Sumario

EL PRESIDENTE DEL GOBIERNO DE LAS ILLES BALEARS

Sea notorio a todos los ciudadanos que el Parlamento de las Illes Balears ha aprobado y yo, en nombre del Rey, y de acuerdo con lo que se establece en el art�culo 27.2 del Estatuto de Autonom�a, tengo a bien promulgar la siguiente:

LEY

EXPOSICION DE MOTIVOS

El Parlamento, el Gobierno y el presidente conforman la organizaci�n institucional de la comunidad aut�noma, tal como dispone el art�culo 18 del Estatuto de Autonom�a de las Illes Balears, norma fundamental que contiene, adem�s, la regulaci�n b�sica de cada una de estas tres figuras, pero que reclama expresamente, en los art�culos 31.7 y 32.3 -dejando al margen el papel asignado al Reglamento de la C�mara- la intervenci�n de una ley aprobada por mayor�a absoluta, para completar los aspectos organizativos, funcionales y de r�gimen jur�dico del Gobierno y del presidente.

La tarea de desarrollo de los preceptos estatutarios, por lo que se refiere al poder ejecutivo de la comunidad aut�noma, la ha llevado a cabo la Ley 5/1984, de 24 de octubre, de r�gimen jur�dico de la Administraci�n de la comunidad aut�noma, cuyo contenido requiere la adecuaci�n a la reforma estatutaria operada por la Ley Org�nica 3/1999, de 8 de enero, y a la realidad institucional y administrativa de las Illes Balears.

La reforma emprendida en este �mbito parte de la experiencia adquirida en las legislaturas precedentes, si bien asume, de entrada, cambios importantes y necesarios para la arquitectura organizativa y jur�dica de nuestra comunidad. A diferencia de la Ley de 1984, la Ley del Gobierno tiene por objeto fundamental la regulaci�n del Gobierno y del presidente de las Illes Balears, as� como de las potestades normativas del poder ejecutivo auton�mico, y difiere a una ley espec�fica la ordenaci�n y la estructuraci�n de la Administraci�n de la comunidad aut�noma, cuyo r�gimen jur�dico debe ser abordado pr�ximamente por el Gobierno, tal como se anuncia en una disposici�n final.

La ordenaci�n jur�dica del presidente de las Illes Balears se plantea en la doble vertiente de presidente de la comunidad aut�noma y de presidente del Gobierno, lo cual se manifiesta en la distinci�n entre atribuciones de representaci�n y de direcci�n. Como jefe del Gobierno, al presidente se le reconocen las facultades que tradicionalmente se consideran inherentes a esta condici�n, entre las que destacan las de tipo normativo en materia de organizaci�n.

La ley acoge la doble naturaleza del Gobierno como �rgano colegiado que encarna esencialmente el poder ejecutivo de la comunidad aut�noma, lo configura como instituci�n de autogobierno y como �rgano superior de la Administraci�n que de �l depende, y lo dota de las atribuciones pol�ticas, ejecutivas y normativas que exige el texto estatutario. En cuanto a la composici�n, prev� la figura del vicepresidente con car�cter disponible, no fija un l�mite m�ximo de consejeros con responsabilidad ejecutiva y mantiene la figura del consejero sin cartera.

El Gobierno, reunido para el ejercicio de sus funciones, constituye el Consejo de Gobierno, cuyo funcionamiento se perfila a partir de reglas m�nimas, entre las que se incluyen, por su importancia, las relativas al Gobierno en funciones. Asimismo, la ley se detiene en el tratamiento de la secretar�a del Consejo de Gobierno, de las comisiones delegadas y de los diversos �rganos de apoyo y de colaboraci�n. La ley refuerza, en este sentido, la Comisi�n de secretarios generales t�cnicos.

Por lo que se refiere a los miembros del Gobierno, la ley recoge el r�gimen jur�dico existente en materia de estatuto personal, nombramiento, cese, fuero procesal y responsabilidad pol�tica. Constituye, en cambio, una novedad la ordenaci�n del r�gimen de suplencias y de asunci�n temporal de la titularidad de una consejer�a. Quedan fuera del �mbito de aplicaci�n de la ley las atribuciones de los consejeros al frente de las correspondientes �reas de responsabilidad.

Otra de las innovaciones de este texto legal es el tratamiento de la iniciativa legislativa y de las potestades normativas del Gobierno. Por lo que respecta a �stas, es importante subrayar que la ley define la figura de los decretos legislativos en t�rminos an�logos a los previstos constitucionalmente. El ejercicio de la potestad reglamentaria se aborda integralmente por primera vez en nuestra legislaci�n, buscando el equilibrio entre la eficacia exigible en la acci�n de los poderes p�blicos y las garant�as jur�dicas y de participaci�n que reclaman los ciudadanos.

Completa la ley un t�tulo dedicado al control de la actuaci�n del Gobierno, en l�nea con la legislaci�n comparada.