Sumario

--> Ley Foral [COMUNIDAD FORAL DE NAVARRA] 11/1986, 10 octubre, derogada por la disposici�n derogatoria �nica de la Ley Foral [COMUNIDAD FORAL DE NAVARRA] 5/2007, 23 marzo, de Carreteras de Navarra (�B.O.N.� 4 abril) el 24 de abril de 2007.

Pre�mbulo

I. Justificaci�n de la Ley Foral

El ejercicio continuado de las competencias de Navarra en materia de carreteras ha originado, con el transcurso de los a�os, una apreciable dispersi�n en el conjunto de disposiciones que las vienen regulando. Dicha dispersi�n, el elevado n�mero de normas tanto estatales como forales en materia de carreteras y caminos, y la coincidencia en la Diputaci�n de Navarra, hasta fecha relativamente reciente, de la facultad de dictar disposiciones de rango superior y las de su desarrollo reglamentario, dificultaban la interpretaci�n y la determinaci�n de la debida ordenaci�n jer�rquica de las normas, aconsejando la existencia de un texto b�sico cuyo objeto fuera la regulaci�n unitaria de la defensa de carreteras.

La normativa en materia de carreteras, en Navarra, resultaba en parte anticuada, siendo la principal justificaci�n para la elaboraci�n de una Ley Foral de defensa de carreteras la necesidad de una regulaci�n acorde con las exigencias t�cnicas y jur�dicas actuales en la materia, completa y unitaria, sin perjuicio de las disposiciones reglamentarias que le sirvan de desarrollo.

II. Premisas y criterios inspiradores de la Ley Foral

Tres han sido las premisas de las que se ha partido para la elaboraci�n de la Ley Foral:

• 1. La competencia de Navarra en materia de carreteras.-En materia de carreteras, aun antes de la Ley Paccionada, la competencia ha sido siempre exclusiva de Navarra como ya se apuntaba en la Ley 39 de las Cortes Navarras de 1828-29, y hoy vienen en reconocer y reafirmar la disposici�n adicional primera de la Constituci�n de 1978 y el art�culo 49 de la Ley Org�nica 13/1982, de 10 de agosto, de Reintegraci�n y Amejoramiento del R�gimen Foral de Navarra.

  No obstante, los aspectos t�cnicos, ineludibles en una regulaci�n sobre carreteras, por definici�n est�n condicionados por la naturaleza de las cosas y por el desarrollo tecnol�gico, por lo que su �mbito de validez tiene un alcance nacional e incluso supranacional. En consecuencia con ello, la Ley Foral de Defensa de las Carreteras de Navarra ha asumido como propios los aspectos t�cnicos de valor generalizado, armoniz�ndolos, cuando as� procede, con la correspondiente normativa estatal.

  En los aspectos jur�dicos, por el contrario, existen unos principios, un r�gimen y unas normas peculiares de Navarra que han presidido e inspirado en todo momento la redacci�n del texto legal.

  Cierto que la casu�stica en materia de carreteras es muy variada e incide en temas como urbanismo, tr�fico, expropiaci�n forzosa, procedimiento administrativo sancionador, etc., en los que no puede desconocerse el orden jur�dico com�n, pero en todo momento ha estado presente la utilizaci�n de las propias competencias y el respeto a nuestros principios y r�gimen peculiar, todo ello en estricta observancia del sistema de facultades y competencias definido en el t�tulo II de la Ley Org�nica 13/1982, de 10 de agosto, de Reintegraci�n y Amejoramiento del R�gimen Foral de Navarra.

• 2. Necesidad de formalizaci�n de la disposici�n con rango de Ley Foral.-El hecho de que la regulaci�n sobre defensa de carreteras incida en cuestiones de propiedad implica que, de conformidad con el art�culo 33 del texto constitucional, la norma correspondiente deba tener rango de Ley, en este caso, Ley Foral. De igual forma, el rango legal viene exigido en conformidad con la pac�fica cuesti�n de la aplicaci�n al Derecho administrativo sancionador de los principios informadores del Derecho penal, entre los que debe destacarse el de legalidad, pues la potestad reglamentaria no puede dar cobertura exclusiva y suficiente a infracciones y sanciones administrativas que, inexcusablemente, deben derivar de normas de rango legal.
• 3. Coordinaci�n de los distintos intereses y competencias en la materia.-La Ley Foral actualiza una parte de nuestro ordenamiento administrativo con criterios que aseguren la coordinaci�n de las distintas competencias administrativas de urbanismo y defensa de carreteras, la participaci�n de las Entidades locales en respeto de la autonom�a municipal, y la compatibilidad de los derechos de los administrados, especialmente del derecho de propiedad, con el inter�s general al que la Ley Foral pretende servir.

III. Contenido de la Ley Foral

En el t�tulo I de la Ley, bajo la r�brica de �Normas Generales�, se contempla el objeto de la norma -control de los actos de edificaci�n y uso del suelo que se realicen en las zonas de protecci�n de las v�as de comunicaci�n con la finalidad de mantenerlas en estado �ptimo de conservaci�n y protecci�n-, y se definen la distintas v�as de comunicaci�n objeto de regulaci�n.

El t�tulo II, dedicado a la �Defensa de Carreteras�, se divide en tres cap�tulos: �Servidumbres y limitaciones de la propiedad�, �R�gimen de autorizaciones� e �Intervenci�n y control�.

Se establecen, en las distintas clases de v�as de comunicaci�n, las zonas de dominio p�blico, servidumbre y afecci�n, que implican una serie de limitaciones, y la denominada l�nea de edificaci�n que delimita una zona en la que rigen determinadas prohibiciones para la construcci�n, reconstrucci�n o ampliaci�n de todo tipo de edificaciones. Se contemplan por la Ley Foral los usos autorizados en cada una de las zonas, el procedimiento autorizante, as� como las infracciones y sanciones aplicables, mereciendo una preocupaci�n especial la garant�a de los derechos de los administrados tanto en el procedimiento sancionador como en el de concesi�n de autorizaciones, manteni�ndose el silencio positivo, previa denuncia de mora, en el otorgamiento de dichas autorizaciones.

Contiene, por �ltimo, la Ley Foral dos disposiciones transitorias, cuatro disposiciones adicionales, siendo el objeto de la tercera y de la cuarta establecer las bases para la adecuaci�n de la Secci�n de Conservaci�n y Explotaci�n del Servicio de Caminos a las exigencias actuales y a la presente Ley Foral, y cuatro disposiciones finales.