Art�culo 1

A los efectos de la presente Ley, se entiende por accidente toda lesi�n corporal que el trabajador sufra con ocasi�n o por consecuencia del trabajo que ejecute por cuenta ajena.

Art�culo 2

Se considera patrono al particular o compa��a propietarios de la obra, explotaci�n o industria donde el trabajo se preste.

En el sector agr�cola se considera tambi�n patrono al aparcero, arrendatario, subarrendatario, usufructuario, enfiteuta, forero u otro an�logo y quienes contraten la explotaci�n o ejecuci�n de los trabajos con cualesquiera de los anteriores.

Estando contratada la ejecuci�n o explotaci�n de la obra o industria, se considerar� como patrono al contratista, subsistiendo siempre la responsabilidad subsidiaria del propietario de aqu�lla.

El Estado, las Diputaciones Provinciales y Comisiones gestoras, los Cabildos Insulares, los Ayuntamientos y las Mancomunidades de Corporaciones locales, as� como cualquier otra entidad o corporaci�n de car�cter p�blico, quedan equiparados, para los efectos de este articulo, a los patronos definidos en los p�rrafos precedentes, incluso en las obras p�blicas que ejecuten por administraci�n.

Art�culo 3

Se entiende por trabajador toda persona que ejecute un trabajo por cuenta ajena, fuera de su domicilio, cualquiera que sea la funci�n que tenga encomendada y en virtud de contrato verbal o escrito.

En el sector agr�cola se considera tambi�n trabajador al que trabaje dentro de su domicilio, si la casa la tiene como forma de retribuci�n de su trabajo, y los criados que no est�n dedicados exclusivamente al servicio personal del patrono o de su familia.

Art�culo 4

A los efectos jur�dicos del concepto determinado en el art�culo anterior, se entiende comprendidos en �l a los Agentes de la Autoridad, cualquiera que sea su clase, del Estado, Provincia, Cabildo Insular, Municipio o Mancomunidades, por los accidentes definidos en el art�culo primero que sufran en el ejercicio de las funciones de su cargo o con ocasi�n de ellas, siempre que por disposiciones especiales no tengan derecho a prestaciones equivalentes.

Art�culo 5

Los trabajadores portugueses, hispanoamericanos, brasile�os. andorranos y filipinos que ejerzan sus actividades en territorio nacional o plazas de soberan�a quedan equiparados a los trabajadores espa�oles. Los restantes trabajadores extranjeros gozar�n de los beneficios de esta Ley, as� como sus derechohabientes que residan en territorio espa�ol al ocurrir el accidente. Los derechohabientes que residan en el extranjero al ocurrir el accidente obtendr�n dicho beneficio en el caso de que la legislaci�n de su pa�s los otorgue en an�logas condiciones a los s�bditos espa�oles, o bien cuando se trate de ciudadanos de un pa�s que haya ratificado el Convenio Internacional de Ginebra sobre igualdad de trato en materia de reparaci�n de accidentes de trabajo, o bien cuando se haya estipulado as� en tratados especiales.

Art�culo 6

Son indemnizables los accidentes definidos en el articulo 1.�, a menos que sean debidos a fuerza mayor extra�a al trabajo en que se produzca el accidente.

Deber� entenderse existente la fuerza mayor extra�a cuando sea de tal naturaleza que ninguna relaci�n guarde con el ejercicio de la profesi�n de que se trate.

En ning�n caso se considerar� fuerza mayor extra�a al trabajo la insolaci�n, el rayo y otros fen�menos naturales an�logos.

La imprudencia profesional, o sea, la que es consecuencia del ejercicio habitual de un trabajador y derivada de la confianza que �ste inspira, no exime al patrono de responsabilidad.

Art�culo 7

Dar�n lugar a responsabilidad por los accidentes laborales que en ellos ocurran, todas las industrias y trabajos, de cualquier naturaleza que sean, sin m�s excepciones que las que se expresan en el articulo siguiente.

Art�culo 8

No est�n comprendidos en las disposiciones de esta Ley:

• a) Los trabajos de car�cter familiar donde solamente est�n ocupadas personas de la familia o por ella aceptadas bajo la direcci�n de uno de sus miembros, siempre que los que trabajen no se consideren asalariados.
• b) Los trabajos que sin tener car�cter familiar se ejecuten ocasionalmente mediante los llamados servicios amistosos, ben�volos o de buena vecindad.
• c) E1 servicio dom�stico, entendi�ndose por tal el que se presta mediante jornal, sueldo, salario o remuneraci�n de otro g�nero o sin ella, y que sea contratado no por un patrono, sino por un amo de casa que no persiga fin de lucro, para trabajar en una morada particular, al servicio exclusivo del contratante, de su familia o de sus dependientes, bien se albergue en el domicilio del amo o fuera de �l.

Art�culo 9

Los trabajadores o sus derechohabientes tendr�n derecho a indemnizaci�n por los accidentes a que se refiere el articulo 1.�, que produzcan una incapacidad temporal o permanente absoluta, total o parcial, lesiones definitivas que no constituyan incapacidad o muerte en la forma establecida en los art�culos siguientes y disposiciones reglamentarias concordantes.

Art�culo 10

E1 Ministerio de Trabajo, oyendo, si lo estimare conveniente, el informe del Consejo de Sanidad, de la Academia Nacional de Medicina y de la Asesor�a T�cnica de Previsi�n, dictar� los Reglamentos y disposiciones oportunos para hacer efectiva la aplicaci�n de los mecanismos y dem�s medios preventivos de los accidentes de trabajo y las medidas de seguridad e higiene que considere necesarias.

Art�culo 11

Se organizar� en el Ministerio de Trabajo un Gabinete de Experiencias en que se conserven. para formar u n museo, los modelos de los mecanismos ideados para prevenir los accidentes de trabajo y en que se ensayen otros nuevos.

Art�culo 12

A los efectos de las indemnizaciones por accidente de trabajo se considerar�n cuatro clases de incapacidades:

• a) Incapacidad temporal.
• b) Incapacidad parcial permanente para la profesi�n habitual.
• c) Incapacidad permanente y total para la profesi�n habitual.
• d) Incapacidad permanente y absoluta para todo trabajo.

Art�culo 13

Se considerar� incapacidad temporal toda lesi�n que, impidiendo el trabajo, exija asistencia sanitaria hasta el momento de alta con incapacidad o sin ella, y que podr� durar como m�ximo dieciocho meses, transcurridos los cuales se declarar� la incapacidad permanente que corresponda, sin perjuicio del derecho del obrero a la continuaci�n del tratamiento.

Art�culo 14

Se considerar� incapacidad parcial permanente para el trabajo habitual aquella lesi�n que, al ser dado de alta el accidentado, deje a �ste con una inutilidad que disminuya la capacidad para el trabajo a que se dedicaba al ocurrir el siniestro.

Art�culo 15

Se considerar� como incapacidad permanente y total para la profesi�n habitual toda lesi�n que, despu�s de curada, deje una inutilidad absoluta para todos los trabajos de la misma profesi�n, arte u oficio a que se dedicaba el accidentado al ocurrir el siniestro, aunque pueda dedicarse a otra.

Art�culo 16

Se considerar� incapacidad permanente y absoluta para todo trabajo aquella que inhabilite por completo al accidentado para toda profesi�n u oficio.

Art�culo 17

Los casos varios de incapacidad a que se refieren los cuatro art�culos precedentes se determinar�n en el Reglamento de esta Ley.

Art�culo 18

Las hernias, cuando merezcan la conceptuaci�n legal de accidente de trabajo y fueren operables, constituir�n incapacidad temporal durante el tiempo que precisen para su tratamiento quir�rgico, y si no fueren operables, constituir�n incapacidad permanente, parcial o total, con arreglo a lo regulado en el Reglamento de esta Ley.

Art�culo 19

E1 Reglamento determinar� las lesiones definitivas que no alcancen a constituir incapacidad permanente y que hayan de ser objeto de indemnizaci�n.

Art�culo 20

Para el c�mputo de las obligaciones establecidas en esta Ley se entender� por salario, tanto a efectos del pago de primas o cuotas como para la determinaci�n de las indemnizaciones, la remuneraci�n o remuneraciones que efectivamente gane el trabajador, en dinero o en cualquier otra forma, por el trabajo que ejecute por cuenta del patrono a cuyo servicio est�

cuando el accidente ocurra, ya sean aqu�llas en forma de sueldo, salario fijo o a destajo, manutenci�n, habitaci�n u otras cualesquiera, en la forma y con los Limites y excepciones que fijar�n las disposiciones reglamentarias.

Art�culo 21

El Reglamento se�alar� la cuant�a de las indemnizaciones correspondientes a la incapacidad temporal, permanente y muerte por accidente de trabajo, as� como las que hayan de abonarse por las mutilaciones 0 deformidades que resulten como secuela de los accidentes, cuando no hayan producido incapacidad permanente y, asimismo, las pensiones en favor de los derechohabientes, cualquiera que fuere la causa que hubiere originado la muerte de los pensionistas por incapacidad permanente y absoluta.

Las indemnizaciones adoptar�n la forma de renta en caso de incapacidad permanente o muerte, y de capital, las correspondientes a lesiones definitivas que no constituyan incapacidad permanente.

Los afectos de incapacidad permanente parcial o total que se encuentren disfrutando la renta correspondiente podr�n obtener la entrega de una determinada cantidad con cargo al capital-coste de la citada renta, en las condiciones y con los requisitos que en el Reglamento se determinen.

Art�culo 22

Las indemnizaciones por incapacidad permanente absoluta ser�n objeto de un suplemento otorgado a la v�ctima del accidente cuando por la incapacidad consecuencia de �ste necesite la asistencia de otra persona.

Art�culo 23

Ser� obligatorio facilitar la asistencia m�dica y farmac�utica al trabajador v�ctima de un accidente hasta que se halle en condiciones de volver al trabajo o se le declare comprendido en los casos definidos en los art�culos 14, 15 y 16 de esta Ley y no requiera la referida asistencia, la cual se har� bajo la direcci�n de facultativos designados por el Seguro o el patrono, en su caso.

El accidentado o su familia tienen derecho, sin embargo, a nombrar a su cargo uno o m�s M�dicos que intervengan en la asistencia que le preste el designado.

Cualesquiera de las partes podr� reclamar la atenci�n de los accidentados por los M�dicos de Asistencia P�blica Domiciliaria, que vienen obligados a prestarla, acomodando sus horarios a las tarifas aprobadas por el Ministerio del Trabajo.

El accidentado o su familia tambi�n tendr� derecho a proveerse de medicamentos en la farmacia que estime conveniente, si hubiere m�s de una en la localidad, siempre que las recetas sean firmadas por el M�dico del Seguro.

El dictamen facultativo deber� ser extendido por el M�dico designado por el Seguro el mismo d�a en que califique la incapacidad del accidentado y d� por terminada su asistencia, o en el siguiente, y viene obligado a entregar un duplicado de su dictamen al lesionado el mismo d�a en que lo extienda.

La falta de dicho certificado establecer� a favor del trabajador la presunci�n de que ha necesitado asistencia facultativa hasta el momento en que cualquier otro M�dico califique su incapacidad.

Art�culo 24

Tambi�n tiene derecho la v�ctima del accidente a la asistencia quir�rgica que sea necesaria como consecuencia de aqu�l.

Art�culo 25

La v�ctima del accidente de trabajo tendr�, asimismo, derecho a que se le suministren y se le renueven normalmente, seg�n los casos, por la instituci�n del Seguro, los aparatos de pr�tesis y ortopedia que se consideren necesarios.

Podr� admitirse el abono de una indemnizaci�n suplementaria, fijada al se�alar la cuant�a de la renta o al revisarla, que represente el coste probable del suministro y renovaci�n de los aparatos antes indicados.

Disposiciones reglamentarias determinar�n las medidas de inspecci�n y la cuant�a de la indemnizaci�n a que se refiere este art�culo.

Art�culo 26

Si el accidente produjese la muerte del trabajador, el Seguro o el patrono no asegurado, en su caso, quedan obligados a sufragar los gastos de sepelio por la cantidad que se fije en el Reglamento y, adem�s, a indemnizar en el orden, forma y cuant�a que establezcan las disposiciones reglamentarias a los siguientes derechohabientes (8).

a) Viuda o viudo, en su caso.

b) Descendientes menores de dieciocho a�os o in�tiles para el trabajo. Se asimilar�n a ellos los hermanos de la v�ctima y adoptados (9) o acogidos por ella en las mismas condiciones de edad o inutilidad.

c) Ascendientes que re�nan las condiciones fijadas en el Reglamento de esta Ley.

Art�culo 27

Las indemnizaciones determinadas por esta Ley se aumentar�n en una mitad m�s de su cuant�a cuando el accidente se produzca en un establecimiento u obras cuyas m�quinas o artefactos carezcan de los aparatos de precauci�n a que se refiere el art�culo 10.

Art�culo 28

La asistencia sanitaria y las indemnizaciones a que hacen referencia los art�culos 9.�, 21, 22 y 23, ser�n obligatorias, aun en el caso de que las consecuencias del accidente resulten modificadas en su naturaleza, duraci�n, gravedad o terminaci�n, por enfermedades intercurrentes, siempre que �stas constituyan complicaciones derivadas del proceso patol�gico determinado por el accidente mismo o tengan su origen en afecciones adquiridas en el nuevo medio en que se coloque al paciente para su curaci�n.

Art�culo 29

El Seguro Obligatorio de Accidentes de Trabajo cubrir� los riesgos de incapacidad permanente y muerte, lesiones definitivas que no constituyan incapacidad, incapacidad temporal y asistencia sanitaria, con las excepciones, en cuanto a estas dos �ltimas, que establezcan las disposiciones reglamentarias.

Art�culo 30

El Seguro de todos los riesgos a que se refiere el art�culo anterior se formalizar� inexcusablemente en una sola entidad aseguradora, mediante la contrataci�n de p�liza con:

• 1) La Caja Nacional del Seguro de Accidentes del Trabajo, integrada en el Instituto Nacional de Previsi�n.
• 2) Una Mutualidad Patronal autorizada.
• 3) Una Compa��a de Seguros especialmente facultada para practicar este g�nero de operaciones.

Se except�an los patronos que, con arreglo a los preceptos reglamentarios, obtengan autorizaci�n del Ministerio de Trabajo para asumir directamente los riesgos de incapacidad temporal y de asistencia sanitaria, que vendr�n �nicamente obligados a asegurar los dem�s en una sola entidad.

Las Secciones Provinciales de Trabajos Portuarios asegurar�n el riesgo de incapacidad temporal y asistencia sanitaria de sus trabajadores, bien por gesti�n directa, bien por seguro concertado con alguna de las entidades se�aladas en los tres n�meros anteriores. El de incapacidad permanente y muerte tendr� que formalizarse necesariamente conforme a esta �ltima modalidad.

Tambi�n los Servicios Sindicales que act�en en sustituci�n de los empresarios, a los efectos de que los trabajadores organizados bajo su jurisdicci�n puedan disfrutar de los beneficios sociales, tanto laborales como de previsi�n, plus familiar, gratificaciones de julio y de Navidad, Seguros Sociales y Mutualidades Laborales, podr�n asegurar a aqu�llos en las mismas condiciones que las Secciones Provinciales de Trabajos Portuarios, conforme al p�rrafo anterior.

Art�culo 31

Las Mutualidades y las Compa��as aseguradoras que practiquen el ramo de accidentes del trabajo habr�n de reasegurar todos los riesgos de esta clase en el Servicio de Reaseguro de Accidentes del Trabajo. El reaseguro ser� obligatorio por el 10 por 100 de la cartera global de riesgos, en forma de cuota-parte, sin perjuicio de otros conciertos de r�gimen facultativo.

Art�culo 32

El riesgo de la indemnizaci�n especial, a que se refiere el articulo 27, no puede ser materia de seguro. Si se probare que alguna entidad aseguradora lo asum�a, deber� ser apercibida, y caso de persistir en pactar dicha condici�n, se le retirar� la autorizaci�n oficial que se le hubiere concedido a los efectos de las presentes disposiciones.

Art�culo 33

Tanto las Mutualidades Patronales como las Compa��as de Seguros habr�n de prestar fianza en la cuant�a que se�alen las disposiciones reglamentarias, para garant�a del cumplimiento de sus obligaciones.

Art�culo 34

El trabajador o sus derechohabientes habr�n de demandar necesaria y conjuntamente, en caso de ejercicio judicial de acciones, al patrono, a la entidad aseguradora y al Fondo de Garant�a. Disposiciones reglamentarias regular�n la forma y garant�as que habr�n de adoptarse para las citaciones.

Art�culo 35

La Caja Nacional del Seguro contra Accidentes del Trabajo, integrada en el Instituto Nacional de Previsi�n, mantendr� una separaci�n completa de las dem�s funciones, bienes y responsabilidades de dicho Instituto.

Art�culo 36

La Caja Nacional del Seguro de Accidentes del Trabajo, bajo la Gerencia del Director t�cnico del Instituto Nacional de Previsi�n, que la representar� legalmente, estar� administrada, en cuanto a sus operaciones de Seguro de Accidentes del Trabajo, por el Consejo de Administraci�n del referido Instituto, y en cuanto a las del Seguro de Enfermedades Profesionales, por la Junta Administrativa de dicho Seguro.

Art�culo 37

La Caja Nacional propondr� al Ministerio de Trabajo las tarifas de primas m�nimas obligatorias para la contrataci�n del Seguro de Accidentes, clasificando los riesgos seg�n sus distintas categor�as, as� como las tarifas para la determinaci�n del coste de las rentas, y se encargar�, una vez aprobadas, de su publicaci�n.

Art�culo 38

Todo patrono deber� llevar al d�a el libro matr�cula de su personal. que tendr� a disposici�n de la entidad aseguradora, a la que, adem�s, proporcionar� peri�dicamente noticia del importe de su liquidaci�n de salarios. acompa�ada o no, seg�n pacto en la p�liza, de la relaci�n nominal de los trabajadores que hayan percibido aqu�llos.

Art�culo 39

.....

Art�culo 40

.....

Art�culo 41

.....

Art�culo 42

El Servicio especial de readaptaci�n funcional de inv�lidos del trabajo y los servicios m�dicos necesarios para la inspecci�n y revisi�n de incapacidades depender� de la Caja Nacional de Seguro contra Accidentes del Trabajo, con sujeci�n a las normas establecidas en el Reglamento de esta Ley.

Disposiciones reglamentarias determinar�n, asimismo, las funciones de inspecci�n y el procedimiento de revisi�n de las indemnizaciones en los casos de accidentes no mortales y las modificaciones y transformaciones que deber�n sufrir las rentas de los derechohabientes cuando var�e la situaci�n que hubiese determinado su condici�n de beneficiario.

Art�culo 43

Sin perjuicio de las atribuciones que el Reglamento confiera a la Caja Nacional por lo que respecta a la obligatoriedad del Seguro y a las incapacidades, la inspecci�n de cuanto se relacione con la aplicaci�n de las disposiciones de esta Ley y, en general, de lo que se refiera a la seguridad e higiene en los trabajos e industrias, corresponde a la Inspecci�n del Trabajo.

Art�culo 44

Las faltas de cumplimiento por los patronos de la obligaci�n de asegurar a sus trabajadores y de las dem�s que les impone esta Ley, sin perjuicio de la responsabilidad directa en orden al pago de las prestaciones a que pudiera dar lugar, ser�n sancionadas con multas cuya cuant�a ser� fijada reglamentariamente.

Tambi�n fijar� el Reglamento las sanciones por falta de cumplimiento de las disposiciones sobre higiene y seguridad del trabajo, que podr�n llegar al cierre del centro.

Asimismo, determinar� las sanciones que podr�n imponerse a las Compa��as y Mutualidades Patronales que no cumplan las disposiciones en materia de este Seguro.

Art�culo 45

El se�alamiento de las infracciones patronales correr� a cargo de los Inspectores de Trabajo, y su sanci�n ser� de la competencia de los Delegados provinciales de Trabajo.

Las infracciones cometidas por entidades aseguradoras ser�n se�aladas indistintamente por la Inspecci�n T�cnica de Previsi�n Social y por la Caja Nacional de Seguro de Accidentes del Trabajo y sancionadas por el Ministerio de Trabajo.

El Reglamento regular� el procedimiento y recursos.

Art�culo 46

Las Mutualidades Patronales estar�n exentas de impuestos.

Art�culo 47

Las prestaciones del Seguro de Accidentes del Trabajo y la constituci�n de capitales coste de renta para su abono estar�n exentas del pago de derechos reales, de timbre y de cualesquiera otros impuestos, contribuciones, tasas o arbitrios.

Asimismo, las operaciones de cobros y pagos de cualquier clase que sean, las p�lizas, libros y dem�s documentos formalizados por la Caja Nacional de Seguro de Accidentes del Trabajo gozar�n de id�ntica exenci�n.

Art�culo 48

Las reclamaciones que se formulen por el accidentado o sus derechohabientes. as� como las certificaciones y dem�s documentos que se expidan a los mismos, tanto con ocasi�n de la aplicaci�n de las disposiciones fundamentales como de las reglamentarias se extender�n en papel com�n.

Todas las autoridades librar�n y expedir�n gratuitamente los documentos que se relacionan con el cumplimiento de esta Ley o de su Reglamento.

Art�culo 49

Las rentas que abone la Caja Nacional pertenecer�n en todo caso a los beneficiarios, gozar�n de la exenci�n del articulo 428 del C�digo de Comercio y no podr�n ser objeto de cesi�n, embargo ni retenci�n alguna, con arreglo al articulo 31 de la Ley de 27 de febrero de 1908.

Los capitales que las Mutualidades Patronales y las Compa��as hayan de entregar a la Caja Nacional se considerar�n afectos, por ministerio de la Ley, a la constituci�n de pensiones y estar�n libres de embargos que desvirt�en su finalidad y de reclamaciones de terceros.

Art�culo 50

Las indemnizaciones por raz�n de accidentes del trabajo se considerar�n incluidas entre los bienes exceptuados de embargo por el articulo 1.449 de la Ley de Enjuiciamiento Civil, y no podr� hacerse efectiva en ellas ninguna responsabilidad.

Art�culo 51

Ser� nula y sin valor toda renuncia a los beneficios de las disposiciones de esta Ley y de su Reglamento y todo pacto, convenio o contrato contrarios a ellas, cualquiera que fuera la �poca y la forma en que se realicen. Quedan prohibidos expresamente los actos de conciliaci�n y arbitraje de cualquier clase sobre las cuestiones que se susciten entre el accidentado o sus derechohabientes y el patrono o entre aqu�llos y la entidad aseguradora, sobre los beneficios que concede la legislaci�n de accidentes del trabajo.

Art�culo 52

Prescribir�n a los tres a�os las acciones para reclamar el cumplimiento de las disposiciones sobre accidentes del trabajo.

Esta prescripci�n se interrumpir� por las mismas causas de la prescripci�n ordinaria y por la reclamaci�n administrativa ante cualquier organismo de car�cter oficial, y quedar� en suspenso mientras se siga sumario o pleito contra el presunto culpable, criminal o civilmente, volviendo a contarse desde la fecha del auto de sobreseimiento o la sentencia absolutoria.

Art�culo 53

La calificaci�n de accidente del trabajo de un hecho no obsta para que puedan ejercitarse por el perjudicado las oportunas acciones civiles o criminales por negligencia o dolo. El asegurador tendr� derecho preferente a recuperar del responsable civil por pleito o causa criminal el importe de las prestaciones satisfechas.

Art�culo 54

No se suspender� la tramitaci�n del juicio laboral de accidente y deber� dictarse sentencia aunque exista pendiente un procedimiento de cualquier clase ante otra jurisdicci�n.

Art�culo 55

Las disposiciones de esta Ley ser�n aplicables a los accidentes ocurridos en los trabajos de Ej�rcito, Marina y Aire, seg�n las disposiciones reglamentarias.

Primera

E1 r�gimen regulado en esta Ley y su Reglamento tendr� el car�cter de subsidiario para el Seguro de Enfermedades Profesionales, establecido por el Decreto de 10 de enero de 1947 y disposiciones complementarias

Segunda

E1 Fondo de Garant�a en la Agricultura se integrar� en el de Industria, constituyendo un �nico Fondo de Garant�a, que reunir� los ingresos de ambos.

DISPOSICION FINAL DEROGATORIA

E1 presente texto entrar� en vigor el d�a 1 de abril de 1956.Desde esa fecha quedar�n derogados el Decreto de 12 de junio de 1931, elevado a Ley en 9 de septiembre siguiente; la Ley de 4 de julio de 1932, cuyo texto refundido se aprob� por Decreto de 8 de octubre del mismo a�o; los Reglamentos de ambas Leyes, aprobados por Decretos de 25 de agosto de 1931 y 31 de enero de 1933, repectivamente; la Ley de 22 de diciembre de 1955, el Decreto-ley de 20 de enero de 1950, as� como las disposiciones concordantes, complementarias o aclaratorias y, en general, las que se opongan a cuanto en este texto refundido se precept�a.

Art�culo 1

E1 Seguro Obligatorio de Accidentes del Trabajo cubrir� los riesgos de incapacidad permanente y muerte: las lesiones definitivas que no constituyen incapacidad; la incapacidad temporal y la asistencia sanitaria, con las excepciones en cuanto a estas dos �ltimas establecidas en este Reglamento.

Todo trabajador comprendido en el mismo se considerar� de derecho asegurado contra los riesgos citados en el p�rrafo anterior, aunque, con infracci�n de la Ley, no lo estuviera su patrono.

En este �ltimo caso, si el patrono no cumple las obligaciones que en tal situaci�n le corresponden, y sin perjuicio de las sanciones oportunas, ser� sustituido por el Fondo de Garant�a que administra la Caja Nacional de Seguro de Accidentes del Trabajo, que se resarcir� a su costa.

Art�culo 2

A los efectos del presente Reglamento, se entiende por accidente toda lesi�n corporal que el trabajador sufra con ocasi�n o por consecuencia del trabajo que ejecute por cuenta ajena.

Art�culo 3

La responsabilidad que establece el presente Reglamento es la referente a los accidentes ocurridos a los trabajadores con ocasi�n o por consecuencia del trabajo que realicen, a menos que sean debidos a fuerza mayor extra�a al mismo

Deber� entenderse existente la fuerza mayor extra�a cuando sea de tal naturaleza que ninguna relaci�n guarde con el trabajo que se ejecutaba al ocurrir el siniestro.

No se considerar�n. sin embargo, debidos a fuerza mayor extra�a al trabajo, a los efectos de la Ley, los accidentes causados por el rayo, la insolaci�n u otros fen�menos an�logos de la Naturaleza.

La imprudencia profesional, o sea, la que es consecuencia del ejercicio habitual de un trabajo y derivada de la confianza que �ste inspira, no exime al patrono de responsabilidad.

Si ocurrido un accidente el patrono entendiera que fue debido a fuerza mayor, lo manifestar� as� al dar parte del accidente, obligaci�n de la que no quedar� relevado por aquella apreciaci�n. ni tampoco de la de prestar al accidentado la asistencia m�dica y farmac�utica inmediata.

Art�culo 4

La concurrencia de culpabilidad civil o criminal del patrono o de una tercera persona no impide la calificaci�n del hecho como accidente del trabajo a todos los efectos de la Ley, salvo que se estime la excepci�n de fuerza mayor extra�a al trabajo.

Art�culo 5

Todas las prestaciones ser�n debidas, aunque las consecuencias del accidente resulten modificadas en su naturaleza, duraci�n y gravedad o terminaci�n. por enfermedades intercurrentes que constituyan complicaciones derivadas del proceso patol�gico determinado por el accidente mismo, o tengan su origen en afecciones adquiridas en el nuevo medio en que coloque, por orden expresa o modo t�cito, el Seguro al paciente para su curaci�n.

Art�culo 6

Todas las industrias y trabajos, de cualquier naturaleza que sean, dar�n lugar a la responsabilidad prevista en este Reglamento.

Art�culo 7

Se considerar� patrono obligado a asegurarse a toda persona natural o jur�dica propietaria o titular de la obra, explotaci�n o industria donde el trabajo se preste; si est� contratada la ejecuci�n o explotaci�n de la obra o industria, se considerar� como patrono asegurado al contratista, sin perjuicio de la responsabilidad que determina el art�culo 8.� por falta de Seguro.

El Estado, las Diputaciones Provinciales, las Comisiones gestoras, los Cabildos Insulares, los Ayuntamientos y las Mancomunidades de Corporaciones locales y cualquier otra entidad o corporaci�n de car�cter p�blico quedan equiparadas, para los efectos de este art�culo, a los patronos definidos en el mismo, incluso en las obras p�blicas que ejecuten por administraci�n.

En las explotaciones agr�colas, ganaderas y forestales, se considerar� patrono a la persona natural o jur�dica por cuya cuenta se realicen los trabajos, en concepto de propietario, aparcero, arrendatario, subarrendatario, usufructuario, enfiteuta, forero o cualquier otro an�logo.

En caso de aparcer�a, el propietario vendr� obligado a reintegrar al aparcero la parte de prima proporcional a su participaci�n en el contrato.

Art�culo 8

El hecho de no estar asegurado el patrono, adem�s de motivar las sanciones correspondientes, le constituye en directo responsable de todas las prestaciones reguladas en la Ley.

Se equiparar� a la carencia de p�liza la circunstancia de que la existente no sobra, en el tiempo, en el lugar o emplazamiento o en su peligrosidad el riesgo productor del accidente, siempre que exista falsedad u ocultaci�n deliberada en la proposici�n del Seguro, as� como falta de pago de las primas en los plazos estipulados.

Cuando el salario cubierto por el Seguro, o el declarado a efectos de primas, sea inferior al realmente percibido por el trabajador, en la diferencia se entender� el patrono como no asegurado, siendo responsable por dicha diferencia, sin perjuicio de las dem�s sanciones que correspondan. Si la declaraci�n de salarios se verifica peri�dicamente por cifras globales, la ocultaci�n comprobada producir� los mismos efectos que se se�alan en el caso anterior y, por tanto, el patrono ser� propio asegurador y responsable, proporcionalmente, a dicha ocultaci�n, del coste de los siniestros.

Si el Seguro se hubiere concertado sobre la base de extensi�n superficial y naturaleza de cultivo, la falsedad u ocultaci�n deliberada de dichos factores producir� los mismos efectos se�alados en el p�rrafo anterior, entendi�ndose en este supuesto por diferencia a cargo del patrono la que se deduzca entre la prima percibida y aquella otra que corresponder�a seg�n una correcta tarifaci�n del riesgo asegurado, de acuerdo con las tarifas vigentes.

En caso de falta de Seguro, si la obra o industria estaba contratada, el propietario responder� de todas las obligaciones del contratista en el caso de que �ste resulte insolvente. Si se tratara de aparcer�a, el propietario vendr� obligado a reintegrar al aparcero la parte del coste de las prestaciones proporcional a su participaci�n en el contrato.

Art�culo 9

Se entiende por trabajador toda persona que ejecute habitualmente una obra o servicio por cuenta ajena, futura de su domicilio, cualquiera que sea la funci�n que tenga encomendada y en virtud de contrato verbal o escrito. Los t�rminos de la precedente definici�n no excluir�n de los beneficios del Seguro a las personas que ordinariamente trabajen por cuenta ajena, aunque sufran cl accidente en ocasi�n de realizar por orden del patrono o de su representante una labor que no sea del oficio habitual de ellas o para el que fueron contratados. En las explotaciones agr�colas, ganaderas o forestales no se perder� la cualidad de trabajador por realizar labores o servicios derivados o complementarios en su propio domicilio por cuenta y orden del patrono, si la casa forma parte de la retribuci�n de aqu�llos. En dichas explotaciones no se reputar�n obreros los que cooperen ocasionalmente a los trabajos con el car�cter de servicios de buena vecindad.

En los trabajos de pesca estar� incluido todo el personal, aunque act�e con contrato a la parte en los rendimientos.

No se perder� el concepto de trabajador a efectos de este Reglamento en los contratos o destajos convenidos por o para un grupo, aunque se pacte tan s�lo a nombre de uno de ellos, por lo que la obligaci�n de asegurar a todo el grupo sigue correspondiendo al due�o de la obra o al contratista principal, seg�n los casos

Tambi�n tendr�n la condici�n de trabajador los aprendices y alumnos del Frente de Juventudes y Escuelas de Formaci�n Profesional, y los penados en r�gimen de redenci�n de penas por el trabajo.

Igualmente ser�n considerados trabajadores los socios de Cooperativas Industriales y los Vocales natos electivos de las Mutualidades Laborales.

Art�culo 10

A los efectos jur�dicos del concepto determinado en el articulo anterior, se entienden comprendidos en �l los agentes de la autoridad, cualquiera que sea su clase, del Estado, Provincia, Cabildo Insular, Municipio o Mancomunidades por los accidentes definidos en el articulo 2.que sufran en el ejercicio de las funciones de su cargo o con ocasi�n de ellas, siempre que por disposiciones especiales no gocen del debido auxilio, entendi�ndose por tal el otorgamiento del equivalente al concedido por la Ley.

Art�culo 11

Los trabajadores portugueses, hispanoamericanos, brasile�os, andorranos y filipinos que ejerzan sus actividades laborales por cuenta ajena en territorio nacional o plazas de soberan�a quedan equiparados a los trabajadores espa�oles. Los restantes trabajadores extranjeros gozar�n de los beneficios del presente Reglamento, as� como sus derechohabientes que residan en territorio espa�ol al ocurrir el accidente.

Los derechohabientes que residan en el extranjero gozar�n de dichos beneficios en el caso de que la legislaci�n de su pa�s los otorgue en an�logas condiciones a los s�bditos espa�oles, o bien cuando se trate de naturales de un pa�s que haya ratificado con plena efectividad el Convenio Internacional de Ginebra sobre igualdad de trato en materia de reparaci�n de accidentes del trabajo, o cuando se haya estipulado as� en tratados especiales.

En caso de que los derechohabientes residentes en territorio espa�ol al ocurrir el accidente trasladen su residencia a pa�s extranjero continuar�n disfrutando los beneficios legales que vinieren percibiendo. Los pagos que hayan de hacerse fuera de territorio espa�ol, tanto a los derechohabientes como a los propios accidentados en sus casos respectivos, se regir�n, si fuera necesario, por acuerdo especial celebrado con los miembros interesados.P�rrafo tercero del art�culo 11 redactado por D. 677/1961, 13 abril (�B.O.E.� 24 abril), por el que se modifica el p�rrafo tercero del art�culo 11 del Reglamento para la aplicaci�n del texto refundido de la legislaci�n de Accidentes de Trabajo de 22 de junio de 1956.

Gozar�n igualmente de los mismos beneficios los trabajadores espa�oles por cuenta de empresas domiciliadas en Espa�a que se accidenten en el extranjero en el cumplimiento de la misi�n temporal que se les haya confiado.

Art�culo 12

Los efectos de la Ley no ser�n aplicables al servicio dom�stico.

Se entender� por servicio dom�stico el que se preste mediante jornal, sueldo, salario o remuneraci�n de otro g�nero o sin ella y que sea contratado no por un patrono, sino por un amo de casa que no persiga fin de lucro, para trabajar en una casa o morada particular al servicio exclusivo del contratante, de su familia o de sus dependientes, bien se albergue en el domicilio del amo o fuera de �l.

No se considerar� como servicio dom�stico a los efectos de este Reglamento al mec�nico conductor de coches particulares.

Art�culo 13

El patrono y las personas de su familiar mantenidas por �l que vivan bajo su mismo techo sin percibir remuneraci�n en concepto de trabajadores y que trabajen personalmente, podr�n ser incluidos de modo facultativo en la p�liza que asegure los riesgos de accidentes del trabajo, mediante declaraci�n expresa en la misma. A estos efectos se entender�n por personas de la familia del patrono las que lo sean en l�nea directa sin limitaci�n, y en la colateral, hasta el segundo grado por consanguinidad o afinidad.

Art�culo 14

Los patronos comprendidos en este Reglamento tienen el deber de emplear todas las medidas posibles de seguridad e higiene del trabajo en beneficio de sus trabajadores y vienen obligados a cumplir todas las disposiciones generales y especiales sobre prevenci�n de accidentes e higiene del trabajo.

La adopci�n de cualquier clase de medio preventivo para disminuir el riesgo de cada trabajo se aplicar� con el fin de defender tambi�n al trabajador contra las imprudencias que son consecuencia del ejercicio continuado de un trabajo que por si o por las circunstancias de su ejecuci�n pueda ser peligroso.

Art�culo 15

Ser� causa de responsabilidad para los patronos el incumplimiento de las medidas de previsi�n de accidentes y de higiene del trabajo contenidas en las disposiciones vigentes.

La adopci�n de las medidas de seguridad e higiene no dispensan al patrono de las indemnizaciones legales, teni�ndose en cuenta �nicamente para apreciar la responsabilidad civil o criminal que pudiera existir.

Art�culo 16

Ser� obligatorio para los patronos colocar en sitio, y con caracteres visibles, en los lugares de trabajo las instrucciones que dicten a los obreros para la prevenci�n de accidentes.

Art�culo 17

Se declarar�n faltas de previsi�n el empleo de m�quinas y aparatos en mal estado, la ejecuci�n de una obra o trabajo con medios insuficientes de personal o de material y la utilizaci�n de personal inepto en obras peligrosas sin la debida direcci�n, a no ser que la falta sea directamente imputable al accidentado contraviniendo �rdenes expresas del patrono.

Art�culo 18

En el Ministerio de Trabajo se mantendr� un Gabinete de Experiencias, en que se conserven para formar un museo, los modelos de los mecanismos ideados para prevenir los accidentes del trabajo y en que se ensayen mecanismos nuevos.

Art�culo 19

La obligaci�n m�s inmediata del Seguro en caso de accidentes es la de proporcionar, sin demora alguna, la asistencia sanitaria, que se prestar� al trabajador de la manera m�s completa, tanto en su aspecto m�dico como quir�rgico, durante el tiempo que su estado patol�gico lo requiera.

Ello no obstante, transcurridos los dieciocho meses, incluidas las reca�das desde el d�a del accidente, se proceder� a constituir en la Caja Nacional la renta correspondiente a la incapacidad permanente que se declare, sin perjuicio del derecho que asiste a quien hubiere ingresado su coste, as� como a la Caja y al accidentado, de solicitar la revisi�n, una vez terminado el tratamiento, para lo que empezar� a contarse desde la fecha de dicha terminaci�n el plazo revisorio, que ser�, en este caso, de cinco a�os.

Cuando la asistencia sanitaria se prolongue m�s de veintitr�s meses se podr� someter el caso por la entidad aseguradora al Tribunal M�dico que se regula en el articulo 36 de este Reglamento, que decidir� en el plazo de ocho d�as, previos los elementos de prueba que considere necesarios, si aqu�lla debe continuar o no prest�ndose. En el primer supuesto la obligaci�n incumbe a la aseguradora, con facultad de someter de nuevo la situaci�n cada seis meses al Tribunal.

Contra los acuerdos del referido Tribunal las partes interesadas podr�n ejercitar su derecho ante la Magistratura de Trabajo.

Art�culo 20

La organizaci�n, direcci�n y responsabilidad de la asistencia sanitaria, a que se refiere el art�culo anterior, corresponde a la entidad aseguradora o al patrono, en su caso, sometida en este �ltimo supuesto al control y vigilancia de la Inspecci�n M�dica de la Caja Nacional, en la forma prevista en el articulo 79 de este Reglamento.

Si el lesionado ingresare en un hospital, a los facultativos designados por la entidad aseguradora, por el patrono, en su caso, o por el obrero se les conceder�n las mismas atribuciones que a los forenses.

Art�culo 21

Cuando la mejor asistencia del accidentado lo exija, a juicio del M�dico que la dirija, se dispondr� su internamiento en un establecimiento sanitario, designado por el Seguro, siendo de cuenta de �ste o del patrono, en su caso, los gastos de hospitalizaci�n.

Ser�n a cargo de la v�ctima los gastos de hospitalizaci�n si por su propia decisi�n o de sus familiares se internara en establecimiento sanitario de su elecci�n, o si lo cambiara por otro distinto al designado por el Seguro o patrono, en su caso.

Art�culo 22

Si por consecuencia del siniestro hubiere sido desembarcado el accidentado para su asistencia sanitaria o curaci�n en puerto distinto del de partida, y el M�dico autoriza el traslado, el armador vendr� obligado a su costa a restituir al lesionado al punto de origen.

Art�culo 23

El accidentado que no est� conforme con el tratamiento a que le someta el Seguro podr� nombrar a su cargo uno o m�s M�dicos, que estar�n facultados para intervenir en la asistencia.

Art�culo 24

El Seguro y, en su caso, el patrono podr� reclamar el tratamiento de los accidentados por los M�dicos de Asistencia P�blica Domiciliaria, que vienen obligados a prestarla acomodando sus honorarios a las tarifas aprobadas por el Ministerio de Trabajo, que tambi�n ser�n obligatorias para cualquier facultativo que se haga cargo o intervenga en la asistencia de los accidentados.

Art�culo 25

Si para la debida asistencia del trabajador accidentado y su posible curaci�n se considerase imprescindible una intervenci�n quir�rgica y se negase a someterse a ella, la entidad aseguradora o el patrono, en su caso, levantar� acta, en que se haga constar el requerimiento, la negativa y los informes m�dicos que se hubieren emitido, envi�ndose dicha documentaci�n a la Caja Nacional. La Caja incoar� expediente, dando la natural preferencia a los casos estimados m�s urgentes, y previo dictamen del facultativo que por el Seguro asistiera al obrero y del que, a efectos del expediente, nombrare el accidentado e informe de sus Servicios m�dicos, decidir� la Direcci�n T�cnica sobre la procedencia o no de la intervenci�n quir�rgica. Contra este acuerdo no cabe recurso alguno.

Dicha Direcci�n decidir� si debe suspenderse la constituci�n de la renta o si debe efectuarse la constituci�n por incapacidad permanente de categor�a inferior, a reserva de lo que resuelva la Magistratura de Trabajo.

Si la intervenci�n quir�rgica fuese considerada necesaria durante el periodo de readaptaci�n o revisi�n de incapacidad, se proceder� del mismo modo anteriormente prescrito, y al resolver el expediente se determinar� si procede revisar la declaraci�n de renta disminuy�ndola o retir�ndola si la negativa del obrero se considerase sin raz�n alguna.

Art�culo 26

El trabajador en tratamiento viene obligado a notificar al Seguro o, en su caso, al patrono sus cambios de domicilio.

El trabajador que abandone sin causa justificada el tratamiento a que estuviere sometido, perder� el derecho a la prestaci�n econ�mica por incapacidad temporal.

Art�culo 27

Los M�dicos que asistan a los accidentados est�n obligados a librar certificaciones por cada uno de los siguientes supuestos, con destino a la entidad aseguradora:

• 1.� En cuanto se produzca el accidente, la de hallarse el trabajador incapacitado temporalmente para el trabajo.
• 2.� Estado del accidentado, a los efectos de los p�rrafos segundo y tercero del art�culo l9 de este Reglamento, cuando transcurran diecisiete y veintitr�s meses.
• 3.� En cuanto se obtenga el alta por curaci�n sin incapacidad, la de hallarse el operario en condiciones de volver al trabajo que desempe�aba al sufrir el accidente.
• 4.� En cuanto se obtenga el alta de las lesiones residuales indemnizables seg�n el Baremo establecido en este Reglamento, la descripci�n de las mismas.
• 5.� Cuando el alta sea con incapacidad permanente, la descripci�n y calificaci�n que, a su juicio, merezca.
• 6.� Certificaci�n de defunci�n, con constancia de su causa inmediata y de la autopsia, si procediere.

Art�culo 28

De las certificaciones a que se refieren los n�meros 1.�, 2.�, 3.�, 4.� y 6.� del art�culo anterior se dar� duplicado a los accidentados o familiares que lo soliciten, que firmar�n el recib� de los mismos.

La correspondiente al n�mero 5.� deber� ser entregada al accidentado en el mismo d�a o al siguiente en que se declaren las lesiones o la incapacidad.

Art�culo 29

La falta del certificado a que se refiere el apartado 3.� del art�culo 27 establece a favor del trabajador la presunci�n de que ha necesitado asistencia facultativa hasta que se califique su incapacidad.

Art�culo 30

Librada cada certificaci�n, se enviar� por la entidad aseguradora o patrono, en su caso, copia autorizada al Delegado de Trabajo o Alcalde, en un plazo que no exceder� de tres d�as.

Art�culo 31

En el caso de que no se lo proporcione directamente el Seguro, el accidentado tendr� derecho a proveerse del material y medicinas en la farmacia que estime conveniente de la localidad, siempre que las recetas sean firmadas por el M�dico que le asista.

Art�culo 32

La v�ctima del accidente tiene derecho a que se le proporcionen y se le renueven normalmente, seg�n los casos, los aparatos prot�sicos y ortop�dicos que se consideren necesarios para su asistencia.

La Inspecci�n M�dica de la Caja Nacional determinar�, oyendo al facultativo de la entidad aseguradora, en los casos de duda, sobre la necesidad y clase de aparatos ortop�dicos y pr�tesis que el obrero requiera, bien entendido que las pr�tesis para amputados ser�n siempre las llamadas de tipo de trabajo.

La Caja Nacional fijar� el coste aproximado de los aparatos ortop�dicos y pr�tesis, as� como el coste probable de su renovaci�n, atendido su natural desgaste.

Art�culo 33

Los pensionistas de la Caja Nacional de Seguro de Accidentes del Trabajo por incapacidad permanente total, absoluta y gran invalidez y sus familiares tendr�n, adem�s, derecho a las prestaciones sanitarias del Seguro de Enfermedad, con arreglo a las prescripciones establecidas reglamentariamente para el mismo.

Perder�n el derecho a recibir la asistencia sanitaria por enfermedad en los siguientes casos:

• a) Por cesar como pensionista activo.
• b) Los pensionistas por incapacidad permanente total, por trabajar por cuenta ajena.
• c) Por fijar el pensionista su residencia en el extranjero. Por excepci�n, los familiares de estos pensionistas podr�n continuar percibiendo la asistencia sanitaria, siempre que tuvieran reconocido el car�cter de beneficiarios a tales efectos, residan en Espa�a y perciban en �sta la pensi�n correspondiente al titular en concepto de ayuda econ�mica.

El derecho a recibir dicha asistencia volver� a adquirirse, a petici�n del pensionista, al desaparecer las causas de exclusi�n.

Art�culo 34

Para los efectos de las indemnizaciones por accidentes del trabajo se considerar�n las siguientes situaciones:

• a) Incapacidad temporal.
• b) Lesiones, mutilaciones o deformidades definitivas que sin llegar a constituir incapacidad permanente supongan una merma de la integridad f�sica del trabajador.
• c) Incapacidad permanente parcial para la profesi�n habitual.
• d) Incapacidad permanente total para la profesi�n habitual.
• e) Incapacidad permanente absoluta para todo trabajo.
• f) Muerte.

Art�culo 35

Se considerar� incapacidad temporal toda lesi�n que impidiendo el trabajo exija la asistencia sanitaria.

E1 pago de la indemnizaci�n econ�mica no podr� prolongarse por un plazo superior a dieciocho meses, incluidas las reca�das, en cuyo momento se la calificar� de la incapacidad permanente que proceda, sin perjuicio de continuar el tratamiento seg�n determina el art�culo 19.

Art�culo 36

Las lesiones, mutilaciones o deformidades definitivas que sin llegar a constituir incapacidad permanente supongan una merma de la integridad f�sica del trabajador, ser�n indemnizadas de una sola vez por la entidad aseguradora o patrono, mediante las entregas de capital se�aladas en el baremo. que se inserta como anexo de este Reglamento.

Dicho baremo podr� ser modificado por Orden ministerial.

En cada caso, la aplicaci�n del baremo ser� se�alada por un Tribunal Provincial M�dico, domiciliado en la Delegaci�n del Instituto Nacional de Previsi�n constituido por el Inspector Provincia M�dico de la Caja Nacional de Seguro de Accidentes del Trabajo, que lo presidir�, y del que formar�n parte, como Vocales, un M�dico designado por la Delegaci�n Provincial de Sindicatos y otro por la entidad aseguradora que haya asumido el riesgo, o el Fondo de Garant�a, en caso de patrono no asegurado.

Art�culo 37

Se considerar� incapacidad permanente parcial para el trabajo toda lesi�n que al ser dado de alta el trabajador deje a �ste con una inutilidad que disminuya la capacidad para la profesi�n habitual.

En la calificaci�n se tendr� en cuenta, adem�s de la lesi�n, el oficio o profesi�n del accidentado, considerando si se trata de trabajadores no calificados o de profesiones u oficios que precisen principalmente los miembros superiores, o de profesiones que utilicen de modo primordial los miembros inferiores, o de oficios y profesiones de arte y similares que requieran una buena visi�n y una gran precisi�n de manos, o de otro oficio o profesi�n especializado.

En todo caso tendr�n tal consideraci�n las siguientes:

• a) La p�rdida funcional de un pie o de los elementos indispensables para la sustentaci�n y progresi�n.
• b) La p�rdida de la visi�n completa de un ojo, si subsiste la del otro.
• c) La p�rdida de dedos o falanges indispensables para el trabajo a que se dedicaba el accidentado.
• d) Las hernias definidas en el articulo 40 de este Reglamento, no operables, cuya consecuencia a efectos del trabajo se acomode a la situaci�n establecida en el p�rrafo segundo del presente art�culo.

Art�culo 38

Se considerar�n como incapacidad permanente y total para la profesi�n habitual todas las lesiones que, despu�s de curadas, dejen una inutilidad absoluta para todos los trabajos de la misma profesi�n arte u oficio del accidentado, aunque pueda dedicarse a otra profesi�n u oficio.

En todo caso se considerar�n como incapacidad permanente y total para la profesi�n habitual las siguientes:

• a) La p�rdida de las partes esenciales de la extremidad superior derecha, consider�ndose como tales la mano, los dedos de la mano en su totalidad, aunque subsista el pulgar, o, en igual caso, la p�rdida de todas las segundas y terceras falanges.
• b) La p�rdida de la extremidad superior izquierda, en su totalidad o en sus partes esenciales, conceptu�ndose como tales la mano y los dedos en su totalidad.
• c) La p�rdida completa del pulgar de la mano que se utilice preferentemente para el trabajo en cada caso particular, entendi�ndose que, salvo prueba en contario, es la mano derecha.
• d) La p�rdida de una de las extremidades inferiores en su totalidad, consider�ndose incluida en este caso la amputaci�n por encima de la articulaci�n de la rodilla.
• e) La p�rdida de visi�n de un ojo, si queda reducida la del otro, en menos de un 50 por 100.
• f) La sordera absoluta, entendi�ndose como tal la de los dos o�dos.
• g) Las hernias definidas en el articulo 40 de este Reglamento no operables, cuya secuela coloque al trabajador en la situaci�n prevista en el p�rrafo primero de este articulo.

Art�culo 39

En el supuesto de que el accidente se sufra en trabajo distinto del que sea habitual para el trabajador, se tomar� para calificar la incapacidad la profesi�n que estuviera realizando cuando ocurri� el siniestro.

Art�culo 40

A los efectos de lo dispuesto en los art�culos 37 y 38, �nicamente podr�n ser consideradas como hernias constitutivas de incapacidad permanente aquellas que, no siendo operables:

• a) Aparezcan bruscamente a ra�z de un traumatismo violento en el trabajo y que ocasionen roturas o desgarros en la pared abdominal o diafragma y se acompa�en de un s�ndrome abdominal agudo y bien manifiesto.
• b) Sobrevengan en trabajadores no predispuestos como consecuencia de un traumatismo o esfuerzo, siempre que �ste sea violento, imprevisto y anormal en relaci�n al trabajo que habitualmente ejecuta el obrero.

Art�culo 41

Se considerar� incapacidad permanente y absoluta para todo trabajo aquella que inhabilite por completo al trabajador para toda profesi�n u oficio.

En todo caso, tendr�n tal consideraci�n las siguientes:

• a) La p�rdida total, o en sus partes esenciales, de las dos extremidades, superiores o inferiores, de una extremidad superior y otra inferior o de la extremidad superior derecha en su totalidad, conceptu�ndose como partes esenciales la mano y el pie.
• b) La p�rdida de movimiento, an�loga a la mutilaci�n de las extremidades, en las mismas condiciones indicadas en el apartado anterior.
• c) La p�rdida de la visi�n de ambos ojos, entendida como anulaci�n del �rgano o p�rdida total de la fuerza visual.
• d) La p�rdida de visi�n de un ojo, si queda reducida en el 50 por 100 o m�s la fuerza visual del otro.
• e) Lesiones org�nicas y funcionales del cerebro y estados mentales org�nicos (psicosis cr�nicas, estados mani�ticos y an�logos) causados por el accidente, reputados como incurables y que por sus condiciones impidan al trabajador dedicarse en absoluto a cualquier clase de trabajo.
• f) Lesiones org�nicas o funcionales del coraz�n y de los aparatos respiratorio y circulatorio ocasionadas por acci�n del accidente, que se reputen incurables y que por su gravedad impidan al trabajador dedicarse en absoluto a cualquier clase de trabajo.
• g) Lesiones org�nicas o funcionales del aparato digestivo o urinario, ocasionadas por acci�n del accidente, que se reputen incurables y que por su gravedad impidan al trabajador dedicarse en absoluto a cualquier clase de trabajo, tales como, en sus casos respectivos, ano contra natura, f�stulas muy anchas, estercor�ceas, vesicorrectales o hipog�stricas y emasculaci�n total.

Art�culo 42

E1 operario afecto de incapacidad permanente absoluta se calificar� como �gran inv�lido� cuando, como consecuencia de p�rdidas anat�micas o funcionales, para realizar los actos m�s esenciales de la vida (comer, vestirse, desplazarse o an�logos) necesite la asistencia de otra persona.

En todo caso se calificar� como �gran inv�lido� al accidentado que sufra la lesi�n descrita en el apartado c) del articulo 41, sin perjuicio de la revisi�n cuando procediere.P�rrafo segundo del art�culo 42 introducido por D. 1328/1963, 5 junio (�B.O.E.� 15 junio), por el que se modifica el art�culo 42 del Reglamento para la aplicaci�n del texto refundido de la legislaci�n de Accidentes de Trabajo de 22 de junio de 1956.

Contra el acuerdo de la Caja Nacional sobre la calificaci�n de �grandes inv�lidos� cabe recurso ante la Direcci�n General de Previsi�n en el plazo de quince d�as, a contar del siguiente al de la notificaci�n.

Art�culo 43

Las indemnizaciones en met�lico que para compensar mutilaciones o deformidades de car�cter definitivo figuran en el baremo que se inserta ser�n incompatibles con las prestaciones establecidas para las incapacidades permanentes en cualquiera de sus tres grados: parcial, total o absoluta.

Sin embargo, si como consecuencia de un accidente se produjeran lesiones de las incluidas en el baremo totalmente independientes de las definidoras de la incapacidad permanente, se abonar� al trabajador, adem�s de la renta a que tenga derecho, aquella indemnizaci�n que seg�n el baremo pudiera corresponderle.

Art�culo 44

Si el accidente hubiera producido una incapacidad temporal, el Seguro abonar� a la v�ctima una indemnizaci�n igual a las tres cuartas partes de su jornal diario desde el d�a siguiente al en que tuvo lugar el accidente hasta aquel en que se halle en condiciones de volver al trabajo, se le d� de alta con incapacidad permanente o fallezca a consecuencia del accidente, entendi�ndose que la indemnizaci�n ser� abonada en los mismos d�as en que lo hubiese sido el jornal, sin descuento alguno por los festivos. El jornal del d�a del accidente ser� a cargo del patrono.

Si transcurridos dieciocho meses, incluidos los periodos de reca�da, no hubiese cesado aun la incapacidad, la indemnizaci�n se regir� por las disposiciones relativas a la incapacidad permanente que proceda, sin perjuicio del resultado de la oportuna revisi�n y de la continuaci�n de las prestaciones sanitarias hasta el alta.

Art�culo 45

Si el accidente hubiese producido una incapacidad permanente, la indemnizaci�n ser� abonada en forma de renta vitalicia, ajustada a los siguientes porcentajes del salario que perciba la v�ctima:

• a) Parcial, el 35 por 100.
• b) Total, el 55 por 100.
• c) Absoluta, el 100 por 100.

La incapacidad parcial o total para la profesi�n no impide que el trabajador contin�e en el mismo centro de trabajo donde prestaba sus servicios o sea admitido por otra empresa, pero en uno u otro caso el salario legalmente establecido en cada momento para los de esta clase y categor�a podr� disminuirse en la misma cuant�a de la renta que por su incapacidad tenga reconocida y que seguir� percibiendo.

Art�culo 46

Si el trabajador accidentado fuese calificado en la situaci�n de �gran inv�lido�, que define el articulo 42 de este Reglamento, la renta que le corresponde como incapacitado absoluto ser� incrementada en un 50 por 100, con destino a retribuir a la persona que necesite a su lado para asistirle.

Art�culo 47

A los trabajadores que a consecuencia de accidente les sea reconocida una incapacidad permanente absoluta se les constituir� por la entidad en que est�n asegurados y en la Caja Nacional, adem�s de la renta se�alada en las disposiciones vigentes otra temporal de compensaci�n de cargas familiares por el importe de la totalidad de subsidio familiar que tuvieran asignado en el momento del siniestro y por el periodo de tiempo que falte en aquella fecha hasta que el menor de sus hijos pueda cumplir catorce a�os. Esta renta se percibir� con independencia de cualquier alteraci�n familiar.

En caso de declaraci�n de incapacidad permanente total. la renta temporal que deber� constituirse ser� del 55 por 100 del subsidio familiar percibido por el trabajador y calculada en la forma prevista en el p�rrafo anterior. Si el incapacitado volviese a trabajar. la Caja de Subsidios Familiares podr� descontarle del subsidio normal que perciba una cantidad igual a la renta adicional asignada en virtud de este articulo.

Art�culo 48

Si el beneficiario de una renta por incapacidad permanente parcial o total es v�ctima de un nuevo accidente de trabajo, seguir� percibiendo dicha renta, as� como las tres cuartas partes del salario real que percibiera en el momento del segundo accidente, hasta que se le d� de alta por curaci�n, se declare nueva incapacidad o fallezca por las lesiones padecidas.

En el caso de que se le d� de alta con nueva incapacidad, para fijar la indemnizaci�n que le corresponda se tomar� como base la incapacidad producida por todos los accidentes, calcul�ndose la renta seg�n el salario que el trabajador ganara si tuviera su capacidad completa. Con cargo al nuevo accidente s�lo se abonar� el exceso de renta preciso para la entrega de la que corresponda a la nueva incapacidad declarada.

Si el pensionista falleciese como consecuencia de nuevo accidente deber� constituirse nueva renta por la entidad aseguradora o patrono con independencia y sin computar la antigua que se extingue.

Art�culo 49

La provisi�n y renovaci�n de aparatos de pr�tesis y ortopedia, regulada en el cap�tulo III de este Reglamento, podr� ser sustituida, a voluntad de la aseguradora, por una indemnizaci�n suplementaria, fijada al se�alar la cuant�a de la renta o al revisarla, que represente el coste probable de dicha atenci�n y que se ingresar� en la Caja Nacional.

Los patronos no asegurados deber�n ingresar, adem�s de la prima �nica, coste de renta, el capital necesario para que la Caja Nacional se encargue del suministro, conservaci�n y renovaci�n de los aparatos a que se refiere este art�culo.

Art�culo 50

No obstante lo dispuesto en el art�culo 45 de este Reglamento, los afectos de incapacidad permanente, total o parcial no revisable, podr�n solicitar de la Direcci�n General de Previsi�n la entrega de una determinada cantidad con cargo al capital ingresado en la Caja Nacional. Dicha Direcci�n General examinar� las circunstancias del caso y apreciar� discrecionalmente si se ofrecen garant�as de empleo juicioso del capital que se haya de abonar, oyendo previamente a la Asesor�a T�cnica de Previsi�n Social. La entidad aseguradora y la Caja Nacional de Seguro de Accidentes del Trabajo informar� sobre la posibilidad o no de revisi�n de la incapacidad de los peticionarios.

La solicitud habr� de presentarse dentro del plazo de un a�o, a partir de la fecha del t�tulo que le acredite el derecho a percepci�n de renta definitiva.

A dicha solicitud habr� de acompa�arse proyecto detallado y memoria de inversi�n de capital e informe de las autoridades locales acerca de la conducta moral del solicitante y posibilidades de �xito de la inversi�n proyectada.

Art�culo 51

Si el accidente produjese la muerte del trabajador se considerar�n beneficiarios del mismo, con derecho a indemnizaci�n, los siguientes:

La viuda. El viudo s�lo tendr� derecho a la indemnizaci�n cuando su subsistencia dependiera de la mujer v�ctima de accidente, debido a encontrarse incapacitado para el trabajo o alguna otra causa de car�cter extraordinario.

Los descendientes con derecho a alimentos seg�n la legislaci�n com�n, o asimilados menores de dieciocho a�os o in�tiles para el trabajo.

Se entienden por asimilados a los hijos adoptivos, a los hermanos hu�rfanos, a los prohijados y a los acogidos por la v�ctima. Ser� necesario que estos �ltimos estuvieren sostenidos por aqu�lla, por lo menos con un a�o de antelaci�n a la fecha del accidente y no tengan otro amparo. Los ascendientes leg�timos, naturales o adoptivos, padrastros y madrastras, que a la condici�n de pobres unan la de sexagenarios o incapacitados para el trabajo.

Si s�lo quedara madre viuda que conviviera con el fallecido, bastara que re�na la condici�n de pobre.

El Fondo de Garant�a.

La incapacidad o inutilidad de los derechohabientes a que se refiere este art�culo ha de entenderse no producida por accidente de trabajo por el que perciban renta igual o superior a la que en virtud de

lo dispuesto en el presente art�culo les corresponda percibir.

Art�culo 52

Las indemnizaciones por muerte a los beneficiarios de la v�ctima ser�n las siguientes.

1.� Una renta igual al 5G por 100 del salario del fallecido a la viuda sin hijos calificados de derechohabientes.

2.� En el caso de viuda y descendientes o asimilados que re�nan las condiciones reglamentarias. La renta citada en el p�rrafo anterior se incrementar� en un 10 por 100 por cada uno, sin exceder la pensi�n del 100 por 100 del salario del causante.

3.� Cuando se trate de un solo descendiente o asimilado, la renta ser� del 60 por 100 del salario, sin que exista viuda.

4.� Cuando concurran varios descendientes o asimilados, sin que exista viuda, a la renta del 60 por 100 calculada sobre la cabeza del menor o del incapacitado, en su caso, se le incrementar� un 10 por 100 del salario del causante por cada uno m�s, con el mismo limite que se establece en el apartado 2.�

5.� Una renta igual al 40 por 100 del salario para los ascendientes de la v�ctima, si no dejase viuda ni descendientes o asimilados. S� s�lo quedase un derechohabiente de esta clase, la renta ser� del 30 por 100. Si, adem�s, se diera la circunstancia de que los ascendientes convivieran con el causante y a su costa durante el a�o anterior a su fallecimiento, como m�nimo, los porcentajes de pensi�n ser�n del 60 por 100 del salario, en caso de dos, y del 50 por 100, en caso de uno.

6.� Si la v�ctima del accidente del trabajo no dejara derechohabientes de los comprendidos en los apartados anteriores, el patrono o la entidad aseguradora vendr� obligado a ingresar en el Fondo de Garant�a de la Caja Nacional de Seguro de Accidentes del Trabajo el capital preciso para constituir una renta del 30 por 100 del salario durante veinticinco a�os.

Si existieran ascendientes del fallecido que no re�nan las condiciones reglamentarias para tener derecho a pensi�n, se les abonar� por el Fondo de Garant�a, con cargo al capital recibido, seg�n el p�rrafo anterior, un subsidio equivalente a un a�o de salario de su causante, si son dos, y a nueve mensualidades, si es uno s�lo.

Art�culo 53

Las rentas que se asignen en virtud de lo dispuesto en el articulo anterior ser�n vitalicias para los ascendientes y descendientes o asimilados, todos ellos in�tiles, a no ser que pierda la cualidad por la cual se les concedi�, y para la viuda o madre viuda, mientras no contraiga nuevo matrimonio.

Ser�n temporales las de los descendientes o asimilados v�lidos todos los cuales cesar�n de disfrutarlas al cumplir la edad de dieciocho a�os.

Art�culo 54

La indemnizaci�n por gastos de sepelio consistir� en el importe de dr~s mensualidades del salario del causante, cifrado con arreglo al mismo m�dulo que se tenga en cuenta para la determinaci�n de la renta a sus derechohabientes. No podr� ser inferior a 1.000 pesetas.

Art�culo 55

Toda indemnizaci�n de accidentes de trabajo o enfermedades profesionales se aumentar� en una mitad si el accidente ocurre en m�quinas, artefactos, instalaciones o centros o lugares de trabajo que carezcan de los aparatos de precauci�n reglamentarios, o en los que no se hayan observado las medidas generales o particulares de seguridad e higiene en el trabajo o las elementales de salubridad necesarias para el trabajo humano.

Se estimar� especialmente incluido en el supuesto del p�rrafo anterior el hecho de que la v�ctima de neumoconiosis no haya sido reconocida a la entrada de un trabajo de ambiente pulv�geno que est� incluido en los n�meros 24 a 28, ambos inclusive, del cuadro anejo al Decreto de 13 de abril de 1961.

Igual calificaci�n merecer� la situaci�n creada por el patrono que haya incumplido las disposiciones en vigor respecto al trabajo de mujeres y ni�os.

Este recargo, a costa del patrono, se considerar� como una sanci�n para el mismo y queda prohibido bajo pena de nulidad su seguro.

Art�culo 56

La Caja Nacional del Seguro de Accidentes del Trabajo efectuar� la afiliaci�n de sus pensionistas por incapacidad permanente total, absoluta, gran inv�lido y muerte en la Caja Nacional del Seguro de Enfermedad, a cuyo efecto, al formalizar �stos con su firma el t�tulo de renta, cumplimentar�n, de conformidad con el art�culo 21 del Reglamento de Seguro de Enfermedad, la declaraci�n de situaci�n familiar que, una vez visada por la Delegaci�n Provincial del Instituto Nacional de Previsi�n, encargada del pago de la renta, dar� lugar a la expedici�n de la correspondiente cartilla de dicho Seguro, en la que se consignar� la fecha inicial en que se adquiere el derecho a recibir la asistencia sanitaria.

Art�culo 57

La cuota del Seguro de Enfermedad ser� fijada por Orden ministerial en un tanto por ciento sobre el importe de la renta principal que por accidente de trabajo o enfermedad profesional perciba el pensionista, con exclusi�n, por tanto, de las rentas suplementarias de compensaci�n de subsidio familiar, de gran invalidez y de falta de medidas preventivas, y estar� integrada por aportaci�n obrera y patronal, en proporci�n a una tercera parte, la primera, y dos terceras partes, la segunda.

Los recursos necesarios para el abono por la Caja Nacional del Seguro de Accidentes del Trabajo a la de Enfermedad de la cuota de asistencia sanitaria, se obtendr�n con arreglo a las siguientes normas:

La cuota patronal correr� a cargo de la entidad aseguradora, patrono no asegurado o Fondo de Garant�a que, al ingresar la prima �nica costo de la renta principal por accidente de trabajo constituir� en la Caja Nacional del Seguro de Accidentes del Trabajo una prima adicional para el abono vitalicio de dicha cuota patronal por asistencia sanitaria sin que ello signifique repercusi�n econ�mica en las empresas aseguradas.

La cuota obrera, a cargo de los pensionistas, les ser� descontada por la Caja Nacional del Seguro de Accidentes del Trabajo del importe de su renta mensual.

En el supuesto de revisi�n de renta principal tambi�n afectar� a la suplementaria que se regule en este art�culo.

Art�culo 58

Para el c�mputo de las obligaciones establecidas en este Reglamento, se entender� por salario, tanto a efectos del pago de primas como para la determinaci�n de las indemnizaciones, la remuneraci�n o remuneraciones que efectivamente perciba el accidentado por el trabajo que realice por cuenta ajena, en dinero o en especie, cualquiera que sea su forma o denominaci�n, sin m�s excepciones que las siguientes:

• a) Las dietas de viaje y gastos de locomoci�n, el plus de distancia y el de transporte urbano reglamentario.
• b) Las indemnizaciones por fallecimiento y las correspondientes a traslados, suspensiones o despidos.
• c) Las cantidades que se abonen en concepto de quebranto de moneda y las indemnizaciones por desgaste de �tiles o herramientas.
• d) Las prendas de trabajo, los productos en especie concedidos voluntariamente por las empresas o establecidos por las Reglamentaciones de Trabajo, con excepci�n de la manutenci�n obligatoria y vivienda, cuyos importes est�n tambi�n sujetos a cotizaci�n.
• e) El importe del Subsidio Familiar, Plus Familiar y dote por matrimonio.
• f) Las prestaciones econ�micas que perciban los trabajadores en situaci�n de baja temporal, por accidente de trabajo, enfermedad, paro involuntario o servicio militar.
• g) Las primas establecidas en favor de los trabajadores de las minas de hulla por el Decreto conjunto de los Ministerios de Industria y de Trabajo de 23 de abril de 1948, y por los Decretos de la Presidencia del Gobierno de 22 de enero de 1954 y 18 de marzo de 1955, y la participaci�n establecida sobre el sobordo para la Marina Mercante.

Estas excepciones podr�n ser modificadas en lo sucesivo por Orden ministerial dictada a propuesta de la Direcci�n General de Previsi�n.

Se considerar�n como cifras m�ximas computables para la indemnizaci�n por todos conceptos la de 84.000 pesetas anuales o 230 pesetas diarias, sin que alcance responsabilidad alguna por la diferencia entre esta cantidad y la realmente percibida.P�rrafo 3.� del art�culo 58 redactado por O.M. 18 diciembre 1962 (�B.O.E.� 5 enero 1963), por el que se modifica el Reglamento del texto refundido de la legislaci�n de accidentes de trabajo.

Para la determinaci�n de estos topes se computar� el salario en la forma establecida en el p�rrafo primero de este art�culo.

En los contratos de aprendizaje en que no estuviera determinado el salario exigible, se computar� el de 5 pesetas diarias o 150 pesetas mensuales.

En todo caso el salario m�nimo asegurable ser� el de 5 pesetas diarias o 150 pesetas mensuales.

Los topes establecidos en los p�rrafos anteriores podr�n ser elevados por Orden ministerial.

La cobertura por el Seguro Obligatorio de un riesgo superior a las expresadas cifras ser� nula.

Cualquier otro beneficio de car�cter voluntario que en caso de accidente quisieran concederle los patronos, habr� de ser pactado en p�liza de seguro distinta de la obligatoria de accidentes del trabajo.

Art�culo 59

El salario correspondiente al aseguramiento en r�gimen facultativo del patrono y su familia, que prev� el art�culo 13 de este Reglamento, ser� el pactado especialmente en la p�liza dentro de los l�mites del art�culo anterior.

Art�culo 60

El salario base de indemnizaci�n o renta en los casos en que el trabajador perciba su retribuci�n por unidad de tiempo se determinar� con arreglo a las siguientes reglas:

• 1.� Salario base diario de la indemnizaci�n por incapacidad temporal. Estar� integrado por las siguientes partidas:
  • a) Por la retribuci�n que por jornada normal de trabajo, ya sea en concepto de jornal o sueldo, perciba el trabajador en la fecha del accidente.
  • b) Por el valor diario que represente el precio pactado por escrito en concepto de casa-habitaci�n y alimentaci�n, o, en su defecto, por el 10 por 100 y el 20 por 100, respectivamente, del salario regulado en el apartado anterior que, como complemento del salario por la naturaleza del trabajo, se viniera concediendo al trabajador, siempre y cuando durante el per�odo de baja por incapacidad temporal cese en el disfrute de las mismas.
  • c) Por los pluses y retribuciones complementarias del salario computables. Su cuant�a diaria ser� el resultado de dividir por 30 el importe de las que hubiere percibido el trabajador en los treinta d�as naturales inmediatamente anteriores al de su baja por accidente. De ser menor su antig�edad en la Empresa o de no haber trabajado en dicho per�odo todos los d�as laborables, la suma total percibida se dividir� por el n�mero de d�as efectivamente trabajados, aumentado en un d�a m�s por cada seis de �stos correspondiente a los domingos intermedios o d�as de descanso semanal equivalente.

  La suma de las retribuciones que proceda computar de las detalladas en las normas anteriores, constituir� el salario base diario de la indemnizaci�n econ�mica por incapacidad temporal que se abonar� en los mismos d�as en que lo haya sido el salario, sin descuento alguno por los festivos.

• 2.� Salario base anual de la pensi�n o renta por incapacidad permanente o muerte. Se calcular� en la forma que a continuaci�n se expresa:
  • a) Jornal o sueldo diario. El que por jornada normal de trabajo perciba el trabajador en la fecha del accidente se multiplicar� por los trescientos sesenta y cinco d�as del a�o.
  • b) Gratificaciones o pagas extraordinarias computables tanto de car�cter fijo como voluntario. Ser�n incluidas por su importe total anual.
  • c) Casa-habitaci�n. Ser� computada por el precio pactado por escrito y, en su defecto, por el 10 por 100 del salario.
  • d) Alimentaci�n. Ser� computada por el precio pactado por escrito y, en su defecto, por el 20 por 100 del salario.
  • e) Beneficios o participaci�n en los ingresos computables. Su importe ser� el percibido por el trabajador en el a�o anterior al accidente.
  • f) Pluses y retribuciones complementarias computables. La suma total de las cantidades percibidas se dividir� por el n�mero de d�as efectivamente trabajados en la empresa en que se accident� y el cociente se multiplicar� por 290, obteni�ndose as� el importe total anual computable. A estos efectos, el per�odo realmente trabajado se fijar� retroactivamente desde el d�a inmediato anterior al siniestro, sin que pueda exceder en ning�n caso de un a�o.

Art�culo 61

En los casos en que el trabajador preste sus servicios �nica y exclusivamente bajo el sistema de destajo, unidad de obra o tarea, sin percibir, por tanto, jornal o sueldo, sino tan s�lo el importe correspondiente al destajo, unidad de obra o tarea realizada, el salario base de la indemnizaci�n o renta se fijar� de acuerdo con las siguientes normas:

• 1.� Salario base diario de la indemnizaci�n por incapacidad temporal. Se determinar� en la siguiente forma:
  • a) La suma total percibida por el trabajador en los treinta d�as naturales inmediatamente anteriores al de su baja por accidente, se dividir� por treinta. De ser menor su antig�edad en la Empresa, o de no haber trabajado en dicho per�odo todos los d�as laborables, la suma total percibida se dividir� por el n�mero de d�as efectivamente trabajados, aumentados en un d�a m�s por cada seis de �stos, correspondiente a los domingos intermedios o d�as de descanso semanal, obteni�ndose de esta forma el salario medio del destajo, unidad de obra o tarea realizada.

  Si fuera imposible determinar equitativamente el salario base aplicable, se computar� �ste por el importe del correspondiente a un obrero de su misma categor�a o clase, incrementado en un 25 por 100.

• 2.� Salario base anual de la pensi�n o renta por incapacidad permanente o muerte. Se fijar� as�:
  • a) El importe total anual de las cantidades percibidas por el trabajador computables seg�n el art�culo 58 como consecuencia de los trabajos realizados en la empresa en que sufra el accidente bajo la modalidad a que se refiere este art�culo, se dividir� por el n�mero de d�as trabajados, fijados retroactivamente desde el inmediatamente anterior al siniestro, y el cociente se multiplicar� por 290, obteni�ndose as� el salario anual computable por destajo, unidad de obra o tarea.

    Las gratificaciones o pagas extraordinarias, tanto de car�cter fijo como voluntario, que sean computables, se tomar�n por su total importe anual.

    La suma de todas las partidas anteriormente detalladas constituir� el salario base anual de la pensi�n o renta por incapacidad permanente o muerte.

  • b) Se except�an de lo dispuesto en la norma anterior aquellos casos en que, contratado el trabajador para trabajar �nica y exclusivamente bajo la modalidad a que se contrae este art�culo, no hubiese podido realizar, por raz�n de la fecha de su ingreso en la empresa a que pertenezca, otro destajo que el que se efectuaba al sufrir el accidente, supuesto en el cual el importe total de las cantidades percibidas por el trabajador por dicho destajo, unidad de obra o tarea se dividir� por el n�mero de d�as efectivamente trabajados en el mismo, fijados retroactivamente desde el inmediatamente anterior al siniestro, y el cociente se multiplicar� por el n�mero de d�as laborables que se hubiese calculado como de duraci�n normal del destajo, la obra o tarea encomendada, y cuyo extremo habr� de certificar la empresa. En ning�n caso este per�odo de duraci�n podr� exceder, a los efectos de determinaci�n del salario base de la pensi�n o renta, de doscientos noventa d�as.

La diferencia en d�as entre los calculados como de duraci�n normal del destajo y los trescientos sesenta y cinco del a�o se multiplicar� por el jornal diario correspondiente a la clase y categor�a del trabajador, establecido en las bases o reglamentaci�n de trabajo.

Las pagas extraordinarias, tanto de car�cter fijo como voluntario, computables ser�n calculadas en la forma que se previene en la referida norma a).

La suma de todas las partidas que se relacionan en esta norma b) integrar� el salario base anual de la pensi�n o renta por incapacidad permanente o muerte.

Art�culo 62

En los trabajos realizados bajo el sistema de remuneraci�n mixta, es decir, cuando est� integrada por jornal o sueldo y destajo, unidad de obra o tarea, en forma simult�nea o alterna, y, en su caso, adem�s por retribuciones complementarias de car�cter remuneratorio, el salario base de la indemnizaci�n o renta se calcular� con arreglo a las siguientes normas:

• 1.� Salario base diario de la indemnizaci�n por incapacidad temporal. Se calcular� en la forma que a continuaci�n se expresa:
  • a) La cuant�a de la remuneraci�n mixta ser� el resultado de dividir por 30 el importe total de las cantidades percibidas por el trabajador por los conceptos de jornal o sueldo, destajo, unidad de obra, tarea, pluses y retribuciones complementarias, tanto de car�cter fijo como voluntario, que deban computarse en los treinta d�as naturales inmediatamente anteriores al de su baja por accidente. De ser menor su antig�edad en la empresa, o de no haber trabajado en dicho per�odo todos los d�as laborables, la suma total percibida se dividir� por el n�mero de d�as efectivamente trabajados, aumentados en un d�a por cada seis de �stos, correspondiente a los domingos intermedios o d�as de descanso semanal equivalente.
  • b) La casa-habitaci�n y la alimentaci�n ser�n computadas por el precio pactado por escrito, y en su defecto, por el diez y veinte por ciento del salario, respectivamente, siempre y cuando durante el per�odo por incapacidad temporal cesase en el disfrute de las mismas.
• 2.� Salario base anual de la pensi�n o renta por incapacidad permanente o muerte. Su cuant�a se determinar� en la forma que a continuaci�n se expresa:
  • a) El importe de las cantidades percibidas por el trabajador en la empresa en que se accidente, por los conceptos de destajo y pluses y retribuciones complementarias que deban computarse se dividir� por el n�mero total de d�as efectivamente trabajados en la misma, cualquiera que haya sido la modalidad de su retribuci�n, fijado retroactivamente desde el d�a inmediatamente anterior al siniestro, y el cociente se multiplicar� por 290. Las sumas percibidas por el trabajador por los conceptos de descanso dominical, festividades abonables y no recuperables y vacaciones se computar�n por su total importe, en el caso de que le hubieren sido satisfechas en funci�n de destajos, unidad de obra o tarea realizada.
  • b) El jornal o sueldo diario que percibiese el trabajador en la fecha del accidente, o, en su defecto, el �ltimo devengado, se multiplicar� por la diferencia de d�as entre los trabajados a destajo exclusivamente en el per�odo tomado como referencia, seg�n la letra a) de esta norma, y los trescientos sesenta y cinco del a�o, deduci�ndose, consiguientemente, el n�mero de d�as que por festivos, descanso dominical y vacaciones le hubiesen sido satisfechas al trabajador en funci�n de destajo.
  • c) Las gratificaciones o pagas extraordinarias, tanto de car�cter fijo como voluntario que sean computables, se acumular�n por su total importe anual.

La suma de las partidas a que se refieren las normas anteriores que corresponda computar, constituir� el salario base anual de la pensi�n o renta, que deber� ser incrementado, en su caso, con el valor anual de la casa-habitaci�n y de la alimentaci�n, computada por el precio pactado por escrito o, en su defecto, por el 10 y 20 por 100 del salario, respectivamente.

Art�culo 63

Si se tratase de trabajadores accidentados en labores eventuales que no sean de car�cter agr�cola, consider�ndose bajo este concepto los que se realicen por trabajadores tambi�n eventuales en la profesi�n, contratados expresamente para la ejecuci�n de estos trabajos, el salario base de la indemnizaci�n econ�mica por incapacidad temporal, o de la pensi�n o renta por incapacidad permanente o muerte, ser� el establecido por jornada m�xima legal para un trabajador de la misma clase y categor�a en las bases o reglamentaciones de trabajo que sean aplicables a la actividad laboral de que se trate, que ser� incrementado, en su caso, con los pluses complementarios que deban computarse.

El salario base anual de la pensi�n o renta por incapacidad permanente o muerte se obtendr� multiplicando por los 365 d�as del a�o el salario que corresponda computar en cada caso e incrementando el producto de esta operaci�n con el importe total anual de las gratificaciones o pagas extraordinarias, tanto de car�cter reglamentario como voluntario que sean computables.

El salario que proceda computar, seg�n este art�culo, servir� de base para el pago de la prima del seguro concertado.

Art�culo 64

En los accidentes de trabajo sufridos por los trabajadores ocupados en las faenas de carga y descarga, estiba y desestiba de buques, el salario base de la indemnizaci�n econ�mica por incapacidad temporal ser� el preestablecido por las Delegaciones de Trabajo.

Para los casos de incapacidad permanente o muerte, este salario se multiplicar� por los 365 d�as del a�o.

Art�culo 65

El salario base de la indemnizaci�n econ�mica por incapacidad temporal o de la pensi�n o renta por incapacidad permanente o muerte, en los accidentes de trabajo sufridos por el personal comprendido en la Reglamentaci�n Nacional de Trabajo en las Industrias de Hosteler�a, Caf�s, Bares y Similares, se fijar� en funci�n del salario tipo se�alado para cada clase y categor�a en el baremo de su reglamentaci�n que sea aplicable en la fecha del siniestro. De tratarse de personal interino, se computar�, a los efectos a que se refiere este art�culo, el salario tipo correspondiente a un trabajador de su misma categor�a.

En los casos en que el salario tipo estuviese se�alado por cantidad mensual, el salario base diario de la indemnizaci�n econ�mica por incapacidad temporal se obtendr� dividiendo la referida cantidad por treinta.

El salario base anual de la pensi�n o renta por incapacidad permanente o muerte se calcular� multiplicando por 12 el salario tipo mensual, o por 365 el salario diario.

Art�culo 66

En caso de accidente de trabajo sufrido por quien preste sus servicios en m�s de una empresa, sin llegar a completar en ninguna de ellas la jornada m�xima legal de trabajo o complet�ndola de forma alternativa la indemnizaci�n econ�mica por incapacidad temporal o la pensi�n o renta por incapacidad permanente o muerte se calcular� sobre el salario establecido por jornada m�xima legal para los de su clase y categor�a en las bases o reglamentaciones de trabajo que sean aplicables a la actividad laboral en que sufri� el accidente, incrementado con los conceptos complementarios que deban computarse y cuyas sumas servir�n de base para el pago de las primas.

El salario base anual de la pensi�n o renta por incapacidad permanente o muerte se determinar� multiplicando por los 365 d�as del a�o el salario que corresponda computar en cada caso e incrementado el producto de esta operaci�n con el importe total anual de las gratificaciones o pagas extraordinarias, tanto de car�cter fijo como voluntario que sean computables.

Art�culo 67

En los accidentes que se produzcan en la industria pesquera el salario base de la indemnizaci�n econ�mica por incapacidad temporal ser� el fijado reglamentariamente, acumulado el premio o prima de pesca si se hubiera pactado o fuese reglamentario, que incrementar� el salario durante el per�odo que reste de duraci�n de la campa�a.

El salario base anual de la pensi�n o renta por incapacidad permanente o muerte de los mismos trabajadores se obtendr� multiplicando el jornal reglamentario por los 365 d�as del a�o, incrementando su producto por el importe del premio o prima de pesca percibido por los pescadores en activo en todo el per�odo de duraci�n de la campa�a pesquera.

En los accidentes sufridos por los trabajadores dedicados a la actividad de pesca a la parte, el salario base de la indemnizaci�n econ�mica por incapacidad temporal o de la pensi�n o renta por incapacidad permanente o muerte ser� el que para las diversas categor�as profesionales fije la reglamentaci�n o norma de trabajo vigente en la fecha del accidente para el personal de a bordo de las parejas o barcas de d�a o pastilleras, seg�n el litoral donde radique la base de la embarcaci�n.

El salario base anual de la pensi�n o renta por incapacidad permanente o muerte se obtendr� multiplicando por 365 d�as el jornal diario o por 12 el sueldo mensual.

Art�culo 68

Cuando los trabajadores de la dotaci�n de un barco hubieran sido ajustados a tanto alzado por viaje, el salario base diario de la indemnizaci�n econ�mica por incapacidad temporal se determinar� dividiendo el importe de la suma convenida como tanto alzado por el n�mero de d�as que normalmente debe durar la navegaci�n de que se trate.

El salario base anual de la pensi�n o renta por incapacidad permanente o muerte se obtendr� dividiendo el importe de la suma convenida, como tanto alzado, por el n�mero de d�as que normalmente deba durar el viaje, y el cociente se multiplicar� por 365.

Art�culo 69

En los accidentes que puedan sufrir los trabajadores dedicados a las restantes actividades mar�timas, incluso al transporte de personas y mercanc�as, el salario base de la indemnizaci�n econ�mica por incapacidad temporal o de la pensi�n o renta por incapacidad permanente o muerte, se determinar� por las normas de car�cter general que sean aplicables, de acuerdo con el sistema de remuneraci�n concertada.

Art�culo 70

Si el accidente tiene lugar realizando el trabajador labores agr�colas de temporada, para las que expresamente hubiere sido contratado, como los de recolecci�n, siega, monda, vendimia, plantaci�n, poda y otras de car�cter similar, el salario base de la indemnizaci�n econ�mica por incapacidad temporal o de la pensi�n o renta por incapacidad permanente o muerte ser� el fijado en la correspondiente reglamentaci�n o norma de trabajo aplicable para la faena o labor de que se trate, que ser� computado durante todo el tiempo de duraci�n normal de aqu�lla, y a partir de su terminaci�n se computar� el jornal que corresponda a la profesi�n y categor�a que normalmente tenga el accidentado, de acuerdo con la Reglamentaci�n de Trabajo.

El salario base anual de la pensi�n o renta por incapacidad permanente o muerte se obtendr� multiplicando el jornal establecido para la faena o trabajo de temporada por el n�mero de d�as de duraci�n normal de �sta, y la diferencia en d�as hasta los trescientos sesenta y cinco del a�o, por el jornal que corresponda a la profesi�n y categor�a que normalmente tenga el accidentado, de acuerdo con la Reglamentaci�n de Trabajo.

Lo dispuesto en los p�rrafos anteriores ser� tambi�n aplicable para el pago de la prima del seguro.

Art�culo 71

Si el accidente tiene lugar realizando el trabajador labores agr�colas de las no reguladas por el art�culo anterior, el salario que habr� de servir de base para el abono de la indemnizaci�n econ�mica por incapacidad temporal o de la pensi�n o renta por incapacidad permanente o muerte, ser� el que la Reglamentaci�n de Trabajo correspondiente se�ale para la profesi�n y categor�a del trabajador en el momento de accidentarse.

Para la incapacidad temporal, este salario ser� incrementado con el valor que representen la casa-habitaci�n y la alimentaci�n, que se computar� por el precio pactado por escrito y, en su defecto, por el 10 y 20 por 100, respectivamente, cuando en el per�odo de baja cesara en el percibo de alguna de estas partidas o de ambas.

El salario base anual de la pensi�n o renta por incapacidad permanente o muerte se determinar� multiplicando por 365 el se�alado en la oportuna Reglamentaci�n o norma laboral, seg�n el p�rrafo primero de este art�culo, e incrementado su importe conforme a lo prevenido en el p�rrafo anterior, con el valor de la casa-habitaci�n y la alimentaci�n, si el trabajador las disfrutaba.

Lo dispuesto en los p�rrafos anteriores ser� tambi�n aplicable para el pago de la prima o cuota del seguro.

Art�culo 72

La declaraci�n de salarios a efectos de constituci�n de renta se efectuar� con arreglo al modelo oficial del certificado patronal de salarios aprobado por el Ministerio de Trabajo.

Art�culo 73

La obligaci�n del patrono de estar asegurado podr� ser cumplida:

• a) Mediante seguro directamente convenido con la Caja Nacional de Seguro de Accidentes del Trabajo.
• b) Mediante la inscripci�n en una Mutualidad Patronal debidamente autorizada.
• c) Mediante seguro contratado con una Compa��a legalmente constituida.

El seguro de todos los riesgos habr� de contratarse con una sola entidad aseguradora. Se except�an los patronos que, con arreglo al articulo 79 de este Reglamento, hayan obtenido autorizaci�n del Ministerio de Trabajo para asumir directamente los riesgos de incapacidad temporal y de asistencia sanitaria, respecto de los cuales subsiste �nicamente la obligaci�n de asegurar el resto en una sola entidad.

Los trabajadores portuarios quedar�n asegurados del riesgo de incapacidad temporal y asistencia sanitaria a trav�s de las Secciones Provinciales de Trabajos Portuarios, que dar�n cumplimiento a sus obligaciones, bien por gesti�n directa, bien por seguro concertado con alguna de las entidades se�aladas en los tres apartados anteriores. Los dem�s riesgos tendr�n que asegurarse necesariamente conforme a esta �ltima modalidad.

En caso de coaseguro, la entidad que de acuerdo designen los coaseguradores o la que cubra la mayor parte del seguro, mantendr� la unidad de p�liza asumiendo la representaci�n de todas aqu�llas, tanto en su relaci�n con el patrono y trabajador como con los organismos oficiales.

Tambi�n los Servicios Sindicales que act�en en sustituci�n de los empresarios a los efectos de que los trabajadores organizados bajo su jurisdicci�n puedan disfrutar de los beneficios sociales tanto laborales como de previsi�n: plus familiar, gratificaciones de Julio y Navidad, Seguros Sociales y Mutualidades Laborales, podr�n asegurar aqu�llas en las mismas condiciones que las Secciones Provinciales de Trabajos Portuarios conforme al p�rrafo anterior.

Art�culo 74

No obstante lo dispuesto en el art�culo anterior, el Estado, las provincias, municipios, mancomunidades, cabildos insulares y otras cualesquiera Administraciones Publicas, asi como los Organismos de la Comunidad Sindical, aut�nomos o no, los empresarios concesionarios o contratistas de obras o servicios p�blicos, las entidades aut�nomas que tengan a su cargo servicios de la misma �ndole, contratar�n sin excepci�n alguna el Seguro de Accidentes del Trabajo de sus operarios en la Caja Nacional, con sujeci�n a lo dispuesto en este Reglamento.

Art�culo 75

Todos los patronos comprendidos en este Reglamento vienen obligados a fijar en lugar visible del taller, explotaci�n o f�brica, noticia de la entidad con la cual han contratado el Seguro Obligatorio de Accidentes.

Art�culo 76

Los patronos o directores de industrias o trabajos comprendidos en este Reglamento participar�n a la Inspecci�n del Trabajo, dentro de los diez primeros d�as del comienzo de la explotaci�n, el nombre de la entidad con la cual han suscrito el contrato de Seguro Obligatorio de sus obreros debido a accidentes del trabajo, la fecha del contrato, los trabajos que comprende, el n�mero de obreros asegurados y el importe de sus salarios.

Igual notificaci�n deber�n hacer en el caso de cambio de entidad aseguradora.

El mismo aviso deber� darse por el nuevo patrono en caso de cesi�n, venta, traspaso o herencia de una industria o trabajo anteriormente existente, dentro de los diez d�as siguientes a aquel en que entr� en posesi�n del negocio.

Art�culo 77

En toda industria o trabajo, el patrono viene obligado a llevar, con arreglo a los modelos que aprobar� el Ministerio de Trabajo, a propuesta de la Caja Nacional, un libro de matr�cula, que deber� ser sellado por la entidad con la cual haya contratado el Seguro Obligatorio.

La inscripci�n de cada obrero se har� previamente a su incorporaci�n al trabajo, y constar� de los datos siguientes: n�mero de orden en la empresa, apellidos y nombre, fecha y lugar de nacimiento, la entrada y cese en el trabajo, su categor�a y ocupaci�n en el oficio y el salario pactado.

En las explotaciones agr�colas en que el Seguro se haya contratado por extensi�n y naturaleza de cultivo s�lo se incluir�n en el libro de matr�cula los trabajadores fijos.

Art�culo 78

E1 libro de matricula debe ser presentado siempre que lo reclamen los Inspectores de Trabajo, la Inspecci�n T�cnica de Previsi�n Social olas personas autorizadas para ello por la entidad en la que el patrono haya concertado el seguro de sus trabajadores.

Igualmente deber�n ser exhibidos a id�ntico requerimiento las n�minas o cualesquiera otros justificantes en los que conste el pago de salarios, los libros de contabilidad y, en general, los documentos o antecedentes en relaci�n con aquel extremo.

Art�culo 79

El Ministerio de Trabajo podr� autorizar a las entidades patronales que lo soliciten, con un n�mero de trabajadores fijos asegurados superior a 250, a asumir directamente el riesgo de incapacidad temporal y de asistencia m�dico-farmac�utica de su personal siempre que demuestre disponer de instalaciones sanitarias propias suficientemente eficaces para ello, extremo que se acreditar� en el oportuno expediente mediante informe de la Caja Nacional de Seguro de Accidentes del Trabajo. Esta actividad asistencial de las empresas estar� sometida a la inspecci�n y vigilancia de la Caja, que podr� proponer al Ministerio, razon�ndola en cada caso, la retirada de la autorizaci�n cuando considere que no se lleva a cabo la asistencia dentro de las normas de justicia social y de �tiea o t�eniea profesional que deben inspirarla.

Art�culo 80

Las primas del Seguro de Accidentes del Trabajo ser�n a cargo exclusivo del patrono. Es nulo todo pacto por el cual el trabajador asegurado pague parte de la prima.

Art�culo 81

Tanto las Mutualidades Patronales como las Compa��as de Seguros habr�n de prestar fianza en la cuant�a que se�ala este Reglamento para garant�a del cumplimiento de sus obligaciones.

Art�culo 82

Las fianzas que con arreglo al presente Reglamento han de prestar las entidades aseguradoras podr�n constituirse indistintamente en la Caja General de Dep�sitos, en el Banco de Espa�a o en sus sucursales rc;pectivas, en met�lico o en valores p�blicos, a disposici�n del Ministerio de Trabajo.

Las Mutualidades Patronales solicitar del Ministerio de Trabajo, y �ste acorda;. a propuesta de la Direcci�n General de Previsi�n, previos los informes de la Secci�n correspondiente, de la Inspecci�n T�cnica de Previsi�n Social y de la Asesor�a Jur�dica del Departamento, que se les autorice a constituir las referidas fianzas en inmuebles situados en Espa�a, ya pertenezcan a la Mutualidad que debe constituir la fianza, ya a otra persona jur�dica que la preste por la primera y no est�n gravados con carga alguna, acredit�ndose con arreglo a derecho ambos extremos, as� como el de haberse tomado raz�n en el correspondiente Registro de la Propiedad de que su leg�timo propietario ha constituido primera hipoteca sobre el inmueble o inmuebles de referencia, a disposici�n del Ministerio de Trabajo, por el 50 por 100 como m�ximo de las fianzas, estim�ndose a estos efectos como valor de los inmuebles el 75 por 100 de la tasaci�n de los mismos, realizada por el Arquitecto que al efecto se designe, siendo de cuenta de la Mutualidad de que se trate el pago de los honorarios devengados por dicho Arquitecto.

Las fianzas s�lo podr�n devolverse a la liquidaci�n o disoluci�n de las entidades aseguradoras al cesar en el Seguro de Accidentes siempre que no exista ninguna responsabilidad pendiente que pueda afectarlas.

Art�culo 83

Las Mutualidades locales y provinciales deber�n constituir una fianza inicial de 50.000 pesetas.

Por cada provincia m�s en que act�en se aumentar� la fianza en 10.000 pesetas, hasta el l�mite m�ximo de 500.000 pesetas.

Las Compa��as de Seguros que act�en en una sola provincia constituir�n una fianza inicial de 250.000 pesetas.

Si act�an en m�s de una provincia, la fianza ser� de 500.000 pesetas.

Art�culo 84

Las fianzas de las entidades aseguradoras se constituir�n anualmente en proporci�n al 1 por 100 de los salarios asegurados en el a�o precedente, sin que en ning�n caso puedan ser inferiores a la fianza inicial.

La Direcci�n General de Previsi�n' podr� reducir la cuant�a de esta fianza anual en aquellos casos en que la solvencia y actuaci�n de las entidades ofrezcan la debida garant�a.

Tambi�n podr� autorizar a las mutuas la constituci�n de esta fianza en dos o m�s anualidades, seg�n las circunstancias del caso y siempre que queden garantizados los derechos establecidos en este Reglamento.

Art�culo 85

Tanto las Mutualidades Patronales como las Compa��as de Seguros deber�n presentar en el primer trimestre de cada a�o una declaraci�n de los salarios asegurados en el a�o anterior para que la Direcci�n General de Previsi�n determine el importe de la fianza respectiva.

Art�culo 86

Las Mutualidades Patronales y las Compa��as de Seguros someter�n a la aprobaci�n de la Direcci�n General de Previsi�n sus modelos de p�lizas para la contrataci�n del Seguro, mediante la presentaci�n de triplicado ejemplar, uno de los cuales le ser� devuelto con el sello de dicha dependencia en el caso de ser aprobado.

Toda condici�n particular de una p�liza que deje sin efecto o merme lo establecido en el modelo aprobado se considerar� nula de pleno derecho.

Igualmente ser� nula cualquier cl�usula que excluya el riesgo de silicosis o de otra enfermedad profesional cuando se trate de industrias no aseguradas en el r�gimen especial de Seguro de Enfermedades Profesionales.

Art�culo 87

En la p�liza se expresar� con claridad el riesgo asegurado, el lugar donde est� situado y la hora en que comienza el Seguro.

En cuanto al riesgo de silicosis en industrias pulv�genas, mencionadas en el n�mero primero del anexo del Decreto de 10 de enero de 1947, y no incluidas en el Seguro especial, el Seguro no comenzar� para cada uno de los obreros afectados hasta despu�s de haber sido calificados como ��til para el trabajo� en el reconocimiento m�dico previo. Si no se hubiera practicado previamente el reconocimiento m�dico. La entidad aseguradora quedar� exenta de responsabilidad.

Las p�lizas no podr�n tener duraci�n superior al a�o.

No obstante, se entender�n prorrogadas por la t�cita por periodos anuales, salvo aviso por carta certificada con un mes de antelaci�n a la fecha de su vencimiento.

En todas las p�lizas de accidentes del trabajo se insertar� una cl�usula concediendo al asegurado, para el pago de la segunda y sucesivas primas, un plazo de gracia de treinta d�as naturales, contados desde el d�a del vencimiento de la respectiva prima, expirado el cual quedar� en suspenso la responsabilidad del asegurador, y el asegurado no tendr� derecho, caso de siniestro, a la indemnizaci�n correspondiente.

Art�culo 88

La Caja Nacional, las Compa��as aseguradoras y las Mutualidades Patronales no podr�n abonar, por los conceptos de producci�n, cobro y administraci�n, comisiones que en total sobrepasen del 15 por 100 de la prima de cada operaci�n.

Estas comisiones habr�n de contabilizarse separadamente, deduci�ndose su totalidad a fin de cada ejercicio de la recaudaci�n de primas establecidas seg�n tarifa.

El Sindicato Nacional del Seguro fijar� jara las Compa��as y Mutualidades el porcentaje para retribuir las tres funciones que se se�alan en el p�rrafo primero de este articulo, dentro del l�mite del 15 por 100, dando cuenta a la Direcci�n General de Previsi�n y a la Inspecci�n T�cnica de Previsi�n Social. Esta misma obligaci�n regir� para la Caja Nacional de Seguro de Accidentes del Trabajo.

Art�culo 89

El Seguro responder� del pago de las prestaciones reguladas en este Reglamento.

Cualquier otro perjuicio que pueda resultar para el patrono como consecuencia del accidente de trabajo, tal como interrupci�n en la labor, desviaci�n de ruta, etc., s�lo podr� ser asegurado en p�liza de derecho com�n.

Art�culo 90

Las Compa��as y Mutualidades est�n obligadas a remitir al Ministerio de Trabajo, Servicio de Reaseguro y Caja Nacional los balances-tipo y las memorias anuales. Asimismo vienen obligadas a enviar al Ministerio de Trabajo los datos que de las mismas se soliciten para la publicaci�n de la estad�stica de accidentes o para el mejor r�gimen del Seguro.

Art�culo 91

En la Direcci�n General de Previsi�n funcionar� un Registro de Entidades Aseguradoras de Accidentes del Trabajo, en el que ser�n inscritas las Mutualidades y Compa��as autorizadas para operar en el ramo.

Las entidades inscritas seguir�n abonando los derechos de registro con arreglo a lo dispuesto en el Real Decreto de 27 de agosto de 1900, que ser�n fijados anualmente por Orden ministerial que se publicar� en el �Bolet�n Oficial del Estado�, y que se destinar�n a cubrir, adem�s de su funci�n registral, los de inspecci�n t�cnico-social, administrativa, actuarial y contable.

Las inclusiones y exclusiones ser�n fundadas y se publicar�n en el �Bolet�n Oficial del Estado�.

Todos los a�os se insertar� en el expresado �Bolet�n Oficial del Estado� la relaci�n de las Entidades aseguradoras inscritas en el Registro Especial de las autorizadas para operar en el ramo de Accidentes del Trabajo.

Art�culo 92

A los efectos de este Reglamento, se considerar�n Mutualidades Patronales a las asociaciones de este car�cter legalmente constituidas cuyas operaciones se reduzcan a repartir entre los asociados el equivalente de los riesgos sufridos por una parte de ellos, sin que puedan estas Mutualidades dar lugar a beneficios de ninguna clase.

Podr�n comprender industrias y trabajos distintos.

En ning�n caso se considerar�n como beneficios los repartos de excedentes o extornos entre sus mutualistas, que se produzcan como consecuencia de la aplicaci�n de primas obligatorias.

Art�culo 93

Para la constituci�n de una Mutualidad patronal se exigir� como m�nimo la concurrencia de diez patronos y mil trabajadores.

El Ministerio podr� autorizar, previo informe de la Caja Nacional de Seguro de Accidentes del Trabajo, la constituci�n de Mutualidades, sin sujeci�n a las cifras indicadas, en casos excepcionales de condiciones geogr�ficas y de organizaci�n industrial, si estima quedan suficientemente asegurados los riesgos.

Art�culo 94

En los Estatutos de las Mutualidades se consignar�:

• 1.� Denominaci�n, objeto, territorio que abarque, domicilio y duraci�n.
• 2.� R�gimen de la Mutualidad, sobre la base del reconocimiento de su personalidad jur�dica y de su autonom�a; derechos y deberes de los asociados; altas y bajas de los mismos, y registro de asociados.
• 3.� Normas relativas a la modificaci�n de los Estatutos y a la fusi�n de la Mutualidad con otra u otras.
• 4.� Normas de funcionamiento interior y gobierno de la Mutualidad, se�alando las facultades de las Juntas y dem�s Organismos directivos que pueda tener.
• 5.� Relaciones de la Mutualidad con otra u otras Mutualidades.
• 6.� R�gimen econ�mico y de administraci�n de la Mutualidad, comprendiendo:
  • a) Derrama de cargas y reparto de excedentes.
  • b) Constituci�n del fondo de reserva.
  • c) Normas de administraci�n y m�ximo admisible para los gastos de esta clase, sin que puedan exceder del 25 por 100 de la suma de los ingresos. Este limite podr� ser modificado por Orden ministerial.
  • d) Normas para el Servicio de Contabilidad.
  • e) Prohibici�n de que los asociados que desempe�en cargos directivos perciban por su gesti�n retribuci�n alguna, con excepci�n de las dietas que por asistencia se�alen las Juntas generales, salvo aquellos que presten con car�cter permanente alg�n servicio t�cnico o profesional a la Mutualidad.
  • f) Normas y requisitos a que ha de ajustarse su disoluci�n y liquidaci�n.

Art�culo 95

Entre las obligaciones de los asociados figurar�n necesariamente la de resarcir a la Mutualidad cuando el accidente fuere debido a imprudencia o descuido grave o reiterado del patrono u omisi�n de precauciones reglamentarias.

Art�culo 96

Ser� obligatorio tambi�n establecer la responsabilidad mancomunada de los socios respecto a las obligaciones de la Mutualidad, tanto en las indemnizaciones que abone a los trabajadores o a sus derechohabientes como en las que el Fondo de Garant�a satisfaga por no hacerlo ella a su debido tiempo y en general a las obligaciones que contractual o reglamentariamente le alcance, responsabilidad que no terminar� hasta la liquidaci�n del per�odo correspondiente a las operaciones sociales o la liquidaci�n final de la misma.

Art�culo 97

Los Estatutos de las Mutualidades Patronales y los reglamentos particulares, en su caso, deber�n ser sometidos a la aprobaci�n del Ministerio de Trabajo, a propuesta de la Direcci�n General de Previsi�n y o�da la Caja Nacional de Seguro de Accidentes del Trabajo.

A tal efecto acompa�ar�n a las instancias los documentos siguientes:

• a) Acta de constituci�n inicial de la Mutualidad.
• b) Tres ejemplares de los Estatutos y de los Reglamentos que se sometan a su aprobaci�n.
• c) Tres ejemplares de cada uno de los modelos de p�lizas.
• d) Acta en que se obliguen los iniciadores a constituir la fianza inicial m�nima.

Si merecieren los Estatutos la aprobaci�n, se devolver� uno de los ejemplares con la diligencia correspondiente, sellado en todas sus hojas. En caso contrario se especificar�n los reparos para que puedan ser subsanados en una nueva redacci�n.

La aprobaci�n o los reparos habr�n de comunicarse dentro del plazo de dos meses, salvo que lo impidiese la recepci�n de los informes reglamentarios, lo que se pondr� en conocimiento de la entidad interesada o de sus organizadores dentro del mismo plazo.

A la misma autorizaci�n, mediante igual tr�mite, habr� de ser sometida toda modificaci�n de los Estatutos y Reglamentos.

Un ejemplar de los Estatutos y Reglamento deber� ser entregado a los mutualistas a su ingreso en la Mutualidad.

Art�culo 98

Las Mutualidades no podr�n comenzar su gesti�n sin que sus Estatutos hayan sido aprobados y constituida la fianza.

El mismo requisito de aprobaci�n ser� indispensable para la modificaci�n de Estatutos y Reglamentos.

Art�culo 99

Las Mutualidades tendr�n personalidad y capacidad jur�dica para adquirir y poseer toda clase de bienes y para celebrar todos los actos y contratos relacionados con los fines de su instituci�n y tendr�n personalidad para comparecer ante toda clase de tribunales, oficinas y dependencias. Su patrimonio deber� aplicarse estrictamente al fin social.

En el caso de operar en ramos de Seguro distintos al de Accidentes del Trabajo, llevar�n �ste con absoluta separaci�n financiera, contable y administrativa de cuanto con aqu�llos se relacione.

Para todo lo que no se halle previsto en este Reglamento ser�n de aplicaci�n a las Mutuas Patronales de Accidentes del Trabajo las disposiciones de la legislaci�n de Montep�os y Mutualidades de Previsi�n Social.

Art�culo 100

Las Mutualidades llevar�n un registro de los patronos que las integren, y �stos vienen obligados a comunicar a la Mutualidad el nombre, la edad, la remuneraci�n, oficio y clase de trabajo a que preferentemente se dediquen sus obreros fijos y eventuales.

Llevar�n tambi�n un libro registro de siniestros.

Todos los libros de las mutuas deber�n ser diligenciados por la Delegaci�n de Trabajo.

Art�culo 101

Para el cobro de primas, las Mutualidades gozar�n de preferencia, respecto de cualquier otro acreedor, sobre los bienes del deudor, salvo lo ya dispuesto en las Leyes vigentes.

Art�culo 102

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Art�culo 103

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Art�culo 104

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Art�culo 105

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Art�culo 106

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Art�culo 109

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Art�culo 112

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Art�culo 114

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Art�culo 115

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Art�culo 116

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Art�culo 117

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Art�culo 118

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Art�culo 119

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Art�culo 120

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Art�culo 121

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Art�culo 122

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Art�culo 123

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Art�culo 124

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Art�culo 125

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Art�culo 126

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Art�culo 127

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Art�culo 128

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Art�culo 129

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Art�culo 130

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Art�culo 131

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Art�culo 132

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Art�culo 133

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Art�culo 134

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Art�culo 135

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Art�culo 136

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Art�culo 137

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Art�culo 138

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Art�culo 139

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Art�culo 140

Cuando las caracter�sticas de las lesiones lo aconsejen, los accidentados deber�n ser sometidos a un tratamiento de rehabilitaci�n, que permita, en cada caso, la recuperaci�n m�s completa posible de su capacidad funcional y profesional para el trabajo.

Este tratamiento habr� de realizarse, bien como parte complementaria de la asistencia m�dico-farmac�utica y quir�rgica regulada en el cap�tulo III y, simult�neamente a ella, o despu�s de la declaraci�n de incapacidad permanente.

Art�culo 141

La Caja Nacional de Seguro de Accidentes del Trabajo adaptar� a las necesidades que se concretan en el articulo precedente los servicios especiales de rehabilitaci�n que tiene encuadrados en su organizaci�n sanitaria.

Art�culo 142

Durante el periodo en que los accidentados est�n sometidos a asistencia sanitaria, deber� realizarse, como parte de la misma, el oportuno tratamiento de rehabilitaci�n, cuando contribuya a una curaci�n m�s eficaz y en plazo m�s corto, o permita obtener una mayor aptitud para el trabajo.

Las Entidades aseguradoras o, en su caso, los patronos que no los tengan propios, podr�n utilizar los servicios especiales de rehabilitaci�n de la Caja Nacional, con arreglo a las normas y tarifas fijadas por �sta.

Art�culo 143

Una vez dados de alta con incapacidad permanente los accidentados, y estando en disfrute de las rentas vitalicias reguladas en este Reglamento, podr�n ser sometidos al adecuado tratamiento de rehabilitaci�n para suprimir o disminuir su incapacidad, dando lugar a la oportuna revisi�n de aqu�llas, o simplemente para mejorar su estado.

Instar�n la aplicaci�n de dicho tratamiento los interesados, las Entidades aseguradoras o los patronos, en su caso. La indicaci�n m�dica y la realizaci�n del tratamiento corresponden a la Caja Nacional, que los practicar� gratuitamente, imputando los gastos de recargo correspondientes sobre las primas �nicas coste de renta a que se refiere el art�culo 122 de este Reglamento. Tambi�n podr� disponer dicha aplicaci�n cuando, no habiendo sido solicitada, lo considere necesario.

Art�culo 144

Todas las incapacidades permanentes, aun las declaradas judicialmente, pueden ser revisadas.

Podr�n instar la revisi�n los interesados, las entidades aseguradoras y la Caja Nacional.

Art�culo 145

Podr� fundamentarse la revisi�n en las siguientes causas:

• a) Agravaci�n o mejor�a de las lesiones que motivaron la calificaci�n de incapacidad.
• b) .....Letra b) del art�culo 145 derogada por D. 792/1961, 13 abril (�B.O.E.� 30 mayo), por el que se organiza el aseguramiento de las enfermedades profesionales y la Obra de Grandes Inv�lidos y Hu�rfanos de fallecidos por Accidentes de Trabajo o Enfermedad Profesional.
• c) Error de diagn�stico o pron�stico en la valoraci�n de las mismas.
• d) Por negativa del trabajador a someterse a intervenci�n quir�rgica si se considerase sin raz�n alguna.
• e) Muerte debida a las mismas causas de la incapacidad permanente.

Cuando la pensi�n se abone en ejecuci�n de sentencia de la Magistratura de Trabajo pendiente de recurso de casaci�n, s�lo ser� revisable por las causas a) y e).

En los cuatro primeros casos, la revisi�n habr� de instarse en el plazo de seis a�os, a partir de la fecha del accidente.

Art�culo 146

Para la revisi�n por causa de muerte ser� necesario que �sta haya sobrevenido dentro de los dos anos siguientes a la fecha del accidente, salvo cuando la incapacidad y la muerte sean debidas a silicosis u otra enfermedad profesional de caracter�sticas semejantes, en cuyo caso el plazo ser� indefinido.

La solicitud de revisi�n por muerte deber� presentarse inexcusablemente por los presuntos beneficiarios, el patrono o la entidad aseguradora dentro del plazo de tres meses, a partir del fallecimiento, acompa��ndose a la misma certificado m�dico oficial acreditativo de sus causas, certificado de defunci�n expedido por el Registro Civil y los restantes documentos necesarios para acreditar el derecho a la conversi�n de la renta.

Art�culo 147

En los casos de muerte por silicosis u otra enfermedad profesional no incluida en el r�gimen especial, ser� obligatoria la pr�ctica de la autopsia, que deber� solicitarse del Juzgado de Instrucci�n de su residencia, o del Municipal o Comarcal correspondiente, si no fuera cabeza de partido, por los familiares del trabajador o entidad aseguradora, dentro de las veinticuatro horas siguientes al fallecimiento.

Tendr�n asimismo personalidad para interesar la pr�ctica de la autopsia la Organizaci�n Sindical y el M�dico de cabecera que hubiera asistido al pensionista en su �ltima enfermedad.

El informe de autopsia se considerar� documento indispensable e insustituible para acreditar, a efectos de revisi�n, las causas del fallecimiento del pensionista y su relaci�n con la enfermedad profesional. La omisi�n de este requisito implicar� la p�rdida de derecho para promover la revisi�n.

La solicitud de la autopsia interrumpe el plazo de tres meses a que se refiere el articulo anterior.

Art�culo 148

Cuando se trate de incapacidad permanente absoluta o gran invalidez, la revisi�n por muerte ser� autom�tica, cualquiera que sea la causa del fallecimiento o la fecha en que �ste ocurra.

De no existir familiares con derecho a renta, �sta quedar� extinguida en el Fondo de Pensiones, el que, en su caso, abonar� el subsidio previsto en el �ltimo p�rrafo del articulo 52 y la indemnizaci�n por gastos de sepelio, regulada por el art�culo 54.

Art�culo 149

La revisi�n ser� instruida y resuelta por la Caja Nacional de Seguro de Accidentes del Trabajo, y se iniciar� mediante acuerdo de la misma o a instancia de parte interesada, con expresi�n de la causa en que se funde, notific�ndose seguidamente su iniciaci�n a los dem�s interesados para que aporten cuantos datos e informes consideren precisos en el plazo de un mes.

La Caja Nacional deber� practicar siempre el reconocimiento m�dico del directamente afectado por la revisi�n, pudiendo solicitar cuantos informes estime necesarios, y dictar� acuerdo en el plazo de tres meses, a contar desde la iniciaci�n del expediente.

Contra el expresado acuerdo podr� interponerse recurso de alzada ante la Direcci�n General de Previsi�n, dentro de los quince d�as siguientes al de su notificaci�n, que ser� presentado precisamente en la Caja Nacional o en la Delegaci�n o Agencia del domicilio del recurrente.

Art�culo 150

Recibido el recurso en la Caja Nacional, lo remitir� seguidamente, junto con el expediente. a la Direcci�n General de Previsi�n, notific�ndolo a las partes interesadas.

La Direcci�n General de Previsi�n solicitar� los informes y asesoramientos que considere pertinentes de la Caja Nacional de Seguro de Accidentes del Trabajo, del Servicio de Reaseguro de Accidentes y de sus propias Asesor�as c de cualquier otro organismo.

Tambi�n podr� utilizar los servicios de hospitalizaci�n de la Caja Nacional y disponer la pr�ctica de un reconocimiento conjunto por el M�dico de la misma. el que designe la Direcci�n General y los nombrados por las partes interesadas, levant�ndose acta con los dict�menes que se emitan.

Ultimado el expediente en un plazo que no exceder� de dos meses, resolver� la Direcci�n en el t�rmino de quince d�as, y su resoluci�n ser� firme y ejecutiva.

El plazo de tramitaci�n del recurso quedar� en suspenso durante el tiempo que se tarde en emitir el dictamen conjunto, que no podr� ser superior a un mes.

Si durante la tramitaci�n del expediente se considerase necesario tratamiento m�dico o de readaptaci�n, se suspender� aqu�lla durante el plazo m�ximo de seis meses.

Si en cualquier tr�mite del expediente el trabajador se negase, sin causa justa, a ser sometido a reconocimiento o tratamiento, podr� ser suspendido en el pago de la pensi�n.

Art�culo 151

Cuando por consecuencia de revisi�n resulte modificada la renta, la Caja Nacional devolver� el capital sobrante al que la constituy� o recibir� de �ste el que falte para constituir la nueva dentro del plazo de un mes, a partir de la fecha en que la resoluci�n firme sea notificada. Si la entidad aseguradora o el patrono, en su caso, hubieran desaparecido, la devoluci�n o el aumento de capital se har�n en favor o a cargo del Fondo de Garant�a. Si el patrono fuera insolvente, le sustituir� el Fondo en su obligaci�n (76).

La resoluci�n definitiva del expediente causar� efecto desde el d�a 1 del mes siguiente al en que se haya solicitado la revisi�n.

El trabajador tendr� derecho a que se le siga abonando la renta hasta que recaiga resoluci�n firme, y en el supuesto de que fuere reducida o suprimida, las rentas pagadas ser�n de cargo del Fondo de Compensaci�n.

Art�culo 152

La Caja Nacional de Seguro de Accidentes del Trabajo realizar� gratuitamente las revisiones y prestar� de igual modo la colaboraci�n que se le requiera con ocasi�n de los recursos que a causa de aqu�llas se planteen, imputando los gastos que se le originen al recargo correspondiente sobre las primas �nicas coste de renta a que se refiere el articulo 122 de este Reglamento.

Ello no obstante, si la revisi�n resultase en absoluto infundada, su coste ser� reintegrado a la Caja Nacional por quien la haya solicitado.

Art�culo 153

A efectos de revisi�n, y al margen de todo plazo, las rentas de derechohabientes estar�n supeditadas a las condiciones determinantes de su constituci�n, que podr� comprobar la Caja Nacional en cualquier momento.

Se proceder� a la revisi�n tanto si los descendientes o asimilados incapacitados pierden esta cualidad como si la adquieren, con el limite, para este �ltimo caso, de los dieciocho a�os de edad.

En caso de nuevo matrimonio del c�nyuge o madre viuda pensionista sin otros derechohabientes, se devolver� el capital restante a quien lo haya impuesto. Si existieran, se proceder� a la revisi�n, consider�ndoles como �nicos beneficiarios.

Contra el acuerdo de la Caja Nacional se dar� el mismo recurso ante la Direcci�n General de Previsi�n, regulado en el articulo 149 de este Reglamento.

Art�culo 154

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Art�culo 155

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Art�culo 156

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Art�culo 157

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Art�culo 158

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Art�culo 159

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Art�culo 160

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Art�culo 161

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Art�culo 162

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Art�culo 163

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Art�culo 165

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Art�culo 166

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Art�culo 167

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Art�culo 168

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Art�culo 169

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Art�culo 170

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Art�culo 171

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Art�culo 172

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Art�culo 173

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Art�culo 174

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Art�culo 175

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Art�culo 176

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Art�culo 177

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Art�culo 178

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Art�culo 179

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Art�culo 180

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Art�culo 181

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Art�culo 182

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Art�culo 183

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Art�culo 184

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Art�culo 185

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Art�culo 186

Prescribir�n a los tres a�os las acciones para reclamar el cumplimiento de las disposiciones sobre accidentes de trabajo, salvo para los casos a que se refiere el articulo 153.

Esta prescripci�n se interrumpir� por las mismas causas que la ordinaria y, adem�s, por la reclamaci�n administrativa ante cualquier organismo de car�cter oficial, as� como en virtud de expediente que tramite la Inspecci�n T�cnica de Previsi�n Social.

La prescripci�n quedar� en suspenso mientras se tramite acci�n Judicial contra el presunto culpable, criminal o civil, volviendo a contarse desde la fecha del auto de sobreseimiento o de la sentencia absolutoria.

No se suspender� la tramitaci�n del juicio laboral y deber� dictarse sentencia, aunque exista un procedimiento de cualquier clase ante otra jurisdicci�n.

Art�culo 187

El plazo de tres a�os que se se�ala en el articulo anterior empezar� a contarse del siguiente modo:

• a) Para las prestaciones por incapacidad temporal, desde la fecha del accidente.
• b) Para las indemnizaciones en forma de capital, a partir de la fecha del alta.
• c) Para las rentas por incapacidad permanente, desde el ida en que haya sido declarada.
• d) Para las rentas por muerte, desde la fecha del fallecimiento del causante.

Art�culo 188

El plazo de prescripci�n correr� a un tiempo para los responsables principales y subsidiarios del accidente. La demanda o cualquier otro acto contra los primeros no interrumpir� la prescripci�n para reclamar, en su caso, contra los segundos si �stos no hubiesen sido demandados, citados judicialmente, requeridos o advertidos directa y expresamente en forma legal o indubitada dentro del mismo plazo.

Art�culo 189

Cuando con ocasi�n o por consecuencia del trabajo se produzca un accidente por culpa o negligencia exigibles civilmente, o constitutiva de delito o falta, la entidad aseguradora o el patrono, en su caso, cumplir�n sin demora las obligaciones relativas a la asistencia m�dico-farmac�utica y al abono de las indemnizaciones procedentes, que ser�n exigibles inmediatamente por el trabajador o sus derechohabientes, sin perjuicio de las acciones simult�neas que procedan contra los responsables civil o criminalmente. Si �stos fuesen condenados, la indemnizaci�n se aplicar�, en primer t�rmino, a reintegrar a la entidad aseguradora o al patrono del coste de la asistencia o indemnizaciones que hubiere satisfecho, entregando el exceso si lo hubiere, a la v�ctima del accidente o a sus derechohabientes.

Para ejercitar este derecho preferente a la recuperaci�n por parte de las Entidades aseguradoras, se reconoce a �stas la plena facultad para que puedan personarse directamente en los procedimientos con todos los derechos que las Leyes de Enjuiciamiento vigentes conceden a los perjudicados.

Art�culo 190

La inspecci�n, en lo que respecta a la obligatoriedad del Seguro de Accidentes y a las dem�s obligaciones patronales determinadas en este Reglamento y en las disposiciones sobre seguridad e higiene del trabajo corresponde a la Inspecci�n del Trabajo.

Para practicarlas se seguir�n las normas referentes a la Inspecci�n o las que dicte el Ministerio de Trabajo.

Art�culo 191

La funci�n inspectora sobre los organismos, Servicios y entidades que practiquen el seguro o reaseguro de accidentes de trabajo corresponde a la Inspecci�n T�cnica de Previsi�n Social, que la ejercitar� de acuerdo con sus normas reglamentarias.

Art�culo 192

La inspecci�n, en lo que afecta a la declaraci�n y revisi�n de las incapacidades y a la percepci�n de las rentas, as� como a la prestaci�n de los servicios sanitarios por los patronos exceptuados, corresponde a la Caja Nacional

Art�culo 193

Los trabajadores podr�n denunciar por escrito a la Inspecci�n de Trabajo, a la Inspecci�n de Previsi�n Social o a la Caja, seg�n proceda, el incumplimiento por los patronos o por las Entidades aseguradoras, de sus respectivas obligaciones.

Art�culo 194

El incumplimiento de las obligaciones establecidas en la Ley de Seguros de Accidentes del Trabajo y en este Reglamento ser� sancionado conforme a cuanto se dispone en los art�culos siguientes.

Art�culo 195

Al patrono que no concierte el Seguro Obligatorio, que lo contrate con entidad distinta de aquella que preceptivamente corresponda, que no lo renueve oportunamente, que cometa ocultaci�n en la declaraci�n de salarios y en la del n�mero de obreros o en el aumento de las primitivamente declaradas, que incurra en la falta de pago de las primas o exija a sus trabajadores directa o indirectamente todo o parte de las primas, independientemente del recargo de demora que corresponda aplicar a las liquidaciones que a los efectos oportunos practique la Inspecci�n Nacional de Trabajo, podr� impon�rsele, a propuesta de �sta, una multa de 400 a 4.000 pesetas, seg�n la importancia de la empresa, de la infracci�n cometida, de las circunstancias de la misma y de sus consecuencias. En caso de reincidencia, la multa oscilar� entre 4.000 y 8.000 pesetas, y si se repite, la sanci�n ser� de 8.000 a 15.000 pesetas.

Art�culo 196

El incumplimiento de los preceptos reglamentarios referentes a la aplicaci�n de los mecanismos y medios preventivos de los accidentes de trabajo, y de las medidas de higiene y seguridad establecidas, o de las generales de salubridad, se sancionar� independientemente de la responsabilidad civil o criminal que proceda con multa de l.000 a l0.000 pesetas y, en caso de reincidencia, con multa de l0.000 a 50.000 pesetas. Las multas se aplicar�n en el grado m�ximo cuando se hayan producido accidentes o enfermedades profesionales o el incumplimiento pueda dar lugar, a juicio de la Inspecci�n, a riesgo grave o inminente de uno u otra.

Art�culo 197

Las infracciones de los preceptos relativos a las industrias y trabajos prohibidos a los ni�os menores de diecis�is a�os y mujeres menores de edad se sancionar�n con multa comprendida entre 2.000 y 4.000 pesetas, que se ir�n duplicando en caso de sucesivas reincidencias.

Art�culo 198

El incumplimiento de lo previsto en el articulo 154 de este Reglamento ser� sancionado con multa de 400 a 4.000 pesetas.

Para que proceda la imposici�n de sanci�n deber� acreditarse en caso de accidente leve, que el trabajador ha dado cuenta del mismo al patrono.

Art�culo 199

Las infracciones cometidas por los patronos que vulneren la expresa prohibici�n de pactos contrarios a la legislaci�n de accidentes ser�n sancionadas con multas hasta la cuant�a m�xima de 50.000 pesetas, que ser�n impuestas por la Direcci�n General de Previsi�n cuando su importe no exceda de 25.000 pesetas, y por el Ministerio de Trabajo, a propuesta de dicha Direcci�n, cuando sobrepase dicha suma.

Art�culo 200

La infracci�n por las entidades aseguradoras de Accidentes del Trabajo de las obligaciones impuestas en las Leyes y disposiciones relativas a las mismas, as� como sus actos de obstrucci�n al ejercicio de las funciones encomendadas a la Inspecci�n T�cnica de Previsi�n Social, independientemente de la adopci�n de las medidas que procedan, podr�n sancionarse con sujeci�n a las siguientes normas:

• 1.� Con multa de 1.000 a 5.000 pesetas por infracci�n advertida, sin que en cada caso su total importe, cuando se comprueben varias infracciones, pueda exceder de 15.000 pesetas.

Si mediare reincidencia, podr� imponerse una multa de 2.000 a l0.000 pesetas por infracci�n nuevamente comprobada, y por una cuant�a total de 25.000 pesetas.

2 � Con multa de 5.000 a 10.000 pesetas, hasta un total de 25.000, siempre que se trate de faltas graves.

Como tales se consideran la deficiencia y el retraso en la prestaci�n de la asistencia sanitaria que deba dispensarse y las cometidas para demorar el pago o la plena efectividad de las prestaciones econ�micas, sin perjuicio de lo dispuesto en el articulo 201.

Se sancionar�n con multa hasta la cuant�a m�xima de 50.000 pesetas las reincidencias en las faltas expresadas en el p�rrafo anterior, y, en todo caso, la denegaci�n de las prestaciones sanitarias cuando �stas deban dispensarse en virtud de disposici�n legal o reglamentaria y las cometidas para eludir el pago de prestaciones econ�micas o efectuar la liquidaci�n de las mismas bajo cualquier forma o modalidad que no se ajuste a lo prevenido en las disposiciones en vigor.

3 � la entidad aseguradora que concierte alguna de las operaciones reservadas a la Caja Nacional. en virtud de lo dispuesto en el articulo 74 de este Reglamento. y sin perjuicio de la nulidad del contrato desde la fecha de su efecto, se le impondr� una multa igual al duplo de la prima que le corresponder�a percibir por el mismo durante el primer a�o, sanci�n que en ning�n caso podr� exceder de 50.000 pesetas.

4 � Con multa de 5.000 a 10.000 pesetas las faltas de simple obstrucci�n al ejercicio de la funci�n inspectora.

En los casos de reincidencia y tambi�n en los de obstrucci�n reiterada, advertida en el curso de una misma visita de inspecci�n o de la tramitaci�n de un expediente, la multa podr� elevarse hasta 25.000 pesetas o hasta 50.000 si mediaren actos de resistencia o de desacato al funcionario o funcionarios encargados de la pr�ctica del servicio en que la obstrucci�n se produzca o cuando as� lo exijan razones de ejemplaridad, atendida la naturaleza de los hechos y las circunstancias que en los mismos concurran.

Art�culo 201

Adem�s de las sanciones expresadas en el art�culo anterior, la Inspecci�n T�cnica de Previsi�n Social, cuando as� lo requieran las circunstancias y la trascendencia que revistan los hechos comprobados, podr� proponer a la superioridad:

• a) La intervenci�n temporal de la entidad o instituci�n aseguradora por los funcionarios que a tal efecto se designen y limitada, en cada caso, a la esfera a que se extiende la competencia de la funci�n respectiva.
• b) La remoci�n d� los �rganos directivos o gestores de la entidad o instituci�n, sin perjuicio de hacer efectivas las responsabilidades en que personalmente hubieren incurrido por raz�n de los actos que determinen la aplicaci�n de esta medida.
• c) La exclusi�n temporal o definitiva de la entidad aseguradora del Registro Oficial a que se refiere el articulo 9l, supuesto en el cual, la liquidaci�n de las obligaciones que tuviere pendientes ser� siempre intervenida por funcionarios de la Inspecci�n T�cnica de Previsi�n Social.

Art�culo 202

En caso de infracci�n por patrono no asegurado o por las entidades aseguradoras de lo dispuesto en este Reglamento respecto a los plazos de entrega de documentos o de ingresos en la Caja Nacional, �sta lo comunicar� a la Inspecci�n de Trabajo o a la Inspecci�n T�cnica de Previsi�n Social, seg�n proceda, las cuales podr�n proponer la imposici�n de multas de l00 a 500 pesetas por d�a de demora.

Art�culo 203

Sin perjuicio de las sanciones que reglamentariamente se impongan por obstrucci�n a las Inspecciones de Trabajo y T�cnica de Previsi�n Social en las funciones que gen�ricamente les corresponden, la que se oponga a la labor que a la Caja Nacional de Seguro de Accidentes del Trabajo le se�ala espec�ficamente el articulo 79, de este Reglamento, ser� sancionada por la Direcci�n General de Previsi�n, a propuesta de la misma, con multa de 4.000 a 8.000 pesetas cuando se realice por primera vez, y de 8.000 a 15.000 en caso de reincidencia. Si �sta se repite podr� motivar la retirada de la autorizaci�n concedida por el Ministerio en virtud de dicho precepto legal.

Contra la resoluci�n de la Direcci�n General de Previsi�n podr� interponerse recurso de a�ada ante el Ministro de Trabajo.

Art�culo 204

Cualquier infracci�n en general de los preceptos de la Ley de Accidentes del Trabajo o de los dictados para su cumplimiento no comprendidos expresamente en los art�culos anteriores ser� objeto de multa de 400 a 4.000 pesetas, que se ir� duplicando en caso de sucesivas reincidencias.

A los efectos de este Reglamento, se apreciar� que existe reincidencia siempre que la nueva infracci�n se cometa dentro del a�o siguiente a contar de la fecha en que fue notificada la imposici�n de sanci�n por falta de id�ntico o an�logo car�cter.

Art�culo 205

En todo lo no previsto en este Reglamento respecto al se�alamiento de las infracciones, imposici�n de sanciones, recursos, instrucci�n y tramitaci�n de expedientes y actuaci�n de las inspecciones se estar� a lo dispuesto en los Reglamentos y normas de la Inspecci�n de Trabajo y de la Inspecci�n T�cnica de Previsi�n Social.

Art�culo 206

Tanto las Mutualidades Patronales como la Caja Nacional de Seguro de Accidentes del Trabajo, estar�n exentas de toda clase de contribuciones e impuestos por los actos y contratos comprendidos en su legislaci�n especial, debiendo librarse y expedirse gratuitamente por las autoridades todos los documentos que se relacionen con dicha aplicaci�n.

No podr�n tampoco ser gravados por ning�n arbitrio o exacci�n de car�cter municipal o provincial.

Art�culo 207

Las indemnizaciones que se abonen al trabajador o a sus derechohabientes por aplicaci�n de este Reglamento, cualquiera que sea su forma y la constituci�n de capitales con tal motivo, se declaran exentas del pago de derechos reales y de cualesquiera otros impuestos.

Asimismo, quedar�n exentos del impuesto del timbre las p�lizas, libros y dem�s documentos de la Caja Nacional y de las Mutuas Patronales de Accidentes del Trabajo.

Art�culo 208

Como parte integrante que es del Instituto Nacional de Previsi�n, la Caja Nacional de Seguro de Accidentes del Trabajo gozar� de la tarifa especial de impresos para su correspondencia con sus Delegaciones Provinciales u otros �rganos locales y asegurados, patronos y trabajadores, y de las dem�s exenciones fiscales y privilegios otorgados a aqu�l por la Ley de 27 de febrero de 1908 y sus disposiciones complementarias, entre ellas, la del beneficio de pobreza sin necesidad de declaraci�n.

Art�culo 209

Todas las reclamaciones que se formulen por el trabajador, sus derechohabientes o cualquier otra parte interesada, las certificaciones que se determinan en el art�culo 27 o cualesquiera otras y dem�s documentos que se expidan, tanto con ocasi�n de la aplicaci�n de las disposiciones fundamentales como de las reglamentarias, se tramitar�n y librar�n gratuitamente, y, en todo caso, se extender�n en papel com�n.

Art�culo 210

Las rentas que abone la Caja Nacional ser�n en todo caso propiedad de los beneficiarios; gozar�n de la exenci�n del art�culo 428 del C�digo de Comercio y no podr�n ser objeto de cesi�n, embargo ni retenci�n alguna con arreglo al art�culo 31 de la Ley de 27 de febrero de 1908.

Los capitales que las Mutualidades y Compa��as hayan de entregar a la Caja Nacional se considerar�n afectos, por ministerio de la Ley, a la constituci�n de pensiones y estar�n libres de embargos que desvirt�en su finalidad y de reclamaciones de terceros.

Art�culo 211

Las indemnizaciones por raz�n de accidentes del trabajo se considerar�n incluidas entre los bienes exceptuados de embargo por el art�culo 1.449 de la Ley de Enjuiciamiento Civil, y no podr� hacerse efectiva en ellas ninguna responsabilidad.

Igualmente, ser� de aplicaci�n a dichas indemnizaciones lo dispuesto en el art�culo 59 de la Ley sobre Contrato de Trabajo.

DISPOSICION FINAL

Ser�n nulos y sin valor toda renuncia a los beneficios de este Reglamento y todo pacto, convenio o contrato contrario a ellos, cualquiera que fuere la �poca y la forma en que se realicen, quedando prohibidos expresamente los actos de conciliaci�n y juicio de �rbitros y amigables componedores sobre las cuestiones que se susciten entre trabajadores y patronos o entre aqu�llos y entidades aseguradoras sobre los beneficios que concede a los primeros la legislaci�n de accidentes de trabajo.

Primera

Para el Seguro de Trabajos Portuarios subsistir� lo dispuesto en el Decreto-ley de 9 de julio de 1954 y Orden ministerial de 28 de octubre del mismo a�o en lo que �sta no se oponga a lo establecido en el articulo 73 de este Reglamento.

Segunda

Por lo que se refiere al Seguro de Accidentes del Trabajo por explosi�n de minas u otros artefactos de guerra en el mar, subsistir� lo dispuesto en las normas que lo regulan y especialmente en la Orden de 23 de febrero de 1954.

Tercera

Todas las entidades aseguradoras actualmente inscritas en el Registro de la Direcci�n General de Previsi�n autorizadas para ira pr�ctica de este Seguro, conforme a lo previsto en el Reglamento de 31 de enero de 1933. se entender� que tienen concedida autorizaci�n para practicarlo con arreglo a este Reglamento y podr�n seguir utilizando los modelos actuales de p�lizas hasta que se les apruebe el nuevo modelo, a�adi�ndoles una cl�usula de sometimiento a los preceptos del presente Reglamento. Esta cl�usula deber� ser igualmente a�adida a las p�lizas de la Caja Nacional de Seguro de Accidentes del Trabajo.

Cuarta

Los concesionarios o contratistas de servicios u obras p�blicas a quienes se hubiese autorizado al amparo de lo dispuesto en la norma quinta de la Orden de 30 de septiembre de 1942 para continuar teniendo en r�gimen mutuo la cobertura de los riesgos de indemnizaci�n por incapacidad permanente y muerte, podr�n seguir en dicho r�gimen el Seguro de los riesgos establecidos en este Reglamento.

Primera

Para la aplicaci�n de este Reglamento en los Ministerios del Ej�rcito, Marina y Aire y Servicios que de ellos dependan se dictar�n las normas oportunas por los tres Ministerios, junto con el de Trabajo. Hasta que se dicten se entender�n aplicables las relativas a dichos Ministerios contenidas en el capitulo X del Reglamento de 31 de enero de 1933 y disposiciones complementarias en cuanto no se opongan a lo contenido en el presente.

Segunda

En el periodo comprendido entre el 1 de abril y el 31 de julio de 1956, el r�gimen provisional de indemnizaciones por incapacidad permanente y muerte en la �Peque�a Agricultura� ser� el siguiente:

La entidad aseguradora o, en su defecto, el patrono ingresar�n en la Caja Nacional el importe de las indemnizaciones previstas en el Reglamento de 25 de agosto de 1931.

La Caja Nacional instruir� el oportuno expediente de renta y constituir� la pensi�n correspondiente con arreglo al presente Reglamento, anticipando la diferencia entre la cantidad recibida de la entidad aseguradora o del patrono y la que efectivamente suponga el capital coste de la renta. Estos anticipos se efectuar�n con cargo al Fondo de Garant�a en la agricultura por los accidentes ocurridos y el importe que represente en el periodo comprendido entre I de abril de 1956 al 31 de julio del mismo a�o ser� prorrateado entre todas las entidades aseguradoras autorizadas para la pr�ctica del Seguro de Accidentes del Trabajo, incluida la Caja Nacional, en proporci�n a su recaudaci�n de primas durante el ejercicio de 1955 por la cobertura de riesgos de �Peque�a Agricultura�.

Durante este periodo transitorio, todas las dem�s prestaciones ser�n satisfechas con arreglo a este Reglamento.

A partir de 1 de agosto de 1956, se entender�n aquellas p�lizas modificadas por ministerio de la Ley para cubrir las prestaciones de este Reglamento, aplic�ndose a dichos contratos las tarifas vigentes para la agricultura, sometidas hasta ahora al Reglamento de 31 de enero de 1933, y viniendo obligados los patronos a satisfacer, con el mismo efecto de I de agosto de 1956, las primas que correspondan.

Tercera

Los contratos de seguro vigentes en aplicaci�n del Reglamento de 31 de enero de 1933 que comprendan el �seguro completo� se entender�n por ministerio de la Ley y sin necesidad de ninguna modificaci�n de las partes, que garantizan desde 1 de abril de 1956 las prestaciones previstas en el presente Reglamento.

Las p�lizas de seguro vigentes que s�lo comprendan los riesgos de incapacidad permanente y muerte, por llevar al patrono directamente a su cargo el de incapacidad temporal, se entender�n ampliadas de derecho a este riesgo desde I de abril de 1956, excepto en los supuestos del articulo 79, debiendo satisfacer el asegurado la diferencia de primas con arreglo a las tarifas vigentes.

De existir alguna de estas excepciones, el patrono deber� notificarla a la entidad aseguradora de incapacidad permanente y muerte por carta certificada en el plazo de treinta d�as, a partir de la fecha en que se publique este Reglamento en el Bolet�n Oficial del Estado.

Si el patrono tuviera asegurado el riesgo de incapacidad temporal en entidad distinta de la que cubra la incapacidad permanente y muerte, tendr� facultad para elegir entre ambas para la unificaci�n de los riesgos durante el plazo de treinta d�as. Si no opta en dicho plazo, se entender� de derecho convertida en completa la p�liza de incapacidad permanente y muerte y rescindida la p�liza que s�lo cubr�a la incapacidad temporal.

Cuarta

Las Mutualidades Agr�colas autorizadas para la pr�ctica del Seguro de Accidentes del Trabajo en la agricultura, conforme al Decreto de 25 de agosto de 1931, habr�n de presentar antes del 31 de julio de 1956, en la Direcci�n General de Previsi�n, solicitud de autorizaci�n para seguir operando en el Ramo del Seguro conforme a este Reglamento. A dicha solicitud acompa�ar�n toda la documentaci�n acreditativa de haber cumplido los requisitos exigidos en el presente Reglamento y, adem�s, el justificante de haber constituido la fianza inicial y de haber contratado el correspondiente reaseguro con el servicio de los riesgos comprendidos en aqu�l.

Con la presentaci�n de estos documentos podr�n practicar el Seguro provisionalmente hasta la resoluci�n definitiva del Ministerio.

Si la disoluci�n fuese negativa, continuar� durante treinta d�as la situaci�n provisional para que el patrono mutualista pueda formalizar su Seguro con otra entidad autorizada.

Los patronos mutualistas que en la Junta General voten en contra de la adaptaci�n de la Mutua al nuevo Reglamento quedar�n libres de contratar el Seguro regulado en �sta, caducando de derecho su p�liza con la Mutua.

Quinta

Hasta que se aprueben las tarifas de primas �nicas, coste de renta, reguladas en el art�culo 110, se aplicar�n las actualmente vigentes.

DISPOSICION DEROGATORIA

Quedan derogados el Reglamento de Accidentes del Trabajo en la Industria, de 31 de enero de 1933; el de Accidentes en la Agricultura, de 28 de agosto de 1931, y el de Accidentes en el Mar, de 4 de junio de 1940, y Decretos de 25 de junio de 1935, sobre acciones del Fondo de Garant�a, de 25 de junio de 1935, sobre revisi�n a favor de dicho Fondo; de 8 de octubre de 1935, sobre Seguro Obligatorio de Accidentes del Trabajo; de 13 de octubre de 1938, sobre tramitaci�n de expedientes de renta; de 2 de marzo de 1939, sobre derechos de registro; de 29 de septiembre de 1943, sobre prestaciones del R�gimen de Accidentes del Trabajo; de 29 de septiembre de 1943, sobre fianzas; de 23 de diciembre de 1944, sobre procedimiento en materia de accidentes, de 31 de marzo de 1945, sobre Seguro de Enfermedad de Accidentados; de 24 de noviembre de 1945, sobre Subsidio Familiar a Accidentados, de 22 de septiembre de 1947, sobre gastos de sepelio; de 25 de marzo de 1949, sobre fianzas, y �rdenes ministeriales dictadas en ejecuci�n de estas disposiciones y todas las contenidas en Decretos u Ordenes que se opongan al presente Reglamento.