como principios rectores la visi�n integral; el compromiso y la responsabilidad compartida; la unidad de acci�n; la coherencia, eficiencia y anticipaci�n; la resiliencia; la transparencia y accesibilidad; la suficiencia y sostenibilidad; y el an�lisis, evaluaci�n y adaptabilidad.
• – Su misi�n radica en proteger la libertad, los derechos, la seguridad y el bienestar de los ciudadanos contrarrestando la amenaza que representan el terrorismo y el extremismo violento contra los ciudadanos y los intereses espa�oles dentro y fuera de Espa�a y en los espacios comunes globales.
• – Su visi�n reside en promover las necesarias condiciones de libertad, seguridad y justicia, que fomenten la convivencia entre todos los ciudadanos, contribuyendo a consolidar una sociedad democr�tica, plural y diversa, resiliente al terrorismo y al extremismo violento.
• – Su objetivo se dirige a neutralizar la amenaza que representa el terrorismo contra los ciudadanos y los intereses espa�oles dentro y fuera de las fronteras, reduciendo la vulnerabilidad de la sociedad y haciendo frente a los procesos de radicalizaci�n que llevan al extremismo violento.
• – Sigue la traza de la Estrategia Contra el Terrorismo de la Uni�n Europea y la de Naciones Unidas y dise�a una estructura definida en cuatro pilares: Prevenir, Proteger, Perseguir y Preparar la respuesta. En cada uno de los pilares se consideran su objetivo general, sus ejes prioritarios y los objetivos espec�ficos y l�neas estrat�gicas a seguir en los �mbitos interno, externo y espacios comunes globales.
• – El pilar �Prevenir� desarrolla las l�neas estrat�gicas necesarias para detectar e impedir la aparici�n, desarrollo y expansi�n del terrorismo y de los extremismos violentos, abordando sus causas y protegiendo a los individuos y colectivos m�s vulnerables.
• – El pilar �Proteger� configura las l�neas estrat�gicas precisas para velar por la m�xima seguridad y protecci�n de la sociedad, los ciudadanos, las instituciones e intereses nacionales, reduciendo la vulnerabilidad de los objetivos potencialmente sensibles frente al terrorismo y al extremismo violento.
• – El pilar �Perseguir� establece las l�neas estrat�gicas para la detecci�n e investigaci�n de los terroristas y extremistas violentos, de forma integral y global, impidiendo la planificaci�n y ejecuci�n de sus acciones, actuando tambi�n contra sus redes de apoyo, log�stica y financiaci�n, y asegurando su puesta a disposici�n judicial.
• – El pilar �Preparar la respuesta� est� orientado a minimizar las consecuencias de una acci�n terrorista, garantizando el m�ximo apoyo a las v�ctimas, reparando el da�o causado y restaurando la normalidad mediante la ejecuci�n de acciones y planes previstos para una pronta recuperaci�n, extrayendo las lecciones aprendidas a fin de preparar futuras acciones de respuesta.
• – En el desarrollo de estos cuatro pilares es necesario continuar con la implementaci�n de planes estrat�gicos nacionales en �mbitos espec�ficos, como la lucha contra la radicalizaci�n violenta, en materia de prevenci�n y protecci�n antiterrorista y en el fortalecimiento del control de los precursores de explosivos (sobre la base de la Ley 8/2017, de 8 de noviembre), as� como establecer nuevos planes estrat�gicos sectoriales en las diversas �reas de actividad de la Administraci�n y otros espec�ficos en los �mbitos que as� se requiera, especialmente contra la financiaci�n del terrorismo y el radicalismo.
• – Se establece un periodo inicial de vigencia de cuatro a�os, salvo que los acontecimientos o circunstancias aconsejen su modificaci�n, previendo la creaci�n de un nuevo Comit� Espec�fico en el �mbito de la lucha contra el terrorismo e integrado en el Sistema de Seguridad Nacional.
• – Las instituciones competentes del Estado han de velar por la m�xima seguridad y protecci�n de la sociedad. Pero tambi�n la sociedad en general est� llamada a comprometerse en esta lucha, raz�n por la que la Estrategia Nacional Contra el Terrorismo se hace p�blica y dirigida a todos los ciudadanos.

CAP�TULO 1

Una nueva Estrategia Nacional Contra el Terrorismo

En este cap�tulo se analizan las razones que apuntalan la creaci�n de una nueva Estrategia Nacional Contra el Terrorismo, as� como las principales caracter�sticas que impulsan su configuraci�n.

�Por qu� una Estrategia contraterrorista?

El terrorismo constituye una de las principales amenazas para nuestra sociedad abierta y plural, y atenta directamente contra los valores y principios esenciales que rigen nuestra convivencia.

En los �ltimos a�os, el terrorismo internacional se ha consolidado como la principal amenaza terrorista para nuestro pa�s. En respuesta a esta amenaza, Espa�a se dot� en 2010 de la Estrategia contra el Terrorismo Internacional y la Radicalizaci�n (EICTIR), introduciendo el t�rmino �integral� en 2012, teniendo como principales referentes la Estrategia Europea Contraterrorista (2005) y la Estrategia de la Uni�n Europea para Combatir la Radicalizaci�n y el Reclutamiento Terrorista (2005, reformada en 2008 y 2014).

Finalizado su periodo de vigencia, se hace preciso un replanteamiento estrat�gico, teniendo en consideraci�n que desde entonces se ha aprobado la Estrategia de Seguridad Nacional (ESN), en sus sucesivas ediciones. Es evidente que la nueva Estrategia en el �mbito de la lucha contra el terrorismo debe estar en sinton�a con el marco general estrat�gico de la ESN.

Al mismo tiempo, la definici�n, evoluci�n y naturaleza de la Seguridad Nacional han sufrido una profunda transformaci�n, paralela a la evoluci�n de las amenazas y desaf�os. Din�micas de transformaci�n en el entorno de seguridad global que en los �ltimos a�os han contribuido a revolucionar el marco estrat�gico en el que opera la Seguridad Nacional y, por ende, la lucha contra el terrorismo. El aumento de las tensiones geopol�ticas, una conectividad creciente, la constante revoluci�n tecnol�gica o las din�micas de polarizaci�n social son algunos de los procesos de transformaci�n del entorno global que configuran tambi�n la caracterizaci�n del fen�meno terrorista al que nos debemos enfrentar. Procesos de cambio que, a su vez, requieren un ajuste estrat�gico en la forma de afrontar una visi�n integral de lucha contra el terrorismo.

Toda estrategia precisa ser revisada y adaptada peri�dicamente, atendiendo a la evoluci�n del fen�meno al que se enfrenta. En este sentido, el terrorismo a nivel mundial ha experimentado una evoluci�n viral. El fen�meno del terrorismo constituye una de las amenazas que han adquirido mayor protagonismo en los �ltimos a�os, junto a la radicalizaci�n y el extremismo violento. Paralelamente, este protagonismo se ha visto favorecido por una importante capacidad de transformaci�n y adaptaci�n de los nuevos actores terroristas al mundo globalizado e interconectado.

Relevancia y mutaci�n son, por lo tanto, las caracter�sticas b�sicas de esta evoluci�n del fen�meno terrorista en su globalidad. Factores conductores que es necesario abordar desde nuevos planteamientos y aproximaciones, pero con la misma determinaci�n de luchar contra el terrorismo y la radicalizaci�n violenta que amenazan la convivencia en paz y libertad de nuestra ciudadan�a.

En el caso concreto de Espa�a, se ha producido una notable evoluci�n de la amenaza terrorista desde la aprobaci�n de la EICTIR. Elementos clave de esa evoluci�n en estos a�os han sido el incremento de la amenaza fruto del auge de la organizaci�n terrorista DAESH, el fen�meno de los combatientes terroristas extranjeros (CTE) -espa�oles o residentes en Espa�a que se desplazaron a Siria e Iraq para integrarse en las organizaciones terroristas que all� operaban- y la ola de atentados en los pa�ses de nuestro entorno, que alcanz� dram�ticamente a Espa�a en agosto de 2017.

Una Estrategia adaptada a la nueva realidad

La EICTIR contribuy� a afrontar el terrorismo internacional de tipo yihadista desde un enfoque multidisciplinar, reforzando el marco de referencia en el que interactuaban todas las instancias implicadas. Otro de los avances fue la incorporaci�n de la lucha contra la radicalizaci�n violenta como uno de los ejes vertebradores de la Estrategia. En el aspecto formal, la EICTIR se configur� como un documento declarado secreto por el Consejo de Ministros.

Los cambios estrat�gicos operados desde la aprobaci�n de la EICTIR y la necesaria adaptaci�n a una realidad cambiante en el �mbito de la seguridad global, requieren la adaptaci�n de la aproximaci�n estrat�gica de Espa�a al combate del terrorismo. Una adaptaci�n a la nueva realidad, que la configura como una estrategia integral, p�blica y concebida para la seguridad humana.

Una Estrategia con visi�n integral

La EICTIR contribuy� a centrar el foco estrat�gico de la lucha contra el terrorismo en Espa�a en la amenaza del terrorismo internacional. De hecho, la EICTIR se centraba de forma exclusiva en este tipo de terrorismo. La situaci�n estrat�gica del momento, la irrupci�n emergente del terrorismo internacional y la consolidaci�n del declive del terrorismo aut�ctono en nuestro pa�s convergieron en la necesidad y oportunidad de confeccionar un documento estrat�gico espec�fico para hacer frente a la amenaza que supon�a el terrorismo internacional.

Transcurrido el tiempo de implementaci�n de la EICTIR, la evoluci�n del marco estrat�gico del terrorismo en nuestro pa�s requiere una estrategia integral, que abarque el terrorismo en su globalidad, sin adscripci�n a una concreta dimensi�n terrorista.

Tambi�n las estrategias de nuestro marco de referencia, de la Uni�n Europea, as� como la de los pa�ses de nuestro entorno y de otros pa�ses aliados, convergen en esta visi�n integral, contemplando en sus Estrategias el fen�meno terrorista en sus diversas manifestaciones y expresiones organizativas e ideol�gicas.

Siguiendo tambi�n la tendencia generalizada en la comunidad internacional, esta Estrategia engloba el fen�meno de los extremismos violentos, desde la idea com�n de la necesidad de robustecer la resiliencia de nuestra ciudadan�a frente a las ideolog�as extremistas violentas y a la radicalizaci�n que conduce al terrorismo.

Siempre desde una visi�n integral, se contemplan actuaciones en los espacios comunes globales, concepto que se trae de la Estrategia de Seguridad Nacional. El ciberespacio, el espacio mar�timo y el espacio a�reo y ultraterrestre son espacios comunes globales, que se caracterizan por ausencia de fronteras f�sicas y donde resulta compleja la atribuci�n de jurisdicci�n, as� como su regulaci�n. Son espacios id�neos para la actuaci�n del terrorismo y los extremismos violentos y, por ello, se integran como espacios de actuaci�n prioritaria, dentro del abordaje integral de esta Estrategia Nacional.

Una Estrategia p�blica

Esta es la primera Estrategia contra el Terrorismo que tiene un car�cter eminentemente p�blico, rompiendo una tradici�n enraizada en la singular historia de la lucha contra el terrorismo en nuestro pa�s. Los cambios estrat�gicos producidos se unen al progreso social en el �mbito de la transparencia de las actividades p�blicas, as� como a la demanda creciente de rendici�n de cuentas por parte de la ciudadan�a.

En los pa�ses de nuestro entorno se ha consolidado la caracterizaci�n p�blica de las estrategias de seguridad, y as� sucede igualmente con la Estrategia de Seguridad Nacional.

Por otro lado, el car�cter p�blico de la Estrategia facilita su conocimiento y divulgaci�n, contribuyendo as� a la implicaci�n de todos aquellos sectores sociales e institucionales que de una u otra forma participan en la puesta en pr�ctica de las l�neas de acci�n que abarca la Estrategia.

Y tambi�n una ciudadan�a mejor informada de las amenazas es una pieza clave para el fomento de la resiliencia ante las consecuencias de eventuales atentados terroristas.

Una Estrategia para la seguridad humana

Una de las obligaciones b�sicas de los poderes es la de crear un entorno seguro en el que las personas se sientan protegidas. En este sentido, la seguridad p�blica es uno de los componentes fundamentales de nuestro Sistema de Seguridad Nacional. Se pone el foco en la seguridad de las personas, del ser humano en su integridad, en la seguridad humana.

Ello implica integrar la perspectiva de la ciudadan�a, el tratamiento de las causas de la inseguridad y no s�lo de sus efectos, el fortalecimiento de la prevenci�n, as� como la reducci�n de las vulnerabilidades mediante l�neas de acci�n que potencien la resiliencia de la ciudadan�a, individual y colectiva.

Significa tambi�n una Estrategia centrada en las personas, volcada en la anticipaci�n, preocupada por fortalecer la resiliencia, que sea integral, participativa, coordinada y transversal, adem�s de respetuosa con los niveles de calidad democr�tica que exige nuestra sociedad moderna y plural.

CAP�TULO 2

La amenaza del terrorismo y el extremismo violento

En este cap�tulo se analiza la configuraci�n actual del fen�meno terrorista y el extremismo violento, as� como la posici�n de Espa�a con respecto a estas amenazas.

Configuraci�n actual del terrorismo y el extremismo violento

El denominado terrorismo yihadista es una de las principales amenazas a las que se enfrenta Espa�a y la comunidad internacional. Esta amenaza proyecta su ideolog�a radical actuando a nivel global.

El desarrollo tecnol�gico ha ampliado adem�s el acceso a recursos disponibles para los grupos terroristas, incrementando su capacidad de financiaci�n, reclutamiento, adiestramiento y propaganda. En un contexto de informaci�n masiva y empleo generalizado de redes sociales, crecen los riesgos de difusi�n, tanto de propaganda terrorista, como de gestaci�n de procesos de radicalizaci�n y de extremismos violentos. La financiaci�n de este tipo de actividades se convierte en un valor indispensable para su ejercicio, sin la cual muchas de las actividades terroristas carecer�an de su potencial riesgo y nivel de amenaza.

Uno de los mayores retos a los que se debe hacer frente es el fen�meno de los combatientes terroristas extranjeros, especialmente, la proliferaci�n de los retornados desde escenarios de conflicto.

La radicalizaci�n, el extremismo violento, la captaci�n y el adoctrinamiento con fines terroristas forman parte de las amenazas que han adquirido un mayor protagonismo en los �ltimos a�os. Esta amenaza en Espa�a procede, en su mayor parte, de la actividad de actores solitarios y c�lulas auto-radicalizadas en territorio espa�ol.

Entre sus efectos negativos, la escalada terrorista y los extremismos violentos comportan riesgos de tensi�n social, de inestabilidad pol�tica o de reacciones violentas contra minor�as.

Los extremismos identitarios excluyentes que pueden derivar en violencia y verse incrementados en un entorno de crisis econ�mica, constituyen una de las notas preocupantes en la actualidad. As�, el auge de extremismos y de posiciones excluyentes que se vienen generando en gran parte de los pa�ses desarrollados, en Europa particularmente, est�n dando origen a unas din�micas violentas y filo-terroristas entre sectores minoritarios de nuestra sociedad a las que hay que prestar atenci�n.

Por otra parte, el medio penitenciario constituye un entorno propicio para procesos de captaci�n por parte de internos radicales de personas proclives a la utilizaci�n de la violencia, as� como para que algunos justifiquen su hostilidad contra los valores imperantes en los Estados democr�ticos.

Con respecto al terrorismo aut�ctono, si bien �ste no representa una amenaza relevante en la actualidad, debe continuarse la constante y eficaz labor de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en la investigaci�n de los hechos delictivos, la defensa de la memoria de las v�ctimas, y la transmisi�n de una narrativa que resalte la lucha de la democracia frente al terrorismo.

Evoluci�n de la amenaza terrorista en los �ltimos a�os

El terrorismo yihadista sigue siendo la principal amenaza para nuestro pa�s. El surgimiento, consolidaci�n y declive del DAESH en la zona sirio-iraqu� ha sido el factor determinante que ha marcado la actividad terrorista en los �ltimos a�os.

La EICTIR surgi� en un contexto en el que Al Qaeda y sus filiales constitu�an la principal amenaza terrorista. En los a�os pasados desde entonces se ha experimentado un r�pido cambio que ha desembocado en una amenaza terrorista multifac�tica, diversificada, con cambio de protagonista en el liderazgo de la yihad global y con un impacto m�s generalizado para los pa�ses de la Uni�n Europea.

A pesar de su paulatino declive, DAESH y otros grupos terroristas siguen poseyendo capacidad para llevar a cabo, guiar o inspirar actos terroristas. A lo que habr�a que a�adir la persistente amenaza que supone Al Qaeda.

Otra tendencia apuntalada en los �ltimos a�os ha sido el uso extensivo por parte de los terroristas de Internet y las redes sociales, mediante la construcci�n de falsas narrativas alejadas de la realidad social, con las que han intentado reclutar nuevos terroristas para socavar nuestra sociedad democr�tica.

Unido a ello, se ha producido un movimiento sin precedentes de ciudadanos europeos o residentes en Europa, tambi�n desde nuestro pa�s, desplazados a zonas en conflicto, respondiendo a los llamamientos de las organizaciones terroristas.

Otros factores que configuran la tendencia de la actividad terrorista en los �ltimos a�os han sido la comisi�n de atentados indiscriminados en lugares de concentraci�n de personas, medios de transporte o infraestructuras cr�ticas, la finalidad de producir un gran n�mero de v�ctimas y un fuerte impacto propagand�stico, as� como la diversidad de los medios y accesibilidad de los materiales utilizados en los ataques terroristas.

Ante la p�rdida territorial de los terroristas en Siria e Iraq, se produjo un cambio sustancial en la finalidad de la propaganda, que se focaliz� en difundir llamamientos de las organizaciones terroristas a atentar en los pa�ses de origen, en lugar de procurar el desplazamiento a Siria o Iraq.

En los �ltimos a�os, adem�s, la mayor�a de los atentados cometidos en Europa fueron llevados a cabo por personas radicalizadas en sus propios entornos, sin un movimiento previo a zonas bajo dominio de organizaciones terroristas. En nuestro pa�s, los atentados de Barcelona y Cambrils fueron tambi�n cometidos por una c�lula terrorista conformada por personas radicalizadas en su entorno social m�s cercano, sin necesidad de desplazarse a zonas en conflicto.

En cuanto al terrorismo aut�ctono, se ha estabilizado la tendencia a la disminuci�n de la actividad terrorista, si bien contin�a existiendo una amenaza latente de grupos terroristas de distinto signo que en los �ltimos a�os han tenido escasa o nula actividad. En el caso de ETA, se ha consolidado su desaparici�n como muestra de la victoria del Estado de Derecho sobre la barbarie terrorista. Los terroristas no han conseguido los objetivos para los que nacieron y se ha impuesto la democracia frente al terror, la fuerza del Estado de Derecho frente a la pretendida imposici�n de los violentos. En la vanguardia de la derrota de ETA han estado las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y los servicios de inteligencia, los funcionarios de prisiones y otros muchos servidores p�blicos, jueces y fiscales, un cuerpo legislativo optimizado y la sociedad en general, con el ejemplo �tico y la dignidad de las v�ctimas del terrorismo y de sus familiares.

Posici�n de Espa�a en la lucha contra el terrorismo

Espa�a ha desarrollado modelos referenciales en materia de seguridad que ha de seguir actualizando con visi�n anticipatoria, para actuar frente a amenazas globales que requieren respuestas integrales, coordinadas y cooperativas tanto en el plano nacional como en el internacional.

Desde la visi�n espa�ola, la lucha contra todo tipo de terrorismo y extremismos violentos requiere de la unidad pol�tica y social, de la implicaci�n de la Administraci�n, los servidores p�blicos y la sociedad en su conjunto, de la actuaci�n eficiente y coordinada de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, Fuerzas Armadas, servicio de inteligencia, as� como del apoyo y asistencia permanente a las v�ctimas.

La experiencia exitosa en la lucha contra el terrorismo

Nuestra ciudadan�a es plenamente consciente del enorme sufrimiento que genera el azote del terrorismo. Pero al mismo tiempo, la experiencia espa�ola demuestra que es posible la victoria de los dem�cratas frente a los terroristas. El camino recorrido por la senda de la derrota del terrorismo nos permite extraer las mejores lecciones aprendidas:

• – La eficacia de una firme determinaci�n de combatir el terrorismo, que se traduzca en llevar la iniciativa frente a los terroristas y en movilizar todas las capacidades del Estado y de la sociedad en su conjunto.
• – La necesaria actuaci�n conjunta de todos los poderes p�blicos debe sustentarse en el m�ximo consenso pol�tico y social, que permita una acci�n duradera y con toda la potencia y eficacia del Estado de derecho.
• – La lucha contraterrorista tiene una doble dimensi�n social, que atiende a la generaci�n de una sociedad cada vez m�s resiliente frente al terrorismo y la radicalizaci�n violenta, al tiempo que se inspira y se apoya en el testimonio c�vico y ejemplar de las v�ctimas del terrorismo.
• – La necesaria concurrencia de factores de eficacia, entre los que cabe resaltar la colaboraci�n internacional, la acci�n policial y judicial y la relevancia de la comunidad de inteligencia.

Fortalezas consolidadas en la lucha contra el terrorismo

La experiencia en el combate del terrorismo hace que Espa�a tenga fortalezas s�lidamente consolidadas. A este respecto, contamos con el soporte del consenso pol�tico, con un cuerpo legislativo f�rreo y con una Fiscal�a y unos tribunales especializados. Existen unas estructuras operativas y de inteligencia perfectamente capacitadas para hacer frente a la amenaza terrorista, un enfoque nacional integrado de Seguridad Nacional y, asimismo, nuestra sociedad posee una gran capacidad resiliente de sobreponerse al terrorismo y sus efectos.

Nuestros organismos de seguridad e inteligencia han sabido extender su eficacia en la derrota de ETA a la lucha contra el terrorismo yihadista. A pesar de compartir con nuestros socios un riesgo elevado de atentado terrorista, nuestro pa�s cuenta entre sus fortalezas con la experiencia adquirida en la investigaci�n contraterrorista.

El consenso pol�tico es otro de los factores que configura el modelo espa�ol de lucha contra el terrorismo. La unidad pol�tica favorece la cohesi�n social contra el terrorismo y a favor de las v�ctimas, y env�a un mensaje de firmeza y determinaci�n frente a aquellos que pretenden destruir nuestra convivencia libre y democr�tica.

Precisamente fruto del consenso pol�tico, Espa�a tiene un cuerpo legislativo moderno y adaptado a la singularidad del terrorismo yihadista, que es necesario seguir actualizando en funci�n de la propia evoluci�n del fen�meno terrorista. A ello hay que sumar una Fiscal�a y tribunales singularizados, que, junto a las capacidades de las unidades policiales contraterroristas, ofrecen una respuesta penal notablemente especializada.

Un modelo referencial de protecci�n integral a las v�ctimas del terrorismo

Espa�a ha sufrido el terrorismo de distinta naturaleza a lo largo de su historia. Tambi�n el terrorismo yihadista, especialmente el atentado del 11 de marzo de 2004, el ataque terrorista yihadista con mayor n�mero de v�ctimas mortales en suelo europeo. Por ello, cada 11 de marzo se conmemora el d�a de las v�ctimas del terrorismo en la Uni�n Europea y desgraciadamente, despu�s hemos seguido sufriendo las consecuencias del terrorismo, dentro y fuera de nuestras fronteras.

Espa�a cuenta con un modelo de protecci�n y apoyo a las v�ctimas del terrorismo que es un referente a nivel mundial. Un modelo, adem�s, que nace de un gran acuerdo legislativo, plasmado en la aprobaci�n de la Ley de Reconocimiento y Protecci�n Integral a las V�ctimas del Terrorismo del a�o 2011, una de las normas legales espa�olas que ha recogido un mayor apoyo parlamentario en los �ltimos a�os. Una normativa espec�fica inspirada por los principios de memoria, dignidad, justicia y verdad, a lo que hay que a�adir la existencia de �rganos espec�ficos de apoyo a las v�ctimas del terrorismo en las administraciones p�blicas, as� como un numeroso y plural colectivo de asociaciones, fundaciones y movimientos c�vicos representativos de las v�ctimas y sus familiares.

Las v�ctimas del terrorismo, su memoria y su testimonio, forman parte activa de la prevenci�n del terrorismo. En primer lugar, se apuesta por el fomento de valores de libertad, paz y democracia en prevenci�n del terrorismo y de memoria de las v�ctimas, mediante la creaci�n y difusi�n de unidades did�cticas para los j�venes estudiantes. En estas unidades did�cticas, el testimonio de las v�ctimas constituye uno de los recursos pedag�gicos m�s valiosos y contribuye a la educaci�n para la convivencia. En segundo lugar, una caracter�stica nuclear de nuestro modelo de afrontar la radicalizaci�n violenta es el reconocimiento del testimonio de las v�ctimas como instrumento relevante para configurar la comunicaci�n estrat�gica que haga frente a la falaz narrativa terrorista de cualquier tipo u orientaci�n.

Una sociedad resiliente

La sociedad espa�ola ha sabido sobreponerse a las consecuencias de los ataques terroristas a lo largo de su historia reciente. Diferentes finalidades y motivaciones terroristas, pero iguales efectos perversos, no han logrado cambiar nuestra convicci�n democr�tica ni nuestros valores de convivencia y pluralidad. La ciudadan�a, los servicios de seguridad y emergencias y, en general, los servidores p�blicos han ido generando una resiliencia colectiva frente a los terroristas. Resiliencia tambi�n frente a los objetivos terroristas de generar, adem�s del terror directo, indirectas olas de odio y agresi�n contra minor�as o colectivos espec�ficos de nuestra sociedad.

Una resiliencia como la que apuntal� la reacci�n ciudadana tras los atentados de Barcelona y Cambrils, mostrando una sociedad solidaria, volcada en el apoyo a los que sufren, a la vez que orgullosa de su diversidad y su fuerza.

Una resiliencia que sigue siendo un activo necesario, una caracter�stica a robustecer, dado que la amenaza terrorista es persistente y de alcance global y ante la realidad innegable de que el riesgo cero es un horizonte hacia el que dirigirse en la b�squeda de la eficacia, pero dif�cilmente alcanzable.

Una resiliencia que debe ser estructural, que permita una recuperaci�n m�s r�pida frente a los efectos del terrorismo, tambi�n integradora, con la cohesi�n social como el principal capital para impulsar la regeneraci�n tras un atentado, y, por �ltimo, tambi�n transformadora, para poder impulsar procesos de mejora e innovaci�n.

Colaboraci�n internacional

Espa�a est� comprometida en la lucha contra el terrorismo con una respuesta basada en la colaboraci�n internacional, desde el convencimiento de que ante una amenaza compartida que ata�e a la comunidad internacional en su conjunto, solo caben soluciones tambi�n compartidas y cooperativas. Se coordina la acci�n con nuestros aliados m�s cercanos, as� como en la OTAN, en la ONU, en las iniciativas internacionales de las que nuestro pa�s forma parte y especialmente con la Uni�n Europea (UE).

La colaboraci�n con los servicios policiales y de inteligencia de otros pa�ses tambi�n es cada d�a m�s fluida, como requiere la lucha contra una amenaza terrorista cada vez m�s globalizada y que mantiene redes financieras y log�sticas en decenas de pa�ses de varios continentes.

La colaboraci�n ciudadana

En la medida en que el terrorismo elige a sus v�ctimas porque representan a la sociedad en su conjunto, la colaboraci�n ciudadana se convierte en un instrumento que, a la par que eficaz, se configura como un pilar b�sico del rechazo social a la violencia y a los procesos que legitiman su uso.

Adem�s de los canales habilitados por los organismos de seguridad e inteligencia, la colaboraci�n ciudadana en la prevenci�n del terrorismo tiene un instrumento espec�fico en la campa�a Stop Radicalismos, a trav�s de la cual se recogen de forma permanente las informaciones de ciudadanos e instituciones sobre posibles casos de radicalizaci�n violenta.

CAP�TULO 3

Principios, misi�n, visi�n y objetivo

En este cap�tulo se establece el objetivo general de la Estrategia, su misi�n y visi�n, as� como sus principios inspiradores.

Principios inspiradores

Tal como proclama la Constituci�n Espa�ola, la protecci�n del ejercicio de los derechos humanos y las libertades p�blicas se erige en principio informador de esta Estrategia Nacional, promoviendo las condiciones que garanticen la libertad y la seguridad de todas las personas y del conjunto de la sociedad.

El apoyo y asistencia permanente a las v�ctimas del terrorismo y el respeto a su dignidad y memoria constituye un principio inspirador fundamental de la Estrategia Nacional Contra el Terrorismo.

Conforme a los principios b�sicos que orientan la pol�tica de Seguridad Nacional y al amparo de los mismos, se configuran como principios rectores de actuaci�n de esta Estrategia:

• 1. Una visi�n integral de la Seguridad.
• 2. Un compromiso y una responsabilidad compartida que implica a todas las Administraciones, organismos del sector privado, la sociedad civil y organizaciones y coaliciones internacionales de las que Espa�a forma parte.
• 3. Unidad de acci�n, promoviendo coordinaci�n, cooperaci�n y colaboraci�n, tanto nacional como internacional.
• 4. Coherencia, eficiencia y anticipaci�n en el dise�o de acciones.
• 5. Resiliencia como capacidad de resistencia y recuperaci�n ante la acci�n terrorista.
• 6. Transparencia y accesibilidad.
• 7. Suficiencia y sostenibilidad de los recursos.
• 8. Permanente an�lisis, evaluaci�n y adaptabilidad.

Misi�n

Proteger la libertad, los derechos, la seguridad y el bienestar de los ciudadanos contrarrestando la amenaza que representan el terrorismo y los extremismos violentos contra los ciudadanos y los intereses espa�oles dentro y fuera de Espa�a y en los espacios comunes globales.

Visi�n

Promover las condiciones de libertad, seguridad y justicia necesarias que fomenten la convivencia entre todos los ciudadanos, contribuyendo a consolidar una sociedad democr�tica, plural y diversa, resiliente al terrorismo y al extremismo violento.

Este entorno de seguridad debe ser fruto de la acci�n integrada y coordinada del conjunto de una sociedad en la que:

• – Cada ciudadano se sienta responsable de su seguridad y de la de sus conciudadanos y colabore activamente con las instituciones del Estado en la lucha contra la amenaza del terrorismo y el extremismo violento.
• – Las Administraciones e instituciones funcionen de una manera coordinada para prevenir la amenaza terrorista y el extremismo violento, proteger a la sociedad, anticip�ndose a la comisi�n de actos terroristas y, llegado el caso, paliar con la mayor celeridad sus efectos.
• – Las instituciones responsables de la lucha contra el terrorismo, en cualquiera de sus �mbitos, operen permanentemente de manera integrada en los procesos de evaluaci�n de la amenaza, planeamiento y ejecuci�n de las acciones e iniciativas de prevenci�n, protecci�n y persecuci�n de las organizaciones e individuos terroristas y de las redes que puedan proporcionarles las capacidades para actuar.

Objetivo estrat�gico general

Neutralizar la amenaza que representa el terrorismo contra los ciudadanos y los intereses espa�oles dentro y fuera de las fronteras, reduciendo la vulnerabilidad de la sociedad y haciendo frente a los procesos de radicalizaci�n que llevan al extremismo violento.

CAP�TULO 4

Pilares y l�neas de acci�n

En este cap�tulo se establecen los objetivos espec�ficos y las l�neas de acci�n para su consecuci�n, en cada uno de los cuatro pilares en los que se distribuye la acci�n concertada del Estado.

La articulaci�n de la actuaci�n p�blica contra el terrorismo y el extremismo violento en cuatro pilares es una realidad ya consolidada en los pa�ses de nuestro entorno. Tambi�n la Estrategia de Seguridad Nacional contempla las l�neas de acci�n contra el terrorismo desde los cuatro pilares b�sicos:

• – Prevenir: actuar contra las causas del fen�meno terrorista.
• – Proteger: reforzar las estructuras de seguridad, reduciendo la vulnerabilidad de los posibles objetivos del terrorismo.
• – Perseguir: hacer frente a la actividad del terrorismo y del extremismo violento.
• – Preparar la respuesta: restablecer la normalidad tras un ataque terrorista.

Siguiendo esta misma distribuci�n, para cada uno de los pilares se establece un objetivo general y unos ejes prioritarios de actuaci�n. A su vez, en cada pilar se articulan tres �mbitos de actuaci�n: �mbito interno, �mbito externo y espacios comunes globales. Para cada uno de estos �mbitos se establece un objetivo espec�fico y unas l�neas concretas de acci�n estrat�gica.

Prevenir

Actuar contra las causas

Objetivo general: Detectar e impedir la aparici�n, desarrollo y expansi�n del terrorismo y de los extremismos violentos, abordando sus causas y apoyando y protegiendo a las personas y colectivos m�s vulnerables.

Ejes prioritarios:

• – Revisar, actualizar y desarrollar el Plan Estrat�gico Nacional de Lucha contra la Radicalizaci�n Violenta (PEN-LCRV).
• – Impulsar y reforzar la coordinaci�n y colaboraci�n de todos los organismos e instituciones, tanto p�blicas como privadas, en la lucha contra los extremismos violentos, promoviendo la participaci�n ciudadana en el ejercicio de la responsabilidad colectiva.
• – Adecuar de manera continuada la acci�n legislativa del Estado a la evoluci�n del fen�meno del terrorismo y el extremismo violento, proporcionando un tratamiento preventivo que incorpore las dimensiones de g�nero y de edad.
• – Reforzar las medidas para la prevenci�n de la financiaci�n del terrorismo y los extremismos violentos.
• – Impulsar una comunicaci�n estrat�gica eficaz y proactiva frente al mensaje radical sobre la base de los valores democr�ticos reconocidos en la Constituci�n, favoreciendo la implicaci�n de todos los actores y de la sociedad en su conjunto.

�mbito interno

Objetivo espec�fico en el �mbito interno: Evitar la aparici�n, captaci�n, adoctrinamiento y reclutamiento de terroristas y de extremistas violentos, fomentando la acci�n coordinada de los diferentes actores involucrados en la prevenci�n, detecci�n y tratamiento de los procesos de radicalizaci�n que legitimen el uso de la violencia, as� como las ideolog�as y recursos que los sustentan.

L�neas estrat�gicas:

• 1. Impedir la expansi�n de movimientos extremistas violentos y la difusi�n de su discurso, con el fin de evitar la proliferaci�n de ideas fundamentalistas, no integradoras y excluyentes.
• 2. Detectar y actuar sobre los focos de radicalizaci�n en cualquier �mbito en el que se manifiesten, prioritariamente desde el �mbito local, aplicando las iniciativas sociales, administrativas, econ�micas, educativas y de cualquier otra �ndole. Priorizar la atenci�n a los colectivos especialmente vulnerables.
• 3. Prevenir, detectar y neutralizar procesos de radicalizaci�n en los centros penitenciarios, a trav�s de la identificaci�n y el control de individuos que promuevan o asuman ideolog�as extremistas mediante actitudes proselitistas y de captaci�n de otros internos, fomentando su participaci�n en los Programas de Tratamiento desarrollados por la Administraci�n Penitenciaria.
• 4. Impulsar y actualizar las herramientas detecci�n y evaluaci�n del riesgo de radicalizaci�n violenta, especialmente en el �mbito penitenciario.
• 5. Desarrollar e implementar herramientas de an�lisis prospectivo que permitan anticipar y prevenir escenarios adversos derivados de actividades terroristas o extremismos violentos.
• 6. Desarrollar una formaci�n permanente, actualizada y multidisciplinar, que fomente el intercambio y la promoci�n de las mejores pr�cticas entre los diversos actores, colectivos y sectores implicados en la lucha contra el terrorismo y el extremismo violento.
• 7. Fomentar la gesti�n p�blica de la diversidad, particularmente en los �mbitos auton�mico y local, y favorecer el di�logo intercultural e interreligioso.
• 8. Impulsar y coordinar los esfuerzos institucionales contra los delitos de odio, previniendo as� la aparici�n de factores que contribuyan a favorecer los extremismos violentos.
• 9. Promover el testimonio de las v�ctimas del terrorismo como v�a para contrarrestar la narrativa terrorista.
• 10. Impulsar y desarrollar programas de salida y reintegraci�n social de procesos de radicalizaci�n violenta.
• 11. Reforzar los mecanismos de las Administraciones en la lucha contra la financiaci�n del terrorismo y del extremismo violento, as� como su capacidad de supervisi�n del sistema financiero para la detecci�n de operativas sospechosas.

�mbito externo

Objetivo espec�fico en el �mbito externo: Promover la cooperaci�n y colaboraci�n internacional y el desarrollo de una acci�n exterior com�n, especialmente en el contexto UE, ONU y OTAN, Consejo de Europa e iniciativas internacionales de las que Espa�a forma parte, enfrentando en origen los factores que propician el terrorismo y el extremismo violento.

L�neas estrat�gicas:

• 1. Participar, de manera activa y coordinada, en foros, iniciativas y proyectos que se desarrollen en el �mbito exterior y permitan avanzar en la prevenci�n del terrorismo y el extremismo violento.
• 2. Adaptar y articular las l�neas estrat�gicas europeas e internacionales a estrategias y planes de acci�n de �mbito nacional.
• 3. Impedir o dificultar cualquier actividad que sirva para apoyar o pueda favorecer los intereses de un grupo terrorista o movimiento extremista violento.
• 4. Mejorar y facilitar la colaboraci�n internacional en materia de lucha contra la financiaci�n del terrorismo y el extremismo violento, incluyendo la localizaci�n y eventual congelaci�n de activos de los terroristas y sus organizaciones, coordinando actores e instituciones implicadas y participando en las redes de colaboraci�n a nivel europeo e internacional.
• 5. Coordinar con los socios y aliados internacionales las l�neas de comunicaci�n estrat�gica contra el terrorismo y los extremismos violentos.

�mbito de los espacios comunes globales

Objetivo espec�fico en el �mbito de los espacios comunes globales: Desarrollar de manera coordinada todas las capacidades necesarias para hacer frente al terrorismo y al extremismo violento en el ciberespacio y dem�s espacios comunes globales, evitando su utilizaci�n como medio para la captaci�n, el adoctrinamiento, el reclutamiento y la difusi�n de su propaganda, favoreciendo una eficiente pol�tica de comunicaci�n.

L�neas estrat�gicas:

• 1. Promover iniciativas a nivel nacional e internacional, especialmente en el seno de la Uni�n Europea que a�nen esfuerzos, incluyendo una legislaci�n homog�nea que permita la m�xima eficacia en este �mbito.
• 2. Impedir el alojamiento de contenidos y canales que promuevan el adoctrinamiento, reclutamiento y difusi�n de propaganda relativa a terrorismo o movimientos extremistas violentos.
• 3. Fomentar y coordinar las relaciones p�blico-privadas en este �mbito, con el objetivo de producir sinergias eficaces que dificulten el uso del ciberespacio con fines terroristas o extremistas de car�cter violento.
• 4. Generar una narrativa propia y espec�ficamente dirigida a los colectivos vulnerables contra los procesos de radicalizaci�n violenta.
• 5. Promover campa�as en Internet y redes sociales que hagan frente al discurso extremista violento, colaborando e implicando especialmente a la sociedad civil y al colectivo de los j�venes.
• 6. Fomentar una comunicaci�n eficaz, que permita transmitir la posici�n y actividad del Estado en relaci�n con el terrorismo y el extremismo violento, as� como sensibilizar del peligro que conlleva, con el especial apoyo y colaboraci�n de los diferentes medios de comunicaci�n y actores involucrados.
• 7. Conocer y actuar sobre las vulnerabilidades de los nuevos canales de movimientos de bienes y fondos activos virtuales que surgen como consecuencia de las innovaciones tecnol�gicas.
• 8. Fomentar la formaci�n y el conocimiento de los espacios comunes globales, su vulnerabilidad y su posible uso con fines terroristas o de violencia extremista.
• 9. Potenciar el conocimiento y la utilizaci�n de canales directos, en tiempo real, de relaci�n entre el ciudadano y la Administraci�n para la comunicaci�n y alerta de situaciones de riesgo, incluidos entre otros, el Centro de Coordinaci�n de Informaci�n sobre la Radicalizaci�n (CCIR) y los habilitados por los organismos de seguridad e inteligencia.

Proteger

Reforzar las estructuras

Objetivo general: Velar por la m�xima seguridad y protecci�n de la sociedad, la ciudadan�a, las instituciones e intereses nacionales, reduciendo la vulnerabilidad de los objetivos potencialmente sensibles frente al terrorismo y el extremismo violento, haciendo visible la labor del Estado.

Ejes prioritarios:

• – Promover la acci�n coordinada de las Administraciones P�blicas y la colaboraci�n con el sector privado.
• – Desarrollar el marco legislativo para reforzar la seguridad contra el terrorismo y el extremismo violento.
• – Valorar y actualizar permanentemente la amenaza.

�mbito interno

Objetivo espec�fico en el �mbito interno: Aprovechar las sinergias que existen en los �mbitos de cooperaci�n policial, la gesti�n integral de fronteras, los sistemas de justicia penal y la colaboraci�n con los servicios de inteligencia, as� como las existentes entre el sector de la seguridad p�blica y la del sector privado, generando la implicaci�n de la sociedad civil en la protecci�n y defensa de objetivos vulnerables.

L�neas estrat�gicas:

• 1. Actualizar y renovar el Plan de Prevenci�n y Protecci�n Antiterrorista (PPPA) para hacer frente a la realidad cambiante del fen�meno de una manera din�mica y precisa, desarrollando especialmente la respuesta coordinada y colectiva, as� como su seguimiento, ante un ataque terrorista.
• 2. Identificar las amenazas emergentes a nivel nacional e internacional y definir planes espec�ficos de protecci�n.
• 3. Conocer y mantener actualizada la informaci�n precisa sobre las diferentes infraestructuras estrat�gicas del pa�s.
• 4. Dise�ar los correspondientes mecanismos de prevenci�n, protecci�n y reacci�n para proporcionar una respuesta adecuada y oportuna ante los ataques terroristas.
• 5. Armonizar y coordinar la activaci�n del Plan Nacional de Protecci�n de las Infraestructuras Cr�ticas (PNPIC) dentro del marco de actuaci�n general ante amenazas terroristas.
• 6. Cooperar de forma coordinada en el desarrollo y armonizaci�n de los Planes de Emergencia en lugares de p�blica concurrencia a nivel local.
• 7. Reforzar y actualizar las medidas y planes de seguridad del transporte a�reo, mar�timo y terrestre con especial incidencia en puertos, aeropuertos, recintos de carga y grandes centros de comunicaci�n terrestre.
• 8. Mejorar e integrar las capacidades de los Cuerpos de Polic�a Local en la protecci�n contra el terrorismo y el extremismo violento.
• 9. Reforzar la seguridad privada como complemento auxiliar y colaboradora necesaria de la seguridad p�blica, promoviendo su formaci�n respecto al terrorismo y el extremismo violento.
• 10. Mejorar el control fronterizo, impulsando en el �mbito de la Uni�n Europea el perfeccionamiento continuo de las medidas de seguridad en las fronteras exteriores y hacer pleno uso de los instrumentos de detenci�n existentes a nivel nacional y europeo, fomentado la implementaci�n y total desarrollo de la normativa europea en materia de control de pasajeros.
• 11. Aumentar la fiabilidad en la identificaci�n de individuos en los puntos de control de fronteras mediante documentos de viaje seguros y la puesta a disposici�n de dichos puntos de un adecuado flujo de informaci�n.
• 12. Impedir la entrada en Espa�a de individuos radicales violentos o que inciten a la violencia.

�mbito externo

Objetivo espec�fico en el �mbito externo: Promover la protecci�n de nuestros ciudadanos e intereses en el exterior, especialmente en aquellas zonas de riesgo, y las acciones en cooperaci�n con nuestros socios y aliados tendentes a reforzar la seguridad contra el terrorismo y el extremismo violento.

L�neas estrat�gicas:

• 1. Implicarse en las iniciativas desarrolladas en el seno de la UE para la protecci�n antiterrorista.
• 2. Valorar permanentemente la amenaza contra intereses espa�oles en el exterior.
• 3. Alertar a las empresas y Organizaciones No Gubernamentales espa�olas con presencia en pa�ses con especial riesgo terrorista sobre los niveles de amenaza y medidas activas y pasivas de autoprotecci�n.
• 4. Fomentar el intercambio de informaci�n con las Fuerzas Armadas sobre zonas de despliegue o con representaci�n oficial en el exterior.
• 5. Favorecer las iniciativas de �mbito europeo tendentes al fortalecimiento comunitario de las fronteras exteriores, as� como al intercambio de informaci�n.
• 6. Cooperar en la seguridad, control y no proliferaci�n del tr�fico internacional de material nuclear, radiol�gico, qu�mico y bacteriol�gico, as� como de armas y explosivos, sus precursores y materiales de doble uso.
• 7. Asegurar el intercambio de informaci�n y el empleo sistem�tico de bases de datos, nacionales e internacionales, que favorezcan la detecci�n de posibles amenazas.
• 8. Garantizar el acceso a la informaci�n sobre documentos de viaje.
• 9. Cooperar de manera efectiva con los afectados por el terrorismo, especialmente con la Uni�n Europea y nuestros aliados m�s cercanos.
• 10. Mantener actualizadas las recomendaciones de viaje y fomentar la inscripci�n de viajeros y residentes espa�oles en el exterior en el oportuno Registro Consular.

�mbito de los espacios comunes globales

Objetivo espec�fico en el �mbito de los espacios comunes globales: Aumentar la protecci�n del ciberespacio, los espacios mar�timos soberanos, las l�neas de comunicaci�n mar�timas y del espacio a�reo y ultraterrestre frente a las actuaciones del terrorismo y el extremismo violento.

L�neas estrat�gicas:

• 1. Impulsar la consecuci�n de los objetivos de la Estrategia de Ciberseguridad Nacional, aumentando la resiliencia de los sistemas de informaci�n y telecomunicaciones que soportan las Infraestructuras Cr�ticas y la actuaci�n de las Administraciones P�blicas.
• 2. Establecer y desarrollar una coordinaci�n efectiva entre operadores p�blicos y privados con competencia en el conocimiento y tratamiento del ciberespacio y elaborar criterios comunes de defensa y protecci�n de intereses nacionales.
• 3. Potenciar en el ciberespacio las capacidades de prevenci�n, detecci�n, reacci�n, an�lisis, recuperaci�n, respuesta, investigaci�n y coordinaci�n frente a las actividades del terrorismo y del extremismo violento.
• 4. Promover las iniciativas encaminadas al compromiso internacional para un ciberespacio seguro que aumente la protecci�n frente al ciberterrorismo.
• 5. Implementar los avances tecnol�gicos en el �mbito de la protecci�n.
• 6. Impulsar las actuaciones encaminadas a la protecci�n de objetivos mar�timos en movimiento, de los sistemas de vigilancia y control y de los sistemas de navegaci�n y comunicaci�n e impedir el uso de los espacios mar�timos con fines terroristas.
• 7. Fortalecer las capacidades de los organismos e instituciones nacionales, tanto p�blicos como privados, con competencias en los �mbitos a�reo y ultraterrestre, para garantizar la seguridad de objetivos a�reos en movimiento, sistemas de vigilancia y control, sistemas de navegaci�n a�rea y comunicaci�n de instalaciones aeroportuarias, frente a la amenaza terrorista.
• 8. Armonizar la cooperaci�n tecnol�gica entre el sector p�blico y privado en materia de seguridad.
• 9. Reforzar la protecci�n en el entorno virtual.

Perseguir

Hacer frente a la actividad terrorista y el extremismo violento

Objetivo general: Detectar e investigar a los terroristas y extremistas violentos, de forma integral y global, impidiendo la planificaci�n y ejecuci�n de sus acciones, actuando tambi�n contra sus redes de apoyo, log�stica y financiaci�n, y asegurando su puesta a disposici�n judicial.

Ejes prioritarios:

• – Perfeccionar los niveles de coordinaci�n de las diferentes Administraciones implicadas a nivel nacional y de la cooperaci�n internacional, asegurando la eficacia operativa y estrat�gica de todas las instancias involucradas en la lucha contra el terrorismo y el extremismo violento.
• – Fomentar la inteligencia como instrumento primordial en el conocimiento del fen�meno del terrorismo y del extremismo violento, como apoyo a la toma de decisiones.
• – Reforzar de forma integral las capacidades de lucha contra el terrorismo y el extremismo violento, potenciando los recursos humanos e incrementando proporcionalmente los medios materiales y t�cnicos, organizaci�n y procedimientos, asegurando su mejora continua.
• – Impulsar y reforzar la lucha contra la financiaci�n deI terrorismo y del extremismo violento, as� como de sus redes de apoyo.
• – Robustecer los instrumentos legales tanto a nivel nacional e internacional, ante la evoluci�n de las actividades relacionadas con el terrorismo y el extremismo violento, ofreciendo una respuesta acorde con penas proporcionales, eficaces y disuasorias.
• – Fomentar en todos los �mbitos un mensaje com�n de determinaci�n, sin fisuras, por parte del conjunto de la sociedad espa�ola en la utilizaci�n, desde el Estado de Derecho, de todos los mecanismos para actuar contra el terrorismo y el extremismo violento.

�mbito interno

Objetivo espec�fico en el �mbito interno: Hacer frente al terrorismo y al extremismo violento y las estructuras que los sustentan mediante su implantaci�n, sostenimiento operativo o log�stico, reclutamiento, formaci�n o financiaci�n.

L�neas estrat�gicas:

• 1. Asegurar la coordinaci�n y cooperaci�n operativa a nivel nacional entre las diferentes autoridades y organismos competentes en materia de lucha contra el terrorismo y el extremismo violento, as� como fortalecer el sistema de coordinaci�n de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad a trav�s del CITCO.
• 2. Mejorar los procedimientos de obtenci�n de informaci�n, tanto sobre el terrorismo y el extremismo violento como de sus posibles conexiones con el crimen organizado, coordinando su explotaci�n operativa y estrat�gica.
• 3. Analizar, procesar e integrar la informaci�n disponible sobre la amenaza relativa al terrorismo y al extremismo violento, para que sea transformada en inteligencia y sirva de apoyo sustantivo para la toma de decisiones.
• 4. Anticipar y valorar, desde un enfoque prospectivo, escenarios futuros donde los desaf�os y amenazas terroristas, y aquellas provenientes del extremismo violento, puedan desarrollarse a largo plazo, para apoyar y facilitar la adopci�n de las decisiones y acciones adecuadas tendentes a su prevenci�n y, en su caso, neutralizaci�n.
• 5. Potenciar la implicaci�n de las Administraciones locales mediante el conocimiento del riesgo y de la amenaza, integrando sus capacidades de aportar informaci�n de inter�s.
• 6. Reforzar los recursos humanos y materiales dedicados a la lucha contra el terrorismo y el extremismo violento, as� como el establecimiento o refuerzo de planes espec�ficos para los actores implicados, a fin de armonizar los procedimientos de actuaci�n y de colaboraci�n.
• 7. Impulsar la inversi�n y desarrollo de herramientas tecnol�gicas, procedimientos operativos y legislativos que faciliten la detecci�n temprana de las actividades de terrorismo o que ayuden a demostrar la participaci�n de sus autores.
• 8. Garantizar la interoperabilidad de los sistemas de informaci�n a los que se accede en el curso de las investigaciones para agilizar el intercambio de informaci�n y realizar consultas avanzadas de reconocimiento de patrones de actividad delictiva.
• 9. Impulsar la detecci�n y control de aquellos que estando en prisi�n pudieran participar o colaborar con grupos terroristas o de extremismo violento, potenciando la coordinaci�n y cooperaci�n entre las administraciones penitenciarias y los organismos de seguridad de inteligencia del Estado.
• 10. Desarrollar programas y actuaciones que aseguren una aplicaci�n efectiva de las penas de libertad vigilada para penados por terrorismo que sean excarcelados.
• 11. Desarrollar programas integrales espec�ficos de tratamiento y seguimiento para combatientes terroristas extranjeros retornados, con especial atenci�n a las perspectivas de g�nero y edad.
• 12. Actuar contra las v�as de financiaci�n del terrorismo y del extremismo violento y potenciar las unidades de investigaci�n financiera de los organismos de seguridad e inteligencia y el Servicio Ejecutivo de la Comisi�n de Prevenci�n del Blanqueo de Capitales e Infracciones Monetarias (SEPBLAC).
• 13. Asegurar un adecuado tratamiento normativo que garantice la figura del testigo protegido y la actividad del agente encubierto, especialmente en la lucha contra el terrorismo y el extremismo violento.
• 14. Trabajar asegurando la colaboraci�n con el sector privado y los operadores de nuevas tecnolog�as para garantizar el acceso de los servicios de informaci�n e inteligencia a los datos y comunicaciones encriptadas.
• 15. Fortalecer las medidas de control y los sistemas de alerta temprana sobre armas y explosivos, sustancias nucleares, radiol�gicas, biol�gicas y qu�micas (NRBQ) y materiales de doble uso, asegurando el acceso a la informaci�n relevante por parte de las autoridades competentes en la prevenci�n e investigaci�n de delitos de terrorismo.
• 16. Concienciar e implicar a la ciudadan�a, medios de comunicaci�n y sector privado en la colaboraci�n con los organismos de seguridad e inteligencia en la lucha contra el terrorismo violento, reforzando la coordinaci�n nacional de las actividades derivadas de las informaciones procedentes de la colaboraci�n ciudadana recibidas a trav�s del Centro de Coordinaci�n de Informaci�n sobre Radicalizaci�n (CCIR).

�mbito externo

Objetivo espec�fico en el �mbito externo: Afrontar coordinadamente, desde la acci�n exterior del Estado, la amenaza que plantea el terrorismo y el extremismo violento a la seguridad y bienestar de la sociedad espa�ola y sus intereses.

L�neas estrat�gicas:

• 1. Reforzar los mecanismos internacionales de cooperaci�n, coordinaci�n operativa e intercambio de informaci�n en regiones geogr�ficas y pa�ses de especial inter�s.
• 2. Potenciar instrumentos bilaterales con otros pa�ses para facilitar la investigaci�n y la puesta a disposici�n judicial de los autores y los medios empleados en caso de comisi�n de acciones terroristas.
• 3. Fortalecer los instrumentos y herramientas de intercambio de informaci�n en el marco nacional e internacional, fomentando el uso de los instrumentos ya existentes, en especial en OTAN, espacio Schengen, Interpol, Europol, Eurojust, las coaliciones internacionales de las que Espa�a pueda ser parte, as� como las listas de sanciones de Naciones Unidas y de la Uni�n Europea.
• 4. Impulsar la colaboraci�n internacional en todos los niveles en materia de investigaci�n financiera del terrorismo y del extremismo violento, para actuar contra sus v�as de financiaci�n a nivel global, localizar y eventualmente congelar sus activos, intensificando la participaci�n activa en la elaboraci�n de la normativa y buenas pr�cticas en foros internacionales y coaliciones internacionales de las que Espa�a pueda ser parte, con especial referencia a Naciones Unidas, al Grupo de Acci�n Financiera Internacional (GAFI) y a la Uni�n Europea (UE).
• 5. Facilitar la asistencia t�cnica de seguridad y defensa a terceros pa�ses de inter�s para mejorar sus capacidades en la lucha contra el terrorismo y el extremismo violento.
• 6. Promover acuerdos internacionales conducentes al consenso global en la definici�n de los delitos y la revisi�n permanente de los listados comunes de grupos e individuos involucrados en actividades terroristas.
• 7. Establecer mecanismos que permitan incorporar al procedimiento judicial las evidencias obtenidas en zonas de conflicto, con las correspondientes garant�as procesales y salvaguardando la reserva de las investigaciones en curso.
• 8. Implementar y reforzar los mecanismos que faciliten el reconocimiento mutuo de resoluciones judiciales que permitan garantizar la efectiva persecuci�n de los autores de delitos de terrorismo en el �mbito internacional.
• 9. Mejorar el intercambio de informaci�n, a nivel internacional y especialmente en el �mbito UE sobre armas, explosivos, precursores, sustancias NRBQ y otras sustancias susceptibles de empleo en actos terroristas.
• 10. Incrementar la participaci�n de Espa�a en foros, iniciativas o proyectos de �mbito internacional donde se busquen soluciones comunes frente al terrorismo y el extremismo violento y potenciar el papel de liderazgo de Espa�a en la lucha contra la amenaza terrorista internacional.
• 11. Investigar y analizar los posibles v�nculos a nivel internacional entre el terrorismo, el extremismo violento y el crimen organizado, coordinando la respuesta.

�mbito de los espacios comunes globales

Objetivo espec�fico en el �mbito de los espacios comunes globales: Perseguir a quienes hacen uso de los espacios comunes globales para la comisi�n, apoyo y financiaci�n del terrorismo y del extremismo violento, o de su utilizaci�n para la captaci�n, adoctrinamiento y entrenamiento de individuos o grupos y la difusi�n de propaganda en su beneficio.

L�neas estrat�gicas:

• 1. Intensificar las capacidades de detecci�n, an�lisis e investigaci�n frente a las actividades del terrorismo y el extremismo violento en el ciberespacio, asegurando su coordinaci�n y puesta en com�n para la ayuda en la toma de decisiones.
• 2. Incrementar la protecci�n de las redes telem�ticas con el fin de dificultar la utilizaci�n de Internet y los sistemas de comunicaci�n a trav�s de la red como instrumento u objetivo del terrorismo y del extremismo violento.
• 3. Impulsar un enfoque integral frente a las amenazas a la seguridad mar�tima y al espacio a�reo y ultraterrestre del terrorismo y el extremismo violento.
• 4. Robustecer las capacidades tecnol�gicas de los servicios de inteligencia e informaci�n para hacer frente al uso de las nuevas tecnolog�as por parte de los grupos terroristas y extremistas violentos.
• 5. Fomentar la colaboraci�n p�blico-privada en el sector de las tecnolog�as de la informaci�n y comunicaci�n, especialmente aquellas vinculadas al ciberespacio.
• 6. Perfeccionar las capacidades legales que permitan la persecuci�n de estos delitos en los espacios comunes globales.
• 7. Fortalecer las medidas de control sobre el acceso a armas y explosivos, as� como de sus precursores y de sustancias nucleares, radiol�gicas, biol�gicas y qu�micas (NRBQ) en los espacios comunes globales, especialmente en el ciberespacio.
• 8. Armonizar los procedimientos internacionales para la obtenci�n de evidencias en el �mbito digital, garantizando la preservaci�n de la cadena de custodia y su introducci�n en el proceso penal.
• 9. Coordinar la acci�n com�n nacional e internacional en las actuaciones contra la narrativa terrorista o de extremismo violento.

Preparar la respuesta

Restablecer la normalidad

Objetivo general: Minimizar las consecuencias de una acci�n terrorista, garantizando el m�ximo apoyo a las v�ctimas, reparando el da�o causado y restaurando la normalidad mediante la ejecuci�n de acciones y planes previstos para una pronta recuperaci�n, extrayendo las lecciones aprendidas a fin de preparar futuras acciones de respuesta.

Ejes prioritarios:

• – Evaluar permanentemente las amenazas y riesgos derivados del terrorismo y del extremismo violento, as� como las vulnerabilidades observadas, ejercitando y actualizando los planes de actuaci�n para dar una respuesta �gil y coordinada.
• – Asignar los recursos humanos, materiales y financieros suficientes para minimizar las consecuencias de una acci�n de terrorismo o de extremismo violento.
• – Impulsar y mantener el reconocimiento social y los procedimientos de apoyo, ayuda y asistencia a las v�ctimas de atentados terroristas.
• – Promover el consenso pol�tico y social en la lucha contra el terrorismo y el extremismo violento, as� como la colaboraci�n internacional, para ofrecer una respuesta eficaz ante un atentado terrorista.
• – Extraer, valorar y asumir tras cada situaci�n cr�tica ense�anzas que permitan mejorar y optimizar los medios y procedimientos de preparaci�n coordinada de la respuesta ante una acci�n de terrorismo o de extremismo violento.
• – Establecer y mantener actualizado un plan de comunicaci�n estrat�gica para fortalecer la resiliencia de la sociedad civil y su confianza en las instituciones del Estado durante la gesti�n de crisis ante un acto de terrorismo o de extremismo violento.

�mbito interno

Objetivo espec�fico en el �mbito interno: Minimizar las consecuencias derivadas de la comisi�n de un acto de terrorismo o de extremismo violento, mediante una respuesta inmediata, eficaz y coordinada de asistencia a la poblaci�n, priorizando la atenci�n a las v�ctimas, la reparaci�n del da�o causado, el restablecimiento de los servicios afectados y el esclarecimiento de los hechos.

L�neas estrat�gicas:

• 1. Mantener actualizado un an�lisis de riesgos a trav�s de la evaluaci�n peri�dica de la amenaza como instrumento para la adecuaci�n de las capacidades de respuesta ante una acci�n terrorista o de violencia extremista, adoptando criterios comunes de evaluaci�n de riesgos por el conjunto de actores implicados en su valoraci�n.
• 2. Disponer de los medios humanos, materiales y normativos necesarios para garantizar una respuesta adecuada y coordinada ante posibles escenarios contemplados a partir del an�lisis permanente de riesgos.
• 3. Adaptar el Plan de Prevenci�n y Protecci�n Antiterrorista (PPPA) con un dise�o de medios y procedimientos, garantizando la respuesta eficiente a un atentado terrorista.
• 4. Potenciar las capacidades y la formaci�n de todos los actores implicados en la respuesta ante una acci�n terrorista o de extremismo violento, dise�ando y revisando peri�dicamente las medidas y planes espec�ficos o sectoriales que sean necesarios para asegurar la coordinaci�n y sinergia de todos ellos, garantizando la unidad de acci�n y una eficaz comunicaci�n sectorial y territorial entre las diferentes Administraciones.
• 5. Potenciar y mejorar los planes de protecci�n de infraestructuras cr�ticas ante atentados terroristas, optimizando la coordinaci�n p�blica y privada a trav�s de los organismos competentes.
• 6. Impulsar planes globales de contingencia ante ataques terroristas con medios NRBQ, optimizando la coordinaci�n y las capacidades de actuaci�n de todos los actores implicados en respuesta a este tipo de actos terroristas.
• 7. Mantener actualizadas las normas que permitan minimizar las consecuencias y da�os sufridos por las v�ctimas de atentados terroristas, impulsando el reconocimiento social y los procedimientos de apoyo, ayuda y asistencia y desarrollando actividades que fomenten los principios de memoria, dignidad, verdad y justicia.
• 8. Fomentar el consenso pol�tico a trav�s del reforzamiento del acuerdo para afianzar la unidad en defensa de las libertades y en la lucha contra el terrorismo.
• 9. Desarrollar un Plan de Comunicaci�n Estrat�gica en Gesti�n de Crisis que permita al conjunto de actores implicados dar respuesta a una acci�n terrorista o de extremismo violento y contrarrestar la propaganda subsiguiente, reduciendo sus consecuencias y aumentando la resiliencia de la poblaci�n e instituciones afectadas, promoviendo la colaboraci�n e implicaci�n de los medios de comunicaci�n social.
• 10. Desarrollar un sistema de evaluaci�n cr�tica, coordinado por el Ministerio del Interior, con participaci�n de los diversos actores implicados, de las actuaciones realizadas tras una acci�n de terrorismo o de extremismo violento que facilite optimizar futuras respuestas y extraer lecciones aprendidas.

�mbito externo

Objetivo espec�fico en el �mbito externo: Minimizar el impacto que sobre la seguridad de ciudadanos, empresas e intereses nacionales en el extranjero puedan tener las acciones terroristas o de extremismo violento, respondiendo de forma oportuna y coordinada con el apoyo de nuestros aliados en la acci�n exterior del Estado.

L�neas estrat�gicas:

• 1. Impulsar la participaci�n nacional en las iniciativas, a nivel europeo, que promuevan o desarrollen herramientas de valoraci�n de riesgos como medio para el dise�o de capacidades de respuesta, buscando un criterio �nico de an�lisis de errores y mejoras.
• 2. Reforzar los mecanismos de apoyo y/o compensaci�n hacia las v�ctimas espa�olas de ataques terroristas en el exterior.
• 3. Difundir experiencias positivas del modelo espa�ol de protecci�n integral a las v�ctimas del terrorismo como un referente a nivel mundial.
• 4. Participar activa y coordinadamente, desde todos los sectores p�blicos, en los foros internacionales donde se pongan en com�n las medidas a tomar y se ejerciten las respuestas ante atentados terroristas.
• 5. Robustecer la cooperaci�n internacional, especialmente en el �mbito de la Uni�n Europea y el �rea mediterr�nea, para preparar y activar una respuesta com�n, eficiente e inmediata ante un atentado terrorista.
• 6. Impulsar la revisi�n dela legislaci�n dela Uni�n Europea para el funcionamiento de los Mecanismos Comunitarios de Protecci�n Civil contemplados en la Estrategia contra el Terrorismo de la Uni�n Europea.
• 7. Mantener actualizado el mapa de riesgo exterior mediante la valoraci�n peri�dica de la amenaza terrorista en escenarios de inter�s, considerando la evoluci�n de factores y consecuencias.
• 8. Mantener informados a trav�s de canales adecuados a ciudadanos e intereses espa�oles en el extranjero sobre la situaci�n de riesgo existente y las medidas a adoptar en caso de verse afectados por acciones terroristas.

�mbito de los espacios comunes globales

Objetivo espec�fico en el �mbito de los espacios comunes globales: Reforzar la gobernanza y uso de los espacios comunes globales para afrontar eficientemente la respuesta a situaciones de crisis derivadas de acciones terroristas y de extremismo violento desde estos espacios.

L�neas estrat�gicas:

• 1. Optimizar el modelo de gesti�n de crisis y sistema de valoraci�n de riesgos ante eventuales ataques terroristas desde los espacios comunes globales, con un enfoque integral, anticipatorio y resiliente, para garantizar una respuesta eficaz, coordinada y proporcionada desde todos los �mbitos afectados.
• 2. Robustecer la resiliencia de las Administraciones P�blicas y de los sistemas de informaci�n y de telecomunicaciones ante acciones terroristas o de extremismo violento, especialmente los usados por operadores de infraestructuras cr�ticas, potenciando programas de ejercicios de simulaci�n de incidentes de ciberseguridad para evaluar y perfeccionar las acciones de respuesta ante ataques terroristas, con participaci�n del sector privado.
• 3. Potenciar la implantaci�n de una cultura de ciberseguridad, incorporando al �mbito privado y estableciendo un protocolo de actuaci�n con las empresas civiles relacionadas con el sector de las tecnolog�as de la informaci�n y comunicaci�n (TIC), especialmente aquellas vinculadas al ciberespacio, para que en caso de atentado terrorista incrementen la colaboraci�n con las autoridades competentes.
• 4. Extender la utilizaci�n de las TIC en la gesti�n de emergencias para difundir alertas y consejos de seguridad en incidentes terroristas, asegurando su fiabilidad, oportunidad y alcance.
• 5. Potenciar y mejorar los planes de protecci�n de infraestructuras cr�ticas ante atentados terroristas mediante ciberataques, optimizando la coordinaci�n p�blica y privada a trav�s de los organismos competentes.

CAP�TULO 5

La Estrategia Nacional Contra el Terrorismo en el Sistema de Seguridad Nacional

En este cap�tulo se contempla la necesidad de la integraci�n de la Estrategia Nacional Contra el Terrorismo en el actual Sistema de Seguridad Nacional.

La lucha contra el terrorismo en el marco del Sistema de Seguridad Nacional

El terrorismo y los extremismos violentos constituyen amenazas prioritarias que debe abordar nuestro pa�s y, por lo tanto, son de especial inter�s para la Seguridad Nacional y as� se refleja espec�ficamente en la vigente Estrategia de Seguridad Nacional.

Paralelamente, diferentes Estrategias Sectoriales, como la Estrategia de Ciberseguridad Nacional, la Estrategia de Seguridad Mar�tima Nacional y la Estrategia de Seguridad Energ�tica Nacional, contemplan el terrorismo en el repertorio de amenazas y desaf�os, as� como diferentes l�neas de acci�n para hacerles frente, en su �mbito sectorial espec�fico. A este respecto, la incardinaci�n de la Estrategia Nacional Contra el Terrorismo en el Sistema de Seguridad Nacional (SSN) asegura tambi�n la cohesi�n con el resto de Estrategias Sectoriales y con las l�neas de acci�n a desarrollar.

Adem�s, el SSN tiene entre sus objetivos la organizaci�n, a diversos niveles y de manera integral, de la acci�n coordinada de los agentes e instrumentos al servicio de la Seguridad Nacional, tambi�n en los aspectos transversales de la lucha contra el terrorismo.

Al igual que la Seguridad Nacional en su conjunto, la lucha contra el terrorismo debe ser considerada un objetivo compartido por las diferentes Administraciones, estatal, auton�mica y local, as� como por el sector privado y por la sociedad civil, en el marco de las competencias y responsabilidades de los actores implicados.

Un esfuerzo integrador que, en el �mbito de la lucha contra el terrorismo reviste una singular especifidad. En primer lugar, por el amplio espectro competencial que requiere la ejecuci�n de las l�neas de acci�n que recoge la Estrategia Nacional Contra el Terrorismo, al abordar el ciclo completo del proceso terrorista desde su prevenci�n, hasta la preparaci�n de la respuesta, pasando por la protecci�n y la persecuci�n. En segundo lugar, por la propia experiencia espa�ola en la lucha contra el terrorismo, una de cuyas lecciones identificadas revela la eficacia de �xito de las estrategias integrales contra el terrorismo. Y, por �ltimo, la propia singularidad del fen�meno terrorista, que afecta de manera grave y directa a la sociedad y al Estado en su conjunto, requiere de una respuesta especialmente integral e integradora.

Por otra parte, la integraci�n de la lucha contra el terrorismo en el SSN no ha de entenderse como un cambio en la asignaci�n competencial de roles en la lucha contra el terrorismo, ni como una alteraci�n del modelo espa�ol de seguridad e inteligencia contraterrorista, un modelo robusto, eficaz y consolidado tras largos a�os de lucha contra el azote del terrorismo.

Por �ltimo, la integraci�n de la lucha contra el terrorismo en el SSN tiene tambi�n como finalidad aplicar en este �mbito los mismos principios b�sicos que orientan la pol�tica de Seguridad Nacional: unidad de acci�n, anticipaci�n, prevenci�n, eficiencia, sostenibilidad en el uso de los recursos, capacidad de resistencia y recuperaci�n, coordinaci�n y colaboraci�n.

Un nuevo Comit� Especializado en el �mbito de la lucha contra el terrorismo y los extremismos violentos

El campo de la Seguridad Nacional aparece como un espacio de actuaci�n p�blica enfocado a la armonizaci�n de objetivos, recursos y pol�ticas ya existentes en materia de seguridad. El esfuerzo de integraci�n necesario reviste tanta mayor importancia por cuanto que la Seguridad Nacional debe ser considerada un objetivo compartido por todos los actores implicados.

A tal fin se ha ido conformando una estructura, el Sistema de Seguridad Nacional, con el Consejo de Seguridad Nacional como m�ximo exponente. Una estructura que se ha visto reforzada a trav�s de la constituci�n de Comit�s Especializados, como �rganos de apoyo del Consejo de Seguridad Nacional que, desde el enfoque pol�tico-estrat�gico, sirven para facilitar la toma eficaz de decisiones en �mbitos sectoriales concretos: Comit� de Situaci�n, Comit� Especializado de Inmigraci�n, Consejo Nacional de Seguridad Mar�tima, Consejo Nacional de Ciberseguridad, Comit� de Seguridad Energ�tica, Comit� de No Proliferaci�n y el Consejo Nacional de Seguridad Aeroespacial.

En la gran mayor�a de estos Comit�s Especializados se vienen tratando tangencialmente aspectos relacionados con la amenaza terrorista y los extremismos violentos, si bien no existe hasta el momento un comit� espec�fico, dedicado en exclusiva a abordar las cuestiones transversales del fen�meno terrorista en nuestro pa�s.

A su vez, cuestiones horizontales como la prevenci�n de la radicalizaci�n, especialmente en sus aspectos educativos y sociales, el fomento de la resiliencia frente a atentados terroristas, la generaci�n de contranarrativas para hacer frente a las falaces narrativas terroristas, entre otras, son cuestiones que necesitan un tratamiento integral y cooperativo que desborda las tradicionales fronteras ministeriales en su afrontamiento pol�tico-estrat�gico.

Todo ello constituye raz�n suficiente para la creaci�n de un Comit� Especializado que aborde el terrorismo y los extremismos violentos. Este nuevo Comit� Especializado, con el nombre espec�fico y las tareas concretas que se determinen en su norma de creaci�n, dar� apoyo al Consejo de Seguridad Nacional para el cumplimiento de sus funciones y, en particular, en la asistencia al Presidente del Gobierno en la direcci�n y coordinaci�n de la Pol�tica de Seguridad Nacional en el �mbito de la lucha contra el terrorismo y los extremismos violentos. Adem�s, reforzar� las relaciones de coordinaci�n, colaboraci�n y cooperaci�n entre las distintas Administraciones P�blicas con competencias en la materia, as� como entre los sectores p�blicos y privados, y facilitar� la toma de decisiones del propio Consejo.

Sin perjuicio de su ulterior desarrollo y concreci�n, el marco general en el que se desarrollar� el Comit� Especializado viene determinado por los siguientes factores caracterizadores:

• – Considerando las responsabilidades, competencias y funci�n integradora desempe�ada hasta ahora en el marco de la EICTIR, as� como las propias competencias asignadas al Ministerio del Interior en la lucha contra el terrorismo, el Comit� Especializado ser� presidido por la Secretaria de Estado de Seguridad (SES) del Ministerio del Interior, en sinton�a con lo previsto para el Comit� Especializado de Inmigraci�n.
• – Paralelamente, la composici�n del Comit� Especializado reflejar� el espectro de los �mbitos de los departamentos, organismos y agencias de las Administraciones P�blicas con competencias en materia de lucha contra el terrorismo y el extremismo violento, para coordinar aquellas actuaciones que se deban abordar de forma conjunta.
• – Los trabajos del Comit� Especializado se focalizar�n en cuestiones transversales en el �mbito pol�tico-estrat�gico que requieran una actuaci�n concertada, multidisciplinar y multiagencia, en las que la integraci�n sea un activo a fortalecer, sin perjuicio del mantenimiento de los protocolos y mecanismos de coordinaci�n operativa y de inteligencia preexistentes.

CAP�TULO 6

Consideraciones finales. Vigencia, evaluaci�n y actualizaci�n

En este cap�tulo se exponen, a modo de conclusi�n, unas consideraciones finales, se concreta la vigencia de la Estrategia Nacional Contra el Terrorismo, as� como los mecanismos para su actualizaci�n y evaluaci�n.

Consideraciones finales

Espa�a ha desarrollado modelos referenciales en materia de seguridad como es el caso de su sistema de lucha contra el terrorismo y el extremismo violento basado en un concepto de aproximaci�n integral. No obstante, en un contexto actual y futuro, donde la revoluci�n tecnol�gica abre un proceso de transformaci�n y globalizaci�n constante ante la amenaza terrorista, se han de seguir actualizando las estrategias desarrolladas contra este fen�meno, con visi�n anticipatoria, aportando respuestas integrales, coordinadas y cooperativas tanto en el plano nacional como en el internacional.

Esta nueva Estrategia Nacional Contra el Terrorismo nace con la voluntad de ser la piedra angular a trav�s de la cual se articula la acci�n del Estado en la lucha contra este fen�meno, en aras de garantizar la Seguridad Nacional y los intereses nacionales en el exterior.

El objetivo de implicar a la sociedad en su conjunto, con un af�n integrador y cooperador de las distintas Administraciones as� como del sector privado, es la principal raz�n por la que la Estrategia se hace p�blica y dirigida a todos los ciudadanos.

La Ley se constituye como el elemento b�sico del Estado de Derecho y su adaptaci�n a la evoluci�n de la amenaza planteada por el terrorismo y el extremismo violento, eje transversal de los pilares de la Estrategia, siendo el cimiento sobre el que debe asentarse su desarrollo.

La consideraci�n, respeto y protecci�n integral de las v�ctimas debe mantenerse como un eje prioritario y referencia de la acci�n del Estado contra el terrorismo y el extremismo violento.

Se hace necesario constituir un Comit� Especializado Contra el Terrorismo como apoyo al Consejo de Seguridad Nacional en el desarrollo de esta Estrategia Nacional.

La prevenci�n resulta clave para eliminar en su origen las futuras amenazas. Requiere, no obstante, un especial esfuerzo de concienciaci�n y coordinaci�n de todas las Administraciones y una amplia gama de medidas en todos los �mbitos de nuestra sociedad. Por ello, la Estrategia fomenta la implementaci�n del Plan Estrat�gico Nacional de Lucha contra la Radicalizaci�n Violenta, impulsando la coordinaci�n y colaboraci�n del conjunto de las Administraciones e instituciones p�blicas y privadas, con especial atenci�n a los centros penitenciarios y a la financiaci�n del terrorismo, fomentando planes espec�ficos de control, seguimiento y desradicalizaci�n en aqu�llos y haciendo imperativo elaborar y desarrollar un Plan Nacional de Lucha contra la Financiaci�n del Terrorismo.

Aunque la protecci�n total no es posible, una permanente valoraci�n de amenazas y riesgos resulta determinante para una adecuada priorizaci�n de los esfuerzos, permitiendo la aplicaci�n de medidas adicionales de refuerzo que mejoren la seguridad de los ciudadanos y del Estado.

Es exigible una continua actualizaci�n del Plan de Prevenci�n y Protecci�n Antiterrorista, no solo asegurando la permanente valoraci�n de la amenaza, sino con un sistema eficiente de selecci�n de objetivos a proteger y revisi�n de los sistemas de coordinaci�n de informaci�n sobre �stos, especialmente el Cat�logo Nacional de lnfraestructuras Cr�ticas.

En la persecuci�n se refuerza la capacidad de obtenci�n, an�lisis e integraci�n de informaci�n e inteligencia contra el terrorismo y el extremismo violento, siendo otra de las bases transversales sobre las que se sustentan los cuatro pilares de actuaci�n de esta Estrategia. Por lo tanto, la potenciaci�n de los recursos humanos, materiales y t�cnicos de los �rganos nacionales de seguridad e inteligencia y de los procedimientos en que estos se basan, adem�s de la coordinaci�n y la explotaci�n de la inteligencia obtenida, resultan fundamentales.

Tambi�n resulta prioritario potenciar el sistema de coordinaci�n del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado de Ias investigaciones llevadas a cabo por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad contra el terrorismo y, en su caso, su conexi�n con el crimen organizado, as� como contra el extremismo violento.

Estar preparado para la respuesta ante un acto terrorista debe constituir una prioridad de desarrollo de la Estrategia. Es imperativo reforzar los sistemas de coordinaci�n de la respuesta, asistencia a las v�ctimas, reparaci�n del da�o causado y recuperaci�n de la normalidad institucional y social.

La Comunicaci�n Estrat�gica es una tercera base transversal de los pilares de la Estrategia y se manifiesta en tres �mbitos:

• 1. Una comunicaci�n interna que afirme la confianza de los ciudadanos en la acci�n del Estado frente a las amenazas del terrorismo y el extremismo violento y su propaganda. Hay que reforzar la participaci�n ciudadana como sustento de la colaboraci�n integral en materia de lucha contra el terrorismo y el extremismo violento. Para ello deben potenciarse el conocimiento y uso de los canales de comunicaci�n incluidos, entre otros, el Centro de Coordinaci�n de Informaci�n sobre Radicalizaci�n (CCIR) y los habilitados por los organismos de seguridad e inteligencia.
• 2. Una comunicaci�n externa que aborde la amenaza del terrorismo y del extremismo violento en el actual mundo globalizado, exige el apoyo y cooperaci�n con los pa�ses de nuestro entorno y nuestros aliados. La coordinaci�n y sinergia con la UE, ONU, OTAN y otras organizaciones internacionales de seguridad y defensa o coaliciones en las que Espa�a participe, resultan fundamentales en todos los pilares y puede tener un importante impacto en el �mbito interior y en los espacios comunes globales.
• 3. El tercer �mbito lo constituye la comunicaci�n dirigida a los terroristas y extremistas violentos, que les haga llegar un mensaje claro e inequ�voco de la determinaci�n de la sociedad espa�ola de hacer uso de todos los medios del Estado de Derecho para conseguir su derrota.

Por otro lado, para la consecuci�n de los objetivos definidos resulta clave la formaci�n espec�fica del personal de todos los servicios e instituciones implicados en las distintas fases de la acci�n terrorista o del extremismo violento, desde la prevenci�n hasta los planes de reacci�n y emergencia.

Desde un enfoque m�s amplio, se hace necesario favorecer desde el conjunto de las Administraciones la consecuci�n del objetivo general de la Estrategia, mediante la implementaci�n y desarrollo de Planes Estrat�gicos Sectoriales y, cuando proceda, Planes Espec�ficos o de Acci�n, para el cumplimiento de los concretos objetivos espec�ficos marcados en los distintos pilares.

La lucha contra el terrorismo y el extremismo violento debe estar basada en un modelo robusto fundamentado en la unidad de los partidos pol�ticos, la actuaci�n eficiente y coordinada de la Administraci�n, de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, las Fuerzas Armadas y los Servicios de Inteligencia, el trabajo de jueces y fiscales, la cooperaci�n internacional, as� como el compromiso de la sociedad espa�ola, con el apoyo y asistencia integral permanente a las v�ctimas del terrorismo, con el respeto a su dignidad y memoria como fundamento.

Vigencia, evaluaci�n y actualizaci�n

La Estrategia Nacional Contra el Terrorismo tiene un periodo de vigencia de cuatro a�os desde su aprobaci�n, sin perjuicio de que las circunstancias aconsejen anticipar su revisi�n. Su puesta en marcha y desarrollo tendr� por finalidad alcanzar sus objetivos y acciones estrat�gicas y espec�ficas, haciendo necesaria la subsiguiente revisi�n y actualizaci�n de los Planes Nacionales vigentes que se encuadran en este marco estrat�gico.

La Estrategia se concibe como un documento vivo que ha de adaptarse a la evoluci�n del terrorismo y el extremismo violento, por lo que deber� ser objeto de evaluaci�n continua, como tambi�n los Planes Espec�ficos y Sectoriales que de ella se deriven.

Se elaborar� un Informe Anual de Evaluaci�n de la Estrategia donde figurar� el grado de ejecuci�n y cumplimiento de sus objetivos.