Ley 8/2003, de 28 de octubre, de la flora y la fauna silvestres

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Sumario

EL PRESIDENTE DE LA JUNTA DE ANDALUC虯 A TODOS LOS QUE LA PRESENTE VIEREN, SABED:

Que el Parlamento de Andaluc韆 ha aprobado y yo, en nombre del Rey y por la autoridad que me confieren la Constituci髇 y el Estatuto de Autonom韆, promulgo y ordeno la publicaci髇 de la siguiente

獿EY DE LA FLORA Y LA FAUNA SILVESTRES�

EXPOSICI覰 DE MOTIVOS

La interdependencia del hombre con su medio ambiente constituye un principio de valor universal que compromete el uso de los recursos naturales del planeta ante las generaciones futuras: Por eso la protecci髇 de los recursos naturales y de la biodiversidad se configura como un trascendental valor jur韉ico, tutelado por la normativa internacional, abarcando tanto a las especies de la flora y la fauna silvestres como a sus h醔itats naturales y zonas de migraci髇.

La protecci髇 y conservaci髇 de los recursos naturales de Andaluc韆 debe entenderse como un aut閚tico compromiso colectivo, capaz de movilizar, en un esfuerzo conjunto, a los sectores p鷅licos y privados, as� como a la sociedad andaluza en su conjunto. Para avanzar en el cumplimiento de ese objetivo, la Comunidad Aut髇oma de Andaluc韆 ha asumido la tarea de dise馻r, a trav閟 de un amplio proceso participativo, un marco legal que defina un conjunto de instrumentos jur韉icos como medios de acci髇 p鷅lica, capaces de fomentar una cultura de la conservaci髇 y el uso compatible de los recursos naturales.

El derecho comunitario, en particular, las Directivas del Consejo 79/409 CEE, relativa a la conservaci髇 de las aves silvestres, y 92/43 CEE, relativa a la conservaci髇 de los h醔itats naturales y de la flora y fauna silvestres, y la Ley 4/1989, de 27 de marzo, de Conservaci髇 de los Espacios Naturales y de la Flora y Fauna Silvestres, han sido el marco normativo de referencia para la regulaci髇 de la materia objeto de esta Ley por la Comunidad Aut髇oma de Andaluc韆, en el ejercicio de la competencia de desarrollo legislativo que le atribuye el art韈ulo 15 de su Estatuto de Autonom韆.

En este 醡bito ya forman parte del ordenamiento jur韉ico auton髆ico la Ley 2/1989, de 18 de julio, de Inventario de Espacios Naturales Protegidos, y la Ley 2/1992, de 15 de junio, Forestal de Andaluc韆. La primera de ellas ha definido el inventario de espacios protegidos que la Administraci髇 de la Junta de Andaluc韆 garantiza como reservas de nuestro patrimonio ecol骻ico. En cuanto a la Ley Forestal, tiene por objetivo la protecci髇 de la cubierta vegetal del suelo, fundamentalmente en el 醡bito de los montes.

Asimismo el 13.18 del Estatuto de Autonom韆 para Andaluc韆 atribuye a nuestra Comunidad Aut髇oma competencias exclusivas en materia de caza y pesca continental. Hasta el presente, su regulaci髇 en Andaluc韆 se ha venido insertando en el marco derivado de la Ley estatal de Caza de 1970 y de la Ley de Pesca Fluvial de 1942, ambas anteriores a la Constituci髇, mediante una normativa reguladora de diversos aspectos parciales referidos al ejercicio de la caza y la pesca. Ello ha dado como resultado un campo jur韉ico disperso e insuficiente, l骻icamente necesitado de una regulaci髇 legal de car醕ter global y sistem醫ica, en especial por lo que se refiere al r間imen sancionador y a otros aspectos sometidos a reserva de ley.

La caza y la pesca continental constituyen en Andaluc韆 un significativo campo de actividad de dimensi髇 social, deportiva, cultural, ecol骻ica y econ髆ica, movilizando a un amplio colectivo que cuenta con organizaciones deportivas asentadas territorialmente. Tanto la caza como la pesca continental son, por otra parte, ejemplos cl醩icos de actividades deportivas que se desarrollan en el medio natural permitiendo un uso compatible de los recursos naturales y asegurando pautas de desarrollo sostenible en el medio rural: ancestralmente constituyen aprovechamientos tradicionales de los recursos naturales que, al cabo del tiempo, se han ido concretando en un acervo cultural que se traduce en unas reglas de 玧uego limpio� que permiten, mediante el concurso de las vedas y el control p鷅lico, la propia reproducci髇 de la fauna cineg閠ica y pisc韈ola, al mismo tiempo que generan recursos econ髆icos de considerable importancia para muchas zonas rurales de Andaluc韆.

La nueva filosof韆 medioambiental y de gesti髇 de los recursos naturales que se viene definiendo y aplicando a nivel comparado trata de integrar y unificar en torno a objetivos bien definidos los distintos mecanismos de conservaci髇 y aprovechamiento de recursos. En este sentido, la figura del cazador y del pescador representa, como grandes conocedores del medio natural, un elemento significativo en la adecuada gesti髇 del aprovechamiento sostenible de los recursos naturales contribuyendo a su conservaci髇 y protecci髇.

En consecuencia, resulta necesario enfrentar la regulaci髇 de todas estas materias mediante un 鷑ico texto legal de car醕ter sistem醫ico y globalizador que, al mismo tiempo que opere en clave de refundici髇 de materias que cuentan con una tradici髇 sociojur韉ica asentada, especialmente en el 醡bito de la caza y la pesca continental, permita crear un marco jur韉ico innovador capaz de armonizar el criterio general de conservaci髇 de la naturaleza y de pleno respeto a la biodiversidad, con la existencia controlada de usos y aprovechamientos compatibles que deben contribuir a asegurar un desarrollo sostenible en numerosas zonas rurales de Andaluc韆. Para conseguir este objetivo se promover� una cultura social de manejo racional de los recursos naturales renovables.

Naturalmente el desarrollo sostenible de la actividad cineg閠ica implica un uso correcto y ponderado de los recursos naturales mediante mecanismos de gesti髇 que deben ser aplicados eficientemente a los cotos de caza seg鷑 sus superficies, caracter韘ticas naturales y carga cineg閠ica. De ah� la necesidad de introducir instrumentos de evaluaci髇 de la calidad cineg閠ica con el objetivo de asegurar que el manejo de las poblaciones y de los recursos naturales se adecue efectivamente a las exigencias de sostenibilidad y a la defensa de los bienes jur韉icos que deben ser conservados y protegidos mediante la presente Ley. Pues parece evidente, en t閞minos generales, que el concepto de la 玞alidad� en la gesti髇 se est� convirtiendo en uno de los fundamentales puntos de encuentro entre el sector privado y el sector p鷅lico.

Por todo ello, la presente Ley dise馻 un modelo equilibrado y arm髇ico de ordenaci髇 de los aprovechamientos compatibles, incorporando como una original novedad la posibilidad de constituir, tanto por parte de particulares como de instituciones, sociedades o colectivos, reservas ecol骻icas de 醨eas naturales cuyo principal fin sea la conservaci髇 de las especies y los h醔itats silvestres. Asimismo, destaca la creaci髇 de una red de centros de conservaci髇, recuperaci髇 y reintroducci髇 de especies silvestres.

Se trata con ello de ofrecer al conjunto de la sociedad, y por supuesto a la iniciativa privada, la oportunidad de comprometerse activamente en responsabilidades de conservaci髇 o de aprovechamiento sostenible de los recursos naturales. Esta oferta a la sociedad andaluza permite abrir todo un conjunto de posibilidades de usos compatibles de recursos naturales, de car醕ter cient韋ico, educativo, cultural o de ocio, al mismo tiempo que se contribuye a impulsar un nuevo tipo de cultura colectiva respetuosa con las exigencias conservacionistas del medio natural.

Los T韙ulos Preliminar y I se encargan de definir los objetivos generales de la Ley y el marco de actuaci髇 de los poderes p鷅licos, insertando los elementos nucleares de la normativa estatal b醩ica junto con las pautas de protecci髇 y catalogaci髇 estableciendo los medios necesarios para la conservaci髇, recuperaci髇 y reintroducci髇 de las mismas que deben amparar a las especies silvestres y sus h醔itats. Se pretende en todo caso asegurar el compromiso activo de todas las Administraciones P鷅licas de Andaluc韆, as� como la participaci髇 activa de los sujetos y colectivos afectados.

El T韙ulo II contempla los distintos supuestos de aprovechamientos compatibles de las especies de la flora y la fauna silvestres, estableciendo las bases del sistema de gesti髇 y autorizaci髇 administrativa, capaz de asegurar un control p鷅lico eficaz sobre los distintos supuestos. Destaca la creaci髇 de la citada Reserva Ecol骻ica como terreno en el que se produce un aprovechamiento de car醕ter educativo cultural o de ocio, compatible con la conservaci髇 y recuperaci髇 de las especies silvestres. La caza y la pesca continental se regulan como variantes relevantes de aprovechamientos, completando un bloque normativo, que define la nueva tipolog韆 de cotos desde la que se ordenar� la regulaci髇 de las actividades de caza y pesca continental en Andaluc韆, siendo la principal novedad el hecho de que la caza solo podr� ejercitarse de forma ordenada y planificada, desapareciendo por tanto los terrenos libres por considerarse contrarios a este principio. En este sentido se establecen los planes andaluces de caza y de pesca continental, as� como los planes de caza por 醨eas cineg閠icas y de pesca por tramos de cauce en los que la gesti髇 de los aprovechamientos deber� adecuarse a las directrices y determinaciones establecidas en los mismos.

El T韙ulo III, que regula los aspectos dedicados a la administraci髇, vigilancia y gesti髇, trata de elevar el nivel de exigencias de habilitaci髇 y conocimiento por parte de quienes deben asumir m醩 activamente las tareas de gesti髇 de planes t閏nicos y la vigilancia del cumplimiento de los mandatos contenidos en la propia Ley.

Finalmente, el T韙ulo IV, dedicado a las infracciones y sanciones, regula de forma plenamente respetuosa con las exigencias constitucionales y la normativa estatal b醩ica la diversa y plural casu韘tica en que deben encuadrarse las actuaciones prohibidas y sus correspondientes sanciones.