Sumario

EL PRESIDENTE DEL GOBIERNO DE NAVARRA

Hago saber que el Parlamento de Navarra ha aprobado la siguiente

LEY FORAL DE LAS POLIC虯S DE NAVARRA.

EXPOSICI覰 DE MOTIVOS

I

La sociedad actual, moderna, cada vez m醩 plural en su composici髇 y compleja en sus interrelaciones, necesita una polic韆 tambi閚 moderna y mejor preparada t閏nica, psicol骻ica y humanamente, a la altura de los nuevos retos que se plantean. Esta polic韆 ha de estar empapada de los valores que la nueva sociedad civil reclama y ha de tener un enfoque integral. No basta con la limitaci髇 de sus funciones por razones hist髍icas o mediales, sino que, al socaire de las demandas sociales, ha de estar al servicio del conjunto de la poblaci髇 y satisfacer las necesidades de 閟ta en materia de seguridad p鷅lica, sin visiones parciales, sesgadas o reduccionistas. La nueva polic韆 que reclama la seguridad p鷅lica anhelada por los ciudadanos, s髄o puede ser integral, pues integral es el concepto de seguridad p鷅lica que sienten esos mismos ciudadanos. La prevenci髇 de los delitos, de las infracciones administrativas o de determinadas conductas lesivas de la convivencia social, cuando no la persecuci髇 de los mismos y la reprensi髇 a sus autores, reclama visiones generales y, en consecuencia, polic韆s generales cuyas funciones no se vean cercenadas por una concepci髇 anticuada u obsoleta de la polic韆.

Conscientes de esas demandas sociales que requieren de una nueva polic韆 civil, integral y al servicio de los ciudadanos, que preste un servicio p鷅lico de seguridad p鷅lica, se hace preciso actualizar y modernizar el actual r間imen de las polic韆s de Navarra, con mayor raz髇 cuando recientemente el Parlamento de Navarra ha aprobado la Ley Foral de Seguridad P鷅lica, en la que se articulan ya, como norma jur韉ica vinculante, estos principios.

II

Desde la modificaci髇 de los Fueros de Navarra en el siglo XIX, Navarra ha sabido en cada momento actualizar sus instituciones propias y adaptarlas a las necesidades derivadas de los nuevos tiempos. De su concepci髇 residual de Reino, Navarra ha conservado durante m醩 de siglo y medio, como una de sus funciones esenciales, la de polic韆 en determinadas actividades, como protecci髇 de edificios, custodia de autoridades, vigilancia de carreteras y caminos, ordenaci髇 de transportes, etc閠era. Esas actividades se organizaron en la Polic韆 Foral de Navarra, esto es, en un cuerpo de polic韆 propio que, vinculado al r間imen foral, la Diputaci髇 Foral de Navarra conserv� hasta 1982.

En virtud de su disposici髇 adicional primera, la Constituci髇 ampara y respeta los derechos hist髍icos de los territorios forales. Uno de esos derechos hist髍icos es, indudablemente, la funci髇 policial. Ese amparo se materializ� en la Ley Org醤ica 13/1982, de 10 de agosto, de Reintegraci髇 y Amejoramiento del R間imen Foral de Navarra, cuyo art韈ulo 51 dispone al respecto varias ideas sobre las que se asienta la competencia de la Comunidad Foral de Navarra en la materia: la regulaci髇 del r間imen de la Polic韆 Foral corresponde a Navarra; se respetan como, n鷆leo m韓imo, las competencias que la Polic韆 Foral viene ostentando hist髍icamente; se faculta a la Comunidad Foral para ampliar los fines y servicios de la Polic韆 Foral en el marco de la correspondiente Ley Org醤ica; y, finalmente, Navarra coordina las polic韆s locales sin detrimento de su dependencia de las respectivas autoridades municipales o concejiles.

La Ley Org醤ica 2/1986, de 13 de marzo, de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, cierra el c韗culo normativo, cuando su disposici髇 final tercera declara el car醕ter supletorio de aqu閘la con respecto al r間imen de la Polic韆 Foral, con la 鷑ica excepci髇 de los art韈ulos 5, 6, 7, 8, 43 y 46, que son de aplicaci髇 directa. Los art韈ulos 38 y 39 de esta Ley Org醤ica son de aplicaci髇 potestativa por el legislador foral, sin que de su interpretaci髇 pueda deducirse ning鷑 condicionamiento a la ampliaci髇 de funciones y servicios de la Polic韆 Foral de Navarra que, por otra parte, contempla la Ley Org醤ica 13/1982, de 10 de agosto, de Reintegraci髇 y Amejoramiento del R間imen Foral de Navarra y residencia en las instituciones forales.

III

Junto a este dispositivo normativo, no puede olvidarse el trascendental valor interpretativo de los derechos hist髍icos de Navarra que contiene la sentencia del Tribunal Constitucional 140/1990, de 20 de septiembre, plenamente aplicable a la competencia sobre la Polic韆 Foral de Navarra: el hecho cierto de que Navarra haya venido ejerciendo competencias, en raz髇 de sus derechos hist髍icos, en determinadas materias, permite incluir dentro de ese 醡bito competencial lo que en cada momento hist髍ico haya de considerarse como r間imen de la Polic韆 Foral, lo que comprende, tambi閚, aquellos aspectos que se consideren incluidos en 閘, aunque su regulaci髇 no se haya realizado con anterioridad.

IV

En definitiva, la amplitud competencial de Navarra, derivada de su r間imen foral amparado y respetado por la Constituci髇, permite a la Comunidad Foral actualizar su Polic韆 Foral con una perspectiva moderna e integral de sus funciones y coordinar las polic韆s locales de Navarra, coordinaci髇 que, ocioso es decirlo, no se limita s髄o a la gesti髇 administrativa sino que comprende igualmente la actividad normativa.

En ese marco competencial trazado, la Ley Foral persigue un triple objetivo: la actualizaci髇 y regulaci髇 del r間imen de la Polic韆 Foral de Navarra; la coordinaci髇 normativa y administrativa de las Polic韆s Locales de Navarra en aquellos aspectos no regulados por la Ley Foral de Seguridad P鷅lica, as� como la regulaci髇 del r間imen espec韋ico de los agentes municipales y de los auxiliares de las Polic韆s Locales de Navarra, y la regulaci髇 del especial estatuto del personal de los Cuerpos de Polic韆 de Navarra.

La dualidad con la que se conciben las polic韆s de Navarra, por un lado la dependiente del Gobierno de Navarra, y por otro, la dependiente de las entidades locales, no puede servir de justificaci髇 para que tengan principios generales de actuaci髇 distintos. Estos han de ser comunes y correlativos con los b醩icos de actuaci髇 de todas las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad P鷅lica.

V

Entrando ya en la regulaci髇 de la Polic韆 Foral de Navarra, se contempla 閟ta como lo que hoy es: un instituto armado de la Comunidad Foral, de car醕ter civil, organizada de forma jerarquizada. Su enfoque es, bueno resulta subrayarlo al hilo de lo antes expuesto, el de una polic韆 propia, integral y de referencia de la Comunidad Foral, esto es, actual y moderna, lejos de reminiscencias hist髍icas o simb髄icas, perfectamente compatible con las competencias que el ordenamiento jur韉ico atribuya a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. De ah� que sus funciones sean, adem醩 de las cl醩icas o hist髍icas, las propias de una polic韆 integral, responsable de garantizar en todo momento y lugar, dentro del 醡bito de la Comunidad Foral, la seguridad p鷅lica y el pac韋ico ejercicio de los derechos y libertades p鷅licas y la protecci髇 de todas las personas y bienes.

La regulaci髇 que ahora se pretende no hace tabla rasa del precedente r間imen de la Polic韆 Foral, contemplado en la Ley Foral de Cuerpos de Polic韆 de Navarra, sino que, por el contrario, asume de 閘 todo aquello que considera conveniente conservar, al mismo tiempo que modifica algunos de sus aspectos para adaptarlos a los tiempos actuales.

El conjunto de derechos y deberes de los polic韆s se asienta sobre el precedente y sobre las especialidades que mantiene respecto al general de los restantes funcionarios p鷅licos de Navarra. Pero, donde mayor potenciaci髇 de los derechos se produce, es en lo relativo a la representaci髇 y participaci髇 en el establecimiento de las condiciones de prestaci髇 del servicio policial, en donde, por razones de la creciente dimensi髇 de la plantilla de la Polic韆 Foral en los 鷏timos a駉s, se hace absolutamente necesaria la creaci髇 de un 髍gano colegiado y representativo de la Administraci髇 y de los miembros de este cuerpo, con funciones participativas, consultivas, informativas o propositivas, de modo similar al que cuentan la Polic韆 Nacional o las polic韆s auton髆icas. Un 髍gano cuya parte social se elige de forma completamente democr醫ica entre sus miembros, lo que asegura la representatividad espec韋ica y directa del colectivo policial.

VI

Tampoco la regulaci髇 de las Polic韆s Locales experimenta excesivos cambios. Tal vez lo m醩 llamativo resulte la introducci髇 de una figura nueva, la de 獳uxiliares de Polic韆 Local�, pensada para los municipios en los que disponiendo de cuerpo de polic韆 local se ven necesitados de contar con personal suficiente para asegurar la efectividad del desempe駉 de sus funciones, cuando 閟ta se vea afectada por causas de absentismo, la existencia de vacantes o por la concurrencia de necesidades excepcionales o eventuales relacionadas con la seguridad p鷅lica cuando no sea suficiente el personal fijo para hacer frente a las mismas. Se trata de personal contratado temporalmente en r間imen administrativo con unas funciones de apoyo, que no puede portar armas de fuego y cuya selecci髇 se realiza de acuerdo con los principios de m閞ito y capacidad y previa superaci髇 de un examen de aptitud organizado por la Escuela de Seguridad de Navarra. La configuraci髇 de este personal administrativo y temporal no supone sino una manifestaci髇 espec韋ica de la competencia que para su personal tiene Navarra en virtud de su r間imen hist髍ico y que el Estatuto del Personal al servicio de las Administraciones P鷅licas ha desarrollado.

VII

Otra parte en donde se concentran las novedades m醩 sustantivas de la Ley Foral es la contenida en el T韙ulo IV, relativo al Estatuto del Personal de los Cuerpos de Polic韆, que se configura como un estatuto especial y espec韋ico de estos cuerpos respecto del general del personal al servicio de las Administraciones P鷅licas de Navarra.

La Ley Foral modifica la denominaci髇 de los empleos y simplifica los principios de la selecci髇 de los miembros de la Polic韆. M醩 que de una modificaci髇 esencial, debe hablarse aqu� de una simplificaci髇 para facilitar la gesti髇 en la selecci髇 sin merma alguna de los principios de publicidad, m閞ito y capacidad. Y tambi閚 articula una nueva carrera profesional de los miembros de la polic韆, en la que se posibilita la promoci髇 interna desde los niveles y empleos inferiores a los niveles y empleos superiores mediante la valoraci髇 de los m閞itos adquiridos, de la capacidad y de la antig黣dad del funcionario.

Entre las nuevas situaciones administrativas de los polic韆s se desarrolla con detalle la de 玸egunda actividad�, que permite la adaptaci髇 de los mismos a los cambios f韘icos que ineluctablemente produce el paso del tiempo. Quienes pasen a esta situaci髇 podr醤 ser destinados a prestar servicios complementarios en el mismo cuerpo al que pertenezcan, en otros cuerpos policiales o en puestos de la misma Administraci髇 que supongan actividades de polic韆 administrativa 玪ato sensu�.

VIII

Tambi閚 es objeto de nueva redacci髇 el r間imen disciplinario de los funcionarios policiales, para regularlo de forma completa, sin desarrollos reglamentarios, y de manera m醩 actual. La clasificaci髇 de las faltas se realiza sobre la experiencia adquirida en estos 鷏timos a駉s. Asimismo, se distinguen dos procedimientos sancionadores, el aplicable a las faltas graves y muy graves, cuya agilidad est� subordinada a las mismas garant韆s legales que las que disfrutan el resto de los ciudadanos en otros procedimientos sancionadores, lo que supone extender al cuerpo policial garant韆s comunes de los ciudadanos; y el procedimiento aplicable a las faltas leves, donde la sumariedad del procedimiento no impide la aplicaci髇 de un procedimiento escrito y con audiencia del interesado.