Ley 5/1999, de 29 de junio, de prevenci髇 y lucha contra los incendios forestales

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Sumario

V閍se el D [ANDALUC虯] 247/2001, 13 noviembre, por el que se aprueba el Reglamento de Prevenci髇 y Lucha contra los Incendios Forestales (BOJA 15 diciembre).LE0000164057

EL PRESIDENTE DE LA JUNTA DE ANDALUCIA A TODOS LOS QUE LA PRESENTE VIEREN, SABED:

Que el Parlamento de Andaluc韆 ha aprobado y yo, en nombre del Rey y por la autoridad que me confieren la Constituci髇 y el Estatuto de Autonom韆, promulgo y ordeno la publicaci髇 de la siguiente � LEY DE PREVENCION Y LUCHA CONTRA LOS INCENDIOS FORESTALES

EXPOSICION DE MOTIVOS

Los incendios forestales constituyen una grave amenaza para el medio natural y, sin embargo, cada a駉 cientos, cuando no miles, de hect醨eas sucumben a la acci髇 del fuego, motivado tanto por causas naturales como por la malicia y la desidia humanas. Para luchar contra este azote se ha contado hasta la fecha con la Ley 81/1968, de 5 de diciembre, sobre Incendios Forestales, y su Reglamento, aprobado por el Decreto 3769/1972, de 23 de diciembre, disposiciones ambas en las que el transcurso del tiempo ha dejado sentir ampliamente sus efectos, especialmente desde una 髉tica de evoluci髇 tan vertiginosa como la medioambiental.

La materia se halla tambi閚 incluida en el campo de la protecci髇 civil, cuya normativa se encuentra esencialmente contenida en la Ley 2/1985, de 21 de enero, de Protecci髇 Civil, en el Real Decreto 407/1992, de 24 de abril, por el que se aprueba la Norma B醩ica de Protecci髇 Civil, y en el Acuerdo del Consejo de Ministros de 18 de marzo de 1993, por el que se aprueba la Directriz B醩ica de Planificaci髇 de Protecci髇 Civil de Emergencia por Incendios Forestales.

Por su parte, la Comunidad Aut髇oma de Andaluc韆 cuenta desde 1992 con su propia Ley Forestal, en la que se recogen los principios b醩icos sobre la materia desde una 髉tica acorde con el papel que a los montes corresponde otorgar en las postrimerias del siglo XX, pero cuya visi髇 integral de aqu閘los impide una regulaci髇 exhaustiva de un tema tan crucial para la protecci髇 de los recursos naturales como los incendios forestales. De ah� que los aspectos esenciales de la acci髇 administrativa y el establecimiento de limitaciones a la actuaci髇 de los particulares se encuentran regulados en el Decreto 470/1994, de 20 de diciembre, de Prevenci髇 de Incendios Forestales, y en el Decreto 108/1995, de 2 de mayo, por el que se aprueba el Plan de Lucha contra los incendios Forestales en la Comunidad Aut髇oma de Andaluc韆.

La presente Ley nace, por tanto, de la necesidad de modernizar el r間imen jur韉ico de la prevenci髇 y lucha contra los incendios forestales y encuentra su principal fundamento competencial en los art韈ulos 13.7 y 15.1.7 del Estatuto de Autonom韆 de Andaluc韆 relativos a las materias de montes, aprovechamientos y servicios forestales y de medio ambiente, respectivamente; sin olvidar que ambos t韙ulos, lejos de legitimar un desenvolvimiento aut髇omo, deben ser necesariamente ejercidos en el marco de la legislaci髇 b醩ica del Estado sobre protecci髇 del medio ambiente y sobre montes y aprovechamientos forestales, dictada al amparo del art韈ulo 149.1.23 de la Constituci髇, e igualmente en el respeto a cualquier otro t韙ulo competencial estatal constitucionalmente previsto que tenga conexi髇 con su contenido, como los relativos a legislaci髇 civil (art. 149.1.8 C.E.), seguridad p鷅lica (art. 149.1.29) o bases del r間imen jur韉ico de las Administraciones P鷅licas, legislaci髇 sobre expropiaci髇 forzosa y legislaci髇 b醩ica sobre contratos y concesiones administrativas(art. 149.1.18).

Sin perjuicio de los anteriores, otros t韙ulos competenciales, estatutariamente asumidos por nuestra Comunidad Aut髇oma inciden sobre aspectos concretos del texto, como los referentes a la mejora y ordenaci髇 de las explotaciones forestales (art. 18.1.4 del Estatuto de Autonom韆), r間imen local (art. 13.3), bienes de dominio p鷅lico y patrimoniales cuya titularidad corresponda a la Comunidad Aut髇oma (art. 13.6), urbanismo (art. 13.8), asociaciones (art. 13.25) o expropiaci髇 forzosa, en los t閞minos, esta 鷏tima, vinculados al car醕ter medial o instrumental que ha destacado la jurisprudencia constitucional.

En una l韓ea integradora, para evitar una dispersi髇 normativa contraria al principio de seguridad jur韉ica, se ha trasladado a la presente Ley el contenido de determinados art韈ulos de la Ley 2/1992, de 15 de junio, Forestal de Andaluc韆, referentes a los incendios forestales, con la correspondiente derogaci髇 de los mismos.

En relaci髇 con el contenido, la presente Ley comienza fijando el concepto de incendio forestal, definido como el que afecta a montes o terrenos forestales. Se delimita, adem醩, una zona perimetral, denominada Zona de Influencia Forestal, que permite adoptar medidas preventivas en un 醡bito m醩 amplio que el estrictamente forestal, ya que los incendios se derivan en ocasiones de actividades que no se localizan en el propio monte sino en sus inmediaciones.

La Ley parte del principio de que la prevenci髇 y lucha contra los incendios forestales conciernen a todos, y de que el uso de los montes debe estar presidido por la necesidad de prevenir la iniciaci髇 o propagaci髇 de incendios forestales. Siguiendo la ya antigua tradici髇 de exigir a cada uno lo que pueda aportar en la lucha contra los incendios, recogida en fecha m醩 reciente por la legislaci髇 de protecci髇 civil, se configura la colaboraci髇 ciudadana como obligatoria, si bien se exige m醩 a quien m醩 se beneficia del monte, por lo que los propietarios y titulares de derechos reales o personales de uso y disfrute de terrenos o explotaciones forestales deber醤 asumir las obligaciones derivadas de dicha titularidad.

En materia de acci髇 administrativa se fijan las competencias de las Administraciones de la Comunidad Aut髇oma de Andaluc韆 que deben intervenir en la materia y la necesaria colaboraci髇 entre las mismas.

Para canalizar la colaboraci髇 de los propietarios forestales, incluidas las Entidades Locales y asociaciones o entidades previstas por la Ley, se acude a la figura de la Agrupaci髇 de Defensa Forestal, instaurada en la Ley Forestal de Andaluc韆 y de la que destaca su car醕ter voluntario. Asimismo, se regulan los Grupos Locales de Pronto Auxilio, promovidos por las Entidades Locales, y otros grupos equivalentes que sirvan de cauce a la participaci髇 voluntaria de los ciudadanos en la prevenci髇 y lucha contra los incendios forestales.

Se presta una especial atenci髇 a los aspectos relativos a la prevenci髇, partiendo de la base de que la acci髇 m醩 eficaz contra los incendios forestales es la de evitar que se produzcan. De ah� que se contemple la planificaci髇 preventiva y se prevea la regulaci髇 de los usos y actividades susceptibles de provocar incendios forestales, fijando las bases para el se馻lamiento de las Epocas y Zonas de Peligro a partir de la ya amplia experiencia adquirida en este tema.

La planificaci髇 se realiza a trav閟 de dos clases de instrumentos dedicados, respectivamente, a la prevenci髇 y a la lucha contra los incendios forestales, no s髄o con objetivos distintos, sino con uso de metodolog韆 y recursos claramente diferenciados. En cuanto a la primera, y partiendo de la conveniencia de que exista un instrumento integrador, la prevenci髇 de incendios se planifica a trav閟 de los Planes de Ordenaci髇 de los Recursos Naturales previstos en la Ley Forestal de Andaluc韆. Como medio para concretar esta planificaci髇 en cada monte, se prev� la incorporaci髇 de previsiones de gesti髇 preventiva de incendios en los instrumentos de ordenaci髇 o gesti髇 forestal existentes, tales como Proyectos de Ordenaci髇 y Planes T閏nicos, y en defecto de los mismos, la elaboraci髇 de Planes de Prevenci髇 de Incendios Forestales.

Por su parte, los Planes de Lucha contra Incendios recogen las previsiones establecidas en materia de protecci髇 civil y extienden su 醡bito a la circunscripci髇 propia de la Administraci髇 cuyos recursos pretenden ordenar, o bien al del espacio concreto cuya situaci髇 de potencial riesgo haga necesaria su elaboraci髇, como es el caso de los Planes de Autoprotecci髇.

Como novedad destacable, en el t韙ulo dedicado a la financiaci髇 y los incentivos, se reconoce, de una parte, la necesidad de apoyar desde la Administraci髇 las actividades de los titulares de los montes, cuyas obligaciones en materia de prevenci髇 no siempre resultan proporcionadas con la rentabilidad econ髆ica de sus propiedades y, de otra, la obligaci髇 de los administrados de contribuir al sostenimiento de los servicios de los que se benefician directamente. Para hacer efectiva esta 鷏tima se crea la Tasa de Extinci髇 de Incendios Forestales, figura impositiva que repercute en los titulares de los montes el coste de extinci髇 de los incendios, por aplicaci髇 de una tarifa referida a los medios empleados en cada caso, si bien modulada con la fijaci髇 de l韒ites correctores que impiden desviaciones del principio de proporcionalidad.

Finalmente, partiendo de los principios consagrados en la Ley de R間imen Jur韉ico de las Administraciones P鷅licas y del Procedimiento Administrativo Com鷑, el r間imen sancionador recoge un cat醠ogo de infracciones administrativas que permita aplicar medidas sancionadoras y exigir responsabilidades desde el propio 醡bito de la Administraci髇. En la calificaci髇 de las infracciones y la aplicaci髇 de las sanciones juega un papel primordial la consideraci髇 de la extensi髇 afectada por el incendio y las caracter韘ticas naturales de la misma.