Sumario

--> Ley Foral [COMUNIDAD FORAL DE NAVARRA] 22/1998, 30 diciembre, derogada por la letra a) del n鷐ero 1 de la Disposici髇 Derogatoria 鷑ica de D Foral Leg [COMUNIDAD FORAL DE NAVARRA] 4/2008, 2 junio, por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley Foral del Impuesto sobre la Renta de las Personas F韘icas (獴.O.N.� 30 junio) el 1 de julio de 2008. T閚gase en cuenta que, seg鷑 lo establecido en la Disposici髇 Adicional 4.� de la Ley Foral [COMUNIDAD FORAL DE NAVARRA] 19/2004, 29 diciembre, de modificaci髇 de diversos impuestos y otras medidas tributarias (獴.O.N.� 31 diciembre), las referencias al salario m韓imo interprofesional, se entender醤 realizadas al indicador p鷅lico de renta de efectos m鷏tiples (IPREM) creado por el Real Decreto Ley 3/2004, de 25 de junio.--> V閍se el D Foral [COMUNIDAD FORAL DE NAVARRA] 174/1999, 24 mayo, por el que se aprueba el Reglamento del Impuesto sobre la Renta de las Personas F韘icas (獴.O.N.� 6 agosto).--> V閍se D. Foral 174/1999, de 24 de mayo, por el que se aprueba el Reglamento del Impuesto sobre la Renta de las Personas F韘icas (獴.O.N.� 6 agosto).-->

Pre醡bulo

La Constituci髇 Espa駉la establece en su art韈ulo 31 la contribuci髇 de todos al sostenimiento de los gastos p鷅licos de acuerdo con su capacidad econ髆ica mediante un sistema tributario justo inspirado en los principios de igualdad y progresividad.

El Impuesto sobre la Renta de las Personas F韘icas (IRPF) es un tributo b醩ico para la efectividad de este mandato constitucional, puesto que recae sobre la renta, concepto que constituye la m醩 precisa expresi髇 de la capacidad econ髆ica de los contribuyentes, sometida a un gravamen de car醕ter progresivo.

El tributo dispone de una elevada capacidad recaudatoria como lo demuestra el que en los Presupuestos Generales de Navarra para el vigente ejercicio se han previsto unos ingresos por este impuesto que representan el 70,33 por 100 de la recaudaci髇 por impuestos directos y el 30,78 por 100 del total de impuestos.

Las anteriores caracter韘ticas hacen que al Impuesto sobre la Renta se le asigne la realizaci髇 de diversas finalidades de pol韙ica fiscal, como son la redistribuci髇 de la riqueza, dado su car醕ter progresivo, y la estabilizaci髇 econ髆ica, por su capacidad de ajuste a los ciclos econ髆icos.

El modelo de impuesto general, personal y progresivo fue implantado en nuestro sistema tributario en 1978, siendo objeto de una nueva regulaci髇 a partir de 1992. El tiempo transcurrido desde esta fecha ha hecho necesario abordar una adaptaci髇 del mismo al objeto de adecuarlo a la nueva realidad econ髆ica, financiera y social, as� como a la evoluci髇 de los sistemas tributarios de nuestro entorno, sin pretender en modo alguno que suponga una ruptura total con el sistema hasta ahora vigente, ya consolidado en sus l韓eas maestras.

La Ley Foral se estructura en 10 T韙ulos, 100 art韈ulos y una serie de disposiciones adicionales, transitorias, derogatoria y final.

El T韙ulo I, una vez establecido el principio general de exigencia del impuesto conforme a las normas del Convenio Econ髆ico referido en el art韈ulo 45 de la LORAFNA, aborda la naturaleza del tributo, estableciendo su car醕ter directo, en cuanto que no es trasladable y grava la renta en el momento de su obtenci髇, as� como su car醕ter personal, ya que en el mismo resulta b醩ica la contemplaci髇 del sujeto pasivo, y su subjetividad, ya que tiene en cuenta para la determinaci髇 de la cuota tributaria determinadas circunstancias espec韋icas que concurren en el contribuyente y que, por incidir en la capacidad econ髆ica del sujeto pasivo, han de ser tenidas en cuenta a la hora de establecer su gravamen.

El objeto del tributo es definido como la renta global o mundial obtenida por una persona f韘ica, puesto que el gravamen se produce independientemente del lugar en que tal renta se hubiere producido o de la residencia del pagador.

El T韙ulo I aborda, por 鷏timo, el 醡bito de aplicaci髇 del impuesto, refiri閚dolo a los sujetos pasivos residentes en Navarra, conforme a lo dispuesto en los art韈ulos 7.� y 8.� del Convenio Econ髆ico.

El T韙ulo II aborda el hecho imponible del tributo que es definido, con una gran amplitud y extensi髇, como la obtenci髇 de renta por el sujeto pasivo.

Con objeto de evitar la doble imposici髇 que pudiera producirse al ser gravada una misma renta por el IRPF y por el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones se establece el correspondiente supuesto de no sujeci髇 al primero de los tributos citados, si tal renta se halla sujeta al segundo de ellos.

En materia de exenciones la Ley Foral recoge pr醕ticamente la totalidad de las hasta ahora vigentes y ampl韆 su contenido a nuevos supuestos, como son las referidas a determinadas ayudas a deportistas de alto nivel, gratificaciones por la participaci髇 en misiones internacionales de paz o humanitarias, rendimientos de trabajo por servicios prestados en el extranjero, pensiones o mutilados en la Guerra 1936-1939 y ayudas a afectados por el virus de inmunodeficiencia humana.

Una vez regulado el elemento material del hecho imponible se aborda el elemento personal del impuesto, el sujeto pasivo.

La configuraci髇 del mismo es la persona f韘ica individualmente considerada, como no pod韆 ser de otro modo, tras la sentencia del Tribunal Constitucional n鷐ero 45/1989, de 20 de febrero.

El T韙ulo III de la Ley Foral regula inicialmente la base imponible del impuesto, par醡etro cuantitativo que determina la capacidad contributiva a gravar.

La base imponible podr� ser dividida en dos partes, una general y otra especial, a fin de permitir un distinto gravamen de una y otra.

A continuaci髇 la Ley Foral contempla los distintos componentes de la renta, comenzando por los rendimientos del trabajo, que son definidos de modo omnicomprensivo al incluir no s髄o los que derivan directamente del mismo, sino considerando tambi閚 los obtenidos indirectamente y tanto unos y otros sean percibidos en forma dineraria o en especie.

Tras este concepto omnicomprensivo se pasa a continuaci髇 a enumerar las contraprestaciones o utilidades incluidas en el mismo, poni閚dose especial 閚fasis en recoger aquellos supuestos que, en todo caso, tendr醤 la consideraci髇 de rendimientos de trabajo, con objeto de poner fin a cierta inseguridad jur韉ica provocada por discusiones de car醕ter tanto doctrinal como jurisprudencial en orden a la calificaci髇 y tratamiento fiscal de ciertas percepciones.

Con el objetivo de evitar los efectos de la progresividad del impuesto en los supuestos de acumulaci髇 de renta como consecuencia de la obtenci髇 de rendimientos irregulares, se articula un procedimiento de sencilla aplicaci髇 por el contribuyente, que sustituye al actual mecanismo de anualizaci髇 de las rentas irregulares, y que consiste en la reducci髇 en un porcentaje del rendimiento 韓tegro, porcentaje variable entre el 30 por 100 y el 50 por 100.

En relaci髇 con los rendimientos del capital la Ley Foral sigue el ya consagrado criterio de distinguir entre los de naturaleza inmobiliaria y los de naturaleza mobiliaria, seg鷑 la naturaleza jur韉ica del elemento patrimonial del que derivan.

Por lo que a la valoraci髇 de las retribuciones en especie se refiere se acoge el criterio de acudir al precio de mercado de los bienes o servicios recibidos, posibilit醤dose que reglamentariamente puedan establecerse los criterios para la determinaci髇 del tal precio.

La regulaci髇 de los rendimientos de capital inmobiliario presenta la novedad de que s髄o se graven las rentas reales derivadas de bienes inmuebles, tras la desaparici髇 de la renta presunta, cuya cuantificaci髇 se efectuaba mediante la aplicaci髇 de un porcentaje sobre el valor catastral del inmueble.

Como consecuencia de lo que antecede, en la determinaci髇 del rendimiento neto desaparece cualquier referencia a los gastos deducibles de tales bienes inmuebles que a partir de ahora quedan, obviamente, circunscritos a los supuestos de bienes arrendados, cedidos o sobre los que se hayan constituido derechos o facultades de uso o disfrute.

Al igual que sucede con los rendimientos de trabajo obtenidos de forma irregular en el tiempo o generados en plazo superior a dos a駉s, se establece una reducci髇 del importe obtenido que, en este supuesto, se cifra en el 30 por 100 del rendimiento neto positivo.

Los rendimientos de capital mobiliario mantienen la tradicional clasificaci髇 en tres apartados seg鷑 su origen: Por la participaci髇 en fondos propios de entidades, por la cesi髇 a terceros de capitales propios y los provenientes de los restantes bienes muebles o derechos.

La enumeraci髇 de los rendimientos citados en primer lugar es continuista respecto de la regulaci髇 precedente al recoger los dividendos, primas de asistencia a juntas y cualquier otra utilidad que derive de la condici髇 de socio, accionista o part韈ipe.

El sistema de integraci髇 de estos rendimientos en la base del impuesto se efect鷄, al igual que sucede en la actualidad, multiplicando el importe obtenido por un coeficiente variable en funci髇 del tipo de gravamen del Impuesto sobre Sociedades aplicable a la entidad de la que el dividendo procede.

La novedad m醩 significativa en este aspecto es el establecimiento de un mecanismo corrector del denominado 玪avado de dividendo� consistente en la adquisici髇 de valores en un momento inmediatamente anterior a la distribuci髇 de un dividendo y su enajenaci髇 posterior. La Ley Foral prev� que se aplique el coeficiente 1 a los dividendos procedentes de valores adquiridos dentro del plazo de los dos meses anteriores a la fecha en que el dividendo fue satisfecho, si en el mismo plazo de los dos meses posteriores se produce una enajenaci髇 de valores homog閚eos. Tales plazos se ampl韆n a un a駉 cuando se trate de valores no negociados en mercados secundarios oficiales de valores espa駉les.

Por lo que se refiere a los rendimientos de capital mobiliario procedentes de la cesi髇 a terceros de capitales propios resulta novedosa la inclusi髇 dentro de este concepto de los rendimientos que procedan de la transmisi髇, reembolso, amortizaci髇, canje o conversi髇 de estos valores, que hasta el momento presente eran considerados, en general, como incrementos o disminuciones de patrimonio.

Ha de se馻larse que la Ley Foral incluye un mecanismo similar al que trata de eliminar el 玪avado de dividendo�, al que ya se ha hecho anteriormente referencia, en los supuestos de obtenci髇 de rendimientos negativos derivados de la transmisi髇 de estos activos.

En relaci髇 con el resto de supuestos de rendimientos de esta naturaleza debe destacarse, en primer lugar, que se otorga un tratamiento unitario a las operaciones de capitalizaci髇 y de seguros, que en la regulaci髇 anterior, salvo supuestos de excepci髇, generaban incrementos o disminuciones patrimoniales.

La raz髇 para esta modificaci髇 no es otra que la constataci髇 de que la denominada 玦ngenier韆 financiera� hace pr醕ticamente imposible distinguir las modalidades de renta que generan la multiplicidad de productos aseguradores que se ofrecen en el mercado, lo que no hace sino aumentar la complejidad tributaria, introduciendo f髍mulas sofisticadas de elusi髇 fiscal.

En segundo lugar la Ley Foral presenta como hecho m醩 destacable la inclusi髇 en este apartado del supuesto de constituci髇 o cesi髇 de derechos o facultades de uso o disfrute sobre bienes muebles o derechos, precis醤dose que para su valoraci髇 habr� de acudirse al mercado cuando tales operaciones se efect鷈n en favor del c髇yuge o parientes hasta el tercer grado.

Al igual que se ha expuesto en relaci髇 con los rendimientos de trabajo y de capital mobiliario, para evitar las consecuencias no deseables de una progresividad motivada por la acumulaci髇 de los rendimientos generados en plazo superior a dos a駉s u obtenidos de forma irregular en el tiempo, se establece un sistema de reducci髇 de los rendimientos netos, que oscila entre un 30 por 100 y un 70 por 100.

La regulaci髇 de los rendimientos de las actividades empresariales y profesionales presenta como nota caracter韘tica la continuidad respecto de la regulaci髇 precedente, si bien se introducen algunas novedades significativas.

La Ley Foral, tras definir los rendimientos empresariales o profesionales de modo similar al que tradicionalmente se ha acogido en el IRPF, aborda los distintos reg韒enes de determinaci髇 del rendimiento neto de tales actividades. La principal novedad la constituye el hecho de que dentro del r間imen de estimaci髇 directa se distinguen dos modalidades, normal y simplificada.

En cualquiera de ellas la determinaci髇 del rendimiento neto se establece, con car醕ter general, mediante la aplicaci髇 de las normas del Impuesto sobre Sociedades, salvo alguna m韓ima especialidad.

Con objeto de evitar ciertas pr醕ticas elusivas se establecen algunas cautelas y limitaciones a la deducibilidad como gasto de aquellas cantidades satisfechas al c髇yuge o a hijos menores de edad, bien por prestaci髇 de servicios laborales, bien por la cesi髇 de bienes o derechos titularidad de los mismos.

La modalidad de estimaci髇 directa simplificada habr� de aplicarse a aquellas actividades que no superen un volumen de operaciones que se fijar� reglamentariamente. En cualquier caso tendr� car醕ter voluntario pudiendo el sujeto pasivo renunciar a su aplicaci髇.

Por lo que respecta a la modalidad de estimaci髇 objetiva la Ley Foral, al enunciar los principios generales para su aplicaci髇, no hace sino reproducir el contenido de la actual regulaci髇.

En cuanto a la determinaci髇 del rendimiento neto de las actividades empresariales y profesionales deben destacarse dos extremos.

En primer lugar, los incrementos y disminuciones patrimoniales derivados de elementos afectos a la actividad no han de computarse dentro del citado rendimiento, tal y como actualmente sucede, sino que su tributaci髇 se efectuar� de acuerdo con las espec韋icas normas aplicables a este componente de renta. Se unifica de este modo el tratamiento de los incrementos y disminuciones patrimoniales, con independencia de que tengan su origen en bienes afectos o no.

En segundo lugar se establece una reducci髇 del 30 por 100 para los rendimientos netos con per韔do de generaci髇 superior a dos a駉s, as� como para los calificados como irregulares, en similitud de trato con los rendimientos de trabajo y de capital.

La regulaci髇 de los incrementos y disminuciones patrimoniales no introduce novedades significativas ni en su concepto ni en su c醠culo, salvo supuestos muy espec韋icos.

El concepto de incremento o disminuci髇 de patrimonio se halla vinculado a la doble caracter韘tica de variaci髇 en el valor del patrimonio y vinculaci髇 a una alteraci髇 en la composici髇 de 閟te.

Una vez definido el concepto de incremento o disminuci髇 de patrimonio se ejemplifican los supuestos que se consideran alteraciones patrimoniales, as� como aquellos otros en los que no se estima la existencia de tales alteraciones, con un contenido similar al de la actual regulaci髇.

En materia de exenciones se mantienen los supuestos ya conocidos, siendo destacable la referida a los incrementos de patrimonio obtenidos en transmisiones que no excedan de 500.000 pesetas anuales.

Debe se馻larse que, al abordarse los supuestos en los que no se computan determinadas disminuciones patrimoniales, junto a la enumeraci髇 de los ya conocidos, la Ley Foral incorpora una norma antifraude en evitaci髇 de p閞didas ficticias, no permitiendo la consideraci髇 a efectos fiscales de aquellas minusval韆s puestas de manifiesto en la transmisi髇 de un bien que es nuevamente adquirido por el sujeto pasivo en un plazo inmediato.

En lo referente a la cuantificaci髇 del importe de los incrementos y disminuciones patrimoniales, a la determinaci髇 de los valores de adquisici髇 y a los supuestos de operaciones lucrativas no existen novedades dignas de menci髇 respecto a la regulaci髇 hoy vigente. Unicamente cabe destacar el hecho de que la Ley Foral opta por no actualizar los valores de adquisici髇 mediante la aplicaci髇 de los correspondientes coeficientes por dos razones b醩icas, como son la reducida inflaci髇 de estos 鷏timos a駉s y el favorable tratamiento que se otorga al gravamen de los incrementos y disminuciones patrimoniales.

Por lo que se refiere a los incrementos de patrimonio no justificados, adem醩 de recogerse los supuestos tradicionalmente conceptuados como tales, se a馻de de forma novedosa la inclusi髇 de deudas inexistentes en las declaraciones del IRPF o del Impuesto sobre el Patrimonio, o en los libros o registros oficiales.

Por 鷏timo se馻lar que se recogen los tradicionales supuestos de exenci髇 por reinversi髇 relativos a la vivienda habitual y a los elementos del inmovilizado material o inmaterial afectos a actividades empresariales o profesionales.

El T韙ulo III al regular la base imponible establece la divisi髇 de la misma en una parte general y otra especial.

La parte general la constituyen la totalidad de las rentas del sujeto pasivo, con excepci髇 de los incrementos y disminuciones patrimoniales obtenidos en plazo superior a un a駉, y estar� formada por:

• a) Los rendimientos e imputaciones de renta, que se integrar醤 y compensar醤 entre s� sin limitaci髇 alguna.
• b) Los incrementos y disminuciones de patrimonio obtenidos en plazo no superior a un a駉, integr醤dose y compens醤dose exclusivamente entre s�. Si el resultado de tal operaci髇 es negativo su importe se compensar� con los incrementos de patrimonio de igual naturaleza obtenidos en los cuatro a駉s siguientes.

La parte especial est� constituida por el saldo positivo resultante de la integraci髇 y compensaci髇 exclusiva de los incrementos y disminuciones de patrimonio generados en plazo superior a un a駉. Si de tal operaci髇 se obtiene un resultado negativo su importe s髄o se compensar� con los incrementos y disminuciones de la misma naturaleza puestos de manifiesto en los cuatro a駉s siguientes.

Definida la parte general de la base imponible, la pr醕tica de las reducciones establecidas determina la base liquidable general.

Tales reducciones obedecen a motivaciones diferentes:

• a) Incentivaci髇 de ahorro a largo plazo, permiti閚dose la deducci髇 de las aportaciones a mutualidades, planes de pensiones y sistemas alternativos, siempre que se cumplan determinados requisitos y condiciones.
• b) Admisi髇 de determinados gastos en situaciones familiares especiales, como son las pensiones compensatorias al c髇yuge y las anualidades por alimentos satisfechas por decisi髇 judicial.
• c) Consideraci髇 de un importe de gastos o m韓imo personal, para lo que la Ley Foral acoge el concepto de renta discrecional o renta disponible, con objeto de gravar la renta de la que una persona dispone tras minorar sus ingresos en los gastos necesarios para atender sus necesidades vitales.

El T韙ulo IV dedica su contenido a la determinaci髇 de la cuota 韓tegra del impuesto. La tarifa aplicable a la base liquidable general parte de un tipo m韓imo del 15 por 100 y alcanza hasta un tipo m醲imo del 47 por 100, lo que supone una reducci髇 de cinco puntos en el tipo m韓imo y seis puntos en el m醲imo respecto a la actualmente vigente.

Un aspecto particularmente novedoso lo constituye el gravamen de la renta obtenida por quienes deban satisfacer a sus hijos anualidades por alimentos, ya que se prev� la aplicaci髇 de la tarifa separadamente al importe de tales anualidades y al resto de la base liquidable general, lo que supondr� una minoraci髇 de la carga tributaria de los sujetos pasivos en los que concurra la circunstancia descrita.

El gravamen de la base liquidable especial no presenta novedad alguna respecto de la normativa precedente ya que la misma tributa al tipo resultante de multiplicar por s� mismo y dividir por 25 el mayor de los dos siguientes tipos medios de gravamen:

• a) El resultante de aplicar la tarifa al 50 por 100 de la base liquidable especial.
• b) El resultante de multiplicar por 100 el cociente obtenido al dividir la cuota 韓tegra correspondiente a la base liquidable general por el importe de la base imponible.

En materia de deducciones la Ley Foral mantiene el mismo esquema que el actualmente vigente, salvo las novedades siguientes:

• a) Deducci髇 por descendientes. Se incrementan en 7.000 pesetas sus cuant韆s, oscilando entre las 37.000 pesetas para el primero y las 77.000 pesetas para el quinto y sucesivos.
• b) Deducci髇 por inversi髇 en vivienda habitual. La importancia que la propiedad de una vivienda habitual tiene en el 醡bito econ髆ico y social ha hecho que desde 1978 la regulaci髇 del impuesto haya acogido un incentivo fiscal a la adquisici髇 de este tipo de bien de utilizaci髇 duradera.

  La Ley Foral mantiene una deducci髇 en cuota del 15 por 100 de la inversi髇 en vivienda habitual, si bien introduce novedades significativas.

  En primer lugar, la eliminaci髇 de la renta presunta derivada de la vivienda habitual hace l骻ica la supresi髇, como partida deducible, de los gastos financieros originados por los cr閐itos destinados a la adquisici髇 de aqu閘la, tal y como hasta ahora ven韆 sucediendo. No obstante, se ha considerado que tales gastos deben ser tenidos en cuenta como base de la deducci髇, por lo que el incentivo fiscal es de igual cuant韆 para todos los contribuyentes, a diferencia de la situaci髇 actual en la que el ahorro fiscal depende del tipo marginal del contribuyente, lo que favorec韆 a los adquirentes de vivienda con rentas m醩 elevadas.

  En segundo lugar, se establece un doble l韒ite a la pr醕tica de la deducci髇. El importe m醲imo de la base, incluyendo en su caso los gastos financieros, no puede exceder por sujeto pasivo de un total de 15.000.000 de pesetas y la base de la deducci髇 anual no puede exceder de 1.500.000 pesetas por sujeto pasivo, incluyendo en tal importe los eventuales gastos financieros.

  Los l韒ites anteriores se duplican en los supuestos de unidades familiares, pasando a 30.000.000 y 3.000.000 de pesetas, respectivamente.

• c) Deducci髇 por trabajo. La tradicional discriminaci髇 positiva en favor de los rendimientos de trabajo, concretada tradicionalmente mediante una deducci髇 de la cuota, es objeto de un sustancial incremento respecto de la vigente actualmente. En efecto, frente a un importe general de 30.000 pesetas se establece en la Ley Foral una cuant韆 de 95.000 pesetas.
• d) Supresi髇 de determinadas deducciones. Si bien, como se ha indicado, la regla general en materia de deducciones es la continuidad de las mismas, la Ley Foral ha suprimido la relativa a gastos de enfermedad, al considerarla incluida dentro del m韓imo personal, y la de primas de contratos de seguro, cuyo favorable tratamiento fiscal en el momento de la percepci髇 del correspondiente capital hace innecesario el establecimiento de un incentivo fiscal en el momento del pago de las correspondientes primas.

El T韙ulo V recoge el concepto de deuda tributaria consistente en la cuota, recargos, intereses de demora y sanciones, indic醤dose que los bienes de conquistas o gananciales responder醤 frente a la Hacienda P鷅lica de Navarra de las deudas contra韉as por uno de los c髇yuges.

El T韙ulo VI aborda la tributaci髇 conjunta de la unidad familiar.

La definici髇 de unidad familiar distingue dos modalidades: Matrimonial y no matrimonial.

La primera la constituyen los c髇yuges no separados y, si los hubiere, los hijos menores de edad, a馻di閚dose la novedad de incorporar a los hijos mayores de edad incapacitados judicialmente y sujetos a patria potestad prorrogada o rehabilitada.

La segunda recoge los supuestos de separaci髇 legal o inexistencia de v韓culo matrimonial en los que la unidad familiar la integran el padre o la madre y todos los hijos que convivan con uno u otro.

El ejercicio de la opci髇 por la tributaci髇 conjunta requiere que se efect鷈 por unanimidad de todos sus integrantes. Tal opci髇 no podr� ser modificada una vez finalizado el plazo de presentaci髇 de la declaraci髇 del impuesto.

Por lo que a los elementos de la tributaci髇 conjunta se refiere, como es obvio, contin鷄 el r間imen hasta ahora vigente.

Las rentas correspondientes a cada uno de los integrantes de la unidad familiar se computan separadamente, no obstante lo cual se permite una intercomunicaci髇 entre ellos trat醤dose de disminuciones patrimoniales y bases liquidables negativas, que se compensar醤 con las rentas obtenidas por otros miembros de la unidad familiar.

El gravamen del impuesto se efect鷄 separadamente, obteni閚dose tantas cuotas 韓tegras parciales como sujetos pasivos del impuesto, de modo que por adici髇 de todas ellas se obtiene la cuota 韓tegra de la unidad familiar.

El 鷏timo de los aspectos regulados por este T韙ulo es el relativo a las reglas especiales de tributaci髇 conjunta en las que se establece, en primer lugar, la duplicaci髇 de los l韒ites para la aplicaci髇 de determinadas deducciones como son las relativas a inversi髇 en vivienda habitual, alquiler de vivienda y custodia de hijos, y, en segundo lugar, que trat醤dose de unidades familiares matrimoniales la reducci髇 por m韓imo personal correspondiente a uno de los c髇yuges y que no haya podido ser aplicado por 閟te podr� adicionarse al m韓imo personal del otro c髇yuge.

El T韙ulo VII regula el per韔do impositivo y el devengo del impuesto.

El per韔do impositivo, con car醕ter general, coincide con el a駉 natural deveng醤dose el tributo el 31 de diciembre de cada a駉. No obstante, el fallecimiento del sujeto pasivo en fecha distinta al 鷏timo d韆 del a駉 supone el devengo en esa fecha del impuesto para el citado sujeto pasivo. Si estuviere integrado en una unidad familiar ello no impide, como sucede en la actualidad, que pueda optarse por la tributaci髇 conjunta. En tal supuesto las rentas pendientes de imputaci髇 habr醤 de integrarse en la base imponible del 鷏timo per韔do impositivo, pudiendo los sucesores del causante solicitar el fraccionamiento de la parte de la deuda correspondiente a tales rentas.

Por lo que a la imputaci髇 de ingresos y gastos se refiere, la Ley Foral establece que ha de efectuarse en funci髇 del devengo, entendido como criterio de exigibilidad de los ingresos y de los gastos.

Junto a este criterio general la Ley Foral establece los supuestos particulares aplicables a los rendimientos de actividades empresariales y profesionales, que acoge los criterios del Impuesto sobre Sociedades; incrementos y disminuciones patrimoniales, per韔do impositivo en que se produce la alteraci髇; operaciones a plazo, exigibilidad de los cobros; rendimientos de trabajo no percibidos por causas ajenas al empleado, momento del cobro; rentas estimadas, cuando se entienden producidas; operaciones en divisas, momento del cobro o del pago; cambio de residencia del sujeto pasivo, 鷏timo per韔do impositivo de declaraci髇 por el impuesto.

El T韙ulo VIII aborda la gesti髇 del impuesto, regulando de modo muy similar a la legislaci髇 precedente la competencia para la exacci髇 del impuesto, las retenciones y otros pagos a cuenta, la iniciaci髇 del procedimiento, la comprobaci髇 e investigaci髇, la liquidaci髇 del impuesto, la recaudaci髇 y las obligaciones formales.

El T韙ulo IX, relativo a la prescripci髇 del impuesto, recoge una reducci髇 del plazo actualmente establecido desde los cinco a駉s a los cuatro, as� como el c髆puto del plazo y los supuestos de interrupci髇. Como es obvio se se馻la que la prescripci髇 ha de aplicarse de oficio.

En materia de recursos el T韙ulo X de la Ley Foral recoge el procedimiento que en esta materia de recursos se regula mediante Acuerdo del Parlamento Foral de 19 de mayo de 1981 y su posterior desarrollo en Acuerdo de la Diputaci髇 Foral de 19 de junio de 1981.