Sumario

Pre�mbulo

En el ordenamiento jur�dico espa�ol no existe norma alguna que defina con precisi�n qu� ha de entenderse por mar territorial espa�ol. Las variadas disposiciones relativas al ejercicio de competencias estatales espec�ficas en la faja mar�tima que rodea nuestras costas utilizan diversas denominaciones, como �aguas jurisdiccionales�, �zona mar�tima espa�ola�, �aguas espa�olas�, �mar litoral nacional�, incluso la de �mar territorial�. Por otra parte las disposiciones que utilizan esas expresiones, y muy particular la de �aguas jurisdiccionales�, refieren el concepto al �mbito espec�fico de la materia regulada por la disposici�n de que se trate (a efectos pesqueros, fiscales, sanitarios, etc�tera).

Por tanto, es necesario y urgente poner fin a esta situaci�n procediendo a definir con car�cter general la noci�n del Mar Territorial, de conformidad con el Derecho Internacional en vigor y espec�ficamente con la Convenci�n de Ginebra de 29 de abril de 1958, a la que Espa�a se adhiri� con fecha 25 de febrero de 1971.

Al realizar esta definici�n, procedi� fijar de manera clara y terminante la anchura de esa zona, estableci�ndola en doce millas marinas, y ello en atenci�n a que este es el l�mite establecido en la actualidad por la mayor�a de los Estados y considerado conforme al Derecho Internacional vigente.

Tanto a efectos pesqueros (Ley 20/1967, de 8 de abril), como a los fiscales (Decreto 3281/1968, de 26 de diciembre), tal ven�a siendo ya el l�mite establecido para el ejercicio de la jurisdicci�n espa�ola.

Una disposici�n de �ndole general que defina jur�dicamente el mar territorial espa�ol y fije la anchura de ese espacio mar�timo no puede reducirse a esas dos cuestiones, sino que debe tambi�n resolver, en la medida en que un Estado puede hacerlo unilateralmente, la cuesti�n de la delimitaci�n, tanto interior (hacia tierra) como exterior (hacia la alta mar o los mares territoriales de otros Estados) de la zona.

Considerando no s�lo las ventajas t�cnicas que el sistema de las l�neas de base rectas y las l�neas de cierre de bah�as ofrecen a los efectos de la determinaci�n del l�mite exterior del mar territorial en una costa accidentada como la espa�ola, sino tambi�n su importancia a los efectos del trazado de las l�neas de equidistancia para la delimitaci�n de los espacios mar�timos respecto de los correspondientes a los otros Estados, la Ley acoge la aplicaci�n de este sistema y por lo que se refiere a la delimitaci�n exterior del mar territorial, contiene la �nica norma que unilateralmente cabe dictar, la de que nuestras aguas no se extender�n, salvo mutuo acuerdo entre los Estados interesados, m�s all� de la correspondiente l�nea media entre las respectivas l�neas de base, siempre que �stas sean conformes al Derecho Internacional.

La Ley, que respeta los derechos de los Estados cuyos nacionales pueden hoy pescar en nuestras aguas en virtud de lo dispuesto en el Convenio europeo de pesca de 9 de marzo de 1964 o en convenios bilaterales, comprende como disposici�n final el texto de la declaraci�n relativa a Gibraltar formulada por Espa�a al adherirse a los Convenios de Ginebra de 29 de abril de 1958.

En su virtud, y de conformidad con la Ley aprobada por las Cortes Espa�olas, vengo a sancionar:

DISPOSICIONES FINALES