Sumario

--> Ley [PRINCIPADO DE ASTURIAS] 10/2002, 19 noviembre, derogada por el n�mero 1 de la Disposici�n derogatoria de la Ley [PRINCIPADO DE ASTURIAS] 9/2010, 17 diciembre, de Comercio Interior (�B.O.P.A.� 24 diciembre) el 25 de diciembre de 2010.

EL PRESIDENTE DEL PRINCIPADO DE ASTURIAS

Sea notorio que la Junta General del Principado de Asturias ha aprobado, y yo en nombre de Su Majestad el Rey, y de acuerdo con lo dispuesto en el art�culo 31.2 del Estatuto de Autonom�a del Principado de Asturias, vengo a promulgar la siguiente Ley de Comercio Interior.

PREAMBULO

El sector del comercio interior constituye un elemento fundamental en la configuraci�n de una estructura econ�mica moderna, resultando evidente su destacada participaci�n en la creaci�n de empresas y de empleo. Pero su importante papel no es �nicamente econ�mico, sino que, con id�ntico valor, desempe�a una funci�n relevante en la estructuraci�n territorial, urbana y de poblaci�n de nuestra sociedad.

Los �ltimos a�os han supuesto una evoluci�n radical en la estructura y la forma del sector comercial, derivada de un fen�meno modernizador general que ha supuesto para el comercio no s�lo cambios sociales y tecnol�gicos, sino, sobre todo, importantes cambios competitivos derivados de la formaci�n de grandes superficies comerciales y de grandes grupos de distribuci�n.

Como consecuencia de lo expuesto, el sector comercial se encuentra claramente polarizado entre el peque�o comercio de car�cter tradicional y las grandes superficies y grupos comerciales. Es necesario corregir esta situaci�n y posibilitar el acercamiento, la sinergia y la confluencia de ambos tipos de comercio, de esta forma se garantizar�n los objetivos propios de todo proceso de modernizaci�n.

No obstante, este objetivo del equilibrio no debe, en modo alguno, abstraerse de la flexibilidad precisa para permitir la continua evoluci�n a trav�s de la permanente incorporaci�n de nuevas tipolog�as comerciales. De igual forma, debe entenderse tal objetivo desde las caracter�sticas geogr�ficas de nuestra Comunidad Aut�noma, y la configuraci�n urbana de sus pueblos y ciudades.

A tal fin, y con tales premisas, seguramente comunes y sentidas por todos los agentes, econ�micos y sociales, que intervienen en el sector del comercio, se acomete la elaboraci�n de un texto legal espec�fico para el Principado de Asturias, actuando a modo de marco legal sobre el que articular la normativa vigente y la de futura creaci�n, al amparo de la competencia exclusiva que en materia de comercio interior tiene la Comunidad Aut�noma del Principado de Asturias conforme a lo dispuesto en el art�culo 10.1.14 de la Ley Org�nica 7/1981, de 30 de diciembre, del Estatuto de Autonom�a del Principado de Asturias, tras su �ltima modificaci�n, operada por Ley Org�nica 1/1999, de 5 de enero. Esta competencia exclusiva ha de ejercerse en los t�rminos que resultan del art�culo citado, y, en especial, de acuerdo con las bases y la ordenaci�n de la actividad econ�mica general, en los t�rminos de lo dispuesto en los art�culos 38, 131 y 149.1.13 de la Constituci�n Espa�ola.

La Ley se inspira en los principios de libertad y de defensa de la competencia, entiende que la integraci�n de ambos permitir� alcanzar los objetivos de la modernizaci�n del sector comercial de Asturias, y posibilitar� alcanzar el equilibrio en su estructuraci�n funcional, territorial y de servicios.

La Ley incorpora, tambi�n, los fundamentos esenciales de los principios de defensa del consumidor, y, adem�s, a lo largo de todo su texto hace suyo el principio de cooperaci�n, asume e impulsa la misma entre las distintas Administraciones, y especialmente con las diversas organizaciones y agentes sociales y econ�micos que intervienen e interesan al comercio, es destacable en este punto la regulaci�n que en el texto se hace de la composici�n y funciones del Consejo Asesor de Comercio.

El texto legal se inicia con una definici�n de la actividad comercial y de las distintas condiciones requeridas para su ejercicio. De esta manera consigue disponer de una clara delimitaci�n del comercio. Con esta misma finalidad se concreta en el texto legal la necesidad de contar con un adecuado registro de las distintas actividades comerciales, lo que habr� de facilitar el mejor conocimiento del sector y la mejor actuaci�n de los distintos agentes que en el intervienen.

Sobre la base de la definici�n de actividad comercial utilizada se concretan las actividades del comercio mayorista y minorista, utilizando como concepto b�sico el de establecimiento comercial y su clasificaci�n en grandes, medianos y peque�os establecimientos; incorpora adem�s normas de ordenaci�n que permitan definir la participaci�n de cada uno de ellos en la estructura comercial de nuestra Comunidad Aut�noma.

La ordenaci�n territorial de los equipamientos comerciales se configura como un objetivo fundamental del texto lega; (sic) se prev� la elaboraci�n de unas directrices sectoriales, delimitando su concepto, objetivos y contenido.

Otro de los principales aspectos de funcionamiento del sector contenidos en la Ley es el relativo a los horarios que habr�n de regir la actividad comercial. A tal fin el texto contiene las directrices b�sicas para posibilitar su ordenaci�n dentro del principio de la necesaria flexibilidad.

Una de las cuestiones m�s complejas en el funcionamiento regular del sector es la relativa a la actividad de promoci�n de ventas, cuyas derivaciones en t�rminos de competencia y de defensa del consumidor revisten una gran importancia. El texto incorpora una amplia definici�n de sus diferentes tipolog�as, de sus caracter�sticas y de las exigencias que se les plantean para conseguir la adecuada transparencia y �tica operativa.

En similar sentido el texto legal hace un importante recorrido por los distintos tipos de ventas especiales, sean cl�sicos o novedosos, as�, las formas de venta a distancia, en su amplia variedad, son bien definidas y correctamente ordenadas.

La Ley hace, finalmente, una fuerte apuesta por el papel de la Administraci�n en la ordenaci�n del sector comercial en Asturias. En primer lugar al establecer la necesidad de contar con una pol�tica de comercio concretada en un conjunto de medidas de fomento y de actuaci�n positiva sobre el mismo, muy especialmente en torno al comercio rural y al comercio de proximidad. En segundo lugar, estableciendo un sistema de inspecci�n y de r�gimen disciplinario que permita velar por los intereses de empresarios y de consumidores, equilibrando la libertad y defensa de la competencia con los derechos fundamentales de los consumidores y usuarios de los servicios prestados por el sector del comercio.