ANEXO I

Carta de Buenas Prácticas de la Inspección de Educación de la Comunitat Valenciana

Los inspectores de Educación deberán poner de manifiesto, en el ejercicio de su profesión, una conducta caracterizada por:

Competencia técnica específica. Debe poseer conocimientos administrativos, pedagógicos, organizativos, tecnológicos y normativos suficientes, así como conocimiento y experiencia directa de la realidad educativa.

Voluntad de empatía y de servicio. Establecer relaciones de cercanía con los actores de la educación; así, debe ser un buen comunicador, afable, solidario, honrado, abierto, eficaz, con disposición de escuchar y fiable. Debe igualmente poseer espíritu de superación e innovación, y cierta capacidad de liderazgo.

Responsabilidad administrativa. El inspector de Educación debe desarrollar siempre su actuación administrativa con el objetivo de cumplir y hacer cumplir las leyes y normas vigentes dentro del marco educativo.

Probidad y espíritu cívico. La peculiar función social de los docentes les ha conferido, tradicionalmente y de manera tácita, la responsabilidad de ser modelos sociales de conducta cívica caracterizada por la integridad y la rectitud. Los inspectores de Educación, que tienen entre sus funciones la de supervisar el desempeño profesional del profesorado, estarían doblemente obligados a encarnar ese modelo de excelencia ética.

1) Buenas prácticas de carácter general.

1.1. Principios y valores. Los inspectores de Educación deberán actuar ateniéndose a los valores universales de solidaridad integridad, neutralidad ideológica, responsabilidad, imparcialidad, discreción, dedicación, trato respetuoso, sinceridad, austeridad, disponibilidad y profesionalidad. Deben garantizar y promover, el respeto a los derechos humanos dentro de la comunidad educativa.

1.2. Atención al interés general. Desde la más estricta imparcialidad, dirigirán su trabajo a la atención de los intereses generales de los ciudadanos.

1.3. Diligencia. Los inspectores de Educación deberán desempeñar con eficiencia, agilidad y prontitud las tareas que tengan encomendadas.

1.4. Trato no discriminatorio. En su actuación profesional evitarán toda discriminación por razón de convicciones religiosas, morales o ideológicas, origen étnico, nacionalidad, género, discapacidad, orientación sexual, edad o cualquier otra circunstancia social o personal.

1.5. Abstención de actuar. En los asuntos en los que tengan algún interés personal, sea éste directo o indirecto, los inspectores de Educación evitarán actuar. Igualmente evitarán desarrollar actuaciones privadas que conlleven intereses que puedan entrar en colisión con los derivados de su función pública.

1.6. Integridad profesional. Se abstendrán de aceptar excepciones, ventajas o trato de favor alguno.

1.7. Eficiencia. La actuación de los inspectores de Educación debe caracterizarse por la eficacia y la economía de medios.

1.8. Autonomía profesional. La actuación profesional del inspector de Educación se ejerce desde la autonomía e independencia profesionales.

1.9. Cualificación técnico-científica. La autoridad profesional del inspector de Educación se fundamenta en la superior capacitación y cualificación para las tareas que desempeña. Por ello, se requiere que esté técnica y científicamente preparado en la utilización de instrumentos, métodos, técnicas y procedimientos adecuados para el desempeño de su tarea supervisora, administrativa, orientadora y pedagógica.

1.10. Actualización profesional. La actualización permanente de sus competencias profesionales forma parte del trabajo de los inspectores de Educación, por lo que deberán disponer de las condiciones laborales que permitan dicha formación.

2) Buenas prácticas en las relaciones profesionales.

2.1) Con las administraciones.

2.1.1. Lealtad administrativa. Los inspectores de Educación, en el ejercicio de sus funciones, actuarán con fidelidad, sinceridad y confianza para con la administración, sus cargos administrativos, sus directrices y sus normas.

2.1.2. Colaboración administrativa. Colaborarán, diligente y lealmente, con todas las administraciones -local, autonómica o nacional- cuando dicha colaboración le sea requerida en el ámbito de sus competencias.

2.1.3. Imparcialidad administrativa. Se abstendrán de utilizar las prerrogativas de su cargo para influir en la aceleración de trámites, cuando dicha influencia atienda a intereses particulares propios, perjudique a terceras personas o no esté legalmente justificada.

2.1.4. Celeridad administrativa. Los inspectores de Educación resolverán con diligencia y dentro de los plazos establecidos los expedientes que se les encomienden, y desarrollarán con la misma diligencia los procedimientos de su competencia.

2.1.5. Sigilo administrativo. Serán discretos con respecto de la información que obtengan en el ejercicio de sus funciones, y no la utilizarán para atender a sus propios intereses o cuando perjudique a otras personas o a los intereses públicos.

2.1.6. Jerarquía administrativa. Los inspectores de Educación cumplirán, de buena fe y en todos sus extremos, las indicaciones y órdenes de sus superiores administrativos, siempre que éstas sean legítimas y no excedan de sus competencias. Así mismo recabarán, en su caso, de dichos superiores las aclaraciones que al respecto sean necesarias para atender sus requerimientos.

2.1.7. Iniciativa de mejora. Formularán cuantas propuestas de mejora de los procedimientos y de los programas de la Inspección de Educación, consideren oportuno desarrollar.

2.1.8. Probidad. Utilizarán su autoridad, la información y los medios informáticos y administrativos puestos a su disposición, tan sólo para las tareas profesionales que le corresponden.

2.1.9. Informes rigurosos. Los inspectores de Educación emitirán informes completos, precisos, sintéticos, redactados de manera que sean inteligible para sus destinatarios, con argumentación y apoyatura normativa suficientes, y con expresión de sus límites. En la redacción de sus informes, los inspectores de Educación serán sumamente cuidadosos, evitando consideraciones y valoraciones que supongan la adjudicación, siquiera sea tácita, de etiquetas devaluadoras y discriminatorias.

2.2) Con los agentes educativos.

- Con la dirección de los centros

2.2.1. Respeto a la autonomía de los centros. Los inspectores de Educación mostrarán el máximo respeto a la autonomía pedagógica y organizativa de los centros y de los docentes.

2.2.2. Mejora de la convivencia. Apoyarán y asesorarán a los centros en la mejora continua de la convivencia y contribuirán resueltamente a la resolución de los conflictos, promoviendo el cumplimiento de los deberes y el respeto de los derechos que establece y reconoce respectivamente el Decreto 39/2008, de la Conselleria de Educación.

2.2.3. Mejora de la calidad educativa. Los inspectores de Educación impulsarán en los centros los programas de mejora continua, sobre la base de una medición periódica de indicadores del rendimiento académico y educativo en relación con los objetivos establecidos, e igualmente sobre la base de un diagnóstico de las causas de las deficiencias observadas; y asesorarán y guiarán el diseño y desarrollo posterior del nuevo programa de consecución de dichos objetivos.

- Con padres y madres

2.2.4. Información y accesibilidad. Los inspectores de Educación informarán a los padres que requieran sus servicios en el ámbito de su competencia, sobre aquellas materias o asuntos que les corresponda conocer, facilitando el ejercicio de sus derechos como usuarios del sistema educativo y requiriéndoles, en su caso, el cumplimiento de sus obligaciones. Del mismo modo, informarán a los padres, en los centros de su competencia, sobre los procedimientos para acceder a sus servicios profesionales y del alcance de los mismos.

2.2.5. Uso lenguas cooficiales. Facilitarán la atención a los padres en cualquiera de las lenguas cooficiales de la Comunitat Valenciana.

2.2.6. Cooperación familia-centro. Apoyarán y asesorarán a los centros en sus iniciativas para mejorar la cooperación de las familias así como en la resolución de los conflictos que pudieran producirse entre familias y centro educativo.

- Con el alumnado

2.2.7. Conocimiento del alumnado. Los inspectores de Educación deberán poder informarse e informar en cualquier momento sobre la situación educativa -rendimiento académico y educativo- de cualquier alumno de los centros de su competencia, cuando se requiera para el cometido de sus funciones.

2.2.8. Asesoramiento en los procesos educativos de los alumnos.

Los inspectores podrán asesorar sobre los procedimientos educativos y didácticos más adecuados para la superación de cualquier deficiencia en el rendimiento educativo de los alumnos de los centros de su competencia, sin menoscabo de las funciones de otros servicios específicos, de los que podrá requerir colaboración, asesoramiento e información o, en su caso, actuación de oficio.

2.2.9. Seguimiento del alumnado. Los inspectores controlarán que las medidas educativas específicas que se apliquen a los alumnos que presenten problemas educativos relevantes alcanzan los objetivos que tales medidas se propusieron.

2.3) Con la sociedad

2.3.1. Atención al ciudadano. Los inspectores de Educación tratarán con atención deferencia y respeto a los ciudadanos que requieran sus servicios dentro del ámbito de sus competencias, y les informará sobre sus derechos y obligaciones sin interferir en las funciones de atención e información que desarrollan otros servicios de la administración.

2.3.2. Respeto a la intimidad. Los inspectores de Educación respetarán escrupulosamente la intimidad de las personas a las que atienda.

2.3.3. Responsabilidad sobre los bienes públicos. Utilizarán los medios y bienes puestos a su disposición por la administración, tan sólo para el ejercicio de sus funciones administrativas, y velarán por su conservación.

2.3.4. Preservación de la imagen administrativa. Los inspectores de Educación harán patente su cargo tan sólo para el ejercicio de las competencias administrativas que se les atribuyen legalmente, no comprometiendo en ningún caso el prestigio administrativo de dicho cargo en actuaciones que excedan de dichas competencias, excepto cuando éstas tengan un claro sentido social o cívico como campañas de información a la población con fines sanitarios, laborales, educativos y culturales, y siempre con la autorización de sus superiores administrativos.

2.3.5. Colaboración científica. Podrán colaborar en investigaciones comunicando su saber pedagógico-administrativo o mediando en el desarrollo de las mismas y, en todo caso, contando con la autorización de sus superiores administrativos.

2.4) Con los compañeros de profesión.

2.4.1. Discreción profesional. Los inspectores de Educación evitarán comentarios que menoscaben el prestigio de sus colegas, de sus superiores jerárquicos o de otros profesionales de la educación a los que conozcan por razón de su cargo, o alusiones a las circunstancias personales de aquellos.

2.4.2. Colaboración leal. Los inspectores de Educación serán deferentes con sus colegas, les prestarán su ayuda en las dificultades que eventualmente se les puedan presentar y aceptarán la colaboración de sus colegas cuando la situación lo requiera.

2.4.3. Respeto a la propia competencia. Se abstendrán de entrar en los asuntos que tramiten o desarrollen otros colegas, excepto en el caso de que se indique reglamentariamente o sea necesario por circunstancias sobrevenidas, y siempre con la autorización de sus superiores administrativos.

2.4.4. Responsabilidad en el uso de la información. Los inspectores de Educación custodiarán los informes que emitan y los documentos e información que recaben, de manera que se garantice su confidencialidad de los mismos, dentro de los límites que establece la normativa legal.

2.4.5. Trabajo en equipo. Los inspectores de Educación estarán en disposición de trabajar en equipo en todo momento, y especialmente en el desarrollo de las actuaciones que se decidan en las reuniones de coordinación de circunscripción. Esta disposición permitirá unificar criterios para el diseño y desarrollo de las actuaciones relativas a los centros correspondientes. Este trabajo en equipo perseguirá el establecimiento de criterios técnicos de trabajo que permitan una actuación eficiente en cada circunscripción territorial.

2.4.6. Coordinación de actuaciones. La Inspección de Educación diseñará sus programas y ordenará las actuaciones de los inspectores bajo criterios de unidad de acción y de objetivos, con el fin de dar mayor alcance y eficacia a dichas actuaciones y programas.