Irene Ruiz de Valbuena.- En el sector de la abogacía la competencia es feroz, por ello es necesario diferenciarse desde un principio y generar confianza en el cliente. El desafío más importante que hay que afrontar al comenzar la carrera como abogado, ya sea por cuenta propia abriendo un despacho, o por cuenta ajena, es darse a conocer, para así hacerse un hueco dentro de la profesión y captar clientes. 

El primer paso para afrontar este reto es informar sobre tu profesión en tu entorno más cercano. De esta manera, las personas de tu círculo más próximo sabrán que pueden acudir a ti si tienen una duda jurídica e incluso podrán recomendar tus servicios a sus conocidos. En ésta como en casi todas las profesiones el boca-oreja tiene un valor muy significativo.

Posibilidades que ofrece Internet

Una vez, que tu círculo más cercano sabe que ejerces la abogacía el segundo paso es aprovechar las herramientas gratuitas que ofrece Internet, fundamentalmente las redes sociales, para que la información del comienzo de nuestra andadura profesional llegue a más gente. Además, gracias a estos instrumentos que no suponen un gran coste económico, apenas contar con un ordenador y conexión a internet, aunque sí una considerable inversión de tiempo, podrás crear y desarrollar tu marca personal. 

Las redes sociales más recomendadas para usar con fines profesionales son Linkedin y Twitter. Ambas ofrecen multitud de posibilidades, además de poder publicar comentarios y establecer contactos con personas e instituciones vinculadas a la abogacía, te permitirá estar al día de las novedades de la profesión y de la actualidad jurídica, económica y legal. 

Cuidar tu perfil en la red social también es clave ya que sirve de carta de presentación para todo aquél que quiera contactar contigo, en él puedes indicar además de a qué te dedicas o dónde trabajas, tu especialización, tus habilidades y capacidades o tus intereses e inquietudes. 

Pero ésta no es la única carta de presentación que puedes elaborar y difundir a través de interne existe un mecanismo, algo más desconocido, que es la tarjeta digital. Se trata de un instrumento basado en la tarjeta de visita tradicional, pero con las muchas posibilidades que ofrece el soporte digital. En este sentido, además de incluir datos como el teléfono o el email del titular, puede contener información sobre la experiencia laboral o enlaces a tus redes sociales. Es más, esta opción acepta formatos variados que van más allá del mero texto como el video, la imagen o incluso los gif’s, y por supuesto, la combinación de todos ellos. La creación de estas tarjetas digitales no resulta complicada ya que existen en el mercado diferentes apps que facilitan su diseño, contenido y difusión.

Otro de los instrumentos útiles para darse a conocer en Internet es crear una web profesional con un blog en el que publicar análisis, comentarios sobre materias en las que se está especializado.  

Las instituciones profesionales

A pesar de todo ello, es preciso tener en cuenta que hay que concebir la profesión de abogado como colaborativa, es decir, desechar la idea de que los demás abogados son rivales y asumir que son compañeros de profesión. De tal manera, que realizar colaboraciones o convenios con otros abogados puede resultar muy fructífero para aprender de la profesión e incluso conocer a posibles clientes. De hecho, es recomendable que si no puedes atender un cliente porque su problema excede a tu especialización le recomiendes que acuda a un compañero que conozcas y en el que confíes que si pueda ayudarle y así es muy posible que éste en el futuro actúe igual y sea él el que te recomiende a uno de sus clientes.

Para crear tu red de contactos dentro de la profesión además del uso de los medios digitales, no hay que olvidarse de establecer relaciones en persona. Para ello es fundamental estar presente en las asociaciones, foros y colegios de abogados y acudir a sus eventos, en la medida de lo posible. Las asociaciones a las que te interesa pertenecer como joven abogado van desde las asociaciones de antiguos alumnos de la Facultad de Derecho a la International Bar Association (IBA). La IBA, es una organización que congrega a más de 80.000 abogados y 190 Colegios de Abogados de más 170 países. Su objetivo es influir en el desarrollo de la profesión de la abogacía y además cuenta con un Comité de Jóvenes Abogados, que tiene como objetivos identificar, debatir y promover asuntos de interés para jóvenes. Ofrece, por tanto, un espacio único en el que conocer a compañeros de profesión de todo el mundo.

Por supuesto, los Colegios de abogados son instituciones de gran utilidad para los jóvenes profesionales. Es más, algunos de ellos cuentan con equipos enfocados en ayudar a los abogados que están empezando su carrera. Éste es el caso del Colegio de Abogados de Madrid (ICAM) que con su Agrupación Jóvenes abogados (AJA) se dedica a la orientación y formación para profesionales del sector jurídico al inicio de su carrera profesional, y para ello ofrece cursos de formación, eventos sociales y actividades de ocio.

Por último, pero no menos importante, tienes que definir quiénes son tus posibles clientes en función de tu especialidad. De este modo, determinarás a qué eventos tienes que acudir y en qué círculos de influencia deberías moverte. Por ejemplo, si estás especializado en derecho mercantil deberás estar presente allí donde acudan e interactúen las asociaciones de empresarios.