Sumario

Ley [GALICIA] 4/1997, 25 junio, derogada por la disposici�n derogatoria �nica de la Ley [GALICIA] 13/2013, 23 diciembre, de caza de Galicia (�D.O.G.� 8 enero 2014), el 28 de enero de 2014. V�ase el D [GALICIA] 284/2001, 11 octubre, por el que se aprueba el Reglamento de caza de Galicia (�D.O.G.� 6 noviembre).

Pre�mbulo

La caza constituye el aprovechamiento de un recurso natural renovable constituido por las poblaciones de las especies cineg�ticas que proporciona utilidades de �ndole social, econ�mica y ambiental a nuestra sociedad, y la competencia exclusiva en la materia viene atribuida a la Comunidad Aut�noma de Galicia por el art�culo 27.15 del Estatuto de autonom�a.

El ejercicio de la caza, ligado a la evoluci�n del hombre sobre la tierra, ha perdido b�sicamente la finalidad de proporcionar alimentos para convertirse en una actividad de ocio en las sociedades modernas, y presenta una perspectiva diversa y variada seg�n se contemple desde la estrategia de la conservaci�n de los recursos naturales o desde la �ptica del cazador, de la del titular de los derechos cineg�ticos o de la de otros colectivos que realizan un uso de dichos recursos.

La demanda de caza, con mucha frecuencia, supera la oferta cineg�tica. Este desequilibrio se traduce en un exceso de presi�n sobre los recursos cineg�ticos en detrimento de su conservaci�n y provocando la disminuci�n de las poblaciones cineg�ticas. Si a ello a�adimos los profundos cambios operados en los h�bitats naturales por las formas intensivas del uso de la tierra, el abandono del campo, la mayor eficacia de las armas y medios de caza, la accesibilidad creciente al conjunto del territorio, etc., nos encontramos con una descapitalizaci�n cineg�tica que la actual Ley de Caza de 1970 no es capaz de resolver.

El objeto de la Ley es doble: Por un lado, tratar de conciliar y garantizar que el aprovechamiento cineg�tico realizado por los cazadores no afecte a la conservaci�n de las especies de fauna silvestre patrimonio del conjunto de la sociedad, en tanto que, por otro lado, se trata de lograr una mejora de los recursos cineg�ticos para atender a la demanda ordenada de los cazadores.

Para ello, se atiende a tres cuestiones principales:

La dimensi�n de los terrenos cineg�ticos para garantizar un marco territorial suficiente tanto para el fomento de la caza como para su ejercicio equilibrado.

La ordenaci�n de los aprovechamientos cineg�ticos a trav�s de los preceptivos planes, de manera que se garantice la persistencia del recurso cineg�tico.

La vigilancia de los terrenos cineg�ticos y el r�gimen sancionador que cumpla la funci�n de disuasi�n a los infractores y evite agresiones a las especies cineg�ticas y sus h�bitats.

La Ley contempla un elenco de figuras para los terrenos cineg�ticos, a fin de atender las distintas posibilidades de formas de aprovechamiento cineg�tico seg�n el car�cter p�blico, societario particular, deportivo o de mera explotaci�n econ�mica que los titulares de los terrenos pretendan utilizar, asignando al propietario o titular de un derecho real sobre el suelo la facultad de ejercer directamente o ceder a un tercero el derecho cineg�tico que le corresponde.

El marco legal vigente en materia ambiental garantiza la conservaci�n de las especies cineg�ticas como integrantes de la fauna silvestre, reforzando los preceptos de la presente Ley.

La Ley se estructura en un t�tulo preliminar, diez t�tulos m�s (72 art�culos), cuatro disposiciones adicionales, siete disposiciones transitorias, una disposici�n derogatoria y una disposici�n final.

El t�tulo preliminar recoge los principios generales que la inspiran, as� como las definiciones b�sicas y la atribuci�n de competencias en materia de caza.

En el t�tulo I se clasifica el territorio de Galicia a efectos cineg�ticos y se definen las caracter�sticas de cada terreno as� como la titularidad. Las distintas figuras de terrenos responden a las diferentes formas de organizaci�n social, econ�mica, deportiva, etc., de los titulares de derechos de caza en funci�n de sus fines y objetivos principales, garantizando la mayor participaci�n p�blica en un �mbito territorial para asegurar tanto el fomento de los recursos cineg�ticos como el ejercicio de la caza.

En el t�tulo II se definen las especies susceptibles de aprovechamiento cineg�tico y se regula la apropiaci�n de las piezas abatidas.

En el t�tulo III se definen las normas de protecci�n, conservaci�n y aprovechamiento de las especies de caza, as� como la protecci�n de sus h�bitats, los per�odos h�biles de caza, las modalidades de caza y la ordenaci�n de los aprovechamientos cineg�tico s a trav�s de los planes de ordenaci�n que se establecen con car�cter obligatorio como un instrumento b�sico de la gesti�n de los recursos cineg�ticos.

En el t�tulo IV se establecen los requisitos para cazar: Licencias y seguros, as� como la necesidad de superar las pruebas de aptitud que reglamentariamente se determinen para obtener la licencia de caza por primera vez.

En el t�tulo V se regula la vigilancia de la caza, as� como los agentes de la autoridad competentes; por ello se establece como obligatorio un servicio de vigilancia en los terrenos cineg�ticos ordenados, como colaborador en las funciones de polic�a y custodia de los recursos naturales y como garant�a del cumplimiento de los fines de la presente Ley.

En el t�tulo VI se establecen los �rganos consultivos con funciones de asesoramiento a la Administraci�n, as� como los requisitos de las organizaciones colaboradoras de la misma.

En el t�tulo VII se regulan las granjas cineg�ticas como productoras de piezas de caza, as� como las repoblaciones cineg�ticas como parte de la gesti�n ordenada de los recursos cineg�ticos.

En el t�tulo VIII se regula el r�gimen fiscal de los terrenos cineg�ticos sujetos a un r�gimen especial. Como novedad se recoge la posibilidad de que reglamentariamente se establezcan bonificaciones en los distintos terrenos cineg�ticos ordenados en funci�n de su car�cter abierto, desde el punto de vista de la participaci�n p�blica de los cazadores y de la superficie que se dedique en cada terreno cineg�tico especial a vedados de caza.

En el t�tulo IX se definen y tipifican las infracciones y se establece un r�gimen sancionador, actualizando el importe econ�mico de las sanciones y obligando al infractor a reponer la cosa alterada a su estado original, as� como a indemnizar por los da�o s y perjuicios causados.

En el t�tulo X se dispone la creaci�n del Registro de Infractores de Caza de la Comunidad Aut�noma de Galicia, a fin de coordinar su contenido con el Registro Nacional de Infractores de Caza y Pesca.

Por todo lo expuesto, el Parlamento de Galicia aprob� y yo, de conformidad con el art�culo 13.2.o del Estatuto de Galicia y con el art�culo 24 de la Ley 1/1983, de 23 de febrero, reguladora de la Junta y de su Presidente, promulga en nombre del Rey, la Ley de Caza de Galicia.