Sumario

Ley [ARAG覰] 23/2001, 26 diciembre, derogada por el n鷐ero 3 de la Disposici髇 Derogatoria de D Leg [ARAG覰] 1/2006, 27 diciembre, del Gobierno de Arag髇, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de Comarcalizaci髇 de Arag髇 (獴.O.A.� 30 diciembre) el 31 de diciembre de 2006.

En nombre del Rey y como Presidente de la Comunidad Aut髇oma de Arag髇, promulgo la presente Ley, aprobada por las Cortes de Arag髇, y ordeno se publique en el 獴olet韓 Oficial de Arag髇� y en el 獴olet韓 Oficial del Estado�, todo ello de conformidad con lo dispuesto en el art韈ulo 20.1 del Estatuto de Autonom韆.

PREAMBULO

I

El art韈ulo 5 del Estatuto de Autonom韆 de Arag髇, con su previsi髇 de que una ley de Cortes de Arag髇 pudiera ordenar y regular la constituci髇 de comarcas, realiz� una apuesta decidida desde el m醩 alto nivel normativo posible por una forma diversa de organizaci髇 territorial de Arag髇, que la presente Ley, que se sit鷄 en el camino de un largo y asentado proceso normativo, se propone impulsar definitivamente.

La Ley 10/1993, de 4 de noviembre, de Comarcalizaci髇 de Arag髇, fue el primer paso en el desarrollo de las previsiones estatutarias, y mediante su aprobaci髇, las Cortes de Arag髇 ofrecieron un modelo de organizaci髇 desde los puntos de vista procedimental, competencial, org醤ico y financiero, modelo que tuvo la virtud de clarificar las diversas opciones te髍icamente existentes a partir de la menci髇 estatutaria y de ir preparando una siempre delicada labor de transici髇. En esa senda, la Ley 8/1996, de 2 de diciembre, de Delimitaci髇 Comarcal de Arag髇, cumpli� las previsiones de la disposici髇 adicional segunda de la Ley 10/1993, estableciendo un mapa comarcal completo de Arag髇, previa consulta con las entidades locales.

Con los anteriores mimbres normativos y contando con la firme voluntad pol韙ica en relaci髇 a este asunto mostrada tanto por los acuerdos fundacionales del Gobierno de coalici髇 de la Quinta Legislatura como por todos los Grupos Parlamentarios -debe recordarse que las anteriores leyes fueron aprobadas por unanimidad, unanimidad que siempre ha estado presente en esta cuesti髇 en las diversas resoluciones y acuerdos parlamentarios aprobados con posterioridad-, es perfectamente entendible el amplio movimiento comarcalizador actual, del que son muestra las ocho Leyes de creaci髇 de Comarcas aprobadas hasta el momento y los distintos proyectos de ley que se encuentran en la actualidad en distintas fases de tramitaci髇.

La creaci髇 de las comarcas mencionadas ha ido seguida, conforme a las previsiones normativas, de la constituci髇 de sus 髍ganos de gobierno y del inicio, en algunos casos, del proceso negociador de las transferencias de funciones y servicios correspondientes a las competencias gen閞icamente enunciadas en la Ley 10/1993 y en las distintas Leyes de creaci髇 de comarcas.

II

El momento decisivo descrito hace necesario dar un paso adelante en el 醡bito espec韋ico del problema actualmente debatido: las competencias concretas a asumir por las comarcas. Estas ya fueron enunciadas de manera gen閞ica por la Ley 10/1993 de Comarcalizaci髇, enunciaci髇 que con algunos cambios terminol骻icos ha sido seguida por las distintas Leyes de creaci髇 de comarcas. M醩 all� de lo gen閞ico se hace necesario, sin embargo, una particularizaci髇 normativa que permita un conocimiento exacto del contenido de cada uno de los grandes t韙ulos competenciales. Ese es el principal objetivo de esta Ley, que, a esos efectos, desarrolla minuciosamente y bajo el principio de atribuir a las Comarcas un amplio contenido competencial, los t韙ulos gen閞icos aparecidos desde 1993 sumando alguno, como la ense馻nza, que dif韈ilmente pod韆 haber sido objeto de tratamiento en aquel momento.

La finalidad que gu韆 a esta Ley es, por tanto, m鷏tiple: por un lado, se desarrollan con evidente confianza hacia la labor futura de las comarcas los t韙ulos competenciales presentes en la legislaci髇 general y en la de creaci髇 de cada una de ellas, pero, adem醩, se proporcionan elementos suficientes para la atribuci髇 de medios financieros y personales con los cuales poder atender las nuevas responsabilidades. De todo ello no cabe esperar como consecuencia 鷏tima sino un afianzamiento del b醩ico principio de seguridad jur韉ica, elemental en cualquier operaci髇 de transformaci髇 de la organizaci髇 territorial de una entidad p鷅lica.

En cualquier caso, el modelo ofrecido no quiere ser absolutamente inflexible sino que, como parece l骻ico, los ajustes a la capacidad y necesidades de cada comarca, tendr醤 lugar en el marco de Comisiones mixtas de transferencias para las que tambi閚 se contienen en el texto los correspondientes principios jur韉icos. Los acuerdos alcanzados en el seno de estas comisiones se aprobar醤 por decreto del Gobierno de Arag髇, a partir del cual y de las previsiones temporales que en ellos se contengan tendr醤 lugar las transferencias de medios personales y financieros, elementales para el cumplimiento de las competencias decididas. Igualmente, ofrecer un listado legal de competencias transferidas no quiere decir que no pueda en el futuro ampliarse dicho listado en el marco de evoluciones ahora dif韈ilmente predecibles como, por ejemplo, recepci髇 de nuevas competencias estatales por la Comunidad Aut髇oma o profundizaci髇 en las posibilidades gestoras de las comarcas como consecuencia de la valoraci髇 positiva de su actividad.

Algunos preceptos de contenido general sobre el ejercicio de la potestad sancionadora o las facultades de gesti髇 de subvenciones y ayudas realizadas por la comarca contribuir醤, tambi閚, al eficaz funcionamiento de los nuevos entes territoriales, disminuyendo los l骻icos problemas de inserci髇 de unas nuevas entidades locales en un ordenamiento jur韉ico sectorial que no las contemplaba -o s髄o las contemplaba parcialmente-, por l骻icas razones.

III

Aun cuando el acento de esta Ley resida, fundamentalmente, en la determinaci髇 de las competencias de las comarcas, no debe entenderse que con ello se agota su funcionalidad. Se contienen tambi閚 en ella una serie de preceptos relativos a la capitalidad, denominaci髇 o extensi髇 territorial, que tienen la virtualidad de solucionar algunos problemas interpretativos o dificultades surgidos en el largo proceso normativo que se ha seguido hasta el momento y del que son buena muestra las 鷏timas Leyes de creaci髇 de comarcas. Al mismo tiempo, estos preceptos cumplen el objetivo de ofrecer un marco m醩 seguro de desenvolvimiento a las futuras leyes de creaci髇 de comarcas que podr醤 ser mucho m醩 simples que las hasta ahora conocidas, en cuanto que en alguno de sus contenidos tradicionales podr� servir la mera remisi髇 a los principios ya establecidos en esta Ley.

Igualmente, en este plano deben entenderse algunos textos sobre composici髇 y funcionamiento de 髍ganos de las comarcas que tienen el mismo objetivo de favorecer el m醩 f醕il desarrollo de la actividad de las mismas.

Particular importancia tienen las normas sobre financiaci髇 de las comarcas mediante las cuales se actualizan acuerdos ya alcanzados en anteriores leyes y se dispone el procedimiento para financiar la actividad de las comarcas.

En suma, las m鷏tiples 玬edidas� que contiene esta Ley y las regulaciones que en las normas presupuestarias tramitadas paralelamente se contienen permitir醤 una firme y pausada transformaci髇 de la organizaci髇 territorial aragonesa basada en las comarcas, tal y como quer韆 el Estatuto, que deber� cooperar a una aproximaci髇 de las decisiones p鷅licas a los ciudadanos y, al tiempo, a una configuraci髇 m醩 equilibrada de la organizaci髇 territorial de la Comunidad Aut髇oma.