Sumario

R.D. 995/2000, 2 junio, derogado por la letra b) de la disposici髇 derogatoria primera del R.D. 60/2011, de 21 de enero, sobre las normas de calidad ambiental en el 醡bito de la pol韙ica de aguas (獴.O.E.� 22 enero), el 23 de enero de 2011.

La Directiva 76/464/CEE, de 4 de mayo, impone a los Estados miembros de la Uni髇 Europea la obligaci髇 de adoptar determinadas medidas para eliminar la contaminaci髇 causada por los vertidos al medio acu醫ico de las sustancias peligrosas incluidas en su anexo I y para reducir la producida por los vertidos que contengan aquellas que figuran en su anexo II.

La citada norma comunitaria exige que se sometan a autorizaci髇 administrativa los vertidos que puedan contener cualquiera de las sustancias incluidas en sus anexos y establece, con car醕ter general, que las autorizaciones de vertido que contengan sustancias del anexo I deber醤 fijar normas de emisi髇, que no podr醤 sobrepasar los valores l韒ite establecidos en las directivas de desarrollo para cada una de dichas sustancias.

En relaci髇 con las sustancias incluidas en el anexo II, los Estados miembros quedan obligados a establecer unos programas para reducir la contaminaci髇 -que habr醤 de incluir unos objetivos de calidad del medio receptor y que se establecer醤 respetando las directivas del Consejo, si las hubiere- y a calcular las normas de emisi髇 que se incluyan en las autorizaciones en funci髇 de dichos objetivos de calidad.

La incorporaci髇 de la Directiva al derecho interno se lleva a efecto, para las aguas continentales, mediante el art韈ulo 254 del Reglamento de Dominio P鷅lico Hidr醬lico, aprobado por el Real Decreto 849/1986, de 11 de abril, que establece, en su apartado 4, un r間imen jur韉ico diferente para las autorizaciones de vertido que contengan sustancias incluidas en la relaci髇 I, que se corresponde con el anexo I de la Directiva, o en la relaci髇 II, que reproduce el contenido del anexo II de la norma comunitaria.

As�, mientras que las autorizaciones de vertido de sustancias incluidas en la relaci髇 I han de limitar rigurosamente la concentraci髇 de 閟tas, con el fin de eliminar del medio receptor sus efectos nocivos, las autorizaciones de vertido que contengan sustancias de la relaci髇 II deben sujetarse a las previsiones que, para reducir la contaminaci髇 producida, contengan los planes hidrol骻icos de cada cuenca.

Consecuente con lo anterior, el Reglamento de la Administraci髇 P鷅lica del Agua y de la Planificaci髇 Hidrol骻ica, aprobado por el Real Decreto 927/1988, de 29 de julio, precisa en su art韈ulo 79 que los objetivos de calidad que deban alcanzarse en cada tramo de r韔 se definir醤 en los respectivos planes hidrol骻icos en funci髇 de los usos previstos para las aguas y que aqu閘los deber醤 cumplir, al menos, las condiciones fijadas en las directivas comunitarias sobre calidad de aguas destinadas a consumo humano, de ba駉, aptas para vida de peces y aptas para vida de moluscos; a su vez, el art韈ulo 80 se馻la que los planes hidrol骻icos de cuenca deber醤 establecer medidas para conseguir la adecuaci髇 de la calidad de las aguas a los objetivos de calidad y prever programas de actuaci髇 para eliminar la contaminaci髇 producida por las sustancias incluidas en las relaciones I y II.

Ahora bien, con posterioridad a la aprobaci髇 de los Reglamentos citados se han producido determinadas circunstancias que aconsejan modificar, en parte, el r間imen de las autorizaciones de vertido que contengan alguna de las sustancias de la relaci髇 II.

En primer lugar, si bien el Real Decreto 1664/1998, de 24 de julio, aprob� los planes hidrol骻icos de cuenca, 閟tos 鷑icamente han fijado objetivos de calidad para los diferentes tramos de r韔 en funci髇 de los usos a los que las aguas se destinen; ello lleva aparejado que no se hayan establecido objetivos de calidad para muchas de las sustancias incluidas en la relaci髇 II, ni, consecuentemente, los programas de reducci髇 exigidos por la Directiva comunitaria para dichas sustancias.

En segundo lugar, el nuevo art韈ulo 92 de la Ley 29/1985, de 2 de agosto, de Aguas, conforme a la redacci髇 dada por la Ley 46/1999, de 13 de diciembre, precisa, en su apartado 2, que las autorizaciones de vertido tendr醤 como objetivo conseguir un buen estado ecol骻ico de las aguas, de acuerdo con las normas de calidad, los objetivos ambientales y las caracter韘ticas de emisi髇 e inmisi髇 establecidas reglamentariamente, y establece, en su apartado 3, que, cuando se otorgue una autorizaci髇 o se modifiquen sus condiciones, podr醤 establecerse plazos y programas de reducci髇 de la contaminaci髇 para la progresiva adecuaci髇 de las caracter韘ticas de los vertidos a los l韒ites que en ella se fijen.

Por lo anterior, resulta necesario fijar objetivos generales de calidad para las sustancias incluidas en la relaci髇 II, que ser醤 tomados en consideraci髇 en la revisi髇, renovaci髇 u otorgamiento de autorizaciones, en las que se incorporar醤 plazos y medidas para reducir la contaminaci髇 causada por dichas sustancias. Los programas de reducci髇 de la contaminaci髇 que se incluyan en las nuevas autorizaciones de vertido tendr醤 en cuenta los acuerdos voluntarios que pudieran suscribirse con los sectores implicados. Ahora bien, los citados objetivos generales de calidad no ser醤 de aplicaci髇 a aquellas sustancias para las que los planes hidrol骻icos de cuenca hayan fijado objetivos de calidad por usos m醩 exigentes que los que en este Real Decreto se establecen.

Por 鷏timo, teniendo presente que este Real Decreto 鷑icamente incluye en su 醡bito determinadas sustancias del anexo II de la Directiva 76/464/CEE, se ha estimado conveniente facultar al Ministro de Medio Ambiente para ampliar la relaci髇 de sustancias preferentes, as� como para modificar los objetivos de calidad, los m閠odos de control y los m閠odos de referencia que figuran en sus anejos en funci髇 de los resultados que vayan obteni閚dose y de los nuevos an醠isis que se realicen.

En su virtud, a propuesta del Ministro de Medio Ambiente, de acuerdo con el Consejo de Estado, y previa deliberaci髇 del Consejo de Ministros, en su reuni髇 del d韆 2 de junio de 2000,

DISPONGO:

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