Sumario

--> Ley [ARAG覰] 5/2002, 4 abril, derogada por la disposici髇 derogatoria de la Ley [ARAG覰] 1/2015, 12 marzo, de Caza de Arag髇 (獴.O.A.� 25 marzo).

En nombre del Rey y como Presidente de la Comunidad Aut髇oma de Arag髇, promulgo la presente Ley, aprobada por las Cortes de Arag髇, y ordeno se publique en el 獴olet韓 Oficial de Arag髇� y en el 獴olet韓 Oficial del Estado�, todo ello de conformidad con lo dispuesto en el art韈ulo 20.1 del Estatuto de Autonom韆.

PRE罬BULO

El Estatuto de Autonom韆 de Arag髇, de acuerdo con lo establecido en el art韈ulo 148.1.11.� de la Constituci髇 Espa駉la de 1978, atribuye a esta Comunidad Aut髇oma competencia exclusiva en materia de caza (art韈ulo 35.1.17.�).

En virtud de este t韙ulo competencial, con fecha 10 de diciembre de 1992, se promulg� la Ley 12/1992, de 10 de diciembre, de Caza, parcialmente modificada por la Ley 10/1994, de 31 de octubre. Durante el tiempo de vigencia de esta norma se ha constatado que su aplicaci髇 ha ocasionado problemas en la pr醕tica deportiva cineg閠ica ya que no conjuga fielmente la concepci髇 de la caza como bien demanial con la realidad cineg閠ica existente en nuestra Comunidad Aut髇oma.

Por ello, la presente Ley tiene como objeto, am閚 de regular el ejercicio de la caza en Arag髇 en armon韆 con la gesti髇, protecci髇, conservaci髇, fomento y ordenado aprovechamiento de los recursos cineg閠icos, definir conceptos sin incurrir en indeterminaciones, establecer los criterios de clasificaci髇 de los terrenos cineg閠icos concretando de forma inequ韛oca las posibilidades de constituci髇, reducci髇, agregaci髇 y extinci髇 de las distintas modalidades de cotos, debi閚dose hacer especial hincapi� en el nuevo sistema de asignaci髇 de cupos de cazadores en los cotos sociales, habida cuenta de que, con la presente norma, la figura de los terrenos de aprovechamiento com鷑, consuetudinariamente denominada 玪o libre�, no tiene cobertura, por lo que a los cazadores que carezcan de posibilidades de integraci髇 en los cotos en r間imen general se les faculta expresamente para poder cazar en aqu閘los.

Al mismo tiempo, esta Ley busca entre sus objetivos el proteger y armonizar las costumbres de caza propias de Arag髇, que constituyen patrimonio, etnograf韆 y se馻s de identidad propias, desde el punto de vista cultural y de utilizaci髇 del territorio. Por ello se fomentar醤 modelos de caza que recojan estas tradiciones y que eviten su p閞dida, frente a otros importados.

Todo esto, sin olvidar que un desarrollo arm髇ico de la actividad puede constituir un amplio recurso socioecon髆ico que apoye la actividad rural con nuevas rentas y puestos de trabajo.

Consigue la Ley regular de forma pormenorizada los terrenos cineg閠icos. Como principal novedad cabe destacar la inserci髇 del coto municipal, cuya gesti髇 puede ser realizada directamente por las entidades locales o, mediante cesi髇, a trav閟 de sociedades de cazadores.

En relaci髇 con los derechos cineg閠icos y la gesti髇 de los cotos, la Ley persigue que los titulares de los cotos ostenten la titularidad de aquellos a trav閟 de la cesi髇 o arriendo por parte de los titulares de los terrenos que los conforman, evitando, en lo que respecta a la gesti髇, el confusionismo preexistente a la hora de delimitar qui閚es y c髆o deben realizarla.

Se promueve la figura de la suspensi髇 de la actividad cineg閠ica en los cotos como medida cautelar con el fin de salvaguarda urgente de los bienes y derechos afectados por la constataci髇 de determinadas actuaciones punitivas, previa incoaci髇 del oportuno procedimiento con el ineludible tr醡ite de audiencia a los interesados.

Tambi閚 conviene destacar la pretensi髇 de dotar de transparencia los aspectos econ髆icos que conlleva la gesti髇 cineg閠ica, de manera que los ingresos procedentes de la actividad deportiva reviertan, por un lado, como complemento a las rentas agrarias y, por otro lado, en una mejor instrumentalizaci髇 material en la ordenaci髇 de los espacios cineg閠icos.

Del mismo modo, la Ley define los terrenos no cineg閠icos, entre los que cabe se馻lar la nueva figura de los vedados de caza, que tienen como finalidad principal la recuperaci髇 de poblaciones cineg閠icas y, de manera excepcional, la protecci髇 de fauna catalogada como amenazada.

Por otro lado, en el mismo cap韙ulo de la Ley se regula de forma exhaustiva la siempre conflictiva cuesti髇 de las zonas de seguridad a efectos cineg閠icos.

Menci髇 especial merece el tratamiento dado por la presente Ley a la planificaci髇 cineg閠ica, pues se incorpora la figura de los planes comarcales, cuyo cometido es la ordenaci髇 y gesti髇 cineg閠ica en 醡bitos territoriales supramunicipales pero geogr醘ica y ecol骻icamente homog閚eos.

Adem醩 la norma contempla, por un lado, los requisitos para el ejercicio de la caza, prohibiciones, autorizaciones excepcionales, as� como la cuesti髇 de la seguridad en las cacer韆s, y, por otro lado, el uso y tenencia de animales, en especial las aves de cetrer韆 y los hurones, tenencia supeditada, en todo caso, a autorizaciones especiales.

Debe destacarse, por novedosa, la respuesta que esta Ley da a la cuesti髇 de la responsabilidad por da駉s de naturaleza distinta de la agraria producidos por especies cineg閠icas. En este sentido, es la Administraci髇 de la Comunidad Aut髇oma de Arag髇 quien debe asumir el pago de las indemnizaciones por dichos da駉s mediante los oportunos mecanismos aseguradores.

En el apartado dedicado a la administraci髇 y vigilancia de la caza hay que hacer menci髇 a la creaci髇 del Consejo de Caza de Arag髇 y a las entidades colaboradoras en materia cineg閠ica. Con respecto a la vigilancia, se regula de forma exhaustiva la figura del guarda de caza, como elemento auxiliador de los agentes de protecci髇 de la naturaleza, con el fin de vigilar los cotos, controlar las poblaciones de fauna cineg閠ica y efectuar un seguimiento pormenorizado de la gesti髇 contenida en los planes comarcales y t閏nicos.

La Ley se estructura en once t韙ulos, ciento tres art韈ulos, cuatro disposiciones adicionales, trece disposiciones transitorias, una disposici髇 derogatoria y dos disposiciones finales.

El T韙ulo I recoge los principios generales, contemplando la figura del cazador y la titularidad cineg閠ica. El T韙ulo II trata de las piezas de caza. El T韙ulo III regula todo lo que ata馿 a la clasificaci髇 de los terrenos a efectos de caza, su constituci髇, suspensi髇 y extinci髇; se crea la figura del coto municipal de caza, se definen los terrenos no cineg閠icos y se regulan los refugios de fauna silvestre, los vedados de caza, y las zonas de seguridad a efectos cineg閠icos. El T韙ulo IV trata de la licencia de caza de Arag髇 y de los permisos de caza e introduce la figura del examen del cazador.

El T韙ulo V contempla una exhaustiva regulaci髇 de los planes t閏nicos de caza, am閚 de incorporar la figura de los planes comarcales de caza como medios de gesti髇 que superan el 醡bito territorial de los cotos convencionales, y configura el plan general de caza como instrumento anual del ejercicio cineg閠ico en Arag髇. El T韙ulo VI establece los requisitos, medios y modalidades de caza y la caza con fines cient韋icos. El T韙ulo VII trata de la protecci髇 y conservaci髇 de la caza. El T韙ulo VIII regula la explotaci髇 industrial para la producci髇 intensiva de especies cineg閠icas, para repoblaci髇 o abastecimiento y todo lo concerniente a la comercializaci髇, transporte y suelta de especies de caza.

El T韙ulo IX contempla el seguro obligatorio del cazador y regula ex novo la responsabilidad por da駉s producidos por especies cineg閠icas. El T韙ulo X se dedica a la administraci髇 y vigilancia de la caza. Por lo que se refiere a la administraci髇 cineg閠ica, se atribuye al Departamento responsable de medio ambiente la competencia para ejecutar la pol韙ica del Gobierno de Arag髇 en materia de caza y se crea el Consejo de Caza de Arag髇. En relaci髇 con la vigilancia de la actividad cineg閠ica, se regula la guarder韆 de caza y se dedica una especial atenci髇, como ya se ha se馻lado, a los guardas de caza, que se configuran como personal contratado por los titulares de los terrenos cineg閠icos o por sus federaciones o asociaciones.

El T韙ulo XI tipifica las infracciones en materia de caza y establece las sanciones a aplicar por la comisi髇 de aquellas. Asimismo, regula el procedimiento sancionador y las competencias de los 髍ganos de la Administraci髇 auton髆ica para imponer dichas sanciones. Finalmente, las disposiciones transitorias prev閚 los mecanismos de adecuaci髇 a las prescripciones de esta Ley de los terrenos cineg閠icos preexistentes.