Orden de 2 de octubre de 2009 por la que se aprueba el Plan Rector de Uso y Gestión de la Zona de Interés Regional «Sierra de San Pedro» y se ordena la publicación del mismo.
- Órgano CONSEJERIA DE INDUSTRIA, ENERGIA Y MEDIO AMBIENTE
- Publicado en DOE núm. 200 de 16 de Octubre de 2009
- Vigencia desde 17 de Octubre de 2009.
Sumario
- Expandir / Contraer índice sistemático
- INTRODUCCION
- Artículo único
- DISPOSICIONES FINALES
- ANEXO I
- ANEXO II . COORDENAS UTM, HUSO 29 DE LOS LÍMITES PERIFÉRICOS
- ANEXO III . COORDENADAS UTM, HUSO 29 DE LA ZONIFICACIÓN
- ANEXO IV . CARTOGRAFÍA
La Ley 8/1998, de 26 de junio, de Conservación de la Naturaleza y Espacios Naturales de Extremadura declaró Espacio Natural Protegido la Zona de Especial Protección para las Aves «Sierra de San Pedro».
A raíz de su declaración como Espacio Natural Protegido adquirió la categoría de Zona Especial de Conservación de las reguladas en el artículo 21 de la Ley 8/1998, de 26 de junio, de Conservación de la Naturaleza y Espacios Naturales de Extremadura, en su redacción original.
La Ley 9/2006, de 23 de diciembre, modificó la Ley de Conservación de la Naturaleza y Espacios Naturales de Extremadura y cambió la denominación de las Zonas Especiales de Conservación que pasaron a denominarse Zonas de Interés Regional.
El artículo 49 de la Ley de Conservación de la Naturaleza y Espacios Naturales de Extremadura define a los Planes Rectores de Uso y Gestión como el elemento básico de gestión de los Espacios Naturales Protegidos y establece que será obligatoria se existencia, entre otros, en las Zonas de Interés Regional.
El procedimiento de aprobación de los Planes Rectores de Uso y Gestión viene establecido en el artículo 51 de la Ley de Conservación de la Naturaleza y Espacios Naturales de Extremadura y, siguiendo este procedimiento, el 1 de junio de 2006 el entonces Director General de Medio Ambiente dictó una Resolución por la que se aprobaba inicialmente el Plan Rector de Uso y Gestión de la Zona de Interés Regional (ZIR) «Sierra de San Pedro».
Informado favorablemente por la Junta Rectora del Parque Natural en su sesión de 30 de junio de 2006, el proyecto del Plan es sometido a información pública mediante Anuncio de 14 de julio de 2006. Asimismo, se notifica a cuantos aparecen como interesados y se solicitan los informes y consultas legalmente exigidos. Finalmente, el proyecto es informado favorablemente por el Consejo Asesor de Medio Ambiente de Extremadura.
Conforme a lo establecido en el artículo 51 de la Ley de Conservación de la Naturaleza y Espacios Naturales de Extremadura, el Consejo de Gobierno conoció el texto del Plan Rector de Uso y Gestión de la Zona de Interés Regional (ZIR) «Sierra de San Pedro».
En virtud de lo expuesto, de conformidad con el artículo 92.1 de la Ley 1/2002, de 28 de febrero, del Gobierno y de la Administración de la Comunidad Autónoma de Extremadura,
DISPONGO:
Artículo único
Se aprueba el Plan Rector de Uso y Gestión de la Zona de Interés Regional «Sierra de San Pedro», integrado por la parte dispositiva, las coordenadas de los límites periféricos, las coordenadas de la zonificación y la cartografía que se contienen, respectivamente, en los Anexos I, II, III y IV de la presente Orden, y se ordena la publicación del mismo.
Disposición final única Entrada en vigor
La presente Orden entrará en vigor el día siguiente al de su publicación en el Diario Oficial de Extremadura.
ANEXO I
PLAN RECTOR DE USO Y GESTIÓN DE LA Z.I.R. SIERRA DE SAN PEDRO
PARTE DISPOSITIVA
SECCIÓN I
VALORES NATURALES, FINALIDAD Y DIRECTRICES
EXPOSICIÓN DE MOTIVOS
El Plan Rector de Uso y Gestión de la Zona de Interés Regional de Sierra de San Pedro (en adelante PRUG), se ha elaborado atendiendo a los requerimientos, obligaciones y directrices que emanan de la Ley 8/1998, de 26 de junio, de Conservación de la Naturaleza y Espacios Naturales de Extremadura y la Ley 9/2006, de 23 de diciembre, por la que se modifica la Ley 8/1998, de 26 de junio, de Conservación de la Naturaleza y Espacios Naturales de Extremadura.
La citada norma incluye entre las categorías objeto de protección las Zonas de Interés Regional, lugares de importancia comunitaria declarados por la Comunidad Autónoma de Extremadura en los cuales se aplican las medidas de conservación necesarias para el mantenimiento o el restablecimiento, en un estado de conservación favorable, de los hábitats naturales y/o de las poblaciones de las especies para las cuales se haya designado el lugar, todo ello en los términos previstos por el Real Decreto 1997/1995, de 7 de diciembre, por el que se establecen medidas para contribuir a garantizar la biodiversidad mediante la conservación de los hábitats naturales y de la fauna y flora silvestres.
Según se establece en la Ley 9/2006, de 23 de diciembre, por la que se modifica la Ley 8/1998, de 26 de junio, de Conservación de la Naturaleza y Espacios Naturales de Extremadura, las Zonas de Interés Regional «son aquellos lugares que habiendo sido declarados como Zonas de la Red Natura 2000 a través de alguna de las categorías del artículo 27 bis de la presente Ley, presentan elementos o sistemas naturales cuya representatividad, singularidad, rareza, fragilidad o interés aconsejan también su declaración como Espacio Natural Protegido, al objeto de que les sea de aplicación el régimen jurídico previsto para los mismos». Este es el caso de la Sierra de San Pedro, clasificada como ZEPA en el año 1991. En este PRUG se establece una zonificación de la ZIR de Sierra de San Pedro y se presentan las directrices generales de ordenación y uso de la misma, así como las normas de gestión para la conservación y protección de los valores naturales que han motivado su declaración como espacio natural protegido.
El ámbito de aplicación del presente PRUG se circunscribe a los límites establecidos en la norma de declaración de la ZIR, apareciendo recogida su delimitación en el Anejo de Cartografía. La superficie de la ZIR ocupa la mayor parte de las formaciones montañosas de la Sierra de San Pedro, que conforman junto a la Sierra de Montánchez y el macizo de Villuercas, el arco invertido que establece la línea divisoria entre las cuencas de los ríos Guadiana y Tajo. La Sierra de San Pedro constituye una de las mejores representaciones de flora y fauna asociada al bosque y matorral mediterráneo, tanto por el favorable estado de conservación de los hábitats naturales como por la presencia de gran número de especies amenazadas (entre otras: águila imperial ibérica, buitre negro y cigüeña negra).
En su territorio se ubican explotaciones agrícolas ganaderas, forestales y cinegéticas que constituyen una fundamental aportación a su P.I.B., en las que sus gestores y personal, con carácter general, han venido y vienen desarrollando sistemas y procedimientos que probadamente, también con carácter general, son compatibles con el medio, contribuyendo positivamente a su actual estado de conservación.
La gestión ambiental de la ZIR de Sierra de San Pedro es competencia de la Junta de Extremadura, a través de la Consejería de Industria, Energía y Medio Ambiente y su Dirección General del Medio Natural. La explotación económica de los recursos de la ZIR corresponde a sus propietarios y titulares de derecho. A propuesta de la Dirección General del Medio Natural, la citada Consejería nombrará un Director Técnico que representa el órgano unipersonal de gestión ambiental de la ZIR, conforme a lo establecido en la Ley 8/1998, de 26 de junio, de Conservación de la Naturaleza y Espacios Naturales de Extremadura. También, conforme a lo establecido en dicha norma, se creará una Junta Rectora de la ZIR, órgano colegiado consultivo y de asesoramiento que asegura la participación social en el espacio protegido.
El presente Plan tendrá una vigencia inicial de ocho (8) años a contar desde su publicación en el Diario Oficial de Extremadura. A la finalización del periodo de vigencia previsto se procederá en Pleno de la Junta Rectora de la ZIR a la evaluación de los resultados del Plan, proponiéndose la elaboración de un nuevo PRUG o la ampliación del periodo de vigencia de éste.
El PRUG de la ZIR «Sierra de San Pedro», como instrumento de gestión y manejo del espacio, tendrá la consideración de Plan de Gestión de la ZEPA (ES0000070) del mismo nombre, a los efectos de lo establecido en el párrafo 4 del artículo 56 ter. de la Ley 8/1998, de 26 de junio, modificada por la Ley 9/2006, de 23 de diciembre, el párrafo 1 del artículo 6 del Real Decreto 1997/1995 y el párrafo 1a) del artículo 45 de la Ley 42/2007, de 13 de diciembre, por los cuales se establecen medidas de conservación para la Red Natura 2000.
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VALORES NATURALES DE LA ZIR
1.1. ENCUADRE GEOGRÁFICO.
Situada en la submeseta sur de la península ibérica, la ZIR Sierra de San Pedro se asienta sobre la frontera que separa las provincias de Cáceres y Badajoz. La Sierra de San Pedro posee una orientación general NO-SE, con una distancia en diagonal de unos 90 km. El área presenta distintas alineaciones montañosas con la misma orientación, así como grandes llanuras que las rodean por sus flancos.
El río Tajo se sitúa al norte de la ZIR, al igual que el río Salor y próximo al límite noreste discurre el Río Ayuela, todos ellos en la provincia de Cáceres.
Hacia el sur el relieve se suaviza cada vez más, hasta conectar con las llanuras del norte de Badajoz y las Vegas del Guadiana.
Los relieves más representativos forman series de sierras con orientación NO-SE que actúan reteniendo las nubes de lluvia que se presenten a unos 600 metros de altura, haciéndolas descargar agua a su paso.
1.2. GEOMORFOLOGÍA.
La Sierra de San Pedro está formada por materiales duros del Paleozoico. Esta sierra, de elevaciones más modestas que otras de la provincia, termina al sur, en las inmediaciones de Alcuéscar, de una manera brusca, pues es interrumpida su trayectoria por una falla. También es desplazada por la falla de Plasencia al oeste de Aliseda.
San Pedro se encuadraría dentro de la unidad Paleozoica, representando materiales de la edad cámbrica hasta la carbonífera, formadas principalmente en estructuras sinclinales largas y estrechas con una dirección predominante SE-NO. Desde el punto de vista geomorfológico dan lugar a sierras largas, estrechas y de poca altura.
El Silúrico está bien representado en las sierras de San Pedro, pudiendo llegar a tener algo más de 400 m de espesor. Comienza con unas cuarcitas masivas que pueden dar lugar a buenos relieves; más arriba se encuentran unas pizarras muy alejadas que contienen algunas intercalaciones de areniscas y cuarcitas.
El Devónico se encuentra también representado en la Sierra de San Pedro y está formado por una monótona serie de pizarras con intercalaciones de cuarcitas. Puede llegar a tener hasta 550 m de espesor.
El Carbonífero es el último periodo que encontramos de la unidad paleozoica, llegando a tener, en nuestra zona de estudio, hasta 700 m de espesor. Representa la serie más variada. En la base encontramos tobas volcánicas intercaladas con pizarras y calizas. Más arriba se presentan unas calizas arrecifales grises, micríticas y algo magnesianas. La serie termina con unas pizarras oscuras, muy arcillosas y bien estratificadas. Con estas pizarras termina la sedimentación paleozoica.
El Paleozoico superior (Devónico y Carbonífero) está representado casi exclusivamente en estas sierras, así como en las de Cáceres.
Las Sierra de San Pedro se conforma principalmente de una serie de pequeñas sierras de naturaleza litológica, cuyos materiales son de edad paleozoica, que se han formado debido a la existencia de cuarcitas duras que destacan sobre las pizarras de la Penillanura.
Estas sierras presentan alturas muy homogéneas a lo largo de tramos muy amplios. Si estas sierras son muy abiertas, es decir, la distancia entre las elevaciones cuarcíticas es lo suficientemente grande, en su interior van a quedar superficies bastante peneplanizadas pero que, por lo general, presentan una altura ligeramente superior a la penillanura general que rodea la sierra.
1.3. CARACTERÍSTICAS CLIMÁTICAS.
1.3.1. Situación climática de la ZIR dentro de la Dinámica General Atmosférica.
Dentro de la Península Ibérica, se ubica en una zona de transición entre el clima puramente oceánico o continental y el clima mediterráneo, ya que es en nuestras latitudes, especialmente entre los 40º y 50º, donde se encuentra fluctuando anualmente el punto de contacto entre las masas de aire de carácter polar y las de aire tropical.
En estas mismas latitudes, nos encontramos con la corriente en chorro de aire polar, que es determinante en las situaciones meteorológicas y climáticas que se dan en la península. Esta corriente, con una direccionalidad Oeste-Este, desarrolla grandes velocidades en los meses de verano, a lo que se une el hecho de que en ésta época alcanza las latitudes más altas, de ahí que ni produce tan a menudo las ondulaciones provocadoras de los ciclones, y éstos, caso de producirse, llegan a estas muy debilitados. Junto a esto encontramos a un Anticiclón de las Azores que asciende a zonas más septentrionales, anulando con sus altas presiones las posibles borrascas que se acercan a la península, creando muchas situaciones de pantano barométrico y olas de calor.
Por otro lado, en los meses finales de verano y principios de otoño, el Anticiclón de las Azores fluctúa meridionalmente hacia sus latitudes más habituales a la vez que el chorro comienza a perder potencia, dando lugar a bajas presiones sobre la península, que al encontrarse sobrecalentada por el largo verano, da lugar a profundas inestabilidades y chubascos tormentosos.
Son las borrascas que proceden del suroeste las que más afectan y las que más precipitaciones dejan. Estas borrascas, cargadas de agua y aire cálido de carácter subtropical, presentan gran inestabilidad barométrica y chubascos tormentosos, aunque su aparición es muy irregular.
Esta zona se haya a medio camino entre el clima oceánico que prepondera en la mitad norte de la península y el clima mediterráneo de la mitad sur. Aún así, en toda la Comunidad Autónoma de Extremadura, existe un predominio de tiempo anticiclónico en las estaciones de invierno y verano, producido normalmente por el asentamiento del anticiclón de las Azores en la península, produciéndose gran cantidad de situaciones de helada por irradiación nocturna y las consiguientes inversiones térmicas, esto en invierno, junto con situaciones de pantano barométrico y grandes fases de calor acusado en verano, predominando la irregularidad característica del clima mediterráneo.
En otoño y primavera, la sierra está afectada por tiempos ciclónicos de componente oeste y suroeste. La Península se caracteriza por una elevada irregularidad en las precipitaciones, así como una elevada intensidad de las mismas.
1.3.2. Contextualización climática de la ZIR.
Con respecto a las distintas sierras que se asientan en el espacio, no llegan a sobrepasar los 800 metros de altitud, poseen entidad suficiente como para producir alteraciones en las distintas variables climáticas, ya que es aproximadamente a partir de los 600 metros sobre el nivel del mar cuando las variables termopluviométricas comienzan a verse modificadas por la altura.
Aunque el principal dominio climático inscrito en la zona extremeña es el mediterráneo, habrá subvariedades en cuanto a las precipitaciones y las temperaturas que se deriven de las peculiaridades que el relieve imponga, en función de la altitud, emplazamiento, latitud, longitud y exposición solar, generando los llamados microclimas o climas zonales.
En general, las mayores precipitaciones se recibirán en otoño e invierno. Las precipitaciones que se producen en verano, sin duda escasas, se producen principalmente en forma de tormentas, sobre todo en lugares de valles y montañas.
En multitud de ocasiones la temperatura se erige en un condicionante físico marcado para la vegetación, ya sea silvestre o cultivada, que determina la capacidad de crecimiento y desarrollo de la misma.
A medida que nos alejamos de la influencia oceánica es posible detectar un mayor rigor térmico, con elevadas temperaturas máximas y unos registros de mínimos reducidos.
Por lo expuesto anteriormente, se puede definir el clima mediterráneo, y en concreto el extremeño, por una marcada irregularidad espacio-temporal, sobre todo de las precipitaciones. Esto generará dos estaciones extremas en lo que a las variables termopluviométricas se refiere, invierno y verano, así como a dos de transición, primavera y otoño, más irregulares que las dos anteriores.
Es de vital importancia el papel que juega la altura en las distintas situaciones climáticas, ya que incidirá directamente en el descenso de las temperaturas, así como en el aumento de las precipitaciones.
1.3.3. Termometría.
A. Temperaturas Medias.
La temperatura media anual de todos los municipios se sitúa en los 15.9º, lo que se identifica con una media templada. Alburquerque da la media anual más baja con 14.9º. El resto de los municipios oscila entre los 15º y los 16º presentando homogeneidad entre ellos.
A lo largo del año y en lo que las estaciones se refiere, debemos aclarar que técnicamente se utilizarán los meses de diciembre, enero y febrero para la estación de invierno y así sucesivamente. La temperatura media del invierno se sitúa en 8,2º, siendo la más baja la de Salorino, con 7.2º. La primavera se sitúa en 14.1º de media, volviendo a dar las mínimas Salorino con 13º.
El verano se ve caracterizado por temperaturas medias elevadas, como lo marcan los 24.5º de media, siendo el mes más caluroso julio con 25.9º, seguido por los 25.5º de agosto y los 22.1º de junio. Por términos municipales Santiago de Alcántara, con 25.1º son los que presentan temperaturas más elevadas. Valencia de Alcántara y Alburquerque dan las medias más suaves de la estación con 23.4º y 23.7º respectivamente.
Para el otoño nos encontramos con temperaturas de 16.9º de media, siendo esta vez Alburquerque la que posee la menor temperatura media, de 15.5º.
Así, puede apreciarse que a lo largo del año, y a medida que nos desplazamos en latitud hacia el sur, y en longitud hacia el este, las temperaturas medias son más elevadas que en el resto, exceptuando los casos de Santiago de Alcántara, que por su situación en una zona desprovista de relieves importantes, poseen elevadas temperaturas a lo largo de todo el año.
B. Días de Temperatura < 0º C.
Los días que cuentan con temperaturas inferiores a los 0º, es decir, los días de helada, son de vital importancia para el desarrollo de las plantas, tanto silvestres como cultivos.
Así, en lo que al total anual se refiere es Herreruela el municipio que cuenta con mayor número de días de helada con 45,3, seguido por Salorino con 32,3 y 31,4 días respectivamente. Valencia de Alcántara y Alburquerque son los que menos días de helada presentan dentro de la ZIR.
C. Días de Temperatura > 25º.
Claramente se aprecia que son los municipios más meridionales los que se alzan con el mayor número de días de temperaturas superiores a los 25º, oscilando entre los 155-160 días. Julio y agosto son los meses con mayor número de días en todos los municipios con 30,6 y 30,3 días respectivamente.
1.3.4. Pluviometría.
Para analizar esta variable, partiendo de la ya comentada irregularidad del clima mediterráneo, utilizaremos datos referentes a las precipitaciones medias mensuales y anuales, los días de precipitación (irregularidad) y los días en los que ésta supera los 10 mm (torrencialidad). Este último sería importante desde un punto de vista agrológico y edafológico, por suponer en muchos casos la erosión de la pequeña capa edáfica de la que disponemos en nuestra zona.
Generalmente, en la región extremeña, con las salvedades de las sierras del norte de Cáceres y serranías de menor entidad como la Sierra de San Pedro, predominarán las situaciones de escasez pluviométrica a lo largo del año, muy marcados en verano. El invierno principalmente será la estación que más agua aporte, aunque la irregularidad en su distribución hace que encontremos precipitaciones en primavera y otoño.
A. Precipitaciones medias.
En general, la ZIR con una media de 570,6 mm al año, cuenta con un registro superior a la media extremeña, por encontrarse en ella las serranías que dan nombre al espacio protegido.
Valencia de Alcántara es el municipio que más precipitaciones registra a lo largo del año con 684,3 mm. Vemos como aquellos municipios que se encuentran el las faldas meridionales de la serranía de San Pedro se benefician de mayores precipitaciones, debido al efecto barrera que ejercen al paso de los frentes, tanto procedentes del oeste como del suroeste, que se detienen y precipitan, antes de salvarlos.
Herreruela, Salorino, tras Aliseda, son los que menos precipitaciones registran, en torno a los 515-525 mm aproximadamente. Santiago de Alcántara, por encontrarse en un emplazamiento de serranías reciben precipitaciones considerablemente superiores a las del resto de los términos municipales.
Aliseda será el único municipio con precipitaciones menores a los 500 mm (379 mm).
B. Días de precipitación.
El dato de días de precipitación permite analizar si la precipitación se distribuye de manera homogénea a lo largo de los días o si ésta lo hace en solo unos cuantos, con marcada torrencialidad.
La torrencialidad de las precipitaciones significará fuertes lavados del suelo ante la incapacidad de éste de filtrar el agua y por ello, grandes pérdidas de agua y de suelo por escorrentía superficial hacia los ríos y afluentes. Una homogeneidad en las precipitaciones, significaría un buen filtrado del agua en el suelo y a su vez menores pérdidas edáficas por erosión, sobre todo en aquellas zonas en la que existe fuerte presión ganadera o pendientes representativas.
C. Días con precipitaciones superiores a los 10 mm.
El análisis de los días en los que las precipitaciones superan los 10 mm es determinante para ratificar el punto anterior. Valencia de Alcántara es el que mayor número de días posee, además de las mayores precipitaciones. Vemos también como Salorino y Herreruela, a pesar de tener pocos días de lluvia, las precipitaciones son abundantes.
1.4. CARACTERÍSTICAS PAISAJÍSTICAS.
Dentro de la comarca natural definida como ZIR sierra de San Pedro, pueden establecerse dos tipos de paisajes: la dehesa y la sierra. Por lo general, la dehesa se desarrolla en el llano. Como consecuencia de la explotación sostenida por parte del hombre, se ha eliminado la vegetación arbustiva a favor de la herbácea, dejando una serie de árboles adultos separados entre sí y con una densidad que varía según las circunstancias. Son características dentro de la ZIR de San Pedro las grandes extensiones de encinares y alcornocales que se extienden desde las faldas de las sierras y ocupan amplias superficies de la comarca.
Como elementos del paisaje cabe destacar aquellas estructuras urbanísticas que han servido como punto de partida para la formación y el mantenimiento de la dehesa: cortijos, majadas y caseríos, como edificios ligados a la habitación humana, o las zahúrdas, tinados o cabrerizos, asociados con la explotación ganadera. Junto a las construcciones, forma parte integral de la imagen paisajística el ganado que de modo tradicional se ha venido produciendo en estas zonas.
El otro paisaje que completa el marco panorámico en el área lo constituye la sierra. Según la orientación de las laderas por las que se extiende, el bosque de solana o de umbría proporciona aspectos diferentes al paisaje y define las dos vertientes de la sierra de San Pedro. La falta de elementos urbanísticos y la presencia de explotaciones ganaderas caracterizan estas zonas.
Tanto en las dehesas como en las zonas de sierra, la abundancia de fauna ornítica y la presencia no poco habitual de mamíferos, por lo general ungulados, cobran interés como elementos importantes del paisaje.
1.5. ANÁLISIS HIDROLÓGICO.
La red hidrológica de la Sierra de San Pedro se presenta con una elevada presencia de arroyos, riveras y regatos a lo largo y ancho de la misma. El principal río que se adentra en la zona es el Zapatón, que se surte de los mencionados arroyos, de la parte sur de las sierras centrales. De marcada irregularidad y fuerte estiaje, su presencia vendrá determinada directamente por la pluviometría de la zona, de ahí el carácter eminentemente pluvial de estos ríos menores. En la zona nororiental de la ZIR nos encontramos con que, formando a su vez el límite del espacio protegido, se hayan los ríos Salor y Ayuela, tributarios del río Tajo.
Se localizan también embalses y charcas de diverso tamaño. Destaca el embalse de Peña del Águila a la altura de Villar del Rey, que sirve para surtir de agua a la ciudad de Badajoz. Aquéllos núcleos de población que poseen pequeños embalses, derivan su uso para el consumo humano principalmente y en algunos casos para pequeños regadíos. Las charcas sirven para abrevar el ganado y la fauna.
1.6. VEGETACIÓN.
1.6.1. Series de vegetación descritas en Sierra de San Pedro.
De las sesenta y cinco series climatófilas de vegetación descritas hasta ahora para la región mediterránea, once aparecen dentro del sector extremeño. Estas once se agrupan en cuatro pisos, que recogen la variabilidad dentro de determinados rangos edáficos e higrófilos. La sierra de San Pedro se encuadra dentro del piso mesomediterráneo, definido por cuatro series que se corresponden con el modelo de lo que se conoce como bosque mediterráneo en la Península Ibérica.
Dentro de esta clasificación se encuentran la mayor parte de encinares y alcornocales de Extremadura, bien en etapas de degradación o en etapas climácicas. El caso concreto de San Pedro se establece como un buen ejemplo de bosque mediterráneo en su amplia gama de presentación.
Las agregaciones teóricas de especies y asociaciones en grado de degradación para el conjunto de la sierra son las siguientes:
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- Serie mesomediterránea luso-extremadurense y bética subhúmeda-húmeda del alcornoque (Quercus suber) Sanguisorbo agrimonioidis-Querceto suberis sigmetum.
Se caracteriza porque los alcornocales se asientan bajo derrubios de ladera de todo el piso mesomediterráneo, con ombroclimas que oscilan entre el húmedo inferior hasta el subhúmedo inferior, ambos rangos incluidos en el clima general y microclimas de la sierra de San Pedro.
Este tipo de serie define en su práctica totalidad la extensión de los alcornocales sampedrinos. La baja altitud de las laderas de las sierra, así como la profundidad de los suelos asociados a éstas, hacen que se encuentren formaciones de alcornocales en un grado óptimo de desarrollo. A pesar de ser características las umbrías como zonas de mayor desarrollo de alcornocales, es en la orientación hacia el Sur donde se encuentran mayores extensiones de alcornocal y donde además aparecen estas formaciones más alejadas de la influencia de las laderas. Esto es debido a la mayor humedad relativa durante un mayor número de días al año, debido a la entrada por el Oeste-Suroeste de los frentes húmedos procedentes del atlántico. La consecuencia es la existencia de un ombroclima con tendencias al nivel húmedo, caso contrario de las laderas que parten de la umbría, donde la humedad tiende alcanzar un ombroclima de carácter seco superior, inadecuado a las exigencias del alcornoque.
La etapa madura del alcornocal tiene como especies asociadas en todo el distrito sampedrino la asociación Sanguisorbo agrimonioidis-Quercus suberis.
Encontramos en la sierra de San Pedro las mejores representaciones de alcornocales umbrófilos de influencia oceánica de toda la región extremeña. Esto permite definir amplias zonas de comunidades clímax de bosque alcornocal mediterráneo, de un valor ecológico y botánico incalculable.
Son interesantes también por su representatividad las solanas más occidentales de la formación sampedrina, con asociaciones de Ulex eriocladus y Ulici ericladi-Cistetum ladaniferi, dentro de los que se ha dado en denominar fación silícola termófila araceno-pacense con Pistacia lentiscus.
Algunas de las especies más habituales dentro de esta serie climática, como plantas asociadas al Quercus suber y fácilmente representativas de un estado clímax, son las siguientes: Sanguisorba agrimonioidis, Paeonia broteroi, Adenocarpus telonensis, Thapsia máxima, Magydarys panacifolia, Lavándula luisieri, Thymilaea villosa, Genista triacanthos, Airopsis tenella, Ulex eriocladus, Cistus populifolius, Cistus ladanifer, Polygalo microphilla, Halimium ocymoides, Erica umbellata, Arbutus unedo, Viburnum tinus.
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- Serie mesomediterránea luso-extremadurense silícola de la encina (Quercus rotundifolia) Pyro bourgoeanae-Querceto rotundifoliae sigmetum.
Define el encinar en San Pedro, bien de forma adehesada o con otras agregaciones de características xeríticas. La característica principal de esta serie en la etapa madura es la asociación Pyro bourgaeanae-Quercetum rotundifoliae. El ombroclima propio de estos encinares es la etapa seco-subhúmedo, por lo general en suelos silíceos de madres pizarrosas cámbricas o precámbricas. Su distribución corresponde a la totalidad de los encinares sampedrinos, si bien existen faciones definidas con características diferentes dentro de esta formación geológica.
La fación Mesomediterránea típica del encinar, corresponde a la mayor parte de los encinares de San Pedro y a la práctica totalidad de los encinares adehesados del Norte de las cuerdas. La etapa preclimácica la forman densos matorrales formados principalmente por matas de renuevo. En función de la altura y uso de la facies, podemos encontrar asociaciones con escobonales o con jarales.
Son características de este tipo de formaciones las siguientes especies: Retama sphaerocarpa, Cytisus scoparius, Cytisus multiflorus, Genista hirsuta, Cistus ladanifer, Lavandula sampaiana, Poa bulbosa, Trifolium subterraeus, Pyrus bourgaeana, Urginea maritima y un largo rosario de especies que dependen en gran medida de las condiciones concretas del suelo y del microclima existente en determinados lugares.
Fación psamófila toletano-tagana de Quercus suber. Son encinares con alcornocales desarrollados sobre suelos graníticos. No establecen un ecotono o paso gradual entre ambas formaciones, sino que constituyen un conjunto con entidad propia y con un valor fitosociológico concreto. La mayoría de estas faciones se encuentran en el sector cacereño; sin embargo encontramos dentro de San Pedro una extensión en una etapa de degradación mantenida en forma adehesada y que se enriquece con las numerosas afloraciones de especies asociadas, recluidas en grietas de canchales y zonas de alto nivel de drenaje. Este ejemplo único se localiza entre la carretera de Alburquerque y Herreruela, en los parajes localizados por Piedra-buena, Esparragosa, Los Criaderos o la ribera del Albarragena. Buena parte de los baldíos del Norte del término municipal de Alburquerque son etapas de degradación de estas facies de encinar-alcornocal mesomediterráneo granitícola.
Las especies más sobresalientes dentro de la etapa de degradación a la que se haya sometida son: Cytisus multiflorus, Retama sphaerocarpa, Adenocarpus complicatus commutatus, Anogramma leptophylla, Parietaria Lusitánica, Scrophularia schousboei.
Fación basífila toletano-tagana. Son encinares desarrollados sobre afloramientos y sedimentos calizos dentro del sector Extremeño. En la sierra de San Pedro se localizan en las calizas carboníferas de Valdelasyeguas, Valdealiso y Valdelacasa, en las inmediaciones de Aliseda.
Son especies características de los estados preclimax o diferentes etapas de degradación las siguientes: Asparagus albus, Rhamnus lycioides spiculosa, Quercus coccifera, Cistus albidus, Lavanda sampaiana, Genista hirsuta, Cistus ladanifer, Velezia rígida, Asteriscus aquaticus y gran variedad de especies del Género Orchis.
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- Las series Edafofilas.
Dentro de la sierra de San Pedro se supeditan a suelos higromorfos de bordes de gargantas, arroyos o cauces de ríos, no habiéndose localizado vegas con un elevado nivel freático con este tipo de series ni rastros de etapas de su degradación, por lo que son pocas las formaciones de este tipo de series localizadas.
Las series en este tipo de fitoformaciones se definen por la especie de mayor porte y presencia. En la sierra de San Pedro y debido a la enorme degradación de las riberas, resulta difícil en ocasiones definir las asociaciones características por la falta de arbolado. Cabría buscar la serie formada por el Fraxinus angustifolia, asociada a otra series arbóreas como el Salix sp, Alnus glutinosa y donde destacarían los lianoides como el Clematis campaniflora, Tamus communis y Vitis sylvestris. Otras especies localizadas en asociaciones según el grado de degradación serían las zarzaleras de Lonicero-Rubetum Ulmifolii, Clematidi campaniflorae-Rubetum ulmifolii y los Rubo-Rosetum corymbiferae asparagetosum acutifolii. Las degradaciones extremas, y por otra parte numerosas, que dan lugar a praderas, cuentan entre sus componentes con las siguientes especies más características: Trifolium resupinatum, Scirpus holoschoenus, Carex chaetophilla, Conium maculatum, Carduo bourgaena y Silybetum mariani.
Existe sin embargo la serie de alisedas termo-mesomediterráneas, bien representado en el río Zapatón, en su salida de la presa de Villar del Rey. Sin embargo, los límites que concretan la ZIR de San Pedro únicamente albergan unos metros de esta serie en un buen estado de conservación. Son especies propias de estas series el Fraxinus angustifolia, Celtis australis, Corylus avellana, Salix sp., Brachypodium sylvaticum, Carex broteriana, Carexpendula, Galium broterianum, Osmunda regalis, Scrophularia scorodonia, Athirium filixfoemina, Dryopteris filixmas, Pteridium aquilinium o Juncus acutiflorus.
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- Series de tamujales.
Resulta lo más endémico de la provincia Luso-extremadurense, desarrollándose la asociación de tamujos Pyro bourgaenae-Securinegetum tinctoria. Se desarrollan sobre cauces de ríos que sufren un fuerte estiaje y desecación, soportando sobremanera el pastoreo y la degradación. Su valor ecológico reside en que pueden contactar con las etapas climácicas de alcornoques y encinas. Esto les hace funcionar de ecotono dentro de un mismo ecosistema en el que se pueden dar especies que enriquecen el valor fitoformacional de una comunidad.
Estas formaciones llevan especies asociadas del tipo Bryonia dioica, Crataegus monogyna, Tamus communis, Fraxinus angustifolia, Pyrus bourgaeana, Anthriscus caucalidis y Rhamnus oleoides.
1.6.2. Descripción y caracterización fitosociológica.
Encinares y alcornocales, al encontrarse en buen estado de conservación, constituyen unos de los ecosistemas más complejos y maduros del territorio. Las etapas clímax aparecen con gran frecuencia modificadas por acción del hombre y se presentan como estados de degradación en forma de las asociaciones que caracterizan las comunidades vegetales existentes, presentando por tanto facies intermedias.
En base a ello se han definido una serie de categorías vegetales en las que encuadrar las comunidades presentes en las sierra de San Pedro y las modificaciones que sobre éstas se han llevado a cabo de manera particular.
Las categorías establecidas para las comunidades vegetales presentes en la Sierra de San Pedro son las siguientes:
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a. Bosques de quercíneas con matorral.
Descripción
En esta categoría se incluyen arboledas formada por encinar, alcornocal o ambos, acompañados de un matorral denso formado por un número de especies que oscila en función de la madurez del matorral y de factores abióticos como la exposición al sol, el grado de humedad en el suelo o elementos edáficos.
Tipos
De manera global, podemos hablar de la existencia de dos tipos de formaciones maduras en función de la orientación de la ladera sobre la que se desarrollen y por tanto del grado de exposición al sol. Los bosques de umbría son los que más frondosidad y número de especies presentan; encierran un gran valor ecológico referido no sólo al número de especies botánicas, sino también a la variedad de nichos que ofrecen para la fauna. Los bosques de solana suelen albergar una menor variedad de especies, predominando en ellos las especies heliófilas.
Las laderas de solana en las que existe un alto índice hídrico, debido a la alta exposición solar, permiten la aparición de otras especies. Estas laderas, por lo general de reducidas dimensiones dentro de la ZIR de San Pedro y a las que se las denomina como laderas con «efecto valle», comprenden una amalgama de especies propias de las dos vertientes, enriquecidas con especies cuya ubicación corresponde a estas características abióticas.
Especies
Sobre bosques de solana predomina de forma general la jara pringosa, que puede incluso cubrir porcentajes superiores al 90% sobre la superficie de desarrollo. Por lo general se ve acompañada de tojos y lavanda, predominando en las partes más altas y pobres de la ladera especies como el jaguarzo. En la zona de transición con el bosque de umbría predominan los brezos. Son característicos de estos bosques además de las ericáceas, los madroños, lentiscos y especies lianizantes como las madreselvas.
Sobre las umbrías más hidrófilas pueden aparecer los ruscos y los durillos, a la vez que podemos encontrar la práctica desaparición de la jara pringosa.
En bosques con efecto valle, además de todas las especies presentes en laderas de umbría, podemos encontrar formaciones de escobonales, serbales e incluso mirtos y espinos negros.
Estado de la conservación
Los diferentes autores que han estudiado las formaciones vegetales en Extremadura coinciden en señalar a los bosques mediterráneos sampedrinos como unos de los mejores conservados de la región.
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b. Bosques de quercíneas adehesados: Dehesas.
Descripción
Son montes huecos con el estrato arbóreo como único representante del bosque primigenio. Este sistema se debate en cada momento entre los efectos de la actividad humana y la tendencia natural al avance en la sucesión ecológica hacia la estructura climax del bosque mediterráneo. Esta situación de equilibrio inestable da lugar al mosaico de hábitats que hacen que la dehesa sea uno de los ecosistemas ibéricos en los que existe una mayor diversidad biológica. Es desde este punto de vista donde radica el enorme valor ecológico de estas formaciones. La intervención humana se revela imprescindible para el mantenimiento artificial del inestable equilibrio ecológico de estos bosques y para frenar la tendencia de sucesión ecológica hacia el climax.
La densidad del arbolado depende del uso productivo al que estén sometidos éstos sistemas. La cubierta herbácea de la dehesa está formada fundamentalmente por plantas anuales de marcado carácter estacional.
Especies
Las especies que acompañan a estas formaciones dependerán del uso que se haga del suelo.
Sobre suelos sobreexplotados predominan, incluso por encima de las jaras, los tojos y la lavanda. Suelen establecerse, como especies pioneras en las primeras etapas de desarrollo del matorral, especies de jaras en las que predomina la jara pringosa, la jara crespada o la jarilla. En zonas de continua explotación agrícola y donde la densidad de arboleda decae, predomina la retama negra. Caso de existir una alta higrometría, las diferentes especies de brezos suelen sustituir a las jaras o se desarrollan junto a la jara crespada o a la jara blanca. Sobre linderos se localiza el crecimiento del espino albar o del galapero.
A partir de estas especies pioneras en el desarrollo del matorral puede comenzar la aparición del resto de especies presentes en un bosque climácico, estableciéndose el predominio de unas sobre otras en función de las características abióticas presentes en cada lugar.
La diversidad de especies herbáceas es muy amplia. La especies pratenses nobles están representadas por gramíneas y leguminosas. Otras plantas de inferior valor pratense están representadas por crucíferas, compuestas, etc. Dentro de ellas, la gran diversidad y variabilidad de especies, aún entre cercados de la misma explotación, es la tónica general y el predominio de unas sobre otras depende: de la riqueza de nutrientes del suelo, especies de pastoreo, densidad animal, tipo de pastoreo, etc.
Evolución
La tendencia hacia el avance en la sucesión ecológica, junto con el impacto de la actividad humana, hace que estas formaciones sean unos de los sistemas más inestables de la comarca de San Pedro.
La excesiva presión en la obtención de recursos por parte del hombre sobre las áreas adehesadas y el impedimento del renuevo del arbolado, conlleva de manera inexorable a la degradación del mismo y a su transformación en zonas de pastizal sin arbolado. Por contra, el abandono de este agrosistema o la subexplotación continuada, puede dar lugar a la aparición de las primeras especies pioneras del matorral, un matorral que puede crecer hasta el extremo de cubrir la totalidad de la superficie y desarrollarse en altura así como en una mayor variedad de especies, si bien al tiempo se deteriora el arbolado y en especial sus producciones de fruta y corcho.
Problemática
Una parte considerable de las dehesas en la comarca de la sierra de San Pedro presentan dos amenazas principales. Por un lado el envejecimiento del arbolado y la falta de regeneración del mismo, debida a la elevada densidad de ungulados que soportan algunas zonas, tanto silvestres como domésticos. Por otro, la enfermedad de la «seca», y la actuación de los cerambícidos, que está diezmando numerosos efectivos en las formaciones adehesadas sampedrinas y está bajando la densidad del arbolado en diferentes áreas hasta niveles que comienzan a rayar la calificación de desarbolado.
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c. Bosques de matorral noble.
Descripción
Constituido casi o totalmente por especies arbustivas. Estas especies, lejos de ser especies pioneras, representan una etapa casi climácica en la que por lo general el crecimiento arbustivo ha superado al arbóreo, llegando incluso a impedir o ralentizar el crecimiento del arbolado sobre todo debido a la falta de luz y espacio. Se localizan en zonas donde las condiciones edáficas favorecen el desarrollo de especies de un crecimiento más rápido, caso de los arbustos, frente a los árboles. El predominio arbustivo se ve favorecido por la profusión y facilidad de dispersión de sus semillas.
Este tipo de formaciones se caracterizan por su impenetrabilidad y la alta densidad de individuos de los diferentes géneros presentes.
Especies
Pueden predominar en un primer momento especies del género Erica. Sin embargo pronto se hacen hueco otras, como pueden ser madroños, labiérnagos o especies de jaras como la blanca o la crespada. En etapas más maduras de esta comunidad podrán ir apareciendo especies más umbrosas como es el caso del rusco o de los durillos. Si las condiciones del suelo lo permiten, tendrán una buena representación especies como el mirto, el espino negro e incluso la coscoja.
Estado
Son poco numerosas las formaciones de este tipo en la Sierra de San Pedro, así como de superficie reducida y separadas entre sí. Su existencia puede suponer un aumento en la diversidad general de nichos ecológicos y en muchos casos tiende a avanzar en la sucesión ecológica hacia etapas climácicas del bosque.
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d. Cauces y riberas.
Descripción
La vegetación riparia se localiza en orillas de cauces con presencia de agua de forma estacional o permanente, por lo que las plantas localizadas en estos estratos se caracterizan por su fuerte higromorfismo y por la resistencia a inundaciones durante períodos medios de tiempo. Se localizan en el margen inmediato del lecho del cauce, lo que se conoce con el nombre de bosques en galería.
La arboleda de estas comunidades se caracteriza por alcanzar un dosel elevado que se proyecta junto con el propio dosel arbustivo que puede alcanzar también alturas considerables, sobre todo por la presencia de plantas lianizantes.
Especies
No son numerosas las especies presentes en las riberas de los cauces de San Pedro y en numerosas ocasiones y de manera espontánea, se presentan como comunidades dominadas casi exclusivamente por una única especie, generalmente alisos o fresnos. Los sauces suelen formar rodales uniformes pero de escasa importancia y por lo general se intercalan con el resto de las formas presentes.
En el caso de las especies leñosas arbustivas, predominan los zarzales sobre la orilla de los cauces y los tamujos en el interior del propio cauce. Suelen encontrarse numerosos representantes de matorral propio del bosque mediterráneo, debido a la estacionalidad de los cauces. En este sentido cabe citar el espino albar, el escaramujo e incluso individuos del género Rhamnus.
Estado.
Los bosques de galería en la sierra de San Pedro se caracterizan por su elevado índice de degradación al que se ha llegado por la tala y el pastoreo de las riberas. Existen pocas representaciones de lo que puede ser un bosque de galería en la sierra y de éstas no quedan sino individuos dispersos, envejecidos y parches de vegetación arbustiva.
En este sentido, se requieren de manera inmediata y como una de las actuaciones preferentes de gestión y mejora de las comunidades vegetales, la recuperación de estas comunidades, que posibilitan el establecimiento y la aparición de nuevos nichos y su ocupación posterior por especies de fauna propias de estos lugares.
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e. Matorral oportunista.
Descripción
Suelen ser extensiones en las que suele predominar una especie a la que se asocian otras, con escasa presencia de arbolado, por lo general con menos de 10 individuos por hectárea. Suelen ser extensiones de escasa calidad de suelo,
o que se han visto sometidas a un uso agrícola o pascícola y han sido posteriormente abandonadas, o bien que han sufrido procesos degenerativos como el fuego o la tala.
Tipos
Los suelos que han sido sometidos a extracciones de nutrientes por sucesivas labores agrícolas y que cuentan con una profundidad adecuada, dan lugar a los escobonales; en el caso de haber sido la explotación ganadera sobre ladera la que ha prevalecido, suelen formarse jarales; si existe una reiteración continuada de ambas labores y el pastoreo se llega a producir de manera intensa, podemos localizar en suelos ya muy pobres los tomillares.
Especies
Son pocas las especies presentes en estas áreas y sobre todas ellas siempre destaca una única especie. Los jarales, formados por la jara pringosa, son los más abundantes y característicos. Llevan asociadas otras como la lavanda, el tojo, la jara crespada en etapas tempranas o incluso el majuelo.
El reducido número de especies limita el valor ecológico de estas formaciones. Su principal interés radica en que constituyen etapas tempranas de la regeneración del arbolado, cuyo desarrollo favorecen gracias a sus efectos de sombra y protección frente a los fitófagos. También mantienen el volumen edáfico protegiéndole contra la erosión e incluso pueden dar lugar a una primera etapa de nutrición del suelo por depósito de material orgánico. Sirven también de refugio a la fauna.
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f. Pastizales con escaso o nulo arbolado.
Descripción
Superficies ocupadas por estrato herbáceo, sometido o no a roturación y siembra, y con un arbolado ausente o que no sobrepasa los 10 individuos por hectárea. Pueden verse involucradas especies de matorrales pioneros que proliferan en función del laboreo y de la presión ganadera.
Los pastizales mediterráneos reúnen a un gran número de especies y poseen un alto valor desde el punto de vista de la biodiversidad que encierran. Contribuyen además a la biodiversidad total cuando su distribución se presenta adecuadamente intercalada con las áreas de bosque como elementos del mosaico de hábitats que favorecen el desarrollo de la comunidad faunística. En este sentido son especialmente relevantes los pastizales en valles o vaguadas en el interior de las sierras, que permiten el desarrollo de algunos ciclos vitales de la fauna.
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g. Olivares.
Descripción
Monocultivo de olivos con fines agrícolas, donde pueden encontrarse especies arbóreas o de matorral asociadas a lindes o majanos, si bien siempre de una manera ocasional y de importancia menor. El olivo se ha adaptado al asilvestramiento en numerosas zonas, formando parte de algunos bosques de ladera como especie arbórea junto a encinas o alcornoques.
Estado
Existen numerosos olivares dentro de la ZIR que se encuentran abandonados y están evolucionando hacia la seria climácica, con la aparición de especies arbustivas y arbóreas en su interior. Un problema añadido en estos cultivos es la utilización de pesticidas y herbicidas, que se introducen en las redes tróficas.
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h. Huertas o cultivos intensivos.
Descripción
Se trata de cultivos tradicionales hortícolas para el autoabastecimiento. La mayor parte de estos cultivos se localizan en las inmediaciones de los núcleos urbanos, cortijos y caseríos. Por lo general se localizan sobre vaguadas o depresiones, en suelos profundos y con fuerte higrometría. La extensión de este tipo de uso ha sido siempre reducida.
Su presencia puede constituir un valor ecológico al abrir el abanico de las posibilidades tróficas de la sierra y es aprovechada por buena cantidad de especies de aves y mamíferos, además de constituir un interesante elemento cultural en regresión.
En la actualidad la situación de muchos de estos huertos es de abandono.
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i. Eucaliptales y pinares de repoblación.
Descripción
Superficie arbolada a base de especies alóctonas de repoblación, por lo general en altas densidades. La plantación original se estableció por medio de movimiento de tierras, cuyo modelado aún permanece hoy día en forma de bancales. Los ejemplares en este tipo de cultivo suelen estar dispuestos en hileras.
La existencia de estas formaciones vegetales supone una pérdida en el valor ecológico, debido a sus efectos negativos sobre el desarrollo de la flora y fauna autóctonas, así como al contribuir al empobrecimiento de los suelos y reducir la disponibilidad de recursos hídricos en los estratos edáficos de acogida.
Por lo general, las repoblaciones de pinos permiten determinados niveles de sotobosque, que en numerosas ocasiones es utilizado como refugio por las diferentes especies de interés cinegético. Las repoblaciones de eucaliptos, suelen albergar un matorral ralo o inexistente y las posibilidades de obtención de recursos por parte de la fauna son muy escasas.
1.6.3. Inventario florístico.
La relación global de especies detectada mediante la realización de transectos es la siguiente:
Majuelo | Crataegus monogyna |
Alcornoque | Quercus suber |
Encina | Quercus ilex |
Coscoja | Quercus coccifera |
Chumbera | Opuntia ficus |
Jara pringosa | Cistus ladanifer |
Jara macho | Cistus laurifolius |
Jara blanca | Cistus albifolius |
Alacayuela | Halimium ocymoides |
Jaguarcillo | Halimium umbellatum |
Jaguarzo negro | Cistus monspeliensis |
Jaguarzo morisco | Cistus salcifoliius |
Jara crespa | Cistus crispus |
Sauce | Salix sp. |
Brezo rojo | Erica australis |
Brezo blanco | Erica arborea |
Brecina | Erica umbellata |
Brezo | Erica sp. |
Madroño | Arbutus unedo |
Peral | Malus sp. |
Zarza | Rubus ulmifolius |
Escaramujo | Rosa canina |
Galapero | Pyrus bourgacana |
Ahulaga | Genista hirsuta |
Retama | Retama sphaerocarpa |
Escobón | Cytisus scoparius |
Escoba | Cytisus sp. |
Torvisco | Daphne gnidium |
Eucalipto | Eucaliptus sp. |
Mirto | Mirtus communis |
Retama loca | Osyris alba |
Tamujo | Securineja tinctoria |
Espino negro | Rhamnus oleoides |
Aladierno | Rhamnus alaternus |
Lentisco | Pistacia lentiscus |
Cornicabra | Pistacia Tterebinthus |
Matagallos | Phlonis sp. |
Romero | Rosmarinus officinalis |
Labiérnago | Phillyrea angustifolia |
Fresno | Fraxinus angustifolia |
Acehuche | Olea europaea |
Lavanda | Lavandula stoechas |
Rubia brava | Rubia peregrina |
Durillo | Viburnum tinus |
Madreselva | Lonicera implexa |
Esparraguera | Asparagus acutifolius |
Esparraguera blanca | Asparagus albus |
Rusco | Ruscus aculeatus |
Narciso Perez Chiscanoi | Narcissus perez-chiscanoi |
Armeria genesiana subsp. Belmontae | |
Drosophyllum lusitanicum |
Resulta evidente el mayor número de especies en bosque comparado con el resto de formaciones, lo que se relaciona con el alto grado de conservación de estas comunidades, algunas de las cuales representan etapas climácicas.
La diferencia existente entre solana y umbría, estriba más que en el número de especies encontradas, en el predominio de determinadas especies sobre el resto que aparece en las solanas. A pesar de ello, existen formaciones de solana en las que existe una variedad botánica comparable a las umbrías más climácicas. Se trata de las solanas con «efecto valle», laderas con un fuerte higromorfismo.
En relación a las dehesas, existen menos especies que en los bosques, ya que estas comunidades abiertas soportan un manejo por parte del hombre tendente a eliminar o al menos reducir el estrato arbustivo.
El incremento en el caso de los alcornocales en lo referente al número total de especies con respecto a los encinares se debe a que el alcornoque predomina en extensiones en las que existe una mayor presencia de agua en el suelo, lo que amplía el rango de las mismas.
Las especies ubicadas en las riberas de los cauces sampedrinos cuentan con un reducido número de especies estrictamente ribereñas. Existe una clara degradación de la vegetación de orilla, sobre todo en lo que a arbolado respecta.
La degradación y disminución de especies del bosque mediterráneo es extrema en las áreas de eucaliptal, a pesar de que no existan medidas directamente encaminadas a su eliminación.
1.6.4. Especies amenazadas y endémicas.
Endemismos
De la especies tratadas hasta este momento, una de ellas destaca por las formaciones a las que incluso cede su nombre, por el hecho de que es la especie dominante en unas condiciones características en un clima de contrastes como el de la región extremeña. Se trata de la tamuja o tamujo (Securineja tinctoria) un ende-mismo no exclusivo de la Sierra de San Pedro, sino de la región luso-extremadurense. La excelente adaptación al estiaje y a la falta de humedad, así como a las inundaciones y al frío extremo, le han hecho poblar buena parte de los ríos que sufren grandes oscilaciones en su cauce y conservan lechos áridos y rocosos. Por otra parte, resisten perfectamente al ramoneo de los herbívoros, bien sean domésticos o silvestres y tienen una fuerte capacidad de regeneración.
Además de esta especie, los suelos acidófilos con tendencias continentales pueden albergar buena parte de los endemismos descritos para la región, algunos de los cuales se localizan en la Sierra de San Pedro, como los siguientes:
- Cytisus multiflorus
- Cytisus striatus
- Lavandula stoechas subsp. sampaiana
- Lavandula stoechas subsp. luisieri
- Chamaespartium tridentatum
En ninguno de los casos, tal y como sucede con el tamujo, estos endemismos sufren peligro de desaparición o se consideran raros. En todo caso, la especie Chamaespartium tridentatum, parece encontrarse en una población inferior con respecto a las demás.
En la Sierra de San Pedro se presentan además algunos endemismos destacados, como Armeria genesiana subsp. belmontae, que también se puede encontrar en Monfragüe y Cornalvo, el Narcissus perez-chiscanoi y la planta carnívora Drosophyllum lusitanicum, con pequeñas poblaciones en la Sierra de Santiago, aunque su grueso está entre Valencia de Alcántara y La Codosera, presente además en Portugal, Cádiz, Málaga y norte de Marruecos.
Especies escasas
La situación de las especies que se relacionan a continuación no pueden declararse como de amenazadas en un contexto general, si bien dentro de la Sierra de San Pedro son muy escasas debido sobre todo a factores de condiciones ambientales.
Por otra parte, tenemos una serie de especies que se ubican dentro de condiciones edáficas e higrófilas muy concretas; en el momento en que esas condiciones se encuentran en la naturaleza, existe una explosión de sus efectivos. A pesar de la gran proliferación de individuos, la zona de expansión suele ser muy reducida y su distribución puede relegarse a unas decenas de hectáreas.
Las especies localizadas dentro de la Sierra de San Pedro que se mueven en estas condiciones de escasez, son las que se relacionan a continuación:
Durillo (Viburnum tinus)
Presente de una manera muy esporádica en las umbrías de toda la cuerda principal de la Sierra de San Pedro debido a las condiciones extremas del margen en el que se desarrolla la especie. Sin embargo, el durillo se presenta de una manera muy abundante en los valles de la Sierra de Santiago en bosques, regatones y márgenes de propiedades.
Coscoja (Quercus coccifera)
Únicamente se ha localizado en laderas de solana sujetas a un relativo higromorfismo en el extremo oriental de la Sierra de San Pedro, en las inmediaciones de Rincón de Ballesteros. En las laderas en las que se ha confirmado su presencia, ésta es abundantísima.
Aladierno (Rhamnus alaternus)
Su presencia únicamente se ha localizado de manera esporádica en el extremo occidental de la cuerda principal de la sierra, por las dehesas de Millarón, pero al igual que el durillo, abunda sobremanera en la Sierra de Santiago. En esta sierra compite con éxito con otras especies predominantes en estos suelos, como pudieran ser el madroño o el brezo.
Aparte de estos enclaves se ha localizado su presencia, también de manera relativamente abundante, en el cauce del río Valdeliso, donde existe un añoso ejemplar que puede haber servido de dispersor a una amplia representación de rebrotes existentes en la ladera del cauce.
Espino negro (Rhamnus oleoides)
Sólo se han localizado ejemplares en la sección nororiental de la Sierra de San Pedro, concretamente en una solana con efecto valle cercano a la peña del buitre.
Mirto (Mirtus communis)
Al igual que algunas especies mencionadas con anterioridad, su presencia está condicionada más por tipo de suelo que por la humedad o la orientación de las laderas. Se ha localizado por las inmediaciones de Rincón de Ballesteros en abundancia y en la sierra de Santiago de Alcántara, si bien en este último enclave, de manera más dispersa y ocasional.
Romero (Rosmarinus officinalis)
A pesar de su abundancia formando matorrales seriales con la jara pringosa, únicamente ha podido ser localizado en una ocasión sobre las inmediaciones de Asiento de Tora, de manera dispersa.
Especies de eliminación antrópica sistemática
Existen especies que, si bien no se encuentran en rangos mínimos de habitabilidad debido a factores abióticos, su número tiende a disminuir, en el conjunto de la región y en la misma sierra de San Pedro. Es el caso del peruétano o galapero (Pyrus bourgacana) y del majuelo (Crataegus monogyna), cuyo óptimo de distribución coincide con el de la encina; a pesar de ello se encuentran relegados a zonas rayeras de bosque, cunetas o cerros despoblados.
El motivo no es otro que la falta de utilidad como recurso en la dehesa, lo que se asocia con una eliminación sistemática de sus individuos. Esto, unido a la más dificultosa proliferación de sus individuos debido al sistema de diseminación de sus frutos, hacen de estas especies unas de las que dentro de la flora de San Pedro pueden denominarse como de escasa presencia.
1.7. FAUNA.
1.7.1. Inventario faunístico.
San Pedro ha sido objeto de una serie de estudios encaminados a establecer parámetros sobre especies concretas de su fauna, pero faltan sin embargo numerosos trabajos que incidan en el conocimiento sobre sectores zoológicos muy amplios. En este sentido, cabe destacar a grupos de invertebrados, que se antojan como claves en el sostenimiento de redes tróficas, son causantes de plagas o actúan como vectores de agentes infectantes.
a. Anfibios.
Los anfibios constituyen el grupo de vertebrados menos conocido en cuanto a la presencia de representantes se refiere. Sus hábitos nocturnos, su presencia ocasional y sus hábitats en numerosas ocasiones ocultos al manejo habitual del hombre, propician el desconocimiento de estas especies y de su estatus poblacional.
En la tabla 2.8.1 se especifican las especies encontradas en la zona ZIR.
Tabla 2.8.1. Relación de especies de anfibios localizadas dentro de los límites de la ZIR y su catalogación según el Decreto 37/2001, por el que se regula el Catálogo Regional de Especies Amenazadas de Extremadura.
A pesar de que puede declararse la Sierra de San Pedro como una comarca en la que existe una buena representación Anfibia, es en la zona occidental de la sierra donde se localiza la mayor parte de los avistamientos de especies.
b. Reptiles.
La clase de los reptiles cuenta con un nutrido grupo de representantes en la geografía extremeña y su valor ecológico crece en tanto que cada día se conocen más aspectos relativos a la ecología y al comportamiento de este grupo.
Los datos disponibles sobre este grupo faunístico para la Sierra de San Pedro se recogen en la tabla 2.8.2.
Tabla 2.8.2. Relación de especies de reptiles localizadas dentro de los límites de la ZIR y su catalogación según el Decreto 37/2001, por el que se regula el Catálogo Regional de Especies Amenazadas de Extremadura.
Tal y como sucedía en el caso de los anfibios, es en el sector occidental en donde existe una mayor proporción de localizaciones de las diferentes especies.
c. Aves.
Sin duda es el sector faunístico más conocido, debido a la profusión de sus representantes, la localización sistemática de sus individuos y la vistosidad de muchas de sus acciones. La relación de especies localizadas mediante la realización a pie de 51 transectos de una longitud mínima de 2.500 metros se detalla a continuación en la tabla 2.8.3.
En esta relación se ha empleado una terminología abreviada para indicar la frecuencia de avistamientos. Las abreviaturas empleadas han sido:
RR. Individuos de una especie localizados de una manera muy rara u ocasional. Esta escasez puede deberse a lo impropio de los hábitats localizados en San Pedro para su desarrollo (caso de patos o aves esteparias), debido a su difícil localización por su tamaño o costumbres (insectívoros o accipíteres) o a la real escasez de sus efectivos (algunas rapaces).
R. especies que pueden considerarse como de raras en el ámbito de San Pedro, pudiendo entrar en juego para establecer las causas de esta rareza, las consideraciones del apartado anterior.
H. Presencia habitual dentro de los diferentes hábitats.
F. Especies frecuentes, con gran representación.
Tabla 2.8.3. Relación de especies localizadas. Las abreviaturas indican: RR-especie de frecuencia muy rara o escasa; R- especie de frecuencia rara o escasa; H- especie de frecuencia habitual; F- especie considerada como frecuente.
Del total de las 83 especies localizadas 40, según la clasificación antes referida, corresponden a especies de localización muy rara, 22 a especies de localización rara, 15 a especies de avistamiento habitual y 6 a especies frecuentes en la localización de la Sierra de San Pedro.
El global de las especies localizadas mediante transectos, corresponde al 43,45% de especies con respecto al inventario total de especies potencialmente localizables en la ZIR Sierra de San Pedro y detalladas a continuación en este mismo apartado.
Inventario del potencial ornítico de la Sierra de San Pedro
El inventario potencial de la fauna ornítica de la Sierra de San Pedro se ha obtenido en función de los trabajos de campo y se ha complementado con diversos estudios más generales sobre la fauna ibérica.
Destacan principalmente las rapaces, con una buena representación de un gran número de especies y poblaciones de las más numerosas a nivel mundial de especies como el águila imperial ibérica y el buitre negro.
Cabe destacar también la presencia de numerosas especies ligadas a zonas palustres y pantanosas (ánades, chorlitos, gaviotas, etc.), debido a la presencia de pantanos, charcas y a las diferentes riberas, cuyos biotopos pueden albergar las especies incluidas en esta categoría.
Por otra parte, existe una cierta representación de especies de hábitats pseudoesteparios y desarbolados (otídidas, gangas, etc.), localizada en los bordes de la ZIR, sobre los llanos de Alburquerque y San Vicente de Alcántara.
Como complemento sobre la presencia de las especies que se relacionan, al margen de cada una de estas especies se han situado unas siglas para ubicar la presencia de estas especies en el tiempo. El significado y la abreviatura empleada para las diferentes situaciones son:
S. Especie sedentaria a lo largo de todo el ciclo anual en San Pedro.
E. Presencia durante el ciclo reproductor, en la estación primaveral y estival, de especies cuyos cuarteles de invernadas se sitúan en el continente africano.
I. Localización en el periodo invernal de especies provenientes del norte de Europa. La presencia de esta abreviatura en especies definidas como sedentarias, indican la posibilidad de que la población de individuos nativa se pueda ver incrementada con un aporte extra de individuos provenientes del norte.
P. Aves en rutas migratorias y que pueden utilizar la Sierra de San Pedro como una parada circunstancial o que son localizados en movimientos migratorios.
El listado de especies orníticas presentes en la Sierra de San Pedro se detalla a continuación. Se han separado en base a su catalogación dentro del Decreto 37/2001, por el que se regula el Catálogo Regional de Especies Amenazadas de Extremadura y a la normativa cinegética.
Las especies de mamíferos presentes en la Sierra de San Pedro, a excepción de un escueto número, resultan ser las que mayor dificultad entraña su localización. La agudeza de sus sentidos con los que se dificulta el acercamiento a sus individuos, los hábitos nocturnos y la escasez en muchos casos de sus efectivos, imposibilitan en la mayoría de los casos el contacto visual. Por esta razón, el conocimiento de sus efectivos poblacionales o simplemente el conocimiento sobre la ausencia o presencia de determinadas especies se hace mediante la determinación de sus rastros o por medio de trampas selectivas sobre individuos o tamaños determinados.
Mamíferos carnívoros
Al igual que para el resto de los anteriormente expuestos, se establece una relación de la fauna presente en la sierra. Además, existe un trabajo realizado por la Cátedra de Biología y Etología de la Facultad de Veterinaria de Cáceres que relaciona de manera precisa la presencia o ausencia de rastros de mamíferos carnívoros a lo largo de la Sierra de San Pedro. El estudio se elaboró durante los años de 1997-1998 y se llevaron a cabo un total de 31 itinerarios por un único observador que iba identificando los rastros dejados por los mamíferos carnívoros. La longitud de los itinerarios osciló entre los 8 y 13 km y se escogieron para ello cortafuegos, caminos o áreas abiertas en el interior de las manchas de matorral y bosque, con el fin de acceder con una mayor facilidad a los rastros dejados por los carnívoros en sus desplazamientos cercanos a sus refugios, así como en las rutas hacia cazaderos. Los transectos se espaciaron a lo largo del año, escogiendo para su realización momentos en los que las huellas o rastros fuesen más fácilmente localizables o épocas donde existe una mayor presencia de rastros como son los momentos anteriores a la primavera.
El esfuerzo desarrollado en este trabajo dio como resultado la localización de la presencia de 9 especies de mamíferos carnívoros en las cantidades relativas que se especifican en la tabla 2.8.4. Dentro de este trabajo cabe la ausencia de la comadreja, de cierta presencia dentro de la comarca de San Pedro, pero de difícil localización por medio de huellas, debido al escaso tamaño y a los hábitos boscosos de esta especie.
Sin duda, el aspecto más significativo dentro de este trabajo es la ausencia de rastros de lobo, lo que reforzaría la idea que esta especie podría haber desaparecido de Extremadura.
Tabla 2.8.4. Presencia de rastros de mamíferos carnívoros salvajes, expresadas en cantidades relativas, localizados en el estudio llevado a efecto en la Sierra de San Pedro para conocer el estatus poblacional del lobo.
Destaca la abundante presencia de meloncillo, especie que de forma natural ha colonizado este territorio hace unos años procedente del sur de la península.
El resto de carnívoros de tamaño medio están bien representados. En el tejón encontramos una relativa alta presencia a lo largo de toda la sierra.
En el caso del lince, la especie podría haber desaparecido totalmente de este espacio protegido.
Sobre la totalidad de rastros y huellas encontrados en el estudio encargado para conocer el estatus poblacional del lobo en la Sierra de San Pedro, destaca la presencia de una enorme cantidad de huellas de perro. Este hecho evidencia una situación de deterioro ambiental, ya que la existencia de fauna asilvestrada puede suponer un impacto notable sobre los carnívoros silvestres así como sobre otras poblaciones faunísticas con las que interaccionan, además de daños a la ganadería. En concreto, las poblaciones de perros divagantes producen una situación de competencia con las especies de mayor tamaño y a la vez más vulnerables. Desde el punto de vista de la conservación, se hace necesario desarrollar planes que limiten el acceso de perros a las áreas de bosque más sensibles, así como que garanticen el control sobre estos animales, evitando su permanencia libre en las sierras.
En la Sierra de San Pedro se localiza el que posiblemente sea el refugio más importante de quirópteros cavernícolas de España (que es como decir de la UE). Se trata de la Mina Ahumada donde se han detectado las siguientes especies: Rhinolophus ferrumequinum, R. hipposideros, R. euryale, R. mehelyi, Myotis emarginatus, Myotis bechsteinii, Myotis nattereri, Myotys myotis, Myotis blythi y Miniopterus schreibersii. Destacan las colonias reproductoras de R ferrumequinum (> 1.000) y la mixta de euryale y emarginatus (> 2.000), que posiblemente sea la mayor de España. La concentración invernal de M. schreibersii (4.000-5.000) es de las mayores de España. La presencia de R. mehelyi y M. bechsteinii, dos de las especies más amenazadas de Europa y catalogadas en Peligro de Extinción resaltan la importancia de este refugio. La Mina Pastora (Aliseda) es también de importancia internacional por su diversidad: Rhinolophus ferrumequinum, R. hipposideros, R. euryale, R. mehelyi, Myotys myotis, Myotis blythi y Miniopterus schreibersii como por sus números (1.000-2.000 ind.) tanto en reproducción como en hibernación.
Como especies forestales, además de las citas de bechsteinii en hibernación, abunda Nyctalus leisleri y Pipistrellus kuhlii. En embalses y arroyos es común Myotis daubentonii y en las zonas más humanizadas aparecen Pipistrellus pygmaeus, Eptesicus serotinus, Plecotus austriacus (también en dehesas) y Tadarida teniotis (también en portillas cuarcíticas).
Ungulados
En el caso de los grandes herbívoros, resulta más sencillo el inventariado de sus representantes, debido a la facilidad en su localización, el elevado estatus poblacional, así como el reducido número de especies presentes.
Las especies presentes de manera tradicional en la Sierra de San Pedro son las siguientes:
Ciervo (Cervus elaphus).
Jabalí (Sus scrofa).
Ambas especies cuentan con una alta representación a lo largo de toda la sierra.
Especies desaparecidas
En el caso de San Pedro podemos hablar del lobo como una especie inherente a una historia de lucha entre la supervivencia de éste y los intereses y miedos históricos del hombre. Una relación que en todo caso, parece haber dado con la desaparición de una especie que tenía en San Pedro el último refugio dentro de Extremadura; una desaparición reciente y que todavía permanece caliente por la multitud de anécdotas, recuerdos y experiencias que con este cánido, muchas gentes de la comarca tienen. Una desaparición caliente por la todavía esperanzadora posibilidad de la vuelta de esta especie a estas sierras. De igual forma podría considerarse al lince ibérico.
La otra especie desaparecida en la comarca es el corzo (Capreolus capreolus). Todavía las ladras de esta especie podían escucharse a principios de siglo, pero la excesiva caza, según naturalistas y cazadores de la época, dieron con la desaparición de la especie.
Especies introducidas
La misma actividad cinegética que ha propiciado la desaparición de especies en la sierra, ha movido intereses para la introducción de especies ajenas a estos parajes. Las introducciones de especies alóctonas que se han llevado a cabo en San Pedro, concretamente del muflón (Ovis musimon) y el gamo (Dama dama), se han efectuado en fincas con vocación cinegética.
La consecuencia de la introducción de estas especies en estas explotaciones consiste fundamentalmente en una alta proliferación de sus efectivos y en una elevada competencia por los recursos alimenticios, lo que desde el punto de vista biológico supone un empobrecimiento de la diversidad faunística.
Si esta problemática dentro de las propiedades valladas puede ser considerada como un hecho puntual, el hecho puede acarrear consecuencias ecológicas graves cuando estas especies rebasan el perímetro de cierre y se integran en el conjunto de la sierra. El comportamiento y consecuencias observados dentro de propiedades cerradas, hacen prever cuales podrían ser las consecuencias a medio plazo en el ecosistema de San Pedro. El problema existente en otras sierras extremeñas hace suponer que la proliferación de estas especies pueda acarrear trastornos ecológicos de alcance.
Inventario de mamíferos de la Sierra de San Pedro
El inventario potencial de la Sierra de San Pedro en lo referido a la totalidad de los mamíferos y ordenados según la catalogación en base a su grado de protección, es el siguiente:
Problemática e impactos relacionados con la fauna silvestre de la Sierra de San Pedro:
Introducciones alóctonas
La inclusión dentro de un ecosistema de elementos foráneos modifica la estructura del ecosistema. En la mayoría de los casos, el hombre no tiene la capacidad de predecir la totalidad de las consecuencias que la introducción de una especie acarrea en el sistema.
La mayor parte de las introducciones alóctonas llevadas a cabo en la región extremeña corresponden a intereses cinegéticos, piscícolas o a consecuencias derivadas de la ornamentación. En el primer caso, se busca la introducción de especies con un valor dentro del mercado cinegético traducido en el trofeo que presentan las cornamentas de los machos o bien en el sector pesquero con la introducción de especies voluminosas o de lances atractivos. En el supuesto de las especies ornamentales, suelen referirse a introducciones, que de forma voluntaria o accidental, se realiza con especies de aves exóticas.
Dentro de las especies que han podido ser catalogadas como de introducidas por parte del hombre en la comarca de San Pedro, destacan el muflón, el gamo, el bengalí rojo, la tórtola turca y el cangrejo americano.
Degeneración genética por introducción de individuos foráneos de especies presentes
Uno de los problemas que afectan a las especies silvestres que están sometidas a algún tipo de explotación por parte del hombre es la introducción de variedades genéticas, a veces deseables según criterios productivos, pero que siempre suponen una alteración del patrón genético original de la población adaptada a las condiciones ecológicas de ese área.
El problema de la alteración genética es muy grave, principalmente porque suele ser irreversible, es decir, no es posible reestablecer las condiciones originales una vez se ha producido la mezcla reproductiva entre los individuos autóctonos y los foráneos.
La introducción de ejemplares procedentes de otras poblaciones debiera contar no sólo con la correspondiente autorización de la Administración competente, sino también con un análisis previo de la compatibilidad genética.
Cercados cinegéticos
Como tendencia general, se debe tender a la reducción de la presencia de cercas cinegéticas y a la permeabilidad de las existentes para la fauna no cinegética preservando las explotaciones ganaderas y cinegéticas.
Profusión de caminos
Uno de los aspectos a tener en cuenta en la conservación de especies silvestres es el estrés de los individuos producido por las actividades humanas, que puede resultar perjudicial para el normal desarrollo de los ciclos biológicos de algunas especies más sensibles.
Uno de los factores que afectan notablemente sobre la tranquilidad de determinadas poblaciones es la apertura de caminos de manera indiscriminada. Estos caminos, en ocasiones abiertos sobre impenetrables manchas boscosas que servían de refugio inalterado a especies de mamíferos o aves, suponen la accesibilidad a estos lugares y favorecen la continua presencia del hombre, además de afectar a valores como el paisaje o el suelo e introducir un cambio en las condiciones del hábitat de vertebrados que encuentran refugio en las zonas más agrestes del monte.
Impacto de la alta densidad de herbívoros sobre la vegetación
Las altas densidades a las que se ven sometidas determinadas propiedades valladas en su perímetro por malla cinegética, implican un deterioro de la vegetación por el excesivo ramoneo y frote sobre las especies leñosas como por el sobrepastoreo. La suplementación alimentaria, independientemente de la cantidad y del valor nutritivo que suponga, no es suficiente para evitar la excesiva presión que sobre la vegetación ejerce una excesiva densidad poblacional.
La consecuencia en áreas donde la densidad de reses es elevada es un empobrecimiento de la cobertura vegetal y del número de especies presentes. Este efecto, que desde el punto de vista botánico supone una pérdida de valores naturales, acarrea además una pérdida en la riqueza faunística al descender el volumen de recursos disponibles.
1.8. VALORES CULTURALES.
1.8.1. Patrimonio arquitectónico.
Construcciones de alto valor patrimonial y arquitectónico
Una de las principales construcciones a destacar es el castillo de Azagala, situado en la cresta de la Sierra de Santiago, como representación de las fortificaciones medievales de la ZIR.
Uno de los puntos más elevados de esta zona es el pico de Alpotreque, sobresaliendo en una accidentada muralla rocosa que marca el límite entre las provincias de Cáceres y Badajoz. Estas condiciones naturales y estratégicas, así como su facilidad para la defensa, son las que propiciaron su interés durante la Edad Media y el motivo por el cual surge con funciones defensivas estableciéndose una aldea en sus inmediaciones. En la actualidad se conservan dos cortijos en dos fincas de la zona, aunque son construcciones en su mayor parte modernas, siendo el más antiguo el Alpotreque de Abajo que ocupa un emplazamiento en una llanura elevada.
Similar disposición tiene la dehesa de Majada Nueva, con una gran casa en un emplazamiento elevado y dominante, provista de múltiples instalaciones organizadas en torno a la casa principal. Ésta se cubre con un tejado a dos aguas donde se recogen sus casi treinta habitaciones dispuestas en dos pisos. Todavía se conserva una pequeña espadaña. Esta gran casa permanece ahora casi deshabitada, aunque sí se utilizan las instalaciones propiamente rurales que se hallan a ella adosadas, como las cuadras, tinado y corral.
Pertenecientes a la antigua Encomienda de Castellanos, se encuentran varios caseríos situados en la antigua dehesa de este nombre. La mayor actividad se registra en Covacha de Castellanos, cuya casa está situada junto a la carretera de Cáceres-Badajoz. Constituye actualmente un complejo agrícola y ganadero con diversas dependencias del siglo XIX y otras añadidas en el siglo XX. En las cercanías están los caseríos de Perodosma de la Sierra o de Castellanos, con buena casa de labor y sus instalaciones agropecuarias, con abundante surtido de agua: un manantial, dos pozos y tres charcas a comienzos del siglo XX, Moheda del Fraile o de Castellanos, también con todas las dependencias necesarias, en pleno funcionamiento en las mismas fechas. Más en el interior del monte todavía se conservan parte de los muros del castillo de Castellanos, con su recinto murado y baluartes que testimonian la importancia estratégica del lugar.
Siguiendo un itinerario de NO a SE, en el sentido de la Sierra de San Pedro, podemos reseñar en las cercanías de Aliseda y dentro de su término municipal, la casa de Valdelayegua, construcción de tipo popular que se estructura conforme al modelo de muralla con cuatro crujías en torno a un patio central. En el conjunto sobresale el volumen del lado de poniente que tiene dos pisos, aunque las pequeñas ventanas de planta alta subrayan su configuración de tipo popular y la renuncia a otra manifestación de monumentalidad.
Al sur de Aliseda existen algunas dehesas que cuentan con casas de labor de cierto volumen, como la Casa de la Barquera que a comienzos del siglo XX tenía dos pisos con 11 habitaciones, y que recientemente se ha remodelado y ampliado.
Dentro del término de Aliseda se encuentra la dehesa y cortijo de Hito, amplia y compleja hacienda, en muy buen estado de conservación tras la reciente realización de importantes obras, en la que se han recreado torres y almenas como si de una fortaleza medieval se tratara.
También la dehesa de Valdelacasa de Arriba cuenta con una espaciosa casa, además de las dependencias habituales para el ganado.
Mayor interés posee la casa de Palomares, donde se conservan testimonios heráldicos asociados con el linaje de los Espadero, lo que da consistencia a su nobleza y antigüedad.
Más al sur se encuentra el complejo de Santa Leocadia, con una casa de más de 20 habitaciones datada a finales del siglo XIX. Debió ser una gran explotación agropecuaria pese a su actual estado de abandono, pues en torno a un gran patio o cerca se suceden las construcciones, ya sean de uso residencial, o corrales, tinados, cuadras y pajares, además de un gran horno que parece haber sido construido en el siglo XX. Cerca se sitúa la Casa de Jaramediana que todavía conserva cierta impronta de su primitivo aspecto en su fábrica de mampostería aunque ha sido muy alterada.
Sierra adentro está Juan Ramos con una buena y espaciosa casa de labor todavía en servicio, en la que se han introducido algunas mejoras respecto a las ya abundantes instalaciones pecuarias construidas a comienzos del siglo XX.
Pero el mayor atractivo como gran casa de recreo en esta zona la tuvo el caserío del Campillo. Aunque se debió construir a finales del siglo XIX, ahora está abandonada y medio destruida.
Parralejo y Estenilla tuvo una buena casa con dos pisos y capilla, estando provista además con horno, cuadras, tinados, gallineros, cocheras y pajar; todo en funcionamiento, al menos a comienzos del siglo XX, si bien en la actualidad la casa está abandonada y en estado ruinoso.
Llegados a este tramo encontramos el cordel de ganado que atraviesa esta parte de la Sierra de San Pedro, en cuyo recorrido veremos cómo se levantan diversas construcciones de cierto carácter señorial y, desde luego, de gran interés agropecuario.
Casa Blanca tiene la forma habitual en este tipo de edificios del siglo XIX, además de las necesarias dependencias agroganaderas, una espaciosa capilla y restos del jardín.
La casa de Torre del Gaitán se sitúa en un punto elevado donde posiblemente hubo de existir una torre que dio nombre al lugar, si bien en la actualiad sólo se aprecian algunos vestigios arquitectónicos en las inmediaciones, los cuáles pueden corresponder a una villa romana y a una posible torre medieval con antecedentes también romanos. En la actualidad el caserío se ha convertido en un moderno complejo agropecuario, por lo que los añadidos han sido cuantiosos.
Siguiendo el cordel se llega hasta Malanda, donde todavía persiste una buena casa de labor, en la cual se aprecian elementos constructivos de tipo tradicional y otros incorporados más recientemente pero muy bien integrados en la construcción primitiva.
1.8.2. Patrimonio arqueológico.
No son muy numerosos ni significativos los yacimientos arqueológicos que se encuentran localizados dentro del espacio protegido, a lo que se une un estado de conservación muy deficiente, por lo que no representan especial interés dentro de la zona. No obstante debemos señalar lo representativo de las zonas de Valencia de Alcántara, Alburquerque, Santiago de Alcántara, que se encuentra dentro de la conocida Ruta de los Dólmenes que recorre estas localidades, independientemente de encontrarse estos restos funerarios fuera del límite del espacio protegido.
Los yacimientos que se constatan en la zona atienden principalmente a abrigos calcólíticos y neolíticos en pequeñas lomas con representaciones rupestres, restos de villas romanas, dólmenes (Zona de Alcántara), restos de muros y fortificaciones del hierro, cristianas y visigodas. La superficie de los mismos se reduce normalmente a unos cuantos metros cuadrados.
1.9. Fuentes:
Para la elaboración del presente capítulo se han tenido en cuenta los siguientes documentos:
- - Plan Rector de Uso y Gestión de la ZIR Sierra de San Pedro. Memoria I. Análisis y diagnóstico. Universidad de Extremadura. Cátedra de Biología y Etología de la Facultad de Veterinaria. Marzo de 2000.
- - Censos de avifauna realizados por los Agentes de la Dirección General del Medio Natural entre 1994 y 2006.
- - Seguimiento de poblaciones de buitre negro y águila azor perdicera. Universidad de Extremadura. 1999-2000.
- - Biología y Conservación de las poblaciones de Buitre Negro (Aegypius monachus) en Extremadura. Tesis doctoral. Emilio Costillo Borrego. 2004.
- - Asistencias técnicas para el censo y alimentación suplementaria de águila imperial ibérica. Fundación CBD Hábitat. Años 1996 a 2006.
- - Asistencia técnica: Inventario de poblaciones de carnívoros silvestres y caza menor en la ZIR Sierra de San Pedro. FOTEX. 2005.
- - Estudio de anfibios y reptiles presentes en la geografía pacense llevado a cabo por el Departamento de Zoología de la Facultad de Ciencias de Extremadura, a petición de la Consejería de Obras Públicas, Urbanismo y Medio Ambiente de la Junta de Extremadura.
- - Estudio de las poblaciones de lobo en la Sierra de San Pedro. Cátedra de Biología y Etología de la Facultad de Veterinaria de Cáceres. 1997-1998.
- - Proyecto Life Naturaleza «Actuaciones para la conservación del lince ibérico y el lobo en Extremadura». Dirección General del Medio Natural. 1999-2003.
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FINALIDADES Y OBJETIVOS DEL PLAN RECTOR DE USO Y GESTIÓN
2.1. FINALIDADES DEL PLAN RECTOR DE USO Y GESTIÓN.
La finalidad del presente Plan Rector de Uso y Gestión es la de establecer un modelo de gestión que contribuya a alcanzar los objetivos de conservación planteados específicamente para la ZIR de Sierra de San Pedro.
Todos los contenidos del Plan Rector de Uso y Gestión de la ZIR de Sierra de San Pedro están conformes con la normativa vigente que configura su Régimen de Protección Legal.
El presente PRUG tiene carácter vinculante para administraciones y particulares y prevalecerá sobre el planeamiento urbanístico, de modo que si sus determinaciones fueran incompatibles con la normativa urbanística en vigor, ésta se revisará de oficio por los órganos competentes, tal y como establece el artículo 52 de la Ley 8/1998, de 26 de junio, de Conservación de la Naturaleza y de Espacios Naturales de Extremadura.
El área de la ZIR constituye una de las mejores representaciones del ecosistema de bosque y matorral mediterráneo. Las sierras conservan en muchas de sus laderas una densa vegetación que progresivamente ha sido aclarada por el hombre dando lugar a dehesas y a otras zonas de matorral y pastizal. Destaca la presencia de la encina como especie dominante, pero el alcornoque tiene aquí una de sus más amplias áreas de distribución. El principal valor faunístico de la ZIR es la elevada densidad de parejas de águila imperial ibérica, además de la presencia de otras muchas especies emblemáticas como: cigüeña negra, buitre negro, águila real, búho real, alimoche, águila culebrera, elanio azul, milano real, nutria, lince ibérico, etc.
En el conjunto del territorio se desarrolla una actividad económica significativa (cinegética, ganadera, aprovechamiento del corcho, etc.), siendo la realidad socioeconómica la que ha configurado el territorio que ha mantenido hasta la actualidad los valores naturales y culturales que merecen ser protegidos y conservados.
De forma que las aportaciones básicas al P.I.B. generado en este territorio proceden de las explotaciones agrícolas, ganaderas, forestales y cinegéticas que se ubican en el mismo y que con carácter general han demostrado plena compatibilidad con el medio, que ha sido fundamental para alcanzar el alto grado de conservación actual.
De esta forma, la conservación de los recursos naturales del territorio, aspecto prioritario en la ZIR de Sierra de San Pedro, debe ser compatible con la finalidad básica de todo espacio natural, que es la de promover y potenciar el desarrollo de actividades económicas que reviertan en una mejora del nivel de vida de las poblaciones locales. En definitiva, propiciar el desarrollo sostenible en toda su área de influencia. Será necesario realizar presupuesto económico donde se prevean los medios financieros necesarios para abordar las normativas de uso que dentro del plan se determinen.
La finalidad del presente Plan es la de establecer un modelo de gestión de la ZIR de Sierra de San Pedro que contribuya a alcanzar los objetivos marcados en este PRUG. Con este fin, y para el periodo de vigencia del mismo, el Plan Rector de Uso y Gestión de la Zona de Interés Regional de Sierra de San Pedro se propone:
- a. Consolidar el régimen jurídico de protección para este territorio.
- b. Conservar y restaurar los valores naturales y culturales de la ZIR, en la medida de lo posible, promoviendo actuaciones y proponiendo los instrumentos precisos.
- c. Compatibilizar las actividades tradicionales de los habitantes del entorno con la conservación de dichos valores de la ZIR.
- d. Establecer un sistema de uso adecuado, a tenor de las diferentes zonas de la ZIR, y siempre compatible con su conservación.
- e. Determinar las necesidades de conocimiento e investigación, y desarrollar las que se consideren prioritarias.
- f. Ordenar el uso de las infraestructuras existentes en el interior de la ZIR, integrando su funcionamiento en el cumplimiento de los objetivos contemplados para este territorio.
- g. Compatibilizar las medidas establecidas con los instrumentos de planificación y gestión vigentes referidos al territorio incluido en la ZIR.
- h. Todo ello sin menoscabo de la gestión de los recursos generados explotables económicamente en el territorio ocupado por la ZIR, que correrán a cargo de los diferentes propietarios y/o titulares de derechos de los predios existentes en el mismo, quienes como es lógico habrán de cumplir lo dispuesto en las normativas sectoriales aplicables.
2.2. OBJETIVOS GENERALES DE LA ZIR DE SIERRA DE SAN PEDRO.
La gestión de la ZIR se rige por los objetivos y directrices que a continuación se contemplan y que constituyen el elenco básico de iniciativas a desarrollar.
- - Proteger los recursos (el paisaje, la gea, el agua y la atmósfera), así como todas las especies y las comunidades biológicas autóctonas y sus procesos evolutivos, con especial atención a las incluidas en el catálogo de especies protegidas.
- - Restaurar, en lo posible, las áreas degradadas y aquellas otras ocupadas por especies de carácter alóctono.
- - Promover la educación ambiental y el conocimiento público de los valores ecológicos, históricos y culturales del territorio incluido en la ZIR y los municipios que lo integran, y su significación.
- - Facilitar la contemplación y el disfrute público de los valores del territorio incluido en la ZIR, siguiendo el criterio de compatibilidad con la conservación de estos valores.
- - Establecer un marco ordenado para la investigación, y unas prioridades a seguir, tanto para los proyectos de investigación externa como para los de estudio y seguimiento internos.
- - Mantener los usos y aprovechamientos que han posibilitado el mantenimiento de los valores naturales que confieren importancia al territorio de la ZIR, como espacio para la protección y conservación de hábitats y especies de importancia medioambiental, que a los efectos y con carácter general no tendrán la condición de impactantes.
- - Ordenar aquellos usos y aprovechamientos compatibles con las finalidades de la ZIR, fomentando aquellos que tradicionalmente se han realizado en la zona. A los efectos, se entenderá como usos y aprovechamientos tradicionales aquellos que de forma continuada se han venido practicando en los últimos 40 años si de estos no se ha derivado una acción lesiva sobre los recursos naturales de la ZIR.
- - Conservar y restaurar los elementos culturales e históricos de importancia local, regional o nacional.
- - Favorecer el desarrollo socioeconómico de los municipios que conforman el ámbito de la ZIR y fomentar las medidas que faciliten un marco armónico de relaciones entre los espacios naturales protegidos incluidos y su entorno, para lo que se arbitrarán mecanismos concretos que permitan conciliar los intereses de protección de los recursos naturales con la realización de los usos y aprovechamientos tradicionales en uso.
- - Garantizar la participación de las comunidades locales en la gestión del territorio de la ZIR, a través de la Junta Rectora y demás instrumentos establecidos.
- - Establecer mecanismos específicos que proporcionen a las comunidades locales la información necesaria para, mediante un conocimiento preciso de los valores y procesos naturales de la ZIR, participar activa y eficazmente en la gestión de su territorio.
- - Dotar a la ZIR de los medios técnicos, humanos y financieros que aseguren el correcto desarrollo de las actuaciones orientadas a cumplir los objetivos de protección y conservación establecidos, así como los objetivos de desarrollo socioeconómico propuestos bajo la perspectiva del desarrollo sostenible.
- - Integración efectiva de la ZIR en la Red de Espacios Naturales Protegidos de Extremadura y en la Red Europea Natura 2000.
- - Establecimiento de sistemas de seguimiento y control del estado de conservación de los ecosistemas, recursos y procesos naturales de la ZIR, permitiendo la valoración de la incidencia de las actuaciones desarrolladas en su ámbito.
Con este conjunto de objetivos la administración no pretende en ningún caso participar en la gestión de la explotación económica de los recursos que generan las fincas incluidas dentro de la ZIR, aspecto que compete íntegramente a los propietarios y titulares de derecho.
2.3. OBJETIVOS ESPECÍFICOS DE PROTECCIÓN Y CONSERVACIÓN.
2.3.1. Atmósfera.
Los objetivos básicos en esta área son:
- a. Mantener los niveles óptimos actuales de calidad del aire registrados en el territorio de la ZIR, y en los casos que sea necesario regenerar la calidad del aire limitando la emisión de ruidos y sustancias contaminantes en concentraciones tales que modifiquen aquella por encima de los niveles autorizados.
- b. Eliminar las fuentes de emisión de olores desagradables, estableciendo las oportunas medidas correctoras.
- c. Controlar las fuentes emisoras de ruido de manera que no se perturbe la tranquilidad de la población y las especies animales en el ámbito de la ZIR, en especial aquellas que puedan afectar negativamente a las poblaciones y hábitats de las especies protegidas presentes.
2.3.2. Gea.
Para la conservación de los valores geológicos, geomorfológicos y edáficos de la ZIR de Sierra de San Pedro se establecen los siguientes objetivos básicos:
- a. Preservar la integridad de las estructuras geológicas y geomorfológicas, y unidades morfoestructurales presentes, evitando de forma general, aquellas actividades o actuaciones que pudieran alterar o modificar su volumen o perfil de manera importante atendiendo a lo establecido en el artículo 46 K de la Ley 8/1998, de Extremadura.
- b. Mantener y conservar la calidad de los suelos y sus procesos evolutivos, su fertilidad y características estructurales y texturales.
- c. Proteger las áreas con alto riesgo de erosión, frenando los procesos erosivos y recuperando las áreas degradadas.
2.3.3. Recursos Hídricos.
Los objetivos básicos a conseguir serán los siguientes:
- a. Alcanzar y mantener un adecuado nivel de calidad y cantidad de las aguas superficiales y subterráneas, y los sistemas vegetales asociados, controlando cualquier actuación que pueda ser causa de degradación.
- b. Establecimiento y mantenimiento de unos niveles básicos de calidad en las aguas embalsadas.
- c. Alcanzar un adecuado tratamiento de depuración para los vertidos que se incorporen a las aguas, o al terreno, ya sean urbanos, industriales, agrícolas o ganaderos.
2.3.4. Flora y Vegetación.
Los objetivos que rigen las actuaciones en esta materia son los siguientes:
- a. Conservar los ecosistemas, mantener la diversidad de biotopos, incidiendo en aquellos directamente ligados al mantenimiento de las comunidades y especies protegidas.
- b. Favorecer el desarrollo y equilibrio de las formaciones naturales, atendiendo especialmente a su dinámica progresiva, de tal manera que se acerquen el máximo posible a su situación climácica.
- c. Eliminación progresiva de especies de flora exóticas y su sustitución por especies autóctonas.
- d. Defensa de las formaciones vegetales contra los incendios forestales y excepcionalmente, si fuera necesario, contra plagas y enfermedades.
- e. Potenciar la mejora de los alcornocales, de su producción de corcho y de la obtención del mismo, como elementos fundamentales de la riqueza de la zona.
- f. Fomentar las repoblaciones y densificaciones de encinas y alcornoques.
2.3.5. Fauna.
Los objetivos específicos correspondientes a esta área son los siguientes:
- a. Favorecer las condiciones de hábitat de las especies catalogadas según el catálogo regional de especies amenazadas de Extremadura.
- b. Eliminar, o al menos mantener en unos niveles adecuados las poblaciones de especies exóticas o variedades, impidiendo su introducción o expansión.
- c. Promover planes de estudio, seguimiento y gestión de especies singulares, emblemáticas y amenazadas.
- d. Establecer un vínculo con los planes de actuación de las especies.
- e. Realizar actuaciones para el fomento de la biomasa y muy especialmente para la recuperación de las poblaciones de conejo de monte.
2.3.6. Paisaje.
El paisaje de la Sierra de San Pedro constituye un recurso natural y cultural más de la ZIR que debe ser protegido, conservado y restaurado. Los objetivos de gestión que rigen las actuaciones ligadas a este recurso son:
- a. Se tenderá a aplicar un esquema de protección integral del paisaje, considerando que la conservación del paisaje implica necesariamente la conservación de todos sus componentes, tanto naturales como de carácter antrópico y cultural.
- b. Regular los usos y actividades que en un futuro pudieran representar una afección visual y paisajística negativa de relevancia en la ZIR.
- c. Potenciar la observación del paisaje como elemento de bienestar personal y como elemento de evaluación de las actividades humanas.
- d. Recuperar las características paisajísticas de las zonas degradadas por actividades desarrolladas con anterioridad al PRUG, que destaquen de su entorno.
2.3.7. Patrimonio Histórico y Cultural. Los objetivos de gestión que rigen las actuaciones ligadas a este recurso son:
- a. Hacer entender y preservar mediante los distintos medios de propagación cultural, los diferentes valores históricos y culturales presentes en el entorno.
- b. Evitar actuaciones que puedan deteriorar o hacer desaparecer valores históricos, culturales y naturales dentro de los límites de protección.
- c. Fomentar el estudio del patrimonio cultural y etnográfico presente en la ZIR así como su protección y recuperación, incluyendo las vías pecuarias.
2.3.8. Actividades Agrícolas, Ganaderas y Forestales.
Los objetivos del PRUG se orientan a mantener la sostenibilidad de los usos agrícolas, ganaderos y forestales y la viabilidad futura de las explotaciones económicas que de tales recursos se realicen por los titulares de los correspondientes predios, al tiempo que se cumplen los objetivos de conservación de la ZIR.
Para ello, se establecen los siguientes objetivos:
- a. Conservación, mejora y desarrollo ordenado de las actividades que se vengan desarrollando tradicionalmente en la zona.
- b. Consolidar el desarrollo ordenado y sostenido de las explotaciones, de tal manera que se consiga la conservación de los valores naturales del área, a la vez que un eficaz aprovechamiento económico de los recursos existentes.
- c. Garantizar la calidad de vida de los habitantes de la zona, desde la perspectiva del desarrollo sostenible arbitrando para ello, cuando sea necesario, las medidas que correspondan, entre las que estarán la financiacion de inversiones y el establecimiento de ayudas.
- d. Fomentar métodos de producción agraria compatibles con las exigencias de protección y conservación del medio natural, en especial las mejoras de pastizales, arbitrando también para ello las medidas que correspondan, entre las que estarán la financiación de inversiones y el establecimiento de ayudas.
- e. Potenciar, en la medida de lo posible, la utilización de abonos orgánicos frente al uso de abonos químicos, favoreciendo especialmente la lucha integrada para el control de plagas y enfermedades.
- f. El ecosistema de la dehesa es uno de los más importantes de la ZIR, por lo que se favorecerá en determinadas zonas la evolución hacia este tipo de ecosistema. Asimismo, se favorecerá la evolución progresiva hacia la vegetación climácica y la restauración forestal de las áreas degradadas, fomentando la extensión de los ecosistemas forestales, el establecimiento de paisajes en mosaico y los hábitats naturales con superficie arbolada de especies autóctonas correspondientes a las respectivas series de vegetación, sin menoscabo de la obtención de los recursos pastables y manteniendo las zonas adehesadas.
- g. La gestión de los montes por propietarios y titulares de derechos deberá hacerse en todo momento teniendo en cuenta la integración de las especies, el sostenimiento de los recursos forestales y del medio físico, garantizando la preservación de la diversidad biológica y de la riqueza paisajística. Las medidas a implantar por la Administración tendrán en cuenta que las actuaciones que se propongan a los propietarios sean técnicamente posibles y económicamente viables.
- h. Potenciar tanto la mejora de las cabañas ganaderas como los recursos alimenticios que proporciona el campo, en particular pastos y montanera, así como sus sistemas de explotación, al objeto de garantizar que los ingresos de estas fuentes de riqueza sigan contribuyendo al mantenimiento de las explotaciones existentes y los niveles de empleo, todo ello haciéndolo compatible con la conservación del medio natural.
2.3.9. Actividades de Caza y Pesca.
Los objetivos básicos de gestión referente a estas actividades son los siguientes:
- a. Compatibilizar el aprovechamiento sostenido de los recursos cinegéticos y piscícolas con el mantenimiento de los recursos naturales de la zona y los objetivos de conservación del espacio protegido.
- b. Fomentar el equilibrio adecuado de sexos y poblacional de las especies de caza mayor.
- c. Adoptar las medidas oportunas para que durante el transcurso de la actividad cinegética no se produzcan molestias a la fauna silvestre protegida.
- d. Mejorar los hábitats acuáticos, para favorecer el desarrollo de las poblaciones ictícolas.
- e. Fomentar las poblaciones de caza menor bajo regímenes de sistemas no intensivos.
- f. Compatibilizar el ejercicio de la caza y la conservación de las especies protegidas para conseguir que el desarrollo de las actividades cinegéticas se realice sin menoscabo de su potencialidad y potenciar la mejora de las especies cinegéticas y sus sistemas de explotación al objeto de garantizar que los ingresos de esta fuente de riqueza siga contribuyendo al mantenimiento de las explotaciones existentes.
- g. Se tenderá a la sustitución de vallados no adecuados ya existentes (espinos, doblados, luz muy pequeña), por otros menos impactantes, paredes de piedra, etc.
- h. Fomentar el ejercicio de la caza, tanto como modo de control de las poblaciones cinegéticas como para mantener y potenciar la obtención de recursos económicos que de la misma se obtienen.
2.3.10. Lucha contra los Incendios Forestales.
Los incendios forestales constituyen una de las principales amenazas a las que se enfrenta la ZIR, puesto que podrían llegar a ser el mayor agente de degradación del espacio. Por ello, la lucha contra los incendios, tanto en su faceta de prevención como de extinción, es un objetivo de primer orden en la gestión de la ZIR, en el que necesariamente han de implicarse tanto las administraciones actuantes como los propietarios y titulares de derecho de los predios y explotaciones. Los objetivos particulares relativos a este aspecto de la gestión son los siguientes:
- a. Ajustar todas las actuaciones relativas a la lucha contra los incendios forestales en el ámbito de la ZIR a lo establecido en el Plan de Lucha contra Incendios Forestales de la Comunidad Autónoma de Extremadura, Plan INFOEX y al Plan PREIFEX.
- b. Desarrollar, tras la aprobación del PRUG, medidas específicas que complementen lo recogido en el Plan INFOEX y Plan PREIFEX, y permitan un trato singular de actuación rápida y eficaz en este enclave de alto valor medioambiental.
- c. Fomentar el mantenimiento y posterior mantenimiento de una red de cortafuegos que minimice los riesgos e impactos de fuegos.
- d. Además, el Plan INFOEX y Plan PREIFEX deberá tener en cuenta la defensa de los valores naturales fomentando la coordinación entre las distintas partes implicadas, y especialmente con el órgano de gestión del espacio protegido, no debiendo en todo caso el citado Plan INFOEX y Plan PREIFEX contravenir los criterios reflejados en el presente documento.
2.3.11. Actividades Investigadoras.
La investigación es una faceta de gestión importante que se potenciará en la ZIR de Sierra de San Pedro, siempre y cuando la propuesta metodológica de actuación sea respetuosa con las especies y los procesos ecológicos esenciales.
Los objetivos básicos a conseguir en esta área son los siguientes:
- a. Favorecer y potenciar la actividad investigadora dentro de la ZIR.
- b. Promover la difusión de los conocimientos científicos sobre la ZIR.
- c. Planificar la actividad investigadora de manera que sean de elección aquellos proyectos que representen un claro beneficio para las especies catalogadas de la ZIR, de acuerdo con el catálogo regional de especies amenazadas de Extremadura.
2.3.12. Uso Público.
La diversidad y la riqueza natural de la Sierra de San Pedro ofrecen óptimas posibilidades para el contacto con la naturaleza, el turismo y la adquisición de valores a través de la Educación Ambiental. Estas actividades, además de cubrir las necesidades de un amplio sector de población de nuestra sociedad, pueden contribuir de un modo importante al desarrollo económico de las poblaciones del entorno.
Los objetivos concretos en esta materia son:
- a. Promocionar el conocimiento y difusión de los valores naturales y culturales de la ZIR actuando como instrumento para la recuperación del equilibrio entre la actividad humana y la naturaleza como concepto de calidad de vida.
- b. Establecer actitudes favorables hacia la naturaleza y su conservación deben ser los criterios básicos de la gestión favoreciendo el acercamiento del visitante a la naturaleza, despertando en él la capacidad de sentir e impresionarse por los procesos de la vida.
- c. Potenciar, a través de la ZIR de Sierra de San Pedro, el desarrollo turístico de los municipios afectados, así como las restantes zonas de interés de nuestra Comunidad Autónoma.
- d. Ordenar las actividades recreativas, turísticas y educativas de tal manera que su impacto en la dinámica de la ZIR sea mínimo.
2.3.13. Educación Ambiental y Sensibilización.
La Educación Ambiental nace como respuesta a los problemas sociales y medioambientales que el desarrollo económico humano está causando en nuestro planeta, y su finalidad consiste en ayudar a los ciudadanos a tomar conciencia de estas alteraciones y capacitarlo para tomar las medidas adecuadas para solucionarlas.
En este proceso en el que deben participar todo tipo de Instituciones, Organismos y personas, la ZIR tiene una especial responsabilidad que asume con todos sus medios.
Los objetivos a conseguir son los siguientes:
- a. Dar a conocer la Sierra de San Pedro por los valores que han llevado a su declaración como espacio natural protegido.
- b. Aprovechar la dinámica natural de la Sierra de San Pedro para informar sobre los distintos ecosistemas de la ZEPA-ZIR y el cambio hacia un sistema de valoración más adecuado.
- c. Utilizar la Sierra de San Pedro como punto de referencia para entender y comprender los problemas socio-medioambientales.
2.3.14. Desarrollo socioeconómico.
Los objetivos básicos del Plan Rector de Uso y Gestión de la ZIR de Sierra de San Pedro en materia de desarrollo socioeconómico son los siguientes:
- a. Ordenación del aprovechamiento de los recursos naturales, con el fin de propiciar su utilización racional y conservación, así como su restauración cuando fuera necesario, y de asegurar su adecuación a los objetivos del Plan Rector de Uso y Gestión.
- b. Promover el desarrollo socioeconómico de las poblaciones del entorno del espacio natural protegido, de manera que la existencia del espacio genere beneficios socioeconómicos en la población local y contribuya al desarrollo sostenible de los municipios afectados por la ZIR, mediante la explotación económicamente viable de los recursos, que tradicionalmente se han venido explotando y cualesquiera otros nuevos de probada compatibilidad con el medio natural.
- c. Promover, mediante la explotación económicamente viable, los recursos agrícolas, ganaderos, forestales y cinegéticos, soportes básicos actuales del PIB de la zona, e incluso la obtención de ayudas económicas de las distintas administraciones para su sostenibilidad.
- d. Potenciar e incentivar la dedicación a las actividades tradicionales en uso, entendiendo como tales aquellos sistemas de producción que conjugan la explotación de los recursos y la productividad con el respeto al medio ambiente, y entre las que no han de considerarse métodos obsoletos de producción propios de otras épocas.
3
ÁMBITO TERRITORIAL
El territorio de la ZIR «Sierra de San Pedro» se encuentra situado en la submeseta sur de la península ibérica y se asienta sobre la frontera correspondiente a la mitad oeste, que separa Cáceres y Badajoz. Ocupa casi a partes iguales la provincia de Cáceres y la de Badajoz. Posee una orientación NO-SE.
De Norte a Sur, y situándonos en la parte de mayor anchura latitudinal, nos encontramos con una separación de aproximadamente 35 km entre Villar del Rey, al sur, y Aliseda, al norte.
El área se compone principalmente de dos alineaciones montañosas con la misma orientación, así como de grandes llanuras que la rodean por todos los flancos, aunque claramente al norte y al sur de las mismas sierras.
El río Tajo se sitúa al norte de la misma, al igual que el descenso del río Salor.
Hacia el sur, el relieve se suaviza cada vez más, hasta conectar con las llanuras del norte de Badajoz y las Vegas del Guadiana.
Una zona de formación de pequeñas sierras agrupadas se sitúan en la zona de Santiago de Alcántara, con influencia en las dinámicas climáticas de la zona y mayores precipitaciones en las zonas elevadas.
Los límites exactos de la ZIR Sierra de San Pedro aparecen reflejados en el Anexo II del presente documento, siguiendo las líneas rectas que se establecen entre las coordenadas correlativas UTM Huso 29.
De modo descriptivo, los límites son los siguientes:
NORTE:
Parte de las proximidades del núcleo urbano de Santiago de Alcántara, siguiendo la carretera local desde esta población a Membrío, dejando fuera el pueblo de Carbajo, hasta que esta carretera alcanza la Rivera de Carbajo. En este punto el límite se separa de la carretera girando hacia el sur, remontando esta rivera y continuando por el Regato del Madroñal aguas arriba, hasta alcanzar el cortafuegos que sube al vértice geodésico de Piejuntilla, sobre la cota 400 aproximadamente. Desde aquí continúa bordeando el extremo sudeste de la Sierra de Santiago por el camino que recorre su base, hasta que éste alcanza el límite entre los términos municipales de Membrío y Valencia de Alcántara. Sigue este límite de términos municipales en dirección sur cruzando la carretera N-521. Continúa siguiendo el límite de términos municipales hasta el punto donde éste gira hacia el norte (coordenadas 662.683/4.373.958), en las proximidades del lugar Casa del Tío Faustino. En este punto, el límite de la ZIR abandona este límite de términos municipales, para continuar en línea recta, manteniendo la dirección este-sudeste, hasta alcanzar el límite de términos municipales entre Valencia de Alcántara y Salorino (coordenadas 663.544/4.373.557). Continúa por este límite en dirección sudoeste por espacio de unos 650 metros y lo deja girando hacia el sudeste, para tomar un camino que pasa al sur del paraje «Casa del Tío Martín» siguiéndolo durante unos 1.700 m, hasta el punto de coordenadas 664.695/4.372.310 donde gira en dirección Sur-Sudeste hacia el muro del pantano de la Jabalina, sobre el que pasa. Desde aquí, el límite de la ZIR continúa en dirección este-sudeste en línea aproximadamente recta, pasando por el punto de coordenadas 667.854/4.369.066, hasta cruzar la carretera de Salorino a San Vicente de Alcántara en el lugar denominado Dehesa de Tagarnilla (coordenadas 669.767/4.368.228). Desde la carretera, el límite de la ZIR continúa en dirección Este-Sudeste aproximadamente en línea recta, pasando por los puntos de coordenadas 670.358/4.367.904 y 671.559/4.367.026, atravesando por la Dehesa de Elice, hasta el punto de coordenadas 672.235/4.366.742, donde enlaza con un camino que discurre paralelo a la Sierra de San Pedro, por el que sigue cruzando la Rivera de la Mula, hasta el punto de coordenadas 673.977/4.366.440, donde enlaza con otro camino que discurre igualmente paralelo a la Sierra de San Pedro, bordeando el pie de sus estribaciones en dirección este-sudeste por un camino, hasta el punto de coordenadas 678.490/4.364.255, desde donde salta en línea recta, hasta el punto de coordenadas 678.560./4.364.280, a partir del cual vuelve a tomar un camino por el que llega a la «Casa de la Higuerita», en las proximidades de la Ermita de San Pancracio, donde baja hasta el pk 53 de la carretera EX-302 (Brozas a Alburquerque), la cruza y continúa hacia el este por un camino que abandona en el punto de coordenadas 682.287/4.363.752, girando hacia el sudoeste por otro camino que recorre durante 200 metros, para tomar nuevamente dirección este en el punto de coordenadas 682.431/4.363.622. A continuación cruza el Regato Guadallo y sigue en la misma dirección, paralelo a la sierra, por caminos hasta al punto de coordenadas 686.348/4.363.248, desde donde va en línea recta a unirse con la vía de ferrocarril de la línea Cáceres-Valencia de Alcántara en su punto kilométrico 378,4. Continúa por la vía de ferrocarril en dirección este hasta alcanzar el límite del término municipal de Cáceres. El límite de la ZIR continúa en dirección norte siguiendo el límite del término municipal de Cáceres hasta que alcanza la carretera N-521. Continúa por esta carretera en dirección a Aliseda, hasta desviarse hacia el sur unos kilómetros más adelante (697789/4366969) para rodear Aliseda. El límite de la ZIR alcanza la carretera EX-303 de Aliseda a Alburquerque, la sigue en dirección Nordeste, durante unos 80 metros, para girar luego sobre el muro del embalse de Aliseda, siguiendo a continuación aguas abajo por la margen derecha de la Rivera del Pueblo de Aliseda, hasta el primer arroyo que se le incorpora por dicha margen. Desde aquí comienza a ascender por este arroyo, hasta su cabecera y desciende luego por la vaguada opuesta por un nuevo arroyo, afluente del Regato de Valdelasmanos. Una vez incorporado a éste en las proximidades del Pozo de Valdelasmanos, el límite de la ZIR discurre en sentido descendente del mencionado regato, hasta atravesar una línea de sierras en el punto de coordenadas 701.372/4.365.893. En este punto gira hacia el sudeste, discurriendo por la línea de crestas rocosas, hasta una nueva portilla que se abre en la misma, en el punto de coordenadas 702.955/4.363.847, donde toma el arroyo que la cruza, aguas abajo, hasta su desembocadura en el río Salor, continuando aguas arriba de éste hasta la confluencia del río Ayuela.
ESTE:
Desde la confluencia del río Ayuela en el río Salor, el límite de la ZIR continúa aguas arriba por la margen izquierda del primero hasta la confluencia del Regato Longuerilla. Desde este punto sigue por el camino que atraviesa la Dehesa Ramogil en dirección a las Casas de Ramogil. Al llegar al punto de coordenadas 715.326/4.357.490 gira en dirección sudoeste, por un nuevo camino que se dirige en línea recta nuevamente hacia el Regato de la Longuerilla, y al llegar a un afluente de éste, lo sigue, aguas arriba hasta que cruza el camino de la Longuera, el cual sigue hacia el este, hasta llegar a la carretera EX-100 (Cáceres-Badajoz). Cruza esta carretera y sigue por el camino público que entra en la finca El Clavín, pasa junto a los corrales de esta finca y sigue recto por este camino hasta el cruce existente en el punto de coordenadas 716.478/4.353.874, donde se desvía por el camino de la derecha, dirección sur, para entrar en la finca Canaleja de los Cantos (coordenadas 716.534/4.353.491). Pasa junto al Cortijo de los Frailes, entra en la finca Canaleja del Sauzal (coordenadas 718.477/4.352.346) y antes de llegar al Cortijo del Sauzal, se desvía hacia la izquierda (coordenadas 718.675/4.352.180) hasta llegar al cruce existente en la punto de coordenadas 718.961/4.352.287, donde se desvía a la derecha, continuando todo el camino adelante hasta entrar en la finca Caraquino (coordenadas 720385/4351381, [032]). Desde este punto, el límite de la ZIR sigue una línea recta en dirección este, hasta en cruce de caminos situado en el punto de coordenadas 721.400/4.351.291 [208]; aquí continúa en dirección este por el camino existente hasta el cruce de caminos situado en el punto de coordenadas 721.950/4.351.453, lugar en el que el límite de la ZIR toma la linde de la finca Umbría de Montepalomas, hasta que ésta gira en ángulo recto hacia el sudoeste (coordenadas 722.715/4.350.976). Desde esta esquina, el límite de la ZIR sigue en línea recta, siguiendo la dirección Sudeste que traía la linde seguida anteriormente, hasta alcanzar un camino en el punto de coordenadas 723.141/4.350.709; sigue por este camino hacia el sur, pasando junto a unas casas de la finca Las Catalinas, en dirección al Cortijo de las Catalinas, hasta llegar al punto de coordenadas 723.127/4.349.725 en que abandona el camino para tomar la alambrada que marca la linde con la finca contigua, en dirección Sudoeste. Sigue esta dirección en línea recta, alcanzando la linde de la finca Sierra de la Ruda y el Moro, por la que continúa hasta el punto de coordenadas 724.721/4.347.913, donde pasa, ya dentro de la mencionada finca, al camino que se dirige confluyendo hacia la vía férrea de la línea Cáceres-Mérida. Una vez alcanzada la vía, el límite de la ZIR discurre por la margen derecha de ésta (dirección sur), hasta que alcanza la carretera local de Casas de Don Antonio a Rincón de Ballesteros, siguiéndola en dirección a este núcleo urbano durante 440 m, hasta el punto de coordenadas 726.934/4.342.892, en el que se desvía hacia el Oeste por un camino que discurre por el fondo de una vaguada. Sigue este camino hasta llegar al punto más alto de la vaguada, desde donde comienza a bajar por una nueva vaguada, en dirección sudoeste al principio y luego sur, llegando al camino que rodea la Morra de los Acebuches, el cual sigue hasta alcanzar el extremo este de la parcela catastral 336, polígono 44, del término municipal de Cáceres (coordenadas 726.325/4.342.610).
SUR:
Desde el extremo este de la parcela catastral 336, polígono 44, del término municipal de Cáceres, el límite de la ZIR continúa por todo el límite sur de la mencionada parcela y sigue igualmente por el límite sur de las parcelas 334, 329 y 328, hasta alcanzar un camino que, procedente del núcleo urbano de Rincón de Ballesteros, va rodeando la Morra de los Acebuches, primero en dirección nordeste, luego hacia el este y finalmente hacia el sudeste, hasta el punto de coordenadas 725.739/4.343.321, en el que abandona el camino seguido hasta ahora en dirección norte, por un nuevo camino que discurre junto a un arroyo, por el que desciende hasta la Rivera de Valle Cristóbal. Sigue esta rivera hasta desembocar en el embalse de Rincón de Bellesteros, por cuya margen derecha continúa, sigue por el desagüe del embalse hasta alcanzar el camino que pasa por debajo de la presa y desciende por éste hacia el sur, alcanzando el camino de acceso a la finca las Terronas, por el que continúa hasta llegar al Arroyo de Lácara. Desde aquí continúa descendiendo por el mencionado arroyo hasta sobrepasar el extremo este de la Loma de la Fernandona, hasta el punto de coordenadas 722.342/4.341.866, en el que abandona el arroyo en dirección Noroeste, por un camino que discurre por la vertiente sur de la Fernandona y que desemboca en un nuevo camino, próximo al Cortijo de Orrigueros (721.229/4.342.242). Sigue por el mencionado camino en dirección Noroeste, remontando el arroyo de Orrigueros hasta el punto de coordenadas 719.227/4.342.518, en el que se desvía hacia el sur hacia la Casa de los Castillos. Antes de llegar a esta casa, gira hacia el Sudoeste en el punto de coordenadas 719.544/4.341.825, para enlazar con el camino que lleva hasta el Cortijo de la Moheda de Arriba, en dirección oeste, rodeando dicho cortijo por el norte y siguiendo hasta un cruce de caminos en el punto de coordenadas 714.588/4.342.395, en el que toma dirección Norte durante 400 metros, para girar luego hacia el noroeste y seguir sin desviarse hasta llegar a la carretera EX-100 a la altura del cruce de la carretera local de Aliseda.
El límite sigue esta última carretera, en dirección a Aliseda, hasta el punto en que alcanza la Rivera del Saltillo, para continuar por dicha rivera, aguas abajo, hasta la confluencia de la Rivera de Castellanos; a continuación remonta dicha Rivera hasta llegar a la confluencia del Arroyo del Herradero, se desvía por él y lo remonta durante unos 450 metros, para continuar luego ascendiendo por un nuevo arroyo que se le incorpora por su margen derecha, el cual llega a la carretera EX-100, la cruza y sigue hasta una charca situada pocos metros al sur del cortijo de la Covacha. Desde aquí, continúa hacia el este por el camino que discurre paralelo a las Sierras del Vidrio, del Garbanzo y del Casquero, por su vertiente norte y que tras dejar atrás las casas del Garbanzo, coindide con el Arroyo del Corcho. Al llegar al límite de provincia, el camino se separa del mencionado arroyo y continúa en dirección al núcleo urbano de Cordobilla de Lácara, hasta el cruce situado en el punto de coordenadas UTM 718.251/4.337.732, en el que gira hacia el oeste, tomando el camino que discurre por la vertiente sur de las mismas sierras anteriores, en dirección al núcleo urbano de Puebla de Obando. Continúa por este camino hasta que el mismo coindice con el límite entre las provincias de Cáceres y Badajoz, desde donde el límite de la ZIR discurre por el límite provincial, primero hacia el norte y luego hacia el oeste, cruzando la Cañada Real Soriana Occidental. Continúa por el límite provincial en dirección oeste, gira hacia el sudoeste en el Cancho de la Zorra y sigue hasta alcanzar el vértice geodésico del Cancho, donde gira en dirección oeste siguiendo la línea de crestas, al principio coincidiendo con el límite provincial y más adelante ya metido en la provincia de Badajoz. Desde el punto de coordenadas H29 694.934/4.340.759 vuelve a discurrir por el límite provincial, continuando por él hasta que es cruzado por la carretera local de Aliseda a Villar del Rey, la cual sigue en dirección sur, por la orilla oeste, hasta el Puerto de la Liebre, donde gira hacia el oeste, siguiendo la pared de piedra que marca la linde sur de las parcelas catastrales 3 y 4, polígono 9, del término municipal de Villar del Rey. Sigue por esta pared hasta el punto de coordenadas 686.268/4.335.461, donde gira hacia el sur, por la linde entre las parcelas catastrales 5 y 9 del mismo polígono, llegando a un cruce de caminos situado en el punto de coordenadas 686.136/4.335.144, donde gira nuevamente hacia el oeste, por el camino que lleva hasta la carretera de acceso a la presa del Embalse del Águila. A continuación, cruza la mencionada carretera y continúa descendiendo por el Arroyo de los Estrechos, hasta llegar a su desembocadura en el Río Zapatón.
OESTE:
Desde el punto donde el Arroyo de los Estrechos desemboca en el Río Zapatón, el límite de la ZIR continúa por la margen izquierda de este último, aguas arriba, hasta la presa, cruza el río por ésta y continúa por la cota máxima de la margen derecha del Embalse de la Peña del Águila, hasta la desembocadura en este embalse del Arroyo de los Hoyos. Continúa aguas arriba de este arroyo, también por su margen derecha, hasta abandonarlo por el arroyo que procede del Pozo de Las Pilas. En este paraje, el límite toma dirección Oeste, por un camino y a continuación gira hacia el norte por el camino y cortafuegos que atraviesa la Sierra de Santiago. El límite cruza esta sierra, pasando a unos 200 metros al oeste del vértice geodésico del prior, y sigue hasta el cruce de caminos situado en el punto de coordenadas H29 681.742/4.347.258. En este punto el límite toma dirección Noroeste, en línea recta, pasando próximo a la Casa de la Nateruela hasta alcanzar la carretera local de Aliseda a Alburquerque en su P.K. 58,650, en el punto donde arranca el camino del Cortijo Vaciatroje. Toma a continuación este camino, pasando entre algunas de las construcciones de Vaciatroje, para enlazar con una vaguada, por la que desciende en dirección nordeste hasta unirse al arroyo de los Maderos, tras pasar una charca. Asciende unos metros por este arroyo y lo abandona remontando otro arroyo de menor entidad que se le incorpora por su margen izquierda, primero en dirección norte y luego noroeste, hasta llegar al punto de coordenadas 680.511/4.350.797, en el que el límite de la ZIR gira en dirección Nordeste discurriendo por límites de fincas primero y luego por una vaguada, hasta desembocar en la Rivera Albarragena, coincidiendo con el límite entre los términos municipales de Alburquerque y San Vicente de Alcántara. El límite de la ZIR asciende por el cauce de esta rivera hasta un meandro próximo a la «Casa de Esparragoso», en el que se le incorporan varios arroyos, de los que remonta uno (coordenadas 678.367/4.354.940) que nace al sur del «Cortijo de Barrera». Asciende por este arroyo, en dirección norte, hasta un pequeño embalse situado en el punto de coordenadas 677.766/4.357.686, desde el que toma dirección oeste para alcanzar un cruce de caminos (coordenadas 677.544/4.357.698). En este punto el límite toma hacia el oeste el camino que va a la carretera local de Herreruela a Alburquerque, llegando a ésta en su P.K. 16,200, cruzándola y continuando hacia el oeste por el camino que va a la «Casa de Juan Sevilla», en donde gira hacia el Noroeste por otro camino en dirección al cortijo de «El Macho». Abandona este camino en el punto de coordenadas 672.772/4.358.659, para cruzar en línea recta, en dirección Oeste, hasta el punto de coordenadas 670.697/4.358.893, próximo a una charca, desde donde enlaza con un camino que sigue hacia el norte hasta conectar con el límite provincial de Cáceres y Badajoz en el paraje Realejo. Continúa por el límite provincial hacia el norte y luego hacia el noroeste, hasta el ángulo recto que éste describe en las proximidades de la «Casa de la Cotadilla» (Coordenadas 666.625/4.364.777), tras cruzar la carretera local de Salorino a San Vicente de Alcántara, desde donde sigue en dirección noroeste para continuar aguas abajo de la Rivera Cotadilla, por su margen derecha. Sigue esta rivera hasta su confluencia con el Río Alburrel, y continúa por la margen derecha de éste hasta ser cruzado por la carretera nacional 521 en el tramo de Membrío a Valencia de Alcántara. El límite continúa por la carretera en dirección norte hasta el cruce con la carretera comarcal de Santiago de Alcántara. Sigue por esta última hasta la salida del camino hacia Casa de las Mayas, por el cual discurre hasta alcanzar la vaguada que da origen al Regato Rodela (coordenadas 653.990/4.375.985), regato por el que continúa hacia el norte, hasta llegar a la carretera local a Santiago de Alcántara, por la que sigue hacia el norte, hasta las proximidades de esta población.
4
ZONIFICACIÓN DEL TERRITORIO
Con la finalidad de asegurar la conservación de sus valores más representativos, posibilitar un adecuado desarrollo de las actividades de uso público y facilitar el sostenimiento y mejora de los aprovechamientos productivos compatibles, el territorio de la Zona de Interés Regional de Sierra de San Pedro se ha dividido en zonas, conforme a las directrices de los PRUG que establece el artículo 49 de la Ley 8/1998, de 26 de junio, de Conservación de la Naturaleza y de Espacios Naturales de Extremadura.
Las zonas establecidas reflejan el grado de intervención transformadora que tolera el territorio, y según el artículo 11 de la citada Ley 8/1998, se han establecido cuatro zonas:
Para un mejor control de las actividades desarrolladas en el espacio protegido, durante la vigencia de este Plan, la Administración de la ZIR de Sierra de San Pedro procederá a la oportuna señalización del mismo.
Los límites establecidos para cada zona quedan reflejados en el plano de zonificación del anexo de cartografía y en el anexo III en el que la zonificación se expresa en detalle siguiendo las líneas rectas que se establecen entre las coordenadas correlativas UTM Huso 29.
4.1. CRITERIOS SEGUIDOS PARA LA ZONIFICACIÓN DE LA ZIR.
De acuerdo con la Directiva comunitaria 79/409, de 26 de abril, comúnmente denominada Directiva Aves, los estados miembros de la Unión Europea, previa propuesta de las comunidades autónomas, propusieron a la Unión Europea a lo largo de la década de los 80 una serie de espacios naturales en función de la presencia de determinadas especies de aves. La Directiva Comunitaria establecía qué especies eran prioritarias y qué porcentaje de la población de esas aves era obligatorio proteger creando espacios naturales ZEPA (Zonas de Especial Protección para las Aves) para conseguir su objetivo.
La ZEPA Sierra de San Pedro fue clasificada como tal por la presencia de aves como el águila imperial, el buitre negro o la cigüeña negra, etc., todas ellas prioritarias según la Directiva antes citada, y en algún caso albergando esta ZEPA el 15% de la población mundial de una determinada especie (para el caso del águila imperial), o el 20% de la población europea (para el caso del buitre negro).
Porteriormente, la Directiva comunitaria 92/43/CEE, de 21 de mayo de 1992, relativa a la conservación de los hábitats naturales, la fauna y la flora silvestre, obligó a los estados miembros a proponer zonas de protección, denominadas LIC (lugares de interés comunitario), por los hábitats que albergaba y por especies diferentes a las aves (mamíferos, insectos, anfibios, etc.). Consecuencia de ello, se propuso a la Unión Europea el LIC de Sierra de San Pedro.
La Ley 8/1998, de 26 de junio, de Conservación de la Naturaleza y los Espacios Protegidos de Extremadura, y la Ley 9/2006, de 23 de diciembre, por la que se modifica la Ley 8/1998, de 26 de junio, de Conservación de la Naturaleza y de Espacios Naturales de Extremadura, declara ZIR (zonas de interés regional) las ZEPA de la Directiva Comunitaria 79/409 que se encontraban clasificadas hasta el momento de la promulgación de la Ley 8/1998, y considera espacio natural protegido Extremeño este área, obligando a la elaboración de un Plan Rector de Uso y Gestión (art. 49) con su correspondiente zonificación en función de los criterios establecidos en la Ley (art. 11.1).
De acuerdo con este artículo 11.1**, se distribuyen las distintas áreas en:
- - Zonas de Uso Restringido: Estarán constituidas por aquellas áreas con mayor calidad biológica, o que contengan en su interior los elementos bióticos más frágiles, amenazados o representativos. El paso a estas zonas estará restringido y el acceso controlado.
- - Zonas de Uso Limitado: En ellas se podrá tolerar un moderado uso público que no requieran instalaciones permanentes. Se incluirán dentro de esta clase aquellas áreas donde el medio natural mantiene una alta calidad, pero sus características permiten aquel tipo de uso.
- - Zonas de Uso Compatible: Son las áreas del medio natural cuyas características permiten la compatibilización de su conservación con las actividades educativas y recreativas, permitiéndose con ello un moderado desarrollo de servicios con finalidades de uso público o de mejora de la calidad de vida de los habitantes de la zona.
- - Zonas de Uso General: Se incluirán en ellas las áreas que por su menor calidad relativa dentro del medio natural, o por poder absorber un influjo mayor, puedan utilizarse para el emplazamiento de instalaciones de uso público que redunden en beneficio del disfrute o de la mejor información respecto al patrimonio natural, de modo que en ella se ubicarán las diversas instalaciones y actividades que beneficien el desarrollo socioeconómico de todos los habitantes del territorio.
** El apdo. f del artículo 50 de la citada Ley hace referencia a la zonificación que deben tener los Planes Rectores de Uso y Gestión, que son los establecidos en el art. 11.
Para establecer la zonificación de la ZIR se han tomado como referencia los trabajos reflejados en el punto 2.1 «Fuentes» del presente documento.
Metodología.
Teniendo en cuenta los apartados de fauna, flora y paisaje del capítulo 2 de este documento, y en menor medida el resto de los expuestos en el citado capítulo, se asignaron valores 4, 3, 2, o 1 en función de la calidad de las zonas por la presencia de especies de fauna y flora, (según el catálogo regional de especies amenazadas, las especies prioritarias de la Directiva Aves y las especies amenazadas de la Directiva Hábitats) y el paisaje. Asimismo, se tuvieron en cuenta no sólo la presencia de las especies, sino el número de individuos existentes de las mismas en cada una de las zonas, aspecto éste que no aparece reflejado en el presente documento por considerarse información reservada que de exponerse al público podría conllevar riesgos para la fauna catalogada.
Igualmente, han sido consideradas con mayor rango las zonas que albergan plataformas de nidificación y/o los lugares de asentamiento permanente de las especies más emblemáticas de la ZIR.
Según esto, las zonas fueron clasificadas de la siguiente manera:
- - Zonas de uso restringido: Áreas de gran calidad paisajística cuyo hábitat es asentamiento permanente de al menos cinco individuos o especies de las incluidas en el catálogo regional de especies amenazadas, las especies prioritarias de la Directiva Aves, o las especies del Anexo II y IV de la Directiva Hábitats.
- - Zonas de uso limitado: Áreas cuya vegetación no ha alcanzado su último estado de evolución climácica y cuyo hábitat es asentamiento permanente o temporal de menos de cinco individuos o especies de las incluidas en el catálogo regional de especies amenazadas, las especies prioritarias de la Directiva Aves o las especies del Anexo II y IV de la Directiva Hábitats.
- - Zonas de uso compatible: Áreas de cultivos próximas a núcleos urbanos.
- - Zona de Uso General: Zonas donde no se han detectado valores de importancia.
Además de la presencia-ausencia de las especies arriba citadas, fue también tomado en cuenta la continuidad del hábitat y las condiciones del entorno a territorios ocupados por las especies catalogadas más emblemáticas (águila imperial, buitre negro, cigüeña negra, y águila perdicera), teniendo en cuenta que existen ligeras variaciones en cuanto a ocupación del espacio inducidas por condiciones climáticas, rotación de recursos tróficos y otras particularidades del territorio en distintos años.
4.2. ZONA DE USO RESTRINGIDO.
4.2.1. Localización de la Zona de Uso Restringido.
Los enclaves que constituyen la Zona de Uso Restringido son:
- - ZUR Sierra de la Magdalena.
- - ZUR Cancho del Hombre.
- - ZUR La Calera.
- - ZUR Isla del embalse de Peña del Águila.
- - ZUR Estena-Mayoralgo.
- - ZUR Esparragal.
- - ZUR Hatoqueo.
- - ZUR La Calderona.
- - ZUR Morra de los Acebuches.
- - ZUR La Carquesa.
- - ZUR Azagala.
- - ZUR Sierra de los Castaños-La Umbría.
- - ZUR Galana de Entresierras.
- - ZUR Torrico de San Pedro.
- - ZUR Sierra Medina.
- - ZUR Sierra de Santiago.
- - ZUR Calerizo de las Turras.
- - ZUR Mina Pastora.
- - ZUR Viñas Perdidas.
La delimitación exacta de las ZUR aparece reflejada en el Anexo III del presente documento, a través de las líneas rectas que se establecen entre las coordenadas correlativas UTM Huso 29.
4.2.2. Usos Permitidos y Usos Autorizables en la Zona de Uso Restringido.
El régimen de usos permitidos y autorizables en la Zona de Uso restringido es el establecido en la Normativa General de Usos recogida en la Sección II del Anexo I.
4.2.3. Usos Incompatibles en la Zona de Uso Restringido.
Cualquier tipo de actuación y/o intervención que pueda suponer una modificación futura de las características del medio y que comporte la degradación de los ecosistemas o perturbe los ritmos biológicos de las especies protegidas. En los casos de derechos que se hayan podido adquirir, las limitaciones serán exigibles en el caso de que se establezcan medidas compensatorias suficientes.
Cuando una explotación posea más de un 50% de su superficie en Zona de Uso Restringido o la superficie afectada sea mayor de 150 ha, se arbitrarán medidas que garanticen su viabilidad.
4.2.4. Directrices de Actuación en la Zona de Uso Restringido.
Mantener las actuaciones que actualmente están dirigidas a asegurar una correcta conservación y gestión de los ecosistemas en esta zona. Proteger las zonas de cría, dispersión y alimentación de las especies más amenazadas de la ZIR Sierra de San Pedro a lo largo de todo el año y no sólo durante la época de cría. Conservar y fomentar el bosque mediterráneo allí existente. Concretamente:
- - Los usos y actuaciones en estas áreas permitirán el mantenimiento de las formaciones botánicas y la reproducción y desarrollo de las especies protegidas.
- - Se evitará, en lo posible, el tránsito de personal ajeno a la propiedad o explotación de las fincas, y en todo caso éste tránsito deberá hacerse en cupos y momentos que no supongan un impacto negativo sobre los valores naturales a proteger.
- - El uso para las actividades tradicionales cinegéticas, corcheras, desbroces, podas, recogidas de sus restos, etc., apícolas u otras, estará regido bajo un calendario que minimice en lo posible el impacto sobre la fauna y por lo establecido en las correspondientes autorizaciones de la Dirección General del Medio Natural que contendrán medidas técnicamente posibles y económicamente viables.
- - Promover el establecimiento de líneas financieras cuando sea necesario o conveniente, en aras de la sostenibilidad de las explotaciones o para compensar limitaciones que se pudieran establecer y que permitan el desarrollo socioeconómico de los terrenos de la ZIR garantizando sus valores naturales.
- - Fomentar la firma de Convenios con particulares, ayuntamientos y otros entes locales con el fin de conseguir los objetivos del PRUG.
4.3. ZONA DE USO LIMITADO.
4.3.1. Localización de la Zona de Uso Limitado.
Por exclusión, se consideran zonas de uso limitado las comprendidas dentro de la ZIR que no han sido incluidas como zonas de uso restringido, compatible o general.
4.3.2. Usos Permitidos y Usos Autorizables en la Zona de Uso Limitado.
En general, en la Zona de uso Limitado, serán permitidos los usos o actividades agrícolas, ganaderos y forestales que, de manera tradicional, vengan desarrollándose en estos lugares, ajustándose, en todo caso, a lo dispuesto en la Sección II del Anexo I del Plan.
El régimen de usos autorizables será el establecido en la Normativa General de Usos del presente Plan.
4.3.3. Usos incompatibles en la Zona de Uso Limitado.
Todas aquellas actuaciones que supongan modificaciones sustanciales y/o alteraciones de la morfología, suelos, red de drenaje o ecosistemas poco alterados, y aquellas intervenciones que puedan degradar los ecosistemas o que perturbe los ritmos biológicos de las especies protegidas. En los casos de derechos que se hayan podido adquirir que se encuentren vigentes, las limitaciones sólo serán exigibles en el caso de que se establezcan medidas compensatorias suficientes.
4.3.4. Directrices de actuación en la Zona de Uso Limitado.
- - Promocionar las actividades públicas respetuosas con el medioambiente en terrenos de propiedad o uso público.
- - Garantizar la conservación de las especies más amenazadas de la ZIR.
- - Delimitar las zonas de senderismo, actividades o uso público en terrenos de propiedad privada o de uso público.
- - Llevar a cabo un aprovechamiento ganadero y cinegético rentable y compatible con la conservación de la fauna y la vegetación.
- - Restauración de cauces y replantación de vegetación autóctona desaparecida cuando se cuente con financiación pública para ello, a excepción de las restauraciones que pudieran derivarse de posibles infracciones administrativas, que serán llevadas a cabo por el infractor.
- - Fomento de la restauración de edificaciones rústicas con función de actividades tradicionales, tales como zahurdas, tinados, etc., con financiación pública o privada.
- - Promover el establecimiento de líneas financieras que permitan el desarrollo socioeconómico de los terrenos de la ZIR garantizando sus valores naturales.
- - Fomentar la firma de Convenios con particulares, ayuntamientos y otros entes locales con el fin de conseguir los objetivos del PRUG.
4.4. ZONA DE USO COMPATIBLE.
4.4.1. Usos Permitidos y Usos Autorizables en la Zona de Uso Compatible.
En general, y sin perjuicio de las autorizaciones sectoriales preceptivas, en la Zona de Uso Compatible serán permitidos los usos y actividades agrícolas, ganaderos y forestales que, de manera tradicional, vinieran desarrollándose en esta zona.
En todo caso, el régimen de usos permitidos y autorizables será el previsto en la Normativa General de Usos recogida en la Sección II del Anexo I del presente Plan.
4.4.2. Usos Incompatibles en la Zona de Uso Compatible.
Todas aquellas actuaciones o actividades no recogidas entre los usos permitidos y/o autorizables en esta zona, que serán actuaciones o actividades negativas para la conservación de la ZIR.
4.4.3. Directrices de Actuación en la Zona de Uso Compatible.
Los objetivos básicos en estas zonas son permitir la regeneración de pasos intermedios del bosque mediterráneo y desarrollar mejoras que fomenten la producción de riqueza en las explotaciones de la ZIR, mediante actividades compatibles con la conservación y el uso sostenible de los recursos. Concretamente las directrices de gestión se encaminan a:
- - Fomentar las actividades tradicionales.
- - Regular el uso turístico y fomentar los valores del espacio protegido en un contexto Regional y Peninsular.
- - Acondicionar zonas para el uso recreativo y de servicios.
4.5. ZONA DE USO GENERAL.
4.5.1. Usos Permitidos y Usos Autorizables en la Zona de Uso General.
En general, y sin perjuicio de las autorizaciones sectoriales preceptivas, en la Zona de Uso General serán permitidos los usos y actividades agrícolas, ganaderos y forestales que, de manera tradicional, vinieran desarrollándose en esta zona.
En todo caso, el régimen de usos permitidos y autorizables será el previsto en la Normativa General de Usos recogida en la Sección II del Anexo I del presente Plan.
4.5.2. Usos Incompatibles en la Zona de Uso General.
Todas aquellas actuaciones o actividades no recogidas entre los usos permitidos y/o autorizables en esta zona.
4.5.3. Directrices de Actuación en la Zona de Uso General.
Restaurar zonas degradadas, impedir el avance hacia la desertización y favorecer la instalación de áreas de uso público, servicios e infraestructuras.
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DIRECTRICES DE GESTIÓN
A efectos del presente Plan se entiende por gestión el conjunto de actividades a desarrollar por la Dirección General del Medio Natural, en coordinación con las diferentes administraciones competentes en el territorio, constituyendo el programa de intervención de las Administraciones Públicas para el logro de los objetivos de conservación establecidos en el ámbito de la ZIR.
Las Directrices de Gestión deben ser coherentes en su desarrollo con los contenidos y objetivos del presente PRUG. Además, la gestión de la ZIR se regirá por los objetivos contemplados y las directrices de actuación que a continuación se detallan, constituyendo el elenco básico de iniciativas a desarrollar por parte de la Administración Autónoma en el periodo de vigencia del presente Plan.
El Director de la ZIR constituye el órgano unipersonal responsable de su gestión, siendo nombrado por la Consejería de Industria, Energía y Medio Ambiente a propuesta de la Dirección General del Medio Natural.
5.1. GESTIÓN DE RECURSOS NATURALES.
5.1.1. Para la Conservación de la Calidad Atmosférica.
Las directrices básicas de gestión en este ámbito son las siguientes:
- - La instalación de nuevas fuentes emisoras de sustancias contaminantes será regulada y limitada, a fin de evitar que alteren o modifiquen la calidad del aire por encima de los niveles autorizados legalmente.
- - Se exigirá a los titulares de instalaciones emisoras de olores y/o ruidos la adopción de las medidas correctoras necesarias para minimizar su impacto sobre el medio atmosférico, atendiendo a la legislación sectorial vigente.
5.1.2. Para la Conservación del Medio Geofísico.
Durante el periodo de vigencia del presente PRUG se tomarán como líneas básicas de actuación las siguientes:
- - En los elementos más singulares desde el punto de vista geológico, se regularán los usos y actividades que en ellos se realizan, evitando dañar o degradar estos recursos.
- - Se protegerán especialmente las formaciones geomorfológicas singulares existentes, como cuevas, cavernas, abrigos, portillas y crestas, tanto naturales como antrópicos.
- - En todas las actuaciones se evitará la ruptura del perfil del suelo, teniéndose en cuenta los riesgos de erosión que se puedan derivar, evitando aquéllas que pudieran agravar los procesos erosivos.
- - Como medida prioritaria se favorecerá el mantenimiento de la cubierta vegetal y se suprimirán las actividades que favorezcan la erosión, sobre todo en aquellas áreas que por sus características litológicas y de relieve presenten un alto grado de susceptibilidad a la aparición de fenómenos erosivos graves.
5.1.3. Para la Conservación del Suelo.
Las directrices básicas en materia de conservación de los recursos edáficos son las siguientes:
- - Se regularán las actividades y aprovechamientos que puedan conllevar la pérdida, alteración o degradación de los suelos de la zona, con el fin de asegurar la preservación de un recurso básico y no recuperable.
- - Se tenderá a controlar y reducir al mínimo las actividades potencialmente generadoras de contaminación de los suelos.
- - Se fomentarán las actuaciones dirigidas al control y corrección de los procesos erosivos y la conservación y restauración de los suelos del espacio natural protegido.
- - Se primará la realización de reforestaciones de carácter protector frente a las de finalidad productora.
- - Se regularán los usos del suelo y el manejo de la cubierta vegetal con criterios de preservación de suelos, especialmente en las zonas de máximas pendientes y con mayores índices de erosionabilidad.
- - Se adoptarán medidas para evitar la circulación de vehículos fuera de caminos, así como para prevenir y corregir los impactos sobre el suelo generados por el tránsito o concentración de personas (rutas de senderismo, puntos de información, etc.).
- - Se fomentarán las prácticas agrarias compatibles con la conservación del suelo.
- - Se tratará de evitar la urbanización difusa del territorio, aplicando con rigor la normativa urbanística. Con este fin, se extremará la disciplina urbanística en los terrenos clasificados como «suelo no urbanizable de protección especial».
5.1.4. Para la Conservación de los Recursos Hídricos.
Las actuaciones que deben llevarse a cabo para la consecución de los objetivos serán:
- - Se favorecerán las medidas de recuperación de las aguas contaminadas y los cauces y márgenes degradados.
- - Se protegerán los acuíferos y las fuentes naturales.
- - Se conservará y mejorará la vegetación de ribera en los cursos de agua presentes en este espacio.
5.1.5. Para la Conservación de la Flora y la Vegetación.
Durante el periodo de vigencia de este Plan deberán llevarse a cabo las siguientes actuaciones:
- - Se fomentarán las medidas efectivas para garantizar la conservación de las formaciones vegetales más representativas de la zona así como de las especies de la flora autóctona con prioridad para las especies raras, amenazadas o de especial interés incluidas en los catálogos de taxones a proteger.
- - Se fomentará la regeneración de las zonas muy degradadas, mediante plantación con especies arbóreas autóctonas y/o, en su caso, siembra de especies frugales del matorral natural.
- - Se admitirán los procesos naturales de regeneración ecológica en determinadas áreas naturales.
- - Se apoyará el mantenimiento del equilibrio del sistema a través del control de las especies que temporalmente desestabilicen las relaciones tróficas. En concreto, se favorecerá la adecuación de las poblaciones de grandes herbívoros de tal forma que su presencia no afecte a la dinámica de las formaciones vegetales, a sus relaciones tróficas o a la supervivencia de determinadas especies.
- - Se fomentarán las labores tradicionales que permitan el mantenimiento estable de las zonas de dehesa que se consideren necesarias.
- - Se fomentará la conexión entre zonas de mancha mediterránea bien conservada y en algunas zonas se tenderá a ampliar las existentes, siempre que existan recursos para indemnizar por las pérdidas de recursos que ello suponga.
- - No se incentivarán las podas de alcornocales destinados a la producción de corcho en las Zonas de Uso Restringido, toda vez que son un factor de disminución de la calidad y cantidad de corcho y constituyen una puerta de entrada para insectos perforadores de madera como los cerambícidos.
- - Se procurará el mantenimiento de los cultivos tradicionales de huertos.
- - Se elaborarán estudios de flora con planes específicos de conservación y/o recuperación de especies y hábitats.
5.1.6. Para la Conservación de la Fauna.
Las actuaciones que han de llevarse a cabo de cara a cumplir los objetivos en este ámbito son:
- - Se compatibilizará el ejercicio de los aprovechamientos con la protección y preservación de las áreas vitales de las especies amenazadas presentes en la zona.
- - Se mantendrán anualmente los estudios de censo y seguimiento poblacional de especies amenazadas de la ZIR.
- - Se potenciarán los estudios sobre el conocimiento de los diversos grupos faunísticos.
- - Se restringirá la difusión de datos relativos a especies protegidas y/o en peligro.
- - Se elaborarán estudios de fauna y planes específicos de conservación y/o recuperación de especies y hábitats.
- - La planificación del Uso Público tratará de orientar el flujo de visitantes evitando las áreas más sensibles, a fin de reducir las interferencias y molestias a la fauna durante los periodos críticos de su ciclo vital.
- - Se establecerán líneas financieras que permitan compensar posibles casos de pérdida de renta de las explotaciones debido a las limitaciones establecidas.
- - Teniendo en cuenta la importancia que tienen en la Sierra de San Pedro la presencia de varias especies de quirópteros, se realizará la restauración y mantenimiento de refugios cavernícolas.
- - Se realizarán estudios sobre mortandad de fauna en las carreteras de la ZIR, y un inventario de pasos canadienses, canales u otras pequeñas infraestructuras que pudieran significar un impacto para la fauna.
- - Se realizará un inventario de vallados de la ZIR, a efectos de conocer su repercusión sobre la fauna protegida.
5.1.7. Para la Conservación del Paisaje.
Durante el periodo de vigencia del presente PRUG se acometerán las siguientes actuaciones:
- - Mantener en su integridad las características del paisaje que corresponden a cada unidad ambiental del territorio de la ZIR.
- - En los lugares en los que exista un deterioro paisajístico por razones antrópicas, se favorecerá la eliminación progresiva de aquellos elementos discordantes con la dinámica natural de los paisajes de la ZIR y se fomentarán actuaciones de regeneración.
- - Se procurará el mantenimiento de la limpieza de la ZIR y se potenciará la eliminación de todo tipo de residuos depositados incontroladamente, para lo cual su Dirección habilitará las medidas oportunas.
- - Se adoptarán las medidas necesarias para reducir o minimizar el impacto paisajístico de cualquier obra, construcción o infraestructura que se realice en el ámbito del espacio natural protegido. Para ello, se someterán a autorizaciones de la Dirección General del Medio Natural todos los proyectos que potencialmente puedan alterar el paisaje.
- - Se señalizará con suficiente información las áreas visitables más representativas de la ZIR, información que recogerá consejos, recomendaciones, normas de visita, etc.
5.2. GESTIÓN DE ACTIVIDADES AGRÍCOLAS, GANADERAS Y FORESTALES.
Las actuaciones a llevar a cabo en esta parcela de gestión son las siguientes:
- - Se buscará la mayor coordinación y compatibilidad entre las actuaciones y necesidades de la gestión de la ZIR y las actuaciones para la mejora de las estructuras agrarias.
- - Se apoyará el establecimiento de baremaciones entre el tipo de explotación, la raza y la capacidad regenerativa de la flora, con el fin de establecer cupos de cabezas de ganado. La carga ganadera pastante tendrá como factor primordial limitante la conservación y mantenimiento de los suelos, así como la regeneración de las especies vegetales autóctonas y el mantenimiento de la fauna. Para el cálculo de la carga ganadera, y siempre que el terreno a valorar se encuentre dentro de un coto privado de caza mayor, deben tenerse en cuenta la cabezas de reses cinegéticas y no cinegéticas presentes en la superficie de pastoreo y en todo caso se tendrán en cuenta los complementos alimenticios con origen fuera de la explotación, proporcionados tradicionalmente a las mismas en las épocas de estío, sequía y notoria escasez. Para la baremación se tendrán en cuenta los indicios de ramoneo observados sobre la vegetación.
- - Se promoverá el empleo de razas autóctonas, más resistentes a enfermedades y con una mejor capacidad de adaptación a la zona, y la adopción de procedimientos de ganadería ecológica siguiendo prácticas tradicionales respetuosas con el medio.
- - Se fomentará desde la Consejería de Industria, Energía y Medio Ambiente la formación adecuada del personal, la mejora y modernización de las explotaciones, la creación de las estructuras necesarias para completar el aprovechamiento y transformación de los productos del área.
- - Se propondrán medidas para la mejora de los pastos, en el sentido de procurar un incremento de la producción de los mismos así como la disminución de la estacionalidad por medio de la utilización de especies y variedades pascícolas complementarias que palien los desequilibrios derivados de las condiciones climáticas, teniéndose en cuenta que no serán utilizadas semillas de especies modificadas genéticamente.
- - Se regularán las actividades a desarrollar en las zonas que presenten mayores riesgos de erosión, fomentando en éstas técnicas apropiadas de manejo, cultivo y aprovechamiento de los recursos. En estas zonas los trabajos de laboreo agrícola se realizarán siguiendo las curvas de nivel con el fin de evitar la pérdida de suelo por erosión.
- - Se tenderá a la utilización de la menor cantidad de semillas tratadas con insecticidas y que pudieran producir mortalidad o afección a la avifauna.
- - Desde la Junta de Extremadura se dará a conocer a los agricultores de la zona las indicaciones, recogidas en el Código de Buenas Prácticas Agrarias, sobre la correcta utilización de fertilizantes en sus explotaciones.
- - Desde la Junta de Extremadura se dará a conocer a los propietarios y titulares de derecho el Código Internacional de Buenas Prácticas Suberícolas, y se tenderá a la elaboración de Planes de Ordenación Forestal.
- - Se procurará el incremento del valor de los productos agrícolas y, en general, de la actividad local asociándoles una denominación de origen relativa a la zona, promocionando la etiqueta ecológica y/o implantando y potenciando actividades agrarias innovadoras y de alto valor añadido respetuosas con el medio.
- - Se fomentarán las mejoras forestales tendentes a una mejora productiva del sector siempre que sean respetuosas con los objetivos del presente PRUG.
- - Se prestará especial atención a la conservación de la vegetación riparia, procurando su no afección y en caso de repoblación asegurando que ésta se realice con especies propias de la zona.
- - Independientemente de la titularidad de los terrenos, la acción de la Administración deberá ir encaminada a la restauración, mejora y aprovechamiento ordenado de los montes, y su gestión técnica deberá ir acorde con las características del suelo, ecológicas y socioeconómicas, prevaleciendo en todo caso los intereses de conservación ante los intereses particulares.
- - Se limitarán las repoblaciones productivas a las zonas con suficiente capacidad para realizar tal actividad y donde ésta no produzca impactos relevantes. Se promoverá el aumento de la rentabilidad de las repoblaciones productivas que cumplan las condiciones anteriores.
- - Aunque se adoptarán las medidas precisas de prevención, detección y extinción de los incendios forestales, en el caso de pérdida de la cubierta vegetal como resultado de un incendio, se procurará efectuar la restauración de dicha cubierta en el menor plazo de tiempo que las condiciones naturales permitan.
- - Siempre que sea posible, se escogerán aquellas técnicas de reforestación que alteren menos el perfil del suelo durante la preparación del mismo.
5.3. GESTIÓN DE ACTIVIDADES DE CAZA Y PESCA.
Las actuaciones a llevar a cabo en esta parcela de gestión, de acuerdo con estos objetivos son:
- - La dedicación de superficies de explotación cinegética debe llevar consigo una mejora y mantenimiento de los ecosistemas, de la misma manera que un respeto a los ciclos de las especies de vida silvestre, sean cinegéticas o no.
- - Con la finalidad de realizar una gestión integral de la caza se adecuarán los planes de caza de las fincas con objeto de minimizar la incidencia de la caza en los ecosistemas y procesos.
- - Las acciones excepcionales de caza mediante modalidades extraordinarias, se atendrán en lo general a lo dispuesto en el Decreto 120/2000, de 30 de mayo, por el que se establece la reglamentación general de los terrenos sometidos a régimen cinegético especial gestionados directamente por la Junta de Extremadura.
- - Se apoyará la realización de censos sistemáticos de las poblaciones de animales cinegéticos con la finalidad de poder realizar una correcta gestión de dichas poblaciones y poder acometer el objetivo de gestión integral de la caza.
- - Se fomentará la ordenación de las posibilidades de pesca de los ríos y embalses de la ZIR, estableciendo las zonas de pesca.
- - Se apoyará la repoblación progresiva con especies autóctonas de los cursos interiores de la ZIR, en función de las condiciones que las aguas presenten para este fin y según se estime tras los estudios técnicos pertinentes.
- - Se tenderá a la eliminación de especies acuáticas alóctonas (peces, cangrejos americanos, galápagos de florida, etc).
- - Se fomentará la investigación sobre la calidad biológica de las aguas de la ZIR como medio eficaz de conocer el desarrollo de sus comunidades planctónicas y de macrofauna.
- - Se garantizarán los procesos de celo y reproducción de las especies amenazadas en relación con las actividades cinegéticas y otras prácticas, principalmente en el periodo comprendido entre el 1 de febrero y el 15 de septiembre.
5.4. GESTIÓN DE LA LUCHA CONTRA LOS INCENDIOS FORESTALES.
La lucha contra los incendios forestales en la ZIR se ajustará en todo momento a lo establecido en el Plan de Lucha contra Incendios Forestales de la Comunidad Autónoma de Extremadura, Plan INFOEX y Plan PREIFEX.
Aunque el operativo de la zona de Sierra de San Pedro está integrado en el Plan INFOEX y Plan PREIFEX sus características particulares y la importancia de su conservación, obliga a priorizar los aspectos del Plan referidos a la singularidad del enclave y los aspectos de eficacia en las actuaciones, teniendo en cuenta principalmente estos parámetros:
- - La disminución del tiempo de ataque o tiempo transcurrido desde el conocimiento de un incendio hasta que se inician los trabajos directos de extinción.
- - La optimización en la operatividad de los medios.
- - La detección inmediata de cualquier foco de incendios que se produzca.
- - En las zonas incendiadas se tenderá a minimizar la carga ganadera, a fin de favorecer los procesos regenerativos.
Se fomentará la celebración periódica de cursos de reciclaje y perfeccionamiento con objeto de mantener el esfuerzo permanente por mejorar la profesionalidad del personal implicado en la peligrosa y complicada tarea de lucha contra incendios.
5.5. GESTIÓN DE ACTIVIDADES INVESTIGADORAS.
Ampliar el conocimiento sobre la ZIR de Sierra de San Pedro es un objetivo básico de gestión que exige potenciar el desarrollo de la actividad investigadora. Los criterios de prioridad establecidos para autorizar estos proyectos son los siguientes:
- - Ser de utilidad para la gestión de la ZIR. Proyectos de investigación encaminados a resolver los problemas que plantea la gestión en lo que respecta a la protección del mismo y en la compatibilidad del uso público y las actividades tradicionales con la conservación del espacio protegido.
- - En el caso de proyectos de investigación sobre especies amenazadas, ser de utilidad para la supervivencia y mantenimiento de las citadas especies.
- - No poder realizarse fuera de los límites de la ZIR. Proyectos de investigación que por su naturaleza no puedan realizarse fuera del ámbito de la ZIR o que requieran unas condiciones ambientales difícilmente repetibles fuera de la misma.
- - Estar ampliamente justificado tanto en sus objetivos como en su metodología. Además, se valorará positivamente:
- - Que no se requieran para su ejecución muestreos intensivos y que la metodología sea muy selectiva.
- - Que se realicen fuera de las épocas de reproducción y cría de las especies importantes para la conservación que pueblan la ZIR.
- - Que incorporen valores destacados de calidad investigadora.
Por ser de especial interés para la gestión, se priorizará la realización de estudios e investigaciones sobre las siguientes líneas:
- - Inventario e historia natural de la flora y fauna de la ZIR.
- - Estudios concretos que afecten a especies incluidas en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas y en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas de Extremadura, siempre y cuando los trabajos planteados no generen dudas sobre la posible repercusión negativa de los individuos de la especie diana del estudio.
- - Evolución de las formaciones forestales de la ZIR.
- - Estudio de la geología y sus comunidades biológicas asociadas.
- - Estudios socioeconómicos de la comarca natural de Sierra de San Pedro.
- - Etnografía, arqueología, antropología, tradición e historia de la comarca.
- - El uso público, los visitantes y la economía generada por la ZIR.
- - Compatibilidad del uso público y las actividades tradicionales con la protección y conservación de la ZIR.
- - Relación de la ZIR con su entorno exterior.
Previamente a toda autorización se requerirá la presentación de una memoria de investigación donde se detallen los objetivos, materiales a utilizar, metodología, plan de trabajo, duración y personal que ha de intervenir. Esta memoria irá acompañada de una certificación de la entidad que financia los estudios y el currículum vitae del director del proyecto.
Esta documentación será entregada a la Dirección General del Medio Natural y convenientemente valorada por el Director de la ZIR.
Los investigadores se comprometerán a entregar estudios preliminares durante la ejecución del proyecto cuando la Dirección General del Medio Natural se lo solicite.
Asimismo, el director del proyecto se comprometerá a la entrega del informe final del estudio, así como de una copia de los trabajos que se publiquen, total o parcialmente, y que tengan relación con el estudio efectuado. Cualquier publicación relacionada con la ZIR deberá indicar que el estudio se realizó en este Espacio Natural.
5.6. GESTIÓN DEL USO PÚBLICO.
Las directrices de gestión en materia de uso público, en concreto para la visita de la ZIR y la información e interpretación por parte de los visitantes de los valores presentes (tanto naturales como culturales) en el área, son las siguientes:
- - Se planificará el recurso turístico de acuerdo a lo dispuesto en la zonificación de usos establecidos en los terrenos de la ZIR y en función de la protección y conservación de sus valores culturales. De este modo, se adecuará el uso público a los objetivos de conservación del espacio natural protegido: prevención de impactos negativos sobre el medio natural, limitaciones espacio-temporales derivadas de la fragilidad de los recursos naturales.
- - Se apoyará la regulación de la oferta recreativa y turística mediante la corrección de las deficiencias en infraestructuras, la mejora de la calidad de los servicios, instalaciones y equipamientos.
- - Se apoyará la ampliación de la oferta actual de rutas, incluyendo itinerarios y modalidades diversas, y prestando especial atención a la potenciación del uso público de las vías pecuarias.
- - Se estudiará la posibilidad de completar la oferta de información de visita a la ZIR, mediante la creación de Centros de Información y diversos itinerarios alternativos en los núcleos urbanos aledaños.
- - Se fomentará la creación de las infraestructuras y materiales necesarios para asegurar el disfrute de la ZIR por los visitantes que presenten algún tipo de discapacidad.
- - Se tratará de mejorar y ampliar la información de acceso a la ZIR en las principales vías de comunicación aledañas.
- - Dada su importancia para la gestión y el uso público se fomentará la elaboración de materiales divulgativos con una presentación clara, atractiva, con mensajes sencillos y de carácter muy visual.
- - Siempre que se cuente con la autorización de los propietarios y con la disponibilidad económica suficiente, la Dirección General del Medio Natural colaborará para que el Castillo de Azagala pueda ser restaurado y acondicionado como centro de interpretación de la naturaleza o uso similar, todo ello teniendo en cuenta que el acceso al mismo estará restringido durante los meses de febrero a septiembre, debido a la presencia de aves nidificantes en la zona.
5.7. EDUCACIÓN AMBIENTAL.
El objetivo de las acciones de Educación Ambiental en la ZIR de Sierra de San Pedro, es colaborar en los procesos de la enseñanza reglada y educación no formal, orientando sus actuaciones y facilitando los medios para que ésta lleve a cabo sus propios programas. Por ello, la Dirección de la ZIR facilitará una visita previa a los organizadores de programas de educación ambiental, con objeto de que descubran las posibilidades educativas y reciban material didáctico referido a su territorio, incluyendo en ellos todos los colectivos implicados (propietarios, ganaderos, cazadores, corcheros, etc.).
Las directrices básicas a seguir en esta área son las siguientes:
- - Coordinar las actividades educativas al aire libre que se realicen en el interior de la ZIR a través del conocimiento de los rasgos naturales y humanos del mismo, de cara a sensibilizar y contribuir al precio de sus valores medioambientales.
- - Prestar especial atención a la población escolar de la ZIR y entorno más inmediato apoyando su presencia en programas de educación ambiental, así como, en general, a los habitantes de la ZIR y su entorno, a fin de que conozcan y preserven los valores naturales de sus medios y descubran las posibilidades de desarrollo que encierra.
- - Las actividades de educación ambiental se basarán en un contacto directo con los procesos, primando las sensaciones y los sentimientos, versando sobre los siguientes conceptos:
-
- Se tendrán en cuenta dos tipos de recursos:
- • Recursos didácticos procedimentales: Basados en la observación, y por tanto, apoyados en itinerarios y miradores.
- • Recursos didácticos materiales: Apoyados en los centros de interpretación, en la señalización interpretativa, en documentos temáticos, fichas de actividades, folletos informativos, cartelería, etc.
Se organizarán charlas, talleres, encuentros y actividades, para asegurar un entendimiento y apoyo social de los habitantes de los pueblos del entorno hacia el espacio protegido.
5.8. GESTIÓN DE RECURSOS HISTÓRICO-CULTURALES.
Las directrices de gestión a seguir en torno a este área serán los siguientes:
- - Se integrarán estos recursos en las actividades de Educación Ambiental y Uso Público.
- - Se apoyará la elaboración de materiales divulgativos para su conocimiento.
5.9. COLABORACIÓN AL DESARROLLO SOCIOECONÓMICO DE LAS POBLACIONES DEL ENTORNO.
La correcta gestión del territorio incluido en la ZIR de Sierra de San Pedro asegurará la compatibilidad de las actividades tradicionales que los residentes locales desarrollan con la conservación. A tal fin, independientemente de las competencias de otras administraciones, la Junta Rectora ejercerá una tutela efectiva para asegurar la coherencia entre el desarrollo económico, social y cultural de las poblaciones de la Sierra de San Pedro y la preservación de sus valores naturales y humanos.
En cumplimiento de lo establecido en el artículo 43 de la Ley 8/1998, de 26 de junio, de Conservación de la Naturaleza y de Espacios Naturales de Extremadura, se mantendrán y fomentarán, por parte de la Dirección de la ZIR, las líneas de trabajo tendentes a la mejora de la calidad de vida de la población local y el desarrollo socioeconómico de las poblaciones de su entorno, conforme a las siguientes directrices:
- - La actuación de las Administraciones Públicas en el ámbito territorial de la ZIR deberá ir encaminada a la mejora de la calidad de vida de la población local, procurando la dotación de equipamientos y servicios, mejorando las infraestructuras de uso público y promoviendo iniciativas culturales y educativas.
- - La gestión de los recursos naturales deberá ir dirigida a la revalorización del potencial productivo agrario y forestal del territorio, y en último término, al mantenimiento y generación de empleo en el sector primario.
- - Se apoyarán las iniciativas dirigidas a mejorar la producción, elaboración y comercialización de productos locales, y particularmente su promoción en los mercados a través de la imagen de calidad asociada al espacio natural protegido.
- - Se potenciará la obtención de beneficios económicos procedentes del turismo rural y cultural, de forma que las rentas generadas por la gestión de los servicios derivados del espacio natural protegido reviertan prioritariamente en la población local.
- - Se fomentará el desarrollo de acciones orientadas a la dinamización de la vida social y cultural de los municipios de la ZIR y su entorno.
- - Se promoverá el establecimiento de Convenios con la Consejería de Industria, Energía y Medio Ambiente, así como con los Ayuntamientos de la zona, para promover el empleo en actividades orientadas a la conservación y mejora de la ZIR y su entorno.
- - Se implementarán líneas de ayudas directas establecidas por la Dirección General del Medio Natural a los propietarios de las fincas de la ZIR, sujetas a alguna restricción de uso, para contribuir a la sostenibilidad de sus explotaciones.
- - Se establecerá un sistema para canalizar la información comarcal, de forma homogénea y general, sobre convocatorias, ayudas e iniciativas relacionadas con la mejora de la calidad de vida de las poblaciones, incorporándose activamente a la puesta en marcha de actuaciones que potencien el uso compatible del medio natural con su conservación.
- - Se promoverá la formación de la población local de cara al desarrollo de las diferentes actividades asociadas al espacio natural protegido (guías de turismo, hostelería y restauración, venta de productos locales, etc.).
5.10. ZONAS DE RESTAURACIÓN.
- - Se establecerán zonas de restauración en aquellas áreas en las que cualquiera de sus componentes se halle degradado (agua, suelo, atmósfera, biodiversidad, paisaje, elementos culturales, etc.) ya sea por razones antrópicas o naturales.
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PLANES BÁSICOS DE ACTUACIÓN
Los Programas de Actuación que recoge el presente PRUG constituyen el elenco básico de iniciativas a desarrollar por parte de la Administración Autónoma a efectos de concretar las directrices de este Plan. Las futuras revisiones del PRUG podrán modificar estos planes, así como sus contenidos.
Los Programas de Actuación deben ser coherentes en su desarrollo con los contenidos y objetivos del presente PRUG. Todas estas actuaciones, sin perjuicio de las que se realicen por parte de la iniciativa privada y de otras que pudieran abordarse por distintas instancias de la Administración, posibilitarán el logro de los objetivos generales contemplados en el PRUG de la ZIR de Sierra de San Pedro.
Los Planes Básicos de Actuación deberán ser aprobados por la Dirección General del Medio Natural.
6.1. REGENERACIÓN Y RESTAURACIÓN DE HÁBITATS.
La restauración de los hábitats hasta índices normales de acogida ecológica o de producción de los recursos, supone un paso fundamental en los criterios de actuación de conservación de los espacios naturales. La regeneración cíclica posterior de estos hábitats basada en una gestión a largo plazo posibilita un aprovechamiento continuo de los recursos y un sostenimiento de los valores naturales. En este sentido, cabe profundizar sobre la restauración de dehesas y el bosque mediterráneo. Indudablemente, la gestión sobre las comunidades de quercíneas, es la base en la que se sustenta el ecosistema mediterráneo.
- Regeneración de dehesas.
Se tenderá a la elaboración de Planes de Ordenación Forestal. Se pueden establecer dos parámetros que indiquen cuando una dehesa necesita actuaciones de regeneración:
- • Densidad: Deberán realizarse actuaciones encaminadas a incrementar la densidad del arbolado cuando la densidad media baje de la media establecida para la Sierra de San Pedro. Esta media (55,4 pies/ha), puede considerarse como aceptable dentro de los niveles de conservación y obtención de los recursos. Como medida más definitiva de número de pies por hectárea, será tenida en cuenta la espesura y la fracción de cabida cubierta, puesto que la densidad óptima es variable en función de la edad de los pies de arbolado.
- • Edad del arbolado: Cuando, aún habiendo unas edades aceptables del arbolado en el índice medio del total de la Sierra, éste se encuentre por encima de la media, deberían programarse actuaciones encaminadas a la renovación del arbolado. Esta media puede situarse en el centro de las categorías por las que se ha estimado la edad del arbolado en la Sierra de San Pedro y que oscila, sobre diámetros de tronco a 1,30 cm del suelo, desde diámetros incluidos entre 10-20 cm hasta aquellos mayores de 60 cm. Los encinares y alcornocales cuya media total de árboles sobrepase los 40 cm, deberían comenzar a tomar medidas de renuevo del arbolado. También deberían tomar medidas aquellas explotaciones que no contengan individuos en el rango de los 10-20 cm. El Plan de regenerado se debe realizar teniendo en cuenta el equilibrio y organización dentro del monte, de manera que exista una gran variedad de edades del arbolado.
Aquellas explotaciones que precisen renuevos en el arbolado, pueden acogerse a dos tipos de actuaciones:
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1. Plantación directa y protección con jaulas metálicas, tubos de plástico perforado, etc.
Plantaciones de individuos procedentes de semilla y con un tiempo que no alcance en ningún momento la segunda savia.
Para la plantación serán seleccionadas semillas de la zona, o en caso de no ser posible, de dehesas extremeñas. Cada individuo será protegido con una protección adecuada al ganado presente en la zona, silvestre o doméstico, o bien se pueden realizar, incluso en zonas de uso restringido pequeños cercados de hasta dos metros de altura y varias centenas de metros cuadrados, en los que se incluya un número suficiente de individuos. Tanto en un tipo de siembra como el otro, todos los individuos necesitan un protector de sombreado para sus primeros momentos de vida que puede facilitarse mediante cilindros oscuros que dejan crecer en el interior el renuevo.
Las plantas que se pierdan en años consecutivos, deberán ser repuestas sobre el mismo lugar en el que se estime que un individuo tiene posibilidades de recursos en cuanto a luz y suelo.
En función de la carga ganadera y tipo de ganado presente en la explotación, la protección podrá retirarse en un plazo que podrá oscilar en torno a los diez años.
El seguimiento de este tipo de sistema conlleva el compromiso de introducir un número adecuado de plantas durante varios años consecutivos. La densidad media equiparada con la media ofrecida para San Pedro así como la edad media, son los indicadores que hay que buscar para conocer la conveniencia de las acciones y el momento de abandono de estas actuaciones.
Este sistema es el más adecuado en aquellas explotaciones cuyos intereses ganaderos prevalecen sobre los cinegéticos. El escaso gasto que puede suponer la plantación anual de un determinado número de ejemplares de encina o alcornoque, así como el excelente resultado en términos de aumento del renuevo desde semilla, hacen de este sistema una forma asequible de regeneración de encinares y alcornocales.
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2. Incremento en la formación arbustiva.
Otra forma de renovar los efectivos en la dehesa, es mediante la formación de un estrato arbustivo basado en la regeneración (un suelo que no es roturado ni se le somete a una presión excesiva de pastoreo, pasa por un crecimiento del matorral pionero en primer lugar y con especies nobles en segundo término. La protección de este matorral en forma de sombra, ocultación ante los herbívoros, sostenimiento de la humedad y fertilización del suelo, posibilita el crecimiento de multitud de renuevos procedente de las semillas de los árboles que amparan ese matorral), o mediante repoblaciones.
Para mejorar este sistema a lo largo del tiempo podrían llevarse a cabo las siguientes actuaciones:
- • Reducción de las cargas ganaderas.
- • Plantación de semillas durante el primer y segundo año desde el comienzo de la renovación, y de un tercero si las condiciones así lo indican.
- • Propagación de semillas de manera artificial de matorral noble, por selección de éstas sobre el terreno o por captación de tierras superficiales en zonas adecuadas.
Si se elige el sistema del regenerado natural será necesario dejar en reposo la tierra hasta el momento adecuado en el que se pueda efectuar el desbroce, como mecanismo para descubrir los nuevos ejemplares y seguir con el proceso de adehesamiento. Sobre propiedades o superficies adecuadas, este sistema se puede entender como un proceso de rotación sistemática sobre las dehesas extremeñas, lo que supone una concienciación por parte de propietarios y técnicos de la Administración, como un proceso que puede prolongarse durante décadas.
El sistema de regeneración del arbolado para la regeneración de la dehesa supone una excelente opción para aquellas propiedades cuya mira principal está orientada al recurso cinegético, ya que es totalmente compatible. Además, desde el punto de vista de la conservación, es la opción más aconsejable.
- Regeneración de encinares y alcornocales con fuertes índices de secado de arbolado por decaimiento y/o muerte del arbolado.
Se necesitan de manera imperiosa regenerar áreas que han sido fuertemente atacadas por los agentes causantes de la «seca» de la encina o el alcornoque, y de la acción de insectos taladradores como los «cerambis», de la misma manera que es preciso frenar o mitigar la propagación y efectos de estas enfermedades, si bien antes iniciar un proceso de regeneración de estas áreas, debería realizarse previamente una valoración de las causas que provocaron la enfermedad y, en su caso, corregirlas antes de iniciar una nueva repoblación.
La falta de soluciones ante la enfermedad aboca a buscar técnicas de sustitución, o lo que es lo mismo, técnicas de regeneración. Dependiendo de la magnitud del daño ocasionado, se puede optar por los dos tipos de regeneración de los encinares y alcornocales; si los daños son numerosos, sería adecuado optar por una regeneración junto a la proliferación del matorral; por contra, si son puntuales y no excesivamente numerosos, habría que sustituir los individuos afectados de manera particular.
A pesar de que una de las actividades encaminadas a reducir el efecto de la seca es la eliminación del matorral, se podría considerar esta opción en el caso de que la cantidad de árboles afectados sea casi general y la nueva generación crezca habituada a las nuevas condiciones, incluida la presencia del matorral.
Desde el punto de vista preventivo, sí se han desarrollado una serie de actuaciones encaminadas a luchar contra la seca y los cerambícidos. La silvicultura preventiva se ha demostrado como un eficaz método para controlar los daños de la seca; el método se basa en evitar o mitigar los factores que predisponen a adquirir la enfermedad. Las acciones encaminadas a prevenir la enfermedad han de consistir en:
- • Cortado del monte a un ritmo adecuado (principalmente en repoblaciones), acompañando a esas cortas con una nueva regeneración de individuos, a ser posible por medio de semillas y no de renuevos.
- • Evitar la acumulación de leñas y maderas sobre los soportes arbóreos. La cantidad debe estar en consonancia con las ofertas edáficas. No obstante, la ICMC desaconseja totalmente las podas de producción en alcornoques, por ser una operación debilitadora, poco productiva y favorecedora de la entrada de minadores de la madera.
- • No realizar desgarros de ramas, heridas sobresalientes o fibrosas. Evitar durante el descorche un posible daño al cambium o capa madre que yace bajo la corcha.
- Restauración de bosques de galería y vegetación de ribera.
La enorme presión que ha existido en muchas áreas sobre la vegetación de ribera, ha llevado a la desaparición sobre numerosos tramos ribereños de arbolado y vegetación arbustiva. El pastoreo y la tala, parecen haber sido los causantes de la reducción y desaparición sistemática de franjas de bosques en riberas como la Albarragena, Salor, Alburrel o Ayuela, además de un sinfín de regatos secundarios, manantíos y pozos.
Dado el enorme valor de estas formaciones en el contexto de la Sierra de San Pedro se hace necesario establecer prioridades para su restauración.
Las especies arbóreas, que de manera predominante podrían introducirse para la regeneración de las orillas, serían aquellas presentes de manera silvestre en la actualidad en las riberas de San Pedro: alisos, fresnos, sauces, chopos, almeces, adelfas, olmos, tamujos, etc., conformarían la columna vertebral de las actuaciones de repoblación, pudiendo ser apoyadas por especies más xéricas como el majuelo, galapero, etc. en puntos más alejados del propio cauce o en cursos elevados pero con un permanente grado de humedad.
Los estratos arbustivos que pueden apoyar la reintegración de los cauces en el sistema botánico, pueden estar constituidos por especies de una distribución reducida, con lo que se conseguiría su difusión (alaterno, espino negro o cornicabra). A éstas podría acompañarlas una gama de arbustos más comunes pero de resistencia ante periodos de sequía como el escaramujo, la zarza o especies lianizantes como la madreselva o la parra silvestre.
Para llevar a cabo repoblaciones podrían, en el caso de las especies de árboles, incluirse plantones de 2-4 savias protegidos con jaulas metálicas, tubos de plástico, etc., y nunca de manera lineal, sino en formaciones desordenadas y azarosas. Si existe un ramoneo y éste es excesivo en el lugar en el que se lleve a término la repoblación, convendría proteger de la misma manera a los arbustos.
Otro sistema de reforestación de la vegetación ribereña, y que podría ser adecuado en numerosos cauces de San Pedro, así como en pozos y manantíos, es la fabricación de cercados realizados con malla cinegética. Estos cercados, con dimensiones que oscilan entre varias decenas hasta varios centenares de metros cuadrados, tendrán una disposición que dependerá del lugar escogido para la repoblación. De manera general, se delimitan zonas rectangulares paralelas a los cauces y a una distancia de la orilla constante para cauces de ríos, y parcelas cuadradas, redondeadas o poligonales, para vaguadas en las que surjan manantíos o inmediaciones de pozos.
La validez de estos jaulones, así como la necesidad de restaurar los márgenes fluviales, hace necesaria y adecuada la captación de los dos sistemas e incluso la alternancia de ellos dentro de un mismo plan de actuación.
Es responsabilidad de los propietarios por los que discurre el curso, el impedir el deterioro abrasivo que una presión ganadera excesiva puede ocasionar sobre este tipo de hábitats.
- Sustitución de eucaliptales por bosque mediterráneo.
La eliminación de eucaliptales debe ser una de las actuaciones que poco a poco se vaya acometiendo para transformar el impacto paisajístico, ecológico y edáfico que produce esta especie sobre la ZIR. No obstante, debe tenerse en cuenta que ciertas masas forestales de eucalipto albergan importantes concentraciones de aves en periodos concretos del año (dormideros de paloma torcaz), o son lugar de nidificación de especies protegidas, por lo que la sustitución no debe plantearse de forma indiscriminada y total.
No todas las masas de eucalipto son susceptibles de generar masas de alcornocal o encinar productivos (debido a la pendiente o a la baja calidad de estación por suelos poco profundos), por lo que en algunos casos se debe tender a la sustitución por matorral mediterráneo o bien a una etapa de pinares transitoria.
El tipo de comunidad al que debería ir dirigida la restauración es el bosque mediterráneo; en zonas donde la pendiente lo permita, podrían establecerse dehesas en una segunda fase, una vez que el suelo haya sido recuperado por el propio matorral y bosque mediterráneos.
Sin embargo, la sustitución de los eucaliptales presenta una serie de dificultades:
- • En primer lugar, la regeneración por vástagos sobre el tocón una vez que el árbol es cortado, impide la eliminación por corta; para la eliminación de ésta se requiere el arrancado de la cepa. Esta actuación, unida a la entrada de maquinaria forestal y a la existencia de un suelo desprovisto de vegetación en su mayor parte, supone un grave riesgo desde el punto de vista erosivo.
- • Por otra parte, la pobreza del suelo acuciada durante los años de crecimiento del eucaliptal, impide una regeneración rápida de la vegetación.
Las actuaciones que habría que tener en todo momento en cuenta para la restauración del arbolado original por eliminación de los pies de eucalipto, serán las siguientes:
- • Eliminación de raíz de los ejemplares de eucalipto, lo que evitará la nueva formación de eucaliptales sobre las zonas de actuación.
- • Abandono en el campo de la mayor parte de madera, ramas y restos leñosos posibles. Esto mitigará en cierta medida la erosión producida por lluvias y escorrentías, sujetando tramos de tierra y disminuyendo el impacto del agua directamente sobre el suelo. A pesar de la pobreza de este tipo de restos con esta medida se aporta materia orgánica al suelo que puede servir de base para su restauración.
- • No modificar los bancales sobre los que se asientan los eucaliptos. Si bien no es una disposición del suelo «natural», no conviene volver a masivos movimientos de tierra y facilitar el arrastre del suelo por escorrentías. En los sucesivos años en los que crezca una vegetación autóctona, éstos se irán ocultando y los propios movimientos de la sierra, desde el punto de vista faunístico e incluso botánico, podrán ir mitigando el escalonamiento del piso.
- • Enriquecer la tierra por medio de abonos químicos esenciales y/o por tierras orgánicas. Este aspecto se puede llevar a cabo durante el año de la eliminación de los eucaliptales, donde podría establecerse una combinación de abonos químicos y naturales. En un periodo en torno a los dos o tres años posteriores sería conveniente un nuevo abonado.
- • Facilitar la dispersión y propagación de semillas. Sobre tierras llanas sería conveniente una plantación de tremosillas para enriquecer y nitrificar el suelo al menos en los dos años siguientes a la corta del eucaliptal. Sin embargo, dada la imposibilidad de efectuar este tipo de plantaciones en numerosas ocasiones, se recomienda la proliferación de semillas de plantas pioneras que puedan ser recolectadas en la misma Sierra (jara pringosa, jara crespa, brezo).
- • En un periodo de tiempo adecuado a la situación y estimado por los técnicos que lleven a cabo el cambio del tipo de suelo, deberá favorecerse la introducción de un nuevo cóctel de semillas que pudieran contener un espectro más amplio de especies. Sería conveniente también la introducción en tierra de semillas de quercínea una vez que la sombra y la cobertura arbustiva lo aconsejasen.
6.2. REINTRODUCCIÓN DE ESPECIES VEGETALES.
La escasez de determinadas especies vegetales resta diversidad botánica a la par que reduce las posibilidades tróficas y de refugio de las especies que se sustentan sobre los vegetales, sobre todo en lo que a aves se refiere. Las especies propuestas a continuación para su reintroducción son bien componentes del bosque mediterráneo de manera espontánea, o bien constituyen un añadido artificial de especies domesticadas que le suman valor a las propias formaciones boscosas autóctonas. En este último punto, tienen cabida las intervenciones humanas que de forma tradicional y continuada, han colaborado en la diversidad ecológica al añadir de manera sostenida recursos adicionales para parte de la fauna autóctona.
- Introducción de especies vegetales como apoyo al realce del valor ecológico.
Dentro de este apartado conviene hacer una relación de aquellas especies que tienden a escasear dentro del contexto botánico de la ZIR, bien por eliminación antrópica o bien por degradación de los hábitats en los que se localizan. Las plantas propuestas para su reintroducción aportan un valor que facilita sobre todo la proliferación de aves de medio y pequeño tamaño, esenciales en los mecanismos tróficos dentro de la sucesión ecológica.
Las especies detalladas a continuación, todas de porte arbóreo, se ubicarían de manera preferente en dos hábitats: Uno de carácter parcialmente degradado en lo que respecta a la formación precedente, como es la dehesa, y otro de remodelación, como son los huertos y vegas de labor. La relación de especies que se encuentran hoy en día en estas formaciones, de manera escasa o casi desaparecida, y que se proponen para realzar o mantener el valor de estos hábitats son las siguientes:
-
1. Dehesas: Existe una clara falta de determinados representantes que pueden formar parte de las dehesas y que por su falta de rendimiento económico, son eliminadas de manera sistemática dentro de estas explotaciones. Principalmente existen dos especies que de una manera sobresaliente aportan refugio, protección y recursos nutritivos a las aves de pequeño y mediano tamaño en las dehesas de encinas y alcornoques; estas dos especies son el galapero o piruétano y el majuelo. En dehesas formadas por alcornoques a estas especies cabe sumar el madroño. La avifauna en dehesas apunta a un mayor número de efectivos y especies en aquellos lugares en donde existen individuos que aportan recursos nutritivos del tipo de los mencionados hasta ahora.
La reintroducción de estas especies puede realizarse atendiendo a tres modos:
- a) Introducción por pies dispersos, alternos entre los pies de encina o alcornoques o junto a ellas. A los individuos introducidos, caso de existir ganado en la explotación con una carga que pueda dañar los plantones, se les instalará una malla de protección, castillete o similar, adecuado a cada tipo de ganado y que permita el crecimiento de los ejemplares plantados. La densidad óptima de plantaciones de pies de individuos comienza a partir de los 20 ejemplares por ha.
- b) Formación de bosquetes en donde exista la acumulación de estas especies. Por medio de alambradas que impidan el paso del ganado doméstico o silvestre, se pueden efectuar vallados de pequeñas superficies, dispersos entre sí en función de la amplitud de éstos. En el interior de estos vallados se puede permitir una proliferación de matorral en donde predominen estas especies. El diseño, la forma de los vallados, así como la superficie, dependerá en todo caso de los diferentes parámetros que se conjugan en la formación de tales cercados.
- c) Proliferación de matorral sobre linderos, bien interiores o de perímetro en las explotaciones. Este manejo está encaminado a permitir la proliferación de especies no productivas, sobre todo las propuestas para la proliferación de la fauna, en bordes de caminos, de fincas, o de cuarterones dentro de las mismas explotaciones. La plantación de ejemplares podría hacerse de manera abundante y sin mediar protección contra el ramoneo siempre que las cargas ganaderas lo permitieran. En caso de que existan roturaciones, debe dejarse el margen suficiente para permitir la proliferación de estas especies.
-
2. Vegas y huertas de labor: La presencia humana ha introducido aperturas, en zonas antes cubiertas de manera completa por el matorral, en pequeñas extensiones con suelos bien drenados y profundos aptos para las labores hortícolas. El resultado global es la proliferación de pequeños huertos o vegas de labor a lo largo de toda la Sierra de San Pedro, lo que supone un incremento del efecto mosaico, aumento de la diversidad vegetal y en definitiva, la creación de nuevos nichos ecológicos y mayor riqueza ecológica.
La conservación de estas singulares superficies pasa por una eliminación del estrato arbustivo mediante un desbroce o roturado periódico si acaso éste no ha progresado de manera abundante sobre la antigua superficie abierta. Una vez establecido el mantenimiento que asegure la apertura de este tipo de claros, conviene realizar plantaciones de individuos arbóreos presentes aún en algunos de estos huertos: Higueras, manzanos, perales, membrillos, nogales, morales, melocotoneros, peros o ciruelos. Tanto en linderos como en pequeños bosquetes dentro de estas superficies, puede permitirse la proliferación de especies autóctonas que no mermen el valor que representan estos espacios: Zarzas, majuelos, escaramujos, galaperos o madroños.
La relativa corta vida de alguna de las especies domésticas, obliga a desarrollar planes de actuación a largo plazo en donde, además del impedimento del desarrollo del matorral, debe planificarse una plantación periódica de estas especies.
- Introducción de especies en embalses.
La orografía de la ZIR de San Pedro, unido a las precipitaciones y a la humedad a lo largo de sus valles, centraliza sobre cauces muy determinados la vegetación de ribera, con lo que ello conlleva de diversificación de hábitats y riqueza florística asociada a una mayor riqueza zoológica. Estas masas de ribera se encuentran en un grado avanzado de degradación por motivos de sobreexplotación de los recursos en unas zonas en donde la vegetación unida a los cauces de agua se encuentra en límites extremos de idoneidad.
Sin embargo, las actuaciones humanas encaminadas al almacenamiento de aguas para el abrevado del ganado multiplican, si no los cauces de agua, sí los puntos de embalsamiento de ésta a lo largo de toda la superficie de protección.
Una característica común a este tipo de construcciones, independientemente de su tamaño, es la falta de arbolado asociado a ellas que podría constituir una fuente más de recursos dentro de lo que constituye el ecosistema de la ZIR de San Pedro, sobre todo en lo que respecta al refugio de especies declaradas de interés especial (milanos negro y real, cigüeña blanca, carraca, u otras especies de ardeidas, rapaces o paseriformes).
Las características de estos lugares pasan por establecer una serie de especies que requieren un importante caudal hídrico edáfico y soporten las grandes insolaciones de los estíos extremeños (olmos, chopos, sauces, tilos, almeces, etc.).
La plantación de estas especies se llevaría a cabo con castilletes de protección a pesar de que se efectúen con cepellones de más de cuatro savias, ya que estas zonas son muy visitadas por las diferentes especies de ungulados y pueden ser objeto de rascaduras o frotamientos que deterioren a los ejemplares plantados. La cantidad puede oscilar en función de la charca a repoblar; entre varios individuos en el caso de charcas de menor volumen hídrico, hasta la reforestación de varias hectáreas en el caso de volúmenes mayores. Esta plantación de individuos se debe hacer de manera preferente sobre la caída del muro de contención, en lo que sería el cauce natural de la escorrentía del agua; caso de ser ocupada ésta, se progresará por los márgenes y en ningún caso se realizará en la cola inundable del embalse.
Una figura de protección y favorecimiento de la fauna dentro de estos embalses, incluso en aquellos de un menor volumen de almacenaje, consiste en el cerramiento de una porción de terreno en la caída del muro de contención, en lo que es el cauce de la presa. Sobre este cercado, que puede oscilar de tamaño a partir de la media hectárea, se debe efectuar una repoblación de especies hidrófilas y permitir el desarrollo espontáneo de especies arbustivas afines a estas condiciones.
Hábitat de bosques densos de encina y alcornoque (Códigos Natura 2000: 9340 y 9330). Se hayan muy disminuidos, fragmentados y aislados, por lo que deberían ser unos de los prioritarios en un esfuerzo restaurador similar al propuesto para los bosques riparios.
Medidas concretas en este sentido serían:
- • Creación de masas de alta espesura (más del 60% de fcc), incluyendo pequeños rasos de menos de 200 m2.
- • Mezcla íntima en el rodal de más de dos clases de edad (masa irregular). Extensiones continuas y compactas mayores de 100 ha. Reserva de árboles muertos y troncas en las distintas fases de decaimiento (unos 10 m3/ha).
- • Reserva de pies de grandes dimensiones (los pinos pueden ser valiosos) y enriquecimiento de estas masas con árboles y arbustos de interés ecológico aunque no necesariamente formando masas mixtas.
- • Reserva de pies sin descorchar.
- • Creación de cortafuegos verdes utilizando especies como el madroño y estructuras de baja combustibilidad como el bosque denso con suelo cubierto de hojarasca (modelo 8 de Rothermel).
Hábitat de mancha mediterránea. Estas manchas presentan una distribución fragmentada (21 islas) con núcleos de forma alargada y desconectadas entre sí. Algunas de ellas están degradadas por el fuego y el sobrepastoreo.
Medidas que proponemos:
- • Enriquecer los matorrales con arbustos, encinas y alcornoques, prioritariamente los que sirvan de conexión entre islas.
Hábitat de bosque de castaño (9260). Es un único núcleo de unas 130 hectáreas. Convendría comprobar su situación y ver qué medidas de conservación pueden establecerse.
Hábitat de pinares de Pinus pinaster mesogeensis (9540). Aunque estas masas proceden principalmente de repoblaciones deberían conservarse mediante una selvicultura adecuada (para evitar su desestabilización) por las siguientes razones:
- • Es un hábitat exclusivo de algunas especies de aves, insectos, hongos, etc.
- • Constituyen plataformas idóneas de nidificación de rapaces y grandes aves gracias a su rápido crecimiento, gran tamaño, estructura y densidad. Especies como el águila imperial, la cigüeña negra, etc. Estas aves prefieren en muchas ocasiones bosquetes de pino para nidificar frente a las frondosas circundantes debido a que así, sus nidos se hayan más elevados, protegidos y libres del efecto de podas y descorches. Esta preferencia se ha observado también en buitre negro, alcotán, azor, milanos, etc.
- • La presencia de rodales o masas de pinares diversifica las fuentes alimentarias, por ejemplo con distintos insectos de ciclos diferentes y complementarios a los de las frondosas, alargando los periodos de oferta.
- • Estos rodales de pinar crean diversidad estructural, incrementando el número de estratos en altura y en espesura. Algunas especies como el arrendajo, una especie dispersora de bellotas, prefiere este tipo de nichos siendo desplazados por urracas o rabilargos en las zonas abiertas de las dehesas.
- • Han sido reconocidos como etapas en la dinámica sucesional de especies clímax como el alcornoque. Tenemos constancia de eventos de regeneración natural de alcornoque bajo los doseles de pinares de pino resinero.
- • Se ha constado la presencia prehistórica en las proximidades de la zona. En análisis palinológicos realizados en Sierra de Fuentes se encontró polen de pino de hace unos 4.000 años.
- • Algunos de sus aprovechamientos como el piñón (en el casode P. Pinea), la resina y los hongos (níscalos), tienen un interés económico y social evidente constituyéndose fácilmente en aprovechamientos sostenibles comparables al corcho.
Algunas medidas de gestión podrían ser:
- • No dejar de realizar clareos para evitar la competencia excesiva, la alta esbeltez, los derribos y la presencia de demasiado combustible.
- • Favorecer el establecimiento de pies grandes y dominantes.
- • Dejar algunos pies muertos y moribundos así como cierta cantidad de madera muerta (unos 10-10 m3/ha).
- • Manejar los rodales más interesantes como masas irregulares con varias clases de edad íntimamente mezcladas.
6.3. RECUPERACIÓN DE HÁBITATS DE ESPECIES FAUNÍSTICAS.
El mantenimiento de las poblaciones, la recuperación de aquéllas cuyo estatus ha mermado o el conocimiento sobre las que no se tiene información, pasa por conservar los hábitats presentes en la Sierra. Desde esta perspectiva, conviene preservar los valores actuales y mejorar en lo posible aquellas áreas que se encuentren degradadas.
Los criterios básicos de actuación para la recuperación de los hábitats y de las propias especies sensibles a los cambios producidos en ellos son:
-
a) Estudio del estatus poblacional y de los movimientos de los individuos. Los puntos necesarios que debe abordar un estudio encaminado al conocimiento del número y estado de los individuos que componen una población han de ser los siguientes:
- - Conocer con certeza y en profundidad la situación de las diferentes especies que puedan estimarse en peligro de desaparición, genético o poblacional, entendidos estos aspectos dentro de un contexto de distribución regional y global de la especie.
- - Establecer índices que aporten una perspectiva a corto plazo de las condiciones, tanto en general como sobre poblaciones concretas, en que se encuentran las especies más sensibles.
- - Definir la evolución de los individuos de especies susceptibles de encontrarse en peligro de desaparición o de disminución de su acervo genético, tanto estacional como espacialmente.
-
b) Estudio del comportamiento de las especies. En concreto:
- - Establecimiento de pautas de conducta territorial.
- - Determinación de parámetros reproductivos: Éxito, inversiones parentales, sistema de apareamiento y estrategia reproductiva.
- - Parámetros que determinan la dispersión de los individuos, aspectos que condicionan el gregarismo o la ubicuidad y formas de dispersión.
- - Comportamiento relacionado con la obtención de los recursos tróficos
-
c) Definición del hábitat de las especies y su ocupación temporal. Conviene definir con claridad cuál es el verdadero hábitat de una especie y qué importancia tienen los biotopos que la componen en el desarrollo de sus ciclos. Esta parte resulta esencial para el diseño de conservación que recae sobre factores bióticos y abióticos que repercuten, de manera directa o indirecta, en algunas de las actuaciones encaminadas a favorecer el medio en el que se desarrolla la especie. Los parámetros a los que se debe prestar atención son:
- - Tamaño de las áreas de campeo.
- - Selección de determinados biotopos dentro del área de campeo, en función de épocas del año y actividades.
- - Momentos y tipos de hábitats en que tienen lugar las actividades más sensibles.
- - Tolerancia a las actividades humanas en función de hábitats, épocas del año y actividades del ciclo biológico.
- - Movimientos estacionales y dispersiones de individuos jóvenes.
- d) Estudio de la alimentación. Como paso previo al estudio de la biología de las presas que componen la dieta de las especies con un cierto grado de amenaza así como para conocer la potencialidad de la propia especie, debe contarse con un conocimiento detallado del consumo de las diferentes presas en las diferentes etapas del ciclo anual.
-
e) Enumeración de problemas que afectan a la viabilidad de los individuos. La valoración de todos los conocimientos adquiridos hasta ahora, permite una estructuración y análisis donde se combinen los diferentes problemas, causas y actuaciones encaminadas a su solución. Es en este punto donde se encuentra el conocimiento de la verdadera situación de las poblaciones y donde se ha de forjar la salida a las vías de solución de los diferentes problemas y los criterios de manejo a emplear. Deben por tanto especificarse en este apartado las siguientes cuestiones:
- - Problemas que afectan a la expansión, viabilidad o mantenimiento de las poblaciones objeto de estudio.
- - Incompatibilidad de actuaciones humanas con el desarrollo de las poblaciones.
- - Efectos del manejo ganadero y agrícola.
- - Repercusión de la caza, en sus diferentes modalidades, sobre las poblaciones objeto de estudio.
- f) Condiciones ecológicas de las especies presas. El análisis de la problemática de las especies predadoras requiere del conocimiento de los factores que afectan a sus presas. Los aspectos a considerar son:
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g) Estudio de los efectos de las actuaciones encaminadas a favorecer las poblaciones de especies presas. Además de las mejoras en las comunidades vegetales, existen una serie de actuaciones específicas encaminadas a favorecer las poblaciones de especies presas que podrían ponerse en práctica en el área de la Sierra de San Pedro. En conjunto podrían ser favorables las siguientes actuaciones:
- - Favorecimiento de las poblaciones de conejos.
- - Construcción y crianza de palomares en dehesas y campos.
- - Creación de praderas sobre valles y antiguos huertos.
- - Desbroce sobre collados y pies de umbrías.
- - Instalación de charcas y encadenamientos hídricos por medio de tablas de cauces.
- - Reintroducción de especies arbóreas en dehesas y claros con aporte nutricional, como es la plantación de frutales autóctonos o domésticos en pequeñas extensiones.
- - Cultivo de pequeñas extensiones de cereal sobre cercados.
- - Abandono de árboles y troncos muertos en el bosque.
6.4. GESTIÓN DE LA CAZA.
Se tendrán en cuenta los siguientes planes de actuación para la ordenación de la gestión en explotaciones cinegéticas extensivas:
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- Gestión del hábitat.
La ordenación de la gestión de un terreno para la producción de caza mayor y menor requiere de un primer planteamiento acerca de los manejos a realizar sobre el hábitat, esto es, sobre el medio en el cual se han de desarrollar las poblaciones cinegéticas. El manejo del hábitat encierra varias cuestiones bien diferenciadas.
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- Tamaño de la unidad de gestión.
El tamaño de la superficie sometida a gestión es un aspecto que debe ser tenido en cuenta. Las unidades mayores poseen, a priori, mayores ventajas, tanto desde el punto de vista de la productividad de las poblaciones cinegéticas como desde el punto de vista de la conservación del ecosistema.
Estas ventajas derivan fundamentalmente de los dos conceptos siguientes:
- • Estabilidad ecológica: Se trata de la capacidad de un ecosistema de amortiguar el efecto de cambios impredecibles en los factores ecológicos. Un área grande va asociada a variedad de hábitats, recursos tróficos, microclimas y, generalmente, a un tamaño poblacional mayor. Todo ello redunda en las posibilidades que tienen los animales de contrarrestar los efectos de condiciones adversas. Las poblaciones pequeñas confinadas a un área concreta son más inestables y pueden sufrir más fácilmente los efectos de las condiciones ambientales adversas. Esto se suele traducir en dos tipos de efectos. Por un lado puede disminuir la productividad y la calidad de la población cinegética, y por otro lado el impacto de la población sobre el ecosistema se puede acentuar.
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• Efectos genéticos: La fragmentación de las poblaciones naturales puede producir cambios genéticos que afecten por un lado a la conservación a medio plazo del acervo genético de la especie, y por otro a la propia productividad biológica de la población que se pretende explotar.
La fragmentación de una población en unidades pequeñas, puede llevar en cada una de ellas a la denominada deriva genética, que puede llevar a una diferenciación aleatoria de la composición genética de la población con respecto a la población de la cual procede y un aumento de la consanguinidad.
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- Manejo de la cubierta vegetal: Productividad y biodiversidad.
El manejo de la cubierta vegetal persigue fundamentalmente proporcionar las condiciones necesarias para el mantenimiento de la población. Un manejo adecuado puede permitir la acogida de un número mayor de individuos, esto es, aumentar la capacidad de carga del terreno.
En las áreas de bosque mediterráneo, la actividad humana ha tendido al aclarado del matorral, manteniendo una densidad moderada de pies arbóreos y promoviendo la producción de pasto. Estas formaciones adehesadas han sido un modo muy interesante de optimizar la productividad. Las dehesas, sin embargo, suponen un empobrecimiento de la biodiversidad. La diversidad de especies, tanto vegetales como animales que se puede encontrar en el bosque clímax es mayor que en las dehesas. La biodiversidad es un importante valor ambiental que es necesario cuidar.
Un segundo punto es la constancia en el diseño, es decir, que las áreas que se ha decidido mantener con cobertura vegetal se mantengan como tales a lo largo del tiempo, evitando rotaciones que impedirían la existencia de áreas de bosque maduro. Un manejo de los hábitats rotacional o un diseño cambiante, producirán mosaicos pero sin etapas clímax. Las áreas climácicas son precisamente las que necesitan un tiempo más largo para establecerse y son por tanto las más vulnerables. La ordenación del territorio en zonas según un diseño que permita la existencia de diferentes etapas de la sucesión ecológica es del todo necesaria para conseguir aunar los objetivos de producción y biodiversidad.
Para cada unidad de gestión cinegética, se hace necesaria la planificación de un mosaico de áreas adehesadas y áreas climácicas, que suponga un óptimo en la armonización de los intereses económicos y ambientales, teniendo en cuenta las características concretas de cada pequeña unidad zonal no sólo en cuanto a la ecología (suelos, pendientes, hidrología, vegetación, insolación, etc.) sino también a los condicionantes humanos tales como proximidad a núcleos urbanos, acceso, obras de ingeniería, etc., que pudieran afectar. Una vez establecida la planificación zonal teórica, las decisiones de gestión podrán dirigirse hacia ese objetivo.
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- Manejo de la cubierta vegetal: Rotación de hazas y regeneración del arbolado.
Con el fin de promover la regeneración natural del arbolado, a la vez que se tratan de cumplir los objetivos de productividad y biodiversidad se propone la práctica de rotación de las unidades de matorral dentro de cada unidad de gestión.
De manera general esta rotación consiste en lo siguiente. En la planificación zonal de etapas en la sucesión ecológica, las áreas adehesadas sin matorral van a carecer de regeneración del arbolado, mientras que las áreas con matorral permitirán el desarrollo de cierta cantidad de plántulas de las especies arbóreas dominantes. Tras ciclos plurianuales (por encima de 10 años) se procederá a la rotación entre parte de las zonas con y sin matorral. El procedimiento debe ser la limpieza de algunas áreas de matorral y la exclusión o simplemente no roturación durante un período plurianual de algunas áreas sin matorral. Esta práctica no debe afectar simultáneamente a todas las unidades del mosaico, ya que produciría una reducción repentina en la cobertura que se mantendría hasta el crecimiento del matorral, sino que debe hacerse repartiendo las unidades o hazas de modo escalonado. Igualmente, esta práctica no afecta a las unidades de vocación climácica, ya que perderían tal característica si fuesen sometidas a desbroce.
La rotación de unidades de matorral no supone una pérdida de rentabilidad si la explotación es cinegética, ya que las especies arbustivas suponen un importante aporte de alimento para los ungulados salvajes. En este sentido, la explotación cinegética es una buena alternativa que permite compatibilizar la rentabilidad y la conservación.
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- Gestión de las poblaciones.
El otro puntal sobre el que se asienta la gestión de la caza mayor es el referente al manejo de las poblaciones. De nuevo, el doble objetivo de rentabilidad y conservación de los ecosistemas debe orientar el diseño de la gestión.
Los planes de ordenación cinegética deben incluir una estima de la capacidad de carga de la unidad de gestión. El mantenimiento de la carga al nivel de óptima en lugar de máxima es fundamental para la regeneración de la vegetación natural así como para permitir la coexistencia de otras especies de herbívoros silvestres, sean o no susceptibles de estar sujetos a aprovechamiento cinegético.
La estimación de la capacidad de carga debe considerarse en todo caso como un pronóstico aproximado que es necesario corregir durante los años sucesivos en función de los dos indicadores siguientes:
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- Suplementación de alimento.
La productividad vegetal experimenta marcadas oscilaciones a lo largo del ciclo anual, de modo que la época más desfavorable (de menor productividad) marca el límite máximo para el número de herbívoros que una zona puede soportar. En las fincas cercadas que cuentan con una alta densidad de animales, se suele practicar la suplementación con alimento en la época de escasez. El momento y duración de este periodo de suplementación varía según las condiciones del área, pero en líneas generales suele ir desde mitad del verano hasta las primeras lluvias otoñales.
El suplemento de alimento no debe utilizarse para incrementar las densidades por encima de la carga óptima. Los indicadores de densidad adecuada, es decir, el estado de la vegetación y la productividad de la población, deben ser utilizados siempre para moderar las densidades, sin que el suplemento de alimento pueda ser esgrimido a la hora de elevar las cargas por encima de lo aconsejado por estos parámetros.
Si bien el alimento suplementario puede utilizarse para corregir carencias nutritivas en cualquier momento del año, este aporte a lo largo de todo el año podrá ser considerado como un indicativo de que la población está por encima de la capacidad de carga.
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- Diseño de la pirámide de edad.
El diseño de una pirámide de edad incluye tanto la previsión de la densidad (tamaño total de la pirámide) que deberá ajustarse a la capacidad de carga óptima estimada, así como la previsión de cuántos individuos se han de mantener de cada sexo y edad, es decir, la forma que habrá de adoptar la pirámide.
En la práctica, el moldeado de la pirámide de edad incluye tanto la recolección de animales mediante la actividad cinegética como la realización de caza de gestión, de modo que el efecto final conjunto debe ser adecuado al modelo de pirámide que se pretende mantener.
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- Caza de gestión.
Una pirámide de edad no se mantiene en la estructura ideal proyectada sólo con la actividad cinegética, sino que requiere de la caza de gestión, la cual incluye fundamentalmente la caza selectiva de machos y los descastes de hembras.
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• Caza selectiva de machos. La cuerna, aunque dependiente en gran medida de la alimentación, tiene un componente heredable que afecta a ciertas características de su forma. La caza selectiva sobre los machos mejora la media de trofeos en la población presente y, de modo más lento, puede tener efecto de selección genética apreciable en generaciones futuras.
La eliminación de machos mediante caza selectiva puede combinarse con capturas en vivo bien para venta, o como parte de la práctica de renuevo de los reproductores.
La selección debe entenderse como el modo de contrarrestar la aparición de ejemplares con morfologías indeseables y desarrollos por debajo de lo exigible, pero no como el modo de producir progresivamente un cambio genético en la población.
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• Descaste de ciervas. Mantener una densidad moderada de ciervas es del todo necesario por motivos tanto de productividad de las explotaciones cinegéticas como de conservación, de la propia población y de la vegetación. Cuando las condiciones de alta densidad así lo recomienden, debe autorizarse y exigirse la eliminación de los cupos de hembras necesarios para moderar la densidad.
La información técnica, por tanto, no desaconseja que en determinadas circunstancias pueda ser interesante el uso de los descases de hembras como parte de la oferta cinegética de un terreno.
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- Gestión de los efectos genéticos.
Uno de los principales problemas de conservación que afectan a las poblaciones de caza mayor es la entrada de material genético foráneo. La mezcla genética de una población existente debe considerarse incluso más grave que la introducción de una especie nueva, ya que, en general, no es posible recomponer el daño causado. El problema potencial más grave afecta a la introducción de ejemplares de ciervo procedentes de áreas alejadas a la Sierra de San Pedro.
El aislamiento de la población en subpoblaciones pequeñas favorece la deriva genética y el aumento en consanguinidad. El manejo puede favorecer el aumento en consanguinidad al menos debido a lo siguiente:
- • Las limitaciones en el movimiento. Esto puede estar causado por mallas cinegéticas, sean de la propia finca o de fincas vecinas, así como por estructuras lineales humanas (carreteras, vías de ferrocarril) y áreas humanizadas (cultivos, núcleos urbanos).
- • La desproporción entre sexos. Si el número de machos es mucho menor al de hembras se favorece que sean pocos individuos los padres de la siguiente generación.
- • El suministro de comida espacialmente concentrada durante la berrea. Al aumentar la agregación de grupos de hembras aumenta el tamaño de los harenes y de nuevo se favorece que pocos machos sean los padres de la siguiente generación.
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- Cercados cinegéticos.
Los cercados cinegéticos, salvo cuando su función principal sea la del aislamiento de las reses frente a las carreteras, plantaciones realizadas o recursos pastables de explotaciones ganaderas, no son un elemento deseable dentro de la ZIR Sierra de San Pedro. Desde la Administración se deben incentivar aquellas iniciativas tendentes a propiciar el establecimiento de grandes unidades de gestión que reúnan conjuntos de propiedades vecinas, conducentes al establecimiento de comarcas cinegéticas gestionadas bajo un mismo criterio y sin cerramientos cinegéticos intermedios. Idealmente, la gestión bajo unos criterios uniformes debiera imperar en toda el área ocupada por la ZIR.
6.5. RECUPERACIÓN DEL PATRIMONIO HISTÓRICO Y CULTURAL.
Se hace necesario diferenciar aquí, entre aquellas actuaciones que se dirigen hacia la protección, conservación y restauración del patrimonio arquitectónico, y las que vayan dirigidas a la permanencia de los valores culturales, así como de su estudio y potenciación.
- Patrimonio Arquitectónico.
En primer lugar, se procederá al análisis del estado general de las construcciones arquitectónicas tanto de gran relevancia como de arquitecturas populares y casas de campo. La determinación de este estado llevará a una catalogación por necesidades de restauración del patrimonio, así como por su valor arquitectónico.
La realización de esta clasificación dará lugar a posteriores actuaciones que irán encaminadas en primer lugar a la conservación de todas las obras en general, que se encuentren en un estado aceptable, haciéndose revisiones sobre ellas con la periodicidad que los expertos en la materia determinen suficiente para asegurar su buen estado de conservación.
En segundo lugar, aquellas construcciones y edificaciones que se encuentren en inminente estado de deterioro, serán restauradas con las prioridades que su entidad, belleza y representatividad determinen.
Para estas labores de restauración, podrán llevarse a cabo talleres juveniles, campos de trabajo, etc., que se dediquen a la reforma y conservación de estas construcciones. Asimismo, se brindará la posibilidad de que las edificaciones menores que se encuentren abandonadas, sean susceptibles de ser convertidas en casas rurales o centros de interpretación de los valores patrimoniales de la zona.
Tanto las edificaciones de representatividad que en la actualidad se encuentran en un aceptable estado de conservación, como aquellas otras sobre las cuales se vayan realizando las labores de restauración, serán debidamente identificadas documental y cartográficamente, así como señalizadas dentro de la zona de protección.
Se potenciarán las actuaciones tendentes a la restauración y conservación de aquellas instalaciones de corte tradicional como molinos, chozos, etc., y sobre todo en los cortijos.
Se fomentará el aprovechamiento de las edificaciones abandonadas, promoviendo la rehabilitación para su utilización como albergues o casas rurales, para desarrollar a su vez un tipo de turismo compatible con los valores naturales del espacio protegido y que a la vez contribuya a la diversificación de la base económica de la población.
- Sobre la recuperación y potenciación del patrimonio cultural.
Se procederá a la realización de estudios tendentes a cuantificar las actividades tradicionales de la zona, así como al estudio de sus orígenes e historia. Estos estudios llevarán el objetivo fundamental de intentar recuperar en todo lo posible, aquellas tradiciones culturales más singulares de la zona lo que ayudará sin duda a apreciar y conservar en mayor medida, las tradiciones culturales.
Se fomentará la creación de Casas o Aulas de Cultura en los municipios que integran la ZIR, donde se realicen actividades de formación en los valores culturales e históricos del espacio protegido.
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HERRAMIENTAS FINANCIERAS DEL PLAN RECTOR DE USO Y GESTIÓN
La financiación del Plan Rector de Uso y Gestión de la ZIR de Sierra de San Pedro debe realizarse por la entidad responsable de su gestión, es decir la Consejería de Industria, Energía y Medio Ambiente, a través de su Dirección General del Medio Natural, organismo al que se han de asignar las partidas correspondientes para atender las necesidades de éste.
Con periodicidad anual y dentro del primer trimestre del año, la Dirección General del Medio Natural presentará a la Junta Rectora de la ZIR el Plan de Inversiones de ese año. En este Plan, en el que se incluirá una pequeña memoria con las previsiones de inversión, realizada por la dirección de la ZIR, se detallarán los conceptos presupuestarios y las partidas a las que se adscriben.
La dificultad de realizar previsiones a medio plazo de la distribución presupuestaria, motivada tanto por numerosos factores externos (disposiciones presupuestarias, introducción de programas europeos, urgencias anuales, etc.), como por la imposibilidad de calcular a priori los importes necesarios, aconseja no incluir en este Plan dichas previsiones.
En cumplimiento de lo establecido en el artículo 43 de la Ley 8/1998, de 26 de junio, de Conservación de la Naturaleza y de Espacios Naturales de Extremadura, se mantendrán y fomentarán las líneas de trabajo tendentes a la mejora de la calidad de vida de la población local y el desarrollo socioeconómico de las poblaciones incluidas en la ZIR y en su entorno, según lo establecido en las directrices para su gestión.
En todo caso, se realizarán cuantos esfuerzos sean precisos para la obtención de ayudas financieras (Unión Europea, Administración central, regional o local), así como para su distribución a los afectados, si procediera.
7.1. EVALUACIÓN Y DURACIÓN DEL PLAN RECTOR DE USO Y GESTIÓN.
La vigencia inicial del presente Plan se fija en un periodo de ocho (8) años. Antes de que finalice este periodo o cuando se dé alguna circunstancia que aconseje su revisión, la Dirección General del Medio Natural iniciará el procedimiento de elaboración de un nuevo Plan Rector, conforme a lo establecido en la Ley 8/1998, de 26 de junio, de Conservación de la Naturaleza y Espacios Naturales de Extremadura.
A la finalización del periodo de vigencia del Plan se procederá en Pleno de la Junta Rectora a la evaluación de sus resultados. En esta evaluación deberán contemplarse los siguientes puntos:
- - Estado actual del medio natural de la ZIR.
- - Análisis de las actividades humanas en la ZIR.
- - Inversiones realizadas en el periodo de actuación del Plan y su efecto sobre el medio natural y humano.
- - Desarrollo de los programas contenidos en el Plan.
Basándose en esta evaluación y teniendo en cuenta los nuevos condicionantes que pudieran existir se procederá a la revisión y elaboración de un nuevo Plan.
Se podrán realizar revisiones puntuales del Plan o podrá iniciarse la elaboración y tramitación de un nuevo Plan, por las siguientes causas:
- - Por cambios en la situación legal o administrativa que así lo exijan.
- - Por voluntad de la Consejería de Industria, Energía y Medio Ambiente, siempre que se justifiquen debidamente los motivos.
- - Por propuesta concreta del Pleno de la Junta Rectora aprobada por mayoría absoluta de sus miembros y siempre que en este caso la Dirección General del Medio Natural emita un informe favorable al respecto.
- - En el supuesto caso de una modificación puntual o total del plan antes de expirar su período de vigencia, la tramitación administrativa se realizará de igual forma a la llevada a cabo para la primera aprobación.
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RÉGIMEN DE PROTECCIÓN LEGAL
El marco legal que afecta a la Zona de Interés Regional Sierra de San Pedro es el siguiente:
ESTATUS LEGAL DE LA ZIR:
- - Declaración en 1991 de la Sierra de San Pedro como Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) (DOCE n.º I 103 de 25/4/79, DOCE n.º I 115 de 8/5/91), conforme a la normativa europea, Directiva 79/409/CEE (Directiva Aves).
- - Inclusión de la ZEPA de Sierra de San Pedro en las Zonas Especiales de Conservación (ZIR) según la disposición adicional quinta de la Ley 8/1998, de 26 de junio, de Conservación de la Naturaleza y de Espacios Naturales de Extremadura.
CONSERVACIÓN Y PROTECCIÓN DE LA NATURALEZA:
- - Convenio relativo a la conservación de la vida silvestre y del medio natural en Europa, hecho en Berna el 19 de septiembre de 1970.
- - Directiva 79/409/CEE del Consejo, de 2 de abril de 1979, relativa a la conservación de las aves silvestres.
- - Directiva 92/43/CEE del Consejo, de 21 de mayo de 1992, relativa a la conservación de los hábitats naturales y de la fauna y flora silvestres.
- - Directiva de la Comisión 97/49/CE, de 29 de julio, por la que se modifica la Directiva 79/409/CEE, del Consejo, relativa a la conservación de las aves silvestres.
- - Directiva 97/62/CE, de 27 de octubre, por la que se adapta al progreso científico y técnico la Directiva 92/43/CEE, relativa a la conservación de los hábitats naturales y de la fauna y flora silvestres.
- - Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad.
- - Ley 10/2006, de 28 de abril, por la que se modifica la Ley 43/2003, de 21 de noviembre, de Montes (BOE de 29 de abril de 2006).
- - Decreto 485/1962, de 22 de febrero, por el que se aprueba el Reglamento de Montes.
- - Ley 2/1988, de 31 de mayo, de Conservación de suelo y Protección de cubiertas vegetales.
- - Real Decreto 1997/1995, de 7 de diciembre, por el que se establecen medidas para contribuir a garantizar la biodiversidad mediante la conservación de los hábitats naturales y de la flora y fauna silvestres.
- - Ley 1/1986, de 2 de mayo, sobre la Dehesa en Extremadura.
- - Ley 8/1998, de 26 de junio, de Conservación de la Naturaleza y de Espacios Naturales de Extremadura.
- - Ley 9/2006, de 23 de diciembre, por la que se modifica la Ley 8/1998, de 26 de junio, de Conservación de la Naturaleza y de Espacios Naturales de Extremadura.
- - Decreto 232/2000, de 21 de noviembre, por el que se clasifican zonas de protección especial para las aves en la Comunidad Autónoma de Extremadura.
- - Ley 12/2001, de 15 de noviembre, de caminos públicos de Extremadura.
- - Decreto 192/2005, de 30 de agosto, por el que se regula el procedimiento para la autorización de las instalaciones de producción de energía eléctrica a partir de la energía eólica, a través de parques eólicos, en el ámbito de la Comunidad Autónoma de Extremadura.
- - Orden de 6 de junio de 2005 por la que se aprueba el Plan de Recuperación del Águila imperial ibérica en Extremadura.
- - Orden de 6 de junio de 2005 por la que se aprueba el Plan de Conservación del Águila perdicera en Extremadura.
- - Orden de 6 de junio de 2005 por la que se aprueba el Plan de Conservación del Buitre negro en Extremadura.
- - Orden de 27 de mayo de 2004 por la que se aprueba el Plan de Recuperación del lince en Extremadura.
AGUAS:
- - Real Decreto Legislativo 1/2001, de 20 de julio, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de Aguas.
- - Real Decreto 849/1986, de 11 de abril, por el que se aprueba el Reglamento de Dominio Público Hidráulico, modificado por Real Decreto 9/2008, de 11 de enero.
CAZA Y PESCA:
- - Real Decreto 1095/1989, de 8 de septiembre, por el que se declaran las especies objeto de caza y pesca y se establecen normas para su protección.
- - Real Decreto 1118/1989, de 15 de septiembre, por el que se determinan las especies comercializables de caza y pesca y se dictan normas al respecto.
- - Ley 19/2001, de 14 de diciembre, de modificación de la Ley 8/1990, de 21 de diciembre, de Caza de Extremadura.
- - Ley 8/1990, de 21 de diciembre, de Caza de Extremadura.
- - Ley 8/1995, de 27 de abril, de Pesca de Extremadura.
- - Decreto 90/1991, de 30 de julio, sobre señalización de terrenos sometidos a régimen cinegético especial.
- - Orden de 4 de marzo de 2009 por la que se establecen los tramos sometidos a régimen especial y otras reglamentaciones para la conservación y fomento de la riqueza piscícola de la Comunidad Autónoma de Extremadura.
- - Decreto 130/2000, de 30 de mayo. Reglamentación general de los terrenos sometidos a régimen cinegético especial gestionados directamente por la Junta de Extremadura.
- - Decreto 131/2000, de 30 de mayo, por el que se regula el plazo de presentación de solicitudes de cotos de caza y terrenos cercados, las normas para la determinación de aprovechamientos cinegéticos, los permisos de caza y la gestión del impuesto sobre aprovechamientos cinegéticos.
- - Orden de 11 de diciembre de 2000 por la que se dictan normas para la aplicación de los aprovechamientos secundarios de caza mayor establecidos en el Decreto 131/2000, de 30 de mayo.
REGULACIÓN Y CATALOGACIÓN DE ESPECIES:
- - Real Decreto 439/1990, de 30 de marzo, por el que se regula el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas.
- - Decreto 4/1999, de 12 de enero, para la declaración de árboles singulares en la Comunidad Autónoma de Extremadura.
- - Decreto 36/2001, de 6 de marzo, por el que se declaran Árboles singulares de Extremadura.
- - Decreto 37/2001, de 6 de marzo, por el que se regula el Catálogo Regional de Especies Amenazadas de Extremadura.
INCENDIOS:
- - Decreto 39/2004, de 5 de abril, por el que se establecen medidas de prevención de incendios forestales en los entornos urbanos así como en urbanizaciones e instalaciones aisladas.
- - Ley 5/2004 de prevención y lucha contra incendios forestales en Extremadura.
- - Decreto 123/2005, de 10 de enero, por el que se aprueba el Plan de Lucha contra los incendios forestales de la CAE (Plan INFOEX).
- - Decreto 86/2006, de 2 de mayo, por el que se aprueba el Plan de prevención de incendios forestales de la Comunidad Autónoma de Extremadura (Plan PREIFEX).
- - Resolución de 10 de agosto de 2005, del Consejero de Desarrollo Rural, por la que se hacen públicas las zonas de alto riesgo de incendios forestales en la CAE.
VÍAS PECUARIAS:
- - Ley 3/1995, de 23 de marzo, de Vías Pecuarias.
- - Decreto 49/2000, de 8 de marzo, por el que se establece el Reglamento de Vías Pecuarias de la Comunidad Autónoma de Extremadura.
- - Orden de 19 de junio de 2000 por la que se regulan las ocupaciones y autorizaciones de usos temporales en las vías pecuarias.
- - Ley 12/2001, de caminos públicos de Extremadura. TURISMO:
- - Ley 2/1997, de 20 de marzo, de Turismo en Extremadura.
EVALUACIÓN DE IMPACTO AMBIENTAL:
- - Directiva 97/11/CE, de 3 de marzo, por la que se modifica la Directiva 85/337/CEE, relativa a la evaluación de las repercusiones de determinados proyectos públicos y privados sobre el medio ambiente.
- - Directiva 2001/42/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 27 de junio de 2001, relativa a la evaluación de los efectos de determinados planes y programas en el medio ambiente.
- - Real Decreto Legislativo 1/2008, de 11 de enero, por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley de Evaluación Ambiental de Proyectos.
- - Decreto 45/1991, de 16 de abril, de medidas de protección del ecosistema.
- - Decreto 91/1997, de 1 de julio, por el que se establece la regulación de establecimientos y servicios plaguicidas de la Comunidad Autónoma de Extremadura.
- - Decreto 18/2009, de 6 de febrero, por el que se simplifica la tramitación administrativa de las actividades clasificadas de pequeño impacto en el medio ambiente.
- - Decreto 178/1995, de 31 de octubre, de la comisión de Actividades Clasificadas de Extremadura.
- - Ley 7/1995, de 27 de abril, de Carreteras de Extremadura.
PRODUCCIÓN AGRARIA Y PROTECCIÓN DE LA NATURALEZA:
- - Real Decreto 3349/1983, de 30 de noviembre, por el que se aprueba la Reglamentación técnico-sanitaria para la fabricación, comercialización y utilización de plaguicidas.
- - Real Decreto 1852/1993, de 22 de octubre, sobre producción agrícola ecológica y su indicación en los productos agrarios y alimenticios.
- - Decreto 56/1996, de 23 de abril, por el que se establece en la Comunidad Autónoma de Extremadura un régimen de ayudas al programa de medidas horizontales para fomentar el empleo de métodos de producción agraria compatibles con las exigencias de la protección del medio ambiente y la conservación del espacio natural.
- - Decreto 3/2006, de 10 de enero, por el que se establecen las bases reguladoras de la concesión de ayudas para el desarrollo sostenible en espacios naturales protegidos y hábitats de especies protegidas.
- - Decreto 104/2008, de 23 de mayo, por el que se establecen las bases reguladoras de las subvenciones en el área de influencia socioeconómica del Parque Nacional de Monfragüe y se efectúa la convocatoria para el año 2008.
- - Orden de 6 de mayo de 2008 por la que se convocan, para el ejercicio 2008, las ayudas para el desarrollo sostenible en espacios naturales protegidos y en hábitat de especies protegidas al amparo del Decreto 3/2006, de 10 de enero.
- - Orden de 24 de noviembre de 1998 de publicación del Código de Buenas Prácticas Agrarias.
PATRIMONIO HISTÓRICO:
- - Ley 2/1999, de 29 de marzo, del Patrimonio Histórico y Cultural de Extremadura.
URBANISMO Y ORDENACIÓN DEL TERRITORIO:
- - Ley 15/2001, del Suelo y Ordenación Territorial de Extremadura.
SECCIÓN II
NORMATIVA GENERAL DE USO
1
NORMATIVA GENERAL DE USO
La declaración de la ZIR de Sierra de San Pedro implica la aplicación de un régimen de protección que evite la degradación de los recursos naturales y culturales en todo su ámbito. El cumplimiento de este imperativo se establece en la Ley 8/1998, de 26 de junio, de Conservación de la Naturaleza y de Espacios Naturales de Extremadura, la Ley 9/2006, de 23 de diciembre, por la que se modifica la Ley 8/1998, de 26 de junio, de Conservación de la Naturaleza y de Espacios Naturales de Extremadura, y otras normas de aplicación.
La presente normativa es elaborada por la Junta de Extremadura, a través de la Consejería de Industria, Energía y Medio Ambiente. A propuesta de la Dirección General del Medio Natural, la citada Consejería ha nombrado un Director Técnico que representa el órgano unipersonal de gestión ambiental de la ZIR, conforme a lo establecido en la Ley 8/1998, de 26 de junio, de Conservación de la Naturaleza y de Espacios Naturales de Extremadura. También, conforme a lo establecido en dicha norma, se ha creado una Junta Rectora de la ZIR, órgano colegiado consultivo y de asesoramiento que asegura la participación social en la gestión del espacio protegido. El Director y la Junta Rectora de la ZIR, así como el resto de Administraciones Públicas en general, velarán por su cumplimiento.
1.1. USOS Y ACTIVIDADES GENERALES.
Los usos y actividades en la ZIR Sierra de San Pedro pueden ser permitidos, autorizables o incompatibles.
Permitidos: Aquellos usos o actividades que no requieren ninguna autorización del órgano ambiental.
Autorizables: Aquellos usos o actividades que requieran alguna autorización del órgano ambiental.
Incompatibles: Aquellos usos o actividades que no podrán llevarse a cabo dentro de la ZIR de Sierra de San Pedro.
La clasificación expuesta no incluye las posibles autorizaciones que pudieran ser necesarias para el cumplimiento de la correspondiente normativa sectorial aplicable a cada caso.
La valoración de compatibilidad de los usos y actividades que puedan producir un impacto ambiental en la ZIR de Sierra de San Pedro será efectuada por la Dirección General del Medio Natural. El régimen de usos y actividades se concreta a través de este instrumento de planificación conforme a la zonificación establecida.
En aquellos casos en que se vengan realizando actividades económicas que a partir de la entrada en vigor del Plan Rector de Uso y Gestión pudieran adquirir la condición de incompatibles, se atendrá a la vigencia de la autorización administrativa en vigor y de los derechos adquiridos existentes, debiéndose en todo caso establecer medidas compensatorias suficientes para los casos en que la administración pretendiera el cese de la actividad con autorización administrativa en vigor.
1.1.1. Usos permitidos.
Con carácter general, se consideran permitidos los aprovechamientos agrícolas, ganaderos, forestales, cinegéticos, etc., que se hayan venido desarrollando hasta ahora en el territorio de la ZIR y no hayan producido un impacto ambiental negativo, todo ello de acuerdo con la Normativa General de Usos del presente Plan. La explotación económica y en especial la gestión de los recursos anteriormente citados corresponde a los propietarios y titulares de derechos de los predios afectados.
1.1.2. Usos autorizables.
Se consideran usos autorizables aquellos que, por la necesidad de preservar la integridad de alguno de los recursos naturales de la ZIR, requieren la autorización del Órgano Ambiental, todo ello de acuerdo con la Normativa General de Usos del presente Plan.
1.1.3. Usos incompatibles.
De acuerdo con el art. 46 de la Ley 8/1998, de Conservación de la Naturaleza y de Espacios Naturales de Extremadura, y la Ley 9/2006, de 23 de diciembre, por la que se modifica la Ley 8/1998, de 26 de junio, de Conservación de la Naturaleza y de Espacios Naturales de Extremadura, se consideran como tales:
«Los usos y actividades no acordes con las finalidades de protección de este espacio natural. Sin perjuicio de los usos incompatibles, si los hubiera, y que puedan establecerse en dicho planeamiento, se consideran como tales, en particular, los siguientes:
- a. Hacer fuego fuera de la época y lugar autorizados.
- b. Vertido o abandono de objetos o residuos fuera de los lugares autorizados, así como su quema no autorizada.
- c. Vertidos líquidos o sólidos que puedan degradar o contaminar el dominio público hidráulico.
- d. Persecución, caza y captura de animales de especies no incluidas en la relación de las que pueden ser objeto de caza y pesca, excepto para estudios científicos debidamente autorizados, así como la comercialización de ejemplares vivos o muertos, de sus despojos y fragmentos, de aquellas especies no incluidas en la relación de animales cinegéticos y piscícolas comercializables.
- e. La emisión de ruidos, destellos luminosos u otras formas de energía que perturben la tranquilidad de las especies.
- f. La alteración de las condiciones naturales del espacio protegido y de los recursos que determinaron su declaración como tal.
- g. La colocación de carteles, placas y cualquier otra clase de publicidad comercial dentro del ámbito de protección.
- h. La alteración o destrucción de las señales del espacio natural protegido.
- i. La acampada o pernocta fuera de los lugares señalados al efecto.
- j. La destrucción, mutilación, corte, arranque así como la recolección de material biológico perteneciente a alguna de las especies vegetales incluidas en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas, salvo que así lo exija la protección del propio espacio o de las especies amenazadas, contando siempre con las autorizaciones competentes.
- k. La extracción de áridos e instalación de canteras.
- l. La rectificación de cauces.
- m. Las actividades constructoras con excepción de las instalaciones e infraestructuras vinculadas a la investigación y educación ambiental y las vinculadas a los aprovechamientos agrarios que puedan desarrollarlo en suelo no urbanizable, que deberán contar con las autorizaciones sectoriales pertinentes.
- n. La utilización de vehículos todoterreno, así como de otros a motor que puedan dañar la integridad del espacio natural, fuera de los lugares autorizados.
- ñ. La introducción en el medio natural de especies no autóctonas de la flora y la fauna silvestres».
No obstante lo anterior, y teniendo en cuenta la modificación de la Ley 9/2006, de 23 de diciembre, por la que se modifica la Ley 8/1998, de 26 de junio, de Conservación de la Naturaleza y Espacios Naturales de Extremadura, en su apartado 2 del artículo 46, con independencia de lo estipulado en los puntos anteriores, el órgano competente en materia medioambiental podrá autorizar, motivada-mente, actividades o usos concretos que, aún estando comprendidos en los puntos antes citados, no alteren sustancialmente las características generales y los valores de los recursos naturales de la ZIR de Sierra de San Pedro.
1.2. USOS DEL SUELO Y REGULACIÓN URBANÍSTICA.
El presente Plan no constituye un instrumento completo de planificación urbanística para los municipios afectados por la ZIR, que deberán regirse por su propia norma o por aquellas vigentes de carácter comarcal o supramunicipal. Sin embargo, con objeto de garantizar el cumplimiento de los objetivos y directrices de conservación de la ZIR, los contenidos del presente PRUG prevalecen sobre el planeamiento urbanístico de los municipios afectados por la ZIR, tal y como establece el artículo 52 de la Ley 8/1998, de 26 de junio, de Conservación de la Naturaleza y de Espacios Naturales de Extremadura.
Si las determinaciones del PRUG, en su ámbito territorial de aplicación, fueran incompatibles con la normativa urbanística en vigor, ésta se revisará de oficio por los órganos competentes, ajustándola a los contenidos del PRUG y los objetivos y directrices de gestión y conservación de la ZIR, tal y como establece el artículo 52 de la citada Ley. Esta revisión y las oportunas modificaciones se realizarán en el plazo de dos (2) años contados desde la entrada en aplicación del presente PRUG.
Las normas de planeamiento urbanístico o territorial que se aprueben con posterioridad a la entrada en vigor del presente PRUG deberán ajustarse a los objetivos y directrices de conservación de la ZIR recogidos en él. En las referidas normas de planeamiento las asignaciones de calificación del suelo dentro de la ZIR se realizarán conforme a los objetivos y criterios aquí establecidos, respetándose las limitaciones de uso impuestas en el PRUG.
1.2.1. Actuaciones Urbanísticas Permitidas.
1.2.1.1. En las Zonas de Uso Restringido de la ZIR se considera:
- - Uso Permitido, las reparaciones de las edificaciones existentes.
- - Uso Autorizable, las rehabilitaciones de las edificaciones existentes.
- - Uso Autorizable, las nuevas construcciones en fincas que posean al menos 100 has.
1.2.1.2. En las Zonas de Uso Limitado de la ZIR se considera:
- - Uso Permitido, las reparaciones de las edificaciones existentes.
- - Uso Autorizable, las rehabilitaciones de las edificaciones existentes.
- - Uso Autorizable, las nuevas construcciones en fincas que posean al menos 50 has.
1.2.1.3. En las Zonas de Uso Compatible y Zonas de Uso General de la ZIR se consideran:
- - Uso Permitido, las reparaciones de las edificaciones existentes.
- - Uso Autorizable, las rehabilitaciones de las edificaciones existentes.
- - Uso Autorizable, las nuevas construcciones.
Serán consideradas reparaciones aquellas obras que impliquen el arreglo de alguna estructura deteriorada, caída o defectuosa, y que no implique la modificación del volumen o superficie de la edificación.
Se entenderá como rehabilitación cuando reúnan al menos una de las siguientes condiciones:
- 1. Que exista constancia documental de la edificación que se pretende construir mediante escritura pública.
- 2. Que existan elementos estructurales suficientes para acreditar la existencia y el carácter de la edificación.
La rehabilitación en ningún caso podrá suponer una modificación de la ubicación, la ampliación en más de un 25 por ciento de su tamaño original sobre planta o altura y el carácter de la edificación o la tipología edificatoria.
En todo caso, las actividades de reparaciones, rehabilitaciones o nuevas construcciones garantizarán que se eviten molestias a las especies protegidas, debiéndose tener en cuenta las distancias a los lugares de cría y las fechas en que se pretenda acometer la actividad. En el supuesto caso de que la propiedad o promotor de la actividad constructora careciese de la información necesaria sobre la existencia de estas especies, deberá consultar a la Dirección Técnica de la ZIR.
En los casos en que la realización de reformas o nuevas construcciones se realicen por imposiciones debidas a cambios en la normativa que afecten al mantenimiento de las actividades económicas que se vengan realizando en los predios, no operarán otras limitaciones que las impuestas por las medidas que se establezcan para limitar su posible impacto ambiental o condicionar su estética conforme a lo antes expuesto.
1.2.2. Cambios de Usos del Suelo.
En general, los cambios de uso del suelo son una actividad autorizable en la ZIR Sierra de San Pedro.
El cambio de uso agrícola a forestal es autorizable en todo el ámbito de la ZIR Sierra de San Pedro. El cambio de uso de suelo de secano a regadío se considera incompatible en las zonas de uso restringido y limitado, y autorizable en las zonas de uso compatible y general.
No se considerarán cambios de uso del suelo la ocupación de ganado en las reforestaciones que, por su desarrollo, permitan la ocupación de la misma sin que se afecte negativamente a la misma, ni la vuelta al mismo régimen de explotación que tuviera un terreno antes de la reforestación, si ésta hubiese fracasado.
1.2.3. Movimiento de Tierras.
Salvo en las zonas de uso general, se considera incompatible la nueva construcción de terrazas y bancales.
Se consideran autorizables las explanaciones en las zonas de uso limitado, compatible y general pero no en las zonas de uso restringido, salvo las que sean resultado de sustituir plantaciones de eucaliptos por especies forestales autóctonas, en cuyo caso se seguirán las directrices que se desarrollan en el apartado 5.2 del presente PRUG, aunque requerirán la correspondiente autorización del órgano ambiental.
A excepción de las destinadas al abastecimiento de agua a poblaciones, y siempre que no existan otras alternativas, se considera incompatible la construcción de presas en las zonas de uso restringido.
1.2.4. Apertura de caminos y mejora de los mismos.
La apertura de nuevos caminos o nuevas vías de acceso para vehículos requerirá la autorización de la Dirección General del Medio Natural. El arreglo o reparación de los caminos existentes se considera una actividad permitida dentro de la ZIR, siempre y cuando no se modifique su trazado y anchura y no se produzcan molestias a las especies protegidas durante su periodo reproductor. En el caso de que se modifique el trazado o anchura, requerirá la autorización de la Dirección General del Medio Natural.
Se considera incompatible la construcción de nuevas carreteras, autovías y vías férreas en las zonas de uso restringido de la ZIR, salvo cuando no existan alternativas técnica y ambientalmente viables en el resto de las Zonas.
1.2.5. Vías Pecuarias.
Las vías pecuarias se mantendrán en perfecto estado de conservación y/o funcionalidad.
Se considera incompatible la modificación del uso y/o trazado de las vías pecuarias situadas en la Zona de Uso Restringido. En el resto de las zonas estas modificaciones requerirán la autorización de la Dirección General del Medio Natural.
1.2.6. Vallados.
La instalación de nuevos vallados (agrícolas, ganaderos, forestales, cinegéticos, etc.), requerirá la correspondiente autorización administrativa.
La reparación de vallados existentes se considera una actividad permitida, siempre y cuando la reparación se realice de modo que se reproduzcan las características iniciales que poseía el vallado (materiales, cuadrícula, altura, etc.) y se eviten molestias a las especies protegidas, debiéndose tener en cuenta las distancias a los lugares de cría y las fechas en que se pretendan acometer la actividad. En el supuesto caso de que la propiedad o promotor de la actividad careciese de la información necesaria sobre la existencia de estas especies, deberá consultar a la Dirección Técnica de la ZIR. Si el vallado objeto de reparación estuviese constituido por uno a varios alambres de espino, la reparación que se efectúe se hará de tal forma que los alambres de espino sean sustituidos por alambres lisos o malla.
Se consideran incompatibles las mallas que impidan el libre tránsito de la fauna salvaje no cinegética y los alambres de espinos.
Los vallados cinegéticos deberán permitir el paso de la fauna no cinegética y se realizarán con una luz de malla de dimensiones superiores a 15 x 30 cm (al menos en las tres filas inferiores) y una altura total máxima de 2 metros. En las zonas de uso general y zonas de uso compatible la luz de malla podrá ser de dimensiones iguales o superiores a 15 x 15 cm y una altura total de 2 metros. Excepcionalmente, y en aquellos tramos puntuales en que sea patente la necesidad de reforzar la malla para evitar el paso de animales (jabalí, cerdo ibérico, etc), se podrán instalar los refuerzos necesarios que impidan el paso de estos animales.
Las paredes de piedra son una actividad permitida en la totalidad de la ZIR, siempre y cuando se eviten molestias a las especies protegidas, debiéndose tener en cuenta a este efecto las distancias a los lugares de cría y las fechas en que se pretenda acometer la actividad. Las paredes de piedra se construirán de tal manera que existan pasos para el paso de la fauna.
1.2.7. Antenas y Líneas Eléctricas.
La instalación de líneas eléctricas enterradas se considera una actividad autorizable en todo el ámbito de la ZIR.
La instalación de antenas y líneas eléctricas aéreas se considera una actividad incompatible en las zonas de uso restringido, y requerirá autorización de la Dirección General del Medio Natural en el resto de la ZIR. No se tendrán en cuenta a estos efectos las antenas para radiofonía o televisión que se instalan en las viviendas para uso particular.
La instalación de subestaciones, líneas telefónicas aéreas o repetidores para la gestión de las fincas o los servicios de extinción de incendios, se considera autorizable en todo el ámbito de la ZIR.
Con el fin de evitar los riesgos de posibles incendios forestales, se procederá de forma periódica a la eliminación de los elementos forestales susceptibles de poder incendiarse existentes a lo largo de la franja de terreno afectada por el tendido eléctrico, de forma que se cumplan las prescripciones de los instrumentos de planificación para la lucha contra incendios forestales.
1.2.8. Parques eólicos, solares y minicentrales eléctricas.
La instalación de parques eólicos se considera un uso incompatible en toda la superficie de la ZIR. Las plantas de energía solar (fotovoltaica o termosolar) y las minicentrales hidroeléctricas se consideran autorizables en las zonas de uso compatible y general, e incompatibles en las zonas de uso restringido. En las zonas de uso limitado, las plantas de energía solar (fotovoltaica o termosolar) se consideran autorizables, siempre que no superen extensiones superiores a 5 ha. A estos efectos, no se considerarán plantas solares o parques eólicos las instalaciones de energía cuyo único destino sea el de generar electricidad a las viviendas o instalaciones de la propia finca.
1.2.9. Residuos.
El vertido de residuos (sólidos, líquidos o gaseosos) se realizará en lugares de la ZIR habilitados y autorizados oficialmente para ello de las zonas de uso compatible y general. En el caso de los vertidos ganaderos, se autorizarán en todo el ámbito de la ZIR, siempre que se viertan con objeto de fertilizar las tierras, hallan sufrido un proceso de maduración suficiente y se administren a las dosis adecuadas sobre cada unidad de terreno.
Los estiércoles ganaderos, cuando se utilizan en el marco de las explotaciones agrícolas, no serán considerados como residuos y su regulación se efectuará mediante la aplicación del Real Decreto 261/1996, de 16 de febrero, sobre protección de la aguas contra la contaminación de nitratos de fuentes agrarias.
Asimismo, de acuerdo con la disposición adicional quinta de la Ley 10/1998, de 21 de abril, de Residuos, cuando los estiércoles se usen en agricultura como abono, no se considerará que se está efectuando una operación de vertido de acuerdo a lo establecido en el Real Decreto legislativo 1/2001, de 20 de julio, por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley de Aguas.
No se permitirá la incineración de residuos ni las actuaciones encaminadas al enterramiento de basuras o escombros en la ZIR de Sierra de San Pedro, como actuaciones que atentan al sistema edáfico en su estructura y deterioran la capa fértil del suelo.
La Dirección de la ZIR deberá ser informada de la producción, gestión, transporte y almacenaje de sustancias tóxicas y peligrosas en la ZIR, pudiendo establecer para el cumplimiento correcto de los objetivos de conservación del espacio protegido y las directrices del presente PRUG las limitaciones que considere necesarias.
Sin perjuicio de la normativa sectorial aplicable, los residuos orgánicos que pudiera generarse en las viviendas rurales como consecuencia de la actividad doméstica diaria de propietarios, arrendatarios, trabajadores, etc., podrán acumularse en estercoleros u otras estructuras similares de la finca, al objeto de que tales residuos sean transformados finalmente en compost. Los residuos no biodegradables y/o contaminantes deberán atenerse a la normativa sectorial aplicable.
1.3. APROVECHAMIENTOS AGRÍCOLAS, GANADEROS Y FORESTALES.
1.3.1. Aprovechamientos agrícolas.
En general, se consideran beneficiosos para la conservación del espacio protegido los aprovechamientos agrícolas que tradicionalmente se vienen realizando en la superficie de la ZIR Sierra de San Pedro. Siempre que se pretendan realizar nuevos aprovechamientos, será necesario que las especies cultivadas y el tratamiento del suelo no conlleven una degradación de la cubierta fértil y que el recurso edáfico permanezca en condiciones de ser utilizado de manera sostenida. Este aprovechamiento evitará el deterioro de las especies vegetales, la falta de recursos tróficos para los animales silvestres y la propagación de plagas o enfermedades.
Se limitarán todas aquellas prácticas agrícolas que utilicen el fuego como herramienta, en particular la quema de rastrojos en fincas agrícolas, siendo ésta una práctica incompatible en todo el ámbito de la ZIR.
El uso de abonos, entendiéndose como tal, cualquier producto orgánico o inorgánico natural o sintético que aporte a las plantas uno o varios elementos principales, secundarios u oligoelementos se atendrá, en general, a lo establecido en la legislación estatal vigente ( Real Decreto 824/2005, de 8 de julio, sobre productos fertilizantes, modificado por el Real Decreto 1769/2007, de 28 de diciembre). El uso en agricultura de abonos de origen orgánico se considera un uso permitido en todo el ámbito de la ZIR.
1.3.1.1. Tratamientos Fitosanitarios y de Plagas.
El uso de fitosanitarios para la agricultura se considera una actividad ligada a la rentabilidad de las explotaciones. Las autorizaciones administrativas necesarias se coordinarán entre el departamento de la Junta de Extremadura responsable de las mismas y la Dirección General del Medio Natural.
Con carácter general, y de acuerdo con la legislación vigente, no se podrán emplear los fitosanitarios clasificados como «tóxicos para el medio ambiente» o «muy tóxicos para el medio ambiente» .
Las fumigaciones aéreas requerirán autorización de la Dirección General del Medio Natural y en todo caso se realizará una valoración previa de la necesidad de realizarlas, debiendo quedar garantizada la inocuidad del producto a las especies protegidas, en especial relación con las zonas, las fechas de aplicación y las dosis empleadas. En todo caso, en las zonas de uso restringido y zonas de uso limitado las fumigaciones aéreas sólo serán de aplicación en los casos de plagas incontroladas que no pudieran técnicamente tratarse mediante otro sistema.
1.3.2. Aprovechamientos ganaderos.
La carga ganadera pastante tendrá como factor limitante la conservación y mantenimiento del suelo, la regeneración de las especies vegetales autóctonas y el mantenimiento de la fauna, todo ello teniendo en cuenta que son posibles mejoras de pastizales en los sistemas extensivos tradicionales para incrementar la capacidad de carga ganadera de las explotaciones.
La Consejería de Industria, Energía y Medio Ambiente podrá limitar transitoriamente el aprovechamiento ganadero en aquellas zonas donde la regeneración de la vegetación así lo requiera y en áreas donde se detecten claros problemas de sobreexplotación o erosión del suelo.
Algunos de los estudios realizados sobre la producción de pastos en la ZIR Sierra de San Pedro demuestran que, de forma natural y en función de la climatología anual, estos terrenos producen pastos con una capacidad de carga ganadera situada entre 0,1 UGM/ha (años de sequía) y 0,5 UGM/ha (años más favorables). Considerando este aspecto, la carga ganadera pastante se valorará en función de los siguientes factores:
- - Climatología anual (Tº y régimen de lluvias, principalmente).
- - Posibles mejoras realizadas sobre los pastizales.
- - Producción de pastos que generan las distintas parcelas o zonas de las fincas.
- - Aportes alimenticios artificiales que los ganaderos pudieran realizar sobre su explotación.
- - Posibles siembras de praderas o plantas forrajeras que se pudieran realizar en la finca.
La administración de alimentos al ganado, adquiridos fuera de la explotación o producidos en la misma, se considera una práctica habitual, tradicional y necesaria para completar las necesidades nutritivas, aspecto que dependerá de la climatología, la estacionalidad y la calidad de los recursos pastables.
Las cifras de cargas ganaderas se consideran como datos medios anuales, sin perjuicio de que, aplicando las diversas técnicas de pastoreo y apoyándose en la infraestructura de cercados de las fincas, se puedan realizar pastoreos con cargas mayores o menores de la media a lo largo de las distintas estaciones del año.
En las explotaciones de cerdo ibérico extensivo, podrá ser cercado hasta un máximo del 2% de la superficie total de la finca para alojar la cría y recría de los primales que posteriormente aprovecharán la montanera. Estas zonas, una vez seleccionadas por la propiedad, no cambiarán de ubicación.
Las nuevas explotaciones de ganadería intensiva son incompatibles en las zonas de uso restringido y habrán de contar con la correspondiente autorización de la Dirección General del Medio Natural en el resto de zonas. No tendrán la consideración de ganadería intensiva el cebo de terneros o corderos nacidos en la propia explotación.
No se considerarán nuevas explotaciones aquellas que surjan como consecuencia de un cambio de titularidad y procedan de una explotación en uso.
En el supuesto caso de que la carga cinegética existente en una finca o área de mayor superficie, produjera una sobreexplotación de los recursos naturales, se plantearán, de acuerdo con la propiedad, acciones cinegéticas que regulen el excedente de reses.
1.3.2.1. Apicultura.
La apicultura se considera una actividad ajustada a los objetivos de conservación de la ZIR. La Dirección General del Medio Natural autorizará los lugares en que se ubiquen las colmenas. En todo caso, en la instalación de los asientos de las colmenas debidamente señalizadas se prestará especial atención a las zonas de tránsito de visitantes, asegurándose el respeto a la normativa vigente en esta materia.
Los asientos de colmenas que conlleven la apertura o ampliación de vías se atendrán a lo establecido en el epígrafe de apertura y mejora de caminos del presente PRUG.
1.3.2.2. Núcleos Zoológicos.
El establecimiento de núcleos zoológicos se considera incompatible en las zonas de uso restringido. En el resto de la superficie de la ZIR se consideran autorizables.
1.3.3. Aprovechamientos Forestales.
El objetivo fundamental de la extracción de los recursos obtenidos de la masa forestal es su mantenimiento sostenible; para ello, se llevarán a cabo prácticas que, siendo económicamente viables, no resulten perjudiciales para el medio natural, en especial referencia al suelo, vegetación y fauna.
Se consideran autorizables en toda la ZIR los aprovechamientos forestales (saca de corcho, podas de encina y alcornoque, entresacas, cortas de pino y eucalipto, etc.). Tales aprovechamientos se llevarán a cabo en las épocas más favorables para el arbolado, compatibilizándose estos aprovechamientos para evitar molestias a los periodos de celo y reproducción de las especies protegidas.
No se autorizarán nuevas repoblaciones forestales si precisan aterrazados o movimientos de tierras que cambien el perfil del suelo.
En general, se considera incompatible la corta de árboles autóctonos, en especial de quercíneas (a excepción de los apostados, clareos justificados y la corta de árboles secos o enfermos), así como la destrucción de arbolado de ribera y setos naturales de lindes de fincas y caminos. En el caso del arbolado de ribera, no se permitirá su corta y/o roza dentro de la zona de policía del dominio público hidráulico (banda de terreno de cien metros de anchura en cada margen del cauce).
Se consideran incompatibles las cortas a matarrasa de monte bajo en las zonas de uso restringido y las cortas a hecho en montes arbolados, a excepción de las masas de eucaliptos y pinos, que se considera autorizable.
En las zonas de uso restringido, la poda de los alcornoques tenderá al apostado y a la formación de macheros.
La podas de quercíneas y la posterior recogida de restos o leña, constituyen actividades autorizables, debiéndose garantizar en todo caso que las que se realicen a menos de 500 m de los lugares de incubación de especies protegidas se llevarán a cabo fuera de las fechas correspondientes al celo, incubación o cría de estas especies.
1.3.3.1. Vías de saca y cortafuegos.
Las vías de saca y los cortafuegos se consideran una actividad necesaria en todo el ámbito de la ZIR.
La apertura de nuevas vías de saca, el repaso de las ya existentes y la apertura de nuevos cortafuegos requerirán autorización de la Dirección General del Medio Natural que, en todo casso, responderá al interesado en un plazo máximo de 30 días desde que sea recibida la solictud convenientemente documentada.
Los repasos de cortafuegos ya existentes se consideran una actividad permitida entre el 30 de octubre y el 31 de enero, ambos inclusive (en zonas de nidificación de buitre negro), y entre el 30 de octubre y el 15 de enero, ambos inclusive (en zonas de nidificación de águila imperial ibérica o águila perdicera); a partir de esas fechas, los repasos de cortafuegos ya existentes se consideran una actividad autorizable. A estos efectos, el Director General del Medio Natural responderá al interesado en un plazo máximo de 30 días desde que sea recibida la solicitud convenientemente documentada.
En general, se tenderá a que las vías de saca (apertura o repaso), sean solicitadas por la propiedad o el beneficiario el otoño anterior a la correspondiente saca de corcho.
La apertura de nuevos cortafuegos se diseñarán de manera que no sigan la línea de máxima pendiente, a efectos de evitar fuertes procesos de erosión. En las zonas de uso restringido, esta apertura de nuevos cortafuegos deberá estar suficientemente justificada, no siendo aceptada como justificación la necesidad de nuevos tiraderos de caza.
1.3.3.2. Desbroces.
Los desbroces se consideran una actividad necesaria en todo el ámbito de la ZIR y perseguirán tanto objetivos productivos como de mantenimiento de la biodiversidad y de regeneración del arbolado.
En las zonas de uso restringido se consideran incompatibles los desbroces en zonas con:
- - Pendientes superiores al 35% (esta limitación podrá no ser tenida en cuenta en el caso de apertura o repaso de cortafuegos).
- - Superficies continuas mayores de 10 ha que posean pendientes de más del 20%.
- - Superficies continuas mayores de 25 ha.
En el resto de la ZIR, los desbroces se realizarán de acuerdo con la legislación vigente.
El desbroce manual y el desbroce mecanizado mediante desbrozadora manual, de cadena (accesorio añadido al tractor u otro vehículo consistente en una cadena gruesa que gira a ras de suelo) o de martillo, se considera una actividad acorde con los criterios de conservación de la ZIR. El desbroce químico o el desbroce mediante quema es una actividad incompatible en todo el espacio protegido.
El desbroce con gradas de semidesmonte siguiendo las curvas de nivel se considera una actividad acorde con los criterios de conservación de la ZIR.
La Dirección General del Medio Natural podrá asignar ayudas económicas específicas que permitan la realización de desbroces para la mejora del hábitat cuando estos se realicen dentro de parcelas de propiedad privada.
1.3.3.3. Recogida de frutos silvestres y setas
Se podrá acceder a la recolección de recursos vegetales con fines de autoconsumo y no con fines industriales, observando siempre las limitaciones en lo referente al tiempo de recolección, área de campeo u otras normas establecidas. En todo caso, será necesario para este tipo de recolección el permiso de la propiedad donde se realice la recolección.
Son susceptibles de este tipo de aprovechamiento, las criadillas, espárragos, setas, madroños u otros frutos o hierbas con fines medicinales o gastronómicos.
1.4. CAZA Y PESCA.
1.4.1. Caza.
La caza y captura de especies cinegéticas se considera una actividad necesaria dentro de la ZIR para mantener el equilibrio de especies y sexos, con independencia de los permisos y autorizaciones que específicamente deban obtenerse y los planes que deban realizarse. Los cupos de caza, fechas de veda, modalidades de caza, así como las disposiciones transitorias que la Dirección General del Medio Natural pueda proponer en función de las necesidades surgidas en momentos especiales, serán los establecidos en la Ley de Caza de Extremadura, en los planes comarcales y órdenes de vedas correspondientes.
La actividad cinegética es una actividad compatible con la conservación de la ZIR Sierra de San Pedro. Para que esto sea así, la caza debe ordenarse mediante planes de ordenación y aprovechamiento cinegético, según estipula el Título II de la Ley de Caza de Extremadura, que serán revisados y aprobados por técnicos competentes de la Administración. En estos planes se debe asegurar el sostenimiento de las poblaciones objeto de caza y su continuidad y mantenimiento para el futuro.
La Dirección General del Medio Natural, a propuesta del Director de la ZIR, podrá establecer limitaciones específicas a las acciones cinegéticas que pudieran representar, por desarrollarse en las proximidades de las áreas de nidificación, una amenaza a las especies nidificantes en la ZIR incluidas en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas.
El órgano competente en materia cinegética, en colaboración con la Dirección de la ZIR, valorará los problemas de superpoblación, realizará los correspondientes censos y determinará la carga cinegética óptima, estableciendo los correspondientes planes de eliminación selectivas del excedente poblacional.
Los métodos selectivos de captura de predadores mediante lazos son incompatibles en toda la ZIR. Podrán autorizarse jaulas trampa en toda la superficie del espacio, siempre que se instalen a distancias menores a 100 metros de casas, naves y explotaciones, puesto que su objetivo es el de la captura de zorros que pudieran ocasionar daños a los animales domésticos.
Se consideran incompatibles los cotos intensivos y las granjas cinegéticas en las zonas de uso restringido. En el resto de las zonas, ambas actividades son autorizables. El repaso de tiraderos de caza se considera una actividad autorizable en todo el ámbito de la ZIR.
Las repoblaciones cinegéticas podrán realizarse en todo el ámbito de la ZIR previa autorización administrativa. A estos efectos, se tendrá en cuenta que la recuperación de las especies cinegéticas no debe basarse en la suelta masiva de animales traslocados, sino en la mejora y manejo de hábitats naturales y seminaturales, un adecuado equilibrio de la densidad de predadores-presa y una cuidadosa selección de los animales traslocados, tanto en número como sexo, estado sanitario, pureza genética, etc. A estos efectos, para las repoblaciones cinegéticas, se deberá contar con la oportuna certificación de pureza genética de los individuos a reintroducir, la comprobación de las debidas condiciones sanitarias que eviten la propagación de enfermedades y las condiciones técnicas e instalaciones de las granjas de origen, si los animales proceden de granjas cinegéticas. La construcción de vivares para conejos son autorizables en las zonas de uso restringido y limitado y constituirán un uso permitido en el resto de zonas de la ZIR.
En la caza mayor, los planes de ordenación cinegética tenderán hacia la calidad cinegética, la adecuada sex-ratio y densidad, con el fin de mantener un equilibrio entre la productividad del terreno, evitar la presencia de zoonosis y obtener una mejor calidad de los trofeos.
La Junta Rectora de la ZIR, asesorada por los expertos que considere oportuno, podrá solicitar la elaboración de informes de sobrecarga cinegética de una finca, área o comarca, a fin de proponer a la Dirección General del Medio Natural la correspondiente regulación de la densidad existente.
1.4.2. Pesca.
La pesca con caña estará permitida en las siguientes zonas:
- - En los cotos de pesca legalmente constituidos.
- - En aquellos otros lugares donde de forma específica se autorice por la Dirección General del Medio Natural.
Debido a la gran afluencia de pescadores y visitantes que recibe a lo largo de todo el año el Embalse de la Peña del Águila, la Dirección General del Medio Natural coordinará la formación de un comité con las partes afectadas al objeto de que sea redactado un plan de actuación de las orillas del embalse y accesos, y se garantice la conservación de la naturaleza, los intereses particulares de las fincas afectadas, la limpieza del entorno, la actividad de la pesca y otras actividades recreativas.
Para las repoblaciones con especies autóctonas dentro de los límites de la ZIR se precisará la correspondiente autorización, a fin de evitar repoblaciones inadecuadas o masivas que pudieran afectar a otras especies autóctonas en determinadas zonas.
La práctica de la pesca sólo se autorizará para aquellas especies que reglamentariamente se declaren como piezas de pesca, en ningún caso sobre especies protegidas o catalogadas.
Se podrán autorizar infraestructuras para la práctica de la pesca (tales como pesquiles, accesos y azudes) siempre que cuenten con la correspondiente autorización de la Dirección General del Medio Natural.
1.5. UTILIZACIÓN DE LOS RECURSOS HÍDRICOS Y EL DOMINIO PÚBLICO HIDRÁULICO.
Los usos relacionados con los recursos hídricos, sean superficiales o subterráneos, han de cumplir con los objetivos generales y específicos enumerados en apartados anteriores.
1.5.1. Red Natural de Drenaje.
Se considera incompatible la realización de actuaciones que interfieran o alteren la red natural de drenaje, salvo en los casos en que la actividad sea declarada de interés público. Por tanto, son actuaciones lesivas de los objetivos propuestos: las encaminadas a desviar el curso natural de las aguas de manera permanente, obligando con ello a desvíos artificiales; y el embalsamiento privado del agua que impida en superficie el curso natural y constante de su cauce en función de la disponibilidad hídrica.
Los embalses son autorizables en todo el ámbito de la ZIR, salvo en las zonas de uso restringido.
Se considera autorizable la construcción de charcas y puntos de agua en todo el ámbito de la ZIR.
1.5.2. Vertidos.
Se considera incompatible el vertido directo o indirecto de aguas residuales no tratadas adecuadamente, o de cualquier residuo sólido o líquido susceptible de producir contaminación.
Los nuevos vertidos que se realicen en los cauces existentes en la ZIR deberán ser autorizados por la Dirección General del Medio Natural, además de contar con las restantes autorizaciones administrativas preceptivas.
1.5.3. Pozos y sondeos.
La realización de pozos y sondeos para la extracción de agua subterránea deberá contar con la correspondiente autorización administrativa sectorial.
1.6. INVESTIGACIÓN.
1.6.1. Estudios Autorizados.
Estarán sometidos a la autorización de la Dirección General del Medio Natural los estudios y actividades de investigación, las grabaciones profesionales con cualquier técnica y la fotografía profesional.
1.6.2. Recolección.
En general, la recogida de elementos minerales, fósiles; animales o vegetales, vivos o muertos, con fines científicos y/o educativos, deberá contar con la autorización de la Dirección General del Medio Natural.
Se considera permitida la recolección puntual de partes de individuos o enteros de especies vegetales para la elaboración de colecciones o herbarios con fines de estudio, siempre que esta actividad se realice de forma regulada y sin incidir sobre especies en las que recaiga un determinado grado de protección, endemismo o fragilidad dentro del ecosistema.
1.7. USO PÚBLICO.
Se entiende por uso público el dedicado a actividades de ocio y recreativas, no considerándose como tal las actividades relacionadas con la gestión de las explotaciones o fincas incluidas en la ZIR, así como las de caza y pesca debidamente legalizadas.
1.7.1. Acceso a la ZIR.
Se considera incompatible el uso de automóviles, motocicletas y bicicletas fuera de las pistas habilitadas al efecto.
El acceso de vehículos y personas a las zonas de uso restringido con fines de uso público, y ajeno al uso y explotación de las fincas, deberá contar, durante la época de celo y reproducción de las aves protegidas (15 de enero-15 de septiembre, ambos inclusive), con la oportuna autorización de la Dirección General del Medio Natural.
En los caminos y pistas de titularidad privada deberá contarse, además, con la correspondiente autorización de la propiedad.
Se considera incompatible el tránsito de personas o grupos con fines de uso público en las zonas de uso restringido y en las proximidades a puntos de nidificación de especies protegidas, entre el 15 de enero y el 15 de septiembre, ambos inclusive, excepto el realizado por propietarios u otro personal de las fincas en trabajos propios de su aprovechamiento y el que, con fines científicos o educativos, cuente con la autorización correspondiente de la Dirección General del Medio Natural.
1.7.2. Zonas de libre tránsito.
Son zonas de libre tránsito:
- - Las carreteras existentes en el interior de la ZIR.
- - Las rutas e itinerarios legalmente establecidos por la DGMN.
- - Los caminos vecinales que transcurran por zonas de uso limitado, zonas de uso compatible y zonas de uso general, siempre y cuando el tránsito por ellos no interfiera con los ciclos reproductivos de las especies catalogadas del Catálogo Regional de Especies Amenazadas de Extremadura.
1.7.3. Señalización Interior.
La señalización de carácter general y la indicación propia de los establecimientos públicos y privados dentro de la ZIR, deberá presentar unas características apropiadas al entorno y estar homologadas por la Dirección General del Medio Natural. En todo caso, no estará permitida publicidad alguna fuera de los lugares en los que esté expresamente autorizado dicho uso.
1.7.4. Acampada.
Se considera incompatible la acampada dentro de los límites de la ZIR fuera de las zonas establecidas a tal efecto, así como pernoctar fuera de los núcleos urbanos o viviendas rústicas, salvo las que pudieran autorizarse por parte de la Dirección General del Medio Natural para educación ambiental, en todo caso contando con la autorización de la propiedad.
1.7.5. Actividades deportivas.
Las actividades deportivas y de aventura (escalada, barranquismo, piragüismo, rafting, rallies, quads, y otras), son incompatibles en las zonas de uso restringido y limitado. En referencia a la utilización de quads, esta incompatibilidad afectará también al punto tres del apartado 1.7.2, a excepción de los utilizados por los propietarios de las fincas o sus trabajadores.
El senderismo por rutas establecidas y autorizadas se considera permitido en las zonas de uso limitado, zonas de uso general y zonas de uso compatible, siempre y cuando no se produzcan molestias a la avifauna protegida en el periodo de celo y reproducción (15 de enero-15 de septiembre, ambos inclusive), y cuenten con la autorización de la propiedad si se trata de caminos privados.
El senderismo por rutas que transcurran parcial o totalmente por zonas de uso restringido se considera una actividad incompatible entre el 15 de enero y el 15 de septiembre, ambos inclusive. Fuera de estas fechas precisarán la autorización expresa de la Dirección General del Medio Natural, además de la autorización de la propiedad privada si se trata de caminos privados.
1.7.6. Baño y navegación.
El baño en charcas y pantanos se entiende permitido, salvo prohibición expresa por corresponderse con áreas de nidificación de aves protegidas en las proximidades.
La navegación y los deportes náuticos se considera una actividad incompatible en toda la ZIR. Se permitirá la navegación para posibilitar la realización de los trabajos de gestión de la ZIR, la gestión que en el Embalse de la Peña del Águila realice la Confederación Hidrográfica del Guadiana, así como en los estudios científicos autorizados.
1.7.7. Actos públicos.
La organización y celebración de actos públicos de cualquier tipo que supongan una gran concentración de personas en un lugar o área determinada dentro de los límites de la ZIR deberán contar con autorización de la Dirección General del Medio Natural si afectan a las zonas de uso restringido y limitado.
1.7.8. Guías turísticos.
Para actuar como guía turístico en la ZIR de Sierra de San Pedro se precisará obtener la acreditación correspondiente por parte de la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Extremadura, y poner en conocimiento del Director de la ZIR la citada iniciativa.
1.7.9. Actividades comerciales.
El establecimiento de quioscos, puestos de venta ambulante y toda actividad comercial fuera de edificio cerrado, dentro de las zonas de uso restringido y uso limitado de la ZIR de Sierra de San Pedro, requerirá autorización expresa de la Dirección General del Medio Natural, además de las autorizaciones sectoriales que correspondan.
1.7.10. Animales de compañía sueltos.
Se considera incompatible el tránsito de animales de compañía no controlados en la ZIR, estando obligados sus propietarios a llevarlos adecuadamente sujetos y controlados, a excepción de los animales asociados a las explotaciones o los perros utilizados en las actividades cinegéticas legales, convenientemente identificados, todo ello sin menoscabo de la normativa sectorial aplicable.
1.7.11. Molestias a la fauna.
Se considera incompatible todo tipo de manipulación y molestias a la fauna silvestre protegida, ya sea directa o indirectamente, a través de la observación, filmación, etc., y muy especialmente los acercamientos a menos de 500 m de las áreas de nidificación de aves catalogadas entre el 15 de enero y el 15 de septiembre de cada año, ambos inclusive. Se exceptúa de esta incompatibilidad la lógica gestión y explotación de las fincas, que en todo caso garantizarán la supervivencia de las especies catalogadas en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas de Extremadura.
1.7.12. Fotografía y filmación profesional.
Se solicitará autorización a la Dirección General del Medio Natural en relación con la realización de actividades cinematográficas, radio, televisión, vídeo, fotografía o similares que pudieran llevarse a cabo entre el 15 de enero y el 15 de septiembre, ambos inclusive, sobre la fauna protegida. En todo caso, con objeto de divulgar los valores naturales y culturales de la ZIR, se recomienda la referencia específica a este espacio protegido en cualquier utilización pública de imagen o sonido recogido dentro de sus límites.
1.7.13. Utilización del Espacio Aéreo.
A efectos de preservar el periodo de celo y reproducción en las zonas de nidificación de especies protegidas del Catálogo Regional, durante el periodo comprendido entre el 15 de enero y 15 de septiembre, ambos inclusive, sólo se podrán sobrevolar las zonas de uso restringido y limitado por encima de la cota de los 1.000 m. Esta consideración no será aplicable a los vuelos necesarios en la extinción de incendios o los tratamientos de plagas autorizados, pero sí a los vuelos de entrenamiento o reconocimiento del ejército, particulares, de empresa, etc., así como parapente, ala delta, ultraligeros, globos aerostáticos y similares).
1.8. PROTECCIÓN DEL PATRIMONIO HISTÓRICO Y CULTURAL.
Se considera incompatible la realización de cualquier actuación que suponga la degradación del Patrimonio Histórico-Cultural en el ámbito de la ZIR. La Dirección General del Medio Natural podrá establecer limitaciones específicas de uso de elementos de carácter singular para garantizar su protección.
La protección de los elementos singulares de la ZIR (monumentos, fuentes, cuevas, yacimientos arqueológicos, etc.) se asegura a través de su inventario, así como de la aplicación de las normas de uso contenidas en este PRUG.
Será necesaria la autorización correspondiente de la Consejería de Cultura de la Junta de Extremadura y la Dirección General del Medio Natural para poder realizar la manipulación, traslado o alteración de cualquier objeto de valor histórico, cultural o arqueológico, siempre conforme a lo establecido en la normativa de aplicación.
El afloramiento de restos arqueológicos en cualquier obra realizada dentro de la zona de protección, requerirá una parada inmediata de las obras y su comunicación a las autoridades administrativas para su evaluación.
ANEXO II
COORDENAS UTM, HUSO 29 DE LOS LÍMITES PERIFÉRICOS
ANEXO III
COORDENADAS UTM, HUSO 29 DE LA ZONIFICACIÓN
ANEXO IV
CARTOGRAFÍA